Nada me daba buenas sensaciones para este partido, la verdad. Lo primero de todo, que a todo un líder de la Liga Española le hagan jugar un lunes a las 21 h. me parece una falta de respeto total a la Competición y al propio Líder en sí, máxime estando ya casi en el ecuador de la Liga. Oigan, si fuésemos décimo o undécimo y estuviéramos gansamente holgazaneando por mitad de la tabla, lo puedo llegar a admitir. Pero coña, ¿Cuántos Líderes recuerdan que hayan jugado un puto lunes del orto? La espera es insufrible para el aficionado, el finde se hace eterno, y el lunes extremadamente más duro que lo habitual. Partiendo de la base de que ni Dios debería de jugar en lunes, que esa es otra. Y ojo, que no ando diciendo que por jugar en lunes hayamos empatado (que no perdido, les recuerdo). Nada parecido con la realidad, créanme.
Los antecedentes tampoco ayudaron: nuestros rivales ganaron (alguno con más pena que gloria, dicho sea de paso), las Niñas no lo hicieron, el Madrileño va en picado hacia el abismo … Y luego, el puñetero Covid, del cual les llevo avisando durante toda la temporada. Esto podía pasar, y, efectivamente, esto está pasando. Masacrándonos sin piedad.
Vayamos al partido. De momento, y por la historia del positivo de casi imprescindible hoy en día Lemar y Herrera, la preparación final del mismo no se hizo como Dios Manda. No es excusa, pero oigan, no me negaran que no debe de ser nada parecido una charla de motivación previa del Cholo a través del zoom, que mirando a los ojitos a la muchachada frente a frente. Por más que me quieran hacer creer, no es no. Y así pasó. El equipo salió con una empanada tanto física como mental de impresión. Éramos como cuando ves un partido en la tele, y te pones paralelamente la radio. El Celta era la imagen, nítida, real, bien colocada siempre, perfectamente enfocada, con personalidad y dominio casi aplastante por momentos. El Atleti, la radio. Llegaba 4 segundos tarde a todo. Presión siempre tardía, imprecisiones a go-go, colocación por momentos lamentable, el guardameta celeste un espectador más, y nuestras bandas, con los jugadores celestes aprovechando las rebajas de Enero alargándolas hasta Febrero por parte rojiblanca. Y lo que tenía que llegar llegó: centro perfecto de Hugo Mallo, remate a bocajarro de Santi Mina, y tanto celeste que te crio. Todo ello ejecutado con toda la tranquilidad del mundo por parte de los vigueses. Apenas 13 minutos les bastaron. De nuestro sistema defensivo, ni se sabe, ni se le esperaba.
El resto del primer tiempo, recital celeste, creando bastantes no ocasiones claras de gol, pero si situaciones de peligro sobre la portería del de nuevo indeciso Oblak. Caprichosamente, y cuando ya nos íbamos al descanso hasta contentos de ir palmando solamente por un tanto, una excelente presión imposible de Koke hace que el inoperante Kondogbia en este primer tiempo de el primer pase en condiciones desde su primera comunión hacia Correa, el ancianito Angelito ceda sobre Llorente, éste a su vez ponga un balón de los que son gol si o sí, siempre y cuando tengas en tu equipo a un nueve en condiciones, y como nosotros no solamente le tenemos, sino que es de auténtica categoría mundial, hizo que el Criminal Suárez batiese sin remisión al bueno de Blanco (con perdón). No era ni de puta coña justo, pero tampoco lo fue el tanto posterior celeste al borde de la bocina del encuentro, así que sí, se me antoja que, en el fondo, en el reinado de la injusticia termina reinando la justicia.
En la segunda parte, imagino, Simeone ya no utilizó el zoom, y motivó a la muchachada como Dios manda. En tan solo cinco minutos de la reanudación ya se vio que la cosa cambió por completo. Kondogbia (segundo pase acertado que dio casi de forma consecutiva desde su ya mencionada primera comunión) abrió sobre Lodi, éste, por fin esta temporada, en la segunda parte le dio por ponerse el disfraz del futbolista que algunos pensamos que realmente puede llegar a ser, y cede el balón al primer toque para que nuestro Criminal Suárez fusile de nuevo sin piedad.
