Llega el invierno al Calderón (he decidido, desde hoy mismo, llamar así a nuestro Centro Comercial VIP, porque, al menos yo, no estoy dispuesto a vender mi espíritu colchonero, a pesar de lo de ayer). Y llegó con una profunda decepción.
Uno lee por ahí que el Atleti jugó un gran primer tiempo. Sinceramente, no lo vi por ningún lado. A mi el partido me pareció un coñazo sumun. Uno de esos encuentros terriblemente tácticos, que tanto le gustan a Don Pablo. Se tuvieron ocasiones, sí. Un remate ajustado al palo de Saúl, otra clara que desaprovechó lamentablemente (porque está lamentable, el cariño no nos debe de confundir con la realidad nunca) Diego Costa, y el penal, que sí, que esto del VAR es un coñazo. Pues vale. Pero oigan, hace justicia, porque el penalti fue de libro, y yo, al menos, desde la grada, no me enteré ni del nodo. Parecía que lo más difícil estaba hecho. Craso error.
También les cuento que no vayan a ver un encuentro de fútbol cuando anden con un trancazo considerable. Seguramente tenga distorsionada la realidad de lo que ví. Porque uno, aunque quiera, no lo disfruta igual. Animas, sí, pero te duele la garganta. Intentas meterte como sea el encuentro, pero no terminas de encontrar la posición. “Cruzo la pierna izquierda con la derecha … Cambio con la izquierda … Ahora me entran escalofríos … Ahora tengo calor … Conclusión: ¡¡UNA PUTA MIERDA!! (copyright, FAmilia)”.
Del Valencia poco se supo en este primer periodo. Equipo ordenadito (me cae bien el Celades ese, oigan, hay que tenerlos bien puestos para jugársela con un equipo en la situación en la que estaba, sin ser nadie todavía), pero inocentón hasta decir basta. También es verdad que les faltaba Rodrigo y Guedes, que a uno le gusta fijarse también en sus rivales, y analizar el potencial real que tienen, ustedes perdonen.
A todo esto, y entre bostezo y bostezo, llegó la segunda parte. Ya ni bostezos. Fue un auténtico dolor de muelas. Un Atleti inoperante, plano, cuadricular, sin ideas, acobardado y, como siempre les digo, viendo la vida venir. Y a veces la susodicha te pilla en bragas. El Valencia avisó en una de Cherychev (o como pollas se diga, remate al larguero cuando el gol era chicharro sí o también) y logró el empate final en un lanzamiento magistral de Parejo (jugador el cual, jugaría, ha metido ya unos cuantos de esta forma). Es curioso. Si ese tanto lo mete Pantic, lo clava Dirceu o Alemao, sería un toque magistral, casi para la historia. Pero oyes, como lo ha metido ese chaval con aire de empanado, pero que es un excelente pelotero llamado Parejo, uno tiene que leer por ahí que Oblak se la traga. Pues nada. Barra libre para las gilipolleces. ¿Quién da más? Debió de ser igual que el remate duro y ajustado al palo que le sacó al propio Parejo poco después, y que nos salvó de la derrota final. Una mano prodigiosa. Da igual. Aquí nada ya nos vale. Estamos empezando a confundir exigencia con sentimiento, respeto y reconocimiento (nada de todo esto es incompatible, os lo digo de verdad). Preocupante. Muy preocupante.
¿Cuál es la realidad final? Que el equipo no anda en su mejor momento, cierto es, pero está ahí. Que estamos en Octubre, y parece que andemos en Mayo. Que los de la guadaña, cada temporada la afiláis antes, hasta el punto de que, a veces, me parece que andan deseando que el Atleti (NUESTRO ATLETI) pierda, para sacarla a pasear. Que la gente (y este sí que es un hecho probado y comprobado) se harta siempre de ver las mismas caras, aunque esta te haya dado: 1 Liga, 1 Copa del Rey, 1 Supercopa de España, 2 Europas League y 2 Supercopas de Europa. Y sigamos compitiendo. Y continuemos estando. Continuando. Molestando.
Tampoco se tiene en cuenta que cada año se nos van jugadores claves. Que sí. Sustituidos por otros de supuesta valía, pero que siempre resulta que hay que empezar de cero, acoplarlos y demás mandangas … A saber, volver a empezar.
