26 de febrero de 2015

Bayer Leverkusen 1 - Atleti 0. La remontada empieza ya.


El rival.
Pues a mi me encantó el Leverkusen, la verdad. Oí que en defensa era un equipo muy flojito, pero  como el Atleti no les exigió prácticamente nada, habrá que  esperar al  Calderón, a ver que pasa. Lo que sí que  os  puedo decir es que me dio  la impresión de que los  alemanes tenían  esta  fecha  marcada en su calendario, y se la prepararon en conciencia, recordándome en bastantes ocasiones una muy buena versión de nosotros. La presión que nos hicieron fue bestial. Conocían nuestro punto débil en nuestra banda izquierda, violándola  constantemente mientras el brasileño estuvo en el campo (es flipante, pero fue la primera vez que me alegro de una lesión de un jugador de mi equipo tras la su caraja de ayer … una más). También sabían quién manejaba el cotarro a la hora de contruir el juego, y cada vez que el pobre Turán cogía el balón acudían  como fieras hasta 3 y cuatro tíos en su búsqueda. Además, jugaban al balón muy requetebién, con velocidad, raseando el juego y cuando salían  a la contra era sencillamente espectacular ver como hasta 6 y 7 tíos salían a toda pastilla a la velocidad de la luz. Por si fuera poco todo esto, fueron dueños absolutos de todas las segundas jugadas que proporcionamos. Un equipo muy a tener en cuenta. O, como bien titula Iñako, una puta pesadilla. Un solo pero en los alemanes: incomprensible cómo quedándose el Atleti con 10 y ya con 1-0 en el marcador, no fueron a rematar la faena, aunque, bien pensado, eso en mi pueblo se llama respeto. Nos tienen mucho respeto.

Sus nombres propios.
Leno. Menudo paradón se cascó el menda al borde del descanso en un remate a bocajarro de Tiago. Su mano fue prodigiosa.
Papadopoulos. Un defensa recio y de esos que impone respeto. El careto del menda acojona, además. Tipo duro, si señor.
Spahic. Este es el que estuvo en el Sevilla. Tuvo dos excelentes ocasiones, una a los 11 minutos que sacó Mandzukic bajo palos, y otra a los 27 que dio en la mismísima escuadra tirando desde a tomar por culo y creo que también desviando Moya.
Castro. Español. Yo no le conocía de nada, pero el centro del campo fue suyo. Muy buen jugador también.
Bellarabhi. El que más me gustó de todos. Su despliegue físico fue portentoso. Le quitó un balón a Griezmann en la primera parte cuando el francés se iba en velocidad (y señores, que estoy hablando de Griezmann, que es una puta flecha) en una carrera casi de 80 metros que se me cayeron las pelotas al suelo. Jugó que te cagas, participando en el gol cuando le dejó el balón al Calhanoglu (ya empezamos con los putos nombrecitos) de tacón, para que remachase el tanto ya en la segunda parte. Un jugador sensacional.
Calhanoglu. Metió el gol a los 56 minutos con un obús que le dobló las manos a Moya. Ojito al colega este también.

El Atleti.
Hay una cosa que ha dejado de ser una sospecha para convertirse ya en una evidente realidad. El equipo está mal, tirando a muy mal, fuera de casa. Ya son muchos partidos así. No sé. Ayer, por ejemplo, como bien me dijo mi amigo Rafita, el centro del campo no existió. Y si no existe el centro del campo, implica que nuestra delantera tampoco existe, porque para que sea peligrosa  necesita que la producción del juego funcione.  Igual le echo de menos en exceso, pero para este tipo de partidos ya no tenemos a Diego Costa, capaz él solo de generar situaciones de peligro. Hay  que darse cuenta de esto si como  visitantes queremos comernos un saci.
Otro apunte es que hemos perdido nuestro poderío también a balón parado. Los córners los saca extrañamente Griezman, cuando no se sacan en corto :-¿. No entiendo el por qué se ha dejado de aprovechar nuestro dominio en el juego aéreo. Ya sé que la baja de Koke condiciona un huevo, pero coño, es que hemos pasado de que nos saliera todo a no salirnos nada. Absolutamente nada.
Además, ayer, por ejemplo, jugamos como si en nuestras botas tuviesen una puta cuña en la bota. Todos los balones extrañamente se bombean, no se rasea prácticamente ninguno (excepción hecha de Arda),  en defensa también hemos perdido contundencia (Miranda no está mejorando a Giménez) y, como ya he dicho anteriormente, el dominio de la segunda jugada también se nos ha esfumado, algo importantísimo no, lo siguiente, si no queremos pasar apuros. Mencionar la citada ocasión de Tiago, otra que cabeceó Griezmann a los 8 minutos de juego y una de Torres ya en la segunda parte que remató extrañamente a las manos cuando estaba en inmejorable ocasión para fusilar (le faltó instinto asesino al Niño, siempre le ha faltado, la verdad). Decepcionante, muy decepcionante el momento en el que estamos, reitero, fuera de casa.

