29 de abril de 2024

Atleti 3 - Bilbao 1. Una gran temporada.

 

La SAD puede empezar a dormir tranquila, porque para conseguir ese fantástico premio que es el cuarto puesto, el pasado sábado se dio un paso de gigante al vencer al único rival ya posible que nos queda, el Athletic Club (ah, no, perdonen, que como buen colchonero que soy, tengo que representar mi papel de nazi irrespetuoso y demás, ya perdonarán), el Bilbao. O, mejor aún, el puto Bilbao.

 

El pasado martes, el Fornicador de la Patagonia (de Paul, para los más allegados) sorprendió con unas declaraciones, aún con la herida sangrando a borbotones en las almas colchoneras tras la eliminación frente al Dortmund y el ridículo de cada domingo fuera de casa, esta vez en la simpática y dicharachera provincia de Álava, diciendo que su balance de este año es que están haciendo una “gran temporada”. Lógico. No sé de qué diablos nos extrañamos nadie. En Liga, estamos a 20 puntos del liderato, sin disputar la misma desde vaya usted a saber cuánto tiempo ya, pero, y especialmente tras la victoria del pasado sábado, el todopoderoso cuarto puesto queda bastante más despejado. La SAD respira con satisfacción.

 

¿la Copa? Fríamente hablando, se llegaron a semifinales, eliminando previamente al maligno, y nos echó de la Competición el Campeón. Eso sí, metiéndonos un parcial de 4-0 en la eliminatoria, pequeño detalle sin la mayor trascendencia. Aparte, no es un torneo para la SAD prioritario, ni mucho menos. Da igual que sea un título que nos haga mucho tilín a la afición. La afición no cuenta, hermano. Aquí cuenta Europa, y la pasta. Y la Copa no la da.

 

Y en Champions, qué decir. Se ha llegado a cuartos de final, después de haber pasado la liguilla, y luego, encima, habiendo eliminado al Subcampeón vigente de Europa. Si hemos caído posteriormente frente a un equipo que ni de coña ha sido, es y será superior a nosotros, cosas del fútbol. Aquí lo cuenta es el pastizal ya trincado, más los 60 kilejos adicionales por jugar el Mundialito ese (que miedo me da pensar lo que puede llegar a agotar a esta plantilla ya tan deteriorada y cogida en pinzas como es la actual para la temporada que viene la disputa de esta competición, si es que no se renueva en tiempo y forma, claro, cosa que no dudo que no se hará). Así que sí, es una gran temporada. Lo que no entiendo es por qué siendo así, sigo estando tan disgustado como ando aún. Este Tomi, que se nos anda vikingizando por instantes, supongo. Ni puto caso.

 

El  caso es que el Atleti, el pasado sábado, en un prácticamente abarrotado Metropolitano (¿Ves, Capo?), disputó una primera parte, en líneas generales, sosa, insulsa y aburrida. Es más, yo diría que salió más pendiente de frenar al rival, que de crear por sí mismo (la posición de Llorente en banda izquierda junto con Lino es buena prueba de ello, pánico a los Williams). Los más puristas diremos que nos parece indigno tratar al Bilbao con el respeto tal como si fuese un Bayer o un City de la vida. Los más entusiastas, sin embargo, replicarán que así jugamos el día de la ida de la Copa, y palmamos 0-1, y como en esta vida, o como en casi todo, lo que mandan al final son los resultados, pues premio para ellos, no hay vuelta de hoja. 3-1, y no hay más preguntas, señoría.

 

Menos mal que buena parte de la ambición del Bilbao se quedó ya desbordaba en la gabarra, eso sí. Salieron a dominar, si, pero sin demasiada convicción en ello. Su partido, en líneas generales, fue bastante flojeras también y con pocas ideas ofensivas. Por eso ya les decía que este primer tiempo resultó tan “apasionante”. Un sustito de Iñaki Williams nada más empezar, que terminó mandando el balón al limbo, y poca cosa más.

 

A los 15 minutos, sin embargo, conseguimos adelantarnos en el marcador, en un centro  del incombustible Llorente que despejó horrible Paredes, dejó el balón muerto al borde del área a De Paul, y éste, al igual que el día del Almería, remató directamente sobre un contrario, para que el mismo desviara el esférico lo suficiente para despistar al siempre irregular Unai Simón y anotase el primer tanto en el marcador. El plan de Simeone, por más desconcertante que me pareciese, funcionó a la perfección.

 

Una vez puestos por delante, y como casi siempre de nuevo, volvimos al plan inicial, que era coser, lavar la ropa, y cantar, que ya pillaremos alguna. El problema es que en este equipo el sistema defensivo actual es el que es, los mimbres son los que son, y se está convirtiendo en una auténtica utopía el que logremos mantener una puerta a cero en la presente temporada, así que, si vemos que el rival no termina de encontrar el camino para batirnos, ya nos encargamos nosotros de echarle un cable directamente.

 

Lo intentó Giménez en un balón que no terminó de perseguir hasta que el público le avisó. También lo hizo Hermoso a continuación, y lo remató el Turista Francés, en una infame cesión hacia atrás, que provocó una contra  de Guruzeta, que vio desmarcado a Iñaki Williams y este empujó el balón a placer ante la desesperada salida de Oblak.

