28 de septiembre de 2017

Atleti 1 - Chelsea 2. ¡Aguante, Wichi, Carajo!


Tras la importante victoria frente al Sevilla, de la cual no he realizado crónica por motivos que no vienen al caso (problema sexual, más que nada, no me ha salido de las pelotas, vamos, trankis, partido de obligado cumplimiento, el termómetro no se  toca), me gustaría, antes de meterme de lleno con el partido de esta noche, indicar una serie de consideraciones con respecto al nuevo campo, tras haber estado por primera vez el pasado domingo en la grada.
    
    El campo por dentro es una pasada. Se ve de narices, no hay que subir 1500 escaleras para ponerte a una altura similar a la que teníamos en el Calderón. Y sí, por supuesto, los asientos son muchísimo más cómodos y uno puede casi estirar las piernas sin grandes complicaciones. Eso no es óbice para que nos sigamos dejando la garganta en pos de la victoria de nuestro Atleti. No entiendo la incompatibilidad del tema.
   
     La acústica del mismo también me pareció excelente. Lo único es que, no sé por qué extraña razón, escucho al Frente como un poco pasado de revoluciones, como si a un LP lo pusieses a 45 revoluciones por minuto.
     
      Los video marcadores bien también, se ven de puta madre. Y la visibilidad, al menos desde mi sitio, es fantástica, no tuve ningún problema en distinguir a los jugadores (y eso que veo menos que una polla metida en un termo).

     Por fuera es otra cosa. Un tanto feucho y desangelado. Demasiado descampado. Aunque, imagino, eso con el tiempo irá mejorando. Los baretos de toda la vida pillan lejos, esa es la verdad. Así que las previas habrá que hacerlas bien tochas, porque claro, ahora se está de puta madre por allí tomando minis en las carpas de por ahí, pero cuando empiece el invierno a hacer de las suyas (que llegar, señores, llegará) a ver quién es el guapo que anda tan tranquilo dando rulos de un lado a otro del campo.

     Hecho muchísimo de menos tanto los puestecitos de venta de bufandas y demás (que daban un montón de ambiente a los alrededores) como, sobre todo y especialmente, la colocación de las pancartas de las distintas peñas dentro del campo. Esperemos que todo esto se vaya mejorando también.
     
     Lo de las carpas … demasiado ambiente erótico festivo, aunque si a la peña le mola, pues es lo que hay. Eso sí, por favor, la del Fondo Sur, al menos, que tenga la decencia de que acabe el partido antes de ponerse a “pinchar” de nuevo, coño. Los últimos minutos son sagrados, y todos debemos de estar a lo que estamos, a saber, dejarnos las pelotas para que ganemos. A mi el otro día me terminó distrayendo mogollón el escuchar la música de fuera durante los últimos 5 minutos. Eso hay que erradicarlo ya. Sí o sí.

      La famosa iluminación por la noche. No me pareció nada del otro jueves (máxime después de haber visto imágenes de la del Nuevo San Mamés o de la del campo del Bayern). Encima, salir de allí en una zona que no terminas de conocer y tan sumamente tétrica señalizada fue toda una puta odisea. Supongo que estaría abstraído por la victoria en el último instante del Chelsea, pero quise ir a Canillejas (porque a la famosísima  estación del Metropolitano, llena de accesos y tornos, y demás … ¡no dejaban entrar porque no había trenes! – ver para creer-), y acabé … en Simancas … y Gracias. Así que llegué a casa a la friolera de las 00,45 h., en un partido que a las 22,30 h. se acabó. Tengo mucho que depurar en este aspecto, qué duda cabe. Pero al club, decirle que algún cartel que anuncie algo y que esté un poco más iluminada la zona, que no se veía un puto pijo por ningún lado, igual algo me ayudaría (yo me doy por imposible, pero seguro que otros sí que lo agradecerían cantidad. Que funcione la estación más cercana de metro, ni les cuento. Tranki, ni se molestarán, ya me buscaré la vida mejor la próxima vez … Qué puta pesadilla L


