Y esta vez va por mí, solo por mí, y nada más que por mí. Ni quiera por los adorables neos del Sr. Patriota. Tomi, machote, que mal te ha sentado este disfraz (espero que haya sido por la memez esa de los putos carnavales). Parece mentira que con los palos que llevas ya encima, con la mili que has pasado, con la de veces que te has mosqueado, cabreado, encantado, emborrachado, vivido, en definitiva, por y para el Atleti, te chupes la semanita que te chupaste la semana pasada, completamente irascible, irracional, enfadado con todo y contra todo, sin querer hablar ni con tu sombra, por perder un puto partido de Liga frente a un rival después de tirar 256 veces a puerta, y por otro encuentro de Champions en el que sí, que no disparamos un puñetero tiro entre los 3 palos, que jugamos fatal, que ya lo sé, pero coña, no era el Ofi Creta, no era el Timisoara (bien me lo recordaba mi Hermano Arias4rever cuando me vio en tal estado), ¿O acaso no te acuerdas de cuándo te enfrentabas a esos equipos, macho? ¿De verdad que hace falta que te explique que perder con el Chelsea 0-1 no es el fin del mundo? ¿Necesitas que te conciencie de la cantidad de bajas que hemos tenido en este último mes por el puto Covid? ¿No te das cuenta de que los jugadores, después de pasar el puta CoronaBiris ese, ya no salen igual, y les cuesta un montón volver a pillar el ritmo? ¿No te cansas de decir hasta la saciedad que no conoces ningún puñetero equipo que sea capaz de ganar todo?
Siempre vas diciendo a la gente que los cánticos no son pose, no son leyendas a recitar como si fuesen poemas de Garcilaso de la Vega en busca de un sobresaliente en clase de lengua. Nuestros, cánticos, nuestras leyendas, hay que creérselos, aplicarlos en la vida, en nuestra forma de ser y entender al Atleti, nuestro dogma de fe. Representan nuestra especial y genuina idiosincrasia. No te puedes desesperar así, alma cándida. Ya sabes (o, mejor dicho, te recuerdo) que ser del Atleti es mucho más que eso. Parece mentira …
A ver, patán … ¿no lo viste ayer, cómo se levantó la muchachada? Y fíjate. En un partido complicado, jodido de los de verdad, frente a un rival que tuvo sus opciones, entre otras cosas, porque tiene un buen ramillete de jugadores cantidad de interesantes como pueden ser Pau Torres, el puñetero Chukwueze ese (afortunadamente, ni tiene gol, ni sabe centrar, el día que le vaya pillando el tranquillo al tema …), Gerard, Trigueros, el intermitente Parejo …
Peros los nuestros, vestidos de ese extraño azul nazareno, que por otro lado tanto me mola, no les fueron a la zaga. Fue un partido con muchas alternativas en el juego, de hecho. Muy de vértigo, de ida y vuelta, pero jugándose siempre con orden y respeto. Que si Parejo remata a las manos de Oblak, Saúl hace estirarse a Asenjo. Que si casi les sale a ellos una buena acción a balón parado de córner, tras centro de Moi y remate de Albiol, nuestro Atleti responde con otro que se convierte en el primer tanto a nuestro favor, tras espectacular centro de Lemar y remate posterior del bueno de Savic (festival del humor del VAR incluido).
Claro que tras adelantarnos en el marcador era normal que el equipo local achuchase. ¿Qué quieres que hicieran, ponerse a deshojar amapolas, quizás, tontolaba mío? La tuvo Trigueros, una que milagrosamente no entró de Gerard (la debió de sacar el espíritu de Adelardo sobre la misma línea de fondo, no encuentro otra explicación posible a que dicho balón entrase). El primer tiempo terminó con ventaja mínima rojiblanca, si, de esa que dices que tanto sientes pero que a veces te debería de dar vergüenza ajena de intentar siquiera representar, merluzo.
Y ya ves la segunda parte, en la que nuestro Atleti salió con mucha personalidad, presencia y ambición ¿O no te percataste, mentecato? Criminal Suárez cazó de la nada un balón que hizo lucirse de nuevo a Asenjo (buen portero de reflejos, pésimo en todo lo demás), trabajador incansable Correa también hizo estirarse de nuevo al citado guardameta, pero los amarillos no se rinden tampoco fácilmente, y empiezan a probar a Oblak, pero de verdad. Que si Bacca, que si Gerard … Demasiada gente disparando alegremente desde dentro del área, chungo cubata. Pero, jate tu, cuando peor pintaba la cosa, vino la sentencia obra de Joao Félix, jugador con el cual, por cierto, también andabas de uñas (con todo lo que le has defendido a capa y espada, chavalote, que ya te vale), un tanto que define a la perfección lo que sabes que debe, puede y va a ser el Menino: jugador resolutivo, con clase, distinción. Nuestro diferente. ¡Cuántas veces lo has predicado, querido!
