26 de febrero de 2010

Galatasaray 1 - Atleti 2. ¡Te quiero, Atleti! ...

…lololololololololo! ¡Te quiero, Atleti, lololololololo! Pues si, señores. De esta guisa andábamos el que esto les emborrona y mi señora madre, abrazados los dos y cantándolo desde el humilde sofá de mi casa a grito pelao. Sí. Esa canción que tanto incomoda a algunos. Siempre me ha resultado curioso (por no decir otra cosa) como puede molestar un cántico en el que se dice que uno quiere a su equipo. ¿Qué se supone que se debe de cantar en un campo? ¿Qué uno odia a su equipo? ¿Insultar al rival? ¿No apoyar? ¿Solamente tirar cosas al campo? En fin, que hoy no es día para estos rollos, qué carallo …

Pasó, sin ningún género de dudas, el equipo que es mejor. Porque si alguna conclusión he sacado en estas dos eliminatorias frente a los turcos, es que, que sí, joder, que el Atleti es mucho mejor que el Galatasaray, y punto. No hay más vuelta de hoja.

Y eso que empezamos el partido en plan contemplativo sumun. Sí, mucho control, mucha mandanga, pero poca chicha. Seguro estoy que este planteamiento de no desgaste es cosa de Quique. Ayer le salió bien, es indudable, pero no todos los días es fiesta. Pero como los turcos también pasaban de todo, pues eso, que más parecía la cosa un amistoso aburrido de pretemporada que otra cosa. Menos mal que, al menos, desde las gradas, el ambiente sí que nos recordaba que ahí se estaba jugando un encuentro de verdad, de los importantes, de los que hay que ganar sí o sí si quieres empezar o volver a ser alguien en esto de los rollos europeos y esas cosas.

Don Quiquerrequeerre nos dejó de inicio a Escándalo Forlán en el banquillo y al Kun solo en punta. En teoría debería de estar acompañado por mi entrañable perfúmenes Jurado, pero éste, como no podría ser de otra forma, estuvo prácticamente todo el encuentro perdido en su mundo de Bodybells, Jutecos y Marinards. Solamente se le vio un poco (un muy poco, diría yo), en el tramo final del partido. Demasiado poco bagaje para el jugador que más minutos ha disputado desde que está nuestro nuevo trainer.

El plan parecía claro: dosificación de esfuerzos para, en la segunda parte, sacar a Forlán con el Kun y machacar. Pero el primero que acabó machacado fue nuestro propio Kun (que antes había realizado una jugada prodigiosa que no obtuvo remate final), tras confundir (o no) un jugador turco su cabeza con el balón. Se veía claramente en las imágenes que Agüero anda perdido en el desierto. Esto que os cuento, un susto del equipo turco tras una fantástica asistencia del puto Keita ese, y al descanso. Desde luego, así no remontamos ni al Dynamo de Móstoles, está claro. Pero un gol puede llegar en un simple suspiro, así que había que aguardar acontecimientos.

El equipo en la segunda parte fue otra cosa. Salió con más profundidad, con más agresividad, Simao empezó a entrar en juego de verdad, Antonio López desdoblaba la banda creando peligro, Forlán se le veía, esta vez sí, dinámico, fresco y con ganas, y el renqueante todo el partido Reyes dijo que aquí estoy yo, que quiero segur de dulce por la vida, y, ni corto ni perezoso, se echó al equipo a cuestas y tiró una y otra vez de él. Es muy cabezota el jodido sevillano este. Y, como no podía ser de otra forma, empezaron las ocasiones.

Una especialmente fue increíble, en un gran saque de meta de Asenjo, que Reyes remató magistralmente con su pierna derecha a bote pronto cruzándosela por alto a Leo Franco. Os juro que pocas veces me pasa, pero ayer ocurrió. Canté el gol como un puto poseso, pero … No lo fue. Larguerazo que te crió. Careto gilipollas sumun habemus. No pacha nada, esto empieza a pillar colorcillo del bueno.

La cosa sigue. Otra buena pared, Reyes se queda solo ante Leo, pero tiene al extraordinario guardameta argentino demasiado encima. Una lástima. A partir de ese momento, entró en liza la pizarra de Don Benito Floro y sus saques de banda. Pone uno Antonio López, lo peina Juradete, el balón le queda a Simao, entra en el área y bate con esa clase que Dios le ha dado, al fin, a Don Leo Franco. 0-1, lo más difícil estaba hecho.

Pero con el Atleti, ni existe la palabra difícil, ni tampoco el término hecho. Tres minutos más tarde, otro saque del equipo local, Valera mientras contempla el paisaje, Asenjo que ya se sabe que sale menos que un jubilado por Afters, y, cómo no, mi estimado negro zumbón que remata sin piedad batiendo al palentino. Uno a uno, y todo por decidir. Maldito Keita …

A partir de ahí, la cosa se calienta. Un posible penalti a Reyes, uno clamoroso que hace Perea al dar un balón con la mano cuando lo pierde mientras ensayaba unos pases de claqué con el esférico dentro del área y que dejó solo solito solo a un pibe turco (las cosas del colombiano, nada nuevo sobre el horizonte), El Raiki de los nervios, un expulsado turco, dos compañeros suyos que se deberían de haber marchado con él … En definitiva, que entró en liza el que faltaba. El árbitro. ¿Cómo? ¿Qué me dicen? ¿Qué hay, aparte de este mismo, dos linieres y dos jueces de área? Pues oiga, me gustaría saber, en estos tiempos de crisis, qué currículum tiene que tener uno para ser juez de área. Porque digo yo que para estar inmóvil en el área, simplemente como mera figura decorativa sin más, no harán falta demasiados estudios, ¿No creen? Ya saben … Las cosas de la UEFA. Igual entra dentro de un plan de reinserción de presos, o de reciclaje de parados, o vaya usted a saber, señor Platini, Puta Platini.

