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9 de febrero de 2021

El Puto Amo 2 - Celta 2. Solos contra todo.


Nada me daba buenas sensaciones para este partido, la verdad. Lo primero de todo, que a todo un líder de la Liga Española le hagan jugar un lunes a las 21 h. me parece una falta de respeto total a la Competición y al propio Líder en sí, máxime estando ya casi en el ecuador de la Liga. Oigan, si fuésemos décimo o undécimo y estuviéramos gansamente holgazaneando por mitad de la tabla, lo puedo llegar a admitir. Pero coña, ¿Cuántos Líderes recuerdan que hayan jugado un puto lunes del orto? La espera es insufrible para el aficionado, el finde se hace eterno, y el lunes extremadamente más duro que lo habitual. Partiendo de la base de que ni Dios debería de jugar en lunes, que esa es otra. Y ojo, que no ando diciendo que por jugar en lunes hayamos empatado (que no perdido, les recuerdo). Nada parecido con la realidad, créanme.

 

Los antecedentes tampoco ayudaron: nuestros rivales ganaron (alguno con más pena que gloria, dicho sea de paso), las Niñas no lo hicieron, el Madrileño va en picado hacia el abismo … Y luego, el puñetero Covid, del cual les llevo avisando durante toda la temporada. Esto podía pasar, y, efectivamente, esto está pasando. Masacrándonos sin piedad.

 

Vayamos al partido. De momento, y por la historia del positivo de casi imprescindible hoy en día Lemar y Herrera, la preparación final del mismo no se hizo como Dios Manda. No es excusa, pero oigan, no me negaran que no debe de ser nada parecido una charla de motivación previa del Cholo a través del zoom, que mirando a los ojitos a la muchachada frente a frente. Por más que me quieran hacer creer, no es no. Y así pasó. El equipo salió con una empanada tanto física como mental de impresión. Éramos como cuando ves un partido en la tele, y te pones paralelamente la radio. El Celta era la imagen, nítida, real, bien colocada siempre, perfectamente enfocada, con personalidad y dominio casi aplastante por momentos. El Atleti, la radio. Llegaba 4 segundos tarde a todo. Presión siempre tardía, imprecisiones a go-go, colocación por momentos lamentable, el guardameta celeste un espectador más, y nuestras bandas, con los jugadores celestes aprovechando las rebajas de Enero alargándolas hasta Febrero por parte rojiblanca. Y lo que tenía que llegar llegó: centro perfecto de Hugo Mallo, remate a bocajarro de Santi Mina, y tanto celeste que te crio. Todo ello ejecutado con toda la tranquilidad del mundo por parte de los vigueses. Apenas 13 minutos les bastaron. De nuestro sistema defensivo, ni se sabe, ni se le esperaba.

 

El resto del primer tiempo, recital celeste, creando bastantes no ocasiones claras de gol, pero si situaciones de peligro sobre la portería del de nuevo indeciso Oblak. Caprichosamente, y cuando ya nos íbamos al descanso hasta contentos de ir palmando solamente por un tanto, una excelente presión imposible de Koke hace que el inoperante Kondogbia en este primer tiempo de el primer pase en condiciones desde su primera comunión hacia Correa, el ancianito Angelito ceda sobre Llorente, éste a su vez ponga un balón de los que son gol si  o sí, siempre y cuando tengas en tu equipo a un nueve en condiciones, y como nosotros no solamente le tenemos, sino que es de auténtica categoría mundial, hizo que el Criminal Suárez batiese sin remisión al bueno de Blanco (con perdón). No era ni de puta coña justo, pero tampoco lo fue el tanto posterior celeste al borde de la bocina del encuentro, así que sí, se me antoja que, en el fondo, en el reinado de la injusticia termina reinando la justicia.

 

En la segunda parte, imagino, Simeone ya no utilizó el zoom, y motivó a la muchachada como Dios manda. En tan solo cinco minutos de la reanudación ya se vio que la cosa cambió por completo. Kondogbia (segundo pase acertado que dio casi de forma consecutiva desde su ya mencionada primera comunión) abrió sobre Lodi, éste, por fin esta temporada, en la segunda parte le dio por ponerse el disfraz del futbolista que algunos pensamos que realmente puede llegar a ser, y cede el balón al primer toque para que nuestro Criminal Suárez fusile de nuevo sin piedad.

 

En este segundo periodo fue todo al revés: los jugadores del Atleti presionaban, llegaban, dominaban, tocaban, acosaban, mordían y controlaban, mientras que al Celta le duraba menos el balón que un trozo de empanada de vieira en la mesa de un servidor. Giménez pudo marcar, Kondogbia se disfrazó de coloso mundial y le quitó un gol cantado previo a Aspas, y cuando ya parecía que la cosa podía convertirse en nuestro mejor arranque liguero de nuestra historia, allá por el 89 de juego, Aspas encuentra el desmarque de Solari, se aprovechó de nuevo de los remates de las rebajas de enero colchoneras, y un tal Ferreyra, que debutaba, marcó prácticamente a puerta vacía, ante la impotencia de Savic, que no pudo despejar el balón al sufrir, seguramente, alguna carga muscular previa.

 

¿Conclusiones? Que la vida sigue, Hermanos. Un Atleti brutalmente mermado consiguió empatar frente a un bastante aseado y por momentos brillante rival, demostró coraje, entereza, y se sobrepuso prácticamente a todo. El resultado, por supuesto, es justo, y la victoria de ambos equipos también lo hubiese sido, de ahí reside precisamente la propia justicia del mismo. Así que, a partir de ahora, nos toca empezar a marcar seriamente nuestras líneas maestras de fuego, que han sido, por otro lado, las que siempre nos han caracterizado. Como dogma principal de fe: Solos contra todo.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Muy buen juego del Celta en líneas generales, y por nuestra parte, tan desesperante inicialmente como ilusionante posteriormente Kondogbia (el hombre no es que sea precisamente un desdichado de clase y distinción con el balón en los pies, parece que va medio tropezando con el mismo en vez de conduciéndolo como Dios manda, pero oigan, se le puso en las pelotas hacerse dueño del cotarro en la segunda parte y lo consiguió, la verdad), algo de esperanza en la segunda parte de Lodi, descomunal trabajo de Koke, como siempre, excelente aportación de Torreira (este sí que mezcla garra, saber estar y notable calidad técnica, me gusta un montón este jugador cada vez que le veo, merece bastantes más minutos de los que anda teniendo) pero se lo damos finalmente al Criminal Suárez, que no se cansa de liquidar rivales allá por dónde va. Me quedo con una imagen final suya. Acaba el partido, va saludando a los celtiñas, y se le acerca un compi rojiblanco algo apesadumbrado por el empate final. Él levanta la cabeza con esa mirada directa que tiene, y le dice “tranquilo … Está bien”. Y a éste, experiencia, calidad y pelotas le sobran, y a partes iguales, así que, si él lo dice …

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

En la primera parte si les ponemos a todos un taca-taca, igual lo hubiesen hecho algo mejor, porque vaya  tela. Saúl, tras unos buenos partidos, volvió un poco a las andadas, a Oblak le sigo viendo un tanto neurótico, Felipe está desconocidamente fatal … Bueno. Seamos positivos. Que queda mucho tour.

 

ÁRBITRO:

Cuadra Fernández. Los goles de Luis Suárez, por más que la peña se líe a tirar líneas y líneas como si de un concurso de delineantes se tratase el tema, son impolutamente legales, así que bien, sin complicaciones.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 17 GRADOS).

El Termómetro, ante tanto ataque de euforia seguramente justificado, no lo niega, y a pesar de las circunstancias que rodearon al partido de ayer, decide unánimamente bajar dos grados la temperatura al mismo, quedándonos aún, eso sí, con unos espléndidos 17 grados a la vista. Me le andan provocando continuamente, y es lo que tiene …

 

Y el sábado, a Los Cármenes frente al Graná. Lo más normal es que hoy ganen los indeseables, lo cual va a implicar que se van a poner a 5 puntos, casi con total seguridad. Pues bien, este debe de ser nuestro punto real de partida, y no otro. No tiremos del tópico de las dos bolas extras que aún nos quedan. Tranquilidad, Atléticos. Cada cosa a su tiempo. Oigo ya los tanques saliendo de los  garajes de la maquinaria mediática periolística sacándoles brillo y ultimando su puesta a punto para iniciar el bombardeo sin cesar. Nosotros, cabeza fría, corazón caliente, y bien prietas las filas. …“Llegó el Uruguayo, para meter goles”

 

22 de septiembre de 2019

Atleti 0 - Celta 0. Intachables.


Si veo a mi equipo dejándose el alma en cada lance del juego, atacar con peligro en la primera parte, sin descanso en la segunda, intentarlo a balón parado, por banda, con paciencia, tocando el balón, sin perder la cabeza, lanzando hasta 12 córners, y el balón no quiere entrar … Pues no quiere entrar. Y eso fue debido a que el Celta fue un equipo magnífico posicionalmente hablando en el campo, defendió con una concentración y un saber estar admirable, tuvo a su portero Rubén de máxima figura, sacando hasta 4-5 manos casi imposibles, y si, encima, tenemos en cuenta que veníamos de un esfuerzo titánico el pasado miércoles al tener que igualar un 0-2 frente a una tal Juve, en apenas casi media hora del segundo periodo, pues miren, que no seré yo quien ponga la famosa guadaña a pasear. En este bloq no somos de Chamartín. Somos Carabancheleros, y, por supuesto, del Atleti.

