30 de noviembre de 2009

Atleti 4 - Espanyol 0. Ante todo, pedimos perdón.

Un continente paralizado. Dos ciudades enfrentadas. Dos filosofías de ir por la vida hermanadas. Dos formas de no seguir el poder establecido. La rebelión de los rebeldes. Miles de cámaras de televisión y periodistas pendientes. No existe el mundo. Los tertulianos políticos con gafas de pasta se transforman en bufanderos descerebrados. El fútbol es una mierda para parásitos incultos, menos cuando se juega este partido, en el que un país se olvida de todo y de todos. Es algo más que un partido de fútbol. Una constelación de estrellas. Un bota de oro, un futuro balón y bota de todo, no me lo podía perder.

Y mira que estuve dándole vueltas durante el día. Me despierto el domingo. Oigo un jarreo impresionante de agua. Qué pena, con tantas miradas puestas, con tanta expectación creada, y puede que el gran espectáculo de ayer y de hoy quede deslucido. A las 10 no voy. A las 11 sí. A las 12 hablo con mi colega el Capo y digo que no voy definitivo. A las 14 h. salgo a por el pan y veo que el cielo se despeja. A las 15 h. cómo me lo voy a perder. A las 16 que no voy, que hace mucho frío, leñe. A las 17, ronda informativa … ¿Qué harán mis colegas? A las 17,30 decisión final, no me puedo perder el megachupi partido. He dicho que voy, y voy. Y a las 20,30 ya en el estadio. Al final, ni tanto frío, ni tanta lluvia. No me podía perder el megapartido.

Dos equipos que en realidad tendríamos que estar más que hermanados por las circunstancias que vivimos. Dos entidades que, aunque ustedes no lo crean, tenemos vida propia. Nuestra propia idiosincrasia y personalidad.

No se llenó el estadio. Cierto. Más bien lo contrario. Fijo que el debate que hasta llegó a provocarme dolor de cabeza durante todo el dichoso domingo inundó el perolo de mucha gente. 21 h., mañana lunes, hay que currar (puta quiniela del orto que nunca toca), el Plus los da de cine, luego habrá reportajes especiales, entrevistas por doquier, sabremos hasta a qué hora hizo pipí Tamudo o si el nene del Kuncito lloró a las 5,30 o a las 5,37 h. (dato crucial para el derbi del que hablamos). Pero bueno. Estuvieron casi los que estuvieron que estar (hoy, al Capo le perdono, eso sí, mañana) …. Empieza el gran duelo. No abandonen sus asientos.

Y no tuvo mucho color, la verdad. O más bien sí. El mundo, durante hora y media, se tiñó de luces rojiblancas, tal y como ya adornan en mi barrio en el mes de Noviembre celebrando la Navidad (no se corten, señores, en unos años me veo en bañador en la playa comiéndome las uvas, todo sea por el buen vender). Porque el Atleti salió, por una vez y sin que sirva de precedente, disfrazado de equipo medio serio, de equipo medio concentrado, de equipo medio con ganas de hacer las cosas como Dios manda. Consciente de lo que se jugaba, de la responsabilidad que conlleva ese escudo, esa camiseta. Habían demasiados ojos puestos en ellos, no podían defraudar a tanta gente. Y a fe que no lo hicieron.

Fruto de esa seriedad, de esa buena declaración de intenciones, de ese saber estar, vino de lo que, en el fondo, es el quid de tantas y tantas cosas en esta vida: meterla y saber meterla. El Kun Superstar se lo da a Escándalo Forlán. 1-0. El argentino sabía de lo que se trataba, de la responsabilidad que tenía, de los ojos que tenía encima. El camino se empieza a despejar. El frío se torna en brisa. El lunes … ¿Qué importa que mañana sea lunes?

