17 de octubre de 2024

Camino Lebaniego. Una experiencia inolvidable.

 

De primeras, quiero aclarar que lo que aquí os voy a contar ahora es solamente un pequeño resumen de lo vivido por mi en el desarrollo del Camino Lebaniego. No pretende ser (ni es, de hecho), ningún tipo de guía, sentencia y demás. Cada persona somos un mundo, y cada cual gobierna, se maneja y conoce a su propio antojo y conveniencia, vive y expresa sus sentimientos como encaje en su forma de ser y fuera. No es una cuestión de  ser más o menos que nadie. No traten de buscar moralina alguna, porque no la tiene. Léanlo como un simple relato más, si les apetece. Que no tiene más misterio el asunto.

 

1ª Etapa. San Vicente de la Barquera-Cades.  (27,47 Km.) La ilusión.

Probablemente, la etapa que más disfruté de todas. Relativamente fácil de hacer, aunque el final tuvo también su aquel, y personalmente llegué bastante tocadito. Cómo no, la cosa empezó por ir a que nos sellasen la credencial en el albergue de San Vicente de la Barquera, que estaba, cómo no, en lo más alto de lo más alto del Universo mundial (para ir abriendo boca y tal). Después ya continuamos el camino con normalidad. Hicimos una primera parada para despojarnos de ropa (tiempo espléndido dónde los haya durante todo el Camino, por cierto), y una vez bien reanudada la marcha, Don Pablo se da cuenta de que se dejó la Picaya en dónde paramos (no sería la única vez que pasaría, aunque no fuese precisamente a él). Tuvo que volver el hombre a todo trote, y volver a subir lo que, de hecho, ya habíamos hecho (menos mal que pertenece a la generación de Duracell, y este hombre puede con todo).

 

A continuación vimos una de las joyas de la corona en el Camino, como fue el pueblo de Muñorrodero, si no me equivoco. Un pasote total de sitio, que más parecía recreado para realizar un cuento de Navidad que otra cosa. Llegamos después a una especie de parque infantil (tirolina incluida, qué poquito faltó para ver a Doña Bea subida en ella), y empezamos la senda fluvial que es una auténtica pasada, yendo paralelamente por el río, sorteando obstáculos en ocasiones como si se tratase de un entrenamiento de los GEOS inclusive, teniendo que cruzar de vez en cuando el mismo. Tuvimos que salvar en un acto heroico por mi parte la Picaya del Patrón, que se cayó al río al intentar cedérsela a Doña Bea, para que pudiese pasar mejor. Comprobamos mi habilidad especial para poder cruzar dichos ríos a través de las piedras, debido a mi celestial número de pinrel que uso (un 46 es lo que tiene, que da una estabilidad y seguridad cojonuda para meternos en estas historias).  Hubo obstáculos de todo tipo, incluido  también alguna rama de árbol caída en medio, que mientras algunos decidieron pasar por debajo de la misma, yo me puse en plan Hércules y la levanté por encima de mis hombros, que no era cuestión de andar quitándome y poniéndome la puta mochila cada 5 segundos.

Descubrimos también que el problema de la Natalidad en Cantabria está completamente controlado, ya que nos cruzamos con una excursión de no menos 300 niños por lo menos (ojo, que no exagero) de lo más pintoresca y variopinta que se pueda uno imaginar. Niños enfurruñados, niños cansados, niños descontrolados, niñas pijas indicándose que “era la peor excursión que he hecho en mi vida, te  lo juro, tía” (acento pijoidal incluido), niñas encantadoras que te saludaban y te daban los buenos días con una sonrisa enorme  en la boca, niños que te chocaban la mano, niños papeando como si no hubiese un mañana … En fin. La vida vida misma.

Hasta que ya por fin llegamos a Cades, personalmente con la lengua fuera, y ya con las primeras señales de agotamiento total por parte del que esto os escribe (aparte de que me temo nos perdimos un poquito y tal, y para acortar, tuvimos que atravesar un prado campo a través). Y, cómo no, para entrar al albergue al final había que subir otras tropecientas escaleras más, no sea que no lleguemos bien cansados del todo, la madre que …

Llegamos al susodicho albergue (que estaba de puta madre), duchita de rigor, cervecita en la terraza de fuera que supo a gloria bendita, cigarrito aún más glorioso si cabe,  más allá de la curiosidad surgió el amor entre Doña Bea y un gatito que era un pasote total llamado Michi (absténgase gentuza pensando en cosas raras), Don Pablo que nos sorprende con un “pues yo ahora me hacía otros 15 Km. más tranquilamente, vamos"), cenamos un cocidito y una extraordinaria ensalada que nos tenían preparados ya, conocimos a Patricia (que, a la postre, se apuntó posteriormente a la segunda etapa con nosotros, por cierto, andaba haciendo el camino sola, porque sus colegas la habían dejado  tirada a última hora, ole sus ovarios, si señora), a otra pareja de mujeres que, según Doña Bea, cuando hablaban de ellas mismas utilizaban el género masculino (¿?), otra ukraniana que también iba a su puta bola y demás, y a las 21,30 ya todo quisqui en la piltra, que mañana toca etapa reina, pero de verdad.


2ª Etapa. Cades-Cabañes (30,6 Km.). La vida.

Todo lo que pasé durante el desarrollo de esta etapa fue como un pequeño resumen de mi vida. A pesar del cansancio del día anterior, recuperé cantidad de bien, hasta el punto de que, en las primeros tramos asfaltados, y a pesar de ser con un peralte de altura sencillamente, por momentos, indomable, logré mantener un buen ritmo hasta que llegamos a Cicera (creo recordar, que yo para los nombrecitos...) Ahí hicimos una pequeña parada técnica para tomar un Aquarius y demás, y a partir de ese instante (yo creo que llevaríamos unos 17 km. más o menos), empezó mi auténtico aprendizaje en estas lides, comenzando a subir una montaña interminable que subía, y subía, y subía, y volvía a subir, y no terminaba uno de vez el final de aquello, todo aderezado con un dolor, por momentos, insoportable, del pie izquierdo, que me hizo aún más la subida insoportable si se tercia. Para colmo, el día anterior, al acabar mi primera etapa, me di cuenta de que mi mochila se había roto en su cinta del lado derecho. Aguantaba, sí, pero decidí no quitármela y ponérmela en exceso, porque cada vez que lo hacía, una barra metálica de esas que tienen para la sujeción en la espalda aparecía atravesando la misma. Y uno ya empieza a pensar en todo. Cada vez me descuelgo más y más, cada paso que doy me cuesta más, ya que está todo lleno de piedras (algunas mojadas y resbaladizas) y tengo que medir muy bien los mismos, porque el colmo, claro, ya es caer lesionado y quedarte en medio de toda la montaña.

