30 de septiembre de 2011

Rennes 1 - Atleti 1. Camino de la perdición.

Hay un tipo de equipos en esta vida que uno sabe que al suyo propio le van fatal, se le atragantan siempre. No me pregunten el por qué, porque, además, suelen ser en teoría contrincantes supuestamente inferiores al tuyo. Todos los aficionados tenemos nuestra cruz particular: el Madrid tiene al Depor, el Barsa tuvo mucho tiempo a nosotros, al Valencia se le suele atragantar el Racing, y si vamos preguntando a diferentes seguidores de otros equipos por ahí, nos dirían su lista negra particular.

El Atleti, por desgracia, ha ido aumentando peligrosamente dicha lista, eso es cierto, pero, yo cuando me enteré de que nos tocó el Rennes, fruncí el ceño y no me hizo ni puñetera gracia. ¿Por qué? Equipo joven, terriblemente físico, francés y lleno de negratas. Chungo cubata. No. El Atleti las va a pasar putas. Allí, y aquí. Ya lo verán.

O ya lo vimos. Lo de allí, digo. Porque el Atleti salió a jugar al terreno de juego como el título de esa grandiosa película que protagonizan Tom Hanks (sorprendentemente agradable interpretando un papel de tipo duro) y Paul Newman (genial, a pesar de su ya por aquel entonces avanzada edad). Camino de la perdición. Controlando el balón, sí, pero de una forma absurda e hilarante, con un juego a cámara lenta sencillamente insufrible, y siempre terminando retrocediendo sin ton ni son. En este tipo de partidos, en los que el Atleti parece que tiene impregnado en las suelas de sus botas un bote de cola de contacto, es precisamente en los que emerge la figura de Perea, en su más puro estado. Su recital ayer de pases mal dados, controles paranoicos y entradas esquizofrénicas fue digna de estudio. Y encima protagonizó la jugada más descojonante que uno pueda recordar en un partido de fútbol. No se la pierdan, ni el mismísimo Groucho Marx hubiese escrito un guión tan sumamente disparatado. A esto que se va uno de los 15.000 negritos que tiene el Rennes, como una gacela perseguida por un tigre hambriento por la banda. A todo esto que el Sr. Amaranto decide entrar como un caballo en una cacharrería, medio tocando un balón al que llegaba sin aparente necesidad de entrar con las dos plantillas por delante. A todo esto que el pobre negrito queda en el suelo descacharrado perdido (encima ya llevaba de por sí una venda el colega en la mano) y nuestro Perea, presa de un ataque de interpretación hollywoodiana, a mi entender simula que le duele mucho la boquita. A todo esto que el tiempo va pasando, 15 horas en banda atendiendo al uno y al otro, y, a todo esto, al final, el árbitro le entra como una especie de ataque de pánico nuclear, llama al capitán del equipo francés, busca al capitán del Atleti (que ayer era el ínclito Perea), se da cuenta de que está fuera del terreno de juego, y engancha al primero que pasaba por allí, al pobre Diego, les lleva a los dos a un sitio aparte del campo, y no tengo muy claro si les saca amarilla a ellos, o les dice que les va a sacar tarjeta amarilla a los dos jugadores que querían entrar. Y yo me pregunto: ¿Por qué les amonesta a ellos? Ni idea. ¿Por qué quiere amonestar a los dos jugadores que están fuera? Ni idea (en todo caso a Perea por su entrada, ¿No?). Si les quiere amonestar, ¿Por qué no espera a que entren al terreno de juego? Ni idea. ¿Por qué elije a Diego como capitán? Ni idea. ¿Por qué hace todo esto? El alma de Groucho se apoderó de él. No encuentro otra explicación.

Y así acabó la primera parte. Con los franceses presionando como bestias aunque técnicamente eran de la escuela Pereistica, con sus aficionados abucheando al propio Perea como posesos cuando en realidad lo que tenían que haber hecho es darle una ovación de la hostia por convertirse en su mejor jugador sobre el terreno de juego, y con el Atleti en pleno proceso de empanamiento sumun, que, como no podía ser de otra forma, tuvo su continuación en el segundo periodo.

Y claro. Pasa lo que tiene que pasar. Pilla un balón un tal Montaño, lanza un zambombazo desde su tierra natal Colombia, el balón da en el culo de Domínguez, y se cuela como una exhalación por la escuadra de Courtois. Original product made in Atleti.