 

Hablando del pequeño de los Williams, este decidió indicarle al árbitro en una jugada previa a la hora de sacar un córner que había escuchado gritos racistas en el córner del fondo sur, y, la verdad, sabiendo cómo andan las cosas, por un lado, y por otro, no considerándole especialmente ni un pibe provocador, ni nada que se le parezca, al bueno de Nico, me pareció una estupidez supina. Como cierren ese sector de grada por culpa del “simpático” imbécil integral, espero que su propios compañeros de zona se encarguen de darle la más cordial enhorabuena al sujeto en cuestión (si es que le vuelven a ver, claro). Y menos mal que no era otro tipo el que escuchó eso, y que perteneciese a otro equipo de cuyo nombre me producen arcadas el acordarme. No quiero ni imaginármelo, vamos. Al final del encuentro, el chaval le quitó mella al asunto, lo resumió con un “tontos hay en todos lados, y hay que pasar ya página”, y, al menos, no intentó demonizarnos como sí que ha hecho buena parte del entorno bilbaíno (cosa que, por otro lado, me la trae tan al pairo que ya hasta asumo con una naturalidad insultante el hecho de reconocerme como un hincha nazi, violento y fascista), aunque igual le sobrase también la celebración de su tanto posterior, pero bueno. El problema de todo esto es que siempre vemos todos la paja en el ojo ajeno, y no vemos la viga en el nuestro. Todo lo solucionamos con el ya famoso “y tu más”, y que siga la fies. Es la práctica habitual de nuestra “clase” política, sin ir más lejos. Como no nos vamos también a escudar los bufanderos descerebrados en la misma vaina. Así que sí, el “UH UH”, me parece un cántico asqueroso, al igual que parece más vomitivo si cabe el cinismo con que se naturaliza el que en un campo de Euskadi se le cante a uno el “Español Hijo de Puta Muérete”. Esto no va a acabar nunca, téngalo claro, mientras nos sigamos centrándonos en las anécdotas y no queramos afrontar el auténtico meollo de la cuestión. Y eso pasa por cada uno asumir lo suyo, solucionarlo, y pasar del resto, sin más.

 

La segunda parte, si bien no pintaba muy bien, la verdad es que el equipo mejoró, especialmente en aptitud defensiva, presión más coordinada y posicionamiento en el terreno de juego. Y así llegó el mágico minuto 52  de juego, en el que el extenuado Koke, aún tiene clase y distinción para poner un majestuoso pase sobre el desmarque de Angelito Correa, este hizo un control orientado sencillamente brutal hasta decir basta, encaró a Unai, se deshizo de él con un regate hacia el exterior del guardameta, y batió a la perfección a puerta ya vacía al guardameta visitante. Solo por contemplar jugadas así, por muy flojeras que ande tu equipo o muy enfurruñado que ande uno con él, merece la pena todo esto, la verdad. Angelito no parece ya con el aura genial que siempre ha poseído, pero, y aún así, de vez en cuando aún nos sigue sacando las castañas del fuego. Es imposible dejar de quererle, la verdad.

 

 

Y el encuentro aquí, ahora sí que terminó, porque el Athletic no tuvo forma humana de meternos mano, por un lado, y por otro, un buen pase en profundidad de Hermoso sobre Lino, hizo que el brasileño terminase rematando en seco al palo, y el rechace del balón diese en la espalda de Unai y se colase finalmente en su portería, poniendo la ventaja definitiva en el marcador. Y aún en el 90 el propio Lino pudo aumentar el tanteador (no nos hubiese venido mal para el tema del goal average particular), en una de las pocas acciones que al Turista francés le dio por disfrazarse de nuevo de jugador de fútbol, pero el remate lo sacó Pardos bajo palos. Bueno, también vimos al francés ya en el descuento, provocando descaradamente el recibir una tarjeta amarilla que le acarrease suspensión (se ve que Mallorca la tiene ya muy vista). Y colorín colorado, la SAD junto con la muchachada celebró con algarabía y pasión esta gran victoria, que se supone servirá para rubricar definitivamente “una gran temporada”.





EL CRACK DEL PARTIDO:

En condiciones normales se lo daría a Llorente, jugador que, aunque estéticamente su forma de jugar me siga repeliendo a veces mi vista, reconozco que su honradez en el campo, y su profesionalidad y disciplina para el equipo, aceptando sin rechistar jugar en un mismo partido en hasta 3 y 4 posiciones diferentes me abruma. Le escuché hace poco en una entrevista en la cual le preguntaban sobre lo de ir a la Eurocopa y tal, y el chaval respondió con resignación que era muy complicado llegar a destacar tanto como para ser seleccionable, cuando no terminas de especializarte en una posición en concreto, y buena parte de razón tiene, desde luego, pero ojo, lo dijo con total naturalidad y sin maldad alguna. Admitía sin reparos su rol en el equipo y a otra cosa.

