22 h. Estación de Chamartín (ya empezamos). 55 Ultras nos disponemos a montar en un tren que sale de la vía 6 de Chamartín.
Bien provistos de provisiones (caldejos segovianos endulzados con coca-colas, en su mayoría, poco papeo, y alguna que otra sustancia no permisible de indicar en este foro), nos disponemos a ocupar nuestros asientos.
Al principio, folloncejo, ya que no teníamos muy claro si ocupábamos el vagón 24, el 26 o el de ni su puta madre sabe cuál es nuestro puto vagón ... Al final, descubrimos que estamos, la mitad de la peña, en un lado, y la otra mitad, en otro ... ¡COJONUDO!
Lo suyo, pensaba yo, era que hubiese un intercambio entre la peña que no era del Frente de mi vagón, y la peña del Frente del otro ... Parecían reacios, esas buenas personas, a moverse de su sitio, pero, tras comprobar que convertimos el vagón de No Fumadores en fumadores, tras ver que los cánticos probablemente no les consiguiesen permitir sobar como sus cuerpos merecían, tras ver el ajetreo de la peña, yendo y viniendo sin cesar a lugares tan bellos de visitar como el bareto o el meódromo, y, el colmo (pensarían ellos), cuando vieron que los pibitos de seguridad de Renfe se liaron a tomar pelotazos y a fumar con nosotros, decidieron que lo mejor eran que nos cedieran todo el vagón. Y así fue.
Y, en un mar de pelotazos y rayas, transcurrieron las horas hasta llegar a la bella ciudad de Santiago.
Allí, nada más bajar del chucu-chucu (copyright by Otomano) tuvimos la comitiva de recepción: Nuestros amigos los maderos.
Nada menos que 5 hombres de Harreson, que nos indicaron, entre otras lindezas, las siguientes:
"Santiago es nuestra, no permitiremos ningún desmadre por vuestra parte" (hasta aquí correcto, conste), "deberíais de quitaros las bufandas e ir en pequeños grupos de 3, a lo sumo" (si has venido 5, te jodes, ¿Quitarte la bufanda del Atletí? ¡Amos, anda!), "A las 15,30 h. os conduciremos en un autobús hasta el estadio" (qué guapo, un bus para nosotros solos) "y, una vez allí, os meteremos en vuestra correspondiente jaula (¿con tu puta madre tal vez, cabrón?)". Aquí, evidentemente, se produjo un abucheo del personal de la hostia, y el hombre, que no tenía un vocabulario muy rico en expresiones, quiso arreglar el desaguisado como pudo ..."No, hombre, si lo vais a ver bien, si no quería decir eso ..." (que sí, hombre, que vale, que nos dejes darnos un rulo de una puñetera vez).
Por fin, sobre las 9,30 h. logramos salir de la puñetera estación, con el menda de guía (como estuve este verano con mi vieja), en donde nos encontramos a una parejita de allí, la mar de simpática, que estaba la pibita empeñada en que fuésemos con ella a un after-hour con un marchote que decía que había impresionante ... Yo la contesté que para otra vez, que quería enseñarle a los chichos la catedral y todo eso (¡qué putada que el museo estuviese cerrado, no entiendo el motivo!).
Después, pues lo típico: dimos un rulo por allí (había en esos momentos misa), la peña fue muy respetuosa, salvo el Portu, que no se le ocurrió otra cosa al colega que dejarle puesta una bufanda del Atleti al Santo. Menos mal que me lo adivirtieron unos coleguitas por ahí y entré y arreglé el pequeño desaguisado.
Dimos buena rienda de los productos típicos (mi colega Rafa no sabía decir otra cosa en todo el recorrido por Santiago: "empanada") y, así, nos fuimos en el bus hacia el Multiusos (el careto del conductor era todo un poema "tenía que pasar en mi turno, me cago en la mar").
Así, llegamos al campo, en donde la peña se metió en el campo, menos 3 coleguitas y yo, que vimos un pedazo de hotel más o menos cerca (vaya lujazo de sitio) y dimos buena cuenta de las enésimas birritas antes de comenzar el match.
Y así, llegaron las 18h, y comenzó el encuentro. ¿El primer tiempo? Para olvidar, por parte de los 2 equipos. Eso sí, un gol cantado de Salva, y, 2 llegadas del Compos (un equipo sin ninguna fe en sí mismo), y 2 chicharros que te crió (seguro que los vigueses van a querer repescar de nuevo a Gudelj), el primero de ellos, con la rodilla (¡manda huevos, como diría aquel!), y con un Ngejus que podía haber sacado el balón, y el segundo, en una buena acción individual (Gómez no estuvo tan fino como en anteriores partidos). Total, 2-0, decepción entre todos, aunque yo tenía esperanzas, y así se lo comenté a éstos, porque el Compos estaba acojonado, y el Atleti tenía que funcionar como fuese.
¿La segunda parte? Pues el mundo al revés. Con un Luque incomensurable (y lo diré, y lo diré, y lo diré, y lo volveré a decir, y me quedaré sin voz, y no pararé, y seguiré diciéndolo, ¡LUQUE TITULAR!), con un Hugo Leal y un Dani fantásticos, con la participación también muy activa de Kiko, con un equipo lanzado, y con 100 tíos animando y animando y animando y animando y animando y animando (fue tal el punto, que ocurrió lo primero que me había pasado en mi vida: la gente del Compos, ante tanta insistencia en nuestro cántico, hubo un momento en que se puso a dar palmas acompañándonos nuestra canción, de flipada total, vamos), empezaron a llegar los goles, 2 en un par de de minutos, concretamente, obra de un tal Pinillos (nuevo creador de la enésima sección del Frente, sección Kompos), pero creados con el empuje y el buen hacer de Luque y Hugo Leal, respectivamente.
Y así, fallando goles a diestro y siniestro, llegó el momento más emocionante: falta que lanza de nuevo Luque, alguien peina el balón (ni su pu), Salva hace una chilena y recupera ese balón imposible, y Hugo Leal, en el segundo palo, bate a placer al portero del Compos.
Y aquí llegó el momento más emocionante de la noche, porque ví a mi colega Mazzola y nos acordamos de nuestro querido Patis, y nos abrazamos y nos emocionamos juntos, y, señalando al cielo los 2, le dijo Mazzola, de nuevo, "Patis, de nuevo el Tomi, de nuevo hemos ganado, va por tí, tío, va por tí" ... Sin comentarios.
Después, los jugadores nos tiraron las camisetas (un frentista casi se queda sin dedo por matarse por pillar una de ellas, la peña es la polla), y de vuelta a la estación, en donde vimos el primer tiempo del Madrid (entre cerveza y más cerveza) nos chupamos otras tantas horas de chucu-chucu, en las que nos vigilaron los mismos vigilantes de la ida (pero ya el personal tenía menos ganas de marcha) y, en donde uno de los colegas, se puso a sobar en medio de un pasillo (pero en donde está el enganche de los vagones) con los pantalones bajados ¿?¿?¿? y gané una apuesta porque les demostré que en uno de los cajones que se supone se utilizan para el equipaje, cabe una persona, ante el descojone general (ahí queda eso).
Eso sí, todavía estoy muerto ... pero, mereció la pena, sí. Hoy, más que nunca: PATIS SIEMPRE PRESENTE.
Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Vieja Guardia