Curioso. A partir del tanto francés, los chavales descubren, al fin, en dónde está la portería local, se ve que se cambiaron de botas, y, gracias también (justo es reconocerlo) a la entrada de Salvio, y en menor medida, pero también, de Reyes, descubren que al fútbol se juega con profundidad, con velocidad y verticalidad. Y hasta dejan de vivir en el fuera de juego y todo (recital ayer por todo lo alto de Adrián). Y llegan las ocasiones. Disparo al palo de Diego, gol cantado que falla Falcao porque el propio Adrián realiza un remate entre medias de centro al colombiano y propio remate a puerta, hasta que, cuando faltaban solamente 3 minutos, Reyes saca de esquina viendo la posición desmarcada del vivo Salvio, éste da el pase de la muerte, y Juanfran, en doble remate, logra batir al fin la portería gabacha tras dar el balón el larguero. Otro product original made in Atleti.

Un punto que sabe a oro, cierto, pero un fútbol que no sabe a nada. Si para ponernos a practicar el mismo tenemos que esperar a que nos claven un chicharrito, mejor nos dedicamos al cine. Camino de la Perdición. Háganme caso. No se la pierdan.


25 de septiembre de 2011

Barsa 4 - Atleti 0. Culeritis Tremens.

1.- ¿Qué es Culeritis Tremens?

Sin lugar a dudas, la enfermedad del siglo XXI. Sus efectos son inmediatos. En tan solo 15 minutos puede usted ya encontrarse arrastrándose por el suelo, con ganas de contemplar un musical de Belén Esteban, deleitarse con un telediario en el que salga un strip-tease de Rajoy hasta quedarse en tanga de piel de leopardo, o de masturbarse impúdicamente pensando en tener en sus brazos a la Duquesa de Alba. Cualquier cosa, menos seguir observando ese martirio mediterráneo. Dura solamente 90 minutos, pero le dejará marcado para toda la vida si comete usted el error de ser del equipo rival con que se topen esos bebe-sin-sed con patas. Aborrecerá el fútbol y todo lo que le rodea durante meses, años o siglos, si encima es usted vikingo. No entiende de amistades, ni de religión ni de nada. Es un tornado, cuya bacteria más peligrosa es conocida con el pseudónimo de Messi (y me cago en el puto matasanos que te enseñó a crecer, joder).

2.- Si usted ha sido contagiado por Culeritis Tremens.

Olvídese de contemplar cualquier deporte durante no menos de 72 h. Ocúltese debajo de la cama ante la aparición de cualquier objeto blaugrana que pueda usted poseer. Piense que ya, con un poco de suerte, y si el azar no nos enfrenta en Copa del Rey (lo cual no me lo quiero ni imaginar) se acabó ya este tema hasta dentro de una vuelta entera. No se preocupe por la hinchazón de manos, cara, ojos u orejas. Quizás una buena dosis de Europeans Leaguitis le haga minimizar dichas alteraciones cutaneoatmosféricas.

3.- Tenga especial cuidado con Culeritis Tremens.

No sea usted tonto, bobo o una mezcla de ambas cosas. Los síntomas en apenas 15 minutos son más que evidentes. Evítese trastornos psicoalimentarios si ve ya que en ese corto espacio de tiempo se encuentra ya gravemente afectado. ¿Para qué esperar al 4-0? (oiga, que quedaron 5). “Serían 5 para usted, listo. Que yo ya con 4 no podía más y me fui al sobre a levitar.. No te jode”.

4.- Embarazo y lactancia.

Si está usted embarazada, cuídese mucho de que le afecte dicha enfermedad, o corre el riesgo de que el recién nacido le salga ya con una barretina blaugrana puesta en la cabeza. Si, por el contrario, se encuentra en periodo de lactancia, es probable que el niño le diga le de la puta leche calentita al abuelo, que el nene quiere whisky escocés, siempre escocés, del bueno. Y el agua para las ranas, solo faltaba.

5.- Niños.

Si quiere usted que su hijo conserve sus señas de identidad que tanto le ha costado inculcarle íntegras, coméntele que esto va por rachas, que esa enfermedad no es que nos afecte solo a nosotros, sino a cualquier hijo de vecino viviente (por muy poderoso que se crea o muy blanco que lave) que aún así igual hasta seguimos siendo el equipo que más veces ha logrado ganar allí, y que, quién sabe, si alguna vez nuestros investigadores tienen paciencia con el doctor de cabecera, y no va cambiando su plantilla de médicos de 10 en 10 tíos cada año, algún siglo de estos daremos con la tecla y, al menos, podremos enfrentarnos con tal malvada enfermedad cara a cara, sin complejos, tal y como hemos hecho en un pasado, eso sí, cada vez más lejano.

6.- Conducción y uso de máquinas.

Evite mientras conduzca tener cualquier aparato que transmita ondas encendido, ya que dicho mal también se puede propagar a través de las mismas y sus efectos son terriblemente devastadores. Si cree que le está afectando la “Culeritis Tremens”, evite cuchillas de afeitar, realizar rodajas de sandía o cortarse las uñas de los pies o de la manos. Sus consecuencias pueden ser del todo irreversibles.