El primer tiempo se jugó con inteligencia, porque aunque el Celta tuvo más el balón, no nos inquietó para nada, y aunque el Atleti no atacó todo lo que hubiese gustado a la grada, Felipe, en el minuto 1, pudo adelantarnos en el marcador tras gran cabezazo con el que Rubén respondió con su numeroso recital de reflejos, colocación y demostrar lo buen guardameta que es. Poco después, se lució otra vez en un zambombazo del entusiasmante Lodi desde Brasil. Había que seguir intentándolo. Más tarde, Joao Félix fue quién le puso a prueba, pero a Don Rubén le dio por decir que no. Que ahí no entraba ni un solo puñetero balón. Era cuestión de dosificar fuerzas e intentar aprovechar las que tuviésemos. El Plan A no funcionó, muerte al plan A, que viva el B.

Y el B fue atosigante por parte colchonera. Dominó, y dominó, siguió dominando en la segunda parte como si fuese el último partido de nuestras vidas que íbamos a contemplar. Y generó fútbol de todas las formas posibles. Y Trippier, y especialmente Lodi, fueron 2 puñales verticales directos al corazón del área celeste. Y hasta Koke se sacó un zambombazo desde Vallecas que hizo lucirse de nuevo al Rubén. Y, en cada córner, Felipe lo intentaba de mil formas posibles, pero la defensa viguesa terminaba adelantando o sacando el balón como podía (reitero, exhibición de concentración de estos vigueses con los que no había forma de que perdiesen la compostura por más que lo intentásemos de mil formas). Y hubo otros mil balones centrados al área por Lodi a los que no terminaba de llegar ninguno de nuestros delanteros por un pelo, como ese con el que remató Morata cuando ya se cantaba el gol en un cabezazo excesivamente cruzado, o ese otro que no llegó por un pelo cuando yo ya cantaba el gol también (ayer estuve más cantarín que yo en la ducha después de ganar en Chamartín, gilipollez de frase que acabo de soltar, oigan).

Y aunque Thomas diese un recital de cómo manejar el equipo de forma espléndida, con ese toque tan característico suya que tiene en el que no golpea, acaricia el balón y lo pone dónde le apetece, con esa sencillez insultante, solo vista por un tal Shuster hace ya un buen puñado de años, manejando al equipo a su antojo, desgraciadamente, no terminó al final de culminarse el ansiado gol. Cómo vería el tema Escribá que quitó a Yaguito Aspas por sacar a un tal Pione Sisto (esto sí que me indigna, oigan, que me empate un equipo en mi casa con un individuo denominado así). Así que yo terminé tan exhausto de animar en la grada como vi a la muchachada partirte el pecho y  dejarse el alma por cada balón que terminó disputando.

No pudo ser, vale. Nos jode el empate, pues bueno. Reitero, no conozco a ningún puñetero equipo que lo ganen todo, por más que algunos hasta hayan recibido regalos por doquier en un montón de encuentros. El Atleti ayer fue el Atleti, generó peligro, ocasiones y lo intentó hasta haciendo el pino. No me preocupa el no terminar anotando en un partido así. Ya entrarán otro día, leñe. Lo malo es no generar nada, y eso sí que no ocurrió. Así que a seguir ganándose el pan de forma y sencillamente intachable.

EL CRACK DEL PARTIDO:
Felipe demostró ser un central de jerarquía, mando y predisposición en ataque. Me pareció un pedazo de defensa como el Calderón de grande. Bien Oblak en esa ocasión (ÚNICA OCASIÓN) postrera de Brais (hubiese sido ya el colmo haber encajado dicho tanto, no me jodan tanto), bien Trippier, excelso Thomas, pero recital inconmensurable de Lodi. Es que no paró el tío de intentarlo por activa y por pasiva. Puede que sus centros fuesen a veces con demasiada fuerza (aunque el direccionamiento estuviese impecable). Puede también que sus compis de ataque aún no terminen de ver claro lo que es capaz este hombre de general cada vez que entra por banda, como si un dandy no fuese capaz de terminar pillando cacho un sábado por la noche en el Fabrik, por más que se las pusieran como a Fernando VII. La irrupción de este brasileño nos va dar muchas tardes-noches-madrugadas (lo que el Sr. Tebas desee) de gloria. Escrito ha quedado.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
Aunque no estuviesen en su mejor día, el que esto os escribe no suele ni maltratar ni mucho menos humillar a mi gente. Y Saúl y Koke lo son. Gracias por vuestro esfuerzo impagable ayer, chavales. A Joao Félix tampoco se le va a sacudir en exceso en esta su temporada de aprendizaje con el Cholo. Ya irá teniendo más protagonismo. Diego Costa lleva un par de partiditos que tampoco se le termina de ver (se le espera también, no hay problema). Al que sí que veo ahora mismo más fuera que dentro es a Correa, probablemente descentrado más de la cuenta (dentro de que es un menda ya descentrado de por sí) con el ridículo de su mareante no traspaso en esta pretemporada. Pero de esta cirsense situación la culpa final no es de él. Prueben algún día a mirar a dónde deberían de hacerlo y nunca terminan haciéndolo, aunque sea de vez en cuando, cachis en la mar. Igual hasta empiezan a entender muchas cosas.

ÁRBITRO:
Hablando de desquiciantes, el desquiciante a más no poder Melero. Ayer vimos otra prueba sorprendente de su incapacidad mental, al añadir un descuento al partido de 5 minutos, y cuando durante en el desarrollo del mismo a dos jugadores celtiñas les da un sorprendente vahído colectivo, va el cachondo y pita el final del encuentro cuando los dos tipejos en cuestión se levantan. Ver para creer. Por cierto, ¿Alguien me puede decir por qué nunca funcionan los cronómetros de los video marcadores en los citados añadidos de tiempos?

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 8 GRADOS).

Nueva bajada del termómetro, mal que me pese y lo sienta de corazón, pero este nuevo par de grados menos nos tiene que servir para indicarles que tengan paciencia, que sí, que soy muy pesadito, pero que esto no ha hecho nada más que comenzar, y que ya llegará el Don Pablo de turno para violarlo de nuevo sin impunidad, si le resulta menester.

Y el miércoles, liga, esta vez en Mallorca. Solo un ruego: al Trippier, en habitación sin balcón en el hotel en el que estemos, por favor, no sea que se me pille un par de birras y le dé por hacer el  balconing ese, o estupidez supina. … “Nuestro lema es la lealtad”

14 de abril de 2019

Atleti 2 - Celta 0. Jan Oblak, que estás en el Campo.


Santificado sea tu nombre (Oblik, Oblak, cada día te quiero más …).
Venga a nosotros tu reino de intervenciones imposibles, de paradas inverosímiles, casi consecutivas, como las que sacaste a Maxi Gómez, posterior remate a bocajarro de Boudebouz, y por si fuera poco, otro posterior de Boufal, exhibiendo otra mano poderosa, divina, imperial, a la par que majestuosa (y todo con cero a cero, un hat trick en toda regla, no llevaríamos ni veinte minutos de juego todavía).
Hágase tu voluntad, así en el campo con en tu cuenta bancaria. Pide lo que desees, te lo mereces, y con creces. Más que nadie, por mucho que Don Grizou anotase el primer tanto en el marcador de espléndido lanzamiento de falta, faltando 4 minutos para irnos al descanso. O por mucho que Morata siga hablando en el campo, tapando bocas, con profesionalidad, forzando tras un esguince, y anotando gol va, chicharro viene, como el que ayer consiguió tras gran asistencia del mencionado Grizou a falta de un cuarto de hora para finalizar el encuentro. Sigue así, Álvaro. Tienes el mejor espejo en el que mirarte: la profesionalidad, la sencillez y el saber estar de nuestro Jan Oblak. Y, para todo lo demás, Don Diego Pablo Simeone.
Danos hoy nuestras raciones de puntos de cada día, porque, de hecho, tus paradas nos dan los mismos como cualquier otro tanto de otro compañero tuyo. No hay vuelta de hoja, cada día ando más convencido de ello.
Perdona nuestras ofensas, como la que un servidor tuvo cuando debutaste frente al Olimpiakos en Champions hace ya unos años, pensando que eras un guardameta malo de solemnidad (cúreme usted esta vista y este olfato que tengo, por favor se lo pido, Majestad Oblak).
Como nosotros también perdonaremos a los que nos ofenden (espero que el zampabollos de Lagarto tenga la decencia, al menos, de quedarse a entrenar con sus compañeros lo que queda de temporada, y no se vaya ya a ponerse ciego con los guisopos que le hace su vieja allá en Brasil, sería un detalle por su parte, Señor, que luego, pesa usted 300 kilos en cada pierna, y lesión va, tarjetita viene… Cómo me tiene, querido … No se hace usted una idea de cómo me tiene …).
No nos dejes caer en la tentación de abandonar a este equipo, jamás. Por muy desencantados que estemos. Que la cosa, reitero, no está tan mal como nos parece. Que hemos conseguido un muy buen título frente a la escoria multimillonaria, y que, el año que viene, volveremos a afrontar, con más fuerza y fe posible, nuestro obscuro objeto de deseo. Mientras andes vos en el campo, ningún feligrés colchonero perderá su fe. Palabra de Tomi (@Borja_Mt dedicated).
Y líbranos del mal, no nos parezcamos a nuestros indeseables vecinos, no somos como ellos, si hay que volver a la mortadela, se vuelve, joder. Que tenemos callo en el alma. Que en nuestro gen va el jamás desfallecer. Que en las buenas y en las malas … Y sí. Eso también. Que … ¡¡¡¡¡¡EL ESCUDO, NO SE TOCA!!!!!. Amén.