De todas formas, y a pesar de que merecimos más, nos fuimos con un solitario al descanso. Imágenes del pasado vierten sobre mi memoria. Minutos 93, 94, penaltis tontos, Pablos de la vida … No. Esta vez no. El mundo entero nos contempla. No les podemos fallar.

Y en la segunda parte, sigue el recital. Los suspiros de Abramovich por ese menudo 10 rojiblanco se oyen hasta en mi asiento. Sus estadísticas son mortales de necesidad. Dos lanzamientos de falta, dos goles. Lo que nos hemos perdido. Partido sentenciado, aunque en un clásico de estos, nunca se sabe …

La cosa pinta bien. Al fin un final feliz. A cinco minutos para el final, el tercero. Abramovich firma el cheque. Cuatro minutos después, el Kun se va de uno, y de otro, y de otro … Métela otra vez, Kun. No, que Maxi lleva su fusil. El cuarto. Abramovich añade un cero a su cheque. Ya da igual.

Pedimos perdón por existir. Pedimos perdón por osar jugar el mismo día. Nos flagelamos por tener que autocastigar a periodistas ya que, durante 1 h. h 30’, tuvieron que hablar un poquito de nosotros, aunque sea para decir que el Espanyol no es nada, y que el Atleti gana fácil a la nada, mientras analizaban concienzudamente si CR94 estornudó en el minuto 23 o 24, o si Leo llevaba un cordón más largo que el otro, y claro, así cualquiera …

Que no se repita más. El monopolio no se debe de romper jamás de los jamases. ¿Quién coño nos hemos creído que somos? Pedimos perdón por existir …

EL CRACK DEL PARTIDO: Kun Agüero. Y mensaje para que quien lo quiera entender, lo entienda. “Esta temporada no me muevo de aquí”. “En Junio, ya veremos, si ME QUIEREN TRASPASAR, ME TENDRÉ QUE IR”. A mi me sobra … Y sería injusto no mentar a Reyes. Sensacional. Le falta la guinda del gol. Pero llegará. Así, sí.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: El Espanyol más flojo de las últimas temporadas. Con todos los líos que siempre nos han buscado …

ÁRBITRO: Ni fu ni fá, sino todo lo contrario.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: -13 GRADOS.

Partido de obligadísimo cumplimiento. Al menos esta semana no ha bajado. Que corra el champlán …

¡Ostras! ¿Cómo? ¿Qué están decepcionados? ¿Y eso? ¿Qué no era de éste del partido que esperaban crónica? Jo, ya perdonarán …

23 de noviembre de 2009

Deportivo 2 - Atleti 1. Partido no visto.

No esperéis un sesudo y concienzudo análisis del partido de ayer porque no lo vi. Es una cuestión de principios: no me quiero abonar a ninguna plataforma para ser un número más de seguidor del Madrid o del Barsapasta, y así engordar su “fantástica” idea de esta temporada, otorgándoles (como si no tuviesen ya bastantes privilegios y ventajas ambos-dos) una tarifa plana a sus seguidores mientras los demás tenemos que estar mendigando para ver a nuestro equipo. Lo siento, pero no pienso picar. Yo solo pago por ver al Atleti. Ni más, ni menos. Otra vez será.

De todas formas, yo creo que, sinceramente, releyendo cualquier otra crónica de esta temporada hubiese valido para analizar el partido de ayer. El Kun contra el mundo, individuos que no tienen categoría para jugar en Primera División, como si de un Pablo (cometer ese penalti en el 93 sobre Lopo, gran interior donde los haya, lo dice todo) o de un Perea (cada control suyo es una ocasión de gol del contrario, este tío juega con patas de palo, que os lo digo yo) se tratase, centro del campo inexistente, jugadores desaparecidos en combate como Jurado, esperpentos sobre un terreno de juego como Sinama … En fin. Qué queréis que os cuente que no os haya dicho ya. De donde no hay, no se puede sacar.