 

Dicho todo esto, cómo no dárselo a título póstumo a Don Raúl “todo lo que haces, lo haces bien” García Escudero (glorioso segundo apellido dónde los haya, ya puestos). Un dignísimo y brillante portador de ese dorsal número 8 que es solo para elegidos. Ojalá y que se incorporase a nuestro equipo técnico de lo que sea. Tipos como este es de los que enseñan a ser jugador de fútbol, persona y Atlético. Sus valores siempre nos representarán, así que, vente p’al Metropolitano, Rulo.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Otra nueva exhibición (y van) de pases al contrario de Don Nahuel Molina (da igual distancia que momento de cualquier partido de fútbol), más otro nuevo paseíto por el campo del Turista francés, que sigue a tope en su pretemporada particular con el fin de prepararse en condiciones tanto para la Eurocopa como para la disputa de las Olimpiadas en su país. Y, a Mallorca, ya iremos otro día, si eso …

 

ÁRBITRO: Martínez Munuera.

Salvo en la caprichosa forma de sacar tarjetas de manera selectiva hacia nuestro lado y no usar el mismo rasero para el rival (algo habitual en esta temporada también, por otro lado), sin mayores complicaciones su labor. No molestó en exceso, pues.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 11 GRADOS).

Voy a haber si logro recomponer un poco esto, después del destrozo que hice del mismo el día del Alavés, producto de uno de mis ataques de cordura y mesura habituales. Partíamos de 13 grados. El partido del Girona, de obligado cumplimiento. El enésimo ridículo en Vitoria, ya ni cuenta, por esperado también, así que baja 2 grados por no portería a cero sin anotar gol (vamos por 11, pues) y lo del sábado pasado, partido de obligado cumplimiento, sin más panderetismo, así que lo dejamos en 11 grados positivos (que no me los creo ni yo, pero bueno).

 

Por último, ayer sí que me llevé una gran alegría. Me fui a ver al Madrileño, y comprobé in situ con gran algarabía la firma de su permanencia definitiva en Primera Federación. No era tarea fácil, tanto por la calidad de los equipos que hay en el  grupo (muchos capitales de provincia), como por el penoso hecho de tener que jugar tanto fuera de casa como en el Cerro como visitante. Salvo por el estado del terreno de juego, que es sencillamente maravilloso, todo lo demás es tercermundista a más no poder. Desde una megafonía en dónde parece que el menda que anda hablando lo esté haciendo desde el baño directamente, unas gradas siempre repletas de aficionados visitantes y con apenas 4  gatos como locales, campo de juego completamente a la intemperie de lo que se tercie (lluvia, viento, frío, como el que pasé ayer al final, sin ir más lejos, sin ninguna zona techada en la que poder refugiarse) … Me parece todo un milagro, la verdad, pero los chavales han respondido con gallardía, profesionalidad, saber estar y, por qué no decirlo, ratos de buen fútbol también, especialmente personificados en la primera parte que hicieron ayer frente al Algeciras.

 

Velocidad, dinamismo, presión total por todo el campo, ambición … Un Madrileño eléctrico pero de verdad. A los 15 minutos Nabil ya nos adelantó en el marcador. En el 25, Pablo Pérez puso el segundo  tras una larga cabalgada por banda, y Sergio Guerrero puso el tercero en el marcador a los 40 de este brillante primer tiempo, tras dar el balón en el palo. Antes de irnos al descanso, eso sí, los visitantes anotaron el 3-1.

 

En la segunda parte, sin embargo, se sufrió un poquito en los primeros 25 minutos, en los que los gaditanos tiraron de orgullo y de coraje, pero la chavalería aguantó bien y terminó por volver a controlar finalmente el juego con frialdad y saber hacer. En definitiva, enhorabuena a los chavales (Tevenet incluido, del que dicen que va a pasar a formar parte del cuerpo técnico del Cholo, ante la desesperación de nuestro inefable Señor Patriota, que dice que tiene ya más colaboradores que Pedro Sánchez asesores, lo menos), y estaría muy bien que en alguna de las jornadas que queden en el Cerro, la gente se animase para aplaudirles a rabiar y compartir con ellos este gran éxito conseguido, y darles su más que merecido homenaje. Aunque nadie me va a hacer ni puto caso, yo ahí lo dejo.


 


No sé muy bien los chavales que llegarán al primer equipo y los que no (tarea complicada siempre, máxime en este Club), pero me da igual. Me siento muy orgulloso de lo bien que nos han representado en su primer año en esta categoría ya tan exigente de por sí, así que … “¡¡ATLÉTICO MADRILEÑO, TAN GRANDE PERO EN PEQUEÑO!!!”

 



22 de abril de 2024

Alavés 2 - Atleti 0. El "Clásico".

 

No me negarán que no. El clásico partido que hace el Atleti fuera de casa esta temporada. Y yo aún diría más: hasta el clásico encuentro que hace nuestro equipo frente a rivales de similar categoría.

