29 de septiembre de 2014

Atleti 4 - Sevilla 0. Una maravillosa tarde de fútbol.


Cómo se nota que Simeone ya anda por aquí. No es que los chavales se hayan portado mal, ni mucho menos, pero la vuelta del Cholo al banquillo me recuerda a mis tiempos prehistóricos  escolares  en los  que cuando  no  andaba el profe en clase,   todo  Dios andaba alborotado, hablando entre sí, nos tirábamos cosas,  poníamos la papelera al  que se terciase, guerra de bolas  de papel y gamberradas parecidas. En el Atleti no pasó tanto desmadre ni  mucho menos ( la muchachada anda muy bien educada) pero, desde luego, se nota cuando el Mister toma las  riendas de la clase. Vaya  que si se nota. Porque el pasado sábado fue uno de los  partidos más entusiasmantes del Atleti que uno ha tenido  la suerte de ver (y, como  bien saben, llevo  ya unos cuantos).

De entrada, Simeone dio la titularidad a Saúl,  que se la ganó a pulso tras su excelente segunda parte en Almería. El chaval no  tengo muy claro si tiene 19 tacos o lleva ya 19 años jugando de titular con  el  equipo. Da la impresión de ser un proyecto de jugador sencillamente acojonante.

También apareció Manduzkic con su máscara de Batman. Se le vio incómodo con la misma, aparte de la gitanería sevillana también ando buscándole lo suyo, pero demostró compromiso por la rojiblanca como el que más.

Con estos condicionantes, al partido  le tomamos pronto el pulso. Concretamente en el minuto 18, tras un derechazo de Koke desde la equina del área  que se envenena tras tropezar en Pareja y se cuela como una  exhalación en la  escuadra visitante. El recital acababa de comenzar.

El Atleti fue un torbellino constante asediando el área sevillista, con nuestros dos laterales pletóricos en sus internadas por banda. Ansaldi lamió el palo derecho de Beto en  un potentísimo disparo desde fuera del área, hasta que llegó la jugada  del partido: Gabi saca una falta hacia al fondo en donde Turán cede atrás aprovechando el genial amago de Miranda, que hizo que  fue pero no marchó, éste, como buen brasileiro que es, toca  el balón con maestría hacia  el segundo palo, aparece  por allí Saúl y cabecea  cambiándole a su vez de palo  a Beto, que imagino quedó perplejo ante tal majestuosa  jugada, y puso el  2-0 en el marcador y el Calderón patas arriba. Era el minuto 41 y el Atleti  derrochaba fútbol a borbotones. La defensa sevillana,  mientras tanto, flipando  en colorines. Como todos.

La segunda parte, lejos de quedarnos pensando en el partidazo  del miércoles frente a  la Juve, ocurrió todo lo contrario, el recital  de fútbol continuó. Y ustedes me preguntarán,  “Oiga, ¿Y qué pasa con  el que podría haber sido  el mejor Sevilla de su  historia?”. Yo les contestaré: “¿El Sevilla? Sin noticias del Sevilla?”. No tuvo ni una puñetera ocasión de gol que llevarse a la boca. Yo creo que con eso está dicho todo.

Se unió a la fiesta Griezmann, y el recital se transformó en despampanante. Raúl García casi marca de un cabezazo y después Arda de una fenomenal volea desde fuera del área. Ambas oportunidades las  sacó Beto prodigiosamente. Después entraron los Raules, y el tema se terminó de sentenciar.

En el 82 Diogo realizó una entrada criminal sobre Griezmann (si eso no es roja, aquí es que ya hay barra libre, señores) dentro del área que, obviamente, terminó en penalti, solo  faltaba. Raúl Jiménez  lo quiso  lanzar, aprovechándose de la fama que le precede (no ha fallado ningún penalti en toda su carrera en México) pero imagino que el Cholo decidió finalmente que lo lanzase Raúl García, no vaya a ser que …, y el navarrico  transformó como  un  auténtico  maestro que es.  El Calderón ya vibraba a unos decibelios ensordecedores.

El broche de oro lo puso Koke en otro lanzamiento de falta  que fue rematado fenomenalmente por el vikingüey, como le llaman por ahí. Esperemos que este tanto sirva para guardar machetes entre los aficionados  cada vez  que denotan su  presencia en el campo, y para que el chaval  empiece  a demostrar sus  virtudes no a ritmo de cuenta gotas precisamente, tal y como hasta ahora viene sucediendo. 4-0, casi nada al aparato.

En definitiva, la cosa tuvo todos los  ingredientes necesarios (campo prácticamente repleto, temperatura perfecta,  tifo majestuoso, ambiente espectacular) para transformarse en lo que finalmente fue: una  maravillosa  tarde de fútbol.