EL CRACK DEL PARTIDO.
¿Qué pacha? ¿Estamos de cachondeo o qué? Eso sí, aparte de lo escrito, el mejor partido de Montero con la rojiblanca puesta, estupendo encuentro también de Rodrigo, que se hinchó a recuperar balones en el centro del campo, y muy bien Vitolo, al que al Cholo le debe de pasar algo parecido a mi cuando llego a casa después de currar: por más que intento pensar en otras cosas, al final termino picando y acabo abriéndola para pillar un trocito de salchichón por aquí, otro trocejo de queso por allá, venga, va, una aceituneja … ¿Qué mal me va a hacer? Todo con su pertinente trocito de pan … Pues eso: que Don Diego Pablo no termina de superar su debilidad a la hora de cambiarle de forma sistemática, esté jugando bien, mal o regular. Joer, déjale un puñetero partido entero, caramba …

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
He sido un defensor a ultranza del Coche de choque Correa, pero tengo la sensación de que ese muchacho ya no nos va a dar mucho más de sí, la verdad. Otro que me va a hacer pensar hasta dolerme el tarro en mis puntuaciones finales.

ÁRBITRO: De Burgos Bengoechea.
Psicodélica tarjeta amarilla a Juanfran por recibir un manotazo de un jugador celtiña. No dejan de sorprenderme esta peña, la verdad. Cuando me creo que tengo todo visto, siempre surge una nueva circunstancia que supera todo lo imaginable e inimaginable. Por todo lo demás, no estorbó en exceso.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 1 GRADO).

Pero no por la victoria de ayer, que era de obligadísimo cumplimiento, sino por el grado que mangué el día del Barsapasta. No era justo quitárselo a la muchachada, y como tengo pelotas de acero rojiblanco para rectificar lo que sea menester, pues escrita queda la susodicha corrección. (espacio reservado para recochineo, escarnio, bofa y mefa de Don Pablo y Adláteres estómagos agradecidos).

Y, el sábado, a ver a nuestro amigo Mendilíbar, ferviente admirador colchonero dónde los haya. Démosle una gran satisfacción a este tipo tan bonachón y jovial, no seamos malos, porfa … “Estoy descontrolado, yo te quiero ver campeón”…

23 de octubre de 2017

Celta 0 - Atleti 1. Tan infames como válidos.


De primeras, me parece flipante que en el fútbol tan “moderno” y tan “bien organizado” como es esta asquerosa Liga de Fútbol Profesional, presidida por el sinvergüenza de Tebas, se permita el lujo de dejar así, por todo el jeromen, a casi 10.000 abonados sin poder presenciar este encuentro, precisamente frente al rival que más veces les ha ganado en Balaídos, y que, por lo tanto, entiendo que algo de ilusión les haría presenciarlo, vamos, digo ... Se pasan por el forro de sus caprichos los sacrificios que pueda estar haciendo esa peña para pagar dicho abono, les importan 3 pimientos sus sentimientos, encima no les dejan tampoco verlos en una pantalla gigante que quisieron poner en Castrelos, y (no me extrañaría en absoluto) aún les sancionarán y todo por tener una grada completamente vacía. Se podía haber aplazado perfectamente el encuentro, pero no … Que se joda el aficionado. ¿Qué más da? Si somos gilipollas y vamos a seguir pagando igual, joder … Esto es lo que importa el bufandero descerebrado en los tiempos que corren: nada. Absolutamente nada. Desde luego, espero que el dúo de delincuentes que mal dirigen mi Club, no se les ocurra jamás hacernos una gracieta semejante. Por mucho que quiera mi 1447 de socio del Atleti, lo mandaría al retrete sin dudarlo un solo instante. Y esta es la Liga que quiere competir con la Premier, ya … Una Liga tan infame como repugnante.

De segundas, si. El Atleti jugó un partido sencillamente infame, infumable, desordenado, acongojado, tembloroso y soez hasta más no poder. Todo a partes iguales. Pero ganaron, como a muchos otros equipos les pasa también de vez en cuando, y, sin embargo siempre se les justifica todo con el ya manido “así son los grandes” y demás, frase que, curiosamente, jamás se emplea para cuando nosotros jugamos tan rematadamente mal como ayer. Señores, tápense, y, por favor … Lecciones, las justas. Eternamente agradecida …

Metimos nuestro golito, allá por el 27 del primer tiempo, obra de Gameiro, tras el lanzamiento de un córner, de remate a la media vuelta. El premio para ver si va pillando algo de confianza y demás fue una nueva sustitución por parte del Cholo allá por el 60 del partido. Así es imposible, de verdad. Estos putos automatismos en los cambios me ponen enfermo, no lo puedo evitar. Un pelín antes Antoine no llegó a una buena acción individual de Correa (de los pocos que medio intentó algo). El Atleti no llegó a tener excesivos sobresaltos en esta primera parte en defensa, aunque su juego, en buena parte de la misma, dejó bastante que desear.

La segunda fue otra cosa. Muchísimo peor. Un espectáculo deleznable de un equipo rojiblanco aculado atrás sin ningún sentido, incapaz de hilar 2-3 pases en condiciones (salvo un remate horroroso de Griezmann de cabeza tras fenomenal centro de Saúl, cuando lo tenía todo a huevo para marcar), y un Celta en pleno abordaje que, por momentos, parecía el Bayer de Munich en sus mejores tiempos de auge. Afortunadamente, tenemos a Oblak, el único que, una vez más, dio la talla en este esperpéntico segundo tiempo portando ese escudo (el que debería de portar, entiéndaseme). Aspas al palo, Aspas de nuevo, Wass, Guidetti de tacón, Mostovoi, Karpin … Ahí tuvieron ocasiones de peligro hasta el puto alcalde, vamos.

En fin. Lo importante son los puntos, y conseguidos están. Y sí. De forma infame. Pero, reitero … No os molestéis, que no vamos a pedir perdón a nadie por ello. Ya perdonarán …

EL CRACK DEL PARTIDO:  Algo de Correa, Saúl siempre da la cara, y, para todo lo demás, Oblak. Siempre Oblak. Por parte local, el taradillo de Aspas, que es una mosca cojonera de cuidado.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Thomas estuvo perdidísimo, y Gabi, directamente, ni estuvo. Pero vamos, que si ponemos a prácticamente todo el equipo aquí, tampoco engañaríamos a nadie.

ÁRBITRO: No recuerdo quién era ahora, la verdad, pero sí, se zampó un penalti de libro de Gabi por mano flagrante.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 1 GRADO).

No pensarán que tras el virtuosismo futbolístico de ayer, les suba el termómetro y todo. Vamos … Digo … Ni una sola palabra en la Sala. ¿Cómo? ¿A qué lo bajo?

Y. el miércoles, la Copa, que, tal y como veo que anda ahora mismo el equipo (lo único que se me ocurre es un tema físico, fíjense que ya nuestras bandas no las sube ni Dios, nos dedicamos a colgar melones sin ton ni son), no preveo ni mucho menos fácil el choque con el Elche, equipo que, ya de por sí, no se nos da nada bien (aún tengo grabado en carne viva un 5-1 en nuestro primer año de segunda, con el menda lerenda allí presente … ¡qué vergüenza pasé!) Afortunadamente, este es otro Atleti, aunque, últimamente, se parezca demasiado al de infausto recuerdo del de Manzaneque … “Se, que no hay distancia que nos pueda separar … Vayas dónde vayas aquí estoy “…

10 de septiembre de 2016

Celta 0 - Atleti 4. ¡Y Olé!


Victoria tan importante como justa, en un partido en el que tuvo una primera parte un tanto atolondrada por ambos equipos, en el que las presiones que ejercían ambas escuadras superaban una y otra vez a sus respectivas líneas de creación de juego, y en la que tuvo las dos mejores ocasiones el equipo local: la primera, de Señé, que remató al lateral de la red en inmejorable posición para adelantar a los vigueses, y la segunda, en una gran acción de Bondonga, que se merendó a Savic como Kiko Rivera se zampa una tostada de nocilla, y cuyo remate final salió lamiendo el palo. Por su parte, el Atleti realizaba su clásica primera parte de cada jornada: desgaste del rival, intento de control de juego, y ya apretaremos en la segunda parte, ya … Vamos, un puto coñazo de primer tiempo, para qué nos vamos a engañar.

Sin embargo, esta vez el plan salió a la perfección, porque el Atleti fue un auténtico torbellino enfurecido en busca de la portería de Sergio en este segundo periodo. Comandados por un Griezmann sideral, en el 52 de juego el mundo se puso al revés, Antoine le puso un balón de oro a Koke en el segundo palo, y el canterano remató con el interior del pie al primer toque batiendo sin remisión al guardameta local. Un golazo, por cierto. Ni mucho menos era tan fácil como lo hizo nuestro canterano de oro, que yo creo que la llegada de Lopetegui a la Selección le ha sentado a las mil maravillas. En todo. Y a todos.

