30 de septiembre de 2018

Real Madrid 0 - SuperCampeón de Europa 0. Y si alguien lo ve fácil, que venga a ver ...


Y seis añitos que van ya, ¿Eh, Carvajal? Venga, va. Le propongo un sencillo ejercicio: yo le reconozco que es usted un pedazo de lateral derecho como la Copa de un pino. De lo mejorcito que pisa hoy en día un terreno de juego, hablemos del lugar o de la liga del mundo que hablemos. Sin embargo, usted, por su parte, dice que jugar “contra un equipo  que se dedica a perder tiempo y juega encerrado desde el primer minuto hasta el último es muy complicado”. ¿Quién de los dos tiene el sentido del ridículo por los suelos? Probablemente los dos, pero yo por otras causas ajenas a mi criterio futbolístico. Límpiese usted la boca de la espuma, que ya sé que seis años empiezan a ser telita, ya, pero, oiga, es lo que hay. Al fin y al cabo, no se desespere: enfrente tenía usted al Supercampeón de Europa. ¿Le suena la historieta de algo? Por cierto. ¿Dónde estuvo usted en la primera parte, alma de Dios? ¿Perder tiempo, dice? Se necesita urgentemente neurona de guardia para el señorito, oiga. Razón, la puta pocilga. Desternillante a más no poder.

Y, fíjense lo que son las cosas, uno, que no es muy amante de los partidos sin goles, sin embargo, me pareció un gran partido de fútbol. Fenomenalmente disputado por el Supercampeón de Europa en su primera mitad, que debió irse tranquilamente por delante en el marcador al descanso, a lo que contestó el Real Madrid con otra buena segunda parte, teniendo también sus opciones de llevarse el partido al final, así que sí, podemos catalogar el empate como justo, decisiones del señor Munuera aparte.

Lo dicho. Del primer tiempo fue amo y señor el Supercampeón europeo, hasta el punto de que Oblak bien pudo sentarse al lado de mi sofá a ver el encuentro tranquilamente. Bueno, exagero un poco, sí. Hubo una de Bale en un balón parado previo que cruzó lamiendo el palo. Y otra en que el bueno de Jan hizo la pared con Asensio para poder sacar más en largo con el balón en las manos (versión optimista donde las haya, pero es que cómo le puede uno decir nada negativo al bueno de Oblak, cómo). Entre Rodrigo, Koke, Saúl y Lemar (cada día me pone más cachondo el francés, qué quieren que les cuente) se bastaron y se sobraron, y se tuvieron dos fantásticas ocasiones para adelantarse en el marcador, en 2 manos a mano, el primero de ellos sacados por las protuberancias occipitales externas que le han aparecido al pequeño canguro desde que está como portero en el dicharachero equipo local ante una picadita de Griezmann, y el segundo aún mejor sacado por el cangurito saltarín ante otro mano a mano ante Diego Costa. Con lo fácil que es cruzar al primer toque según ya ves la cercanía de la línea del área ante la salida del guardameta de turno, y hala … puta manía de querer dar un toque más para terminar quedándose sin ángulo y sin opción clara de remate. No anda fino Costa, no. Pero se le quiere, y, por supuesto, se le esperará. Independientemente de esto, fue un gran Supercampeón Europeo: con personalidad, sacando el balón jugado y con verticalidad y rapidez en sus acciones. Sinceramente, y visto el escenario en donde andaban firmando autógrafos los colegas, no se puede pedir más. Hicieron honor a su nombre y a su reciente Título.

La segunda fue otro cantar (era lógico, no nos engañemos). El equipo local apretó como todos sabemos que lo suele hacer en su casa, pero Oblak salvó una mano a mano prodigioso a Asensio, y para todo lo demás, Don José María Giménez, del que un poco más adelante les hablaremos más tranquilamente. Los más críticos con nuestro Supercampeón de Europa me dirán que “ya se encerraron atrás como siempre y bla bla bla”. Los que intentamos ver este mundillo con algo de perspectiva, sin embargo, seguimos diciendo que los rivales también juegan, que, en este caso, además, es uno de los más peligrosos que podemos tener como enemigo, y que, aparte, cada día tengo más claro que el Atleti disfruta jugando así, (nosotros no, pero ellos se lo pasan pipa, en serio) y que oigan, parafraseando a mis queridísimos Barones Rojos … “Y si alguien lo ve fácil, qué venga a ver” …  Que son 6 años ya, y no lo ha conseguido ni Dios en su puta historia. Que les voy a canear, joder …