En este segundo periodo fue todo al revés: los jugadores del Atleti presionaban, llegaban, dominaban, tocaban, acosaban, mordían y controlaban, mientras que al Celta le duraba menos el balón que un trozo de empanada de vieira en la mesa de un servidor. Giménez pudo marcar, Kondogbia se disfrazó de coloso mundial y le quitó un gol cantado previo a Aspas, y cuando ya parecía que la cosa podía convertirse en nuestro mejor arranque liguero de nuestra historia, allá por el 89 de juego, Aspas encuentra el desmarque de Solari, se aprovechó de nuevo de los remates de las rebajas de enero colchoneras, y un tal Ferreyra, que debutaba, marcó prácticamente a puerta vacía, ante la impotencia de Savic, que no pudo despejar el balón al sufrir, seguramente, alguna carga muscular previa.
¿Conclusiones? Que la vida sigue, Hermanos. Un Atleti brutalmente mermado consiguió empatar frente a un bastante aseado y por momentos brillante rival, demostró coraje, entereza, y se sobrepuso prácticamente a todo. El resultado, por supuesto, es justo, y la victoria de ambos equipos también lo hubiese sido, de ahí reside precisamente la propia justicia del mismo. Así que, a partir de ahora, nos toca empezar a marcar seriamente nuestras líneas maestras de fuego, que han sido, por otro lado, las que siempre nos han caracterizado. Como dogma principal de fe: Solos contra todo.
EL CRACK DEL PARTIDO:
Muy buen juego del Celta en líneas generales, y por nuestra parte, tan desesperante inicialmente como ilusionante posteriormente Kondogbia (el hombre no es que sea precisamente un desdichado de clase y distinción con el balón en los pies, parece que va medio tropezando con el mismo en vez de conduciéndolo como Dios manda, pero oigan, se le puso en las pelotas hacerse dueño del cotarro en la segunda parte y lo consiguió, la verdad), algo de esperanza en la segunda parte de Lodi, descomunal trabajo de Koke, como siempre, excelente aportación de Torreira (este sí que mezcla garra, saber estar y notable calidad técnica, me gusta un montón este jugador cada vez que le veo, merece bastantes más minutos de los que anda teniendo) pero se lo damos finalmente al Criminal Suárez, que no se cansa de liquidar rivales allá por dónde va. Me quedo con una imagen final suya. Acaba el partido, va saludando a los celtiñas, y se le acerca un compi rojiblanco algo apesadumbrado por el empate final. Él levanta la cabeza con esa mirada directa que tiene, y le dice “tranquilo … Está bien”. Y a éste, experiencia, calidad y pelotas le sobran, y a partes iguales, así que, si él lo dice …
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
En la primera parte si les ponemos a todos un taca-taca, igual lo hubiesen hecho algo mejor, porque vaya tela. Saúl, tras unos buenos partidos, volvió un poco a las andadas, a Oblak le sigo viendo un tanto neurótico, Felipe está desconocidamente fatal … Bueno. Seamos positivos. Que queda mucho tour.
ÁRBITRO:
Cuadra Fernández. Los goles de Luis Suárez, por más que la peña se líe a tirar líneas y líneas como si de un concurso de delineantes se tratase el tema, son impolutamente legales, así que bien, sin complicaciones.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 17 GRADOS).
El Termómetro, ante tanto ataque de euforia seguramente justificado, no lo niega, y a pesar de las circunstancias que rodearon al partido de ayer, decide unánimamente bajar dos grados la temperatura al mismo, quedándonos aún, eso sí, con unos espléndidos 17 grados a la vista. Me le andan provocando continuamente, y es lo que tiene …
Y el sábado, a Los Cármenes frente al Graná. Lo más normal es que hoy ganen los indeseables, lo cual va a implicar que se van a poner a 5 puntos, casi con total seguridad. Pues bien, este debe de ser nuestro punto real de partida, y no otro. No tiremos del tópico de las dos bolas extras que aún nos quedan. Tranquilidad, Atléticos. Cada cosa a su tiempo. Oigo ya los tanques saliendo de los garajes de la maquinaria mediática periolística sacándoles brillo y ultimando su puesta a punto para iniciar el bombardeo sin cesar. Nosotros, cabeza fría, corazón caliente, y bien prietas las filas. …“Llegó el Uruguayo, para meter goles” …
No hay comentarios:
Publicar un comentario