De vez en cuando, paro un poco para tomar el aire de dónde apenas lo encontraba, y miraba, eso sí, entre asustado e impresionado el esplendor de los Picos de Europa, que me observaban con todo su poderío y hasta a veces, intuía hasta de forma desafiante. Y seguía subiendo, y seguía subiendo, pero iba sufriendo tanto que hasta ya empecé a ver visiones y todo. Parecía que ya veía una carretera, pero no, era otra roca. Más adelante, me creía que, al fin, veía una furgoneta y todo, pero no, era otra puñetera roca. Echaba la mirada al frente y no veía más un interminable camino de piedras que no dejaba aún de subir. Los kilómetros apenas sumaban. La dificultad aumentaba. Momentos de desesperación, de rabia contenida, a veces hasta a punto de ponerme a llorar, pero, al mismo tiempo, cuando veía que decaía en exceso, me decía que no, que siguiera, que pensara en lo bien que me lo había pasado el día anterior tomando el par de cerves con mis Herman@s al acabar la primera etapa. Y seguía hacia adelante, hasta que al fin, vislumbre un pequeño descampado verde, oí voces, y allí vi a mis compañeros de fatiga esperándome. No supe si ponerme a llorar, a reír, o a qué se yo. Pensé que, por fin, lo más duro había pasado. Y puede que así fuera, pero no. No, desde luego, en mi caso.

La bajada pensé que sería más sencilla, y al principio, sí que fue un pequeño alivio. Pero claro, era tan pronunciada la misma, que tenía que ir también con pies de plomo, porque si intentaba acelerar un poco, terminaría rodando como una puta pelota hacia Dios sepa dónde. Como yo seguía con mi ritmo, por momentos, deleznable, lógicamente, los compis de peregrinación echaron hacia adelante, y nos citamos de nuevo en ¿Lebeña, quizás? El caso es que por fin, después de una interminable y sufridísima bajada, aparecieron 2 pueblos … ¡Sin el cartel del nombre puesto! Evidentemente, me cagué todo lo que se menea, no veía a éstos por ningún lado, y cuando ya me disponía a llamar al Patrón, para ver dónde se encontraban en realidad, aparecieron 2 peregrinos de no sé dónde, les pregunté por el nombre del pueblo, me confirmaron que estaba en el correcto, y que seguramente mis amigos estarían un poquito más abajo, que había una iglesia. Fue tal la emoción, que me puse la mochila a todo trapo, empecé a bajar todo contento, pero … ¡Maldición! Me falta algo. Me falta algo en los brazos … ¡Hostias! Mi mejor amiga en la Montaña, la imprescindible Picaya. Joder, a subir otra vez a por ella, y volver a bajar, hasta que al fin los vi. Ya solo quedaba el tramo final. Un tramo final, por momentos, aterrador para mi.

Había dos opciones: hacerlo por asfalto (mucho más coñazo, obvio) o realizarlo a través del río (muy duro, pero acortábamos la distancia final hasta el albergue). Como no podía ser de otra forma, decidimos la segunda opción. Y todo empezó como acabó. De nuevo me descolgué por completo y me encontré con un tramo, por momentos, yo diría que impracticable hasta para las cabras montesas. Otra vez cuesta va, cuesta viene. Sin final. Cada vez más cansado. Cada vez peor. Cada vez con más puta sed (y sin agua). Cada vez con más ganas de llorar (aunque no vertí ni una puta lágrima). Cada vez más desesperado, con más idea de sacar el saco, tirarme por dónde fuera y mañana será otro día. Y seguía andando, y seguía sufriendo, y me seguía doliendo el pie, y me resbalé un par de ocasiones y me desesperaba, y me intentaba ilusionar pensando que ya quedaría menos, y justo, cuando ya estaba apenas sin fuerzas, caminando espantosamente mal, parándome cada 2x3 para tomar un respiro que nunca era suficiente, apareció un tipo con el pelo blanco, camiseta con escudo del Atleti y con una botella de agua, que me la llenó del río, sació mi sed por completo, me dio todos los ánimos del mundo posibles y más, y ya no me dejó hasta el final de etapa. Ese amigo en la carrera. Ese que nunca te va a dejar bajo ninguna circunstancia. Ese que te saca cuando más en el fango se ve uno en esta puñetera a la par que maravillosa vida. Ese Amigo.

Ya llegando, decidimos mal el último desvío que había que realizar, y nos alejamos más del albergue que nos acercamos. Daba igual. Esto ya esta hecho. Lo había conseguido. Don Pablo preguntó a un lugañero por el mismo, y nos dijo que, efectivamente, pillamos el desvío mal, pero que estaba muy cerca, y que si queriamos, nos acercaba él en coche directamente. El Patrón dijo que no, y oigan, yo, después de lo que había hecho él por mi antes, no iba a dejarle solo en dicho tramo final, así que, como ya ni sentía ni padecía, tiré con él hasta llegar a nuestro destino, el cual, a su vez, no hacían más que aparecer carteles indicando que ya llegábamos, pero no terminaba nunca de encontrarse (albergue por aquí, albergue por allá, pero ni rastro final, oigan). Hasta me metí en una casa particular y todo en la que vi mucha gente, pensando que era el dichoso albergue, pero nada, que no había forma. Pero todo tiene su fin, y llegué, lo conseguí. No sabía si meterme directamente en la cama, irme a un baño a llorar desconsoladamente, o qué cojones, disfrutar del puto momento, que tanto me había costado. Por supuesto, decidí esto último. Una cervecita, un par de cigarros, unos buenos macarrones y unos filetes de lomo que me supieron a gloria bendita para cenar, duchaza espectacular y reconfortante a tope, y a sobar, que lo más chungo había pasado. Y hasta me costó dormirme, pero ojo, no por falta de cansancio precisamente, sino porque me pareció todo tan asombrosamente parecido con el desarrollo que ha tenido mi vida hasta la fecha, que no dejé de darle vueltas al perolo. Y saqué esa conclusión final: por mucho que padezca uno en la vida, con voluntad, con valor, con cojones, y con un amigo que siempre aparezca dándote ese último empujón cuando crees que ya no queda nada para dar, se sale hacia adelante.


3ª Etapa. Cabañes-Monasterio Santo Toribio de Liébana. Día de fiesta.

Como no podía ser de otra forma, el último día se convirtió en un auténtico día de fiesta y emoción total. Etapa mucho más corta, casi toda bajada (aunque comienzo y final en alto, más un tramito intermedio ya en Potes cuesta arriba nada desdeñable tampoco), casi todo por terreno medio “civilizado”. Uno va ya con una sonrisa en la boca, saboreando cada paso que va dando hasta llegar al Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Paramos ya al final en la Casa del Patrón, dejamos mochila y nos cambiamos de calzado, hasta completar la última subida final (esta vez sí que sí). Una vez entré en la Iglesia, reconozco que andaba emocionado perdido, viendo también la bandera de nuestro Nacho estando dentro de la misma capilla como un feligrés más. Escuchamos la homilía, dedicada a los Peregrinos principalmente, tuvimos luego el honor de tocar la Santa Cruz, y uno, personalmente, salió de allí con una sensación de estar purificado del todo. Como si me hubiesen hecho un trasplante de sangre, de cerebro, y hasta de corazón. Una persona nueva, diferente, mucho más segura de sí mismo, con plena confianza y desbordando fe por los cuatro costados.

