Partido sencillamente estupendo por parte del Atleti, prácticamente de principio a fin. Dominador total, con excelente circulación de balón, con paciencia, y con mucho trabajo, porque, en esta vida, cada vez se ganan menos partidos por el escudo, por presupuesto o por historia. Por mucho que nos enfrentemos a un equipo de “obreros de la Renfe” (denominación de origen según Sergio del simpático equipo ruso). A mi no me parecieron tan obreros. Aguantaron bien en defensa, y en las contras salían como demonios poseídos.
En la primera parte se profundizó un montón por la banda de Arias (espléndido despliegue el suyo toda la noche), comandada la muchachada por el entusiasmante Thomas (¿Alguien se acuerda de un tal Rodrigo?), y se defendieron las contras locales como leones, gracias en buena parte al fantástico despliegue físico de Koke y de Saúl (estuvieron los dos espléndidos también). La defensa estuvo también impecable (lo de Felipe empieza a ser también un puto escándalo), Morata trabajó un montón, Joao Félix estuvo excelso, y Diego Costa, aunque falló un gol difícil de explicar el cómo pudo mandar el balón fuera, tras una buena peinada del propio Joao Félix en un córner, estoy convencido de que es una simple cuestión de tiempo, y como él es de los que no se esconde (aunque a veces se desquicie un poquito) se le esperará lo que sea menester.
La segunda parte aún fue mejor que la primera, y pronto se consiguieron los tantos, el primero en una gran acción individual de Álvaro, que cedió el balón hacia atrás a Joao Félix, y éste, tras doble remate, termino fusilando a Guillerme. Muy bien el portugués toda la noche, derrochando personalidad, excelentes conducciones y demostrando gran visión de juego.
Poco después llegó el segundo tanto, en una fenomenal contra conducida por el propio Joao, que vio el desmarque de Costa, y este cedió a Thomas para que anotase a placer (y tan a placer, yo diría que estaba en fuera de juego, pero la extraña línea verde del VAR, sin embargo, indicaba lo contrario). Después, como es lógico, el Atleti paso unos 10 minutillos algo complicados, pero faltaba alguien para que la fies fuese completa, y ese fue Oblak, que realizó una doble parada de las suyas sencillamente escalofriantes al doble remate de Krychowiak. Sumémosle también las fulgurantes subidas de Lodi en este segundo periodo, y nos da como resultado uno de los partidos más completos que recuerdo al Atleti fuera de casa en Champions. Fue un Atleti poderoso, seguro y, en muchos momentos, brillante y eficaz. Y los 3 puntos, que son de oro puro. El oro de Moscú.
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