Transcurría la primera parte del Osasuna-Atleti siguiendo al pie de la letra el tedioso guion que estaba preestablecido, es decir, dos equipos presionando con intensidad por todo el campo, poco fútbol, algún que otro bostezo todavía siestero, un Atleti vestido como si hubiese pillado lo primero que vio en el vestuario (que si una camiseta negra por allí, que si un pantalón azul por allá, que si unas medias rojas y blancas, no quiero ni pensar de qué color llevarían los gayumbos), con un par de buenas paradas de un grandioso el domingo pasado Courtois, hasta que empezó a aparecer Diego Costa en una acción de esas tan suyas de dar la cara sin temor a que se la partan, acción que tuvo la típica reacción de nuestros públicos rivales, con ese ya mítico “DIEGO COSTA, HIGO DE FRUTA” y chico, fue ponerse el Sadar en coro a corearle a tope, Gabi ver un desmarque perfecto de Koke, nuestro canterano se va como un toro, entra en el área, da una perfecta asistencia sobre el propio Diego Costa, éste remata, Andrés rechaza pero el balón cae sobre la cabeza del de Lagarto para poner el 0-1 en el marcador. Es curioso cómo y qué bien estimula la people de Pamplona a nuestro amado Diego. Hizo que despertáramos todos del profundo letargo al que estábamos sometidos.
La cosa ya pintaba como casi definitiva, ya que el equipo estaba defendiendo a la perfección, demostrando claramente que quién hace buenos a sus respectivas parejas de baile es Miranda, que estuvo también impecable toda la tarde-noche.
Nada más comenzar la segunda parte, otra vez Diego Costa se va por banda, empieza a hacer de las suyas y recibe una terrible entrada de Flaño que parecía que iba montado en un trolebús. ¿Conclusión? Tarjeta para Diego Costa. Cierto. Ver para creer. Tal cachondeo produjo la jugada que, aparte de volver a corear el ya famoso “Higo de Fruta” tan cariñosamente a nuestro Diego Costa, fue también acompañado de un consecutivo “Tonngoo, Tonnngo” que motivo de tal manera al recién internacional brasileiro que hizo que aprovechase a la perfección el fantástico lanzamiento de Koke de la falta para batir sin remisión de nuevo a Andrés. 0-2, y la cosa estaba vista para sentencia. Koke, por cierto, cada día que pasa va creciendo más y más a la hora de golpear de forma endemoniada al balón, hasta el punto de que convencido estoy que de seguir su progresión llegará a recordarnos y muy mucho a nuestro justísimamente idolatrado Milinko Pantic.
A partir de ese momento, arreones sin mucho sentido de Osasuna y contras peligrosas por parte de los que portaban el simulacro de vestimenta del Atleti, especialmente una de, cómo no, de nuevo Diego Costa, que no vio el desmarque completamente solo de Falcao y quiso él anotar su hat-trick particular. Si el fantástico público del Sadar le hubiese motivado un pelín antes, no lo duden, el tercer tanto hubiese subido al marcador. A continuación, se lesionó, y se acabó de forma definitiva el divertimento.
Así que nada. Victoria justísima, con autoridad, con cierta suficiencia, con muchísimo orden y con toda la seriedad del mundo, frente a un Osasuna que de nuevo ve asomar su gaznate hacia el abismo.
EL CRACK DEL PARTIDO: El público del Sadar, que entendió a la perfección su papel y cumplió a la perfección su papel motivador sobre Diego Costa. Sin ellos igual la victoria no hubiese sido posible. Ni el mismísimo Cholo lo hubiese podido hacer mejor. Y, por supuesto, a destacar el partidazo de Courtois, con 3 paradones de lujo, el ya citado Miranda, y Koke, siempre decisivo a balón parado, y muy participativo en la construcción del juego colchonero.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Falcao sigue en su ambigua búsqueda del fundamento existencial de la banana congoleña. A ver si acaba pronto el Proyecto Fin de carrera, porque anda el hombre más perdido …
ÁRBITRO: Pérez Montero. Salvo la alucinógena tarjeta mostrada a Diego Costa tras la embestida de Flaño, no tuvo mayor influencia en el resultado.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 14 GRADOS).
Se deja como estaba, ya que aunque han sido vitales estos 3 puntos conseguidos en el Sadar, había que recuperar como sea el tropezón frente a la Real Sociedad la pasada semana, así que no se toca.
Y la próxima jornada, el Valencia, que se encuentra a la friolera de 15 puntos por detrás de nosotros. Pues, ya puestos, que sean 18, ¿Qué no?