Todos tenemos claro que el
oficioso título de Campeón de Invierno tiene poco valor intrínseco, aunque no
deja de ser un excelente indicativo de la marcha del equipo en la actualidad.
De hecho, antes se valoraba muchísimo más el quedar primero en el “Apertura”.
Recuerdo portadas historias de antaño de periódicos deportivos reflejando tal
hecho. Yo sigo diciendo que no sé si vamos a ganar el título o no, pero que el
que quiera despedirnos de estos puestos de honor les va a costar sangre, sudor,
lágrimas y buenos sueldos a árbitros y primas para equipos rivales si quieren
conseguirlo.
Partido frente a Osasuna. Siempre
rival rocoso y complicado de por sí (mucho más en el Sadar, eso también). Veníamos,
aparte, del parón Navideño, y del posterior reestreno en Málaga frente al
Marbella, en partido de Copa, y en el que tuve la inmensa fortuna de estar
presente en las gradas, debido al viaje que organizó espléndidamente mi Peña la
Rock and Roll. Viajazo total, pase de eliminatoria conseguido y que pase el
siguiente. Mejor que empiece ya la marcha, porque el Atleti está acostumbrado a
jugar entre semana y en finde, y Don Diego Pablo anda haciendo virguerías
repartiendo minutos entre unos y otros para que todo el mundo ande enchufado y
el equipo no se resienta en su rendimiento.
Antes de liarme con el partidito
en cuestión, también comentar que estuve presente en el siberiano Cerro del
Espino viendo a la muchachada del Niño empatar frente al Algeciras el pasado sábado. No tuvieron
los nuestros nuestra mejor actuación, estando muy espesos en la circulación de
balón y en la generación de juego ofensivo principalmente, a pesar de que al
borde del descanso logramos adelantarnos en el marcador por medio de Rayane,
que tiene una pintaza de jugador diferente y diferencial de la leche. Apunten
bien este nombre: Rayane.
Después, en la segunda parte, nos
empataron los visitantes muy pronto (se veía venir, por otro lado), y solamente
los últimos 25-30 minutos el Madrileño se lanzó decidido a por la victoria, y
en ese tramo final del encuentro si que estuvieron con bastante más mordiente y
verticalidad sobre el terreno de juego, así que bueno, nos sigue costando un
mundo sacar los partidos de “casa” (por llamarle al Cerro de alguna forma,
cancha más desangelada e inhóspita, por Dios Santo), pero seguimos estando
cómodos en la clasificación de la Liga, que es lo que realmente importa.
En cuanto al partido de los
grandes en sí: pues yo diría que fue una victoria bastante cómoda, a pesar de
lo ajustado del resultado. No pasamos ni un solo apuro defensivo (gracias al
buen hacer de nuestra propia línea de la retaguardia, y a la concentración de todo equipo tácticamente hablando cuando no poseemos el balón principalmente), y, con ese
condicionante, lo más normal es que más tarde, más temprano, logremos batir la
portería visitante, porque mimbres en ataque, los hay, y de todos los colores y
características diferentes, sí, complementarias, también.
Es verdad es que estuvimos un
poquito espesotes en tramos de nuestro juego, especialmente en la circulación de balón, pero
Osasuna nunca es rival sencillo, y lo que saben hacer, lo hacen, y con bastante
corrección. Dicho esto, a los 8 minutos se nos abrió el cielo a todos, con el
tanto de Griezmann tras combinación de Giuliano y asistencia de Molina, pero el
francés, que inicialmente pareció que remató con la barriga, después de ver la
televisión lo hace claramente con el codo, y por mucho que lo tenga pegado inicialmente al
cuerpo, como acto reflejo termina extendiendo el mismo, con lo que el tanto,
nos joda lo que lo haga, está bien anulado, no seamos vikingas, por favor.
Minuto 13, Simeone Junior entra
como una flecha en el área visitante hasta casi la línea de fondo, y le cede el
balón a Julián Álvarez. Lo vio tan hecho la Araña y remató tan confiado que fue
más una cesión a Herrera que otra cosa, una cosa blandita, mal rematada y sin
mucho sentido final. Brrrr ...