Nuestros nombres propios:
Moya. En los balones cruzados aéreos no se entera de ninguno.
Siqueira. Es como el que lanza un dado a una ruleta. Ni puta idea de por dónde te va a salir. Pero cuando sale chungo …
Gabi. Horroroso partido el suyo. Pero horroroso.
Arda. El único que intentó jugar al fútbol ayer.
Saúl. Putas lesiones … Brrr.
Tiago. Vaya expulsión la suya. Que tenemos 553 tacos en los huevos, hostia …
Ansaldi. ¿¿Es que su cesión acababa en Enero??
Simeone. Quiero pensar que quitó a Arda por Torres porque el turco andaba tocado.
Cani. ¿Para qué hostia puta hemos fichado a Cani?

Árbitro:
Un tal Pavev. En su mundo.

El Calderón.
Hay también una realidad evidente: el Atleti en casa juega bien, tirando a muy bien. Si salimos con la concentración que debemos de afrontar esta eliminatoria, y utilizamos nuestras armas, con nuestro público como sé que va a estar, pasaremos. Ni bajas ni hostias. Pero hay que tomarse esto muy en serio, leñe. ¡La remontada empieza ya!

22 de febrero de 2015

Atleti 3 - Almería 0. El Campeón no se rinde.


Sí. Este partido era fundamental para terminar de armarnos bien teniendo en cuenta las próximas batallas que se nos avecinan y el Atleti lo resolvió con eficiencia, saber estar y un especialmente brillante primer tiempo. La salida fue fulgurante de los colchoneros. ¿Nuestras características? Las de siempre: alta presión, perfecta colocación sobre el terreno de juego, velocidad supersónica en el mismo, gran manejo del balón y nuestros soldados que corrían la banda andaluza asaltando las mismas una y otra vez, todo ello manejado por el fantástico Arda y utilizando nuestra despiadada pareja de ataque como son Mandzukic (que cuando tiene a Griezman a su lado multiplica su rendimiento por momentos) y, el entusiasmante Antoine, que es, eso, un jugador sencillamente entusiasmante.

A los 12 minutos de juego, MIster Lahoz (Clint Eastwood dentro de las áreas, Sor Virtudes fuera de las mismas) no alcanzo a creer qué pollas vio sobre el área visitante pero el caso que pitó penalti. Parecía que lo iba a tirar Griezmann, pero Mandzu, indignado, le dijo que no, que tranki chavalote, que  ya tendría su momento de gloria, y que ese le pertenecía a él, joder.  Transformó el penalti con la facilidad con la que un colegial se come un donuts a la hora de su merienda. 1-0 en el marcador. De verdad, no me pidáis más detalles sobre el penal porque no he visto la tele y desde mi posición en el campo no logré atisbar absolutamente nada, ni a nuestro favor ni en nuestra contra.

Diez minutos después, empezó la exhibición de Griezmann. A los 20 minutos de juego, una fantástica contra colchonera atisbaba el horizonte ¿Protagonistas? Super Mario, que dio un excelente pase en profundidad a su compañera de baile, y Antoine, que se fue como una flecha fulgurantemente buscando la portería defendida por un tal Julián y le batió cruzando el balón como si hubiese realizado dicha acción trescientas veces el pasado viernes (quién sabe, igual las hizo, el caso es que yo también tengo la impresión de haberle visto a nuestro gabachín hacer la misma jugada otras trescientas veces, lo menos).  2 0, y tan felices.

