A esa hora tan encantadora de un Viernes por la noche como es las 5 de la mañana, en pleno estado cubatil a tope, 56 ultras tomamos camino hacia Huelva (otra ciudad que está "según escupes, a la izquierda", la madre que me parió ...).
El viaje discurrió entre buen rollo, gran camadería y muchas risas, como todos los viajes. Lo único reseñable fue un colgao que le pilló, no me expliquéis como, porque no tengo ni guarra, una gorra ¡a un Guardia Civil! Para alucinar, vamos ... :-O
Pasamos por Sevilla, en el que esperábamos con ansiedad la visita que nos iban a hacer los "temibles" Birus, visita que, como siempre, no tuvo lugar al final, y eso que en el contestador del Frente dijimos que íbamos solamente 3 furgonetas, para que lo tuvieran más facilito y se embravuconaran más, pero ni por esas. Y así, a eso de las 13-14 h. llegamos a Huelva, en donde nos dejó el bus en el antiguo Colombino, en donde nos esperaban los camaradas del Frente Onuba, con muy buen rollo, con cervecita fresquita para el personal (yo pasé de birra, directamente a por el JB, ¡qué cojones!) y en donde estuvimos de putísima madre tratados por esta buena gente.
Sigo diciendo que viajar en Segunda División no tiene nada que ver con viajar en Primera. Es todo un placer acudir a los sitios así, desde luego que sí. A las 17h 15' quedamos con el busero para que nos acercara al nuevo estadio ... El buen busero tiene un concepto de "acercar" a un sitio de lo más particular, porque después de supuestamente "dejarnos al lado", estuvimos andando más de 25 minutos (ver para creer), con lo cual al final llegamos al partido con la hora prácticamente pegada al culo. El estadio, por cierto, muy bonito y tocho, si señor. Los aledaños, bastante más cutres, pero bueno ... Y así comenzó el encuentro.
A nosotros se nos unieron varios peñistas, y, una vez más, dimos una auténtica lección de no parar de animar, quedándonos completamente solos en muchas ocasiones en todo el estadio. El primer tiempo fue una exhibición de buen juego por parte de mi equipo. Salvo el primer cuarto de hora inicial, en el que el puto linier que tenía enfrente estuvo empeñado en darle vidilla al Recre comiéndose 2-3 fueras de juego bastante claros, el resto del encuentro fue un monólogo de los reds del Calderón (es preciosa la segunda equipación roja, no me cansaré de repetirlo), que, con un juego magistralmente dirigido por Movilla, con una velocidad de circulación de balón realmente magnífica y con un Niño que es una auténtica pesadilla para sus rivales, pronto nos adelantamos en el marcador, en un córner sacado por Stankovic, peinado hacia atrás por un defensor onubense y sensacionalmente rematado por Hibic, que, pese a quien pese, Abuelito, tiene categoría más que de sobra para jugar en el Atleti en Segunda, en Primera o en donde se le ponga en los mismísimos. Diez minutos más tarde, y en pleno recital de los míos, Movilla recoge un pase en profundidad, creo recordar, de Stankovic, el portero del Recre duda (ahí firmó su sentencia) y Movilla, redondeando el mejor partido que yo le he visto con el Atleti, puso el 0-2 en el marcador (en el de un lado, por cierto, el nuestro, el del otro lado se ve que se les ha olvidado construirlo :-? ), y el delirio en los atléticos que allí estábamos, con baño de vino incluido al abuelejo que tenía justo debajo de mí, en anécdota que ya he contado por ahí en otro post. De aquí hasta el final del primer periodo, los míos dieron un recital de buen fútbol, y Stankovic y Correa debieron de sentenciar de forma definitiva el encuentro, pero no se supo aprovechar.
Sin embargo, el enésimo negrito que nos crea problemas (debemos de ser para ellos algo así como el Ku-Klus-Kán, porque esto empieza ya a ser preocupante), un tal Edirpe, o algo así (no me acuerdo bien de su nombre), centra un magnífico centro al segundo palo al poco de comenzar el segundo periodo y Antonito (o algo así) pone, completamente desmarcado, el 1-2 en el marcador. A partir de este momento, el Recre apretó, y de lo lindo, pero no tuvo acierto en los metros finales. Mientras tanto, las contras de los míos eran mortales de necesidad, con un Movilla que realizó otro jugadón de la hostia recorriéndose con decisión todo el terreno de juego, pero llegando al área asfixiado, con un remate flojo a las manos del portero local, y con un Niño que solamente era frenado a base de faltas (2 tíos del Huelva se debieron ir a la puta calle por sendas entradas cuando eran el último jugador clarísimamente, pero el árbitro no tuvo huevos). Y así Luis sacó a nuestro Mayonesa, que ya, con el tiempo prácticamente concluido, recoge un balón en profundidad, espera a que el defensa onubense le entre, se hace un autopase genial, se interna dentro del área, y lanza un zambombazo impresionante que se cuela como una exhalación en la meta del Huelva. 1-3, delirio total entre los míos, y Dieguito Alonso demostrando una vez más que es mucho mejor jugador de lo que muchos nos creemos (me incluyo, conste). Ese gol no lo mete un patán, lo tengo muy claro, por mucho que me quieran vender por ahí.
Y, al final, los chavales del Frente de Onuba, que, con 2 cojones, se acercaron hacia nosotros para darnos la enhorabuena (toma ejemplo de deportividad y de saber estar, chapeau) y el viaje de vuelta que transcurre con normalidad ... Bueno, parece ser que en el autobús había demasiado olor a "tigre", con lo que decidimos perfumarlo un poco con un olor a queso realmente delicioso, que, aderezado de un buen vino, hizo que la vuelta fuese aún más placentera todavía, partiéndonos el culo con una cinta que llevó el amigo Portu del Radiador, el programa del Abellán. Total, a eso de las 5 h. de la mañana del domingo, un servidor llegó a queli, cansado, sí, pero muy, muy, contento. La primera empieza a ser una auténtica realidad.
-- Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Vieja Guardia
iGGy SIEMPRE PRESENTE