¿Y el partido, qué? No era nuestra noche. Fue la noche del Chelsea, que hizo un partidazo sencillamente descomunal. Durante 80 minutos, hizo con nosotros, prácticamente, lo que quiso. Maravillosamente plantados en el campo, tácticamente impolutos, genial el pichoncito Marquitos, brutal el Kanté, o cómo un pibe solo puede adueñarse de todo el centro del campo sin morir en el intento, exhibición portentosa de Hazard (¡qué pelotero más descomunal, no di crédito!) y el dolor de cabeza constante que fue Morata (Lucas hizo lo que pudo, Godín, el hombre, ayyy, Godín), hacía tiempo que no veía a un equipo que me impresionaba tanto como ellos. Hacía tiempo que al Atleti no le remontaban un partido. Hacía tiempo que no palmábamos un encuentro en el último suspiro (putas finales de mierda aparte) tras una maravillosa jugada, al más puro estilo balonmanístico, de todo el puto Chelsea, que movió el balón de un lado al otro del área, con paciencia, con precisión, hasta que encontró el resquicio, penetró por banda, fantástico pase de (¿Bayaloko? ¿Willians? ¿Kante? ¿Moses? ¡Qué más da … Un indomable negrito de esos que no había manera de frenarlos, y un tal Batsuhayi remachó sin piedad. Antes, Conte ya había firmado el empate quitando al brutal Hazard y al dichoso Morata. Aún antes, el propio delantero madrileño remachó de cabeza un excelente centro de … siiii, Hazard, que batió de forma inapelable a Oblak , poniendo el empate en el marcador. Antes, durante y después, tanto Koke como Griezmann coleccionaron cantidad de pases sin ton ni son, siempre al contrario, siempre un segundo tarde dados, siempre encontrando a un Blue mejor colocado y anticipándose. Antes, también, debió de salir Gabi al terreno de juego, que Thomas andaba con tarjeta y no estaba el horno para bollos. 

Los más optimistas nos las prometíamos algo felices tras saber que el Atleti se adelantó en el marcador con un tanto de Griezmann de penalti, al borde del descanso. Algunos, ingenuos, creyeron que si Saúl no hubiese fallado el tanto posterior que falló a puerta vacía, la cosa hubiese cambiado. Ya les digo yo que no. Que el Chelsea fue a su puta bola durante todo el encuentro. Lo dominó de principio a fin, de cabo a rabo, en todas las facetas del juego, en velocidad, presión, anticipación, desborde, remates desde fuera del área (vaya tirazo de Hazard al poco de comenzar el partido que repelió el palo), vaya ocasiones que tuvo Morata, alguna salvada por la mano de hierro de Oblak, otras porque Lucas logró obstaculizarle lo justo cuando ya se mascaba el gol en su remate final, el tanto a puerta vacía que falló en la segunda parte Cesc. En fin … No sé cómo estará esta peña en primavera, que es cuando realmente uno se juega la tostada, pero a mi lo de ayer me pareció, al fin, un auténtico equipo Campeón Inglés de verdad. Pero que muy campeón.

Eso sí, Thomas, probablemente, jugó su primer partido cañero de verdad. Lucas ha jugado alguno más, pero tampoco tantos. Saúl y Koke siguieron sumando (muy destacable el primero, absolutamente desafortunado el segundo). La experiencia, fue positiva. Por cierto, que no se me olvide, detallazo final de Courtois dándose la vuelta a todo el campo, aplaudiéndonos a rabiar y devolviendo todo el cariño que le seguimos dando, entrega de su camiseta en el Fondo Sur Incluido. Siempre uno de los nuestros, mi querido Erasmus favorito.

En definitiva, tenemos que seguir creciendo. No siempre va a estar Griezmann tan sumamente torpe (de nueve no puede jugar jamás, en su defensa, conste). Y estoy convencido de que lo vamos a seguir haciendo. Ayer no nos ganó cualquiera. Nos ganó el mejor. Como tu, Wichi. Y los mejores, siempre se merecen lo mejor. Ayer, los ingleses, hicieron historia en nuestro campo, pero esto no está dicho. Porque los Atléticos jamás nos rendimos, Wichi, y lo sabes. Así que, hermano, tuviste lo excelso, y lo vas a volver a conseguir. Lo tienes todo para hacerlo. Un solo grito terminó atronando el Metropolitano ¡Aguante, Wichi, Carajo!

21 de septiembre de 2017

Athletic 1 - Atleti 2. San Mamés, Eterno Atlético.