En pleno recital ofensivo colchonero (29 minutos de juego), internada de Turán, Manduzkic cabecea hacia el centro, y el omnipresente diabolo francés se adueñó del balón, sorteando con el mismo controlado a Juliancete, revolviéndose sobre sí mismo y batiendo de nuevo al guardameta almeriense. 3-0, y la cosa pintaba ya a goleada.

Pero esta no se produjo, en parte porque el Almería dio un paso hacia al frente en la segunda parte, haciéndose dueño de todos los rechaces colchoneros, y defendiendo con gallardía y honor al menos su derrota (cualquier otro equipo se hubiese dejado llevar lastimosamente), y porque también el Atleti se puso en modo ahorro de energía y se limitó a contemporizar este segundo tiempo como pensando “que ya tendremos tiempo, oiga”. Encima, ese frío tan sumamente penetrante que solamente sabemos los que solemos visitar la orilla del Manzanares  empezó a apoderarse del Calderón … y eso, que la segunda parte casi que nos la podíamos haber ahorrado todos a no ser porque en mi puta vida si está jugando el Atleti es que no tengo ni puñetera idea de qué pollas hacer con mi existencia.

Total, que El Cholo intentó alegrar un poco el cotarro sacando al Niño en este segundo periodo, pero la verdad nuestro Fernando no estuvo especialmente inspirado en los desmarques que intentó realizar en las pocas ocasiones que nos acercamos con algo de peligro a la meta defendida por el gran Julíán. La verdad, a nadie le importó en exceso. El Campeón no se rinde fácilmente. Es lo que cuenta.

EL CRACK DEL PARTIDO: Como no podía ser de otra forma, Griezmann. Aparte de por sus virtudes futbolísticas que no me canso de enumerar, es que encima el menda se le ve que no tiene ningún pavo encima. Celebra los tantos con alegría, si, pero nunca con soberbia. No va perdonando la vida a nadie, no se cree el mejor, no busca la mejor pose ni su perfil más fotogénico. Si no fuera por su grotesco peinadito, es me lo comería a besos, joder …

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Cri, cri, cri, seguía cantando el grillo sin cesar.

ÁRBITRO: Mateu. En las dos cosas que se le puede decir algo (penalti a nuestro favor y expulsión de Siqueria a falta de que yo recogiese la almohadilla) no pude contemplar nada, la verdad. Ya me contarán.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: 12 GRADOS.

Uno más por el saber del deber cumplido,  y a otra cosa, mariposa.

Y el miércoles, la Champions, con el desconcertante Leverkusen. 4-5 perdió en su último partido en casa. Ayer, le ví un buen rato mientras los adalides de la paz daban una exhibición de su siempre ejemplar conducta mientas palmaban frente al Málaga, y no, no mereció ganar su partido, pero lo tuvo hecho cuando a falta de 8 minutos se puso por delante en el marcador gracias a un afortunado tanto a su favor, y ya en el descuento, le empató el portero rival a la salida de un córner pero ojo, ¡de segunda jugada! Que ya tiene bemoles el tema. ¿Conclusión? Extraño rival, pero mi confianza en la manada ya saben, es incontestable. Ya saben: YO CREO (Don Pablo Marmol dedicated). Tus rayas son, rojas y blancas que llevo en mi corazón.

16 de febrero de 2015

Celta 2 - Atleti 0. La maldición del Plus.


Pues mire usted por donde, una de las gilipolleces que siempre me ha poseído mi triste personalidad parece que este año está renaciendo de nuevo. Si algo ha conseguido la llegada del Cholo al Atleti es que hubiese aparcado para siempre mis extrañas predicciones de que “si escucho esa emisora palmamos fijo”, “si compro este periódico derrota segura” o “si lo televisa tal canal, chungo cubata”. Siempre, en el siguiente partido tras una derrota al darse tan pintorescos condicionantes, la muchachada de Simeone se encargaba de mandar al garete tal ridiculez de pensamiento levantándose de nuevo como si nada.

Pero este año, hay una  que se está apoderando de nuevo de mi. Y es la maldición del Plus. Que yo sepa, derrota en Anoeta, palmatorum en Barcelona, y lo de ayer. Pues ya podemos ir espabilando, porque fijo que nos quedan algún que otro partidito más. Así, a vuela pluma, creo recordar que recibimos al Valencia y visitamos Sevilla. Mala cosa.

