A pesar de jugarse una eliminatoria en un plazo de mes y medio, cada equipo jugando cuando le viene en gana, no podrán con mi amor por la Copa (hasta el torneo Fontaneda tiene algo más de orden que éste, por Dios).Aunque se empeñen en cargar de absurdos partidos un calendario ya de por sí repletos, no desviarán mi atención hacia la Copa.
Da igual que perjudiquen a los Clubs más modestos, quitándoles casi todas las opciones de pasar eliminatorias suprimiendo las mismas a partido único, quitándonos de ver un espectáculo lleno de emoción y muchas veces no aptos para cardíacos. Seguiré fiel a la Copa.
¡Qué más da jugar en terrenos de juego más dignos de la noble crianza del champiñón salvaje que de la práctica del fútbol, como ayer! La Copa será siempre sagrada.
¡Qué importa hacer coincidir una jornada de la misma con la última de la liguilla de Champions, en la que muchos de los grandes equipos europeos se están jugando la vida! La Copa is different.
Lo que ayer pudo ser un partido vibrante en la que mi Atleti se las podría haber ansiado y deseado para poder pasar a la siguiente ronda de haberse jugado a un solo encuentro, se convirtió en un encuentro en el que mi equipo se limitó a controlar, apretó en el tramo final de la primera parte, hizo valer el peso de nuestros cracks definiendo (Escándalo Forlán habemus tras genial pase de Raúl García), y sentenció en el comienzo de la segunda con un afortunado tanto de Mista, el turista, ayer algo más centrado. Después, ese artista colchonero llamado Luque (miembro del FA, demostró su cariño hacia nosotros pidiendo perdón a los atléticos desplazados allí tras consegiur el gol, detalle que le engrandece), puso algo de incertidumbre en el tanteador al conseguir un chicharrazo made in Luque ante el que Falcón (portero más que de garantías, qué cojones hace usted buscando otro, señor Pitarch, ¿Alguna comisión pendiente, quizás?) poco más que aplaudir pudo hacer.
En definitiva, trámite inicial cumplido, y si ayer el campo estaba a reventar, la vuelta, en el Calderón, un dos de Enero, con la rasca que suele hacer por estos lares, con este resultado y con la expectación que levantará a los Atléticos el rival en sí, promete ser uno de los mayores espectáculos de la tierra, sin lugar a dudas. Hágame un favor, Sr. Villar: MUÉRASE. Los que amamos, hemos vivido a tope este torneo y siempre lo tendremos en nuestro corazón y en el Top-Five de nuestros mejores recuerdos, se lo agradeceremos eternamente.
EL CRACK DEL PARTIDO: Escándalo Forlán. Encima es honrado: primero avisa, luego remacha sin compasión. Ayuda, se ofrece, técnicamente es cuasi perfecto, tiene una visión de juego acojonante. Es lo que hay, un Escándalo. Un fichaje once sobre diez. Destacar también la vuelta de Miguelito de las Cuevas y, al fin, el debut de dos canteranos nuestros, Camacho y Quillo. A ver si es verdad y no son flor de un día.
LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO: Mágico Luis García. Desmotivado, desubicado, tristón ... En una palabra, desconocido. Sr. Aguirre, ejerza su labor psicológica con este fantástico jugador, por favor. No le deje usted caer en la mediocridad del que se deja llevar. Motívele y déle muchos más minutos y frente a rivales de más enjundia que el de ayer, o le perderemos definitivamente.
ÁRBITRO: Lisondo Cortés. Sin mayores complicaciones.
¿Por qué, cuando se pueden hacer las cosas de putísima madre, la gente se empeña en todo lo contrario? ¿Qué sale ganando esa escoria humana del Villar con todo esto? Es lo que jamás lograré entender. Y mira que uno está acostumbrado a soportar barbaridad tras barbaridad en mi propia casa. Si nosotros contásemos, ¿Eh, Fernando?
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-- Un saludo.
Tomi. Grupo 51. GIn-Tonics Tour 2007-08
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DALE ALEGRÍA, ALEGRÍA A MI CORAZÓN, LA LIGA DE CAMPEONES ES MI OBSESIÓN