EL CRACK DEL PARTIDO: Espectacular momento por el que pasa Juanfran, Miranda sigue recordándome cada día más al  genial Luis Pereira, Ansaldi parece un lateral maravilloso, Gabi vuelve a pillar la forma, enormes Koke y Saúl, pero me quedo con  Arda, el cual  está  realizando  un comienzo de  temporada sublime. El Ardaturanismo ha contagiado mi cuerpo por completo, y lo malo es que no quiero saber nada de vacunas  y antídotos. Amenazo con empezar a dejarme la barba y todo,  váyanse ustedes preparando.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: ¡Váyase usted al guano, hombre! Qué  decepción ni qué niño muerto …

ÁRBITRO: González al cuadrado. Malo no, lo siguiente, para no perder la costumbre. Psicodélica tarjeta amarilla que le sacó a Mandzukic por dar un balón con  la mano que ya andaba casi fuera, pero vamos, lo de no expulsar a  Diogo  es brutal. No me  lo puedo creer. En fin.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 7 GRADOS).

Y Charlie anda tan contento, porque  su sección  favorita sigue aumentando grados sin parar. Tras el recital del sábado,  como para no subirlo, vamos.

Y el miércoles, la Juve. Viene de líder, ha ganado  todo, 10 goles a favor, cero en contra … Casi nada, vamos. Pero lo que se van a encontrar el miércoles los italianos enfrente ya ni les cuento. El duelo de la Jornada en toda Europa. Toca  ponerse el frac de nuestras mejores galas. Vamos, Atleti, vamos …

25 de septiembre de 2014

Almería 0 - Atleti 1. Puntos de oro.


Tras el tropiezo frente al equipo vigués, lo mal que se nos da ese campo y lo que se nos avecina en el futuro, los 3 puntos de ayer eran sencillamente básicos, e importantísimos. Y los conseguimos, jugando el equipo un partido en líneas generales aceptable,  tirando a bueno. Francamente, el Almería no tuvo ni una ocasión medianamente clara que llevarse a la boca, es decir, atrás se recuperó la firmeza habitual, con un siempre seguro y dominante Moya, y el equipo controló la situación sin excesivos apuros.

A los 7 minutos ya nos pudimos adelantar en el marcador, con un remate espléndido de Godín de cabeza tras, cómo no, penalti-córner, que Rubén respondió con una gran parada de reflejos. Francamente, yo canté el gol y todo, pero …

Cuatro minutos más tarde era Griezmann el que se plantaba solo ante Rubén tras gran asistencia de Koke pero el linierucho de turno empezó  a hacer de las suyas  y señaló un fuera de juego inexistente.

En los primeros 20 minutos el Atleti dominó pero al ritmo al que uno le da vueltas a un chocolatito espeso tranquilamente en una mañana de domingo mientras  termina de desperezarse. Los siguiente 25 mejoró la cosa, dándole más ritmo al juego.

A los 29 minutos, Tiago probó fortuna desde fuera del área y el palomitero Rubén salió en la foto muy guapo, luciéndose con una mano y desviando a penalti-córner. Sobre el 40, turno para Raúl García y Rubén se luce de nuevo. Así transcurrierons las cosas hasta que el árbitro decide pitar el descanso unos instantes antes de cumplirse el 45 (inaudito, ver para creer). En fin.

En la segunda hubo una circunstancia que hizo que el equipo ganase en profundidad y diese un paso aún más adelante en pos de la victoria. La entrada de Saúl, que fue determinante.

Ya en el 50 un menos brillante Griezmann que en anteriores partidos (sigue sin completar un partido jugando los noventa minutos el chaval, por cierto) se planta de nuevo solo ante Rubén, pero al final se termina haciéndose un pequeño lío y la ocasión se nos marcha al limbo. Cuatro minutos más tarde, el propio Saúl era el que se plantaba solo pero veía frustrada la misma por la puta incompetencia del linier del turno de nuevo, que se convirtió en el mejor defensa almeriense del encuentro. Impotencia, aunque el dominio era total y aplastante por parte del Atleti, y la cosa  pintaba bien.

Por fin, en el 59, el ansiado tanto de esa conexión letal que son Koke-Miranda en un saque de esquina (o penalti-córner, como ya nos chana decir a  los Atléticos). El canterano la puso como los ángeles, el brasileño se desmarcó magistralmente y remachó con rabia de certero y potente testarazo. La cosa estaba vista para sentencia.

Al final pudimos y debimos ganar por más diferencia de tantos, porque el equipo siguió creando  situaciones de gol, pero ni Arda ni Cerci tuvieron la mentalidad de killer que tiene nuestro Miranda o nuestro Godín para terminar de ejecutarlas. No importa, el equipo dominó, controló, generó ocasiones de juego y jugó, sin grandes alardes ni florituras, un buen partido de fútbol. Satisfecho, pues, con el trabajo final de la muchachada.

EL CRACK DEL PARTIDO: Miranda, que ya es pichichi del equipo, en dura pugna con Godín,  y Saúl, que estuvo espléndido y que, como bien os anticipe en anteriores crónicas, puede terminar de comerle la tostada a Mario Suárez a poco que este no espabile. Ayer el chaval dio empaque, fuerza y ambición y contagió al equipo de su juego. Muy buenos minutos.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Esta vez lo dejo vacío. Podía ocupar la misma Griezmann que  ayer estuvo entre apagadillo y tímido, pero es mi ojito derecho y no me sale el guano el ponerle, qué pasa. Por cierto, que nuestro capi descansó, y nos vendrá muy bien para lo que viene (espero que no ande metido en no sé qué lio que he leído por ahí de un partido entre el Levante y el Zaragoza y que creo recordar que anotó los dos tantos que dieron a la salvación a los maños, uno de falta directa).