 

Es curioso, de pequeñajo, recuerdo que nuestro veneno que tanto llevamos en la sangre era un rival incomodísimo fuera de casa, y en el Calderón, aunque siempre fue catalogado (porque en verdad fue así), un campo muy complicado, no menos cierto es que con rivales de menor “peso”, nos costaba sangre, sudor y lágrimas el sacarlos adelante. Después hemos vivido épocas de todas las clases y colores, por supuesto. Con Radomir Antic (primera época) éramos temidos dentro y fuera de casa, al igual que con buena parte de la época de Simeone. Qué tiempos aquellos de los Godín, Raúl García, Gabi, Tiago, Diego Costa y compañía, en los que el Atleti se ponía 0-1 y ya podías charlar tranquilamente con tu compañero de grada o de garito en donde estuvieses viendo el partido, de tu fin de semana, de qué vas a hacer el próximo, de lo cara que está la vida  o del cayo malayo que te habías comido el anterior finde del que no recuerdas absolutamente nada.

 

Pero ojo, ni siquiera en esta época gloriosa, este tipo de partidos se nos dieron bien. Quién no recuerda al mítico puto Levante, por cierto (que bien se quede ahí, tranquilito en segunda, ya puestos). Hemos convertido a jugadores mediocres en auténticos híbridos de Messi y de Ronaldo el gordo juntos, como por ejemplo, el todo poderoso Ettien, tipo que, salvo en nuestros enfrentamientos directos, jamás se supo más de él. Hasta cuando íbamos a ganar la primera liga del Cholo, y los levantinos andaban ya descendidos, en el sprint final de temporada, no logramos sacar un ínfimo empate de la charca de los granotas.

  

Y no hablemos de Europa, que me da la risa. Boavista, Groningen, Sion, Quarabag, Timisoara … Nuestra historia está llena de estas "escuadras míticas"...  Va dentro de nuestra idiosincrasia, y frente a esto, por más que nos duela, es jodido enfrentarse.

 

Pero claro, podrías tener un par de equipos que se te diesen mal en una temporada, supuestamente asequibles. Tres a lo sumo. Este año no. Esta temporada da igual el rival, prácticamente todo Cristo nos humilla, precisamente la temporada en que hay más diferencia tanto de presupuesto como de puntos con los equipos de abajo. Las Palmas nos ganó con una superioridad insultante. El peor Sevilla de su arcaica historia también logró vencernos cuando se encontraban hundidos en la miseria. El Almería, que llevaba sin ni siquiera anotar un gol ni se sabe cuándo, y sin haber conseguido un solo punto, nos empató y nos clavó 2 chicharros sin despeinarse. El Cádiz llevaba desde octubre sin ganar un solo partido, y fue coser y cantar. Y si hablamos de los equipos de media clase, ni les cuento. El Bilbao nos ha metido este año 5 chicharros entre Liga y Copa. El Valencia, 3. El Girona, 4. Llevamos 12 partidos consecutivos encajando … 12, que se dice pronto. Hemos igualado número de goles en contra del año de descenso, cuidado. Así que, con estos condicionantes, ¿Qué esperaban frente al Alavés (que tampoco históricamente se nos da muy allá, ya puestos)?

 

Por eso estuve toda la jornada dominical dándole vueltas al tarro de si ver el partido o no. Me decidió un detalle final: me llegó la alineación por el móvil, y vi que jugaba de titular, de nuevo, “Barra libre Molina”. ¡Coño! ¡En pie todo el mundo, que el espectáculo está garantizado! Ya no me lo pierdo por nada del mundo.

 

Fíjense si andamos trastornados todos los colchoneros, que en la comida con mi hermano, me preguntó que si iba a ver el partido, y le dije que no sabía. Él, sin embargo, me afirmó con rotundidad: “Yo no me lo pierdo”. Pues bien, apenas un cuarto de hora de juego, y tras el primer tanto local, mi hermano se levantó con un mosqueo del 15 del salón, y dijo que se piraba, que no aguantaba más, mientras que yo permanecí, más o menos atento, hasta el final del superduelo.

 

En esta vida, el que no espera nada, difícilmente se puede ver defraudado, y como yo ayer a este equipo de hoy en día, directamente, es que ni les espero, pues eso. Que siento la mayor de las frialdades posibles ante lo que pueda llegar de ellos en lo que queda de temporada. Hoy es que no ando ni mosqueado. No voy a desear nunca que pierda el Atleti, cuidado, no se equivoquen. Pero ayer, por ejemplo, ni me molestó en exceso. Y le he pillado tantísimo asco al puto “cuarto puesto” de los huevos, que deseo con todas mis fuerzas que vayan a la Europa League el próximo año. Que si, que nos van a “amenazar” con que si no jugamos Champions se nos va a ir todos los grandes jugadores y demás … ¡JA! Joder, qué miedo. ¿A qué grandes jugadores se refieren exactamente? ¿O quizás sea por los posibles grandiosos fichajes que tienen previsto en cartera, como, por ejemplo, Don Marcos Alonso hijo? Por favor ...