Veinte minutillos más tarde, esta vez fue Saúl el que, al fin (tardecita también la suya, leñe), puso un centro cojonudo para que Griezmann anotase con un espléndido cabezazo el 0-2, que resultaba ya definitivo de por sí. El Celta ni se enteraba de por dónde les entrábamos, y eso que su mejor defensa fue el tal Latre ese, que si no … Koke, Carrasco, Gameiro (que falló un tanto a puerta vacía), Saúl, Filipe Luis, y por supuesto, Don Antoine Griezmann, que redondeó su maravillosa segunda parte con otro tanto de cabeza, esta vez tras asistencia de Juanfran, hacían lo que querían con el Celta que, por momentos, se convirtió en un auténtico juguete roto en manos colchoneras. El recital lo completó el infrautilizado Correa, que aprovechó una buena jugada de Gameiro, asistencia posterior de Koke y remate final del argentino, que hizo que el Atleti, al fin, recordase al Atleti que a todos nos gusta ver, y que anotase el cuarto tanto que tan bien de moral nos va a venir para afrontar el martes nuestro debut en Champions frente al correoso PSV. ¡Olé por la muchachada, pues!

EL CRACK DEL ENCUENTRO:
Muy seguro Oblak, descomunal Filipe Luis, que sigue auténticamente desatado, bien Koke, incisivo, como siempre, Carrasco, y, por supuesto, fenomenal Griezmann, que, una vez más, marcó las diferencias y justificó el crack que todos sabemos que lleva dentro.

LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO:
Muy gris partido del Niño, y aunque Gameiro es un jugador que me encanta, entre otras cosas, porque siempre juega bien (también hoy en los minutos que tuvo) no se puede fallar un tanto a puerta vacía, máxime con la cantidad de peña que anda  detrás de él con la puta Guadaña de mantenimiento a cuestas. Es muy bueno, pero tiene que superar esa ansiedad final que tiene a la hora de hacer el remate. Lo superará, convencido estoy de ello.

ÁRBITRO: Jaime Latre. Si es el humorista, no lo hizo mal del todo, al fin y al cabo, a pesar de los dos penaltis como el parque de Castrelos de grande se zampó el colega a nuestro favor, uno al Niño en cariñoso abrazo de Hugo Mallo por su cintura, y otro a Carrasco, que fue vilmente zancadilleado cuando se disponía a marcar a placer, creo recordar, el que hubiese sido segundo tanto colchonero. Ya empezamos …

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 1 GRADO).
No se mueve esta vez, victoria de obligado cumplimiento. El termómetro ya se ha puesto su disfraz de serio de verdad. Si. Ya sé. Ya más de uno empezará a darme caña por ello. Triste sino el mío …

Y el martes, empieza otro nuevo sueño por cumplir. El camino ya nos lo sabemos de memoria, y somos conscientes todos de lo jodido que es. Así que vayamos pasito a pasito, y empecemos por conquistar Eindhoven. La Liga de Campeones es mi obsesión …   

28 de enero de 2016

Atleti 2 - Celta 3. Si nos caemos, combato y me levanto.


Yo no sé ustedes, pero el menda con esto del fútbol es un maniático compulsivo. Estoy lleno de manías, supersticiones, intuiciones y demás gilipolleces de todos los tamaños y colores. Y ayer, durante todo el día, no tuve en ningún momento buena espina, por más que me autoengañase constantemente escribiendo wasaps a mis colegas diciendo que íbamos a pasar, o que indicase lo mismo en determinados bloqs que sigo. Toda la razón de mi pesimismo fue el día que hizo ayer en Madrid. Me levanté a mis adorables seis de la mañana, y salí de mi casa a las siete, con esa niebla tan característica gallega, de Vigo. “Escampará a lo largo del día, y eso indicará nuestra victoria final”, ingenuo de mi, pensaba. Y una polla como la del puto negro ese del wasap. El día estuvo gris, y no hubo forma humana de moverle de ahí. Inclusive, cuando llegué al Calderón y me puse en mi asiento, me empecé a limpiar mis gafas una y otra vez. “Joder, no termino de ver claro el tema con las lupas puestas, sí que las tengo sucias”. Y no es que los cristales estuviesen empañados, que va. Más bien era una especie de neblina que había en el Calderón. Curiosamente, otro compañero de grada estaba también limpiando con devoción sus gafas, hasta que ya le indiqué “deja de limpiarlas, hombre, es que hace niebla, no es que estén sucias tus gafas”. Las carcajadas que nos echamos posteriores fueron las únicas de la noche. Efectivamente, el día estuvo muy vigués. La eliminatoria estaba sentenciada en mis fueros internos.

Y el caso es la primera parte que hizo el Atleti fue bastante buena. Triangulaba por banda con velocidad, descaro y verticalidad, presionando bien en todo el campo, comandados con un Saúl imperial. Pero el Celta, la primera que tuvo, la enchufó, en un córner que sacó en corto a Orellana, este puso un fantástico centro y remató Tucu plácidamente a gol. La verdad es que el Atleti durante toda la noche defendió el balón parado francamente mal. Esta misma jugada nos la volvieron a realizar los vigueses casi de forma consecutiva en dos córners posteriores que tuvieron, y seguimos sin enterarnos ni del nodo, siempre dejando centrar a placer al jugador céltico de turno. Era el minuto 21 de juego.

Menos mal que, 6 minutos más tarde, Carrasco  realizó un disparo que el bisoño Rubén (muy nervioso durante el tiempo que estuvo en el terreno de juego, imagino que Berizzo vería claro al sustituirle en la segunda parte) no logró atajar y Griezman aprovechó para conseguir el empate. Parecía  que la cosa iba a estar entretenida y cargada de emociones. Sin embargo, la cruda realidad del segundo tiempo fue otra.

El equipo vigués en este segundo periodo nos superó en todo: perfecta colocación en el terreno juego, anticipación, control del mismo ... Fue dueño y señor del mismo, y, por momentos, hizo con nosotros lo que quiso. “Fútbol de salón”, cantaba la afición visitante. Por más que me jodiera el tema, no les faltaba razón. El gol de ellos se mascaba. Y así, Saúl perdió un balón tonto en el centro del campo (una pena, porque reitero, fue el mejor del Atleti hasta ese momento), lo pilló Gudetti, y desde las islas Cíes pegó un pepinazo que entró como un misil en la portería del Fondo Sur. ¿Moyá? Sin noticias de Moyá.

Después vino el Cholo y sus cambios (el castigo a Saúl, excesivo, el de Carrasco, sencillamente delirante, esa puta manía del automatismo de su sustitución es que me pone enfermito, no lo puedo evitar), no por la gente que entró, sino más bien por la que retiró del terreno de juego. Con el partidazo que se estaban marcando Koke, Gabi, el señorito Vietto (que alguien le indique que, por favor, cuando se remata a puerta disputándose un partido de fútbol de cualquier competición, no es lo mismo que cuando está jugando en el jardín de su puta casa plácidamente con su hija, decimos de Jackson, pero vaya tela con el monigote este, coño), fue incompresible que  quitase precisamente a los  dos  que mejor lo estaban haciendo hasta el momento. Simeone y sus cambios, una batalla completamente perdida. Que no se me olvide, no sé si es impresión mía, pero algo le pasa a Juanfran. Es como si estuviese sumido en una profunda depresión. Pues estamos apañados, joder …

En fin. Por sacar algo positivo, muy bien Correa (¿de verdad que Vietto está por encima de él?, ¿Seguro?), que nada más pisar el césped del Calderón pudo conseguir el empate a dos, con un remate al larguero, pero del posible empate a dos se pasó al 1-3 (casi la mitad de los goles que hemos encajado durante todo lo que llevamos de temporada, frótense los ojos, sí) de nuevo por obra de Tucu (minuto 63 de juego). Campana y se acabó.

Ángelito Correa maquilló la cosa con un maravilloso gol faltando 10 minutos de juego (se fue como y cuando quiso de medio Celta, terminando por rematar con maestría desde dentro del área, minuto 80 de juego), pero ahí se quedó la cosa. El Celta dejó el sábado en vallekas a 8 titulares e hizo el ridículo frente al Rayo, pero se han metido en semifinales de Copa. Cuestión de prioridades. Nosotros, de momento, estamos intentando abarcar  todo, pero  está claro que no nos da. Se quejaba ayer Luis Enrique del criminal calendario que hay en estas fechas. No le falta razón, y eso, con lo que tiene. Imagínense el resto el panorama que tenemos.

Así que nada, olvidemos pronto el mal trago final de esta indigesta Copa, felicitemos como corresponde al rival, y vamos a centrarnos en lo que realmente importa (si, Albertito, si, estoy contigo. Queda mucho todavía por disputar, por soñar, por viajar, por animar y esperemos, por disfrutar. ¿Alguien cambia la Liga o la Champions por la Copa? Yo, no. Y para todo, creerme, no nos da. Así que, si nos caemos, combato y me levanto.

11 de enero de 2016

Celta 0 - Atleti 2. Así se ganan Ligas.


Con esto no digo que la vayamos a ganar, pero sí afirmo que se está en el camino de, por qué no, conseguirlo.  Así se logra este título. Con regularidad, con sacrificio, con un espíritu de lucha encomiable, con orden, con solidaridad, con firmeza defensiva, con inteligencia, superando lluvia, viento, frío…, en definitiva, con la enorme personalidad que ayer mostró el equipo. Y sí, por si todo esto fuera poco, tan bien con buen fútbol. No productos artificiales realizados a través de interesadas euforias que nos quieren vender los fundamentalistas del fútbol. A los que realmente nos gusta esto, no nos van a engañar. Porque ayer, el Atleti, realizó un estupendo partido de fútbol. Del de verdad.