Y al final, pues a sufrir, como mandan los cánones, Hermano. Bacca, Gerard de nuevo, la mosca cojonera del Samu, los obuses de un tal Baena (¿De dónde salió el tipo este, madre? Una a la escuadra, otra un paradón brutal de Jan, qué manera de pegarle al balón, Cristo bendito). Pero se consiguió. Sonó el partido final, y se ganó ese partido imposible, ese que no íbamos a ganar de ninguna de las formas. Anda, quítate esa mueca de cabreo constante, que te hace tener caretum gilipollanium más grande de lo habitual, y recuérdate siempre esto, capullo: NUNCA DEJES DE CREER. Nunca, Tomi. Nunca.
EL CRACK DEL PARTIDO:
El trabajo de ambas escuadras fue sencillamente encomiable, la verdad. La fe inquebrantable de unos, la personalidad de los otros, la entrega de todos ellos, con ratos de muy buen fútbol. No me quedo con ninguno, y me quedo con todos.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
Habrá peña que me dirá Joao por lo del gestito y tal, pero a mi hasta me moló. Parece que le corre algo de sangre y todo, aunque sea de vez en cuando, carallo.
ÁRBITRO:
Burgos Bengoechea. Arbitraje modélico, en mi humilde entender el suyo (y eso que el VAR intentó confundirle todo lo que pudo, y más). Supo llevar el partido a la perfección, que, si bien no fue un encuentro con entradas malintencionadas en sí, sí que resulto cantidad de disputado hasta la última gota de sangre por todos los contendientes, con todo bicho viviente yendo al 101%. Bravo por él, pues.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO ( + 16 GRADOS).
Se me olvidaba, cazurro. Y me pones el termómetro Rojiblanco 2 grados más, y no se hable más, ¿Estamos?
Hala. El Domingo, el derbi. Semana de echar los cierres, cerrar puertas, balcones, emisoras de radio, programas diversos deportivos, y aislarse en lo realmente importante. MHDP. “Viva, viva, la Revolución, Viva, Viva, el Atleti Campeón” …
2 comentarios:
Buenas, Maestro.
Quizá sea por la mierda de situación actual, que nos tiene sumidos en un estado de ansiedad tremendo, pero percibo una desazón increíble y duradera tras cualquier derrota/empate del Atlético. Nuestro tremendismo innato, en las mismas circunstancias, siempre nos mantenía mustios … hasta la siguiente cerveza. Ahora, pasan días y días. Y no es sólo usted, Amigo, son muchos, tan Atléticos como el que más, que pierden el norte tras cualquier tropiezo. Suelo ser comprensivo con estas personas, pero ninguna medicina como una colleja y una cerveza para devolver el “optimismo”.
Buen partido del Atlético ante un Villarreal que en los últimos quince minutos nos apretó muchísimo. Quizá faltó alguien guardando la pelota, pero ahí Koke (enorme partido) ya estaba fundido. Lo importante: tres puntos más, una jornada menos y una semana para recuperar ¿a todos?
Voy a hacer un comentario sobre el árbitro. No fue un mal arbitraje, ¿pero modélico? Incomprensibles la amarilla a Lemar tras revisión de la jugada (algún día nos enteraremos de cómo funciona el VAR) y la no amarilla a Gerard Moreno (jugadorazo) tras su remate en estupenda zamorana. Aunque visto lo visto, insisto, no estuvo mal.
Un abrazo y FORZA ATLETI SIEMPRE.
¿Qué tal, Hermano? Pues igual da usted en el clavo, y sea la puta ansiedad esta que tenemos en la actualidad la que nos hace desvirtuar tanto la realidad frente a la más piedra que nos encontramos en el camino, no me extrañaría. En fin. Lo bueno es que pasó, y hay total compromiso de propósito de enmienda si vuelve a suceder algo parecido (que, por desgracia, sucederá, es imposible que nadie gane todo).
Yo al árbitro le vi genial, Don Pablo, en serio. No me quedo en pequeños detalles de interpretación (para mi la amarilla a Lemar es justa, la involuntariedad no anula la acción en sí, en mi humilde opinión), sino que me pareció un partido tan tremendamente disputado a tope por ambos equipos, que estaban a su vez tan metidos en el encuentro, que a cualquier otro árbitro estoy convencido de que se le hubiese terminado escapando el mismo, y se hubiese liado a sacar tarjetas sin ton ni son (recurso del mediocre). Él dialogó, templó, razonó con los jugadores las acciones, les calmó cuando veía a alguno un poquito fuera de sí … La verdad es que sí, me reitero en mi calificación del trencilla, desde luego.
Fuerte abrazo, Hermano.
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