Último suspiro. Una vez más Reyes pilla un balón. Forlán se desmarca, pase magistral del utrerano, Escándalo controla en el área, y el bueno de Leo, que le conoce bien, debió de pensar en esos momentos “la hemos cagado”. Efectivamente. Apareció de nuevo ese Bota de Oro que tanto encandiló y enamoró la temporada pasada, batiendo en el 90 sin remisión al guardameta local.

Creo que llevaba cerca de un año el Galatasaray sin perder un solo encuentro en su estadio. Mejor para el Atleti. Pues no nos va la marcha a nosotros ni ná. Y así se acaba esta historia. Ahora nos tocan los portugueses del Sporting. No se nos dan bien los equipos del país vecino. Pero eso ya será otro cantar. Como el domingo. Menudo partidito nos espera en Liga.

He destacado a Reyes. Sin duda lo merece. También lo he hecho con Escándalo Forlán. Justo es reconocer su labor. Pero quiero mencionaros un tercer nombre. El tercer hombre, Ufaljusi. Tiene que ser jodido jugar cada día en un puesto de la defensa. Que lateral derecho , que si izquierdo, que si central, que si subas, que si bajes … Él se adapta a todo. Ayer ni me acordé de Domínguez, y eso es jodido, muy jodido de conseguir. El checo es todo profesionalidad y saber hacer. Desde aquí mi reconocimiento a su labor y sensacional temporada.

Y también quiero dedicar esta crónica a Don Leo Franco que estás en los Cielos. Me alegra un montón que el día más emocionante de tu carrera deportiva fue el encuentro que disputaste en la ida en el Calderón. Uno suele recoger lo que siembra, y en este caso, y a pesar de que a nivel institucional apenas se reconozca tu labor (no solamente es la tuya, Leo, es la de todos, aquí ya sabes tu mejor que nadie que las cosas funcionan así), sabes que la gente del Calderón te quiere, te aprecia y te lleva en nuestro corazón. Porque eres uno de los nuestros. Hasta siempre, Don Leo.

Sí. Ayer fue un día de esos que te va a aportar un recuerdo inolvidable para la posteridad. Fue ese cántico, ese abrazo con mi mami, y ese “Te quiero Atleti” que todavía no deja de sonar en mi cabeza. Y que no pare, por favor. Si algún día me he de morir, quiero hacerlo así.


22 de febrero de 2010

Almería 1 - Atleti 0. Ver para creer.

Todavía no salgo de mi asombro tras lo del partido de ayer, la verdad. Alucinógeno total que palmásemos un encuentro que merecimos ganar, y con suficiencia. Además, curiosamente, como el otro día frente a los turcos, jugando al fútbol, por momentos, tela de bien. Nada que reprochar al equipo, pues. Otra vez será.

Porque el Atleti fue el amo y señor del partido durante prácticamente 80 de los 90 minutos que dura esto. Con un Asenjo que, bajo los palos estuvo bien (las salidas es otra historia, mejor dicho, las no salidas), una defensa firme, colocada y concentrada, un centro del campo que jugó y movió el balón con bastante criterio (clase magistral incluida de Tiago, como no nos quedemos con el portugués es para quemar el Calderón con todo quisqui dentro junto), con un Assunsao como fiel escudero sencillamente impecable, con un Reyes en plan estrella (a pesar de las continuas, constantes y machaconas faltas sin cesar a las que fue sometido, y encima el tarjeteado al final termina siendo él, ver para creer, parte II), y, eso sí, con un Forlán que se topó algunas veces con la santa inspiración de Alves, por un lado, y con su propia pelea con el mundo, por otro. De Simao no se supo nada. Y del perfúmenes Juradito, tres cuartas. Para mi Jurado es como si fuese un viejo compañero de colegio de esos que hace un montonazo de tiempo que no ves, y que de repente te lo topas un día por ahí, y le preguntas … ¡Coño! ¿Qué tal estás, tío? ¿Qué es de tu vida? ¿A qué te dedicas? Si algún día me topase con el sanluqueño, fijo que le diría lo mismo …

Pero ya sabéis cómo se las gasta Don Quiquerrequeerre. Se ha empeñado en el sanluqueño, y chufla, chufla, que como tu no te apartes …

¿El Almería? Pues sí, tuvo sus ocasiones, un cabezazo al palo, dos buenas paradas de nuestro Asenjo, pero, sinceramente, todo el peso del encuentro, todo el dominio y casi todo el fútbol lo pusimos nosotros. Pero ya sabéis cómo funciona toda esta historia: el fútbol no entiende de merecimientos, entiende de chicharros, como siempre os digo. Y de nada sirve el tirazo al larguero de Tiago, el remate de Reyes al palo, el que Forlán se confíe y remate a puerta vacía excesivamente flojo, permitiendo a un defensor almeriense que llegase a tiempo a despejar el balón, una posible mano almeriense que pudo ser penalti, los paradones de Alves, el criterio, la lucha, el orden, el control, la limpia circulación de balón …

Lo que cuenta es que la puta pelotita entre. Y, como siempre viene siendo norma de la casa, a los locales les entró en una jugada en que Tiago no acierta a despejar el balón tras un córner, se lo encuentra Piatti por ahí y la enchufa sin remisión. Todo ello, por supuesto, en el último aliento del partido, para que no nos de tiempo a reaccionar ni nada por el estilo.