ÁRBITRO: Gil Manzano. Obviamente, de esa explosiva combinación de personajes no puede salir nada bueno.  Aparte de los 2 fueras de juegos que nos señaló completamente inexistentes, el menda yo no sé la cuenta de amarillas que sacó, en un partido que tuvo de duro lo que yo de vikingo. Lamentable, tirando a esperpéntico.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 4 GRADOS).
¡Qué guay! Recuperados los graditos del día del Celta, pues. Además, esos campos  con un ambiente tan frío  no se nos dan nada bien.

Ahora, agárrense, que vienen curvas. El sábado, en nuestro día de las peñas, viene el Sevilla, al cual estuve viendo ayer y en líneas generales me gustó bastante, aunque ya sabemos que los equipos de Emery fuera de casa bajan un poco. El año pasado nos arrancaron un empatito, pero eso ya no cuenta. Además, para este partido ya vuelve a estar el Cholo en la banda dirigiendo a la chavalería, y eso me deja de un tranquilo (gracias, Mono, por tu currele). ¡A por ellos!

22 de septiembre de 2014

Atleti 2 - Celta 2. Ansiedad.


Tarde espléndida parar la presencia del fútbol en el Calderón la que vivimos el pasado sábado, con una grada  plagada de chinitos, una alineación que, a pesar de la ausencia de Mandzukic prometía (¡al fin Griezmman titular!, lo del francés empieza  a ser una obsesión para mí, lo reconozco), destacando  también la titularidad de Ansaldi, que se infló a surtir a nuestros jugadores de muy buenos centros, que, por una u otra causa, no terminaron al final de transformarse en gol y una meteorología fabulosa para la  presencia de un buen partido de fútbol.

Y el caso es que el Atleti empezó el encuentro como nos tiene acostumbrados esta  temporada: pusilánime, dejándose dominar por el rival (buena impresión la  que me dejó  el Celta, por cierto), como dejando pasar el tiempo hasta encontrar la forma de dar un zarpazo y adelantarse en el marcador. Y claro, si el plan funciona, dabuten. Pero si a los 18 minutos de juego, un centro sin excesivo peligro de Planas, Godín y Moyá ven la vida venir al unísono, y al chileno Pablo Hernández le da  por meter la pierna para ver si cuela … y vaya que si cuela ... Pues  eso. 0-1 en el marcador. ¿Fue un churro? ¿Fue un chicharrazo? Una vez  vista la tele, para mi lo último, qué le vamos a hacer, aprovechándose, eso sí, del atocinamento del personal.

A contraremolque, pues, tuvimos  que empezar a funcionar, comandados por un espléndido Griezmann. El francés es una puñetera delicia: movilidad  constante, velocidad, profundidad, regate ... Cuando está con chispa  es un jugador entusiasmante. No podemos decir lo mismo de su pareja de ataque, el tal Raúl Jiménez. Lento como el caballo del malo, poco  habilidoso, torpón con  el balón, aunque se fajó con la defensa contraria, le anularon un gol por un pelo y falló otro cantado. Mejoró algo pasadas actuaciones, pero el chaval anda  todavía más verde que el increíble Hulk cuando se mosqueaba. Y si la peña sigue con  el morro fruncido cada  vez que le ve, aún irá peor, ya lo verán. Y hasta aquí mi buena acción del mes de Septiembre. No esperen más por mi parte.

Como siempre,  tuvimos que demostrar una vez más que somos el mejor equipo del mundo en jugadas a balón parado para remontar el encuentro. A la media hora, Koke pone una falta y Miranda remata a la red (¿Por qué no se le canta ya al brasileño desde el Fondo Sur, inquiero?).  Diez  minutos más tarde, saque de esquina de Gabi y el gigante Diego Godín se eleva hasta el segundo anfiteatro para remachar a la red sin piedad de extraordinario cabezazo. ¿Conclusión? Hoy por hoy, nuestra dupla de centrales es más letal que nuestra delantera. Es lo que hay.

Con ese resultado se llegó al descanso, pero la paz duró poco, ya que al  comenzar la segunda parte Miranda hace un supuesto penalti sobre Planas y Nolito empata de nuevo el encuentro. Por cierto, a los jugadores estos que no tienen otra cosa  que hacer que celebrar sus tantos encarándose a la afición Ultra rival, deberían de entrar de oficio los bastardos de Antiviolencia al igual que lo hacen con quince mil soplapolleces mucho menos graves. Estoy hasta la polla de presenciar en nuestro estadio a los protagonistas del programa “Gilipollas por el mundo” campando a sus anchas tan felices. Empate a dos en el marcador.

