Los resultados de la Jornada 24 fueron los siguientes:
Atleti 0 – Oviedo 0. Está la cosa mal.
Seguimos sin levantar cabeza en nuestra, con diferencia, peor segunda vuelta de nuestra historia.
En un partido gris donde los haya, el Oviedo sacó un punto del Manzanares con la ley del mínimo esfuerzo: defender a lo bestia, muy ordenadamente, sí, pero a lo bestia, frente a un Atleti que solamente fue capaz de crear en todo el partido 3 ocasiones claras: Juninho, en el primer tiempo, en una buena internada por la zurda, que sacó magistralmente a una mano Esteban (el enésimo portero internacional que veo desfilar por el Calderón), Lardín, en la segunda, tras un zambombazo que sacó de nuevo magistralmente Esteban (se pague una Langosta de esas que le van a dar por el Principado, leñe), y José Mari, que tuvo la más clara del encuentro, en un cabezazo a bocajarro que remató inocentemente a las manos del citado porterito de las narices, tras magistral pase de Valerón.
Por parte ovetense, Dely Valdés, nada más comenzar el encuentro, lanzó una vaselina con mucha intención sobre el marco de Molina, que salió lamiendo el palo. Lo demás, juego insulso por ambos bandos y partido malo, malo, de solemnidad.
Betis 3 – Vikingos 2. Al menos, quedan los goles.
No fue un partido lo que se dice brillante, pero tuvo goles, tuvo emoción, y perdió el Madrid, ¡qué coño!, con lo que moló el encuentro.
De partida, favorcito del Toshack a Clemente (alguna cuenta pendiente tendrían ambos tras haber jugado una de sus partiditas de golf), porque, tiene narices la cosa, dejarse en el banco a “Guti, al loro, la Bibí es Manolo”, el mejor jugador español del momento, y a Savio, que es de los pocos jugadores desequilibrantes en banda que tienen los vikis en la actualidad, pues es dar una considerable ventaja al equipo rival, en este caso el Betis, que en cuando se veía remontado por el empate vikingo, con suma facilidad volvía a poner el marcador favorable para sus intereses.
Se adelantaron los béticos por medio de Fernando, un extraño delantero centro “descubierto” por Clemente, a los pocos minutos de iniciarse el partido. Sin embargo, y tras un saque de esquina que “devora” Prats (no se lo comió, no, se lo devoró, si bien luego mejoró su actuación considerablemente), Raulín el Borr..., digo, Raúl, puso de nuevo las tablas en el marcador. Con este resultado se llegó al descanso, en medio del conformismo de ambos equipos.
Comenzada la segunda parte, de nuevo se adelantaron los béticos en el marcador, tras una jugada muy similar a la del primer tanto, conseguido a placer por Cañas. Sin embargo, el Madrid se metió en el partido a partir de ese momento, y tras una gran jugada de Raúl, Morientes, no sé si por debajo de las piernas de Prats, puso el empate a dos en el marcador, que parecía iba a ser ya definitivo.
Pero, lo mejor del encuentro estaba por llegar, y se produjo, precisamente, en los minutos de descuento. Prats sacó, con una mano (excepcional parada la suya, si señor) un balón que remató Morientes magníficamente. Se lanzó el correspondiente saque de esquina, el Jud..., digo, Mijatovic, aprovechó el rechace y lanzó un disparo cruzado que sacó Ito desde la misma raya (excepcional los reflejos del chaval). Y, sin tiempo para reaccionar, Ito recuperó un balón en el centro del campo, se situó como le vino en gana (le dejaron pensar, masturbarse, fumarse un pitillo y tomarse una paella), y lanzó un pepinazo ajustado al palo ante el que nada pudo hacer el bueno de Ilgner.
En definitiva, enésima derrota vikinga, y delirio monumental en el Villamarín, aunque, sinceramente, ganarle al Madrid, al menos en esta temporada, ya no es lo que era, oiga.
Bilbao 0 – Celta 0. Impresentable.
Parece mentira que un campo al que se le denomina en toda España La Catedral, tenga un estado tan lamentable del terreno de juego como presenta este año cuando llueve por el País Vasco (tranquilo, Arrate, que, como por ahí, apenas llueve ...). Demasiado hicieron ambos contendientes con mantenerse en pie sobre tal patatal (con más mérito, sin duda, para los celtarras, equipo bastante más técnico que los vascos), con que no hubiese lesionados durante dicho encuentro, en un partido que dominó el Athletic pero que le faltó fortuna en algunos lances del mismo (disparo al palo de Carlos García, creo recordar, incluido).
Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Red Stars
TODO EL FONDO DEBE APOYAR,
ANIMANDO AL ATLETI HASTA EL FINAL.
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