Ya después bajamos al pueblo, cañeo gratificante de rigor, cocidaco Lebaniego sumun, todo regado con un excelente Rioja que nos recomendó Doña Bea, chupito Lebaniego que sacó el servidor de Dios y ustedes al camareta, y copeo final hasta eso de las 00 h., en las que ya subimos los 3 completamente embriagados de felicidad, cantando canciones del Frente, del Atleti y de la madre que nos parió. Una experiencia sencillamente inolvidable.


PALABRAS CLAVE

 

Picaya.

Ese objeto que me ofrecía amablemente el Patrón antes de comenzar la 1ª Etapa, y que tanto eché de menos en el transcurso de la misma posteriormente, por chulito, por tonto y por melón. Buena parte del dolor que tuve durante el resto del Camino en el pie izquierdo fue por no haberla tenido ahí. Ya le dije que la próxima vez que me la ofreciera, si le indicaba que no la quería, me la metiese por el culo en plan pincho moruno y que me saliese por la boca, a ver si así vamos espabilando un poquito, carallo (en el resto de etapas me la cedió, y si no es por la misma, no termino ni de puto cachondeo, vamos).

 

La última Cuesta.

No hagáis caso de nadie que os indique que ya hemos pasado la última cuesta. Desconfiad por completo, porque no es así.  Quedarán más. Y puede que hasta unas cuántas más.

 

Dos kilómetros.

Otra gran mentira como otra cualquiera. Más de una vez os indicarán que quedan solo “2 kilómetros”. Mentira. Y si quedan realmente, se os pasarán como si estuvieseis andando durante 2 siglos seguidos.  Por Dios, qué cruz.

 

Herman@s de Camino.

Por supuesto, no puedo acabar este post sin agradecer lo mucho, tanto y tan bien como me he sentido y me han tratado Doña Bea y Don Pablo. Con Bea nos andamos conociendo, pero ya es una Hermana más de grada, con la que sé que puedo contar incondicionalmente para lo que sea menester (al igual que ella conmigo). De Don Pablo qué queréis que os diga: son muchos años ya, unas cuantas vivencias, el vínculo que tenemos de unión por el Atleti es sencillamente intocable, y eso ya no los va a cambiar ni Dios, a la par de la amistad que nos une. Pues bien, si todo esto les parece poco, hay que añadir un sentimiento final. Somos Hermanos también de Camino, lo cual se ha convertido en un vínculo ya Sagrado para mí. Creo que hemos formado un buen equipo final, con dos participantes sencillamente brillantes, y un debutante que lo dio todo por estar a la altura. No sé lo que me durará el buen rollo espiritual que tengo encima, ni ese extraño flotar que tengo todavía en la cabeza, como si siguiese caminando por esos Picos de Europa. Lo que sí que tengo claro es que ya estamos unidos por un vínculo aún más especial que ninguno de los que ya teníamos de por sí. Un privilegio, un Honor y un Orgullo infinito el ser Hermano de Camino de vosotr@s. Que el Año que viene sigamos fortaleciendo aún más este mágico momento, y que la Santa Cruz de Santo Toribio nos proteja del mal. Os quiero, y os quiero, mucho, y bien.



7 de octubre de 2024

Real Sociedad 1 - Atleti 1. Insoportable.

 

Pues otra semana de “pasión desbordada” con que nos ha deleitado la muchachada. Y mira que uno intenta ver cada partido con ilusión renovada, resetear el contador de cabreos y disponerse a disfrutar de una santa y puñetera de vez de un partido medio en condiciones fuera de casa, pero no hay manera, oigan. Y es que empieza a resultar un ejercicio sencillamente insoportable el visionarlos.

 

Tenía muy claro que en Portugal no iban a hacer nada de nada. El Benfica es un buen equipo, en su casa aprietan de lo lindo y nos pasaron por encima con una facilidad tal, que hasta el Cholo dio por imposible la partida y en el minuto 59 de juego ya había quitado a los Julián Álvarez, Griezmann, Koke, De Paul y compañía, para deleitarnos de forma y manera un tanto tan absurda como grotesca poniendo a liderar el equipo a Javi Serrano, canterano que ha jugado ya en medio mundo y no ha cuajado en ninguna parte. Así nos lució el pelo, 4 y porque no quisieron apretar más, que si no …

 


Hablando ya del partido de ayer, el caso es que pensé que si algo tienen los equipos de Simeone es que siempre, cuando más jodidos parecen estar, se terminan levantando. Y oigan, dicho y hecho: apenas llevábamos 1 minuto de juego, buena asistencia de Javi Galán sobre Diosito Grizzi, este deja de tacón ante el desmarque de Julián Álvarez de forma sublime, y el argentino remata cruzado de forma a la par inapelable poniendo el primer gol en el marcador. Sabía que no iba a ser un partido fácil, ojo, pero mejor no se podía haber empezado. ¿Y entonces?

Pues entonces es que el equipo no tiene ningún plan trazado más que ese, ponerse por delante en el marcador y liarse a defender (dicho por el propio Simeone en su rueda de prensa posterior, ojo, que no es que yo vea fantasmas). Pero es que ya ni busca contragolpear, le da igual hacerlo que no. Se la suda intentar realizar alguna combinación atacante o dejar de hacerla. Directamente, se recula, no lo hace a pesar de los pesares mal del todo, con cierto orden y tal, mientras que el resto se lo deja para la inspiración divina y humana del gran Oblak, y aquí gloria, y después, mierda. Porque, al menos para el que esto os emborrona, me supone un espectáculo sencillamente insoportable ver tanta dejadez, tanto conformismo, siempre llegando tarde a todo, ver individuos corriendo, si, pero siempre un minuto más tarde que el rival, todos aculados en el área, y a ver la vida venir.

Y menos mal que la Real tenía por su izquierda atacante a un tal Becker, que hizo que hasta Molina me pareciera un lateral derecho medio decente y todo (con sus cosas, pero fue el que más ganas le echó, ojo, ofensivamente al tema, ya se pueden imaginar el resto a qué se andaba dedicando).

 

A los 13 minutos, el bueno de Jan se vio obligado a realizar una de sus dobles paradas sencillamente apoteósicas a las que nos tiene acostumbrados, en sendos remates a bocajarro de Zubimendi (jugadorazo total, por cierto)  y otro posterior un tal Kun Aguerd. En definitiva, lo único que funcionaba medio bien individualmente era lo que es la línea de zagueros. El resto de jugadores rojiblancos más parecían andar participando en el casting de la decimoséptima temporada de The Walking Dead más que otra cosa.

 

Todo el partido fue igual. Un asedio continuo y constante de los donostiarras, comandados por ese diablillo japones del Kubo, que si se olvidase de realizar el decimoséptimo regate y disparase más a puerta, otro gallo le cantaría, salvo que el bueno de Oblak esté en defendiendo la misma, claro, como así le demostró en el 42 tras repelerle un buen disparo ajustado al palo. Con este dantesco panorama nos fuimos al descanso.

