Es lo que tiene el tener un trancazo de impresión desde el pasado miércoles y que te jode todo un fin de semana. Te quedas en casa, empiezas a jugar con el mando a distancia buscando algo para ver, telenovela por allí, cochecitos por allá, Gladiator vista hasta la saciedad, y de repente te aparece un partido de segunda, a priori interesante. Un partido con viejo sabor a primera División. De los que se jugaban en el antiguo Atocha.
¿Qué hago? ¿Lo veo? ¿Paso de él? Empieza el encuentro, enfocan un fondo de Anoeta, y lo veo todo absolutamente rojiblanco y con un ambiente fantástico. Me empiezan a aparecer recuerdos de cuando viajábamos en masa por ahí, y me decido a contemplarlo.
De primeras, chungo para el Sporting, pienso. Cuando hay desplazamiento en masa, derrota segura. Suele pasar. Pero este finde, en ese aspecto, se rompieron todas las estadísticas.
La primera parte fue más bien de la Real, que tuvo sus ocasiones (más bien motivadas por el alocamiento de Roberto, guardameta sportinguista, que de otra cosa). Pero la diferencia entre la Real y el Sporting es que mientras a los de donosti les dura todavía la depre del descenso, los yogurines, este año parece que sí, están con la ilusión del ascenso, y eso se terminó notando notablemente.
Preciado debió de aprender de Benítez en aquella famosa final de Copa de Europa frente al Milán, en el que arengó a sus jugadores tras el 3-0 inicial en que pensasen en toda la gente que se había desplazado a verlos, y los sportinguistas salieron a por todas tras el descanso.
El acoso fue total en torno a la meta de Riesgo, las ocasiones se multiplicaban, hasta que, a falta de 8 minutos para el final, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompió, en parte por la nefasta interpretación de la defensa de la Real a la hora de realizar el fuera de juego. Gijón entera era un clamor y un estallido de júbilo total.
Sinceramente, pienso que este es el año del Sporting. Esperemos que la ansiedad no les pueda en la segunda vuelta, porque la Segunda es durísima. Una afición así merece mucho más. En cuanto a la Real, su objetivo es en la primera vuelta no quedar muy descolgado de arriba hasta que le pille el aire a la categoría. Y después, apretar los dientes e intentar el asalto a Primera. Les va a costar, eso sí. Si lo sabré yo .
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Un saludo.
Tomi. Grupo 51.
http://www.cronicasdeltomi.blogspot.com/
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