Por supuesto, los rivales no cuentan. El Valencia es como el Villarrobledo, más o menos. Hay que ganarles con la punta del capullo, sí o sí. Admito la crítica (solo faltaría, abajo se los demuestro, de hecho), pero no la falta de respeto. Jamás. Y menos a un pibe que nos anda dando tanto. ¿Qué cobra mucho? No ha jodido. Queremos pagar lentejas, y competir en la Élite Mundial. ¿En qué mundo viven, oigan? Así que, a todos aquellos que se pusieron a silbar cuando, con ¡0-0 en la primera parte frente a un Valencia, reitero! en el momento en que la muchachada cantamos lo del ¡Ole Ole Ole, Cholo Simeone! No les puedo responder con otra cosa que no sea esta. Que pasen buena tarde. ¡…FORZA ATLETI CAMPEÓNNN … OLÉEE, OLEEEE, OLEEE, OLEEEE … CHOOOOOLOOO, CHOOOOLOOOO!
EL CRACK DEL PARTIDO: El Cholo Simeone. Básicamente, porque me sale de la polla …
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Podría ser el lamentable partido de MI CAPITÁN Koke (seguimos siguiendo), podría ser de Costa (que anda sencillamente espantoso), pudiese ser del Morata (tan voluntarioso como torpe). Quizás el Cholo, porque ayer con los cambios la cagó pero bien (¿Qué puta necesidad hay de realizar 2 a la vez cuando tu equipo anda ganando, escalónalos más, hombre, que igual uno de ellos luego te puede venir de cine para perder tiempo, o por si nos empatan, o por si se te lesiona un jugador … ¿Le suena, Don Diego?). ¿Ven? Esto es crítica (mi crítica) pero jamás se convertirá en falta de respeto. Así que sí. Ustedes, los silbadores tribuneros de turno, son mi decepción. No les reconozco ni como Atléticos, ni como mi gente, ni como nada. Son escoria Bernabeunística. Mejor y más a gusto y reconocidos andarían por esos lares. Solo les pido una cosa, que salgan este año campeón … (no, joder, que se me pira la pinza, puta fiebre): si algún día andan a mi lado y actúan de tal forma … Anden lo más lejos posible de mi persona, por favor. Lo más alejados posibles. Eternamente agradecida.
ÁRBITRO: Cordero BEEEga. El VAR corrigió nuestro error (reitero, en la grada no se enteró ni el tato del penalti) y acertó en la expulsión del aprendiz de Bruce Lee ese Kang-Chin-Chan, o como pollas se llame. Para todo lo demás … Nicolás.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 5 GRADOS).
Nueva bajada del termómetro, como no podía ser de otra forma (otros dos menos). Tenemos un problema (obvio) pero lo vamos a solventar. Con la ayuda de todos, claro. Si no, es probable que empiece la guerra civil (y tiene pinta de que se avecina otra, en otro escenario de nuestro país, desgraciadamente) así que, anden todos alertas, por favor …
Y el martes, el Leverkusen. Partido que si ganamos, tenemos ya casi media clasificación hecha y todo a estas alturas, oigan. ¡En Octubre, sí! Pero qué mal que anda el Atleti, jooodeeerr … ¡Válgame Dios! …Nadie entendió cuál era mi pasión, yo te llevo dentro del corazón …
3 comentarios:
Buenos días Atléticos de bien, y a los silbadores que os den, gente sin memoria y desagradecida.
Que el equipo esta horrible es un hecho, que los que han venido a sustituir a los que se han ido son peores es obvio, que el Cholo no da con la tecla también.
Pero esa tendencia cierva propia del odiado vecino que se sigue extendiendo por nuestras gradas de pitar a todo y a todos y en especial a los nuestro que tanto nos han dado y que a otros que andan por aquí de paso tan culpables como los primeros se vayan de rositas, impropio del Calderón y normalizado en el páramo de Canillejas.
Que es una temporada de transición, lo debería saber hasta el neoatólico, pero ya vemos que no, en Octubre y madre dios la que tenemos liada. Que desazón que mala sangre me crea todo esto, esta no es mi afición, esto no son lo míos, pero que coño os pasa joder, yo soy exigente y critico pero esto es el colmo.
Mañana ya podemos ganar, porque sino los cuervos nos sacaran los ojos, les estamos dando carnaza, les estamos haciendo su juego, que puto asco.
Don Tomi, gracias una vez mas por su crónica, y el termómetro demasiado alto para como estamos, hombre visionario Don Pablo, que se veía venir el tema y lo hincho para poder sobrevivir.
Un saludo para los míos, que todos saben quienes son.
Poco más que añadir, Señor Don Gracias Luis. Y las gracias, siempre a usted por su fidelidad. Abrazote.
Vi el partido igual que lo describes.
Y menos mal a Oblak.
Pero de los errores se aprende.
Y hay que enchufarla más, o no salimos del empate.
Buena crónica, pese al trancazo.
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