 

La segunda parte fue aún peor todavía para nuestros intereses, porque fuimos incapaces de aprovecharnos, ni de siquiera intentarlo, que es lo más grave, del lógico desgaste con el paso de los minutos del equipo local.

 

Solo dimos señales de vida en una contra en la que Julián Álvarez comandó viendo el desmarque de Antoine, éste puso el balón al segundo palo ante la llegada en tromba de Molina, que venía como una flecha, pero su disparo salió por encima de la portería. Toda nuestra ambición ofensiva se redujo a esto que les cuento: Nahuel Molina. Te cagas, vamos …

 

En el 59, la moñiga esa del Olarzabal ya tuvo el empate en sus botas, desbaratando prodigiosamente de dicha acción Javi Galán (que, futbolísticamente hablando, que es en lo que consiste básicamente el hecho de ser un futbolista) le da como mil millones de vueltas a Reinildo, y yo me pregunto. ¿Y dónde pelotas ha estado estos 2 años? Siendo de los mejores de la Real en la segunda vuelta del año pasado, por ejemplo. Ver para creer.


Con estos condicionantes, más la “decisiva” salida al terreno de juego del Señor De Paul (que trotó como siempre que lo hace desde el banco: sin actitud, aptitud ni concentración alguna), dio lugar a la tragedia final. Una cesión suya hacia atrás sin molestarse en mirar siquiera, se convirtió en un balón regalado a Brais, este conectó con un tal Sucic (que ya había avisado de sus intenciones en otra acción previa), al menda este le salió el disparo de su vida, y el pobre Oblak vio todo su esfuerzo desarrollado a lo largo del partido marcharse al garete (es un golazo del copón bendito, las cosas como son).

 

En descarga del sinvergüenza del fornicador de la Patagonia, eso sí, tampoco tenía a nadie por delante para pasar el balón, con lo cual, pues si hubiese actuado de dicha forma, hubiese sido también el enésimo esférico entregado al contrario absurdamente. Estas son las cosas que tienen el prescindir por completo de tu centro del campo durante los encuentros que disputas fuera de casa. No son creadores de nada, porque no poseen esa función. No son más que peones absurdamente distribuidos por el campo que se limitan a recular (mal) y defender (peor), pastando miserablemente por el campo, sin más ambición ni pretensión alguna.

 

El gol de la Real fue en el 84, y ojo, no se me vayan a pensar que el Atleti aprovechó estos minutos finales para  volcarse sobre la portería local y demás. Que va. Hay que aguantar el empate, que es un “fantástico” resultado. Digan que sí. Estupendo, diría yo. Lo dicho: esto es sencillamente insoportable.

 

Árbitro: Díaz de Mera.

Yo diría que impecable labor la suya. Cuando de los árbitros no me acuerdo al día siguiente de su nombre, y me tengo que liar a buscarlo por ahí, es la mejor señal posible.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

La línea defensiva, que no me disgustó en absoluto, desde Molina hasta Lenglet, pasando por el Comandante Giménez, Witsel y Galán, pero el premio mayor se lo doy de nuevo a Oblak, porque él de nuevo, nos mantuvo vivos en el encuentro.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

La ausencia tan grotesca y delirante de nuestro centro del campo. Yo no sé si es por un problema de personalidad en el campo de los jugadores, por indicaciones del entrenador, o por lo que sea, pero de esta forma, téngalo todo el mundo bien clarito, no se puede aspirar absolutamente a nada ni siquiera medio decente. Sin construcción de juego, ya te puedes gastar mil millones de euros en delanteros, no va a brillar ni Dios. Y ya está. Y si el Cholo no lo ve, no se qué cojones hacen el medio millón de colaboradores que supuestamente le asesoran. Me resulta tan irritable como inexplicable el tema.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 7 GRADOS).

Y bajar, y bajar, y bajar, y volver a bajar. Dos nuevos grados a la vista. Y pocos grados negativos me parecen, visto el esperpéntico espectáculo que anda ofreciendo la muchachada en sus entrañables visitas a esos campos de Dios.

 

Así que, ahora llega un maravilloso parón por la Selección. Una auténtica bendición, si lo próximo que nos tocase fuese otro desplazamiento fuera de casa, desde luego. Hala, me piro a reflexionar sobre lo Divino y lo humano para realizar el Camino Lebaniego con los Herman@s, en busca del centro del campo perdido … “Poco a poco, me enamoré de ti, poco a poco, Atleti de Madrid”…



30 de septiembre de 2024

Atleti 1 - Vikingos 1. El Derbi del "Respeto".

 

Empecé la semana futbolística con una profunda preocupación tras el infumable partido que disputamos el pasado jueves en Vigo, el cual merecimos palmar, y con cierta claridad, pero bueno, unos por otros que seguramente sí que merecimos y perdimos, que son 3 puntos logrados, y al final de temporada es lo único que vamos a recordar todos: 3 puntos. Dicho esto, la línea del equipo de visitante es la misma (e inclusive, por momentos, peor), que la de la temporada anterior, así que, o cambian mucho las tornas o no vamos a conseguir nada de nada. Con esa forma de jugar, imposible soñar. En Vigo nos salvó Court … digooo, Oblak (en qué tipo de rata asquerosa estaría yo pensando), demostrando, una vez más, que es un guardameta que da puntos también, junto con el genial picotazo de la Araña, claro.

 



Después ya me fui adentrando en este mundo tan “maravilloso” que es hoy en día la disputa de un derbi frente al tercer, o cuarto equipo de la Capital. Uno ya tiene el culo pelao en estos temas, cierto, pero no deja de sorprenderme la manipulación continua y constante que se hace por parte de los medios de incomunicación, preparando el “ambiente” cada vez que nos toca disputar un encuentro frente a los “mecheristas”. Son unos auténticos genios, qué duda cabe. ¿Qué cómo lo hacen? Sencillo. Escarban en la mierda de aquí y de allá, manipulan todo a su uso y disfrute, encienden el ventilador, y que se airee todo lo más posible ¿Qué un pibe le da por poner una coña en tuiter indicando que va a ir al campo con una mascarilla para poder insultar al  Mahatma defensor de los pobrecitos manteros que curran en La Finca, y cuatro más le siguen la corriente y tal? Pues nada, creamos tendencia indicando a bombo y platillo que toda la Afición Colchonera se está movilizando para ir en masa al campo con mascarilla para insultar al pobre negrito del África tropical. Y, no solo no pasa nada, sino que hasta la Liga del Señor Tebas amenaza con denunciarnos, expropiarnos, azotarnos públicamente y condenarnos a  perpetua si osamos hacer tal escarnio sobre su jugador favorito. ¿Con qué fundamento basan todo esto? Con el de siempre: miente, manipula y extorsiona, que algo queda.