Jndependientemente de mis frustraciones mentales, justo es reconocer que también palmamos porque el Celta hizo un gran partido. En la primera parte, nos dominó de cabo a rabo, y aunque no fue apenas capaz de crear ocasiones claras de gol frente a Moyá, si que fue el dueño absoluto del balón, manejó el mismo con mimo y con criterio, se anticipó en casi todas las jugadas, entró muy bien por banda y mereció mayor botín a su excelente juego. Mientras, el Atleti desarrolló uno de esos primeros tiempos a los que últimamente nos tiene acostumbrados cuando juega fuera de casa. Ni un solo pase en condiciones, perdido en el campo, con los medios de vacaciones y los atacantes a verlas venir. Dice el Cholo que se equivocó en la alineación. Lo mío no son las  tácticas precisamente, pero si él lo dice, así será. Qué le vamos a hacer. A los 32 minutos Mario Suárez entró por Tiago. No se si el portugués estaba lesionado o es que no se había cortado las uñas de los pies en un mes. Ya investigaremos.  Lo triste es que la sustitución no arregló nada, más bien al contrario. El primer tiempo terminó con un aire resignado por mi parte peligroso. Extremadamente peligroso.

Porque, a los 11 minutos de la segunda parte, el citado Mario Suárez hizo un penalti tan absurdo como claro sobre Nolito. Bien es cierto que la jugada viene precedida de una flagrante mano de un tal Augusto en el inicio de la misma, pero, de verdad, si tengo que expresar en está crónica los sentimientos que me produjeron esa puta acción del señorito Mariete, probablemente si alguna eminencia en el mundo de la psiquiatría me lee me termina encerrando en un manicomio con la firme convicción de que un tipo muy peligroso necesita atención médica con urgencia. Lo que tenía que pasar pasó. Nolitó transformó la pena máxima en gol.

A los 16 minutos de este segundo periodo la  cosa pudo ir aún peor, con un remate Larrivey fuera a puerta vacía tras una gran (mejor dicho) otra gran jugada de Nolito. Saúl pudo empatar después, pero Sergio Álvarez continuó con la inspiración que ya tuvo en el Calderón, como así demostró en otro posterior remate de Griezmann ajustado al palo (o mejor dicho, que también repelió el paro). Poco después (allá por el 21 de juego) Manduzkic remató esperpénticamente una excelente ocasión sobre el careto del Jony. Y, a todo esto, una pregunta: ¿Les parecen a todos ustedes mejor jugador Nolito que Mandzukic? No sé por qué me viene esto ahora a la cabeza, la verdad.

Obviamente, la entrada de Cani en el descanso por Fernando Torres algo se notó y parecía que el Atleti despertaba. Pero muy poco a  poco. Mientras, el Celta seguía jugando espléndidamente bien y en una gran combinación de medio Vigo terminó por encontrar el desmarque de Orellana en la banda, y el chileno fusiló a Moya cruzando el balón. ¿El inicio de la jugada? Otra nueva pérdida absurda de Mario Suárez, que se queda encima protestando con los brazos en alto en el medio del campo reivindicando la lucha de la desaparición de las ballenas en el polo norte. Me tengo que contener.

Poco más que destacar. Una internada de Juanfran que remató Manduzkic de nuevo cabeceando al muñeco, y el partido se despidió con un jugadón (otro jugadón, y van … de Nolito) que remató Orellana y que Moya respondió con una gran parada. Era el 46 de la segunda parte. Resultado justo no, lo siguiente. Menos mal que escribiendo está crónica me ha venido a la cabeza que en San Mamés creo que este año también jugamos en el Plus. Menos mal. Aliviado me quedo. No puede ser que este tipo de gilipolleces se apoderen de nuevo de mi.

EL CRACK DEL PARTIDO: Kron-Dehli (otra vez va a poner su nombrecito su puta madre, la peña no se puede llamar David o Bartolo, joder), Orellana y Nolito. Recital de los tres jugadores celestes.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Mario Suarez. Estoy hasta el mismísimo capullo de sus putas boberías. Lo malo, es que cada una de ellas nos cuesta puntos. Ya te puedes ir al Valencia, al Milán, al Inter o al Dínamo de la Patagonia. Cuando más lejos, mejor.