 

El Alavés venía precedido de un dato escalofriante: dos goles anotados en sus últimos 8 partidos. Pues bien, en apenas un cuarto de hora, repito, 15 minutos escasos del inicio del encuentro, un tal Benavidez ya había conseguido el gol de su vida de rigor, y Guiliano casi había puesto el 2-0 en un remate solo que mandó por encima de la meta de Oblak. Esto dice mucho de la intensidad, concentración, interés, colocación y demás con las que sale esta "banda" (la nuestra, digo, el rival, al menos, parecía un equipo de fútbol y todo, algo rudimentario y tosco, pero equipo de fútbol). La táctica de los de  Luis García era clara: ¿Qué juega "barra libre" Molina? A saco por esa banda, y el éxito está garantizado (Dortmund creó tendencia ... el ridículo de Dortmund, vamos, que hay que llamar a las cosas por su nombre). Y así toda la primera parte de los nuestros. Otra primera parte para la colección de golfadas, disparates técnico-tácticos y demás despropósitos por parte de todos.

 

Simeone padre, hoy en día, es como un ciego que entra en tu casa y va dando bastonazos mientras se va introduciendo en ella. Pero ojo, que primero te da uno en el mueble de la entrada (no tiene importancia), a continuación se carga el jarrón chino de la familia (vaya), ahora te ha jodido la pantalla de la televisión (la madre que), y a este paso, y con esa intensidad de bastonazos que va dando sin ton ni son, es probable que termine derribando el edificio. Está gestionando todo muy mal, pero es que es complicado el poder hacer nada medio decente cuando tu plantilla más parece un punto limpio de jugadores que ya no valen o en desuso que otra cosa.

 

Una plantilla que ahora mismo anda, por ejemplo, sin un delantero centro, debido a que Memphis sigue en su mundo de lesiones, y “Don” Álvaro Morata ahora nos ha descubierto una nueva modalidad de tipo de lesión, y es que se encuentra “indispuesto”. Y yo me pregunto, ¿Qué clase de "indisposición" es esa? ¿Le duele la cabeza al nene, quizás? ¿Anda enfurruñado por algo? ¿Se hizo pupa a la hora de cortarse las unas de los pies? ¿no le cortaron el pelito al gusto del señorito? Vaya por Dios. Este Club es un puto cachondeo, en el cada cual hace lo que le viene en gana, cuando le viene y demás. Somos un puto circo lleno de niñatos caprichosos consentidos, jugadores fundidos o en desuso, canteranos despistados (mención especial ayer para Riquelme, dí que sí, cuando un rival  remate a puerta como hizo ayer en el segundo tanto otro tal Luis Rioja, y tu le andes encimando, si ves que tira a puerta, agáchate, hombre, agáchate, no sea que te haga pupa el balonazo o, lo que es peor, te despeine siquiera, me cago en mi puta vida), exjugadores que siguen cobrando una morterada inmune de pasta por la mala gestión del “delincuente” máximo, y un turista francés (qué bien se lo pasó en Dortmund, ayer en Vitoria, tres cuartas partes de lo mismo) que dice ser el líder de todo esto en el campo, y al que le reímos las gracias y las noñadas unos cuantos gilipollas como yo, sin ir más lejos, que tampoco nos tenemos que ir mucho más allá, y todo esto, comandado por el "hombre de Club", que cuando no le traen nada asiente sin rechistar (es lo que tiene estar en permanente estado de sobredosis de millones de pasta), y cuando parece que le han traído algo medio decente, pasa de ello más que de comer mierda, no sé si por desavenencia con quien se lo llevó, por capricho, por desdén, o porque no le gustan los pelirrojos (y de estos pelirrofóbicos conozco a unos cuantos). Hoy en día, somos lo que somos, un puto meme de Club.



¡¡¡¡PRESOS ATLÉTICOS … LIBERTAD!!!!

  

¡Pero hombre, joder, que en la segunda parte reaccionamos y tal! Ya te digo. Recuerdo un fenomenal remate de Correa en la que se lució Sivera (que si en vez de dar coces sin ton ni son en la primera parte, te hubieses dedicado también a intentar jugar un poquito al fútbol como en esta segunda parte, igual hubiésemos podido hacer algo y todo, ¿Eh, Angelito?). Luego hubo otra muy clara de Lino (el único que salvo de toda este engendro en el que nos hayamos metidos) y es una pena, joder, haber desaprovechado dicha ocasión porque para un pase en condiciones que logró dar Molina … Ya es mala leche también, ya. Para todo lo demás, el recital de “pases” del turista francés al contrario, o sus saques de esquina en los que no llega ni al primer palo, o su dulce levitar por el campo, más luego ese brillantísimo detalle técnico-táctico-cómico de poner a Koke en el borde del área cuando sacamos un córner, cuando el hombre es incapaz siquiera de dar un solo disparo entre los 3 palos, porque es muy tímido él y tal, pero ojo, que ”lo hemos dado todo en el campo y tenemos que estar más unidos que nunca”. Dí que sí, colega. Después de clavarte 4 goles sueltas esta lindeza, y te quedas tan pancho. Ayer ya ni te quise oír, Koke. Y como te quiero seguir queriendo igual, voy a hacerme el sueco el reste de la temporada en cuanto se refiere a tus siempre "explosivas" y nada tópicas declaraciones. Pero qué harto estoy de que me tome el pelo todo el mundo, madre ... 