Controlando, maniatando y desgastando al rival en la primera parte (cierto que la baja de Nolito para el Celta me resulta mortal de necesidad). Pero cuando se tuvo el balón, intentándolo siempre jugar con criterio y profundidad. Para el Celta la cosa solamente estuvo pareja durante los primeros lógicos veinte minutos, más por el buen hacer del bullicioso Orellana que otra cosa. Después, el Atleti agarró el partido y ya no lo soltó en ningún momento.

Ya nos pudimos adelantar antes de irnos al descanso con una buena ocasión del extraordinario Griezmann, pero su disparo marchó por encima del larguero casi al final del primer tiempo. Y casi como continuación de esta jugada, vino ya el primer tanto al inicio del segundo periodo, en una triangulación a  velocidad de vértigo entre Koke, Vietto y Antoine, para que el argentino, que se me antoja que es con la pareja que más disfruta bailando el francés, pusiese el balón al segundo palo para que Ratón Griezmann anotase el 0-1 en el marcador. Y ya está. Porque este equipo tiene tan extraordinaria fiabilidad que sabemos que, una vez que nos adelantamos en el marcador, resulta para nuestro rival casi imposible de cazarnos. Nuestro sistema defensivo es tan admirable que prácticamente nadie es capaz siquiera de crearnos una miserable ocasión de gol que llevarse a la boca (8 goles en contra en toda una primera vuelta lo dice todo). Hoy por hoy, es muy muy raro que el Atleti pierda un encuentro en el que ha logrado ponerse por delante en el mismo.

Después el Cholo movió ficha, sacó al galgo Carrasco, y era una simple cuestión de tiempo que el belga lograse realizar alguna de las suyas. Campo pesado, rival tremendamente desgastado … El belga con  estos condicionantes es mortal de necesitad, y así lo demostró con su enorme gol conseguido ya faltando 11 minutos para el final del encuentro. Velocidad, descaro, verticalidad y entusiasmo. Y, por supuesto, gol. Son los mejores condicionantes para definir el chicharro de Carrasco, y que, por qué no decirlo también, le define a él mismo como pelotero.

Nada más. Muy contento por la dosis de buen fútbol con la que me empapé (y nunca mejor dicho) ayer. Lo dicho. Así se Campeona.

EL CRACK DEL PARTIDO: Excelentes Giménez y Saúl, muy bien Vietto, sencillamente pletórico Antoine Griezmann. Una pura delicia ver jugar al francés.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Pues nadie, aunque me pareció muy discreto del debut de Augusto (por cierto, gracias a la afición viguesa por pitarle cada vez que recibía el balón, porque me costaba saber de él visto que la retransmisión del encuentro de ayer fue realizada desde el planeta Marte, lo menos).

ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea. Muy bien el árbitro.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 6 GRADOS).

Andaba muy desajustado esto, os explico. Partíamos desde la última crónica con la que os castigué con 2 graditos a nuestro favor, lo subimos un par de grados más tras nuestra victoria ante el Athletic (+4), lo bajamos un gradito tras nuestra desgraciada derrota en Málaga (+3), queda inamovible tras nuestra nueva victoria frente al Levante, y se suben 3 grados más tras nuestra victoria de ayer. Y aunque os parezca que no, 6 grados más con respecto a la anterior temporada son pero que muchos grados más.

Lástima que, como viene siendo desgraciadamente habitual últimamente en mi vida, hoy de nuevo lloro por la pérdida de otra persona realmente importante en mi triste existencia. Tengo absolutamente todo de él, y siento que otro enorme vacío ha quedado hoy de nuevo en este áspero y desagradable lunes de mierda. Han sido tantas canciones, tantos maravillosos álbumes, tanto sentimiento, tantos ratos en su compañía, tanto tiempo soñando, compartiendo y viviendo contigo, tantos  ratos disfrutando de ti, toda una vida acompañándome. Lo bueno, es que seguirás haciéndolo, gran Duque Blanco. Tu música es inmortal. El Rock and Roll se ha suicidado. Hasta siempre, Bowie. Y gracias por todo.



16 de febrero de 2015

Celta 2 - Atleti 0. La maldición del Plus.


Pues mire usted por donde, una de las gilipolleces que siempre me ha poseído mi triste personalidad parece que este año está renaciendo de nuevo. Si algo ha conseguido la llegada del Cholo al Atleti es que hubiese aparcado para siempre mis extrañas predicciones de que “si escucho esa emisora palmamos fijo”, “si compro este periódico derrota segura” o “si lo televisa tal canal, chungo cubata”. Siempre, en el siguiente partido tras una derrota al darse tan pintorescos condicionantes, la muchachada de Simeone se encargaba de mandar al garete tal ridiculez de pensamiento levantándose de nuevo como si nada.

Pero este año, hay una  que se está apoderando de nuevo de mi. Y es la maldición del Plus. Que yo sepa, derrota en Anoeta, palmatorum en Barcelona, y lo de ayer. Pues ya podemos ir espabilando, porque fijo que nos quedan algún que otro partidito más. Así, a vuela pluma, creo recordar que recibimos al Valencia y visitamos Sevilla. Mala cosa.

Jndependientemente de mis frustraciones mentales, justo es reconocer que también palmamos porque el Celta hizo un gran partido. En la primera parte, nos dominó de cabo a rabo, y aunque no fue apenas capaz de crear ocasiones claras de gol frente a Moyá, si que fue el dueño absoluto del balón, manejó el mismo con mimo y con criterio, se anticipó en casi todas las jugadas, entró muy bien por banda y mereció mayor botín a su excelente juego. Mientras, el Atleti desarrolló uno de esos primeros tiempos a los que últimamente nos tiene acostumbrados cuando juega fuera de casa. Ni un solo pase en condiciones, perdido en el campo, con los medios de vacaciones y los atacantes a verlas venir. Dice el Cholo que se equivocó en la alineación. Lo mío no son las  tácticas precisamente, pero si él lo dice, así será. Qué le vamos a hacer. A los 32 minutos Mario Suárez entró por Tiago. No se si el portugués estaba lesionado o es que no se había cortado las uñas de los pies en un mes. Ya investigaremos.  Lo triste es que la sustitución no arregló nada, más bien al contrario. El primer tiempo terminó con un aire resignado por mi parte peligroso. Extremadamente peligroso.

Porque, a los 11 minutos de la segunda parte, el citado Mario Suárez hizo un penalti tan absurdo como claro sobre Nolito. Bien es cierto que la jugada viene precedida de una flagrante mano de un tal Augusto en el inicio de la misma, pero, de verdad, si tengo que expresar en está crónica los sentimientos que me produjeron esa puta acción del señorito Mariete, probablemente si alguna eminencia en el mundo de la psiquiatría me lee me termina encerrando en un manicomio con la firme convicción de que un tipo muy peligroso necesita atención médica con urgencia. Lo que tenía que pasar pasó. Nolitó transformó la pena máxima en gol.

A los 16 minutos de este segundo periodo la  cosa pudo ir aún peor, con un remate Larrivey fuera a puerta vacía tras una gran (mejor dicho) otra gran jugada de Nolito. Saúl pudo empatar después, pero Sergio Álvarez continuó con la inspiración que ya tuvo en el Calderón, como así demostró en otro posterior remate de Griezmann ajustado al palo (o mejor dicho, que también repelió el paro). Poco después (allá por el 21 de juego) Manduzkic remató esperpénticamente una excelente ocasión sobre el careto del Jony. Y, a todo esto, una pregunta: ¿Les parecen a todos ustedes mejor jugador Nolito que Mandzukic? No sé por qué me viene esto ahora a la cabeza, la verdad.

Obviamente, la entrada de Cani en el descanso por Fernando Torres algo se notó y parecía que el Atleti despertaba. Pero muy poco a  poco. Mientras, el Celta seguía jugando espléndidamente bien y en una gran combinación de medio Vigo terminó por encontrar el desmarque de Orellana en la banda, y el chileno fusiló a Moya cruzando el balón. ¿El inicio de la jugada? Otra nueva pérdida absurda de Mario Suárez, que se queda encima protestando con los brazos en alto en el medio del campo reivindicando la lucha de la desaparición de las ballenas en el polo norte. Me tengo que contener.

Poco más que destacar. Una internada de Juanfran que remató Manduzkic de nuevo cabeceando al muñeco, y el partido se despidió con un jugadón (otro jugadón, y van … de Nolito) que remató Orellana y que Moya respondió con una gran parada. Era el 46 de la segunda parte. Resultado justo no, lo siguiente. Menos mal que escribiendo está crónica me ha venido a la cabeza que en San Mamés creo que este año también jugamos en el Plus. Menos mal. Aliviado me quedo. No puede ser que este tipo de gilipolleces se apoderen de nuevo de mi.

EL CRACK DEL PARTIDO: Kron-Dehli (otra vez va a poner su nombrecito su puta madre, la peña no se puede llamar David o Bartolo, joder), Orellana y Nolito. Recital de los tres jugadores celestes.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Mario Suarez. Estoy hasta el mismísimo capullo de sus putas boberías. Lo malo, es que cada una de ellas nos cuesta puntos. Ya te puedes ir al Valencia, al Milán, al Inter o al Dínamo de la Patagonia. Cuando más lejos, mejor.

