Atleti 4 - Sevilla 3. Trepidante

Primer minuto de juego. Maxi persigue un balón imposible, le roba la cartera el defensor palangano dentro del área, Forlán remata a bocajarro, el esquizofrenias del Palop no ataja el balón, comete penalti sobre el Kun, Mejuto da la ley de la ventaja y Maniche recibe su justo premio a tanto y tan bien trabajo hecho durante la presente temporada y pone el 1-0 en el marcador. Cosas del Atleti.

Por cierto, duda existencial. Si cuando un jugador de campo hace una entrada y el árbitro espera a que acabe la misma porque ha dado la ley de la ventaja, suele siempre amonestar posteriormente al jugador que comete la infracción, Pues bien, en el caso de la jugada de Palop sobre el Kun, aunque no hubiese señalado la pena máxima, ¿No tenía que haber expulsado al guardameta sevillista?

Pajas mentales aparte, seguidamente, dominio sevillista (como casi siempre que metemos un tanto para adelantarnos en el marcador, cosas del Atleti), falta peligrosísima casi al borde del área, lanza Luis Fabiano, la barrera se abre lamentablemente y empate a uno en el catorce de juego. Y yo me pregunto: ¿Para qué hostias ponemos una barrera - dudosamente colocada, por cierto- si luego la peña se abre y se va a su puta bola? Cosas del Atleti.

Sin tregua. Siguiente jugada. Genial internada en banda de Luis García, disparo con muchísima intención, paradón de Palop y el Kun, más listo que el hambre, aprovecha el rechace del portero y remacha de cabeza el 2-1. Cosas del Atleti.

Que nadie se siente. El Sevilla se hace de nuevo con el peso del encuentro, pero sin mucha profundidad en sus acciones, hasta que en el minuto 44 de la primera parte, centro de Navas, y, como ya advertí la semana pasada en el partido del Levante, la enésima indecisión entre Leo Franco y Zé Castro, y el portugués marca de certero cabezazo en su propia portería. ¿La culpa? Al unísono, porque, reitero, hay una máxima en el fútbol que el balón es siempre del que va de cara. El problema es que como a Leo en esta temporada se le cae el larguero encima, pues andamos como andamos. Gol psicológico en contra, y al descanso bien jodidos por esa absurda acción. Cosas del Atleti.

No se vayan señores, que queda mucho más. Tras el susodicho tiempo de relax, de nuevo empieza la marcha hacia un lado y a otro del campo. El Sevilla que empieza con su más que característico juego subterráneo, nosotros que no le vamos a la zaga tampoco. Tangana con el ínclito Alves siempre protagonista, ocasiones por un lado, ocasiones por otro hasta que, sobre la media hora del segundo periodo, perfecta combinación Reyes-Agüero, el argentino se interna en el área, pase genial con el exterior viendo el desmarque de Maxi, y éste, de semivolea y colocando el balón en el otro palo defendido por Palop, consigue un auténtico golazo de antología pura. No es solo Fernando Torres el que hace ese tipo de goles. 3-2, cosas del Atleti.

Minuto 44, y en pleno asedio sevillista, contra fenomenalmente conducida por los nuestros, y Jurado consigue otro golazo poniendo el 4-2 en el marcador en un remate certero y muy preciso. ¿Partido sentenciado? Ni de coña. Cosas del Atleti.

Minuto 45, Zé Castro no acierta a despejar con contundencia un balón (aún así a mi el chaval me sigue encantando, conste en Acta) y Luis Fabiano (partidazo el suyo) pone de otro sensacional tanto el 4-3 en el marcador. 5 minutos de descuento, y a sufrir tocan. Cosas del Atleti.

Al final, cachondeito de los recogepelotas incluido con los balones (esto nos lo enseñaron los propios sevillistas cada vez que les hemos visitado, ¿Veis como nosotros también sabemos tocar las pelotas, mis queridos aparcachoches desdentados?), y victoria final que nos deja en Champions, aunque sin euforias, que yo ya me conozco el percal. Cosas del Atleti.

¿El Sevilla? Fantástico. Realizó un gran partido. Fue de esos encuentros en que cualquier de los tres resultados que se hubiese dado hubiera sido justo. Esta temporada, al menos, dudo yo mucho que vaya a echar de menos a Juande, porque con Jiménez el equipo ofrece una versión mucho más ofensiva que con el manchego. Una vez más, darán mucho que hablar. ¿El Atleti? Pues le metió 4 al Sevilla. Si alguien lo ve fácil, que venga a ver. Cosas del Atleti.

EL MEJOR DEL PARTIDO: Me gustó mucho el equipo en líneas generales, especialmente cuando no teníamos el balón. Hicimos una presión cojonuda, con generosidad, con sentido práctico. Nos parecemos muchísimo a ese Osasuna que con Aguirre deslumbraba en el Sadar, solo que tenemos jugadores de más calidad aún. Raúl García y Maniche son dos colosos en este aspecto, pero, el auténtico crack del partido fue Maxi. Su gol es otra nueva colección para la galería de obras de arte. Su trabajo, encomiable. Su versatilidad, excepcional. Se entendió a las mil maravillas con el Kun cuando Forlán se lesionó.

LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO: La lesión de Escándalo Forlán. Vista la marcha de encuentros que lleva el colega, era crónica de una muerte anunciada. El Doctor Requesón dice que tres semanas, así que, conociendo las habilidades del ínclito Doctor Muerte, de profesión fornicador compulsivo, tres meses no se los quita ni Dios. Echaremos de menos su brillante juego y, por supuestos, sus golazos made in "uruguayo".

ÁRBITRO: Mejuto. Bien en líneas generales, aunque debió de expulsar a Pernía por una criminal entrada sobre Navas, y quizás también a Alves por un codazo sobre Luis García. Tarjeta naranja era por lo menos.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+1). Sigo sin subirle la temperatura. Ya dije que si queremos a empezar a creernos algo, este partido había que ganarlo sí o sí, es decir, era de obligado cumplimiento. La imagen del equipo está siendo buena, pero a veces nos falta regularidad en nuestro juego, así que mejor no caigamos en absurdas euforias y sigamos poniéndonos nuestro listón bien alto. Es la única forma que conozco de que realmente volvamos a ser lo que fuimos y que jamás debimos de dejar de ser, el Club Atlético de Madrid, un grande entre los grandes.

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Un saludo.

Tomi. Grupo 51.

http://www.cronicasdeltomi.blogspot.com/

ATLETI: Si le tengo miedo a la muerte,
es solo por no volver a verte