Hoy la crónica jurgolera se la dejo para Don Pablo Gruñón Mármol, que andaba demasiado desesperado en la primera parte de ayer, y así le dejo que se desfogue un poco, por un lado, y que os sirva de alegría para la vista, de otro.
A mi me apetece hablar de un colega. Curioso. La vida siempre es un eterno aprendizaje, y muchas veces nos creemos que por mucho tiempo que conozcamos a alguien, es más o mejor colega que el resto. Nada más lejos de la realidad.
La amistad es como el amor: si hay chispa, sobra. Si no la hay, puedes estar 100 años tomando birras con él, y nada. El primer ejemplo lo representa mi amigo Ralph (Sr. Patriota, para los no iniciados).
Reconozco que es un menda que me encanta. Sentimiento de debilidad total. Tiene toda la fuerza, el coraje y la contundencia del mayor y mejor Ultra de Frente Atlético. Es así. No le den más vueltas. Pero … Le acompaña esa mística que tanto adoro en cualquier buen Atlético que se precie, eso que tanto caracterizó a mi madre, del pesimismo intrínseco consigo mismo. Mi madre, recuerdo, jugábamos contra el Carabanchel (válgame el ejemplo, si me lo permiten) y siempre íbamos a perder. Daba igual el rival. Que si las lesiones, que si son malos, que si el tiempo … Buaaaa. Cualquier cosa nos vale. Don Ralph es así. Difícil escucharle que el Atleti va a ganar algo. Siempre hay algún lesionado, siempre habrá algún árbitro al que echar la culpa, ÉL CONTRA TODOS, nuestro Atleti, como dogma de fe, siempre será así: adorablemente colchonero 101 %.
Es más, el Atleti gana 5-0, como ayer, y ya verán como no importa, es que ya verás el próximo partido, cómo vamos a ganar en Barcelona, el equipo es una mierda, el Madrid … Ese pesimismo intrínseco que, todo Atlético pata negra debe de poseer. Porque todos lo tenemos, desengáñense. Unos lo camuflamos con los mensajes tan repetidos de “Nunca dejes de Creer”, “Coraje y corazón”, “Ganamos fijo” “ Este año, si” … Paparruchas. En el fondo, nuestro otro yo colchonero siempre anda dando por culo diciendo que no, que no ganamos, que cuidado con el Eibar, que al loro con el Huesca, que ya nos robarán, que los demás no se dejan la polla frente a nuestros rivales como contra nosotros. Por supuestísimo, los árbitros. Todo esto, es síntoma inequívoco de ser un Atlético pata negra, fetén.
Les cuento una anécdota. Yo le empecé a conocer a través del tuiter, y después de un grupo de guasap. Nos vimos un día en el Madrileño (mi cachorrín me lo presentó). Era tal y como lo esperaba: fuerte, tocho, recio, duro, formal y, sobre todo, y por encima de todo … ATLÉTICO.
Después coincidimos en una quedada en Los Toreros (compartiendo barra con otros muchos Hermanos, de los que ya os iré contando más adelante), en donde me hizo la gran exclusiva mundial. Resulta que dentro de mis dos, tres o cuatro (deja ya la birra,Tomi) seguidores del bloq, había un tal “Gracias Luis”. “Gracias Luis” era el Atleti. Siempre pesimista, cuando el equipo jugaba bien, que si la grada, cuando la grada respondía, que si el equipo, los delincuentes del palco, esos nunca faltan. El tiempo atmosférico, las canas … Hasta que, después de no menos de 765 cubatas encima, me reconoció que “Gracias, Luis” era él. ¡ERA ÉL! Un pibe al que idolataré cantidad. ¡EL SEÑOR PATRIOTA, JODER! Un vuelco al corazón que me dio.
Ahora ya apenas me comenta nada (ya saben, dónde hay confianza, hay asco), pero yo le quiero igual. Es un colega-debilidad. Le admiro en todo. Hooligang incansable, bebedor infatigable, qué ganas de verte tengo, de darte el abrazo que te quiero dar, y de vivir una previa con vos como Dios manda. Ya sabe lo que siempre digo: se le quiere, y se le quiere bien. Feliz cumple, Hermano.
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