ÁRBITRO: Martínez Munuera. Lo de la mano de Augusto tiene delito. Además, Fontás decidió demostrar su excelente dominio del Karate sobre Siqueira dentro del área, ya con  el 2-0 en el marcador, pero el tal Munuera decidió también ver la vida venir. Pues que bien.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: 11 GRADOS.

3 grados que lo bajo, y creo que corto me quedo. Me voy a acostar.

Y el sábado, frente al Almería. Al menos no nos echa el Plus. Algo espero ya tener ganado. La liga no está imposible, pero si difícil. Pero estaremos al pie del cañón. Somos socios del Atleti, sufridos seguidores ...

8 de febrero de 2015

Atleti 4 - Real Madrid 0. Cuarta edición de los premios Poya.



- “¿Oiga? ¿Solo cuatro? ¿Pero no llevamos más?”.
- “Si. Se pudieron llevar más, pero buenas son cuatro”.

A continuación, y retransmitida por la cadena de televisión “Cuatro”, les presentamos los premiados en la prestigiosísima y nunca  bien ponderada edición de los Premios Poya. Que no se haga esperar más.

Premio Poya a la mejor Película, al Club Atlético de Madrid, por “Cuatro, y punto”. Un partido para la historia. Una goleada memorable. Un día inolvidable. Se puede jugar bien, se puede jugar mejor, se puede jugar extraordinariamente bien, y se puede jugar como ayer lo hizo el Atleti: sencillamente perfecto.
Premio Poya al mejor director, al Cholo Simeone por “El Mesías y sus cuatro piedras filosofales”. Grupo, equipo, esfuerzo, compromiso. Es nuestro pastor, nada nos falta.
Premio Poya al mejor actor, a Mandzukic por “El  taladro siempre llama cuatro veces”. Su cuarto tanto, genial. Su trabajo, imperial. Su partido, enorme. Sencillamente, el mejor.
Premio Poya a la mejor actriz, a Cristiana Mandanga, por “La Pitonisa y su cuarta relevación”. Que sí. Que ibas  a ganar la Liga en el Calderón. Lástima que no indicaras un pequeño detalle. El año de tal celebración. Hablando de celebraciones, Feliz cumple, machote. Tu soberbia, nuestra algarabía.
Premio Poya mejor actor secundario, a Tiago, por “El cerebro que no quería morir: su cuarta dimensión”. Mira que le puse verde cuando nos dio plantón este verano. Mira que renegué de él en su vuelta. Mira qué recitales da, día sí, otro también. Mira qué zambombazo da en el primer gol del Atleti. Seco. Durísimo. Con el alma. Con el corazón. Que siga usted mucho tiempo entre nosotros, Amigo.
Premio Poya al mejor director novel, a Saúl, por “La chilena y sus cuatro remates”. Personalidad. Valentía. Atrevimiento. Permítame usted un solo consejo, joven padawan. Paciencia. Lo tienes todo para triunfar aquí. Déjate guiar por nuestro Mesías. Y si, en tu paso, nos dejas joyas como tu extraordinario golazo ayer, seguirás forjándote en el duro camino para entrar en el Olimpo de nuestras leyendas.
Premio Poya mejor actor revelación, a Siqueira por “Las Siqueiradas son para el verano”. Afortunadamente, estamos en invierno. De tirar un penalti a como un beodo tira tira un chicle, a estar en todo momento concentrado. Del jíji, jaja, al gesto serio y duro. Del carnaval, a la profesionalidad. De tus idas de olla, a llevar el balón pegadito en los pies. Tu jugada previa en el tanto de Saúl, una pura delicatesen. Solo para elegidos.
Premio Poya mejor actriz revelación, a Iker, por El cantaor de guante blanco”. Vendimiaaa, patria queridaaaa, vendimiaa, de mis amoresss.
Premio Poya mejor película extranjera de habla hispana a Godín, por “La nariz rota y sus cuatro pelotas acorazadas”. ¡Qué huevos! ¡Qué central! ¡Qué gallardía! ¡Cuánta admiración!”. No se vaya usted nunca, Uruguayo. Nunca.