ÁRBITRO: Martínez Munuera. Lo de la mano de Augusto tiene delito. Además, Fontás decidió demostrar su excelente dominio del Karate sobre Siqueira dentro del área, ya con  el 2-0 en el marcador, pero el tal Munuera decidió también ver la vida venir. Pues que bien.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: 11 GRADOS.

3 grados que lo bajo, y creo que corto me quedo. Me voy a acostar.

Y el sábado, frente al Almería. Al menos no nos echa el Plus. Algo espero ya tener ganado. La liga no está imposible, pero si difícil. Pero estaremos al pie del cañón. Somos socios del Atleti, sufridos seguidores ...

22 de septiembre de 2014

Atleti 2 - Celta 2. Ansiedad.


Tarde espléndida parar la presencia del fútbol en el Calderón la que vivimos el pasado sábado, con una grada  plagada de chinitos, una alineación que, a pesar de la ausencia de Mandzukic prometía (¡al fin Griezmman titular!, lo del francés empieza  a ser una obsesión para mí, lo reconozco), destacando  también la titularidad de Ansaldi, que se infló a surtir a nuestros jugadores de muy buenos centros, que, por una u otra causa, no terminaron al final de transformarse en gol y una meteorología fabulosa para la  presencia de un buen partido de fútbol.

Y el caso es que el Atleti empezó el encuentro como nos tiene acostumbrados esta  temporada: pusilánime, dejándose dominar por el rival (buena impresión la  que me dejó  el Celta, por cierto), como dejando pasar el tiempo hasta encontrar la forma de dar un zarpazo y adelantarse en el marcador. Y claro, si el plan funciona, dabuten. Pero si a los 18 minutos de juego, un centro sin excesivo peligro de Planas, Godín y Moyá ven la vida venir al unísono, y al chileno Pablo Hernández le da  por meter la pierna para ver si cuela … y vaya que si cuela ... Pues  eso. 0-1 en el marcador. ¿Fue un churro? ¿Fue un chicharrazo? Una vez  vista la tele, para mi lo último, qué le vamos a hacer, aprovechándose, eso sí, del atocinamento del personal.

A contraremolque, pues, tuvimos  que empezar a funcionar, comandados por un espléndido Griezmann. El francés es una puñetera delicia: movilidad  constante, velocidad, profundidad, regate ... Cuando está con chispa  es un jugador entusiasmante. No podemos decir lo mismo de su pareja de ataque, el tal Raúl Jiménez. Lento como el caballo del malo, poco  habilidoso, torpón con  el balón, aunque se fajó con la defensa contraria, le anularon un gol por un pelo y falló otro cantado. Mejoró algo pasadas actuaciones, pero el chaval anda  todavía más verde que el increíble Hulk cuando se mosqueaba. Y si la peña sigue con  el morro fruncido cada  vez que le ve, aún irá peor, ya lo verán. Y hasta aquí mi buena acción del mes de Septiembre. No esperen más por mi parte.

Como siempre,  tuvimos que demostrar una vez más que somos el mejor equipo del mundo en jugadas a balón parado para remontar el encuentro. A la media hora, Koke pone una falta y Miranda remata a la red (¿Por qué no se le canta ya al brasileño desde el Fondo Sur, inquiero?).  Diez  minutos más tarde, saque de esquina de Gabi y el gigante Diego Godín se eleva hasta el segundo anfiteatro para remachar a la red sin piedad de extraordinario cabezazo. ¿Conclusión? Hoy por hoy, nuestra dupla de centrales es más letal que nuestra delantera. Es lo que hay.

Con ese resultado se llegó al descanso, pero la paz duró poco, ya que al  comenzar la segunda parte Miranda hace un supuesto penalti sobre Planas y Nolito empata de nuevo el encuentro. Por cierto, a los jugadores estos que no tienen otra cosa  que hacer que celebrar sus tantos encarándose a la afición Ultra rival, deberían de entrar de oficio los bastardos de Antiviolencia al igual que lo hacen con quince mil soplapolleces mucho menos graves. Estoy hasta la polla de presenciar en nuestro estadio a los protagonistas del programa “Gilipollas por el mundo” campando a sus anchas tan felices. Empate a dos en el marcador.

A partir de ese instante, un estado  de ansiedad entró en el que esto os escribe y en buena parte del Vicente Calderón, y eso que  el Atleti desarrolló un muy buen juego, con  paciencia, entrando por una y  otra banda, elaborando  las  jugadas  y queriendo  hacer las  cosas bien. Justo como  me gustaría a mi que saliese el equipo, vamos. Así, las ocasiones se sucedieron, pero nos topamos con  un inspiradísimo Sergio (jugador de cantera, demostrando que a veces no hace falta fichar tanto y no pasa nada  por confiar en los chavales  que lo valgan), que sacó, así de memoria, un centro chut de Koke envenenado, un remate a bocajarro de cabeza de Tiago, otro en un remate de Raúl Jiménez  imperdonable, un buen derechazo  de Griezmann … Por su parte, el Celta solamente hizo  lucirse a Moyá en un remate también a bocajarro de Hugo Mallo, creo recordar, aunque dispuso de 3 o 4 acciones de contra muy peligrosas  si las hubiesen sabido  desarrollar, aprovechándose que los míos andaban volcados. Al final no pudo  ser (desbarajuste con los cambios aparte, de lo cual les hablaré más tarde) por más que se intentó, y al final nos preguntábamos los míticos  miembros  del Grupo 51 que por qué el Atleti no planteará los partidos al revés de como lo viene haciendo, es decir, salir a sentenciar y luego descansar si procede. Obviamente, no  tuvimos respuesta alguna.

EL CRACK DEL PARTIDO:  Magnífico partido de Turán, echándose al equipo a la espalda, y de Ansaldi, que se infló hasta decir basta a poner fantásticos centros desde la banda izquierda, aunque el mejor fue Antoine Griezmann, sin lugar a dudas.  Estoy convencido de que si no se le hubiese quitado del campo, al final la victoria se hubiese conseguido.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: El Cholo, o el Mono, o  quien hostia puta haga los cambios. Lo de quitar a Griezmann por que sí, porque el chaval tiene pinta de niño bonito y me cae mal, me saca de quicio, no lo  puedo  evitar. Estoy hasta la polla de no ver un puto partido  completo al francés, máxime cuando es nuestra mejor baza  ofensiva,  y con  diferencia, señores. Con mucha  diferencia. De lo de poner a Raúl  García de nueve y dejar al equipo sin delanteros mejor no hablo, al igual  que tampoco lo quiero hacer de sacar a  Cerci escasamente 8 minutos. ¿Qué pollas queremos que demuestre un jugador en tan poco espacio de tiempo? Lo flipo, la verdad. Y con esto, no quiere decir que esté en contra del Cholo ni muchísimo menos. Pero si algo no nos gusta, ¿se le puede criticar y tal, no? ¿O es que todo  consiste en agachar la puta cabeza  y  decir “SI, BUANA”? Un auténtico despropósito.

ÁRBITRO: Hombreeee … Hablando de despropósitos, el valenciano y por lo tanto supuestamente valencianista Martínez  Munuera, o memez  análoga. Virgen del amor hermoso. No  hizo nada bien (goles anulados aparte). Escatológica actuación, permitiendo  al  equipo visitante hacer la friolera de casi 20 faltas sin  apenas mostrar 3 tarjetas, lo cual aprovecharon los celestes para aguantar nuestras embestidas en la segunda parte. Eso por no hablarles  del ridículo descuento que hizo  del  match, claro. Vaya tela de individuo, madre. Otro que ayudó lo suyo con la puta ansiedad.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+  2 GRADOS).
Bajo 2 graditos el tema, ya  que es demasiado  pronto en casa  para abrir la veda y  empezar a palmar puntos, a pesar, reitero, la segunda parte se jugó bastante bien al fútbol. Pero quiero continuidad.

Y el miércoles, ¡qué puta eres Almería! Un campo que se nos da de cine. Esperemos que logremos la victoria  de una santa vez allí. Por cierto, ¿Vuelve el Cholo ya, o sigue sancionado, en una de las  553 competiciones en las  que lo está? Me comentan que el martirio aún perdura. Y luego no querrán que padezca ansiedad, joder …


9 de marzo de 2014

CELTA 0 - ATLETI 2. Villa hizo de Diego Costa.


 Sí. Ese chaval acabado, que no da un puntapié a un bote y que seguramente no vaya a ir al Mundial, porque la memoria en este país es muy frágil y muchos de los caducos y trasnochados periolistos le estén enterrando a cal viva, resulta que ayer, que era uno de los partidos en los que realmente le necesitábamos más que yo una cañita en un día de resaca para empezar a ser persona, no nos defraudó en absoluto, y anotó los dos goles que sentenciaron el partido. El primero de ellos, en una jugada también para valorar la figura de Gabi, que roba un balón que casi nadie daría importancia en el centro del campo, sigue presionando al lateral “Jonny perdió su balón”, fuerza con dicha presión el error de éste, y todo lo demás corre cuenta del Guaje, que está rápido, concentrado, incisivo y matador. Parece que no anda por ahí, pero sí, señores, lo que siempre les comento: el que tuvo, retuvo.  Esto era ya en el minuto casi 20 de la segunda parte. Y decidió un partido muy clásico del Atleti en la presente temporada: primera parte de control sin morder demasiado arriba (salvo un tiro desde Pamplona de Raúl García que casi sorprende a Joel y otro de Koke que desvía lo justo el buen guardameta local), segunda parte decidida a por el encuentro y, esta vez sí, el Cholo estuvo inmenso en los cambios que realizó, especialmente en la entrada de Sosa, que aportó muchísimo en los minutos que estuvo en el terreno de juego.