Es tiempo, eso sí, de reflexión y de fijar objetivos reales. A la mierda la Champions y quedar antes de Navidad entre los 8 primeros. El auténtico objetivo que hay es salvar la categoría, que esta peli ya la he visto yo ya. Todo lo demás es vender milongas y gilipolleces varias. Hay que intentar ganar todo en casa, y fuera, pues ver la vida venir, como diría mi gran amigo … Y si queremos salvar el orgullo del Club e intentar aspirar a algo, pues darlo todo en la UEFA League (cuya clasificación, reitero, está pero que muy por ver) y en la Copa. Esta debe de ser nuestra línea real, y no otra. Y, por supuesto, prepárense para pasarlo mal, francamente mal. Nos espera una buena.

Y, para conseguir todo esto que digo, claro está, hay que fichar en invierno. Si no tienen pelas, que las pinten, me la suda. Pero hace falta 2 laterales, un centrocampista y un delantero con mínimas garantías para suplir al Kun y a Escándalo Forlán, si es que algún día le da por volver a sus fueros. Ya que no se quiere mirar al filial (donde hay gente que podría perfectamente aprovecharse), pues a ver si en uno de esos viajecitos fantasmas del Sr. Pitarch, nos sorprende con un Gallego de la vida (que parece que ha acertado con ese chaval, eso sí, tendrá 27 tacos y seguirá en el filial, como todos).

¿Qué cómo estoy? Así, literalmente ACOJONADO. Pero acojonado perdido. Y sí, sigo confiando en Quique. Pero si tras 2 semanas de entreno demuestra su equipo la ambición, el saber estar y la organización sobre un terreno de juego que, parece ser, exhibió ayer, debe de ser que, sencillamente, lo que falla es la materia prima. Sr. Cerezo, Sr. Gil. Fichajes o desempolven el póster de Kiko en llamas. Ustedes eligen.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: - 13 Grados.

Nuevo récord histórico-histérico, otros 3 grados menos. Lo malo es que no termino de tener la sensación de tocar fondo y que esto haya llegado a su límite. Tengo un desasosiego por todo el cuerpo que no me deja ni dormir. Decididamente, me estoy dando cuenta de que las heridas que me produjo el Tartiere no me han cicatrizado. Más bien al contrario, ahora mismo mi sangre brota de nuevo a borbotones. Una victoria en 13 partidos, ustedes ya me contarán …

11 de noviembre de 2009

Atleti 6 - Marbella 0. Me hacía falta algo así.

Ver un partido solo, tranquilito, a mi bola. Poniéndome en mi auténtico sitio favorito del campo (justo encima del palco presidencial). En todo el centro. Con ese olor a césped mojado que tanto me encandila.

Sí. Me hacía falta ver algo como lo de ayer. Un partido bien jugado de principio al fin. Sin grandes alardes, pero con juego directo, vertical, presionando como Dios manda, con combinaciones, triangulando, a veces hasta al primer toque, con agresividad, con ganas, con buena predisposición desde el minuto 1 hasta el 90, con ganas de agradar a los 7.000 pibes que ayer acudimos al Calderón.

No. No me he vuelto loco. Sé quién era el rival y la debilidad del mismo. No estoy en Neptuno bañándome ni nada parecido. Pero fijaros cómo les ha ido a otros por ahí. Al fin y al cabo, era un partido trampa, y se jugó como hay que jugar este tipo de encuentros: sin concesiones.

Pero no creo que solo me viniese a mi bien lo de ayer. Imagino que a Quique también, que pudo disfrutar del encuentro más o menos plácidamente (salvo el primer minuto inicial, en el que Pableras hizo una cesión a Asenjo que plantó solo solito solo a un delantero marbellí delante de Asenjo, lento de nuevo en su salida, y que al final afortunadamente tiró el balón incomprensiblemente fuera). El pobre Quique intentaba explicar al central manchego que ese balón había que cederlo con el interior del pie, nunca con el empeine. Probablemente, el central esté todavía preguntando en qué consiste eso del interior de su pezuña, y para qué vale. Como se lo haya consultado al desastroso de nuevo ayer Perea, mal vamos …

También supongo que le vendría bien a Maxi, que ayer jugó uno de los mejores encuentros que uno le recuerda hace tiempo. Cuatro goles como cuatro soles. Estuvo espléndido, motivado y con hambre de fútbol y gol. Le ví más enchufado que nunca. A ver lo que nos dura.