7.- Sustancias estupefacientes.

Está permitido (y es hasta recomendable, qué carallo), si se encuentra en pleno proceso de contaminación de la “Culeritis Tremens” todo tipo de drogas: speed, farli, jaco, rulas, valiums, orfidales, o, aún mejor, todo mezclado junto, y a la vez.

8.- Posibles efectos adversos.

- Depresión (odio el fútbol).

- ¿Qué coño es un balón, y por qué no lo pillan los de rojiblanco, mientras los otros se la pasan como les sale del nardo, Bernando?

- Tristeza (para ponerse a llorar).

- Hastío (todos los años igual).

- Vómitos (Reyes en el suelo, para variar).

- Infecciones bucales (se traduce en acordarte de la madre de todo bicho viviente nacido y por nacer).

- Trastornos estomacales (hasta la úlcera creo que tiene color blaugrana).

- Impotencia (bastante follao he quedao ya, no te jode).

- Pérdida de apetito (a la mierda los aperitivos del descanso, incapaz de papear una triste corteza).

- Trastornos del sistema nervioso y psiquiátrico (como vea a un pibe por la calle que se llame Leo, aunque sea Leoncio, le entierro vivo).

- Ansiedad (¿Minuto 33 de la primera parte todavía? Dios mío, ¿Pero esto no se acaba nunca? ¿Por qué? (grande LLouriño).

- Trastornos respiratorios. Abre la puta ventana, que me ahogo, joder.

- Trastornos cutáneos. ¡Los pelos de mi barba son azules y granas! ¡Socorrooooooooooooooo!

- Trastornos de orina. ¡Huele a pan tumaca con butifarra! ¡No puede ser!

- Trastornos del sistema reproductor: Decididamente, los colchoneros no la sabemos meter.

9.- Intoxicación y tratamiento:

Escriba una serie de gilipolleces como las que le expuesto, y, al menos, se sentirá algo mejor.

10.- ¡Viva la virgen de la Morenetaaaaaa! ¡Vivaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

11.- Que ya me he cansao, hostias … Y la próxima vez lo va a ver su padre, ¿Me entiende? Su padre … Goodnight, and welcome to the hell.

22 de septiembre de 2011

Atleti 4 - Sporting 0. Mi regreso al Calderón, el regreso del Calderón.

Llevaba demasiado tiempo sin pisar de nuevo el Calderón, lo reconozco, y les tengo que decir que ayer, desde el rato que estuve en la previa saludando a tanta y tanta gente que echaba de menos, hasta que después del partido me monté de nuevo en el tubo de vuelta a casa, pasé unas de las 3 horas y media más felices que uno recuerda. Porque, para los que llevamos este rollo del Atleti en vena, el paraíso consiste en eso mismo: disfrutar a tope de nuestra dependencia Atlética rodeado de nuestra peña. O de parte de ella, cantando juntos en nuestra casa.

El abono que me dejaron era de tribuna de lateral, pero al final me puse en la grada con mi coleguita Hele y su encantadora Paulita. Me recordó a mi época de cuando iba al Madrileño, y detrás justamente estaban los famosos bancos de madera. La verdad es que el sitio es sencillamente genial. Una puta gozada el oler el césped recién mojado a esa altura, aunque luego, lo que pasamos fue calor, mucho calor. Es curioso lo que tiene este Calderón de nuestras entretelas: o te asas o te hielas, no hay término medio. Hasta en eso es el campo más genuinamente madrileño que hay.

Y el partido empezó con una sorprendente alineación por parte de Don Manzaneque (me ha ganado enteramente para su causa, Don Gregorio, que lo sepa usted), cargada de rotaciones, y, aunque el juego por momentos no fue tan fluido como en anteriores encuentros, la verdad es que la predisposición de los míos fue siempre la misma: jugar al fútbol con un trato exquisito de balón, con velocidad en su juego y acorralando al rival en su área. Lástima de la estúpida moda que parece se está instalando de anular un tanto legal a Falcao. Ayer, nada más empezar, otra vez con la tontería, oyes. Pero bueno. Daba igual. Tarde o temprano el asedio tendría su fruto, y así, el colombiano, cercana la media hora, consiguió el primero de sus tres goles, aunque parece ser que se han emperrado en conceder este tanto a Lora en propia meta. Pues qué bien. Para mi el colombiano consiguió su segundo hat-trick consecutivo en el Calderón, porque esa es la sensación con la que salí del estadio, y punto.

El monólogo rojiblanco fue constante, y del Sporting apenas se supo, salvo en un balón colgado que el pulpo Courtois se comió cual zamburiña voladora. No pasa nada. La cosa pintaba rodaba, bajo la batuta de Arda y Gabi. Con este resultado se llegó al descanso.