A partir de ese instante, un estado  de ansiedad entró en el que esto os escribe y en buena parte del Vicente Calderón, y eso que  el Atleti desarrolló un muy buen juego, con  paciencia, entrando por una y  otra banda, elaborando  las  jugadas  y queriendo  hacer las  cosas bien. Justo como  me gustaría a mi que saliese el equipo, vamos. Así, las ocasiones se sucedieron, pero nos topamos con  un inspiradísimo Sergio (jugador de cantera, demostrando que a veces no hace falta fichar tanto y no pasa nada  por confiar en los chavales  que lo valgan), que sacó, así de memoria, un centro chut de Koke envenenado, un remate a bocajarro de cabeza de Tiago, otro en un remate de Raúl Jiménez  imperdonable, un buen derechazo  de Griezmann … Por su parte, el Celta solamente hizo  lucirse a Moyá en un remate también a bocajarro de Hugo Mallo, creo recordar, aunque dispuso de 3 o 4 acciones de contra muy peligrosas  si las hubiesen sabido  desarrollar, aprovechándose que los míos andaban volcados. Al final no pudo  ser (desbarajuste con los cambios aparte, de lo cual les hablaré más tarde) por más que se intentó, y al final nos preguntábamos los míticos  miembros  del Grupo 51 que por qué el Atleti no planteará los partidos al revés de como lo viene haciendo, es decir, salir a sentenciar y luego descansar si procede. Obviamente, no  tuvimos respuesta alguna.

EL CRACK DEL PARTIDO:  Magnífico partido de Turán, echándose al equipo a la espalda, y de Ansaldi, que se infló hasta decir basta a poner fantásticos centros desde la banda izquierda, aunque el mejor fue Antoine Griezmann, sin lugar a dudas.  Estoy convencido de que si no se le hubiese quitado del campo, al final la victoria se hubiese conseguido.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: El Cholo, o el Mono, o  quien hostia puta haga los cambios. Lo de quitar a Griezmann por que sí, porque el chaval tiene pinta de niño bonito y me cae mal, me saca de quicio, no lo  puedo  evitar. Estoy hasta la polla de no ver un puto partido  completo al francés, máxime cuando es nuestra mejor baza  ofensiva,  y con  diferencia, señores. Con mucha  diferencia. De lo de poner a Raúl  García de nueve y dejar al equipo sin delanteros mejor no hablo, al igual  que tampoco lo quiero hacer de sacar a  Cerci escasamente 8 minutos. ¿Qué pollas queremos que demuestre un jugador en tan poco espacio de tiempo? Lo flipo, la verdad. Y con esto, no quiere decir que esté en contra del Cholo ni muchísimo menos. Pero si algo no nos gusta, ¿se le puede criticar y tal, no? ¿O es que todo  consiste en agachar la puta cabeza  y  decir “SI, BUANA”? Un auténtico despropósito.

ÁRBITRO: Hombreeee … Hablando de despropósitos, el valenciano y por lo tanto supuestamente valencianista Martínez  Munuera, o memez  análoga. Virgen del amor hermoso. No  hizo nada bien (goles anulados aparte). Escatológica actuación, permitiendo  al  equipo visitante hacer la friolera de casi 20 faltas sin  apenas mostrar 3 tarjetas, lo cual aprovecharon los celestes para aguantar nuestras embestidas en la segunda parte. Eso por no hablarles  del ridículo descuento que hizo  del  match, claro. Vaya tela de individuo, madre. Otro que ayudó lo suyo con la puta ansiedad.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+  2 GRADOS).
Bajo 2 graditos el tema, ya  que es demasiado  pronto en casa  para abrir la veda y  empezar a palmar puntos, a pesar, reitero, la segunda parte se jugó bastante bien al fútbol. Pero quiero continuidad.

Y el miércoles, ¡qué puta eres Almería! Un campo que se nos da de cine. Esperemos que logremos la victoria  de una santa vez allí. Por cierto, ¿Vuelve el Cholo ya, o sigue sancionado, en una de las  553 competiciones en las  que lo está? Me comentan que el martirio aún perdura. Y luego no querrán que padezca ansiedad, joder …


17 de septiembre de 2014

Olimpiakos 3 - Atleti 2. Inquietante.


Derrota, aunque no decisiva, ni mucho menos. Que somos quién somos, joder. De primeras, sorprendente decisión del Cholo de sacar a Oblack en lugar de Moya. Sorprendente, y absurda e impropia en él. Resulta que no le gusta mucho apenas rotar con los jugadores (así lo demuestra su trayectoria en anteriores temporadas), y, de repente, lo hace en el puesto más determinante y especial del equipo. El portero. ¿Conclusión? 4 remates a portería y 3 goles. Ahora tenemos un serio problema. Si no le pone en el siguiente partido de la Champions, el esloveno será señalado como culpable claramente tras la derrota. Si lo saca, será mirado con  lupa, y, encima, en el Calderón. ¿Conclusión? Lo que funciona no  hay que tocarlo, hostia. Si está Moyá de puta madre, ¿Para qué diablos  el cambio? No me lo puedo explicar.