Tampoco le vendría mal del todo al intermitente Jurado. Ayer apareció algo más, y lo que hizo lo hizo espléndidamente bien. Le sigue faltando continuidad en su juego, pero cuando encara a un defensor en velocidad, es letal de necesidad. Y tira con sentido y sabiendo hacía dónde lo hace. Un jugador diferente, para lo bueno y para lo malo. Sin más.

Aprobados generales para Reyes, al que le sigue faltando la guinda del gol, y Domínguez, jugador al que sigo viendo sencillamente incompresible su suplencia en un terreno de juego. En cuanto Quique lo conozca bien, no dudo de que lo empleará tal y como merece.

Y hasta le vino bien también a nuestro Macho Camacho, olvidado y defenestrado miserablemente durante la presente campaña, que, al menos, disputó sus primeros minutos con él.

Por gustarme, me encantó hasta el horario (y eso que llegué con el partido a punto de comenzar), porque vi un montón de chavalería revoloteando por las gradas. Con sus padres de la mano. Como yo fui un tiempo al Calderón agarrado de la mano de mi madre. Así se empieza la afición a esto del fútbol, y no con esos infames horarios chulo-putas de las 22 h. Por una vez, que ellos hayan sido los grandes beneficiados me congratula plenamente.

Y pudieron ser más, que el árbitro se comió 2 penaltis de libro sobre Reyes, cuando no se llevaba ni un minuto de encuentro, y sobre Maxi, ya en el segundo periodo. Da igual. Que ya sé que es el Marbella. Que tampoco hay que pasarse. No nos convirtamos en un Alcorcón de la vida, que va degollando a sus rivales sin piedad. Me hacía falta, sí … ¡Qué bien que me vino el partido de ayer!

10 de noviembre de 2009

Atleti 2 - Madrid 3. Las tradiciones siempre se cumplen.

Una vez más, se disputó el pasado sábado en el Vicente Calderón otro entrañable derbi de ayer y de hoy, en el que se cumplieron absolutamente todos los topicazos habidos y por haber. Y es que las tradiciones están para cumplirse.

Al igual que cuando llegan las Navidades la gente se llena de buenas intenciones y mejores deseos, devoramos sin piedad el tradicional turroncito o el pavo de rigor, en el Calderón, cuando llega nuestro entrañable y amigable vecinito de marras, todo se convierte en una auténtica fiesta para gozo y disfrute del madridismo en general. Porque si ya de por sí es una entidad que tiene a todo un País volcado, con la prensa al completo a su favor y con millones y millones de seguidores en todo el mundo, nosotros no es que tenemos, es que debemos de facilitarles su estancia en nuestra casa de la mejor forma posible para que, cumpliendo con la tradición de todos las temporadas, se terminen llevando el mejor de los recuerdos posibles de nuestro campo.

Así, todo empieza en el pre-partido, en el que nuestros amigos los ACAB, con el fin de facilitarles el acceso a nuestro campo a todos y cada uno de sus seguidores, se dedican a cargar en 10 kilómetros a la redonda contra todo bicho viviente que ose portar con la rojiblanca puesta. Da igual que haya personas mayores, niños, mujeres o Ultras. Todo Dios pilla por igual. El pasado sábado, como no podía ser de otra forma, un servidor se encontraba tranquilamente en un parquecito haciendo su correspondiente botellón de rigor. Viendo que nuestros amigos empezaron a desplegar todo su potencial intimidatorio, decidió pasar de continuar estando en el parquecito y pirarse a un bareto bastante más desplazado de la movida. Dio exactamente igual. A la media hora, ya estaban todos los cuerpos de inseguridad nacional repartiendo estopa a diestro y siniestro, y, lo que me resulta aún más inaudito si cabe, entrando a cargar impunemente al bar donde se encontraba un servidor con sus amigos. Yo me libré de sus porrazos, pero otro amiguete mío no. Y sus gafas de ver creo que tampoco. ¿Y ahora a quién se piden cuentas? Al maestro armero, claro está.