Así que, de esta forma, este lunes asqueroso y gris se transforma aún en más sombrío, más asqueroso y muchísimo más gris. Pero bueno, esta vez, al menos, con la cabeza alta, y con la conciencia tranquila del deber bien hecho. Sinceramente, sigo sin creerme que el Atleti ayer palmase, la verdad. Ver para creer …

EL CRACK DEL PARTIDO: Tiago. Era justamente la tecla que faltaba en nuestro teclado. Aporta el equilibrio, la pausa y el saber estar que tanto echábamos en falta. Sin olvidarnos de Reyes, por supuesto, a pesar de que hay barra libre para marcarle de cualquier forma. Dos grandes descubrimientos esta temporada.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO. Don Quiquerrrequeerre. Ya no entro en su alineación ni en lo del puto perfúmenes. Reconozco que con Perea ha hecho lo mismo y ahora le está funcionando a la perfección. También sé que el Atleti con él está jugando cada vez mejor, y lo ha convertido en un equipo valiente y que juega al fútbol, y, por momentos, hasta de verdad. Pero lo de los cambios de este hombre es de traca. O su infrautilización de los mismos. Porque ayer Simao, por poner un ejemplo, solamente se le vio en esas jugadas ensayadas que hace él con cada saque de falta o de córner, buscando siempre el primer palo, y que sus pobres compañeros todavía siguen sin enterarse de en qué consiste la misma (no quiero pensar que el menda es que no llega, de verdad que no quiero pensarlo). Pues chico, tienes por ahí a un tal Salvio, que está hambriento de minutos, el partido va empate a cero, se supone que quieres ganarlo … ¡pues sácale, joder! ¡sácale, que no pasa nada hombre! ¡Qué igual te aporta algo nuevo y todo! ¡Qué dicen que el chaval tiene gol, velocidad, valentía y todas esas cosas! ¡Que, además, ha costado 10 millones de leuros, hombre! ¡Algo le habrán visto, digo yo!

Luego, como siempre, sacó tarde al Kun, encima sustituyéndole por Forlán. Oséase, un clavo sale con otro clavo. Cojonudo.

Pero si todo esto no es suficiente, el colmo de los colmos es sacar a Ibra en el minuto ¡89! Y yo me pregunto: ¿Qué quieres que haga el chaval con tan solo un minuto de juego? ¿Qué es lo que puede hacer? ¿Acaso lo que buscas es perder tiempo? ¿Alguien me puede dar una explicación medianamente juiciosa de este asunto? Lillo, eso sí, te estará permanentemente agradecido. Ver para creer, parte III.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 16 grados).

De nuevo el récord histórico-histérico nos acecha de nuevo. Si fuese por motivos puramente deportivos, lo subiría 3 grados sin dudarlo. Pero como este capullo solo entiende de números, lo tengo que bajar un gradito, al menos. Me temo que este año no nos vamos a quitar el plumas y el gorro de oso polar ya ni de cachondeo.

Y el jueves, la vuelta contra los turcos. Necesito que alguien me anime este cochambroso lunes de la forma que sea. Yo digo que vamos a pasar … por penaltis. Numérense, por favor …


19 de febrero de 2010

Atleti 1 - Galatasaray 1. El Atleti y sus circunstancias.

Entró el Atleti al partido con las circunstancias positivas que viene arrastrando últimamente: finalista de Copa, victoria frente al Barcelona, todo ello aderezado de un muy buen juego, de una solidez defensiva desconocida hasta la fecha durante la presente temporada, y de unos interiores aparte de incisivos enormemente solidarios a la hora de defender al no tener el balón en nuestro poder, con mención especial a Reyes, que está en un momento de forma sensacional.

Y se notó. Vaya si se notó. Podríamos catalogar de excelente, en mi humilde opinión, el primer tiempo que hicieron los rojiblancos. Amos y dueños absolutos de todas las parcelas del campo, presionó, profundizó, creó ocasiones, se topó con la inspiración del gran Leo Franco (¡Bienvenido a tu casa, hermano!), que sacó 2 remates a bocajarro del Kun y de Raúl García, contempló un antológico gol obra y gracia de Reyes, en un fenomenal saque de falta, vio un lanzamiento al palo de Simao desde fuera del área … En definitiva, presenció a un equipo jugar al fútbol, pero de verdad, de la buena.

Los turcos, por su parte, solamente inquietaron una vez nuestro marco, en un testarazo que desvió fenomenal De Gea a córner. El 1-0 era poco resultado para nuestros merecimientos, cierto, pero no dejaba ya de ser un buen resultado. Los goles ya llegarían.

La segunda parte comenzó más o menos con el mismo tono, con la misma intensidad, pero hete aquí, el Atleti y sus circunstancias, nuestro David de Gea, en un lanzamiento de puerta sin mayor importancia, nota un pinchazo y se lesiona. Circunstancias negativas, a pesar de que sale jaleado por el público Asenjo, como para que se sienta cómodo de verdad, como diciéndole que ánimo, chaval, que los primeros interesados en que todo te salga de puta madre somos nosotros, que estamos contigo.

¿Cuál es el problema, pues? Fundamentos. Es un problema de fundamentos. De Gea tiene unos fundamentos claves en su manera de defender su portería. Sabe perfectamente cuál es su terreno, dónde tiene que dominar y ser el amo y señor absoluto, es un portero jerárquico, seguro de sí mismo, siempre bien colocado y muy metido en el encuentro. Se nota que se le ha enseñado y cuidado hasta el más mínimo detalle, con mimo, con perseverancia, como estudiado en un laboratorio y analizado hasta el más mínimo detalle.