Tras el mismo, parecía que el Sporting salió con otros bríos, y el Atleti había bajado un tanto el listón de su juego. No se equivoquen. El recital de Falcao no había hecho más que comenzar. En una extraordinaria acción individual, clavó el balón en la misma cruceta, la cual todavía anda todavía tambaleándose del pepinazo que le clavó. A la salida de dicho córner, Domínguez consigue poner el 2-0 en el marcador, y la tranquilidad definitiva en el Calderón.

Una vez desatado el vendaval, ya no hay quien pare a esta Atleti, porque es un equipo que tiene continuamente hambre de más, y de más, y de más. Un rodillo constante. Y con un jugador tan entusiasmante como Falcao, todo termina siendo coser y cantar. Puede hacerte un segundo tanto en preciosa acción individual, sorteando contrarios dentro del área y rematando al fondo de la red, o bien puede conseguir el tercero rematando de cabeza a la mismísima escuadra (especialidad de la casa) una falta perfectamente templada por Gabi. ¿Conclusión? El Calderón patas arriba, el Calderón emocionado, el Calderón haciendo la ola, el Calderón cantando el himno a grito pelado, el Calderón flipando viendo como su entrenador quita a un lateral derecho para sacar a un delantero como Adrián, el Calderón, en definitiva, volviendo a ser lo que siempre ha sido. Nada más y nada menos que eso: el Calderón. Decididamente, si esto es un sueño, déjenme dormir, por favor. Que no me despierte nadie.

EL CRACK DEL PARTIDO:

Radamel Falcao. Mis expectativas con respecto al colombiano eran muy altas. Pues bien, las está convirtiendo en ínfimas, visto el potencial que tiene este jugador. LO REMATA TODO. ABSOLUTAMENTE TODO lo que circule por un área. Da igual que sea un melón, que un jamón, que una cabra, que una oveja, que un balón al segundo palo, que venga raso, por alto, por en medio, que esté rodeado de peña (propia o ajena, que se lo digan a Salvio en el tanto que le anula el bobo del Iturralde), y encima, lo remata bien, colocado, certero, con potencia, imparable. Una auténtica delicia. La felicidad sobre un terreno de juego de cualquier futbolero de bien hecha realidad.

LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO:

Courtois. Como sigamos así nos va a denunciar el Chelsea para decirnos el por qué les hemos pedido un portero, si no nos llega ni Dios nunca para ponerle a prueba. Emisarios ingleses se van a reunir con nuestro Manzaneque para que solo dispute los encuentros que juguemos fuera de nuestro estadio. Un auténtico escándalo.

ÁRBITRO: Iturralde.

Gol anulado quién sabe por qué a Radomel, penalti no señalizado sobre el colombiano quién sabe también el por qué … Su nombre lo dice todo: Iturralde ejerció como tal. De Iturralde. Ustedes seguro que ya me entienden.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 1 grado).

Lo dejo como está. Venían los sportinguistas con cero puntos, y era una ocasión que no se podía desaprovechar, máxime teniendo en cuenta lo que se nos avecina.

Y el sábado, al Nou Camp. No me he vuelto loco, estoy esperanzado con este partido, por primera vez en bastante tiempo. No les voy a decir bravuconadas sin sentido, eso sí. No suele ser mi estilo. Simplemente quiero que salgan y sigan con la línea que nos hemos marcado, y sean lo más fieles posible a ella. Que tengan personalidad, y que la demuestren. Y luego, si nos meten seis, pues señores, son el Campeón de Europa, tienen un equipo mucho más compenetrado que el nuestro y llevan bastante tiempo maravillando al mundo entero, qué quieren que les diga. Pero sí. Tengo ganas de que llegue el sábado, porque, por fin, he recuperado la tremenda ilusión que me producía ver un Barsa-Atleti de los de antaño. Que no se me apague la vela, por favor.


19 de septiembre de 2011

Atleti 4 - Racing 0. ¡Qué bellos son los domingos!

¿Qué más da que al día siguiente sea lunes y haya que trabajar? ¿Quién ni siquiera piensa en ello? Uno (al que la edad le ha obligado a cambiar ya todas sus costumbres cotidianas) aprovecha dicho día para levantarse temprano e irse a correr al parque, y a disfrutar de un día tan maravilloso como hizo en Madrid ayer. Después, come fuera con su familia, y, de paso, va levantando la vista para ver cómo España se termina de merendar a los gabachos en la copa Davis sin apenas despeinarse (lástima que la final no haya sido contra Serbiaí, me hubiese hecho mogollón de ilusión ganarle en su tierra a Djokovic). Después, empieza una apasionante tarde de sillón-ball. Ideal para echarse la siesta fue ver de fondo el Zaragoza-Espanyol (aunque justo al final estuvo emocionante del carajo), para, a las 18 h. empezar con las emociones fuertes de verdad.