Sigo diciendo que es uno de mis encuentros favoritos de la temporada. Uno de los pocos reductos que quedan por ahí en los que el fútbol sigue teniendo ese sabor intrínseco y genuino de este deporte del que tanto me enamoré. Me gusta su ambiente (hostil pero, en su mayoría – cabestros aparte -, respetuoso), me enrolla su filosofía, me encanta su forma de encarar sus encuentros en su casa, y me van sus señas de identidad. Es un campo que nos va cantidad. A los rockeros siempre nos ha ido la marcha. En el viejo San Mamés hubo de todo: memorables actuaciones nuestras (Paooolo, Paoooolo Futre … Futre) con grandes varapalos sufridos en nuestras carnes. En el nuevo, solo hay un dueño y dominador del cotarro. Como ellos mismos cantan (ya les corrijo yo, tranki) … “Solo hay un Atleti … Atleti de Madrid”.

Ayer el Athletic, sabedor de nuestra superioridad, salió pero no salió. El respeto del que no se fía en exceso. Del que sabe que “cuidado … esta peña nos la termina jugando siempre”. Por su parte, el Atleti, salió en su más puro estilo (camiseta megafashionhorterayesquetecagasboys aparte): controlador, apostando por gente alta atrás para controlar el poderoso juego aéreo del rival, y el rodillo, poco a poco,  que ya se irá poniendo en marcha.

San José, a los 10 minutos, se encontró con un balón controlado dentro del área, pero, fue como si hubiese recibido una raqueta de pádel en vez del susodicho: estuvo torpe, lento, no supo qué hacer con él y Godín le robó la cartera con una facilidad insultante. Poco después “Don Raúl todo lo que haces lo haces bien García” empezó a decirnos que su mejor manera de respetarnos es la de ir a nuestra yugular como solo él sabe hacerlo. Sin embargo, para Oblak, el hombre impasible, simplemente es uno más. Se ataja el balón y a otra parada, calatrava.

El rodillo colchonero del Manzanares, a partir de ese instante, empezó su actividad. De primeras, Gaitán aprovechó un regalo del imberbe Nuñez, se internó en el área, pero su buen remate cruzado lo repelió el palo. Otro como Vietto: entre que no tienen muchas luces, y la suerte tampoco se tira el rollo con ellos … Poco después, Koke empezó su incansable recital de fútbol hasta que acabó el encuentro, cedió un balón magistral a Griezmann, este remató bien, pero Kepa paró mejor, mano a mano con el francesito. Señores, ahí hay portero.

Hablando de porteros. Y casi al borde del descanso, Estrada decide tomar cartas en el asunto, se disfraza como mejor creador de fútbol del Athletic, y se inventa un penalti de Luis Filipe que se disponía a transformar un tal Aduriz, no sé si les suena de algo. El penal iba bien. Fuerte, ladeado. Pero Oblak, con su brazo indestructible de acero puro, realizó una parada sencillamente estratosférica. Una más. Otra de tantas. Lo diré hasta que me muera: el trono de hierro es tuyo, Jan.

Descanso, y el Atleti salió reconocible. Como es el Atleti del Cholo en las segundas partes. Se adueñó por completo del centro del campo, y se empezó a mascar el gol. Como a Estrada vio que no le dio resultado el asistir a los delanteros del Bocho, le dio por marcar estrechamente a nuestro jugador más determinante, Griezmann. Ya le anuló un tanto legal en la primera parte (un señor golazo de chilena, por cierto) porque, como no ha debido jugar al fútbol en su puñetera existencia, no sabe distinguir la diferencia entre que te coma la  tostada Godín o que cometa falta. Así que al francés le dio por asistir, y a fe que lo hizo. Su pase a Koke a los 10 minutos de este segunda parte fue sencillamente solo para elegidos. La inteligencia de nuestro canterano ante la estupenda salida de Kepa fue brutal, cediendo el balón al primer toque. Correíta solamente tuvo que empujarla a puerta vacía. El argentino, suma y sigue. Tres chicharros ya. Bien, Angelito, bien …

La cosa parecía medio sentenciada. A falta de un cuarto de hora, saque de banda de Giménez (chico para todo, futbolero total), peina Saúl, toque sutil de Antoine viendo el desmarque de Carrasco, control sublime del belga, y definición precisa y concisa cruzando el balón ante Kepa. 0-2, y el rodillo rojiblanco dispara sus pulsaciones. Máxima tensión.