Asenjo, no. Asenjo me temo que no ha tenido todo ese tiempo de formación, estudio y aprovechamiento de sus cualidades. Nadie creo que dude de sus reflejos bajo los palos. Domina excelentemente esta materia. Pero lo que es el área para él es una completa desconocida. Es como si las áreas del Calderón fuesen más grandes que en las que él ha jugado. Sus dos salidas ayer fueron sencillamente incomprensibles, de alguien al que le falla, y mucho, la base principal de la que ha mamado. La primera casi nos costó un gol (y un medio penalti suyo, muy similar al que realizó contra el Sporting, por cierto), el otro, nos costó el chicharro del puto negro zumbón ese del Keita (¡qué incordio de pibe, por Dios!).

Lo malo es que lo del palentino contagia desasosiego y nerviosismo, tanto en sus compañeros como en la propia afición. La defensa ya no transmite esa seguridad y ese saber estar que estaba logrando, y el público se desespera y le pita al chaval. Claro que, después de sus dos cantadas (las 2 primeras intervenciones reales que no realizó), lo que no puede esperar tampoco Asenjo es que le cantemos una salve rociera, digo.

Pero es injusto señalar solo al chaval, aparte de no ser mi estilo de ir por la vida. Porque otro caso a analizar es el de Escándalo Forlán. A mi me recuerda a que, cuando yo jugaba en la prestigiosísima Liga Municipal de Carabanchel, teníamos un nueve (pura dinamita, creerme) que jugaba en tres equipos más aparte del nuestro. El pibe, ya os digo, valía su peso en oro. ¿Cuál era la putada? Pues que como nuestro encuentro fuese el cuarto del finde, andaba el hombre muerto perdido (y aún así, seguía marcando diferencias, nivelazo total, oigan).

Últimamente al ver al uruguayo tengo la misma impresión. Parece que sale al campo a disputar su tercer encuentro de forma consecutiva. Medio apático, medio deprimido, terriblemente cansado, poco participativo … Que alguien le borre de los otros tres equipos ya, por favor.

Tampoco me voy a olvidar de Quique, no. Y reitero, me gusta como entrenador, el equipo está jugando al fútbol, y de verdad, pero en los cambios es lento hasta decir basta. Su empecinamiento en poner a Perea, reconozco que le ha dado sus resultados. Está claro que el confía en 13-14 jugadores a muerte y punto. Puede ser bueno, puede ser malo, eso el tiempo lo dirá. Pero mientras vemos el veredicto final, lo que resulta terriblemente cansino es su empecinamiento en sacar a Perfúmenes Jurado al terreno de juego.

Es que no aporta nada, absolutamente nada al juego, más que atolondramiento y aceleramiento absurdo de nuestras acciones. Pero Don Erre que Erre es inagotable al desaliento.

Y de traca fue el debut de Salvio. Lo saca 5 minutos (aún así, apuntó detalles el chaval, estuvo a punto de conseguir un tanto). ¿Qué coño quiere Quique que haga Salvio en 5 minutos? ¿Qué hostia puta puede aportar un jugador en tan solo 5 minutos (salvo que sea para palmar tiempo, que no creo sea el caso). Incomprensible. Del todo punto incomprensible.

Así que, ya sabemos, hay que remontar en Turquía. Este año no es la primera vez que nos toca, y, sinceramente, espero, deseo y creo que no será la última. Siempre y cuando las circunstancias nos respeten. Ya se sabe, el Atleti, y sus circunstancias …


15 de febrero de 2010

Atleti 2 - Barsapasta 1. III Edición Premios Poya 2010.

¡El mayor espectáculo del mundo ya está aquí! ¡El día más esperado y señalado por todos ustedes! ¡Rechace imitaciones de pseudofarloperos directores trasnochados y niñatas actrices pijas histérica-repelentes! ¡comienza el no va más! ¡Tomen asiento, pasen y disfruten del desfile! Allá va …

- Premio Poya al actor revelación. De Gea por, “¡Qué grande que es mi niño”! Grande, hermoso, guapo, y omnipresente. ¡El futuro es nuestro! Y el presente … también.

- Premio Poya al más duro de los duros. Ufaljusi por, “Prohibido el paso”. Nadie se atreve a entrar en su callejón. Es el amo y señor de su zona. Su lema, “Aquí no pasa no Dios. Levántate y huye”. Cualquiera le pide fuego al colega …

- Premio Poya al actor más desconcertante. Perea, por “El hombre de las dos caras”. Imprevisible. Nadie sabe cómo va a reaccionar. A veces rápido, otras atolondrado ... Hombre generoso donde los haya, parte y reparte por igual.

- Premio Poya al actor más regular. Domínguez, por “Orden y concierto”. Pide a gritos más protagonismo en este mundillo. Un actor sencillamente excepcional. Merece más reconocimiento a nivel internacional. Hoy por hoy, insustituible e incontestable.

- Premio Poya póstumo de corazón. Antonio López, por “Volver a empezar”. La fuerza del cariño que se le procesa hace que se le perdone todo, y sigamos confiando en él. Esperemos que poco a poco vuelva a crecer. Se lo merece. Nos lo merecemos.