Y la verdad es que emoción, lo que se dice emoción, no tuvo mucha el Atleti-Racing, salvo si eres seguidor colchonero, ya que resulta sencillamente emocionante el ver jugar así a nuestro equipo, con esa tranquilidad, con esas ganas de hacer las cosas bien, y con una serie de jugadores en el plantel que empiezan a demostrar que son auténticos primeras líneas de verdad. Tras el merecido homenaje a los chicos del Ciudad Real-Atleti de balonmano, por lo bien que nos hicieron disfrutar a todos los que estuvimos viéndoles en el palacio de Vista Alegre, los del Atleti a secas de fútbol hicieron uno de los encuentros más completos al mismo tiempo que plácidos que uno recuerda desde años ha en el Calderón. Fútbol de muchos kilates, de alta escuela. La línea ascendente del equipo cada día va a más. Con un Diego, otra vez más, omnipresente dirigiendo el percal, la máquina rojiblanca se engrasó y el rodillo empezó a funcionar de verdad. Y, como este año tenemos a un auténtico killer de verdad, de los de antes, en nuestro ataque, pues resulta cuestión de tiempo el que alguna logre enchufar.

Ya hubo un aviso en un pase de Diego que dejó solo a Tiago, éste quiso dejar con el pecho a Falcao y el colombiano no llegó al balón por un pelo. Poco después, llegó el primer tanto nuestro, de manual para enseñar a cualquier chaval que quiera ocupar el puesto de delantero centro de cómo se debe de mover dentro del área, cómo debe arrastrar a los defensas, buscar posteriormente el espacio libre, controlar el balón, armar su zurda en apenas una baldosa y sacar un latigazo seco ajustado al palo frente al que nada pudo hacer Toño. Radamel empieza a dejar claras sus credenciales, pero no se olviden, por favor, de la elaboración del tanto entre Reyes y Arda Turam, otra de las grandes sensaciones para el que esto les escribe. Hacía muchísimo tiempo que no veía a un tipo tan bien dotado técnicamente como lo es el turco. Un auténtico placer verle jugar.

Poco después llegaría el segundo, en un claro penalti que hicieron sobre Diego, y que, de nuevo Falcao, transformó con una maestría digna de manual. Con este resultado se llegó al descanso.

Tras el mismo, Manzaneque quitó a Diego y sacó al terreno de juego a Adrián. Sinceramente, pensé que notaríamos la ausencia del brasileiro, pero Arda pilló los mandos de la nave, y la condujo hasta yo diría que aún mejor o igual de bien que Diego. Así, otra genial asistencia del turco sobre Radamel hizo que batiese con maestría picando el balón sobre Toño y firmase su primer hat-trick en España (llegó en realidad a conseguir 5 tantos ayer Falcao, lo que pasa es que le anularon dos, ojito al dato). Debut en casa en competición liguera, y baloncito firmado por sus compis que se lleva ya el pibe. Huele a crack total por todos lados. Además, el colombiano tiene una virtud muy valiosa en estos tiempos que corren hoy en día: no es un tipo para nada vanidoso ni engreído. No va perdonando vidas por ahí, no reprocha nada a sus compañeros, no le protesta absolutamente nada a los árbitros. Él se dedica a lo suyo, y punto. Y como el jugar al fútbol lo hace como una puta máquina, pues da gusto el pagar una entrada por ver a un tipo así con la rojiblanca puesta. Que Dios nos lo conserve muchos años, o, al menos, que lo intente, que estando los delincuentes en el palco, ya se sabe …

El broche de oro final lo puso otro de mis jugadores debilidad, Adrián, que remató de cabeza otro maravilloso centro del turco, que estuvo espléndido toda la tarde. Como espléndida estuvo luego la selección de basket. Y, a todo esto, que los vikis palman frente a los granotas (Ballesteros, eres mi puto ídolo). De postre, vi un precioso Athletic- Betis (partidazo de verdiblancos, qué manera de jugar al fútbol también de los de Mel) ¿Alguien se acordó de que al día siguiente era lunes?

EL CRACK DEL PARTIDO:

Radamel Falcao. Ahora todos los vikingos de la oficina empiezan a no reírse tanto de mí cuando les dije que no era tan caro el colombiano por 40 kilos. Eso sí, que nadie se olvide de Arda ni de Diego.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Filipe Luis tiene que ser más profundo cuando sube la banda, ya que la mayoría de sus centros tienden a ser intrascendentes. Y Reyes, o se acopla a la nueva forma de jugar del equipo (tiene cualidades técnicas de sobra para hacerlo), o para mi es carne de suplencia. Que espabile. Y es la primera vez en mi vida que veo que un rival no tiene ni siquiera una triste ocasión de gol que llevarse a la boca. Courtois fue un simple espectador más.