Premio Poya película europea, a Griezmann por “Cuatro flechas al corazón”. Sin techo. Subiendo y subiendo sin parar. No pare usted, Monsieur. Su proyección, nuestra garantía. Sus goles, nuestra mejor medicina.
Premio Poya mejor guión original, a Ancelotti por “Cuatro cejas y un funeral”. Carletto, un expresso. A pesar de todo, siempre les quedará Lisboa (triste de mí).
Premio Poya mejor guión adaptado a Torres por “El Niño y sus cuatro aventuras”. Su pase en el cuarto gol a Mandukic, una auténtica maravilla. Su regreso, nuestra pasión. Su lealdad, nuestra identidad. Su forma de ser, nuestra devoción.
Premio Poya mejor música original al Calderón por “Muchachos, viajaremos juntos otra vez, enamorados del Atleti”. Que sí. En serio. No lo pueden entender.
Premio Poya mejor canción a Arbeloa  por “Hasta el final, cuatro huevos con sal”. Y cuídeme mucho a sus vecinos.
Premio Poya mejor dirección de producción a Fernández Borbalán por “Solo me zampé dos penaltis, lo normal serían cuatro”. Sin queja, hombre, sin queja.
Premio Poya mejor dirección artística a Gabi por “Las cuatro vidas del Capitán rojiblanco”. Nuestro emblema. Nuestro escudo. Nuestro oso y nuestro madroño.
Premio Poya mejor fotografía a Turán por “Las aventuras de Arda y sus cuatro botas perdidas”. Lo de siempre. Si hay que correr, se corre. Si hay que domar el partido, se doma. Si no me tienen que quitar el balón, ni lo tocan. Su técnica, nuestra delicia.
Premio Poya mejor montaje a Jesé por “Cómo ser como Cristiana Mandanga y no morir en el intento”. Lleva usted camino, querida. Hala, a tomar su biberón, que se hace tarde.
Premio Poya mejor sonido a Paco González por “El Madrid acaba de ganar la liga”. La cuarta profecía”. Mi querido Nostrapacus, entiendo su frustración al caer su equipo eliminado de la Copa. Pueden que la ganen, puede que no. Al fin y al cabo, camino llevan. Pero un poquito de respeto nunca viene mal. Desde el cariño.
Premio Poya mejores efectos especiales a Juanfran por “Mi bronceado dura cuatro años”. Y su presencia en el Atleti espero que sea perenne.
Premio Poya mejor diseño de vestuario a Cerezo y sus putos jueguecitos con la camiseta del Atleti. Lo del esquijama gris me tiene contento. Pero como siga poniéndole parches a nuestra rojiblanca, terminaremos  pareciendo un personaje de Hijos de la Anarquía. Patada en los huevos le daba, coño ..
Premio Poya mejor maquillaje y peluquería a Griezmann. Ese bigote … Esos pelos … Sobran más comentarios.
Premio Poya mejor película documental a Florentino por “¿Dónde pollas está el puto interruptor de la calefacción?”. Hace biruji en el Manzanares, ¿Eh, coleguita? Menos mal que, al fin y al cabo, al final terminó usted calentito. Cuatro sorbitos, y a sobar.
- Premio Poya mejor película de animación a la afición del Madrid por “Los cuatro fantasmas” ¡HASTA EL FINAL, PIPAS CON SAL!
Premio Poya mejor corto de ficción a Raúl García  por “El coleccionista de tarjetas. Parte cuatro”. Hasta calentando le sacan tarjeta. Ahí que joderse, colega. A este paso le van a sacar tarjeta hasta giñando, joder.
Premio Poya mejor cortometraje documental al Madrid por “Psicosis colchonera”. Esto va por rachas, hombre. Y ahora les toca a ustedes mamar. Se siente. Es lo que hay.
Premio Poya mejor cortometraje de animación a mi, por “Hasta la polla”. Pues eso, que estoy hasta la polla de la puta crónica esta.

El año que viene más, pero dudo que mejor. Pasará mucho tiempo hasta que olvide esta edición de los Premios Poya. No menos de cuatro siglos. Me piro a por mi cuarto peloti. Adiós, cooooño, adiósss …

1 de febrero de 2015

Eibar 1 - Atleti 3. Carácter de Campeón.


