CHAMPIÑÓN LEAGUE. JORNADA 5.

Los resultados de la Campiñón League de la Jornada de ayer fueron los siguientes:

Deportivo 1 - Lille 1. Bajando el pistón.

Disputado partido ayer en Riazor, entre un incómodo equipo francés, que se limitó a defenderse, eso sí, con muchísimo orden, y a poner un nudo en la segunda a los deportivistas, con 3-4 contras en las que, si hubiese acompañado alguien al segundo palo en las mismas, probablemente estaríamos hablando en estos momentos de la primera derrota en Champions este año de los gallegos, y un Depor que, con un Tristán más apagado que en anteriores ocasiones (pero fiel hasta la muerte con lo que yo digo de él, esa frialdad que le hace meter goles geniales, le hace fallar también 2-3 buenas ocasiones como las de ayer), desaprovechó también media doceneja de ocasiones dignas de consideración, así, que yo recuerde: Una espléndida internada por la banda derecha de Víctor, con jugada individual y remate con su izquierda al larguero, un par de manos a manos ya citados de Tristán, una perfecta jugada ensayada en el 2º periodo que Víctor falla lastimosamente al confiarse en exceso delante del guardameta (un tal Wimbee, creo recordar, que me causó una excelente impresión), y alguna que otra por ahí que mi todavía maltrecho cuerpo no me permite acordarme . ¡Ah, sí! Un penalty que reclaman cometido sobre el vendedor de Biblias falsas, que no fue ni en broma, es la niña Valeria la que busca el contacto con el defensa francés, no al revés.

En definitiva, me hubiese gustado que el Deportivo hubiese ganado este encuentro, más que nada porque en Europa el acojonamiento se lleva mucho, y hubiese metido el miedo, más si cabe, en sus rivales, con vistas a futuros encuentros, pero, evidentemente, no se pueden ganar todos los encuentros.

Lyon 2 - Barsapasta 3. Debería de llamarse Barsapena.

Lo de ayer ya no creo que me lo defienda ni el mayor de los Boixos Nois que haya (bueno, quizás Gaspart sí, claro).

Tras un primer tiempo aceptable, ante un inocentón equipo francés, que dio una lección durante todo el encuentro de cómo se ataca de forma alocada, precipitada y sin pensar un poquito (el único que me gustó del equipo francés fue el Juninho Penambuco ese), en el que el Barsa, sin hacer nada del otro jueves, pero, sí, al menos, contragolpeando con muchísima inteligencia esa adelantada y suicida defensa francesa, logró adelantarse por 0-2 en el marcador, con tantos de Kluivert, tras aprovecharse de un fallo de Luis Enrique, y de Rivaldo, en una preciosa contra, con precioso pase en profundidad de Coco sobre el Tabiques, que este, de manera inteligente, cedió al brasileiro para que batiese a placer al guardameta francés, parecía presagiar que, al fin, los aficionados culés verían un partido algo tranquilo para sus intereses.

Pero, en el segundo periodo, el Barcelona más lamentable que mis ojos jamás hayan visto hizo que, tras forzar nada menos que más de 22 córners (creo, ya perdí la cuenta, la verdad), el equipo francés, increíblemente solamente lograse empatar el marcador (lo suyo es que hubiese hecho no menos de 4 goles). Y aquí la culpa ya es de todo el mundo, aunque yo a este equipo ayer le ví más fundido que a cualquiera de los jugadores que jugamos el otro día la pachanga esta de e.r.d.f. O están fundidos, o son unos golfos. Porque lo de Rexach merece caso aparte. Es un equipo desorganizado este Barsa (o, al menos, en sus segundas partes) hasta límites insospechados.

Así, ni aunque Bonano parase lo imparable (aunque sigo diciendo que al argentino también le debe de faltar algún dedo en alguna de sus manos), era evitable la debacle. Sin embargo, y, cuando el equipo francés, yo pienso, creyó que se trataba de la última jugada del encuentro, hizo que, en el 256.459 córner que sacaban a favor, subiese su guardameta a rematar. Dicho saque de esquina les salió fatal (como todos, es increíble en el fútbol de hoy en día que un equipo lance 24 córners y sea incapaz de aprovechar ni siquiera uno solo, ver para creer), y, en una preciosa contra blaugrana, Gerard puso el 2-3 definitivo.

El resultado es justo, porque, repito, un equipo que es incapaz de anotar un solo tanto en 22 córners (es decir . ¡UN CÓRNER CADA 4 MINUTOS DEL PARTIDO!), no merece ni el aire que respira. Claro que, ¿Y qué merece el equipo que permite que a su portero le tiren 22 córners en su contra, sin ninguno a favor?

-- Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Vieja Guardia

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Comite promotor de la III trobada-kedada. Madrid 2001. Os esperamos a todos.
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