ÁRBITRO:

Un tal Iglesias Villanueva. Tenía un juez de línea en la primera parte con el banderín un tanto suelto, que nos costó la anulación de un tanto legal. Por lo demás, sin complicaciones.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO ( - 1 GRADO).

Le subo dos grados, porque yo personalmente a los equipos de Cúper les tengo un pánico horroroso (aún tengo pesadillas con los griegos el año pasado). Se nos dan siempre fatal.

El próximo rival, el Sporting, que viene sin estrenar su casillero de puntos. El equipo tiene que seguir en esta línea de juego, y con esa intención y filosofía del mismo. Tiene muy buena pinta todo este año. Y ya es hora de que disfrutemos, pero de verdad.


16 de septiembre de 2011

Atleti 2 - Celtic 0. Paciencia y buena letra.

Uno les reconoce que siempre ha tenido una caligrafía bastante penosa, hasta el punto de que más de una vez y más de dos he sido llamado por profesores para que les leyese el examen que había escrito, ya que no me entendían ni papa. Siempre lo achacaba al hecho de ser zurdo, y coger el boli de una forma bastante extraña (es, para que s e hagan una idea, parecido a cómo puede llegar a ser un control de Perea en un balón que le llueva del cielo, un fenómeno paranormal, extraño, inquietante).

Pero logré mejorar mi forma de escribir (que no mi ortografía, que siempre ha sido impoluta, todo un lujo en estos tiempos que corren de chateos, tuiteos, mensajeos y demás), a base de esos cuadernillos Rubio que tenían un renglón arriba y otro abajo, para que no te salieses de la misma, y en el que tenías que poner las mismas frases que en ellos estaban escritos, todo con “paciencia y buena letra”, según me comentaba siempre mi profesor. Y, por lo que estoy viendo a mi equipo en esta temporada, es lo que el profesor Manzaneque está intentando inculcar a los míos, por ahora, por qué no decirlo, con buen resultado. Jueguen, toquen, busquen la mejor opción, con paciencia, moviendo el balón de un lado a otro, y con buena letra, cuidando el balón, raseándolo, apoyándose en paredes con sus compañeros, jugando bien al fútbol, en definitiva, que es el principal objetivo que tiene este deporte.

Así se jugó durante todo el primer periodo, aunque todo te resulta mucho más fácil si consigues un tempranero gol (a los 3 minutos concretamente) obra de Falcao (cómo no, de cabeza, ya les advertí) tras un fenomenal saque de esquina de Diego. El colombiano ya sabe lo que es marcar en el Calderón. Buena señal.

Pudo, eso sí, empatar casi en la siguiente jugada el Celtic, en una fenomenal contra iniciada por Samaras (buen delantero el griego este) y que el Pulpo Courtois se encargó de atajar con sus tentáculos cuando un animoso escocés se plantó solo solito solo delante de él. La verdad es que del Celtic que uno tiene tan buen y entrañable recuerdo siempre ayer no había nada de nada. Ni ningún peligro, ni ninguna agresividad, ni ningún MacAlgo (larga vida a MacNulty, aunque sea de Baltimore, forever The Wire), ni siquiera su preciosa equipación lucieron. Tampoco vinieron los escoceses que se presumía, y, para qué negarlo, tampoco el Calderón respondió como yo esperaba (25.000 personas siendo generosos). Se lo dije en la primera jornada: me gustaría saber qué cuentas hacen los delincuentes para calcular el número de abonados que hay este año en el Club. Las sillas vacías no engañan, y ahora ya no hay tanta peña de vacaciones. A ver qué excusa buscan pues.

Por cierto, que Manzano aprovechó este encuentro para rotar a los laterales, a los centrales, a los interiores … pero no al portero. Todos ya tenemos más o menos claro que Courtois tiene que ser el titular, pero, qué quieren que les diga, uno esperaba que en Europa League y en la copa se le diesen los galones a Joel. Porque, si no se hace así, el año que viene vamos a tener el mismo problema que éste: queremos que sea titular un portero sin ninguna experiencia en el campo. Craso y grave error.