 

¿Qué otro le da por poner otro tuit cachondo en el que dice que en el minuto 13 le demos un homenaje a nuestra "gran Leyenda" el Mono Burgos, coreando sin parar el mote de “Mono, Mono, Mono, y demás? La Santa Inquisición Nazional Mandrilista vuelve a cargar de nuevo con todos sus tanques en contra de cualquier cosa que huela Rojiblanco sin miramiento alguno.

 

Y esto es repetitivo, oigan. Es un derbi sí, un derbi también … Y claro, generan un estado de odio profundo (que ya uno lo lleva de fábrica de por sí), sencillamente irrespirable, hasta el punto de que con cualquier chispita se monta la de Dios es Cristo. Ellos siembran, ellos recogen, nosotros lo pagaremos. El puto circo está montado así.

 

Deportivamente hablando, la primera parte fue disputada en base a un respeto exagerado por ambas escuadras. Más parecía la final de cualquier competición Europea que un simple partido de liga de comienzos de temporada. Una buena ocasión de la Araña sobre el minuto 10 de juego, un disparo lejano de los estanqueros allá por el 17 que hizo lucirse a Oblak, y todo lo demás, centrocuentismo por ambas escuadras, mieditis sumun y canguelo constante. En lo que a mi me importa se refiere, está claro que aunque juegues con Griezman, Julián Álvarez, Sorloth y demás, si tu única intención es la de no cometer un solo fallo y no encajar gol, pues es prácticamente imposible que te puedas poner por delante en el marcador. Y no hay más. Así que con este resultado se llegó al descanso.

 

En la segunda parte el Atleti salió bastante más decidido a por el contrincante, pero el rival se defendió con bastante orden, hasta el punto de que al final fueron ellos los que se adelantaron en el marcador y todo. A partir de ese instante, la rata cobarde y pestilente de su portero, empezó a realizar todo tipo de gestos provocativos inquiriendo a que nuestro Fondo Sur le tirase y le dijese cosas nuevas, a lo que nuestra gente respondió ante tal falta de RESPETO con el lanzamiento de objetos y demás. Personalmente, sé que no es una decisión ni inteligente ni sabia, pero también (y muy personalmente lo digo) estoy hasta el guano de la falta de RESPETO continua por parte de muchos de los jugadores de ese equipo, y como encima, es que estoy en mi puta casa, pues chico, cada uno la defiende como puede, sabe o le dan a entender. Esta gente se cree por encima del bien y del mal, todo el mundo les ríe las gracias, todo se camufla y blanquea convenientemente (porque es que hay que tener los huevos cuadrados para que la panda de maleantes terroristas de las ondas me quieran convencer de que lo que hizo la rata traidora esa es una simple celebración de un gol sin más, y que está en todo su derecho de hacerla). Pues bien: yo también estoy en todo mi derecho de defender mi casa a mi manera, de cualquier individuo que ose faltar el RESPETO a mi o a mi gente. Y es lo que hay. A ellos les hace mucha gracia la actitud vergonzante de esos jugadores, perfecto. Yo aplaudo a rabiar a todo el Frente Atlético, y cada día estoy más orgulloso de haber renovado mi vínculo con ellos en esta temporada, y pertenecer a dicho grupo. Y al que no le guste, que se vaya olvidando ya de mí.

 


Una vez que ya les apeteció a volver a reanudar el encuentro por parte de los Señoritos de blanco (que ahora resulta que les perjudicó, cuando se ven claramente las imágenes entre la rata y el tal Militao felicitándose descojonados cuando el árbitro decide suspender el mismo), el Atleti ya actuó con más corazón que otra cosa, a tumba abierta, mientras que el contrincante decidió pasar el tiempo especulando, bien con que fuésemos incapaces de empatar el partido, o inclusive, de que se suspendiera definitivamente el encuentro de nuevo (y ojo, pudo haber ocurrido, porque alguien tiró una especie de botella cuando el partido ya agonizaba, que fue retirada por Carvajal directamente echándola fuera del rectángulo de juego, así, sin más, sin numeritos, sin provocaciones, y sin mandangas, ya saben, clase de gente, gente con clase, con razón es de los pocos de ese equipo que tienen algo de mi RESPETO, hecho que, por cierto, buena parte de la grada ovacionó). Buena entrada al terreno de juego de Lino, mejor aún la de Javi Galán, que se inventó en el 95 un buen pase en profundidad ante el desmarque de ruptura realizado por Suburbial Correa, y este, con el corazón Rojiblanco saliéndole a borbotones en cada paso que daba, consiguió finalmente batir al recogedor de mecheritos y poner el empate final en el marcador, resultado que no es que me entusiasme especialmente, pero que oyes, sé que tantísimo les jode, que casi lo saboreé, yo creo que por primera vez en mi vida, de dicha forma, como una puta victoria. 

Nada más. Cuando sepan del significado del término “RESPETO” en casa ajena, a ver si podemos hablar un poquito más de fútbol y menos de sus cosas, que tan minuciosamente fueron preparando a lo largo de la semana con toda su legión de pendencieros manipuladores. Que ustedes lo disfruten.

 

ÁRBITRO: Busquets Ferrer.

Joder, con ese nombre, debería de haber echado del campo a media cervatada, leñe … La verdad es que para todo lo que pasó, para mi no actuó mal del todo, ya que el reglamento le obliga a arbitrar así. La expulsión de Llorente ni idea (aunque no le vi protestar en exceso de la misma), y la falta de Le Normand al eslabón perdido de la humanidad, en el campo también, me pareció clara (aunque a saber, tratándose del podenco en cuestión).

 

EL CRACK DEL PARTIDO: Don Diego Pablo Simeone.

No voy a entrar ni en decisiones deportivas, ni tácticas, ni personificar en jugadores, en si tal o cual puede jugar … Directamente, paso. Desde aquí le quiero dar las gracias por ser el primero en denunciar, de una puta vez, los comportamientos provocadores de esta chusma infame, pese a quién pese, joda a quién joda, y moleste a quién lo haga. Por primera vez en mucho tiempo me he sentido de verdad defendido por alguien del Club, y se lo agradezco infinito. Le va a caer (mejor dicho, le anda ya cayendo) la de Dios Benito. De hecho, no me extrañaría que pidiesen también sanción para él. Ya puestos ... Me la suda. Ayer me demostró que está con su afición hasta la muerte, y como tal, con sus aciertos y sus errores, merece ser correspondido. Y no hay más. Muchas gracias, Cholo.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Yo mismo.

Estoy decepcionado por faltar a mis principios. He conseguido, eso sí, notables progresos. No veo un partido jamás de ellos desde hace ya bastante tiempo. Bloqueo a todo bicho viviente seguidor de dicho equipo. Hago caso omiso con los comentarios de mi entorno vikingo más personal, pasando de ellos al completo. Y puede que no vuelva a acudir a ver un derbi más al campo. O por lo menos al acto de entrar en sí. Prefiero quedarme fuera tomándome una cerveza con algún Hermano que seguramente siempre habrá por allí, o quedarme en casa pasando de todo. En este aspecto yo me doy por vencido, y como tengo ya una edad como para meterme en algún berenjenal que otro producto de mi impotencia ante tanta injusticia y manipulación constante, es mejor así. Ojos que no ven, corazón que no siente. Y el mío, en todo lo referente a este tipo de “encuentros”, anda ya entre hastiado y excesivamente delicado, y no creo que merezca finalmente la pena. Es su circo, que ellos lo disfruten. Y menos mal que esta semana hay Champions, que si no … Aún así, la que nos espera. No tengo capacidad para seguir vomitando más.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 5 GRADOS).

