Athletic 0 - Atleti 2. Galería de obras de Arte

Pasen y vean, señores. El Museo del Club Atlético de Madrid estrena dos nuevas obras de arte, de un incalculable valor cada una. Una, a cargo de Van Gogh Agüero. Toda una exhibición de genialidad en su más puro estado. Esos recortes imposibles en el lienzo, esos amagos cargados de elegancia y clase, y ese remate final al cuadro, tras ese slalon que realiza el autor con el pincel, finalizando de forma seca y contundente, cuando todo el mundo esperaba que rematase su obra de arte final Goya Forlán (iba a llamarle Velázquez, pero me suena muy vikingo). ¿Su valor en el mercado? Todo un mundo cargado de ilusión y fantasía.

La segunda obra de arte que presentamos hoy al selecto público aquí presente, es un lienzo del citado autor Goya Forlán. La elegancia de su obra está de fuera de toda duda. La sobriedad y la clase en la ejecución de la misma, es una pura delicia para la visión humana. Una obra de arte en su más puro estado. Espectacular estilo impresionista.

Y es que, los trabajadores del Club Atlético de Madrid ayer, durante la primera media hora de apertura del Museo, hicieron su trabajo casi a la perfección para que nuestras dos grandes joyas en el lienzo se lucieran. Salió este formidable equipo de trabajo perfectamente situado en todas partes del formidable recinto, impidiendo que los jóvenes entusiastas pintores bilbaínos emborronaran nuestra tarea, aunque, a fuerza de ser sinceros, pusieron mucho empeño en el intento, no se crean. Dos de ellos, de hecho, nos mostraron 2 buenos bocetos: Etxeberría, un pintor con experiencia pero cuya obra carece de consistencia final, y un aprendiz que dio guerra el tiempo que estuvo por alli danzando por la galería, denominado Vélez, que también a punto estuvo de que un lienzo fuese finalmente expuesto en la exposición de ayer en San Mamés.

Tras esa media hora inicial de inspiración madrileña, la exposición entró en una fase de desconcierto general, más bien generada por el imbécil del guardia jurado de turno encargado de la vigilancia del recinto que por otra cosa. Van Gogh Agüero fue absurdamente amonestado (antes estuvo a punto de culminar otro nuevo cuadro, al igual que Reyes, que al querer poner el marco final al lienzo, se le estropeó y se le cayó al suelo con la pintura aún fresca, mala suerte), botes de óleo se empezaron a caer y a mover absurdamente por toda la galería, y empezó a cundir el desconcierto.

Tras en el consabido y obligado descanso, los entusiastas aprendices bilbaínos salieron con las pinturas de guerra, y crearon el desconcierto total en toda la galería. Sus graffitis empezaron a ser descontrolados, siendo incapaces los encargados de conservar el Museo del Atlético de poner allí algo de orden y concierto. Afortunadamente, la sangre no llegó al final al río, y tras la exposición de la obra de Goya Forlán, los dichachacheros jovenzuelos del Bocho vieron que ya estaba el pescado vendido, y a pesar de que nuestro vigilante principal del cotarro, Leo Franco, se lesionó, aguantó estoicamente las embestidas hasta el final de la exposición.

Dos obras bilbaínas quedaron fuera de concurso, aunque en un principio parecía que serían expuestas, una de ellas de un autor sumamente reconocido, Aitor Ocio, pero la presentó fuera ya de concurso, una pena, y otra de una eterna promesa, Llorente, porque plagio miserablemente a nuestro autor Pablo y se aprovechó de la misma para presentarlo. El guardia jurado la anuló de ipso-facto, atento a dicha incidencia.

Y esto fue todo, amiguitos míos, en la exposición que hubo ayer en La Catedral bilbaína. Un último consejo, no dejen de disfrutar las veces que sean menester las obras de ayer de Van Gogh y de Goya. Por más que las vean, aún más las disfrutarán. No se arrepentirán.

EL CRACK DEL PARTIDO: Agüero, el Kun, Agüero, el Kun, que no se me olvide, Agüero, el Kun ... Pablo en tareas defensivas también estuvo soberbio, pero que no se me olvide ... El Kun ... Ese ... Van Gogh ...

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Esperé más agresividad en la salida del Athletic, quizás demasiado contemplativa. A huevos no hay quién les gane, pero les falta demasiada precisión en los metros finales. Por parte colchonera, Simao. Abusó de las tonalidades grises en todos los bocetos que dejó en el terreno de juego.

EL ÁRBITRO: Muñiz. Como casi todos los guardias jurados, gente sin preparación metida en lares que no son los suyos. Nervioso, impreciso, influenciable por el público ... En fin. De donde no hay ...

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (-1): A mi me siguen preocupando muy y mucho esos minutos lamentables que tenemos fuera de casa en los que nos dejamos llevar a la deriva sin sentido alguno. Ayer sonó la flauta, pero Murcia siempre estuvo presente en mis oraciones. Tienen que mejorar y mucho en ese aspecto.

No hay sufrimiento sin pasión, no hay pasión sin sufrimiento ... Ya que estamos hoy culturetas, ahí queda esa frase ... Que os den.

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Un saludo.

Tomi. Grupo 51.

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Colores rojos y blancos lucen en nuestra bandera, no hay oro para comprarlos ni sangre para vencerla !