- El campo es chulito, aunque si vais allí andando desde la estación de Renfe, que Dios os pille confesados. Tuve complejo de De la Cuadra Salcedo, o algo así.
- El transporte público que hay en Castellón tampoco tiene desperdicio: un bus cada hora, y que si quieres que te pare, te tienes que plantar en medio de él y jugártela.
- Fuimos la friolera de 8 tíos desde Madrid y uno de Madrid desde Castellón (oséase, yo). Cuando llego al estadio, oigo la voz melodiosa y dulce del Portu gritando ¡¡¡TOMÁAASSSS!!! ¿QUÉ PACHA, QUE HAS PILLAO LA LÍNEA 5 DEL METRO Y TE HA DEJADO AQUÍ? :-DDDDD
- En el tren para ir a Vila-Real, se me acercó de repente un viejete, diciéndome que si yo era del Atleti (llevaba puesta mi sudadera del Atleti). Me indicó que era un tal Escudero, ex-jugador del club (no el famoso, sino otro) y me dijo a ver la posibilidad de conseguir entradas, aparte de enseñarme un mogollón de fotos suyas. Yo le dije que fuese al hotel y preguntase por Lázaro Albarracín, que seguro que le daba alguna.
- La afición de Vila-Real, la más respetuosa que he visto en mi vida: ni un mal gesto, ni un solo insulto. Se alegraban de lo suyo y respetaban cuando nosotros mojábamos. Chapeau. Valencianos, si con esa afición os llevárais mal, sería para colgaros del palo mayor, no me jodais.
- La nueva moda anti-ultra: el no dejarnos pasar la pancarta del grupo. Realmente de trippy, vamos. Al final le echamos huevos y la pasamos (y digo echamos porque yo estuve metido en pleno fregao). Como le decía al supuesto delegado de ahí, si no se podía pasar la pancarta porque ponga Frente Atlético, tenía que requisar mi sudadera y todas las bufandas que pusiesen algo del Frente, que eran unas cuantas.
- La sección Valencia y la Sección Barna nos invitaron a una paella que tenía, aparte de pollo, una especie de judiones tochos, mezclada con judías verdes, alcachofas y demás parafernalia. A mi no me disgustó, aunque ciertamente he probado otras muchísimo mejores.
- Lo mejor de todo: nos retienen en el campo un ratito (hace falta ser gilipollas, era imposible que pasase absolutamente nada) y tanto los de Valencia como los de Barna y yo con todos ellos tenemos que partir hacia la estación de la Renfe. Según vamos caminando, resulta que nos topamos en plena cabalgata de los Reyes. En ese momento, afloraron estos bellos cánticos en nuestra garganta:
¡¡¡LOS REYES SON LOS PAADREES, UOOOOOOOO!!!
¡¡¡LOS REYES SON LOS PAADREES, UOOOOOOOO!!!
ante la atónita mirada de los lugareños del lugar :-DDDD
- Y poco más: que los viajes siguen siendo lo mejor de esto del fútbol, y con diferencia.
-- Un saludo.
Tomi.Frente Atlético . Vieja Guardia
GALICIA SOMOS TODOS,
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