El segundo tiempo, sin embargo, el Atleti salió completamente desenchufado del mismo, y los escoceses, sin llegar a crear un peligro aparente, pero sí que se hicieron con el control del partido. La cosa pintaba fea, porque cuando mi equipo está en un partido de estos de “no sé si darte o echarme para atrás”, mientras se lo piensan, los rivales nos suelen zurrar de lo lindo. Sin embargo, una preciosa jugada entre Antonio López (que es mucho más interior que lateral), Arda Turan y Diego acabó en un bellísimo tanto para nuestras filas, que se celebró en el Calderón por todo lo alto, más que por la tranquilidad que daba en sí, por la extraordinaria elaboración del mismo. El turco (muy trabajador y participativo toda la noche) es un tipo de esos que parece que no se esconde, que viene con ganas de hacer cosas, y que cuando pilla el balón y enfila a un rival, se va a por él sin andarse con absurdas menudencias. Así, se marchó hasta la línea de fondo, y, como mandan los cánones, dio el pase de la muerte hacia atrás para que Diego batiese con remate colocado y al primer toque al guardameta visitante. El brasileño estuvo de todocampista total durante toda la noche. Arriba, abajo, ofreciéndose continuamente, tirando paredes, disparando a puerta, trabajando, pidiéndola, participando, sintiéndose importante ... Un placer ver a un tipo con tanta personalidad sobre un terreno de juego. Va en muy buen camino para volver a ser lo que fue.

Y, a partir de ese momento (minuto 68 more or less) el Atleti ya se gustó. Sacó Manzaneque a Adrián, y dejó sus ramalazos de la calidad contrastada que tiene. Sacó a Reyes, y se dejó el disfraz de coche de choque en el banquillo, y se puso a jugar al fútbol como a mi me gusta. Y con el trabajo siempre efectivo de Gabi y los movimientos continuos de Falcao, el Atleti se convirtió en un equipo con pero que muy buena pinta.

Eso sí, que nadie se lleve a engaños: el rival era el que era, y, encima, había reservado sus mejores hombres por su encuentro del próximo finde ante el Rangers (que no el Queens, mi querido Manzaneque, esa geografía). Pero, qué coño, si vamos sacando puntos y demás, y las huestes rojiblancas no pierden la ilusión, quién sabe … Ya saben, despacito y con buena letra, hasta yo he logrado tener una caligrafía medio decente. Igual terminamos también viendo a un equipo que, por fin, juegue al fútbol de verdad.


11 de septiembre de 2011

Valencia 1 - Atleti 0. Lo que no puede ser, no puede ser.

Y además, es imposible. Todos los Atléticos andamos medio ilusionados con nuestros equipo, porque muchos de ellos pensamos, y sinceramente pienso que con razón, que tenemos mejor plantilla que en años anteriores, y también mejores mimbres que la gran mayoría de nuestros rivales (2 grandes babosas aparte). Y si, puede ser, pero a esto del fútbol no ganan los que mejores plantillas tienen, sino los que mejor equipo poseen. Son dos conceptos muy diferentes, y el Atleti, a fecha de hoy, anda todavía muy lejos de bastantes de sus rivales en este último aspecto, entre ellos, como no puede ser de otra forma, también del Valencia C.F.

Analicemos. De los jugadores que disputaron el encuentro de ayer, del Atleti solamente estaban el año pasado 6 de sus miembros, de los cuales uno apenas fue titular (Domínguez) y el otro tampoco, y encima llegó en invierno (Juanfran). El resto, todos nuevos, entrenador incluido. Por parte local, su entrenador va a empezar su cuarta temporada (algo que suena a ciencia ficción por el Manzanares) y, entre todos los que jugaron, 10 estaban en la temporada pasada.

¿Hasta dónde quiero llegar con esto? Pues si a este continúo despropósito que es la agencia de compra-venta de jugadores rojiblanca, le sumamos que los que están llamados a ser sus grandes apuestas para esta temporada han llegado en el último momento, y apenas llevan entrenamiento (ya no digo encuentros) con nosotros, nos da como resultado que el equipo, aunque esté inmerso en la tercera jornada del liga, en realidad se encuentra en plena pretemporada Y eso es un riesgo muy grave, porque aquí las derrotas, al contrario que en Agosto, cuestan puntos de los que luego nos acordaremos, y mucho. O, inclusive, nos puede hacer llegar a que en pleno mes de Diciembre estemos ya alejados prácticamente de todo (como suele ser norma de la casa), y el desánimo y la desilusión se instale de nuevo por el Calderón.

En la primera parte ayer fue superior el Valencia, con ramalazos, eso sí, colchoneros de vez en cuando. Courtois sacó un mano a mano genial a Soldado, mientras que el fenomenal Guaita hizo lo propio con Adrián (incomprensiblemente cambiado por Manzaneque en la segunda parte, este, como es asturiano y tiene menos maldad que un sobao pasiego, me temo se va a comer el puto marrón más de una y más de dos veces, ya verán).