EL CRACK DEL PARTIDO:
Del equipo local cójanse cualquier panfleto de esos que venden por ahí y les saldrán que la tortilla con Ceballos es la mejor. De los que nos interesan, de nuestra gente, grande Oblak, inmenso Rodrigo (nos pudo costar muy caro su cambio, de hecho, más que por quitar al chaval en sí, por sustituirle por nuestro coche de choque favorito, Correa, que terminó persiguiendo al Ceballos casi con un marcaje individual, recurso táctico que me abochorna un tanto, qué quieren que les diga, menos mal que el propio Cholo y Thomas arreglaron luego el desaguisado), gran primer tiempo de Koke, de nuestro dorsal número tres, de Juanfran, de Saúl … Pero un hombre por encima de todos: Don José María Giménez. No tengo la menor duda al respecto: no hay un puto central en este mundo ahora mismo como él. Y no conozco a un tío que represente mejor y de manera tan fidedigna los valores que representan su Uruguay. Uno se pone a compararle con cierto individuo que le ha estado quitando el puesto durante este tiempo atrás, y, en fin … Que no me quiero calentar.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
Diego Costa anda el hombre como anda, y Antoine tampoco estuvo especialmente brillante. Fíjense quiénes les digo, y el resultado que obtuvimos. Póngase a soñar cuando esta parejita empiece a pillar la onda de verdad …

ÁRBITRO:
Munuera. Venga, va. Voy a pensar que unas manos dentro del área de Ramos, al venir rebotado el balón desde su cuerpo, el “reglamento” considera que tal acción no es penalti. Continuemos con que quitarse de en medio a un rival de un manotazo en la cara por parte del citado jugador puede ser catalogado como “tarjeta naranja” por ese citado “reglamento”. Admitamos también que un empujón del zampabollos del Casemiro sobre Giménez dentro del área sea “una de tantas acciones más del juego” (reglamento “dixit”). Lo que quieran. Pero oiga, la mano de Casemiro tras centro de Koke … Por favor. Es que no hay por dónde pillarlo. Ni “reglamento”, ni “pegamento”. ¿Conclusión? Con VAR o sin VAR, la vida en el Bernabeu sigue igual. Ellos cuentan con su “reglamento” particular, y tanto árbitro como VAR lo siguen a rajatabla. No sé de qué se extrañan, si de este plato andamos todos empachados ya.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (-3 GRADOS).
Aquí también sigue la vida sigue igual. Victoria de obligado cumplimiento frente al entusiasta Huesca, y punto conseguido mínimamente exigible para el Supercampeón de Europa en el balneario cervatil. Así que no se me alboroten, que este año se están portando, hasta el momento, muy requetebién.

Andamos en plena pomada (dedicado a todos los que se piraron el día del Eibar con el cohete en el bulla, tengo fotos, nombre, apellidos y localización de todos ustedes, prepárense, porque les pienso contar la Intercontinental de “p” a “pa” en espléndidos fascículos coleccionables a todo color). Y es lo que cuenta. Así que, el miércoles, Champions, frente al Brujas, equipucho que no me cae nada bien (guardo recuerdo muy negativos de su “afición” hace ya un porrón de años en una eliminatoria de UEFA de cuyo nombre no quiero acordarme). Por mi, porfa, pongámoslos en su sitio verdadero. “Que se mueran para siempre, para toda la alegría de la gente”.

23 de septiembre de 2018

Getafe 0 - Atleti 2. Se lo debíamos.


Se lo debíamos. No se podía despedir de otra forma. Les voy a confesar una cosa: aparte, eso sí, de infinidad de gente que he conocido en grada (véase en el campo que fuese, portando, eso sí, la rojiblanca como bandera), siempre he sentido especial admiración, especial devoción, por gente que, considero, en sus rasgos faciales representan claramente que son Atléticos de verdad, de pura cepa. Que llevan esculpidos en su rostros el escudo del Atleti, aparte de en su corazón. Don Vicente Calderón, probablemente, fuese el rey de todos. Don Luis Aragonés, no me pregunten por qué, siempre imaginé que era un hijo virtual de Don Vicente. Sus rasgos también son puro oro Atlético. Otro de los que me pone mogollón (y que, afortunadamente, vive, y, lo que es mejor, aún ejerce como tal) es Don Carlos Peña. Mi favorito de todos, les reconozco. Le veo y me emociono. Me encantaría abrazarme a él después de cualquier partido que haya jugado el Atleti sea el resultado que sea. Representa el Atleti con el que crecí, del que me enamoré perdidamente de él. Un auténtico ídolo. Pero se nos ha ido otro que, (imperdonable error mío, andaba ya muy en mi olvido) era tan puro y tan genuino como los demás. El padre Daniel. Otro tipo de esos con los que te cruzas por la vida, vas, y piensas: “Atlético hasta la médula”. Ni más, ni menos. No lo dudas ni un instante. Descanse usted en paz, Padre. En primera fila, no lo dude, tendrá a mi querida vieja en sus homilías de los domingos, y luego, todos juntos, a escuchar detrás del transistor al Atleti. ¿Se puede ser en este mundo más feliz?