Y el caso es que el partido comenzó con un flagrante codazo de un animalito llamado Casami sobre Mandzukic que debió de ver la roja directa, y que no fue ni amonestado. El árbitro estuvo toda la noche muy casero, sacando  tarjetas absurdas y hasta inexistentes, como una a  Koke por recibir un  empujón me parece que fue también del mismo cabestro en cuestión porque el señorito reclamó, supongo, que la tierra es  cuadrada y no redonda, porque por otra cosa no me explico el empujón que le dio.

El famoso infierno griego amenazaba tal. A los 11 minutos Miranda sacó un centro muy peligroso local. Un minuto después, zambombazo de Masaku y gol que se come Oblack, que se  tira tarde, lento y mal. Mal  empezó la cosa.

Los  griegos, la verdad, estuvieron muy presionantes y demostraron ser un rival sumamente incómodo durante todo el encuentro. Si añadimos que el Atleti, digamos, no anda muy inspirado a la hora de la creación de juego, mal panorama nos  pintaba. Nuestra esperanza   se basaba más que nada en algún córner o acción a balón parado. Pero no todos los días es fiesta, aunque Mandzukic bien pudo anotar a los 17 minutos en un remate tras saque  de esquina de Gabi, que sigue lejos de su óptima versión, por cierto.

Nuestro juego en aquellos instantes se basaba en centros de Ansaldi lejanos  y remate de quién estuviese por allí, bien fuese Raúl García, o bien el propio Mandzukic. Pero todo de forma  muy aislada y poco controlada. Y muy poco elaborado.

Claro que, lo que va mal, puede ir peor. Y así  fue. A la media hora, un balón que no aciertan a despejar bien entre Mario Suárez (muy suplente hoy por hoy de Tiago, inclusive diría  que hasta Saúl debería de tener más minutos si  queremos rotar al portugués) y Ansaldi, se convierte en un pase perfecto para que Afelay batiese al desangelado Oblak. Y mira que desde que le ví en la alineación tuve todo  el rato  el temor de que ayer el holandés nos iba a clavar un chicharrito. Si me funcionara igual de bien  la intuición a la hora de hacer las putas  quinielas,  iba a estar yo hoy aquí haciéndoles perder el tiempo leyendo mis gilipolleces, ja. En fin.

Menos mal que uno de  esos centros desangelados de Ansaldi  lo aprovechó Mandzukic para batir sin remisión a Roberto  (que, no  es por nada, pero es quien debería de estar hoy defendiendo  nuestros colores,  a todo esto, canterano, de los nuestros y lo teníamos fichado, ver para creer) de colocado testarazo. Corría  el minuto 37 de juego. El croata está claro que el área sabe de que va.  Otra cosa es cuando le sacas fuera de su  hábitat, en la que su juego, hasta el momento, deja bastante que desear, y de momento, ahí lo dejo,  va.

El Atleti terminó dominando este primer periodo, pero a la hora de atacar lo hacíamos con  muy pocos efectivos. Y así es jodidamente difícil el  conseguir nada. Por cierto, que hablando otra vez del tal Proensa (o como  coño se escriba) y adornando su brillante actuación de ayer, descontó solamente 3 minutos  cuando se perdieron, mínimo,  el doble. Dichosos  descuentos y los disgustos que siempre nos dan.

La segunda parte el Mono (no tengo nada contra él, más bien al contrario, me cae de cine, pero qué ganas tengo de que el Cholo deje de estar sancionado, por Dios) sacó a Griezmann al terreno de juego, y, como siempre, el panorama cambió por completo. Sinceramente, no tengo ni puta idea de cuál es la razón por la  que el francés no juegue de titular, porque, hasta que no está él  en el terreno de juego, ni tenemos profundidad ni creamos una puñetera ocasión de gol decente. Y sí, perdónenme el lenguaje soez que me está quedando hoy, pero es que ando de muy  mala milk. No he digerido nada bien lo de ayer, sin duda. La muchachada me tiene muy mal acostumbrado.

Fue salir Antoine y doble ocasión que generó y que Roberto intervino espléndidamente en ambas. El empate se mascaba. Eran nuestros mejores minutos, Turán se echó al equipo a la espalda y los griegos no podían ni respirar ante el agobio que les estábamos sometiendo.

También tuvimos ocasión de presenciar el debut de Cerci, poco después. Parece vertical y rápido. Buena pinta. Cuando le expliquen bien la regla del fuera de juego, de cine.

Pero esto es fútbol, y cuando menos se  esperaba, en una contra aislada llegó el gol de Mitroglou, en una brillante acción individual dentro del área. Quedaba un cuarto de hora y la cosa  olía a  sentencia. 3-1 en el marcador.

Al final, a falta de 5 minutos Griezmann obtiene el justo premio a su buen hacer anotando el 3-2 (más importante de lo que la peña se piensa, ya verán) tras buena  asistencia de Koke. ¿Resultado justo? ¿Injusto? El que hay. No es una derrota inquietante (no siempre se puede ganar), si fuese competición de liga no pasaría  absolutamente nada, pero ojo, que en Champions no debemos  permitirnos muchos más deslices. Ahora toca ganar en el Calderón, porque si no la presión sería considerable. Y quien viene por aquí es la Juve, no el  Deportivo de Villaconejos, precisamente. En fin. Frena  un poco el carro, Tomi, que antes tenemos al Celta el sábado, en liga. Y sí, también quiero ganar ese partido, ¿Qué pasa?

