Este año, si las cosas van como mínimamente deberían de ir, el termómetro tiene que acabar echando humo de la temperatura que pueda alcanzar, pero de momento seamos prudentes, que no prudencios, y dejémosle estar ahí. Que sea la reválida de Bilbao el que se encargue de inaugurarlo.
31 de agosto de 2010
Atleti 4 - Sporting 0. Enterrando estupideces de ayer y de hoy.
30 de agosto de 2010
Atleti 2 - Inter 0. Y amaneció rojiblanco ...
Y el caso es que el comienzo de la final de la Supercopa sí que se basaba en el guión preestablecido. Miedo y respeto por parte rojiblanca, y el rodillo italiano que se puso en marcha con ganas de sentenciar rápidamente. Todos sentíamos ese temor en el cuerpo, hasta que los desplazados a Mónaco dieron el definitivo paso hacia adelante, y empezaron con el …
“Vamos dale Atleti”
Y vaya que si dieron. Se quitaron el acomplejamiento inicial y empezaron a funcionar como un auténtico equipo. Hacía tiempo que no veía jugar al Atleti tan sumamente solidario, con las líneas tan juntas, con tantos apoyos, tantos movimientos, y todos perfectamente acompasados y dirigidos magistralmente bajo la batuta de Don Quique Sánchez Flores (y si en algún momento durante la presente temporada que hoy comienza me mosqueo con Don Quique Sánchez Flores, que alguien me recuerde, por favor, que en la presente crónica prometí no volver a quitarle a Quique el título de “Don”, se lo ha ganado a pulso). Yo creo que el Atleti realizó el pasado viernes el encuentro soñado por cualquier entrenador que se precie. Del Inter es que apenas tuvimos noticias. Y es jodido, sumamente jodido, no tenerlas del equipo que se supone es el actual Campeón de Europa, de la Liga italiana y de la Supercopa de dicho torneo.
“Te sigo a todas partes, yo te quiero”
Y vaya que lo demostraron todos los desplazados, puestos en pie durante gran parte del encuentro, ondeando al cielo pijoidal de Mónaco todo tipo de bufandas rojiblancas, dejándose la garganta en post de la victoria. Porque la afición el viernes pasado fue también parte del esquema táctico del equipo. Es imposible no tener una simbiosis con los jugadores cuando los ves con esa entrega, con ese orden, con esas ganas de demostrar al mundo que aquí estamos, que queremos el mundo, y que lo queremos ya, como diría mi admirado James Douglas Morrisson. Como para no quererlos …
“Vamos a dar la vuelta a todo el Mundo”
En apenas cuatro meses, Hamburgo-Barcelona-Mónaco. Tela, telita, tela. Y que no pare la rueda, por favor. Algún colega mío está empezando seriamente a plantearse el montar una agencia de viajes. El colmo de mi mala suerte es que a estos les ha dado el punto de disputar final tras final cuando ando yo peor económicamente. Si me hubiese pillado años atrás … Mejor no pensarlo.
“Hay que ponerle un poco más de huevos, más de huevos”
Y se pusieron. Por parte de todos. Es evidente que todo el mundo se preparó esta final a conciencia, y se notó el trabajo bien hecho durante la pretemporada. Hubo jugadores que estuvieron sencillamente impecables: Assunsao, De Gea, con su antológica parada del penalti al denunciante Milito, Domínguez, que nos vale para todo, al igual que Ufaljusi, Godín, que parece que llevase un lustro jugando con la rojiblanca, Reyes, Simao, que este año le ha tocado ponerse el mono del currele, y vaya si lo suda, aunque a veces nos recuerde el fino estilista que es, como con su milimétrico pase en el segundo tanto nuestro, Raúl García, cuyo único lunar fue el claro penalti que cometió, el Kun, Forlán, Don Quique, que nos dejó a todos con la guillotina en la mano deseando usarla sobre su cabeza tras conocer su alineación (conclusión evidente, no tenemos ni puta idea de fútbol, señores, ni periolistos, ni aficionados, pero ni puta idea), y la afición, que los puso a pesar de la superioridad numérica interista. Ya lo creo que los puso.
“Eso que dice la gente”
Muchos esperaban que nos machacaran. Para la gran mayoría no teníamos ninguna opción. Algunos se extrañaban hasta de nuestra presencia ahí. Los más osados dudaban hasta de nuestros merecimientos, cuando tuvimos una Europa League de auténtico nivel de Champions. Pobrecitos, a dónde van estos, la que les va a caer ... Qué poco conocen al Atleti. Y, ¿saben lo que les digo? Mejor así …
“Que somos borrachos, vagos, delincuentes”
Pues durante estos últimos años, hay que reconocerlo, de todo ha habido en la viña del señor. Algunos hasta he dudado si eran realmente jugadores de fútbol y todo. Disparatadas presentaciones, ridículos por doquier, desesperanza, desilusión, abatimiento. Fueron malos tiempos para la lírica, qué duda cabe …
“No les hago caso, voy a todos lados”
Ni a nada, ni a nadie. Porque nada ni nadie puede, ha podido ni podrá jamás contra el sentimiento Atlético. Está a prueba de bombas, de talibanes, de tormentas, de inundaciones, de sunamis, de Sinamas ... Y mientras el mayor activo de este club sea precisamente este, nuestra existencia será eterna. Mala suerte la suya, señor Del Nido y atláteres. Muy mala suerte. Una lástima, por cierto, su eliminación de la Champions. ¿Recuerda su tifo en la final? RESPETO. El Braga les dio a probar su propia medicina. ¿Qué? ¿Está rica?
“Soy uno del Frente, soy descontrolado”
Y que nunca perdamos este bendito descontrol que tanto nos controla, capaces de bailar durante un segundo tiempo a todo un Campeón de Europa al son de “ …dónde acuden a millares” … que resuena con más fuerza que nunca en Europa entera. Porque, al fin, en Madrid, en Milán, en Hamburgo, en Barcelona, en Estocolmo, en Lisboa, en Londres, en Mónaco, en Liverpool, en Valencia, en Estambul, en Moscú, hasta en “Osasuna”, que diría aquel, amaneció rojiblanco. Y qué bonito nos quedó. Y vencimos. Y volveremos a vencer. Supercampeones de Europa. Suena de la hostia. Suena bien. Suena poderoso. Decidamente, ha vuelto el Atleti.