- Premio Poya al mejor actor. Reyes, por “Rey de Reyes”. Ha sido mi gran apuesta personal junto con Jurado. Reconozco que con este último fracasé, pero con el utrerano he acertado de pleno. Trabajo, lucha, pelea, compromiso y calidad, sus señas de indentidad. Salvo esto último, lo demás era sencillamente impensable hace apenas unos meses. Nada más recibir el premio, y ante la presencia de su hijo en la ceremonia, nos dijo lo siguiente: “Mi niño tiene 2 añitos y cuatro meses. No creo que me llegue a felicitar porque aún no habla mucho”. Como tenga que aprender de ti, compadre …

- Premio Poya al mejor actor secundario. Assunsao, por “El hombre del traje gris”. Un tipo obscuro, opaco, de los que no hace ruido, trabajador incansable y esposo y padre ejemplar. Es el pulmón de la academia. Un ejemplo a seguir.

- Premio Poya a la mejor dirección. Tiago, por “¡Qué bueno que viniste!”. El cerebro, la cabeza pensante, el tiralíneas. Siempre se ofrece a ayudar al compañero. Siempre con criterio y saber hacer. Lo sencillo hecho realidad.

- Premio Poya a la mejor fotografía. Simao por “La ejecución”. Un artista de artistas. No sabes por qué plano te va salir, pero siempre logra una estética sencillamente inigualable. La clase transformada en arte.

- Premio Poya a la eficacia. Escándalo Forlán, por “Los blancos también la saben meter”. A pesar de que algunas veces parece que se nos haya olvidado, nada más lejos de la realidad. ¡Qué segunda vuelta nos espera!

- Premio Poya Kun Agüero. Al propio Kun Agüero. No hay mejor forma de definir este premio que decir su nombre. Somos unos privilegiados todos los que le podemos contemplar semana tras semana. Su sonrisa es nuestra esperanza. Su compromiso, nuestra bandera. Su mirada, nuestro guía. Sus goles, nuestra razón de ser.

- Premio Poya a la fe inquebrantable. Quique Sánchez Flores, por “Creo en ti”. Tiene mucho mérito encontrarse con lo que se topó y lograr hacer de esto hasta un equipo saludable y todo. Criticado y vilipendiado a veces, hay que reconocer que sus apuestas van dando su fruto, mal que pese a quién lo haga.

- Premio Poya a la plasticidad. F. C. Barcelona, por “No pasa nada, la Liga está ganada”. La fórmula es sencilla: volver a clavar otros seis en la pocilga, y aquí paz y después gloria. Lo que pacha es que esto es el Calderón, y aquí se viene a disfrutar … perdiendo.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 15 grados).

Sé que muchos se van a echar las manos a la cabeza, pero me da igual. El termómetro no se mueve. Partido de obligado cumplimiento. Las tradiciones son las tradiciones, y hay que respetarlas siempre al máximo. ¡Qué vivan los Atleti-Barsa!

Y hasta aquí el final de esta ceremonia. Esperemos que todos ustedes hayan disfrutado como un servidor ayer. Hoy solamente puedo despediros con un “¡Qué bello es vivir”!

12 de febrero de 2010

Racing 3 - Atleti 2. ¡A la final!

Me da igual que sea en nuestra casa, en el Cuerna, en Valencia o en Sebastopol. Después de 10 años voy a vivir otro día lleno de magia y de pasión teniendo como protagonista a mi equipo. Una de topicazos, pero no por ello menos ciertos: el partido más bonito del año, el torneo al que nadie hace demasiado caso, pero que posteriormente todo el mundo se muere de envidia al verlo por la tele, un campo dividido como si de un corte a una sandía se tratase por la mitad, un día inolvidable … Todo esto y más, el próximo 26 de Mayo.

Y eso que Valera (incansable toda la noche, como lateral no tiene futuro, como interior habrá que seguir viéndole) se reencarnó en el espíritu ese que adoran por ahí arriba y de un Cocorotazo se metió el balón en propia meta. Minuto dos, las cosas del Atleti.

Pero, una vez más se demostró que nuestro equipo, cuando sale enchufado y permanece en ese estado constantemente, es un rival que está yendo claramente a más y complicado, bastante complicado de ganar. Así, Tiago empezó a hacer de las suyas, se adueñó del centro del campo con ayuda de su inseparable y fiel escudero Assunsao, y Reyes (el mejor de los nuestros sobre el terreno de juego, en mi humilde opinión), a los siete minutos, en una falta que sacó completamente envenenada, hizo que Moratón se diese otro Cocorotazo estilo Valera, y se metiese también el gol en su propia puerta. Algo estaba claro: el espíritu del tal Cocorota andaba ayer por el Sardinero.

¿Por qué Reyes el mejor? Porque ayer me confirmó algo que estaba deseando escribir: su compromiso con la camiseta que defiende. Independientemente de que pueda estar mejor o peor, que eso es otra historia. Quizás no volvamos a ver nunca la versión del mejor Reyes que deleitó en Sevilla y en el Arsenal, pero, aún estando por debajo de sus posibilidades, es un jugador altamente provechoso. Él ya sabe lo que hay por aquí y cómo nos las gastamos los Atléticos, tanto para lo bueno como para lo malo. Es decisión suya su futuro en esta entidad.

Volvamos al encuentro, que me pierdo. A partir de ese instante (de nuestra igualada, me refiero) el Atleti fue amo y señor absoluto del encuentro, dominó, templó, creó ocasiones de gol, a veces hasta bailó al entusiasta equipo local, y, especialmente, demostró que si ha pasado a la Final es porque, hoy por hoy, es un equipo infinitamente superior al Racing, penaltitos y estupideces aparte. Al menos, en esta eliminatoria, así lo ha sido. Un cabezazo del Kun por aquí, un remate muy desviado de Reyes por allá, y todos al descanso.