Sigamos con las tradiciones. Centrándome ya en lo deportivo propiamente dicho, hay algo que tampoco puede fallar, y es permitir a nuestro rival vestido de blanco impoluto que se adelante en el marcador sin ni siquiera tener que mancharse de ni una mota de polvo en su traje, y a ser posible rapidito, que no están los tiempos para demasiados sobresaltos. Pues nada. Dicho y hecho. A los 4 minutos Kaká se puso por delante en el marcador, si bien es cierto que dicho tanto jamás tendría que haber subido al mismo, ya que hay una falta previa de un atacante madridista sencillamente flagrante, pero bueno, no pasa nada. Dicha circunstancia se puede considerar dentro también de las tradiciones. Y el que Asenjo no tenga muy claro el cómo debe de estar situado un guardameta en su portería, también.

Para que la cosa siga por su cauce habitual, lo suyo es que los lindos muchachos de rojiblanco permitan que en menos de media hora la cosa empiece a estar medio sentenciada. Así podemos permitirnos el lujo de que ese jugador esperpéntico denominado Marcelo, o expresión chimpanzoidal similar, consiga el segundo tanto en, cómo no, otro balón que se traga nuestro inefable Asenjo de forma lastimosa, o lamentable, o ambas cosas a la vez.

Mientras, claro está, algo hay que disimular, y algún escarceo tenemos que hacer, aunque solo sea para que al día siguiente la gente nos bombardee con las excelencias del portero visitante hasta la saciedad. Forlán y Simao se encargaron, respectivamente, de tomar como suyo ese papel. Y a fe que lo consiguieron.

Para que ya la fiesta sea completa, tiene que venir pronto el tercero, aunque ya sea en la segunda parte, y a ser posible del señorito Higuaín, que el hombre, si jugase más contra nosotros, probablemente sería pichichi e inclusive bota de oro sin despeinarse. Y para eso se encarga nuestro piernas de seda favorito, que no es otro que Perea. Qué manera de controlar el balón y manejarlo. Qué velocidad luego en la persecución posterior tras el argentino. Qué salida de Asenjo dejándole tres cuartas partes de la portería para que remate a placer. El pipita debería de besar por donde pisa el colombiano. Fijo que ya tiene un póster de él y todo. Y firmado. Asenjo se encargó del cuadro y de ponerle luego el cristal.

Y poca historia más. Menos mal que salió nuestro Kun, probablemente, el único jugador de los míos que sabe lo que significa un derbi, y puso las cosas un poco apretadas tras su presencia en el campo. Así llegaron los goles del uruguayo y del propio Kun, que aún inclusive pudo empatar y todo al final, al igual que Simao. Probablemente, hubiese sido ya demasié. Y es que, claro está, lo que ya digo: las tradiciones están para cumplirse. Solo faltaba, vamos …

EL CRACK DEL PARTIDO: Obviamente el Kun por parte nuestra. De los otros paso. Jugaron sin apenas despeinarse. No merece la pena destacar a nadie.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO. Obviamente también, el colega de las piernas de seda. Si tuviera algo de vergüenza dejaría de vestir no solo nuestra camiseta, sino la cualquier equipo de la Primera División española, y con carácter de urgencia. Es un bochorno y una auténtica obscenidad el que un individuo así lleve la rojiblanca puesta. Y ojito con Asenjo, que ya me está empezando a tocar un poco las narices también. Que para detener las previsibles vale cualquiera, y se supone que él es un menda que iba a marcar las diferencias. De momento lo está consiguiendo, pero no el sentido deseado. Que alguien le explique el tema, por favor.