Poco más. El Athletic ya tiró de Athletic, es decir, de raza, se quitó el miedo de encima, consiguió un tanto Williams (¿Qué pinta este muchacho en el banquillo?), bien anulado por fuera de juego, mientras que Raúl García, Don Raúl, el hombre que todo lo que hace lo hace bien, reitero, demostró que él jamás se rinde, nos avisó con una volea dentro del área que pasó lamiendo el larguero, para que, en el descuento, consiguiese lo que muy pocos consiguen, batir a Oblak en su más puro estilo: remate seco, rápido y al corazón. Si nos tiene que meter un gol alguien, quién mejor que él. Da igual. Seguirá teniendo mi mayor de los respetos y consideraciones posibles. Siempre en mi corazón. Eso sí, su espíritu indomable no sirvió para derrotarnos. Y es que, San Mamés, el nuevo San Mamés, quiere ser Eterno Atletico. Y, de momento, lo es.

EL CRACK DEL PARTIDO: Me alegro del despertar de Griezmann, pero el premio mayor se lo llevan Oblak (quién si no) y Koke, que estuvo inconmensurable durante casi todo el encuentro. Pero qué listo que es … Por parte local, nuestro penúltimo mítico ocho, y la estupenda labor del señor Estrada, que no se me olvide.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Cri cri cri … Cantaba el grillo sin cesar.

ÁRBITRO: Estrada. Un puto desastre. Ya os lo he contado. Nos anula dos tantos legales de Griezmann (uno por falta de Godín que no es, otro por fuera de juego de Griezmann tras remate de Carrasco que tampoco lo es), todo esto aderezado por un penalti de Luis Filipe en el que toca el balón previamente, es decir, no hay penalti (aunque su despiste igual sí que mereciera la pena máxima). En fin …

TERMÓMETRO ROJIBLANCO ( -2 GRADOS).

Ahí lo tienen , señores. Lo subo un par de grados. La algarabía del pueblo no tiene parangón. ¿Ven cómo es un termómetro justo, ecuánime, equilibrado? ¡Arrodíllense todos ante su poder, miserables lacayos!

Y el sábado viene el Sevilla. Segunda etapa de nuestro Tourmalet particular de estas 2 semanas. En nuestro Metropolitano. Gargantas aclaradas, banderas al viento … “O del Metropolitano, donde lloraba mi Abuelo, con mi Mamá de la mano”

17 de septiembre de 2017

Atleti 1 - Málaga 0. Comienza el gran desafío.



Todos los que estuvieron ayer en el Wanda (yo no fui, abono compartido con mi amigo del alma el Abu, gracias por todo, compañero, a mi ahora me esperan Sevilla y Chelsea, respectivamente) imagino que se sintieron un poco miserables porque parece que el ir allí fue como traicionar un poco tu barrio de toda la vida, tu gente, tu casa, tu hogar, dónde jugabas arrodillado en el suelo a las canicas,  el único sitio que concibes como tuyo en realidad. Pero no. No es así. El gran reto no es ese. El gran reto es convertir este nuevo campo (feucho a más no poder de día, tendré que verlo in the night, esplendoroso por dentro) en otro Calderón más poderoso y fortalecido (Niño Torres dixit, credo supremo habemus). Por eso mismo jamás tenemos que olvidar nuestras raíces, nuestra aluminosis, nuestros bancos de cemento, los de madera, las avalanchas en el Fondo Sur, hasta ese biruji que siempre impregnaba nuestra amada orilla del Manzanares. El gran reto es traspasar todo ese Espíritu hacia el Metropolitano, y hacerlo aún mejor. ¿Jodido? Sí. ¿Imposible? Ni de coña. Cuando una cosa depende exclusivamente de uno, impossible is nothing. Y esta depende de nosotros, los Atléticos.