En realidad, no voy a oír a nadie más entrevistar del Atleti en lo que queda de temporada. Las ruedas de prensa del hombre del Club os la resumo yo en lo siguiente: previa de partido: “intentaremos hacerles daño en dónde más pensamos que podemos hacerlo”. Post-partido: “nos ganan los duelos tanto en nuestro área como en la rival”. Y ahí se acaba todo. Y así una, y otra, y otra vez …

 

Hasta Gil Manzano, tipo que saben que nos quiere con locura también, se apiadó de nosotros y tuvo que echar marcha atrás tras un penalti de Azpilicueta que, si bien no lo era, seguro que si el partido hubiese ido en otro devenir, no hubiese tenido piedad alguna, téngalo claro. Pero es que hoy en día ya no damos ni miedo, más bien pena. Solo lástima. Así que nada, de "clásico" en "clásico", y tiro porque me toca: Próxima ridículo, destino Mallorca. A ver si hay suerte. ¿El sábado? Ni siquiera tengo claro si iré o no todavía. Igual si juega “Don Barra libre”, me animo y todo, ¿Eh? ¿El Termómetro? Que le den por culo al puto Termómetro también. Estoy yo con el Termómetro como Don Diego Pablo a la hora de intentar buscar jugadores nuevos en su Punto Limpio favorito. ¿El Bilbao? Lo dicho, jamás querré que pierda el Atleti, pero jamás de los jamases. Dicho esto … “Y volver a ganar, una Europa League, que solo soy feliz con el Atleti de Madrid” …


 

PD. En tiempos así, cuánto me gustaría volver a haber disfrutado tanto como lo hice con esta gente, madre ...




2 de abril de 2024

Vila-Real 1 - Atleti 2. Estados Mentales.


Que en el fútbol es tan necesaria la fortaleza física como la mental es algo cada día más obvio. De hecho, de está última, si no anda uno bien fuerte y poderoso, se me atoja aún más fundamental que la propia física en sí mismo, ya que, si tu cerebro no anda fresco y ágil, tus piernas, por muy bien que se encuentren fuertes y robustas, no reciben las órdenes precisas ni en el momento en el que las necesitan por parte de tu atormentado cerebro.

 

El Atleti tuvo un terrible desgaste tanto físico como psíquico el día del Inter. Por eso entendí un poco la parálisis que tuvo la muchachada después el día del Barsa. A fuerza de ser sinceros, es que hasta uno, desde la grada, también afrontó ese partido básicamente agotado. Fue tanta la tensión acumulada, que ese día uno quería animar, pero no terminaba de acompañar convenientemente. Añadan que, encima, nos metimos una sesión doble, empezando por el Cerro en el mini derbi (partido en el cual ambos equipos demostraron que andan dónde andan por algo), y acabando en el Metropolitano, a las tantas de la noche, circunstancia que, por otro lado, también nos tiene a muchos fundidos perdidos, la verdad. Otro día más igual. Será que uno va teniendo una edad (que es cierto) pero estos lunes de Dios llegando a casa el domingo casi a la una, para a las 6 levantarte de nuevo y casi ir a trabajar al mismo sitio (como es mi caso) de dónde he venido, repitiéndose un fin de semana sí, un día entre diario también, personalmente esta temporada me están terminando de quemar del todo (y sé positivamente que no soy al único que le anda pasando).  Estado mental fundido.

 

Pero hete aquí que ayer, a pesar de ser un SuperLunes de esos que tanto repelús me producen, tenía ganas de ver a la muchachada de nuevo, la verdad. De primeras, tampoco me hizo mucha gracia  que no jugásemos de rojiblanco frente a un equipo que porta entero un repelente amarillo limón, pero bueno, al menos no sacaron la verde tampoco, sino que jugamos con nuestra preciosa segunda equipación (que resulta bonita, pero de verdad).

 

Y sí. Vi al equipo mentalmente más despejado, fresco, con desparpajo, descaro, movilidad, ganas y compromiso. Obviamente, había un rival enfrente que con la llegada de Marcelino llevaba ya 10 partidos consecutivos sin palmar, y eso significaba que no iba a ser tarea fácil la victoria final, pero se controlaron  bien los momentos de apuro, se salió con limpieza, claridad y velocidad de la cueva, se dominó casi por completo en unos primeros 15 minutos yo diría que pletóricos …Pintó bien la cosa, sí.

 

A los siete minutos, primera gran ocasión, tras una gran asistencia de Koke, creo recordar, sobre Lino, que dejó al brasileiro solo ante el Jürgensen (la próxima vez, ya sin diéresis, no tengo tiempo para más gilipolleces), y este sacó el mano a mano como si del gran Lorenzo Rico se tratase, atajando con el pie en tijera en su salida. Curiosamente, este guardameta siempre me había parecido casi tan paquete como el “gran Asenjo”, pero llevo ya observándole varios partidos en los que ha subido un montón su nivel.