No anda muy satisfecho este año el Termómetro con casi nada, a imagen y semejanza de su amo, dueño y señor. La victoria en Vigo era de obligadísimo cumplimiento (y se consiguió como se logró), y no vencer en tu casa al 4º o 5º equipo de Madrid resulta sencillamente imperdonable, por lo que sufre una nueva bajada de 2 grados. No me gusta nada cómo caza la perrita.

 

Hala, para mi, este cuento se ha acabado. El miércoles partidazo frente al Benfica, al cual temo más que a un nublao. Si ganásemos allí sería un golpe de autoridad fantástico, pero tal y cómo anda el equipo fuera de casa, y las dudas que deportivamente me anda transmitiendo el equipo también … No sé yo. Venga … Va. Confiemos … “Viva, viva, la Revolución, Viva, Viva, el Atleti Campeón ..,

 

 

… HASTA EL FIN DE MIS DÍAS …




23 de septiembre de 2024

Rayo 1 - Atleti 1. Rotaciones indigestas.

 

Intensa semana pasada futbolística la vivida, aunque, en realidad, siempre son intensas todas las semanas, porque como bien indica un gran Hermano mío … El Atleti juega todos los días, no solo los días de partido (y a ver si así logro ya que no me regaña más, caramba).

La cosa comenzó el jueves, con un estupendo partido de Champions disputado por ambos equipos, en que una genialidad como otra cualquiera en forma de pase de Diosito Griezmman hizo que el Comandante Giménez sobrevolase sobre el cielo del Páramo en el minuto 90 para convertir al Metropolitano en ese estado de adorable locura que suele alcanzar en este tipo de encuentros y situaciones.

 

El sábado, sin embargo, me tocó bajar pulsaciones y me fui a ver el partido del Madrileño, el cual, y una vez más con mi presencia en el descampado del Espino ese, se convirtió en otro apasionante 0-0 en el marcador, en un partido que bien pudimos palmar, a pesar de ser muy disputado, sin gustarme en exceso lo que vi de los chavales (creo que también hubo rotaciones a go-go debido a nuestra fantástica victoria previa en la Youth League), y en el que lo más destacado fue la esperpéntica expulsión de Torres, en un solo minuto, nada más comenzar el encuentro, quedándonos todos ojipláticos ante tal situación. Y es que, como bien sabemos, nuestro Niño favorito ha coleccionado las mismas allá por dónde ha ido, con lo que ese carácter tan irascible e indeportivo suyo le jugó de nuevo una mala pasada y nos dejó sin ver su personal dirección sobre la banda de la Muchachada. Me da que alguien quiso tener su minuto de gloria y lo consiguió, que ser el primer árbitro en expulsar al Niño como entrenador del Madrileño, no es moco de pavo, no se vayan a pensar.


Y tras esto, vino el partido de ayer. Importante, como todos, trampa dónde los haya, y, encima,  aderezado con un buen puñado de rotaciones en nuestras filas las cuales, personalmente, tanto me desquician. Y sé que son necesarias, ojo, máxime en esta infernal locura de partidos en las que estamos inmiscuidos. Pero hombre, no sé, dicen que la moderación suele ser la mejor de las virtudes. Desde luego, cepillarte 6 tíos de golpe de un 11 inicial a mi me parece una pasada. Aparte, considero que hay puestos que son como más “sensibles” para realizar dichas rotaciones tan alegremente. Por ejemplo, para mi una línea defensiva debe de ser siempre sagrada. Cuando más automatismos tengan todos sus componentes tanto con el portero, como entre ellos, miel sobre hojuelas. Si encima, tenemos 2 centrales de una considerable categoría titulares, que lo están haciendo en este comienzo de temporada juntos por primera vez (y bastante bien, ya puestos), creo que es mejor que, ya que el término “pretemporada” pasó a la historia en este bendito Club, y aquí se pasa de la misma más que de que cualquier árbitro no le pite un penalti a favor del Madrid bajo cualquier pintoresca ya circunstancia (meteorológica inclusive), pues, de primeras, creo que cuanto mejor vayas consolidando a la gente y un equipo, mejor que mejor. Que andamos en Septiembre, carallo, y no en Abril-Mayo precisamente.

 

Pero claro, si andamos utilizando partidos de Competición oficial como de ensayos forzados en sí mismo ( que es lo que le pasa al bueno de Simeone, entre otras cosas), va todo de corre-prisa corriendo  y nos pasan o nos pueden pasar las cosas que nos están ocurriendo, y es que, una vez más, podemos acabar Septiembre casi despedidos de competir el título liguero.

 

Y digo yo, ¿No es mejor, vistas las circunstancias, no rotar a 6 pibes de golpe, y sí, por ejemplo, a 3? (uno por línea). ¿No es más óptimo, si ves que el desarrollo del encuentro va encaminado, aprovechar el resto del mismo para, por ejemplo, ir dando descanso a otros jugadores, ojo, de forma escalonada, y no quitando a 3 tíos de golpe? ¿consideramos menos valiosos los puntos del Rayo que los del Celta, o frente a los putos ciervos? ¿Y si no los sacamos, qué? (como ha sido el caso). Pues eso. Toma rotaciones.

 

Dicho todo esto, luego hay que ver todo en su entorno real, claro, que esa es otra. “¿Es que el Barcelona ha ganado 1-5, y mira nosotros?”. Cierto. Pero es que el Barcelona empezó perdiendo el partido de Champions, y nosotros ganándolo, y si me dan a escoger entre la trascendencia del uno y del otro, me quedo con el primero, que hay menos margen de error todavía que en la propia Liga. ¿Qué no se puede empatar en casa del Rayo? Yo diría que no se debe, más bien. Pero también les recuerdo que el propio Rayo empató el año pasado a cero en el Hipercor flotante ese de la Castellana, y al final los "penaltitos a go-go boys" fueron campeones igual. Así que, con todo este divertido galimatías, vayamos a describir un poco más lo que ha sido el partido en sí.

 

Lo de los primeros tiempos del Atleti ya los empiezo a ver con una mezcla de indiferencia y “naturalidad” insultante.. Creo que tengo asumido que fuera de casa son así, y cómo tampoco doy con la tecla exacta de a qué es debido esto mismo (falta de aptitud, actitud, ese maldito paso atrás de siempre, esperamos a que se desgaste el rival, o los propios rivales en sí mismo, porque ayer el Rayo jugó una más que aceptable primera parte), el caso es que todo es una sucesión de consecución de dichos hechos constantes, con momentos de agobio total incluido, en que somos incapaces siquiera de sacar el balón de nuestro área, ya que nuestro contrincante tiene todos los espacios controlados y nos acecha sin cesar.