ÁRBITRO: Clos Gómez. Gol del Madrid ilegal (el primero), y para mí expulsión rigurosa del Sergio Gramos (por no decir injusta). Otro que se junta con las tradiciones.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 10 grados).

¿Para qué lo voy a bajar? Lo suyo era regalar el partido, ¿No? Pues nada, ahí lo tienen ustedes en bandeja.

Un último deseo: a ver si es verdad y la prensa madridista consigue cerrarnos el campo por el supuesto mecherazo a Kaká y el desmayo repentino de Pellegrini (que alguien me expliqué con qué fue golpeado o cómo se aventuran a decir dónde está la piedra, por favor). La verdad es que para los ridículos que hacemos en el Manzanares, mejor que se los lleven lejos de aquí. Al menos, ese estadio volvería a recuperar su tradicional orgullo, aunque solamente fuese por unas semanas.

4 de noviembre de 2009

Atleti 2 - Chelsea 2. Contradicciones y estupideces varias.

Sentimiento de contradicción siento hoy. Estoy triste, muy triste, porque nos hemos quedado fuera de la Champions, de manera bastante estúpida, por cierto. Porque es increíble que el equipo que vi ayer de rojiblanco fuese incapaz de hacerle un gol al tal Apoel de Nicosia ese (la auténtica clave de nuestro adiós). Pero estoy contento por la imagen dada frente al probablemente junto con el Barcelona, mejor equipo que pisa ahora mismo un terreno de juego en Europa, por no decir del mundo.

Eso sí, su afición, de lo más decepcionante que ha pasado por el Calderón. ¿Qué quedó de aquella mitología sobre las hinchadas inglesas? Ver para creer.

Fue un partido de los típicos. De los típicos que mereciste ganar, pudiste palmar y al final empatas. Pero está claro que el equipo está mejorando en todo. Está mejorando en orden, en colocación sobre el terreno de juego, en ambición, en intensidad, en confianza (poco a poco, pero va mejorando también en esa faceta).

El Chelsea llegó tres veces, y consiguió dos tantos. Como los grandes, vamos. Uno, en el enésimo balón al segundo palo que nos cuelgan y que un delantero (el estúpido Drogba, tan buen jugador como fiel reflejo de la estupidez humana en su más puro estado, su forma de celebrar los goles así lo confirman) remata a placer. Otro, en un balón que se lleva a trompicones, favoreciéndole todos los putos rebotes (Churrigoles Raúl style). Y otro, que fue al palo tras una falta lanzada, creo que por el marfileño, en una rara parada de nuestro Asenjo, que, a su vez, se encuentra en un extraño momento de forma. Las cosas de Santi, vamos.

¿Y el Atleti? Pues el Atleti jugó bien, bastante bien. Y cuando decidió Quique sacar a un crack de verdad como el Kun por ese atolondramiento continuo y constante de jugador denominado Sinnada Pongolle, enseñamos de verdad nuestras verdaderas uñas. Dos goles como dos soles. Uno de ellos, de una volea inapelable e incontestable que el bueno de Chesc todavía está preguntándose por dónde entró. El segundo, de un saque de falta directo lanzado impecablemente.

Y el caso es que uno recuerda que, una vez no muy lejana en el tiempo, vio en un mundial sub-20 a un menudito jugador, que fue, por cierto, elegido mejor jugador del torneo y creo que máximo goleador del mundo también, así como que salió campeón y todo, lanzando una pedazo de falta que terminó en gol y otra que acabó en un palo. Y se preguntó el por qué extraña razón jamás las lanzaba en su equipo. Pasó el tiempo, y ahí siguió la cosa, en el aire (como tantas y tantas cosas en este bendito Club). Ese jugador es, como no podía ser de otra forma, nuestro Kun, y el que se sigue haciendo esa pregunta continúo siendo yo. A lo mejor Quique se da cuenta también de dicha circunstancia tras lo de ayer. Es un entrenador bastante inteligente, así lo espero.