 

Tan solo dos minutos más tarde, córner antológicamente tocado por Roro, y no menos bestial remate de Witsel, realizando un giro inverosímil de cabeza, y poniendo el balón dulcemente en la otra escuadra de los azulejeros. Todo un golazo, si señor. Por cierto, quédense con estos dos nombres: Riquelme vs. Witsel. Van a seguir leyendo de ellos en esta crónica.

 



Llevábamos  11 minutos solo, y el Atleti estaba más desatado que el temporal este de Nelson que hemos tenido en esta Semana Santa de Pasión (para algunos, algo desenfrenada, no entremos en más detalles). Memphis se planta de nuevo también delante de Jorgiten, pero su remate acaba siendo mansamente detenido por Míster diéresis. Ritmo desenfrenado y celestial por parte de la muchachada.

En el 16 de juego, ahora el que centra es Depay (de más a mucho menos a lo largo del partido) y Llorente remata de una volea de esas que vota antes en el césped, pero que Jorgiten se luce de nuevo en otra extraordinaria intervención.

Del Vila-Real solo sabía su existencia por medio del recital de cacicadas con las que nos deleitó un tal Mosquera (coces, protestas continúas, teatro en su máxima expresión, qué personaje, Dios).

Aún así, los locales gente con calidad tienen, y poco a poco, fueron empezando a dar señales de vida. Pero era un simple dominio territorial, sin más complicaciones para el bueno de Oblak, que, a la media hora de juego, ni sabía siquiera si estaba en el campo o no.

Mientras tanto, Roro seguía con su recital ofensivo, y se sacó un zambombazo final desde fuera del área que no fue gol … Porque no lo fue. El chaval estaba pletórico de fuerza, personalidad y verticalidad en el campo, siendo nuestra mejor baza ofensiva, acompañado siempre con el porte, elegancia y prestancia en el su juego de Don Antoine Griezmann, claro, al que  también vi en franca mejoría con respecto a anteriores ocasiones.

En el 42, fue la primera gran ocasión del Paleto-Real, en un balón que le cayó muerto a Gerard Moreno, pero su remate a la media vuelta se fue por encima del marco defendido por el bueno de Jan. Poco más que contar, con estas buenas sensaciones y esta alegría nos fuimos al descanso. Estado mental, recuperado.

La segunda parte fue otra cosa, porque, gracias a la caprichosa, absurda y hasta diría que detestable forma de actuar con el cambio que realizó el Señor Don Diego Pablo Simeone, casi se carga un partido que teníamos controlado con bastante solvencia.

De primeras, qué fácil es cambiar a un canterano de 23 años en el descanso. Muy valiente por su parte, Señor Cholo. De segundas, no sé, chico, pero para cambiar a un jugador tuyo de esta forma, o es porque el resultado estaba siendo desastroso (que, obviamente, no era el caso), o porque el chaval andaba lesionado (no he leído ni escuchado nada al respecto). No me puedo explicar semejante injusticia que hizo con Riquelme, la verdad. A no ser qué fuera por querer dar ese maldito y pendenciero paso atrás que le gusta hacer cada vez que nuestro equipo se adelanta en el terreno de juego. Lo único que sé es que con este cambio se perdió protagonismo atacante, apenas se pisó el área contraria, y cortó por lo sano cualquier presencia ofensiva que pudiese tener el Atleti.

Pero es que aquí no acabó su desaguisado, Don Diego Pablo. Encima, es que lo sustituyó por Savic (al loro, por SA-VIC, te cagas), y esto implicó el adelantamiento del imperial Witsel al centro del campo (se supone que a su posición antigua natural, aunque vaya usted a saber). Es decir, pasamos de tener todo el posible recital ofensivo del contrincante perfectamente controlado por el belga, a mandarlo todo al carajo tras adelantarle al centro del campo, donde, obviamente, y hasta que se intentó medio enterar de nueva posición en el terreno de juego, la imagen que dio fue la de un pato atolondrado dando vueltas sin cesar, cargándose por completo el posible control que andábamos teniendo también desde la medular, y provocando el pánico entre los Koke, Barrios, Llorente y compañía, traduciéndose en un ejercicio constante y permanente de perder balones sin ton ni son.

Gracias a todo este indescifrable quilombo que montó nuestro Míster, la jugada salió tan magistralmente efectiva para nuestro rival, que en tan solo 5 minutos de juego ya nos había conseguido empatar el partido sin apenas despeinarse, en una buena combinación local que Sorloth logró anotar de disparo seco, ajustado y cruzado. Remate inapelable, gol incontestable, todo esto provocado por Simeone, reitero. ¿Para qué cojones cambias algo que estaba funcionando a la perfección? ¿Con qué sentido intentas humillar a un chaval de 23 años, cuando era de lo mejorcito del equipo, y con creces? ¿Cómo diablos se te ocurre quitar a nuestro mejor baluarte defensivo (producto enteramente tuyo, eso es cierto también), cuando teníamos el partido sin pasar apenas apuros, para adelantarle al centro del campo? ¿Por qué siempre ese puto y maldito pase atrás de rigor?  Estado mental: demencia senil transitoria (espero, vamos).