14 de septiembre de 2014

Real Madrid 1 -Atleti 2. ¿Tuxán? ¿Tuján? ¿Tuflán?


¿No querían rival digno? Pues ahí lo tienen. Ración triple de dolor de muelas. Es curioso: ahora que los derbis sí que tienen el máximo nivel deportivo (a ver quién es el guapo que me vuelve a discutir cuál es el mejor derbi del mundo, cuando en éste resulta que se juegan cosas tan intrascendentes como Ligas, finales de Copa y de Champions, casi ná) resulta que en las gradas ha perdido cantidad de sabor, sobre todo por la no presencia del Frente Atlético (la verdad es que por la parte local sigue todo igual de insípida y patética, para qué lo vamos a negar). ¡Qué tiempos aquellos del gallinero en que el 2.500 Atléticos dábamos ejemplares lecciones de animación, frente a la atónita y perpleja mirada de la vikingada! Otro de los grandes valores que se están perdiendo en este rollo del jurgol modelno. Una lástima. La culpa, del vendecamisetas de turno y sus amables precios de las localidades. Que siga la fiesta.

Futbolísticamente hablando, los comienzos ahora de los derbis ya yo son la típica salida en tromba de los locales en las que nos solían arrasar por completo y casi daban el encuentro por finiquitado. Ahora el respeto es máximo. El Madrid intenta controlar el juego sin atreverse demasiado, no vaya ser que …. El Atleti, por su parte, se estructura perfectamente en el campo hasta que empieza a mover sus filas, atormentando a su rival.

A los 10 minutos, sin embargo, un sudor frío arrasó Chamartín. Córner a favor del Atleti. “Te cagas”, decía el uno. “Ya empezamos” decía el otro. “Por qué siempre a nosotros” balbuceaba el de más allá. La fórmula nunca falla. Guante de Koke al primer palo, y esta vez Tiago se adelanta a todo el mundo para cabecear sin piedad el 0-1 en el marcador. No quiero entrar en debates que ni me va ni me vienen, pero ahí el “Santo” poco puede hacer, nada más que eso … Rezar, y aplaudir.

Sin embargo, he de reconocer que el equipo no me gustó nada en la primera parte a partir de ese instante. Ojo. Nada que objetar en misiones defensivas, conste, pero en las constructivas, el equipo fue un desastre, las cosas como son. Y es que cuando Gabi no anda fino, los nuestros se resienten demasiado. El balón comenzó a ser ese extraño enemigo,  lo cual jugando así frente al rival de turno, hace que el tema se complique en exceso. A los 23 minutos Moya se lució en lanzamiento de falta de DumboBale. Un par de minutejos después, jaimitada de Siquieria cometiendo ese tonto pero claro penalti que supuso el empate a uno obra de ese tipo que tantísima pereza me da siempre escribir.

A partir de ahí, los peores minutos colchoneros, casi tumbados bajo la lona, pero que los Benzemás de turno no supieron aprovechar, topándose siempre con un inspiradísimo Moyá.  

No obstante, a los 38 minutos, Jiménez se pudo plantar solo ante Casillas, pero la verdad es que tras contemplar la ejecución de la jugada del mejicano, empecé a dudar siquiera de la condición de futbolista del mismo. Confiemos, no obstante, en la palabra del Cholo.

Poco más que comentar del primer tiempo, en las que todas nuestras esperanzas estaban puestas en el banquillo.

Y, como resulta obvio, el Mono movió sus piezas y el equipo empezó a ser otro. Salieron dos de los nuevos fichajes, Griezmann, que le dio profundidad y rapidez al equipo, y un turco que no recuerdo muy bien su nombre … ¿Cómo se llamaba? ¿Arda puede ser? Si, eso era. Arda. Arda Tudán… Tulán … o Tugán … No no … Tucán .... Joder, que no me acuerdo. Da igual. El caso es  que tiene buena pinta el turco ese, hostia. Qué pausa le dio al encuentro, cómo nos hizo tener la pelota y dominar la situación, cómo avisó en un remate super colocado que salió lamiendo el palo en un buen centro de Griezman (minuto 27 de la segunda parte) y, especialmente, qué golazo metió en el 31, en una primorosa jugada de esos que no sabemos más que dar patadas … Si claro … Al balón, añado. Qué combinación entre Griezman viendo el desmarque de Juanfran, que buen centro mete, cómo Raúl García deja pasar el balón mientras las vikingas andaban haciéndose selfies de esos, y qué remate final duro y ajustado de ¿Tugán? batiendo sin remisión al Natillas. 1-2, que bien pudo ser hasta un 1-3 si Griezman después de ridiculizar al homínido defensa central ese que también me da tanta pereza el escribir acierta a plasmarlo en el marcador. Mientras, la vikingada, a desfilar a casita, que se hace tarde y todavía hay que cenar. Ni siquiera un pequeño achuchón final por parte local les convenció. Mañana les esperará otro día duro en la oficina. “Rival digno” que lo llaman … Ya comprenderán …