¿Y ahora qué? Pues después de tanta contradicción, toca el turno de las estupideces varias, a saber:

- Lo mejor que le podía haber pasado al Atleti es caer de la Champions.

- La Europa League no interesa, es mejor que se centren en la Liga y en la Copa del Rey.

- Tras la actuación del Kun ayer frente al Chelsea, Abramovich está completamente enamorado de él y no quiere ni esperar al año que viene, en enero estará jugando en Londres.

Con todas estas bobadas nos van a adornar estos días los periolistos, sin darse cuenta de que:

- Lo peor que le podía haber pasado al Atleti es caer de la Champions. Y lo más triste, añado. Todo un año luchando como un poseso por estar ahí, entre los más grandes, para caer de esta manera tan estúpida como lo hemos hecho. Es para darse de coscorrones contra la pared hasta llegar a medir como Thachkenko, lo menos.

- La Europa League interesa, y mucho. El Club debe de seguir proyectándose por Europa e ir acumulando puntos, por un lado (para luego no llegar a los sorteos con menos puntuación que Belén Esteban en un Master de Economía Empresarial), y tiene la obligación de intentar disputar los mismos hasta el final. Que para eso es el Atleti.

- Llevan traspasándonos al Kun, a Escándalo Forlán o a cualquier bicho viviente que ose destacar en nuestro equipo durante tanto tiempo, que ya cansa y huele el tema. Pasando de mili, pasando de Pili, pasándolo bien.

Así que bueno. Esperemos que se siga confirmando la evidente mejoría del equipo. Que Reyes se siga mereciendo ovaciones (la de ayer, un tanto exagerada, pero es que hay tanta hambre por el Calderón…). Que Forlán, aunque esté tan sumamente deprimente como anda el hombre, al menos siga estando, porque le seguiremos esperando. Que el Kun vuelva a sonreír como ayer y a demostrarnos todo lo que lleva dentro, que es mucho y puede dejarnos en paños menores a nuestra imaginación. Que la defensa siga así, con esa intensidad y esa concentración (eso sí, a ser posible durante 90 minutos, no solamente durante 85). Que la suerte nos cambie un poco, que tampoco andamos sobrados de ellos. Y que ganemos el derbi el sábado, joder. Que ya toca, ya …

PD.- Está crónica se la dedico al perro malnacido que pone los resultados al final del partido en el videomarcador del Calderón. Al menos me hizo feliz durante unos 20 minutos echando cuentas con los colegas como un descosido después del encuentro al indicar que el resultado del Oporto había sido de empate a cero. Espero que le devoren sus sucias manos una manada de hienas hambrientas.

2 de noviembre de 2009

Athletic 1 - Atleti 0. A BASE DE PALOS.

El fútbol es como la vida. Uno no para de recibir palos. Según se levanta de uno, ya va asomando por el horizonte el siguiente. Así de duro puede llegar a ser esto.

El partido de ayer fue buena prueba de ello. Toda una consecución de palos. Primeros 20 minutos fenomenales de mi equipo, con una aptitud y disciplina no vista durante toda la temporada, Maxi que estrella su primer palo en un dificilísimo remate de cabeza, y la siguiente jugada, cómo no, a balón parado, balón a ese agujero negro que tiene mi equipo denominado segundo palo, Javi Martínez se anticipa fenomenal a Raúl García, y gol que te crió. Primer acercamiento con peligro, primer tanto. El palo nuestro de todos los días.