Menos mal que el equipo, lentamente, pero fue, sin ni mucho menos la brillantez de ese primer estupendo periodo, poco a poco adelantando líneas de nuevo y, al menos, intentar poseer en algo el balón, sin limitarse a defender desde el borde del área como una tortuga al que le han dado la vuelta al caparazón e intenta incorporarse de nuevo a su posición natural, sin demasiado éxito.

Koke a los  56 minutos tuvo una buena ocasión de gol, pero como  tira a puerta tan poquitas ocasiones (que es algo que me llama mucho la atención, pero en negativo, claro), cuando lo hace consigue unos remates que, probablemente, un niño de 8 años jugando al fútbol tranquilamente con su padre en el parque, logre conseguirlos con mayor potencia, colocación y mala intención.

Afortunadamente, imagino que Don Diego Pablo vio el disparate que había organizado, y con la salida de Correa, Morata y Azpilicueta empezó a tener, al menos, algo más de sentido todo esto.

El desenlace final de todo este embrollo, convirtió al partido en un peligroso correcalles kamicaze para ambos equipos, y cualquiera de ambas escuadras se pudo llevar el gato final al agua. La tuvo Correa en el 66, tras buena jugada de Llorente. Poco después le tocó el turno al Villareal, en una acción de ese eslabón perdido de la humanidad que remató fatal ante Oblak (hablo del payaso ese del Mosquera).

En el 86, no se nos fue definitivamente todo al limbo, porque tras una maravillosa asistencia de Baena sobre Parejo de tacón, este último, con su habitual cara de empanao recién levantado de la siesta, mandó el balón incomprensiblemente fuera cuando el gol lo tenía hecho.

Y el efecto boomerang esta vez nos benefició, porque en la siguiente acción ofensiva nuestra, y tras mágica asistencia de Azpilicueta, que andaba el hombre dentro del área visitante peleando con el mundo, se convirtió en una dejadita para Saúl, que este remató de tal forma tan sumamente ajustada, sutil y elegante, que más bien diría que fue un pase hacia la meta contraria, una auténtica caricia. No se le ha olvidado del todo jugar al fútbol, vaya. Esperemos que le sirva para convertir su habitual estado mental decaído en otro bien fortalecido.

Poco más que añadir. Tres puntazos de oro puro, recuperamos la dichosita cuarta posición del orto, ganamos en un campo muy difícil siempre y al final, como suele ser habitual, es lo que cuenta. Pero ya me explicará alguien porque tendremos en determinadas ocasiones esa absurda forma de complicarnos siempre la puñetera existencia, cuando estábamos haciendo las cosas yo diría que notablemente bien. Estado mental … DE LOCOS.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

La vuelta de Giménez siempre es una alegría para mi maltrecho corazón. Me alegro también ver que Reinildo poco a poco va yendo a más, tras su titubeante reincorporación tras la lesión. Imperial Witsel en la primera parte (hasta que al loco de la colina le dio por hacer de las suyas, claro), me gustó mucho Llorente, me alegré un montonazo por el chicharrazo de Saúl, pero se lo doy finalmente el galardón a Roro Riquelme. Las injusticias caprichosas me superan, máxime cuando se producen sobre el que suele ser siempre eslabón más débil de la cadena. Primer tiempo fabuloso del chaval, así que espero que no se coma mucho el tarro por su sustitución y siga en esa línea de tipo atrevido, valiente, con personalidad y velocidad en su juego. Y aprovecho: feliz cumple, chavalote. A seguir siguiendo.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Pues muy imprecisos en el pase estuvieron tanto Koke como Pableras, pero vamos, tengo muy claro que ayer ganamos el partido a pesar de Simeone. Y no me vengan con el acierto del cambio de Saúl, porque eso es una genialidad del canterano más que del atolondrado entrenador. No me explayo más en este sentido, ya he dicho todo lo que tenía que decir por hoy.


ÁRBITRO: MELERO:

Bien en líneas generales, aunque la tarjeta amarilla a Pableras fue una metedura de pata bestial, ya que no es ni falta. Pero, ¿Para qué pedir la revisión al Comité de Descomposición? Es perder tiempo, dinero y categoría, créanme.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 13 GRADOS).


Partíamos de 14 grados. El que el Atleti pierda un partido en Liga frente al Barsapasta de Xavi, ya ni cotiza, así que por dicha circunstancia no le toco. Que lo haga, eso sí, con un 0-3 tan deplorable a la par que sencillo para el rival, es un -3 grados como un piano de grande. Sin embargo, subo 2 grados por la transcendente victoria de ayer, quedándose el tema en 13 grados positivos, ea.

Y yo ahora les tendría que hablar de los preparativos y del viaje a Sevilla con mis Hermanos para ir a nuestra ansiada final  de Copa. Pero, como muchas otras veces, después de hacer lo más difícil, no supimos ni cómo meter mano a nuestro rival en semis (no les nombro, que luego se ofenden por todo esta puta gente también). Así que, igual me paso el finde comiendo una buena ensaimada mallorquina y todo. Si gustan … "Te queremos,  Te adoramos, junto a ti, hasta morir" ...

 



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