La segunda parte comenzó como acabó la primera, con el Atleti amo y señor absoluto, hasta que Jurado (esta vez sí que se le vio participativo y no escondido en su mundo) combinó con el Kun, éste le devolvió una pared magistral y el sanluqueño, ante la salida del guardameta, le batió con esa clase que Dios le ha dado (alguna vez para bien, la mayoría de las veces intrascendente, pero bueno, hoy dejémoslo estar). Un golazo, las cosas como son.

Después vinieron los olés de los nuestros, los cambios de Quique reservando a peña, las ocasiones desaprovechadas para añadir más tantos a nuestro casillero de un muy activo Simao y de Raul García, el trabajo de Ibra, la justa expulsión de Cristian, y los últimos cinco minutos de agilipollamiento rojiblanco, en los que De Gea y Perea regalan la remontada final racinguista. Las cosas del Atleti, vamos.

Pero bueno, que hoy no es día ni para estar triste ni para estar mosqueado. Nos espera la final. Una pedazo de final que puede ser bonita pero de verdad entre dos equipos con una rivalidad deportiva evidente. Los nuestros, con el poder que representa nuestra historia. Los palanganas, con el aval de su impecable trayectoria en esta última década, plagada de triunfos y de saber hacer las cosas como Dios manda. Dos aficiones terriblemente picadas, y que esperemos que la cosa quede finalmente ahí, en pique deportivo sin más. No merece la pena manchar de sangre un día tan bonito como el que nos espera. Acomódense en sus asientos, porque esto va a ser lo más de lo más. ¡Larga vida a la Copa de Rey!


8 de febrero de 2010

RACING 1 - ATLETI 1. LAS RESACAS NOS ATACAN

Es lo que tiene el haberse jugado uno media temporada hace tan solo apenas dos días, y frente al mismo rival, que, curiosamente, se encontraba en una situación similar. En tres días volver a verse las caras de nuevo, y, sabiendo, encima, que en otros tres días más vuelves a enfrentarte a él para terminar de rematar todo un pase a una final de Copa, pues eso, que es un partido en el que ambas escuadras estaban de resaca total, de tránsito puro y duro. Y no deberían de hacerlo, pero …

Los unos están reservando fuerzas para lograr una remontada que se antoja imposible, pero que pondría toda Cantabria patas arriba. Los otros, mentalizados de que como se les escape este pase a la finalísima, a Madrid, desde luego, no pueden volver. Se pueden ir buscando ya un buen zulo por ahí para esconderse.

¿Conclusión? El partido fue un tostón de tomo y lomo. Centrocuentismo para dar y tomar, Quique que deja fuera al Kun (y no estamos en la Liga como para ir regalando puntos, pero bueno), sitúa a Raúl García por la derecha, y el navarrico, aparte de impreciso en el pase, es que andaba más perdido que Guti en un fuego de campamento de los Boys-Scouts.

Entiendo que quiso sacar un centro del campo fuerte y rocoso para controlar el partido y aprovechar alguna de las oportunidades que tuviesen los nuestros. Y casi le sale bien el tema, porque un fantástico pase de Simao (horroroso por todo lo demás el resto de la noche, siendo especialmente sangrante la cantidad de córners y de falta que desaprovechó, me recuerda a mi cuando era nano, que por más que intentaba, no llegaba para sacar el dichoso córner) sobre Forlán, éste la remató ante la esperpéntica salida del guardameta del Racing, el balón da en el palo, se pasea sobre la línea, el uruguayo duda de su posición, pero al final logra machacar el tanto. Un producto genuino y original 100% made in Atleti.

Sin embargo, Quique, por más que se tropieza mil veces en la misma piedra, no escarmienta con el efecto Perea. Un balón centrado desde un lateral, mi querido piernas de seda no sabe muy bien si despejar con el tobillo, o con la rodilla, o con los cordones de la bota, o con el esternón, o qué se yo, y le deja el balón muerto a Colsa (que ya había hecho lucirse a De Gea en una semichilena anterior) para que el exrojiblanco nos fusile sin piedad y ponga el empate en el marcador. Con este resultado se llegó al descanso.

La segunda parte fue peor por nuestra parte, y algo mejor por parte local, pero vamos, un espectáculo completamente evitable por parte del sufrido espectador y de los correspondientes seguidores de uno y otro equipo.

Quique sacó al Kun, y el argentino creó peligro, pero anduvo muy solo, porque Forlán andaba diluido por ahí. Quizás si hubiese puesto antes a Ibra hubiese podido hacer algún desaguisado de los suyos, pero no es cuestión de hablar demasiado de lo que pudo ser y nunca fue. Eso sí, es espectacular cómo le pitaba el público local cada vez que pillaba el balón. ¿Su delito? Pues no es ni dar patadas al contrario, ni mostrar malos modos, ni hacer desplantes al respetable, ni escupir a nadie. Su delito fue jugar al fútbol como los ángeles el pasado jueves.

Supongo que cada aficionado tenemos nuestro baremo para pitar a tal o cual jugador, pero el mío, desde luego, no es abuchear a nadie porque simplemente se dedique a jugar al fútbol, sin más pretensiones que el que tu equipo gane. ¿Estamos todos locos? Allá cada cual con su conciencia, no es mi problema.

Un único sobresalto tuvimos. Tchité se queda solo ante De Gea, remata, el madrileño le hace falta, el árbitro concede ley de ventaja, Perea llega milagrosamente a despejar (el efecto Perea, Parte II) el balón da en el palo, y luego hasta dos ocasiones más tienen de rematar los racinguistas sin acierto final de cara a nuestra meta. Ni que decir tiene que se montó la de Dios. Y yo me pregunto: ¿Hasta cuándo hay que dejar o dar marcha atrás en una Ley de la Ventaja? Entiendo que el tema está muy claro: si se concede dicha ley, se hace, y salvo que sea una jugada inmediatamente posterior, aquí paz y después gloria, no hay marcha atrás. Lo que no puedes hacer es al cuarto de hora después, porque contemplas que al equipo benefactor de dicha ventaja no ha logrado conseguir el tanto, pitar lo que inicialmente había sucedido, ¿No?