A partir de ahí, mi equipo se descompuso, perdió el norte, aunque estuviese en él, se atolondró, y pasó 10-15 minutos que fueron un auténtico calvario para nosotros, con los jugadores del Athletic que parecían concordes al lado de nuestros tractorcillos. No deja de ser un palo ver a tu equipo cómo por un simple gol encajado puede llegar a transformarse en ese estado de descomposición permanente. Es un auténtico palo.

Se arreglan un poco los muebles, y nos vamos al descanso palmando. Queda tiempo.

Comienza la segunda parte con la misma actitud que la primera. Embotellamos literalmente al Athletic. El balón es nuestro, la posesión del mismo también, desbordamos con Simao, pero no hay nada que hacer, nuestros disparos a puerta tienen la misma intención que la de una monjita haciendo unas yemas de santo. Iraizoz casi pilla un empacho.

Sin embargo, Forlán estaba por la labor. Se inventa un fantástico disparo desde fuera del área. ¿Dónde iba a ir si no? Al palo.

Trankis, no abandonen sus asientos. El Kun también quería lo suyo. Desde fuera del área lanza un zambombazo sencillamente de ponerle a uno los pelos de punta, y, no, está vez no acertasteis. No fue al palo. Fue a la cruceta. Lo que no deja de ser un palo.

El Atleti lo intenta todo, de todas las maneras, de todas las posturas, pero no hay forma de introducirla. ¿Problemas de erección? ¿Eyaculación precoz? Coño, que se me va la polla. Digo la olla. Esto no iba aquí.

Y fin del encuentro. Fin del partido. Otra nueva derrota. Con mejor cara. Con mucha mejor actitud. Con mejoría notable en nuestros defensas. Con movilidad y ganas en nuestros delanteros. Con cierto empaque de nuestros centrocampistas. Quique, tenemos trabajo. Mucho trabajo. Pero confío plenamente en ti. Porque, digo yo que algún día lograremos meterla, ¿No? El caso es que ahora mismo follamos menos que Torrente en un Congreso de Top-Models. Pero nuestra suerte ha de cambiar. Convencido estoy de ello. Aunque sea pagando, joder. Pero nuestra suerte cambiará.

EL CRACK DEL PARTIDO: Pues a mi me gustaron ambas parejas de centrales de los dos equipos. Juanito-Pablo por parte nuestra (los denostados Juanito-Pablo), y Amorrebieta especialmente por parte local. El chaval hizo un auténtico partidazo.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Antonio López está el hombre para los leones (y nunca mejor dicho, sea ya de paso). Su banda es Preciados víspera de Reyes (más minutos para el utrerano, inquiero).

EL ATHLETIC: Mientras les dura la gasofa, y con la motivación especial que tienen siempre contra nosotros (la cual me parece de putísima madre, dicho sea de paso), son jodidos, muy jodidos allí. Eso sí, cuando el fondo físico se les va acabando, sacan todas sus carencias a flor de luz. Y, creedme, son mogollón. Por mucho que diga ahora mismo la clasificación, lo pueden pasar mal.

ÁRBITRO: Ramírez Domínguez. Para mi se come un penalti de libro del dubitativo Asenjo en sus salidas sobre el noble anciano Toquero. Por lo demás, sin complicaciones. No anduvo mal del todo.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: - 10 Grados.

Lo bajo 3 grados más, porque San Mamés era cita de obligadísimo cumplimiento. El termómetro no entiende de sensaciones (que fueron buenas) ni cree o deja de creer en nuestro entrenador. Sinceramente, nunca pensé que llegaría a estar en estas temperaturas puramente Siberianas, pero es lo que hay, es lo que marca, y, por lo tanto, es lo que debo de poner. Hoy seguramente acabemos en descenso. Como no puede ser de otra forma. Recuerden: el termómetro nunca engaña.

En fin. Que el fútbol a base de palos dicen que entra. Pero tranquilos, los Atléticos tenemos las espaldas anchas y duras. Sobreviviremos.

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