Esto es lo que diferencia al Atleti desde la llegada de Simeone, a la de nuestros tiempos pasados más inmediatos a la misma, porque, después de la batalla del pasado miércoles y el palo de la eliminación copera, el correoso rival que había enfrente, con el diluvio universal cayendo sobre Ipurúa, añadiendo el barrizal que había sobre el campo, señores, este partido había que roerlo. Como se saliese perozoso o remolón, chungo cubata. Pero con el Cholo no existen esos términos, cada partido es como si fuese el último, ya saben. Así que los colchoneros salieron con una impresionante presión prácticamente en todo el campo al rival, la cual a los 6 minutos se tradujo en un pelotazo en largo de Tiago, Raúl García controla y centra con maestría hacia Griezmann, y el francés cruza perfectamente ante Irureta poniendo el 0-1 en el marcador.

La verdad es que el Eibar estuvo muy nervioso durante todo el encuentro, y jamás fue capaz de superar el agobio visitante en ningún momento, fruto de lo cual vino el segundo gol, en el que de nuevo Griezmann asiste perfectamente a Mandzukic para que el croata pusiese el 0-2 en el macador (minuto 22). Dos más tarde, ahora es Tiago el que asiste de nuevo a Mario Manzukic para que este vuelva a perforar de nuevo la portería local. 0-3, y la cosa estaba lista para sentencia.

Aún así, la muchachada colchonera no se confió ni se dejó llevar en ningún instante del encuentro. Dicho lo cual, al borde del descanso, una clara ocasión de PIovaccari hizo que se luciese Moyá en una parada llena de rapidez de reflejos, rápida salida y concentración máxima. Mejor así, porque quería que siguiese siendo ya mi mejor aliciente ver de nuevo el gorrito de lana pitufero que se puso Simeone para la ocasión. El dúo con Paco Jémez el pasado sábado  hubiese sido impagable.

De la segunda parte poco que contar. El Eibar parecía que quería empujar un poquito más, pero el Atleti seguía firme, concentrado y seguro, aparte de que Moyá dio muestras de seguridad total durante toda la tarde. Ya en el 28 de este segundo periodo hubo un tanto anulado a Saúl (titular en este partido, estuvo bien el chaval) por fuera de juego que lo era. Un minuto después Mandzukic rozó el hat-trick en un remate de cabeza que atajó bien Irureta, Cani tuvo sus primeros 10 minutillos intrascendentes en liga, Tiago remató al primer toque un saque de esquina demostrando que funcione o no funcione, el laboratorio siempre está presente en el Atleti, y a falta de 2 minutos para el final, llegó el tanto de honor local tras una gran jugada de Saúl Berjón que remató Piocavarri de cabeza. Poco más. El Atleti se supo levantar del varapalo copero y en las, a priori, peores circunstancias posibles. Carácter de Campeón.

EL CRACK DEL PARTIDO: Estuvieron muy  bien Moyá, bien Gámez, que fue titular de nuevo, Godín debió de despejar, para variar, unos 100 balones de cabeza, lo menos, grande Tiago y Antoine Griezmann (Chaplin para los amigos) y como pez en el agua Mandzukic, al que le doy finalmente el galardón. Un partido muy para él, y que no defraudó en absoluto.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: El Eibar en general. Esperaba mucho más de ellos, pero estuvieron terriblemente nerviosos durante buena parte del partido. El Atleti estuvo muy enchufado, sí, pero ellos, curiosamente cuando parecía que tenían todo a favor, fue cuando más defraudaron.

ÁRBITRO: Pérez Montero. Sin complicaciones, aunque yo ya viendo el por qué jugadas se sacan tarjetas y por cuáles no, empiezo a creer que es más fácil sacarse cualquier ingeniería que intentar comprender dicho criterio. Quizás con un cubilete y lanzando un dado …

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 9 GRADOS).

Un par de graditos más para la buchaca, que, en estos días tan gélidos que andamos viviendo ahora por la meseta, se agradecen, y un montón.

Y el sábado que viene, el derbi, oséase, duelo entre 2 asiduos finalistas de Copa, o entre dos aspirantes al título ligero, o finalistas de la pasada edición de la Champions League. Atleti-Madrid al aparato. Nos los vamos a comer. Qué alegres son los colores, de tus rayas rojiblancas …

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