Os cuento mi visión por la tele (el próximo finde toca la de dentro, frente a mis entrañables virutas). De primeras, a uno le parece que el Atleti anda jugando en Wembley una final. El estadio se parece un huevo y parte del otro al mítico campo inglés. Eso sí, una final con las gradas abarrotadas a más no poder la rebosar de Atléticos emborrachados de felicidad, orgullo y satisfacción, con sus banderas vintage al viento. El estreno de este nuevo estadio manda un mensaje al mundo muy claro: el Atleti quiere dar un paso de gigante en cuanto a grandeza se refiere. Lo reconozco, es así (los que me siguen, saben que jamás he apoyado ni justificado dicho traslado). Y puede que funcione el tema. Si a los delincuentes del palco les da por ello, y si la masa social, reitero, sin olvidar jamás nuestras raíces y valores, sin acomodarnos nunca sobre nuestra cómoda butaca, seguimos en nuestra línea, el tema puede funcionar.

¿El partido de ayer? Pues muy sobre el guión de lo esperado por mi parte. El Málaga como siempre: un puto hueso que hay que roerlo con paciencia y sabiduría (no me disgustaron para nada, a pesar de lo que diga su clasificación). ¿El Atleti? Pues como cualquiera que pasa de su pisete de Carabanchel y se va un chalet de la hostia en La Finca. Un tanto incómodo, sin encontrar el sitio, dominador, sí, pero poco creador, y poco acostumbrado a desenvolverse en unas dimensiones tan gigantescas como parece que tiene nuestro Metropolitano, que, por momentos, me pareció inclusive hasta más grande el terreno de juego que el del Camp Nou.

Así que, mientras todos esperábamos el ansiado primer gol de Koke, de Saúl, de Lucas o de Thomas, el que primero casi logra es otro excelente canterano nuestro, Mister Borja Bastón. Menos mal que el único que ni siente ni padece es nuestro estupendo Oblak. A ese se la suda el mundo. Él vive en el suyo, y solo tiene una consigna: portería a cero. Punto. El paradón que le hico al bueno de Bastón, de enmarcar. Mano de hierro, el trono es tuyo, Jan. Rey de reyes.

El único que alborotaba un poquito en el  Atleti era Correa y, sobre todo, el incisivo Juanfran, que se hartó a subir y a bajar como en sus buenos tiempos, es decir, como desde que está en el Atleti.

En la segunda parte, el Cholo sacó al tan exasperante como irresistible Carrasco, y la cosa cambió. Ya saben lo que es nuestro personaje favorito de “Hombres, mujeres y viceversa”: valiente, veloz, vertical, encara, nunca se esconde, pero, a veces, regatea a una hormiga por aquí, a otro ratón por allá, hace la pared con su sombra, y, al final, pierde el balón … Por supuesto, en vez de ir como un poseso a recuperarlo, se queda en vestuario maquillándose de nuevo y comprobando que ningún pelo se le haya salido de su molde preestablecido. Ya habrá un Gabi por ahí que se encargue de recuperarlo, ya …. Ayyy, Yannick de mis entretelas.

Minuto 16 de la segunda parte, Correíta hace de las suyas, confirmando que esta temporada parece que “sí es sí”, le cede un balón de oro a Antoinne, y golito de Griezmann que  te crio. El francés andaba en la línea de sus últimos encuentros, a saber, exasperante  a más no poder. Pero, ésta la enchufó, y confirmó mi teoría de que si ha metido el primer gol en el Metropolitano, es porque terminará haciendo historia, y de la grande, con la rojiblanca puesta. Llámenme loco. Me la suda. Convencido estoy de ello.

Antes Saúl, el propio Carrasco, Koke … quisieron llevarse tan magnífico honor. Pero no les tocó. No hay problema. Hay muchos renglones de oro todavía por manuscribir. El Atleti acabó muy cansado, tanto del recital de Roma como de los kilómetros que hay que hacer ahora en el Metropolitano. El Málaga sacó a un tal Rolán y nos complicó mogollón en el poco rato que estuvo. Menos mal que, recuerden, nuestro Oblak ni siente ni padece. Que ahí no marca ni Dios, y punto (nueva mano salvadora al canto).

Así que nada. Primeros tres puntos conseguidos en nuestra nueva casa. Primera demostración al mundo de que queremos mudarnos a la nobleza más exquisita. La clave será esa. Que no se nos suban los humos a la cabeza. El gran desafío.