Y sí. El Atleti salió decidido a seguir cumpliendo buenas tradiciones, y a no permitir que ni siquiera el Geta nos vuelva a marcar un gol en nuestra contra. Probablemente sea penitencia por aquel fatídico partido que ganamos allí, con gol de falta de Luque, y que, sin embargo, no nos permitió el puto ascenso. Igual el Geta, al final, no tuvo culpa de nada, pero fueron escenario del día más triste de mi vida, así que se lo merecen. Ni olvido, ni perdón. Y menos mal que, al año siguiente, a Don Luis le dio por arremangarse y enmendar el fango en el que andábamos metidos. Como para no recordárselo las veces que haga falta, oiga.

Así que, volviendo al lío, tras un aviso de Griezmann desde el parque de los Príncipes, llegó otro de Lemar desde Madrid Río. Chutazo desde fuera del área, larguerazo violento que repelió el balón, y gol tras rebotar el balón en la chepa de Soria. Algún cachondo le quiere dar el tanto en propia meta del guardameta getafense. Lo que quieran, oiga. En serio, los hay quienes coleccionan sacapuntas. La vida y la mente humana es muy caprichosa.

A continuación, el Geta (que me defraudó un pelín para lo mucho que siempre me suele gustar cada vez que les veo desde que anda Bordalás al timón) apretó con ganas, pero sin fe real. Como enfrentándose al mal imposible. Mientras, el Atleti, tuvo un flasback de los suyos, que esta vez les transportó en el tiempo al Luis II de Mónaco, últimos 20 minutos del pasado martes, y volvieron a ser ese equipo impotente, conformista y deplorable que abochornó a cualquier buen Atlético que se precie en esos deleznables minutos finales. Oigan, un poquito de por favor. Que si, que el Atleti lo es todo y tal, pero coña …

Menos mal que el equipo local no nos empató, a sabiendas, por cierto, de que el Atleti comenzó en la segunda parte como terminó en la primera: mejor no recordarlo. Pero, hete aquí, se ve que el Padre Daniel clamó desde el cielo: “pero hombre, por Dios” … Y a la muchachada del Cholo les dio por sacar, al fin, un balón jugado en condiciones  desde la defensa. Y oyes, ¿Ha visto qué bien, Padre? Que si Lucas, que si Koke, que si el dorsal número tres, que si Antoine, que si Saúl, que si Juanfran, que si Lemar, que si Antoine ahora de tacón, que si Koke brutal pase al hueco, que si Lemar otra vez … que vaya regate, y que vaya gol. ¡La sotana al viento, don Daniel! (¡Chissst, silencio, que fijo que, según algún periolisto de turno, el tanto fue en propia meta de Ángel Torres! Capaces son …).

Y, salvo un zambombazo cruzado de no sé quién, , por parte local, y, ayudado por un tal Iván, que dicen que es de nuestra cantera (menos mal que es así, sino Saúl ahora mismo andaría de concentración en el centro de parapléjicos de Toledo, obviamente, fue justamente expulsado), el Atleti, sin grandes alardes, se hizo dueño del cotarro. Y pudo meter uno Diego Costa, y otro Griezmann, pero … ¿Sabe? Casi que mejor así. Como en los viejos  tiempos. Luchando, ganando, peleas como el mejoooor …. Vencimos, ni más ni menos, porque se lo debíamos. Descanse en paz, Padre Daniel.

