Partido típico de Segunda en el devenir de dicha categoría del Atleti donde los haya. Si realmente queremos subir, como sé que vamos a hacerlo, tenemos que salir durante los primeros 20-25 minutos de cada periodo a morir por cada balón disputado, a intentar embotellar al rival lo más posible, y, a adelantarnos en el marcador como sea, porque, si no, en el Calderón las vamos a pasar putas en todos los encuentros para vencerlos (no os digo nada si, encima, se nos adelanta el rival en el marcador, como en el caso de ayer el Huelva. Y mi equipo cumplió este requisito inexorable en los primeros 20 minutos de la 2ª mitad, pero no en los de la primera.
Y, entonces, ¿Cómo fue nuestra 1ª Parte? Sencillamente calamitosa. Sin seguridad en defensa, sin rapidez en la circulación del balón, sin ninguna profundidad, sin juego por las bandas, sin precisión en el toque del balón, y, lo que es peor, con un despiste defensivo que sirvió al rival para que, en la única ocasión que dispuso en ese periodo, adelantarse en el marcador con un bonito tanto celebrado, eso sí, como si fuese un perro que tuviese sarna, por Raúl Molina.De verdad, el primer tiempo que hizo mi equipo fue deleznable.
La segunda parte, sin embargo, el equipo salió en tromba hacia la meta defendida por el Huelva, equipo que dio todo un recital de auténtico "gitaneo" en un terreno de juego, todo sea dicho, aunque, eso sí, tras el empate nuestro en el marcador, reaccionó de una manera muy inteligente y bien pudo incluso llevarse de nuevo el partido (Otero y García Calvo salvaron ocasiones in-extremis cuando los delanteros onubenses se disponían a rematar a placer delante de Burgos). Fruto de esa salida enrabietada del Atleti en dicho periodo, y después de haber sacado 350.659 córners a nuestro favor (¡vaya díita que tuvo también Stankovic, leñe!), centro del jugador yugoslavo con la cabeza sobre Correa, que había salido en la 2ª parte sustituyendo a un voluntarioso pero inoperante a más no poder Aguilera, el rojiguayo se la pone perfecta a Diego Alonso para que éste, de certero cabezazo, anotase el empate que a la postre sería definitivo en el marcador.
¿Lo peor? Pues que prefiero a Armando 495.505 veces antes que al de Nigrám, que Hibic no tuvo su día, que al Niño, salvo en el genial remate que dio al palo (increíble cómo llegó a rematar ese balón y dónde lo situó), tampoco estuvo nada preciso, que a Movilla le ponen 2 tíos a presionarle como bestias y el hombre no sabe qué hacer con el balón, que Carreras tampoco estuvo nada fino, que el Colsa ese me gusta menos que un filete de hígado rebozado con sesos, y que el ambiente del Calderón estuvo frío de cojones, al menos, para lo que yo estoy acostumbrado.
¿Lo mejor? A pesar de que Raúl Molina le gana la espalda en el gol del Recre, la actuación de García Calvo, soberbio, desbaratando jugadas de contragolpe realmente peligrosísimas en la zona del mediocampo colchonero, el pressing que nos hicieron los onubenses por toda la cancha (a veces, parecían un equipo de basket al que le quedan 10 segundos para acabar el partido y tiene que robar el balón como sea), y que, este partido, el año pasado, el Atleti lo hubiese perdido, fijo.
-- Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Vieja Guardia
------ Comite promotor de la III trobada-kedada. Madrid 2001. Os esperamos a todos.
iGGy SIEMPRE PRESENTE
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