EL CRACK DEL PARTIDO: Excelente Lucas (haciendo olvidar al más que olvidable Señor de la Uña), Correa sigue en buena onda, pero yo se lo doy al hombre que susurraba a los delanteros: Jan Oblak. Y ojito al tal Rolán ese del Málaga. Buena pinta tiene, por Dios.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Ese pobre Calderón triste, solo y vacío. Más melancólico que nunca. Aún se me pone un puto nudo en el corazón, me cago en la puta …

ÁRBITRO: José María Sánchez Martínez. Original nombre que tiene el colega dónde los haya. Dudo mucho que haya alguien más que se llame así. Sin complicaciones.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 4 GRADOS).

No vamos a empezar por jugar en nuestra nueva casa dando regalitos gratuitos. Al contrario. Ahora costará aún más si cabe cada grado que consigamos. Átense los machos, señores …

Y, el miércoles, partidazo al canto en el Nuevo San Mamés. Partido de los antiguos, de copa de coñac, puro y visera de cartón gris con goma de plástico. Paseo de los Melancólicos, Manzanares, cuánto te quiero ….

13 de septiembre de 2017

Roma 0 - Atleti 0. El Atleti cristianiza a la Roma.


No tengo ni idea de si los seguidores de la mítica Roma serán muy creyentes o no, pero, imagino, tras lo de ayer, su fe será ciega en Dios, en los Apóstoles, en todos los Santos, en el Papa Francisco, que para eso vive allí, y en un tal San Allison, que se marcó un partido memorable frente a un rival muy potable en la primera parte, sencillamente extraordinario en la segunda: el Club Atlético de Madrid. Si ya en Italia el respeto que hay por nuestro equipo es máximo, tras la exhibición de ayer, ni les cuento.

Porque el Atleti lo hizo todo bien (o casi todo, vamos). Salió mandón, imperial, avisó a los dos minutos en una contra llevada por el maravilloso Filipe Luis, que Saúl, brutal toda la noche, estrelló su remate en el palo. Reaccionó la Roma, pero inquietar, solamente lo hizo en un remate del mohicano Nainggolan, en una gran acción a balón parado de los italianos, que Oblak logró detener de forma sublime. Dos méritos tienen esta intervención: el primero, que tenía delante de él más gente que un domingo por la mañana pulula por el rastro. El segundo, que atajó el balón, no lo rechazó. Muy grande el Señor Jan.

Poco después, Thomas volvió a adueñarse del centro del campo, y ya no lo soltó durante el resto del partido. No quiero anticiparme a análisis llevados por un exceso de euforia, pero el africano tiene ahora mismo una pinta sencillamente impresionante. Así se produjo una de las ocasiones más claras de la noche, justo en la siguiente jugada que la ocasión mencionada anteriormente por parte de los italianos, en una contra muy bien llevada, en la que Vietto dejó pasar el balón lleno de clase sobre Koke, y éste, completamente solo y con el portero batido, remató a puerta, pero apareció San Manolas (otro que se unió al Santoral), y abortó el tanto cantado. El posterior remate de Griezmann ya lo sacó Su Santidad Allison. Vietto vs. Griezmann. El argentino lo intenta todo, pero le sale muy poco. Aún así, considero que el fútbol está siendo un poco injusto con él. Todo lo contrario que, en lo que va de temporada el francés, intenta poco, y le sale menos. Preocupante. Lo único preocupante del Atleti ayer fue eso … Antoine Griezmann. Le necesitamos como el comer.

Mientras tanto, el único que se apiadó un poco del Atleti fue el árbitro Mazic, que se comió un penalti de libro de Vietto, por una mano tan absurda como tan claro fue el gol que tuvo el argentino nada más comenzar la segunda parte, en otra majestuosa asistencia previa de escuadra y cartabón de Saúl, que Luciano intentó picar su remate final sobre Monseñor Allison, pero que si quieres independencia, catalina. Ya en la segunda parte, el susodicho íntimo amigo de Don Radomir pudo pitar un posible penalti de Juanfran sobre Perotti, porque a esas horas ya andaba intentando hacerme el harakiri directamente. Hubiese sido el colmo, vamos …

El Cholo se unió a la fiesta, tiró de Carrasco (que también se topó con el dichoso portero, en un zapatazo brutal suyo desde fuera del área), tiró de Correa, que sigue sumando mogollón cada vez que juega, tirando de recursos cancheros rematando de puntera una gran acción individual suya dentro del área, pero que también se topó con … ¿Quién? ¿Adivinan? Siii, Mister Allison. Elegí mal día para dejar de beber.