Por su parte, el Celta se disfrazó un poco del Atleti, fue un equipo duro (que no violento, Sr. Vikingotti), intentó tener sus chances (siempre perfectamente solventadas por Courtois, el par que tuvo, vamos, tampoco se vayan a creer) pero todo el tiempo dio la impresión de que el Atleti, en cuanto diera el primer zarpazo, sería el definitivo. Si, para colmo, dos minutos más tarde de ese primer tanto que tan mal les he relatado, en una perfecta jugada de ataque protagonizada por Gabi, centro maravilloso de Sosa y remate letal de Villa, aprovechándose de un majestuoso movimiento en ataque de todo lo que haces lo haces bien Raúl García. Empieza a ser tan determinante el navarrico, que ya su titularidad no sorprende ni a la manada de dóbermans que ladraba en su contra en la maravillosa grada del Calderón. Ya saben lo que dice el refrán: ladran, luego Raúl García.

Y ahí se acabó el encuentro. Un partido que se resolvió relativamente más fácil de lo esperado, frente a un buen rival que tuvo como hándicap que su delantero centro Charles, en muchos momentos, especialmente de la primera parte, confundió la velocidad con el tocino, dando más coces que jugando al fútbol realmente, y tres puntazos de oro que nos llevamos y que nos sirven para seguir a tope en la lucha por seguir soñando.  Ya saben cómo funciona esto: ¿Qué nos echan una paletada de tierra para enterrarnos? Nosotros damos dos puñetazos hacia arriba y seguimos respirando. Con siete pares.

EL CRACK DEL PARTIDO: Muy buen encuentro de Alderweild, especialmente atinado en el desplazamiento del balón en largo cambiando la orientación del juego, buen partido de Gabi y Mario Suárez, a pesar de las tarjetitas con que decidió obsequiarles esa caja de sorpresa llamada Mateo Lahoz, Diego Ribas que fue de menos a más, bien el resto, pero sobresaliente David Villa. Se demostró que se puede contar con él. Si hay ocasiones, él se encarga de los chicharros.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Imagino que para la gente que llenó las gradas de Balaídos. Uno conoce bien esa ciudad y a su gente, y es muy difícil que presente un aspecto así. Dice mucho del tirón recuperado por los nuestros.

ÁRBITRO: Mateu Lahoz. La rula que se toma antes de los partidos le hizo un efecto inmediato, porque todavía ando explicándome el por qué le sacó la tarjeta amarilla a nuestro capi Gabi por decir “mano” nada más comenzar el partido (que, por cierto, la mano era, para más inri). Menos mal que solo se debió de tomar una ruleja, porque, cuando se le pasó el efecto, ya arbitro con bastante normalidad. Sí. El público local vio unas 345 manos nuestras, pero, créanme, las que realmente fueron, eran absolutamente involuntarias. Y no es pasión de madre, no.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 28 GRADOS).

Partido de obligado cumplimiento, no se toca. Ya todos son muy importantes, sí, pero el Atleti es el Atleti, y no podemos estar regalando grados sin ton ni son.

Y el martes, un encuentro maravillosamente clave. La Champions vuelve al Calderón, y por todo lo alto. El Milán viene a morir. El pasado sábado reservó prácticamente a su once de gala. El Atleti tiene una cita con la historia. Sigamos escribiéndola, pues.

7 de octubre de 2013

ATLETI 2 - CELTA 1. SEGUIMOS ESCRIBIENDO HISTORIA.


Ocho partidos ya consecutivos vencidos en liga, y, además, en muchos de ellos jugando pero que un rato tela de bien al fútbol. Ayer fueron concretamente 60 minutos de ocasiones a go-gó, haciendo que el guardameta vigués Yoel fuese la auténtica estrella del encuentro. Por parar, hasta detuvo un penalti lanzado por Diego Costa. Muy mal lanzado, por cierto. Porque un penalti se puede fallar, está claro (para mi jamás son aciertos de los porteros, sino fallos de los lanzadores). Pero se tienen que poner las bases, al menos, para que sea lanzado  correctamente. No se puede tirar de corre prisa y  corriendo, con poca concentración y de forma atolondrada y acelerada, tal y como hizo  ayer el bueno de Diego Costa. Al final nos salvamos por la campana, pero otros días no correremos tanta suerte.

La mañana era espléndida, con un fantástico  ambiente en las gradas, llenas de familias y de chavalería entusiasta. El campo estaba a reventar, el tiempo era primaveral, había unos 500 vigueses en las gradas. Y el Atleti no defraudó, mientras  que el Celta aguantó el temporal como buenamente pudo. Villa falló un mano a mano en el primer periodo, Diego Costa el penalti ya mencionado, parecíamos el séptimo de caballería rodeando a  una reserva india (el mundo al revés, vamos), hasta que en el 43, al fin, llegó el ansiado gol: el gran Luis Filipe (inmenso durante todo el partido ayer, a él le hicieron el penaltazo ayer también en una de sus interminables internadas en banda) se mete hasta la línea de  fondo y su  centro es remachado casi al unísono entre Godín y Diego Costa. Ante la duda, la más tetuda, y a quién más falta le hace es al  propio Diego, así que démoselo a él.

En el  descanso el panorama siguió igual, pero no se cerró el partido, especialmente en una ocasión increíble que Diego Costa le regaló a Villa, que, para colmo de males, se lesionó en intento de remate de la misma, cuando estaba completamente solo y sin portero debajo de los palos. Yo creo que el Guaje tiene una carga sencillamente espectacular de trabajo en sus piernas, y  eso  le hace parecer mucho más  torpe de lo que realmente es. Si la  lesión no es grave, igual hasta no le viene mal el pequeño descanso y todo.

Casi a los 20 minutos  del segundo periodo, llegó la que parecía  sentencia definitiva. Mágico pase de casi 40 metros de Gabi al más puro estilo Schuster, viendo el desmarque de Diego Costa, y el resto ya  se lo pueden imaginar, porque esta jugada  empieza a ser un clásico también en este Atleti: el brasileño es imparable tanto en velocidad como en potencia, se va  de sus rivales con una facilidad insultante y su remate final (que no suelen ser demasiado ortodoxos pero si francamente letales, quizás precisamente ahí resida su secreto). se cuela irreversiblemente bajo el cuerpo de Joel.

A partir de aquí, el Atleti acusó el desgaste Champions, y el Celta sacó a su mejor  hombre sobre el terreno de juego, Nolito. A los veinticinco minutos puso el 2-1 en el marcador, batiendo  sutilmente y con mucha clase picando el balón ante la salida de Courtois, y los últimos minutos fueron un auténtico suplicio para los nuestros, ya que aunque el Celta no llego a tener ocasiones claras de verdad, si que logró embotellarnos en nuestra propia área, y al final se sufrió un encuentro que no se tuvo por qué hacerlo. Da igual. Todo suma, y tras el esfuerzo de Oporto, hay que concederles estos pequeños desfondamientos. Aparte, en mi sincera opinión, el Cholo debe de  empezar a mover la coctelera ya, aunque igual las lesiones le obligan a hacerlo. Ayer, por ejemplo, al fin debutó Guilavogui (tiarrón negrata donde los haya), y, me temo, que vamos a tener que ver a bastantes más jugadores durante las próximas jornadas. Precisamente de ahí, de la respuesta del fondo del armario, dependerá realmente nuestras posibilidades reales en todo. Pero, de momento, ahí estamos. Continuamos haciendo historia. No se puede pedir más, la verdad.

EL CRACK DEL ENCUENTRO: Goles son amores, y Diego Costa consiguió un par de ellos más (aunque, reitero, no me gustó absolutamente nada su forma de lanzar la pena máxima), Luis Filipe estuvo colosal, pero hoy se lo voy a dar al auténtico artífice de que su equipo estuviese en el partido y no se fuese con una goleada de escándalo. Me refiero, obviamente, a Joel. Ahí hay portero, señores. Tranquilo, con reflejos, siempre bien colocado. Me gustó un montón.

LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO: De mi gente ninguno. Del Celta esperaba mucho más de Rafinha y de Charles.

ÁRBITRO: Undiano. Arbitraje modélico el suyo.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+25 GRADOS).
La temperatura ambiente que había en realidad  en el Calderón. No se mueve, obviamente. Y ahora suelto la frase favorita de don Pablo Mármol: “Partido de obligado cumplimiento”.

Bueno. A continuación, parón con las selecciones. Lástima de la lesión de Villa, aunque, reitero, creo que el descanso le va a venir de cine. Que no haya lesionados, please. La historia este año se escribe en rojo y blanco.

9 de mayo de 2013

Celta 1 - Atleti 3. Orgulloso.


Tras superar el hastío, la vaguería y el homenaje al sin sentido que me producen siempre las secuelas del derbi (trankis, lo del viernes 19 no es  tal, lo del viernes es una final), aquí estoy de nuevo con renovadas fuerzas para seguir escribiendo y, tras conseguir ayer, a falta de 3 jornadas, la clasificación, por fin, directa (es decir, sin jugar previas en lugares inhóspitos y desconocidos completamente para el que esto os escribe, frente a equipos  de nombres indescifrables) la única conclusión que se me vino a la cabeza ayer al acabar el encuentro fue una: ORGULLOSO.