Está claro que el Racing tuvo mala suerte en dicha jugada, pero yo, sinceramente, la ví señalada tal y como fue. También se le reclama un penalti de Tiago sobre Canales en el primer tiempo. Contacto hay, pero, ¿Es suficiente como para tirar un tío al suelo? Pues yo no lo sé, la verdad. Son jugadas sumamente confusas para el que esto les escribe (y saben que no me suele temblar la pluma para escribirles lo que realmente veo, favorezca a quién lo haga).

Pero, ya que nos ponemos a balbucear, yo también sé hacerlo, no os creáis. Porque hubo un linier que nos pitó no menos de 3 jugadas fuera de juego cuando uno de los nuestros iba como una flecha hacia la portería local. Pero claro, eso no vende, y menos para el partido del próximo jueves. Así funciona la máquina mediática. Menuda semanita más diver que vamos a pasar.

Y así, con pena y sin ninguna gloria se llegó al final del encuentro. Bueno, sí que hubo una. Precisamente ese momento, cuando el árbitro pitó el final. ¡Qué tostón, por Dios! Ayer lo mejor fue el hacer una competición de bostezos a ver quién en mi casa abría la boca con más diámetro o quién realizaba el sonido más original que cada vez que lo hacía. Se acabó, que me voy a dormir, joé.

EL CRACK DEL PARTIDO: Tiago, por parte nuestra. No tengo ni la menor duda al respecto. El único que intentó respetar al público que se sacó una entrada ayer jugando al fútbol. Por parte local me moló un tal Toni Moral.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Perfúmenes Jurado. Todos sus balones los toca siempre suaves, tersos, aterciopelados y perfumados. Efectividad no le pidas, pero milonguitas, el chaval tiene para dar y tomar. Con más oportunidades que el Platanito, pero sigue sin convencer absolutamente a nadie de nada. No es un jugador para el Atleti, no le deis más vueltas al tema.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 15 grados).

Lo subo uno, porque al menos no se perdió. Si, ya sé que es un bagaje sumamente triste y desolador, pero estamos en la realidad en la que nos encontramos, y después del resacón, es duro levantarse. Que le pregunten al Sevilla, si eso …

5 de febrero de 2010

Atleti 4 - Racing 0. ¡Sentenciado!

O así debería de ser, al menos. Porque ayer el Atleti fue superior al Racing en todo. Mostró su mejor versión de la temporada, y realizó, sin lugar a dudas, el partido más completo del año, y puede de que algún que otro más.

Si alguien tiene dudas de lo que digo, 4 chicharros, 2 palos, 2 ocasiones falladas prácticamente a puerta vacía. Y todo esto, encabezado por un Kun sencillamente imparable, con un Perea extraordinario en defensa (no estoy borracho todavía, creedme), con un Assunsao que hizo un encuentro emocionante (para mí, el mejor del partido), con un Tiago que nos hacía falta como el comer y con un David De Gea que crece y crece sin parar.

Cuando este equipo le da por presionar arriba, le da por jugar ordenado, le da por estar concentrado, es difícil pararle. Enfrente tuvo a un Racing que no supo muy bien qué papel jugar en el encuentro. No supo si ir hacia arriba o hacia atrás, si atacar o defender. Y pagó sus dudas caras, muy caras. Pero nadie puede poner en tela de juicio nuestro triunfo. El triunfo de este Atleti “desquiciante” (copyright, Berto), del ying y del yang, de las dos caras, de lo que nunca sabes qué puede pasar. Es la magia que tiene este equipo (para lo bueno y para lo malo). Históricamente así hemos sido, y así, me temo, que permaneceremos hasta la eternidad.

Salimos a por todas, tal y como fuimos los fieles que nos citamos en el Calderón. Ayer todos íbamos a por todas. Hoy todo los que estuvimos allí tenemos la garganta medio tocada. Era un encuentro de pisar a fondo y no levantar el pie durante todo el trayecto. Desde el primer minuto hasta el último. A los 7 minutos, un palo de Tiago. A los 9, empieza el Kun a hacer de las suyas, y deja un balón para que Simao demuestre toda la enorme clase que tiene dentro de sus botas y clave un golazo como la playa del Sardinero de grande.

Esta vez no hubo agilipollamientos posteriores. NI bajones físicos. Se jugó al fútbol, y sí, se jugó bien. Se mantuvo la presión, y mientras el Racing seguía titubeando sobre el terreno de juego (es probable que les pudiese en algo la presión que da muchas veces la ilusión que se tiene cuando tienes algo al alcance de tu mano que siempre has soñado poseer, pero te queda ese último peldañito para alcanzarlo), el Atleti era el de las grandes ocasiones, y no estaba dispuesto a desaprovechar la ocasión.

La verdad es que el escenario era perfecto, tenía todos los condicionantes posibles para que el Atleti hiciese una de las suyas (de las geniales, me refiero). Lluvia, tiempo bastante desapacible, afición rival muy numerosa y ruidosa, 30.000 escasos de los nuestros … Les conozco bien, y sabía que esta noche tocaba fiesta.

Y al borde del descanso empezó de verdad. Tres tipos del Santander son incapaces de rechazar un balón en el área, y por allí aparece Reyes para conseguir su segundo tanto como rojiblanco. Fue un palo mortal de necesidad.