EL CRACK DEL ENCUENTRO:
Lemar, con sus 2 golitos que le van a venir de cine para ir pillando confianza. También Juanfran hizo un gran partido (no tan afortunado, sin embargo, con la alcachofa delante, aunque, ¿Saben lo que les digo? Que el bueno de FranJuan Torres tiene barra libre para decirme lo que le plazca, solo faltaba). Koke, Lucas y Giménez también merecen pisar la alfombra roja y blanca.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
No me gustó la carita con la que se fue Rodrigo del terreno del juego cuando fue sustituido por Thomas (buenos minutos también del “Indolente africano” – copyright, Don Pablo Mármol-, todo sea dicho de paso). Sea o no sea justa su sustitución, que ahí no voy a entrar, al menos de momento, las caritas con las que nos vamos del terreno de juego sobran, o eso, o me renuncia usted a volver a llevar el 14 a la espalda. Vos decide.  Eternamente agradecida.  

ÁRBITRO:
Sánchez Martínez. Excelente arbitraje el suyo.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (-3 GRADOS).
Sigue todo igual, por Dios. Si no le damos hoy la victoria al Padre Daniel, es que no merecemos ni el aire que respiramos, por favor … ¿Oiga? ¡A CALLAR TODO EL MUNDO!

Y la semana que viene, la madre de todos los partidos, el martes contra el Huesca (¿Qué se esperaban, merluzos sin fronteras?). Muchas gracias al señor Tebas por impedirme acudir con esa hora tan infame a ver dicho encuentro. Es lo que tiene, tener que trabajar al día siguiente a tomar por culo de dónde uno vive y esas cosas … Tenemos que conseguir la segunda consecutiva … “Tus Rayas son, Rojas y Blancas que llevo en el corazón”…

16 de septiembre de 2018

Atleti 1 - Eibar 1. ¿Crisis? ¿What crisis?


¡Qué viva el fútbol, carallo! ¿O acaso no disfrutamos ayer de un estupendo partido de fútbol, en ese microondas a todo gas que fue el Metropolitano (calorcito más deplorable, madre)? Pero estupendo. Bien jugado por el Atleti (espléndidamente disputado en los 20 minutos iniciales de la segunda parte, añado, con esa fe final que siempre nos impide bajar en ningún momento los brazos) y, por qué no decirlo, muy bien también disputado por un Eibar que, probablemente mereció salir goleado, pero, curiosamente, no es óbice para indicar que nos pudieron ganar, que plantearon una estupenda presión por todo el campo y a todos nuestros jugadores claves, que estuvieron acoplados a nuestro terreno de juego como si llevasen jugando aquí toda su puñetera existencia, y que también tuvieron sus chances, especialmente en dos espectaculares latigazos desde fuera del área, que retumbaron en nuestro larguero de forma estruendosa. Equipo curioso el Eibar este, contradicción pura. Generan más peligros sus misiles desde la lejanía que sus remates dentro del área (gol aparte, claro está).

Qué quieren que les diga. ¿Cuántas veces va a rematar así Saúl de cabeza, a bocajarro, picando el balón abajo, como mandan los cánones, y cuántas otras veces aparecerá un portero para sacársela (el gol, malpensados, el gol) como lo hizo ayer Dimitrovic? ¿De dónde ha salido este buen hombre, ya puestos? ¿En cuántos otros partidos va a tener Griezmann otro par de ellas claras y no va a aprovechar ninguna? ¿Veremos en más ocasiones a Diego Costa fallar hasta 6-7 ocasiones delante del portero? ¿Godín seguirá rematando un par de veces al larguero? ¿Koke fallará muchos más goles a puerta vacía?

Está claro. Hay gente que va al campo de tertulia, a ponerse un poquito en la previa y a seguir tertuliando durante el transcurso del partido. Otros van a fumarse unas trompetas que ni Louis Amstrong en sus buenos tiempos. Otros, si no gana el Atleti, da igual, el mundo es una puta mierda. Y fuera. A la mierda circunstancias, se juegue  bien, mal o regular. Da igual rival, da igual sus propios méritos, da igual todo. Muchos otros individuos, sin embargo, salen encantados con un paupérrimo 1-0, aunque el partido sea más difícil de digerir que un bocata de polvorones en almendra. La muchachada del Fondo Sur, le gusta, de vez en cuando, bailar de aquí para allá. Otros berrean como demonios por un cambio del Cholo (que sí, que yo tampoco hubiese quitado a Rodrigo, conste, hubiese quitado a Diego Costa, pero daría igual, la becerrada hubiese graznado lo mismo). Esos mismos, sin embargo, no valoran que haya convocado a un crío de 18 años, y que haya tenido las santas pelotas de jugársela con él, cuando el partido ya empezaba a pintar chungo cubata. Muchos, emigran despavoridos cuando el Eibar se adelanta en el marcador, allá por el 86, con el tanto del putero del Enrich (que no vuelvan, porfa). Algunos otros, sin embargo, teníamos la chispa en que Borja Garcés iba a liar alguna, porque ese chaval, tiene un don: el gol. La basura de fuera, nos critican que celebremos un tanto en el 94 del propio chaval como si fuese “la final de la Copa de Europa”.