La segunda ya fue otra historia. Atleti y Valencia salieron en plan más contemplativos, y los chés tuvieron la suerte de golpear primero, y más fuerte que nosotros. Un gran pase de After-Hours Miguel fue fenomenalmente rematado de cabeza por Soldado, poniendo el 1-0 en el marcador. Podemos decir que si el MIrinda, que si tal, que si Pascual … Bobadas. Un golazo como la copa de un pino, y punto.

A continuación, Manzaneque no tuvo más remedio que mover ficha, sacó al terreno de juego a Arda Turan y Diego, y la cosa cambió, logrando embotellar en su campo al equipo ché. Lástima que Falcao apenas conozca a sus compañeros, porque no le lograron poner ni una en condiciones, y ya saben por activa y por pasiva que el buen pelotero colombiano es, sobre todo, un excepcional rematador, sin más. Aún así, las ocasiones se sucedieron, pero Guatia estuvo genial con Arda sacándole una mano prodigiosa, Rami se disfrazó de su compañero guardameta en remates de Gabi y Falcao, y el partido terminó con un quiero y no puedo por parte rojiblanca. Eso sí, al menos el equipo demostró carácter y poder de reacción, al tiempo que parece que tiene pinta de que hay titulares que tienen que ser desde ya muy titulares, casos del turco y del propio Diego, siempre y cuando el físico se lo permita, claro, algo que, a día de hoy, pongo también pero que muy en duda. Ya saben, es lo que tiene andar todavía en pretemporada. ¿A cuatro puntos ya el Valencia? Ah, pues se siente. Ya se lo he dicho millones de veces a todos ustedes, mis queridos y sufridos lectores: en el Club de la Comedia, el término “Proyecto Deportivo” siempre está en un segundo plano. Es un simple efecto colateral, sin más.

EL CRACK DEL PARTIDO:

Diego, los detalles y las ganas que demostró, aparte de Courtoios, que estuvo también sensacional, por parte nuestra, y Soldado, Guaita y Albelda (partidazo el suyo, inconmensurable toda la noche) por parte local. Especial mención a Soldado, que si aparte de rematar tan bien con los pies, es capaz de clavar chicharros con el perolo como hizo ayer, puede ser la gran sensación de la temporada.

LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO:

El partidito que se marcó el gilipollas del Reyes es para hacérselo ver, con estúpidas conducciones de balón sin ton ni son, aparte de que cuando se desquicia el colega se pasa el día protestando a todo el mundo y perdonando vidas a diestro y siniestro. Cuando está en ese plan, desde luego, me dan unas putas ganas de mandarle de una patada con todas mis ganas en las pelotas a Concha Espina que no veas, y que se vaya con los suyos de una puta vez. Al fin y al cabo, esas maneras son muy propias por esos lares. Otro caso curioso es el de Juanfran. Es digno de estudio lo que le han realizado al colega en el cerebro durante este verano, porque mira que juega poco el colega, y, sin embargo, me llega a poner en un estado de nervios y desquiciamiento tal que preferiría quedarme encerrado en un cuarto obscuro con Ángel Cappa y que me explicase con pelos y señales su concepción relativa del fútbol contemporáneo. Y llámeme loco, pero prefiero mil veces a Perea y sus cosas que al tal MIrinda. Por parte local, el tal Pablo Hernández está también para el desguace.

ÁRBITRO: González González.

Psicodelia en su más puro estado. Las tres cuartas partes de las ocasiones, les juro por mi vieja que no tenía ni idea de qué pollas pitaba. Especial marcaje le realizó al pobre Falcao (el angelito ni protestaba, solamente alucinaba) y las ¿faltas? que supuestamente le pitaba en contra. Aparte, cronología de sucesos: anula un gol muy legal a Piatti. Se come un penalti por doble paradón del tal Rami, después otra manaza de Domínguez dentro del área, y para rematar la faena, un penalti de enciclopedia del central francés sobre Arda Turan. Virgen del amor hermoso, la que nos espera. Un absoluto despropósito.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO ( -3 grados).

Debimos, al menos, empatar en encuentro (méritos se hicieron para ello, aunque yo no catalogo la victoria valencianista como injusta ni mucho menos, conste). Pero, para un equipo que está en plena pretemporada, solamente lo bajaré un grado menos, sin más.

Un último apunte: desde que España gana siempre ahora Eurocopas y Mundiales, ahora ya no se dice eso de que el fútbol es un deporte de once contra once y que ganan siempre los alemanes. Que va. Ahora se dice que el fútbol es un deporte de once contra once, en el cual, el Valencia siempre queda tercero, por muchos y buenos jugadores que le quiten cada temporada. No me queda, pues, más dar la más cordial enhorabuena a mis buenos amigos valencianistas. Sí, hermano. Aunque no pares de tocarme los cojones con frases de un puto gilipollas escocés en apuros, a ti también te incluyo.


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