En la segunda parte hicimos lo inteligente. Arroparnos un poquito, pero sin perder nunca de vista la portería rival. Y mientras los cantabrones seguían sin dar muestras de peligro, los nuestros sí que daban esa sensación. Claro que, para peligro, debe de ser irte a una cacería con Mateu Lahoz. A ver quién es el guapo que va a por su presa que haya cazado mientras el colega tenga el rifle en su poder y él intente disparar a la suya. Que Dios le guarde muchos años esa vista, si sirve para transformar en penalti (¿Por qué no expulsó al jugador racinguista, por cierto, ya puestos …) sobre Jurado que fue claramente fuera del área. Pero muy claramente. Lo vio todo el Calderón menos él.

Pero bueno, esto ya sabemos que está montado así. Escándalo Forlán puso el 3-0 en el marcador, y los que se levantan con las bilis sobre sus bocas ya empiezan a decir que si robo, atraco y demás. En fin. Que no tengo ganas de ir dando lecciones a nadie, pero vamos, que a mi me ha enseñado mi señora madre que cuando a uno le meten 4, pues para casa, y mañana será otro día. Cuestión simple de educación y de orgullo, sin más.

Del que no hubo discusión posible fue del cuarto penalti, digo del segundo, pero que fue el cuarto gol. Y digo esta frase porque escuchando ayer a determinados periolistos de ayer y de hoy, parece que ganamos por cuatro penaltis, oiga. Lo que he dicho antes, educación, orgullo, saber estar y demás .

Torrejón, al fin, vio la luz. ¿Cómo diablos puedo parar al Kun ayer? El tema es evidente: de ninguna forma, salvo hacerle falta. La putada para él es que esta vez la cometió dentro. Y Forlán, hecho un mar de nervios, fusila el cuarto sin piedad.

El Racing estaba muerto, y De Gea se encargaba de su funeral. Invito un cubata al que se ofrezca por cada balón que el chaval no logre atajar con esas manos pegamentosas que le ha dado Dios. ¿El secreto está ahí? ¿Está en sus guantes? Yo creo que está en el mismo. Hacía muchísimo tiempo que no veía a un guardameta con la planta que tiene el chaval. Que no se nos tuerza, por Dios. Puede marcar una época.

Y esto fue todo. Primer match-ball resuelto. ¿Los síntomas de hoy? Dolor de garganta, un poco de cabeza, sueño, algo de cansancio, pero para todo esto hay una medicina infalible. El tener la conciencia de haberlo dado todo en el campo. Don Paul, el Capo, Rafita, Charlie, Albertito y demás familia rojiblanca, ayer lo dimos. Nuestros jugadores también. ¿Qué cual es el nombre de dicha medicina? Felicidad. Se llama felicidad.


1 de febrero de 2010

Atleti 0 - Málaga 2. Cansado de esperar.

Esto ya es inaguantable. No lo puedo soportar más. Otra vez esa maldita sensación de estar deseando que acabe el partido y largarme de allí de forma furibunda. Otro partido perdido, frente a un rival que no ganaba en nuestra casa desde los tiempos del Metropolitano. Otro ridículo total, otra humillación a nuestros colores, otra patada en nuestras pelotas, realizada con alevosía, premeditación, nocturnidad y excelente puntería.

Estoy harto de pasar frío para nada. Estoy hastiado de los fallos de Perea, de Antonio López. Me duelen los ojos de tanto pelotazo que contemplo sin ton ni son. Me cansa sobremanera que el área de nuestros rivales esté más desierta que el desierto del Gobi. Empiezo a detestar profundamente a Jurado. Estrangularía a Forlán cada vez que tira desde Uruguay, aunque vaya con ventaja para profundizar y lanzar desde dentro del área.

Ni un cambio de orientación, ni un buen desplazamiento en largo, ni una triste pared, ni una buena combinación … Ayer fue un calco del partido del Celta, solo que el Málaga es mucho peor que el equipo vigués.

Algo tendremos que hacer, pues. ¿El qué? Pues no lo sé, la verdad. Yo ahora mismo me estoy pensando muy seriamente mi presencia en el partido de Copa. No quiero hacer ni un solo sacrificio más por esta peña. Cuando haya algo que me acomode y que me encaje bien, perfecto. Pero ante cualquier traba o desavenencia, voy a empezar a pasar de ellos.

Porque no es que jueguen mal al fútbol. Es que dan ganas de vomitar. Esto es de juzgado de guardia, de llevarlo a la ONU, a la Haya, o a Sebastopol si es menester.

¡Qué homenajes al aburrimiento! ¡Qué forma tan detestable de practicar este deporte! ¡Qué manera de arrastrase en un terreno de juego! ¡Qué espectáculo tan sumamente deleznable!

Ya avisé que lo de Huelva tardaría en olvidarlo. Lo de ayer se pone al mismo nivel.

Y así un día, y otro, y otro, y otro, y otro más ... Por favor, ¿Hasta cuándo? Estoy cansado de esperarte, Atleti. Cansado de esperar.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 16 grados).

Otra vez hemos igualado el récord histórico-histérico negativo. ¡Qué completo y absoluto desastre!

Lo malo es que esto es contagioso. Hoy me estoy arrastrando prácticamente por el curro. Tengo un desánimo total. Lo que siempre digo: se puede ganar, se puede empatar, se puede perder … Pero esto no. Así no. Esto es inenarrable, inexplicable. Sumente irritante. Esto es deprimente 100%. No somos el Atlético de Madrid. Somos el Atlético Depresión.

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