EL CRACK DEL PARTIDO: Imperiales Godín y Miranda, nuevo recital de Tiago (¡Qué cinco, madre, qué cinco!), pero la especial mención es para nuestras dos nuevas adquisiciones. Por un lado, Moyá, que les reconozco que no tenía grandes esperanzas puestas en él, pero los que saben de fútbol (mi hermano Manolo en especial, vamos)  me decían que estuviese tranquilo, que era un porterazo como la copa de un pino. Y tranquilo me he quedado, pues. No es Courtois, especialmente  en el dominio del juego aéreo, pero bajo los palos, de momento, no echo de menos al belga, y decir eso son palabras mayores, porque tiene un mérito acojonante teniendo en cuenta las pocas ocasiones que concedemos.
El otro es el turco ese …  El tal Arda Tuñán. Y el caso es que me recuerda a otro que tuvimos no hace demasiado tiempo. Esa manera de desenvolverse en el campo, esa contagiosa sonrisa aún en los momentos más complicados, esa técnica deliciosa, ese trato exquisito al balón, ese aspecto físico culongo tan desenfadado … ¡Turán! Coño. Se llama Turán, y ahora le recuerdo tras su inolvidable recital en Stamford Bridge. Es él, sin duda. Qué pena que le disfrutemos tan de vez en cuando, porque por él merece la pena todo.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: El mal partido de Gabi (no ha empezado fino nuestro Capi, pero da igual, nuestra confianza en él es inabordable) y prefiero contenerme y no mentar todavía al que se enfrentaba a su equipo del alma. Contente, Tomi, contente.

ÁRBITRO: Mateu. Buen arbitraje en líneas generales, y no, por favor, no me enseñen esas moñadas de agarroncitos dentro del área, que a mi no me gusta perder el tiempo con esas putas gilipolleces. Yo soy de la escuela del fútbol fuerte y recio de Artechembauer, no lo olviden.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 4 GRADOS).

Le subo más por la importancia y la dificultad de la victoria, que por el juego en sí mismo, pero ahí lo tienen. 4 gradazos más by de face.

Y el martes, comienza la Champions de nuevo, con un partido hecho a medida para nosotros frente al Olimpiakos en Grecia. Recuerden: “No parar hasta conquistar”.  

1 de septiembre de 2014

Atleti 2 - Eibar 1. Un mal partido.


Y el caso es que la tarde empezó preciosa, con ese césped relumbrante que parece una auténtica alfombra recién puesta de fábrica, con esas 9 ligas resplandecientes esperando a  que, al fin, el señor Villar se dignase a entregarnos la décima que tanto merecimos el año pasado, con esos capitanes, Godín, Raúl García y Gabi elevando la misma al  cielo del Calderón, con esa polémica  creada por cómo Garitano motiva a sus jugadores (sinceramente, a mi no me molestó el tema, entendí perfectamente lo que quería conseguir de los suyos, uno ha jugado al fútbol y sabe  de qué va el percal ahí dentro), por ese bonito tifo del Frente que rezaba “Adelante Campeón”, y, para redondear el tema, con dos tempraneros tantos conseguidos por esa fábrica que no para de dar sus frutos que es nuestro balón parado, logrado el primero a los 11 minutos por Miranda, tras saque de esquina de Koke, y el segundo por Mandzukic, a los 24 minutos, tras fenomenal falta puesta por Gabi. Ambos de cabeza. El tema sonaba a que los “hijo de puta” iban a golear sin piedad.

Pero no fue así. Y no lo fue por dos motivos: uno, porque el Eibar, a pesar de todo, se hizo con el dominio del encuentro, que fue in crescendo según iba avanzando el mismo, y otra, porque a los míos les salió un horroroso partido. Pero feote de verdad. En defensa no hay problemas, todo el mundo tiene más o menos asumido su rol y la máquina funciona como siempre, perfectamente engrasada. Pero a partir de la construcción del juego surgen muchas dudas. Y si Gabi, Mario y Koke no tienen su día, aún surgen más.

Pero también hay otro inconveniente, que es la baja del Cholo. En estos dos  partidos que no ha estado en el banquillo, al equipo le he visto bastante atolondrado en general. Me da a mi que los jugadores echan de menos el que Simeone les esté corrigiendo y animando desde la banda constantemente. Obviamente, con el Mono Burgos la cosa no parece funcionar igual. Por ejemplo, Mandzukic tiene claro más o menos cuál es su papel, pero Chaplin Griezmman aún no ha encontrado su sitio en el terreno de juego. Anda correteando por ahí en la media punta sin tener muy  claro su papel.