 

Y el caso es que tuvimos, a pesar de esa situación caótica de ayer y de hoy que anteriormente les mencionaba, buenas ocasiones que llevarnos a la boca, como la de un completamente obcecado Lino en un buen remate a puerta que despejó brillantemente Batalla, a los 3 minutos de partido.

 

Sin embargo, dos minutos más tarde, fue el Carabanchelero Embarba quién desde el borde del área hizo lucirse a Oblak con una manopla sideral de las suyas.

 

A los 16 minutos del juego, otra gran ocasión para nosotros, tras una gran asistencia de Sorloth que dejó completamente solo a Julián Álvarez ante Batalla, pero desperdiciamos la misma tras un pésimo control previo del jugador argentino. Cinco minutos más tarde, de nuevo la Araña se sacó un zambombazo desde fuera del área escalofriante que repelió el larguero (y digo yo, hasta que el susodicho se vaya enterando de que va la vaina de jugar con nosotros realmente, lo que sí que podría ir haciendo ya es explotar una de sus grandes virtudes, como es ese tipo de remates desde fuera del área con más asiduidad, ¿Qué no?).

 

De aquí hasta el final de dicha primera parte, fue un auténtico martirio vallecano para nosotros. En la banda de Molina había la habitual barra libre de clientes paseando de aquí para allá, tampoco Azpilicueta es que tuviese un partido medio decente siquiera, Witsel achicaba aguas como podía, Oblak despejaba también como Dios le dio a entender, y venga embotellamiento del Rayo, y venga impotencia por parte nuestra. Hasta que lo que tuvo que pasar, pasó. Minuto 35, buena combinación De Frutos viendo el desmarque más solo que la una de Ratiu, centro de este el Isidisi ese remata a placer el 1-0 a puerta vacía directamente. Independientemente de que, reitero, el Rayo en este tramo final del primer periodo lo hizo de cine, es deleznable el ver de esta forma tan entregada a su suerte a las huestes de Don Diego Pablo. Para colmo de males (aunque yo diría que de bienes, en este caso en concreto) se lesiona Azpilicueta (el cual seguramente jugó para que, a su vez, no se lesionase el Uruguayo) y fue sustituido por Giménez, al borde del descanso. De locos, ¿No? Nuestras cosas, ustedes saben …

 

El segundo tiempo mejoró la imagen del equipo bastante, dominó, lo intentó prácticamente en todo momento, pero esta vez fue la pelotita la que solo quiso entrar en una ocasión. Ya saben lo que se dice por ahí: las prisas son para los delincuentes, los malos toreros, y, añado, para los del Atleti fuera de casa en las segundas partes. Entró Correa (que está en un espléndido estado de forma, y deberíamos de aprovecharle más, puesto que, este sí que no es un titular indiscutible) y Griezmann (que casi fue como si entrase yo, en esta ocasión) y se fue el atolondrado Lino y Llorente, otro que anda en un espléndido estado de forma y digo yo que, perdiendo, igual hubiese sido mejor dejarle en el campo, pero bueno.

 

Afortunadamente, el gol llegó pronto, en un despeje de Witsel que dejó solo a Sorloth ante Batalla, se escoró el noruego demasiado en banda sin poder tener ángulo para rematar bien la jugada, continuo la misma sorteando contrarios hasta que se topó con la opción de Gallagher, cediendo el balón al inglés al borde del área, cuyo remate final lleno de clase, colocación, precisión y fuerza sirvió para poner el empate en el marcador. Un golazo como otro cualquiera, no lo duden un solo instante.

 

Y, a partir de ahí, dominio más o menos continuo del Atleti, que fue creando buenas situaciones de gol (que no necesariamente se convierten en ocasiones de tanto), otro gran disparo de Julián Álvarez por el 75 de partido, al cual respondió de nuevo Batalla con otra gran parada (por cierto, ¿De qué jugó Julianito en la segunda parte? ¿De carrilero izquierdo, acaso? Me quiero morir), más dominio y más intensidad por parte nuestra, pero el Rayo mantuvo el tipo y el orden defensivo y fue desbaratando todo poco a poco hasta el final de encuentro.

 

¿Conclusión? dos puntos más que se nos van de los que se supone que uno anda en derecho de poder contar con ellos. Así que, con el estómago un tanto revuelto y molesto, me fui para casa desde el Despacho, en donde tuve la suerte esta vez de ver el partido con mis grandes compañeros de Peña. Rotaciones indigestas.

  

Árbitro. Melero López. Sin complicaciones.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

A pesar de que siga sin gol, estupendo partido de nuevo de Sorloth (ya caerán, no tengo dudas tampoco de ello), pero el mejor fue Gallagher, y con diferencia. Cada partido que le voy viendo al inglés me va gustando más que el anterior. Ayer abarcó (especialmente en la segunda parte) prácticamente todo el centro del campo él, se mueve en el borde del área con una inteligencia asombrosa, y tiene un disparo seco y ajustado más que interesante. Me da que esto sí que va a ser el comienzo de una gran amistad.

 


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Pues me da rabia ponerle, porque le tengo un montón de estima, pero Lino está en modo exasperante especialmente. Y no es una cuestión ni de trabajo, ni de voluntad, es que no le sale nada, y nada le sale. Y ya está. Y ojo, hasta cierto punto es normal, porque un menda que anda corriendo banda arriba, banda abajo, prácticamente sin parar, es normal que cuando llegue a la hora de definir no tenga la claridad de ideas necesaria por agotamiento, tanto físico como mental. Por eso a mi me gusta mucho más el 4-4-2 (con los laterales ocupando sus espacios naturales, y los interiores, el suyo propio) que el 3-5-2 actual, pero bueno, también les comento, que yo en lides tácticas, estoy más perdido que Cerezo en un Congreso de batidos de vainilla, así que no me hagan demasiado caso al respecto.

  

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 3 GRADOS).

Se resiente el termómetro, el cual nos sitúa en la poca alentadora temperatura de – 3 grados, tras la nueva bajada de 2 grados debida al empate ayer en Vallecas.

 

Y el jueves, a Vigo, en otro de nuestros estadios fetiche. Conste que la ilusión sigue intacta, a pesar de lo de ayer, y ni mucho menos veo nada perdido todavía. La cuestión es, ¿Rotamos? ¿No rotamos? Paso, que me voy a acostar … .”Y más te aliento, si vas perdiendo, un sentimiento, no traten de entenderlo” …


PASEO MELANCÓLICOS, MANZANARES ... ¡CUÁNTO TE QUIERO!




16 de septiembre de 2024

Atleti 3 - Valencia 0. Los chicos están bien.

 

Veo bien al Atleti, la verdad. Veo al equipo bastante enchufado, bastante concienciado, en perfecto estado físico, el banquillo sigue sumando, solo tenemos un lesionado, hemos sumado otro partido más con portería a cero … Qué quieren que les diga. Los chicos están bien.