Y sí. Yo lo celebré. ¿Por qué cojones no voy a hacerlo? No tengo ni puta idea de cómo si fuese la final de la Copa de Europa o del torneo del Navalcarnero. Para mi, cada tanto del Atleti es puro éxtasis. Punto. Y me fui contento, oigan. Me gustó un montón el partido, reitero, (partido que he visto ya en miles de anteriores ocasiones a nuestro Atleti, me da igual de la época que me quieran hablar, ya puestos). Sé que, en esta línea, y generando tantas ocasiones de gol, pocos puntos se nos escaparán más, por más que los fatalistas de turno se quieran ya cortar las venas. Se nos van yendo puntos, sí, pero queda un mundo, y mogollón de enfrentamientos directos entre nuestros máximos rivales, y también con nosotros de protagonistas. Por supuesto, será difícil que el Eibar repita un partido igual de bien jugado fuera de su casa (aunque no les deseo ningún mal, conste, es más, me gusta que todos mis rivales jueguen así de bien, dentro de lo que sus propios límites les concedan). Me gusta el fútbol, y ayer disfruté de él. Y mucho, también, del Atleti. Así que, como dirían mis admirados Supertramp … ¿Crisis? ¿What Crisis?

EL CRACK DEL PARTIDO:
Por parte del Eibar, hay pocas dudas. Dimitrovic. Sus muertos … Ahora entiendo la desesperación que deben de sentir nuestros rivales cuando se topan con nuestro Oblak. Del Atleti, probablemente, Giménez, que hizo un partido colosal, salvando situaciones de contra del equipo armero sencillamente brutales. Rodrigo también estuvo excelente en la segunda parte, y Griezmann me gustó bastante también (viene de ganar un Mundial, pero ya va entrando en juego, ya, y ayer nos deleitó con varios controles de balón sencillamente espectaculares, una pura delicia). Para todo lo demás … Borja Garcés. Ganas, personalidad, se mueve por todas las partes del área, sabe dónde tiene que estar, y, lo principal, reitero: tiene GOL. Pinta de Depredator. También me gustó la notable mejoría que voy viendo al Atleti en nuestras acciones a balón parado.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO.
Flojete Saúl, Godín sigue en pretemporada, me hubiese gustado que el Atleti hubiese planteado el encuentro de forma más abierta (es decir, mordiendo más por banda) pero me pareció especialmente deleznable la actitud de nuestro número 3, el de la esperpéntica coleta esa. Oiga, para cumplir el expediente y soltar el balón al rival más cercano como si de un pivote se tratase, sin intentar ni una sola vez profundizar por el pasillo que tenía a sus pies, cuando el equipo más precisamente le necesitaba, más que vale se vaya marchando ya. No tarde, por favor. Mejor hoy que mañana. De la manita de los que se marcharon con el tanto del Eibar, ya si me hace usted el favor. Eternamente agradecida.

ÁRBITRO:
Martínez Munuera. Bien en líneas generales, aunque fue algo permisible con la dureza del Eibar, y algo quisquilloso con algunas acciones nuestras, pero va … Soplapolleces sin importancia.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 3 GRADOS).

El lío es gordo, señores. El empate del Atleti en Mestalla, de obligado cumplimiento (no se me desesperen, no). Los 3 puntos del Rayito, ídem de ídem. La derrota en Balaídos, sin embargo, es de las que duelen, y mucho (-3 grados) y lo del Eibar lo voy a dejar pasar, porque, al menos, siguieron demostrando que nunca dejan de creer. Así que nos quedamos con – 3 grados. Y he comenzado el año de forma magnánima y generosa, no se me quejen cuando vengan curvas, pero  de verdad.

Y el martes, Champions. Un tigre nos espera (un tipo de lo mejor que uno ha visto con la rojiblanca puesta, canela fina, honor y gloria para Radamel). No cometamos errores del pasado, porfa. Pero, sobre todo, joder … Que parece mentira que haya que recordarles esto: NUNCA DEJEN DE CREER.






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