Minuto 28, De Paul controla un
balón en el centro del campo, le pone un pase tocadito y medido, a nuestro Juli
favorito, viendo perfectamente el desmarque del mismo, pero este nos demuestra
que rematando de cabeza no es Don José Eulogio Gárate precisamente, y, en
semifallo, termina girando el cuello sin contactar bien con el balón, lo
cual se convierte de nuevo en una sencilla intervención para el guardameta
pamplonica. Parecía que la Araña no estaba teniendo su tarde, ciertamente. Sorloth igual se relamía en el banco (convencido estoy de que el partido de Copa es suyo). Así que, con el empate a cero inicial languideció el encuentro hasta el final de este
primer periodo.
En la segunda parte entró Lino
por Gallagher, dándonos el brasileño bastante más profundidad en ataque
que el inglés, más opciones y más verticalidad y versatilidad (la verdad es que había un pasillo cantidad de amplio en la banda
derecha pamplonica que resultaba del todo punto inexplicable que no se
aprovechase más).Y a los 10 de esta segunda parte, otro golazo a nivel
colectivo de nuestro Atleti, esta vez utilizando la estrategia como arma letal.
Saque de esquina que Antoine cede en corto a Rodri De Paul, éste se devuelve el
balón al francés, nuestro Diosito pone un toque sutil, delicado y preciso al
primer toque sobre el segundo palo de la portería rival, en la que aparece el
omnipresente Lenglet, que cede de preciso cabezazo el balón atrás hacia de
nuevo Julián, pero, esta vez sí, el argentino controla a la perfección y fusila
a placer a Herrera. 1-0, y lo más difícil ya estaba conseguido. Toda la jugada es un pasote total, pero, por favor, quédense con la delicatessen sumun del pase de Don Antoine. Solo para elegidos.
De aquí al final del partido, el
Atleti se limitó a coser y cantar, Osasuna dominó, pero con poca convicción y
menos peligro, hasta el punto de que en una contra colchonera casi se hacen
autogol ellos mismos, visto que en la nuestra no eran capaces ni de hacernos
estornudar, así que, aquí paz, y decimocuarta victoria consecutiva habemus, que se dice
pronto el tema. Para qué contar más. Sigo diciendo que se nos está quedando una
careta estupenda, como procede a todo un Campeón de Invierno. Los demás, que
vayan saludando al pasar.
Árbitro: Díaz de Mera.
Lo de las tarjetitas que nos sacan es digno de estudio, pero
bueno, reitero, para mi el gol de Don Antoine está bien anulado.
EL CRACK DEL PARTIDO:
En realidad casi todos merecen
estar aquí por el nivelazo que andan dando, pero la pareja de centrales ayer me
encantó, tanto Le Normand como especialmente Lenglet, jugador que todos nos
pensábamos que era más inútil que la última rebanada del pan Bimbo, pero que
curiosamente se está destapando, ojo, de nuevo ( que digo yo que para ser
internacional con Francia, haber sido indiscutible en el mejor Sevilla de toda
su "legendaria" historia, o producirse su posterior fichaje por el Barsapasta, pues eso, que algo tendrá el agua cuando la bendicen, que aquí nos andábamos todos tirando de Gillette en nuestras venas cuando llegó con nosotros). Suele estar
bien colocado, es muy elegante en su forma de sacar el balón desde atrás, un
central limpio, inicia un salida de juego muy aseada, y transmite lo que más
valoro en cualquier defensa que se precie: tranquilidad. A la grada, y a sus
compañeros. Si encima también cada día suma más en ataque, ya no les cuento
nada más. A seguir así, Messie Lenglet.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
Este equipo ahora mismo no es ninguna decepción, sino más
bien una auténtica bendición.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+2 GRADOS).
¡Estrenamos graditos en positivo, Señores! 3 gradazos más de
nuevo de golpe, 6 en las últimas 2 jornadas ligueras, para que luego digan de
la justicia, ecuanimidad y solemnidad de nuestro Termómetro favorito. ¡Qué
bello es vivir!
Y el miércoles, Elche. Ojito que van imparables en segunda
actualmente, pero, aún sabiendo que no va a ser nada fácil la faena, confío
plenamente en la muchachada y en Don Diego Pablo Simeone, que sí, que lo está
volviendo a hacer … “Otra vez en el Frente,
volveré a dejarme los cojones” …