 

También hay que tener en cuenta que el rival de ayer es lo que es: todo un histórico diluido en su pésima gestión directiva. Aparte, venía con 7 bajas, sin delanteros … Si el Metropolitano ya resulta complicado a nuestros rivales de por sí, si encima vienen sin sus teóricas mejores armas (y digo teóricas, porque tampoco tengo tan claro que el equipo ché de un salto de calidad deslumbrante con la presencia de los Rafa Mir, Hugo Duro and company, aunque son jugadores peleones y seguramente alguna complicación más nos hubiesen dado), con la losa de ir últimos y solo haber conseguido un punto en lo que va de Liga, la cosa no parece tarea nada sencilla, desde luego. Y, aunque en esta opinión solo me apoyan 4 gatos mal contados de mi gente, no es una buena noticia ver al Valencia así. Ni lo es tampoco ver al Sevilla (por mucho que deteste a los aparcachoches desdentados, que lo hago). Si ya es jodido disputarles una Liga a Barsa e innombrable, sin equipos fuertes que nos ayuden a restarles puntos, ya me contarán. Nadie me baja de mi carro: si queremos intentar asaltarles, necesitamos que este tipo de equipos anden motivados y fuertes (podemos sumar también al Athletic, la Real, Betis, y alguna que otra revelación que siempre aparezca por ahí).

 

Vayamos al partido en sí. Yo diría que el Atleti jugó una más que potable primera parte frente a los valencianos. Un buen puñado de ocasiones que llevarnos a la boca, dominio total y por momentos aplastante en el juego, buena circulación de balón y a una mejor velocidad de la misma. Se vio un Atleti alegre, desenfadado, con ganas y vertical, mientras que el rival apenas pisó área, salvo en una acción a balón parado en un despiste más bien nuestro, al poco de iniciarse el partido. Sorloth (que realizó un estupendo partido de fútbol, meta o no meta goles, es un gustazo tener un nueve así), tuvo, a los 20 minutos, dos ocasiones clarísimas para habernos adelantado en el marcador.  En la primera de ellas, aprovechó un regalito de la zaga che para levarse el balón jugando con el cuerpo ante la oposición del zaguero en velocidad, se plantó solo ante Mamardashvili (ya empezamos con los nombrecitos), pero este sacó su remate casi a bocajarro con una extraordinaria parada de balonmano, que el gran Lorenzo Rico la hubiese firmado sin dudar. Sin embargo, el posterior rechace le cayó de nuevo al noruego, que andaba más desesperado que otra cosa tras su primera ocasión marrada, y erró otra a continuación aún más clara y con Griezmann más solo que la una a su derecha. Es una acción comprensible, cierto, por el estado de desesperación en que entró, pero la cabecita debe de estar en donde siempre ha de estar, que el balón sigue rodando. Da igual, es un tipo que nos da un abanico de opciones atacantes fabuloso, complicadísimo de defender, es rápido, sabe que el balón es redondo y tal, y aguanta el mismo para la salida en contragolpe del resto de sus compañeros espléndidamente. Todo un acierto su fichaje, no tengan duda en ello.

 

Se sucedieron a continuación, producto del asalto desenfrenado colchonero hacia la portería visitante, una serie de buenas situaciones de gol, que no llegaron al éxtasis final del gol por falta de precisión y precipitación en ese último pase, hasta que, en el 38, Diosito Grizzi roba un balón combinándolo con De Paul, éste se saca una asistencia de cine por debajo de las piernas de un defensor del Turia, dejando solo al bullicioso Gallagher que batió con suma tranquilidad ante la portería de "Amamarsla". Un golazo (por la jugada en sí), sencillamente de bandera, y primer gol de nuestro inglés favorito con la gloriosa rojiblanca puesta. Resultado más que justo para irnos al descanso.

 

La segunda parte se resume en que el Valencia fue un quiero, pero no puedo (es lo que hay), y el Atleti, fue un puedo, pero no quiero (pensando más en lo que le viene encima). Como siempre, salimos con nuestro clásico repliegue tras ventaja en el marcador, mientras que los Valencianos se lanzaron algo más decididos al ataque. Pero a un buen remate muy clásico suyo desde fuera del área de Javi Guerra (creo que se conoce la A-3 como la palma de su mano), siguió a continuación  nuestro segundo tanto, en una gran asistencia de Llorente sobre Lino, que remata con el hombro, el balón queda muerto en el área valencianista, y el más listo de todos, Antoine, consiguió robarle la tostada a todo Cristo y anotar el segundo gol en el marcador. Si el partido estaba más que sentenciado, imagínense a partir de este instante. Carrusel de cambios por uno y otro bando, y finalmente llegó el tercero nuestro, ya en el descuento, de Julián Álvarez, tras una gran contra conducida por Koke, asistencia de Riquelme tras un doble autopase espantoso, y la Araña que cazó su primera presa para llevarse a la boca.

 

Poco más que contarles de lo de ayer, más que lo dicho, la muchachada está preparada. Como dirían mis adorables The Who … “Los chicos están bien”.

 

Árbitro: Soto Grado.

Es un tipo repulsivo a la par que repugnante al que detesto profundamente por todos los poros de mi piel, pero que ayer tampoco molestó en exceso.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Pues me sigue conquistando cada día mas nuestra pareja de centrales (Le Normand-Jiménez, extraña persecución mediática sobre el primero, que no logro muy bien entender ... O, quizás, sí, da igual, ya le protegemos nosotros del bien y del mal), muy buenos minutos de De Paul, gran partido de Sorloth, aunque le faltase lo principal (que son los goles), Sasha Llorente sigue en su estado de forma sideral (sencillamente imparable), estupendo partido de Diosito Grizzi, que estuvo hiperactivo, y que da gusto verle celebrar cada gol que consigue con nuestra Rojiblanca puesta (la alegría personificada, gran detalle suyo el darle el balón a la niña de la grada, y ojito, que está logrando una cantidad de goles que va a resultar sencillamente infranqueable cuando se nos marche, superar por cualquier otro), pero, hoy el crack se lo damos a Gallagher, por su primer tanto, porque ha caído de pie entre nosotros, porque lo nuestro con él ha sido un auténtico flechazo, porque es listo y se mueve entre líneas con mucha soltura e inteligencia, porque encima curra como el que más, y porque su apellido me mola, qué carallo, aunque solo sea porque me recuerden a los Míticos Gallagher. Este va a dar mucho que hablar con nosotros, lo presiento (y espero que para bien, claro).


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Repito: The Kids Are Alright.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (-1 GRADO).

Partido de obligadísimo cumplimiento, no me jodan. Bastante ya me jodió el regalito al puto “filial”. El bazar de oportunidades queda clausurado.

 

Y el jueves, la Champions, frente al Leizpig. Nuevo formato, más partidos, y empezar ganando en casa, ya saben lo importante que suele resultar, así que, y como siempre hacemos, a darlo todo en grada y en campo … “Y yo nací, enamorado del Atleti de Madrid” …

 

NUNCA TU SOLO, CAMINARÁS …





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