Y, si todo este les resulta poco, minuto 93 de juego, córner fantástico que saca Koke, Saúl (que tuvo otra en el principio de este segundo periodo también clarísima, se confió rematado en su remate, no, si no doy abasto contándoles ocasiones) remató de cabeza abajo, ajustado al palo, y Allison sacó una mano prodigiosa, dejando el balón muerto de nuevo a Saúl, que, remató a bocajarro, sin portero, a puerta vacía, desde casi el área pequeña, pero el balón fue al palo por fuera y se acabó la fies. La fe de los romanos tiende a infinito. Música celestial les guio ayer a esta gente. En fin …

El resultado es bueno. El juego, uno de los mejores partidos que yo le recuerdo al Atleti en años. ¿Los goles? Llegarán. Jugando así llegarán. Yo no tengo ni la más mínima duda al respecto. Así que no desesperen.

Y el sábado, el debut en nuestro nuevo templo. Muchísimas dudas me albergan bastantes cosas de este nuevo campo (pintaza de maravilloso por dentro, pero por fuera) … Y habrá que ver cómo llegamos al mismo. Y cómo se accede. Promete ser un puto caos, pero bueno. No adelantemos acontecimientos. Aún así, pese a quién pese, siempre seguiré silbando mi melodía favorita … Yo me voy, al Manzanares, al Estadio Vicente Calderón ….

11 de septiembre de 2017

Valencia 0 - Atleti 0. Demasiado miedo, demasiado respeto.


Y el caso es que el partido no fue malo del todo. Ambos emplearon sus mejores armas: las conocidas del Atleti, intensidad, buena presión, concentración, orden, espíritu de sacrifico y lucha. Y las desconocidas hasta ahora del Valencia, pero que sí que suelen llevar el sello de identidad de los equipos de Marcelino, es decir, prácticamente las mismas. Son equipos fiables, escuadras potentes, pero que considero se les debe de exigir un puntito más a la hora de atacar. El uno, por ser un histórico y jugar como local. El otro, por serlo aún más y no empezar ya tan pronto con la sangría de puntitos que me voy dejando por allí y por allá.

Ocasiones claras, que yo recuerde, una de Vietto, y poco más, la verdad. Por parte local, achuchó un poquito al final pero tampoco pasamos excesivos apuros. ¿Conclusión? Escribir de partidos así resulta altamente complicado (o sencillo, según se mire, que tampoco tengo que estrujarme demasiado los sesos). Quizás los valencianos hayan quedado más contentos con el encuentro. Van a ser altamente competitivos, lo tengo claro. Especialmente ilusionante me pareció el nombre de Kondogbia. Pero yo al Atleti del entrenador mejor pagado del mundo considero que hay exigirle un bastante más. Porque sí. Así se compite. Pero vencer es otra cosa. Demasiado miedo, demasiado respeto.

EL CRACK DEL PARTIDO: Lucas, por parte colchonera, y Kondogbia, por parte local.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Muy flojitas ambas líneas atacantes. Blanditas, blanditas …

ÁRBITRO: González González. No tuvo mayores complicaciones.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 4 GRADOS).

Efectivamente, no va nada  bien la cosa. Era partido de obligado cumplimiento (si es que queremos realmente hacer algo importante, claro, que para deambular por la zona de nadie es un fantástico resultado).

Y el martes, todo un Roma-Atleti, partido de Champions de verdad. Imagino que el aborregismo Calderoriano seguirá pasando por alto los continuos desplantes, desprecios y exabruptos que nos dedica nuestro nunca lo suficientemente bien apedreado de nuestro presidente  y sus continúas ofensas hacia el que tiene alguna neurona más que otra que él. Que sigan por ese camino, que sigan. El tema de las plaquitas va a resultar de lo más divertido que se haya visto en años. Lo que nos vamos a reír … Jugadores, jugadores, hemos venido a ganar …

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