Mientras, el Eibar empezó a avisar en una falta lanzada por Lara y bien atajada por Moyá, más o menos a la media hora de juego. Un par de minutos después, jugadón colectivo de los visitantes, que acaba en golazo sensacional de Abraham por toda la escuadra. Dicen que remató con su pierna derecha, que no es la suya. Madre mía el día  que lo haga con su zurda. No quiero ni pensarlo.

El run-run recorre el Calderón. Dos minutos más tarde, nuestro Chaplin francés se queda solo delante de Irureta pero el árbitro pita fuera de juego (MEEEC, error, no lo era). Y a los 40, contra de manual de la escuadra armera cuyo remate final de Arruabarena no encuentra nuestra portería. Descanso, y ya saben lo que suelen ser las cosas, cuando las cosas van mal, no lo duden, pueden continuar peor.

Porque nuestra segunda parte fue una auténtica colección de despropósitos. Ni una jugada bien enlazada, imprecisiones, constantes pérdidas de balón … El equipo andaba espeso, perdido y con esa sensación entre cansancio y desgana que tan poco  gusta al personal.

Mientras, el Eibar, a lo suyo, sin mucha profundidad, pero jugando sin complejos ante el Campeón, sin llegar a tener sensación de ahogamiento, pero sí que nos fue acorralando poco a poco.

El Mono desde la banda intentó remediar el tema, pero desde luego, si la solución pasa por cambiar por completo a nuestra delantera (mismo recurso que se utilizó en Vallecas) frente a un Eibar, con todos mis respetos, mal vamos.

Para colmo, a Mario Suárez se le aflojó su tornillo habitual, y empezó a hacer de las suyas. A los 14 minutos de la segunda parte pudo ver la roja pues ya saben, por sus gilipolleces … Luego se quejará de que la peña le tiene manía.

Y, al final, pues ya saben, ante tal desaguisado, nos pudo empatar el Eibar, una en un cabezazo que salió lamiendo el palo, y otra cuando se quedó solo un tal Ángel y remató demasiado cruzado ante Moyá, faltando 4 minutos solo para acabar el suplicio.

Al final todo acabó en una continua colección de bostezos, sin más. Aunque, para poner el broche de oro al tema, los  jugadores dieron una vuelta de honor con todos  nuestros títulos ligueros, sin que el personal se enterase de dicha circunstancia.  La imagen fue totalmente desangelada, aunque, qué coño, los que se quedaron también cuentan, y, por supuesto, también lo disfrutaron, si bien los nuestros mereciesen que no se hubiese movido nadie de su asiento. Error grave de la SAD y su Departamento de comunicación.

¿Qué cosas le pasan al equipo? Ahora mismo un montón: nos falta velocidad (se nota muchísimo la baja de Diego Costa), nos faltan ideas, nos falta frescura, nos faltan piernas, nos falta recuperar sensaciones y nos falta Arda,  que, como  siempre pasa en este bendito club, anda extrañamente lesionado quién  sabe  exactamente en qué mal. Es lo que tiene andar en manos del Doctor Muerte. Uno va a verle porque anda resfriado  y puede  salir tras su consulta con  el Ébola a flor de piel.

Entonces, ¿Nos cortamos ya las venas y mandamos todo la mierda? Pues yo diría que no, aunque ustedes sabrán … Este equipo tiene mucho margen de confianza, viene de ser Supercampeón de España, son el vigente Campeón de Liga, subcampeones de Europa. Creo que se han ganado un crédito y no deben ustedes, pues, de ponerse excesivamente nervioso. Señores, aparte … ¡¡¡¡¡estamos en Agosto!!!!! ¡¡¡¡¡Jornada 2!!!!! Quién lo diría,  viendo comentarios en tuiter y demás. Guarden sus navajas y aplacen sus harakiris. Fue, simplemente, un mal partido. Sin más.

EL CRACK DEL PARTIDO: Difícil destacar a alguien. Quizás Miranda, por su gol.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Difícil no incluir a alguien de los nuestros … Raúl Jiménez podría estar en esta lista. Por cierto, que no se me olvide. Que sí. Que ya sé que es un fulero despreciable y esas cosas. Pero no le silben de antemano, hombres de Dios. Y menos empiecen ya a prejuzgarle transmitiendo su ira. Si no le quieren aplaudir, no lo hagan, pero vistiendo esa camiseta y portando ese escudo, no se le debe silbar de antemano a nadie jamás. Aparte (mode historia Abuelo Cebolleta on) recuerdo un tal Hugo Sánchez que también decíamos que era un tarugo, y hasta le tuvimos que ceder por ahí y todo. Miren cómo acabó el colega (mode historia Abuelo Cebolleta off).

ÁRBITRO: Tan desapercibido, que ni me acuerdo de su nombre. Putos lunes …

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (0 GRADOS).

Lo subo uno por la victoria. Imposible encontrar algún que otro argumento para aumentar el mismo.

Y nuestro próximo rival, otra vez los “inmaculados”. Que sí, que nosotros andamos mal, muy mal, fatal. Todo lo que ustedes quieran. Pero asómense a la ventana de enfrente, y me cuentan. De verdad, ¿Ustedes creen que la Supercopa no ha tenido nada que ver en cómo ha comenzado todo esto?

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