Orgulloso de la solvencia y la regularidad que hemos demostrado tener (a pesar de perder partidos puntuales casi siempre frente a equipos que se puede hacer), de la seriedad defensiva mostrada por el equipo siempre (auténtico pilar sobre el que hemos fundamentado nuestro éxito), y de tener siempre claro el concepto de equipo como tal en cada uno de los encuentros que hemos disputado. Lo hayamos hecho bien o no tan bien, pero siempre he tenido la sensación de ver a un grupo solidario cada jugador con su compañero, responsables todos del escudo que portan y de la institución que representan, y que siempre se ha dado la cara en cada instante. Y eso, desde luego,  me llena de orgullo.

Ayer disputamos un encuentro frente a un Celta que tiene pie y medio en segunda División (aunque chapeau a su afición por su reacción final apoyando al  equipo a pesar de la derrota) y vencimos sin mayores complicaciones, salvo algún que otro barrullo dentro del área nuestra. El equipo dominó, creó alguna buena ocasión (de Falcao y de Adrián, respectivamente) llevó siempre peligro con ese demonio que no conoce la piedad llamado Diego Costa, se adelantó en el marcador en la primera acción de la segunda parte tras un excelente saque de esquina de Milinko Koke, que peinó espléndidamente Miranda y Diego Costa le comió la tostada al defensa local, y luego ya dominó plácidamente, hasta el punto de conseguir el 0-2 que se estaba mascando en un afortunado remate de Juanfran que rebotó en el culo de Lago, y sirvió para despistar definitivamente a Javi Varas y que no pudiese hacer nada por atajar ese esférico. Esa jugada resume a la perfección cuando un equipo es campeón y cuando el otro está para descender. La gloria y la miseria de la vida. A todo esto, el Atleti saca a Turán y el equipo juega al fútbol y hay último pase (sin él ni Oliver, lo siento, pero no lo hay). El Celta saca a Bermejo y se lesiona en el primer sprint. Otra acción que da para pensar, la verdad …

Sin embargo, soñó el Celta con la heroica, en un remate de De Lucas a falta de 8 minutos, que Courtois respondió con un paradón impresionante, pero su rechace va para Gustavo, y su remate final le pasa por debajo del cuerpo al bueno de Thibaut, poniendo el 1-2 en el marcador. Qué le vamos a hacer.

Sin embargo, la reacción no pudo ser más impresionante. Sacó de centro el Atleti y no perdió el balón de su poder hasta conseguir el tercer tanto, obra de, cómo no, Falcao. Un golazo como la copa de un pino, tanto en elaboración como en ejecución final, jugadón incluido de Luis Filipe.

Aún pudieron ser dos tantos más de Arda (una que le quita Falcao, otra que le quita el palo). Pero casi mejor que el resultado  se quedase así. Uno sabe, por desgracia, lo que es un descenso, no olvidará jamás aquel día en Oviedo, y aquel no ascenso en Getafe (aún más doloroso si cabe), y tengo un respeto máximo por los equipos que se encuentran ya, en este tramo final de liga, en una situación tan sumamente dramática.

Así que, ahora toca disfrutar de lo que nos queda. Porque, créanme que sé de  lo que les hablo, vamos a disfrutar …

EL CRACK DEL PARTIDO: Luis Filipe. Amo y señor de la banda izquierda, cada internada suya era una puñalada mortal en el corazón céltico.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Pues lo dicho: que sin Arda ni Oliver, este equipo no tiene un pasador final, y lo pasa mal para crear ocasiones claras de gol. Muchas veces nos  sirve con nuestro orden defensivo y nuestra concentración en las jugadas a balón parado, pero nos falta esa chispa final. Ese toque diferente, que no nos  convierta en un equipo tan plano a veces.

ÁRBITRO: El más  tonto de los Teixeira. No estuvo mal del todo, a pesar de sus desastrosos linieres.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 17 GRADOS).

Lo llevaba tiempo sin actualizar, pero lo dejo finalmente como está. Lo del derbi me olvido, ni lo cuento. Se perdieron dos puntos en Riazor, pero se recuperaron ayer, así que, al final, todo queda igual. 17 grados, quién lo diría …

Y el próximo domingo, el Barsapasta. Tienen la posibilidad de quedar campeones en nuestro campo. Pues que se lo ganen. De todas formas, dará igual, ya saben que el mundo  gira en torno a los otros clubes. Si ganamos, dirán los unos que si solo les jodemos a ellos. Si palmamos, dirán los otros que somos unos vendidos. Me la suda. A palabras necias … ¡¡¡¡¡FORZA  ATLETI!!!!!

22 de diciembre de 2012

Atleti 1 - Celta 0. El día en que Adrián hizo de Papa Noel.



Fin de año en el Calderón, y nueva  victoria para los míos. Como todas, por cierto: plena de trabajo, tesón y fe, frente a un Celta que dejó en Vigo su disfraz de equipo alegre y campechano, y se puso el mono de equipo italiano, defendiendo magníficamente las embestidas Atléticas, que pasaron de ser constantes y peligrosas en la primera parte a cansinas y repetitivas en la segunda, hasta que al Cholo le dio por mover la coctelera rojiblanca, claro está.

La más clara ocasión la tuvo Koke, que disparó con tanta clase y ajustó tanto su disparo que terminó repeliendo el balón en el palo. Muy bien Diego Costa, que se puso el disfraz de delantero más peligroso ante el perfecto marcaje al que fue sometido Falcao, y también merodeó el área de Javi Varas siempre con sumo peligro. Otro que estuvo muy bien fue Arda, aunque ayer hubo determinadas acciones sobre el terreno de juego que, para el que con esto os aburre, me resultan altamente sospechosas. Demasiados años aguantando a mercenarios caprichosos es lo que tiene, más adelante les aclararé.

De primeras, y antes de que se me olvide, buen detalle de la muchachada hacia Tito. Si supieran a cuantísima gente les hace ilusión este tipo de acciones por parte de los astros futboleros …. Créanme, que se lo dice uno que anda asiduo al Hospital de día Oncológico del 12 de Octubre como Pedro por su casa.

La victoria fue justa, incontestable e indiscutible, pero, como ya os he comentado antes, muy curradita. De hecho, la segunda parte el equipo comenzó como si se hubiese dado un anticipo absurdo en el vestuario de empacho de turrón y polvorones. Pero, afortunadamente, apareció el Cebolla por ahí (que bueno que volviste, viejo) y, posteriormente, Adrián, y la cosa ya cambió.

Del ataque del Celta, mientras, sin noticias de su existencia. Al pobre Yago Aspas le ví más por las agresiones (2 concretamente) que sufrió por parte del sinvergüenza de Miranda que por otra cosa. Está claro que había ganas de pillar unos días de vacaciones de más, ¿Eh, coleguita?

Y cuando la cosa parecía condenada al triste y aburrido empate a cero final, apareció la figura  de Adrián, que sacó al seguro buen deportivista que lleva dentro para clavarle el balón en la misma escuadra de disparo fuera del área al atónito Javi Varas. Poco más que contarles. El Calderón sigue siendo un puto fortín. Aquí no puntúa ni Dios, y buena prueba de ello fue el planteamiento (completamente lícito y justificado, los Atléticos no somos como otros, que obligan a sus rivales a jugar como ellos quieren basándose en extraños sentimientos morales) conservador de los vigueses. Afortunadamente, al bueno del Adri le dio por ponerse su disfraz de Papa Noel, y nos regaló estos tres puntazos más a todo colchonero de bien. Y, por la rabia con la que celebró el gol, me da que él también se dio un buen regalo empapado de moral y autoconfianza. Que nos aproveche. Llegar a Navidades con 40 puntos o más está al alcance de pocos. Concretamente, de dos.

EL CRACK DEL PARTIDO: Cebolla vs. Adrián. Revolucionaron el partido y fueron completamente la clave de la victoria final. Quizás no tengamos el fondo tan lujoso de armario de otros, pero si, desde luego, tan efectivo como el que más.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Arda, Falcao y Turán. Será que me estoy haciendo viejo y gruñón (que es cierto, por otro lado) pero a mi este tipo de tarjetas tan sumamente absurdas en vísperas de unas vacaciones me resultan altamente sospechosas. Las manos del señorito Turán fueron de vergüenza ajena. Miranda pudo ser expulsado no menos de 3 veces, y tampoco me resultó muy comprensible el cómo Falcao buscó un remate sabiendo claramente que no llegaba ni de coña y que arrollaría a su rival. Pasad buenas vacaciones, chicos, aunque, si luego se nos termina atragantando Mallorca, yo puede que tire de memoria y me acuerde de más de uno, y de más de dos. Concretamente, de vosotros tres.

ÁRBITRO: Pérez Montero. Buena actuación de esta perfecta réplica de un Clip de Famobil.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+12 GRADOS).

Inamovible. Otro partido de obligado cumplimiento. Está confirmado, eso sí: sabemos levantarnos.

Y nada más. Ahora toca el espacio de las babosadas varias por estas fechas, tales como Feliz Navidad, Feliz Año Nuevo y blablablá. Me molan más los hechos que los deseos, y hay uno que es incontestable: se les quiere.

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