Para los dos equipos, añado. Reconozco que debo de ser un bicho raro, pero convencido estoy de ser el único Atlético en este Universo que sí que le doy importancia al segundo puesto y si, encima de paso, vas recortando algún que otro puntillo al Barsapasta, miel sobre hojuelas. La ocasión era sencillamente pintiparada. Sin embargo, el equipo del Cholo, en el primer tiempo, desde luego, salió a ver cómo jugaba el partido el Valencia, no a disputarlo. Cómo lo jugaba, por cierto, de forma y manera espléndida. Dominando de cabo a rabo desde el principio al fin de dicho periodo, jugando con paciencia, con verticalidad, con mucho sentido, valiente, fenomenalmente colocado en el campo (todos los rebotes, absolutamente todos, fueron a ellos). Los valencianos, está claro que tampoco imagino le encontrarán explicación alguna cómo después de jugar así es incapaz de marcharse a la ducha con ventaja en el marcador.
De la época del Cholo, al menos, no he visto ningún equipo que nos haya pasado por encima con tanta autoridad y tanto sentido como lo hicieron los ches durante este periodo. Piatti avisó a los tres minutos aprovechándose del estado torrejil con que salió Godín y a punto estuvo de llegar Valdez. Un minuto más tarde, Pereira (ese hombre al que tuvo que abroncar su propio entrenador porque no hacía más que echar papeletas para acabar expulsado del terreno de juego en la segunda parte) centra no se sabe muy bien a dónde ni por qué, el balón se le queda a Jonás, y bate sin remisión a Courtois.
Justo un minuto después, Turan hace una de las suyas por banda, le pone un centro majestuoso a Falcao, la defensa valenciana se queda mirando el diluvio universal que caía ayer en Madrid (perfecto cómo aguantó el césped, por cierto), y el colombiano bate a Alves sin mayores complicaciones. Parecía que la cosa no iba a ser tan grave como parecía, pero el ínclito y dequiciadito Pereira lesionó a Arda (el árbitro ni falta, empezando su noche de pasión) y la creatividad del Atleti desapareció por completo, porque el único recambio que el Cholo tiene para poder suplir al turco, que es ni más ni menos que Oliver, sigue en ese extraño ostracismo de no poder todavía disputar siquiera un triste y simple minuto de juego. Tendremos que segur esperando, pues.
El monólogo del Valencia fue incesante durante este primer periodo, y si no es porque Courtois estuvo sencillamente esplendoroso, a nadie le hubiese extrañado habernos marchado con un 1-3 en el marcador. Hasta Valdez sacó una con el culo a remate de Guardado. Pero antes, Thibaut se tuvo que lucir ante una falta de Parejo (que el árbitro no pitó ni córner), y a una doble parada escalofriante ante remates de Piatti y Jonás. Lo dicho: chapeau para el primer periodo valenciano. Es la primera vez en muchísimo tiempo que me voy con un empate en el marcador jugando en casa contento al vestuario, y eso que Gabi tuvo una falta por mano al bode del área de Valdéz (que, alucinógenamente, no fue amonestado tras la misma, ver para creer) que pudo costarle un castigo completamente injusto para los del bueno de Valverde, que aparte de ser un muy buen entrenador es un tipo que me cae de cine.
Tras el descanso, la cosa fue otro cantar. Empezó a funcionar la dupla Koke y Diego Costa, y las ocasiones se sucedieron. Pero entre Alves y el ínclito Estrada se encargaron de frenarnos. No pasa nada, son cosas del fútbol y punto. Lo doy por bien empleado para no tener que oír la sucesión de bobadas de siempre como “típico arbitraje mesetario” y demás bualensianidades de ayer y de hoy.
La segunda parte fue un duelo de gladiadores, de hombres, bonito de ver, máxime con la épica de la lluvia como escenario de fondo. Por cierto, si muchos de nuestros jugadores venían de recorrerse medio mundo en busca del arca perdida con las putas selecciones de los huevos, ¿Cómo es que el Cholo solamente gastó un cambio? Sinceramente, otro misterio sin resolver. Al igual que saber a qué pollas ha estado jugando el Valencia todo este tiempo para sacarle la friolera de 15 puntos. En Mestalla, derrota. Aquí, empate, y medio gracias. No hay quien entienda nada.
EL CRACK DE PARTIDO: Por el Atleti Courtois, vamos. No creo que tenga nadie la menor duda al respecto. Estuvo sencillamente perfecto. Y, por supuesto, Manquillo, que, hoy por hoy, está por encima de Juanfran, así de claro lo tengo el tema (y mira que nuestro rostro pálido me cae de putísima madre). Por el Valencia, me gustó un montonazo Ricardo Costa. Se las tuvo que ver con un más entonado Falcao y con Diego Costa, y no se amilanó para nada en ninguna de las batallas que hubo ayer por el Calderón. Y, por supuesto, Valverde. Esa primera parte que hizo lleva su sello personal e intransferible. Personalidad, buen trato de balón, perfecta colocación sobre el terreno de juego, paciencia … Para enmarcar.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: La mentalidad con la que salió el equipo, reitero, no a disputar, sino a ver cómo jugaba el primer tiempo el Valencia. Dimos una imagen de impotencia total. Nuestro centro del campo no se enteró ni del nodo (horribles Mario Suárez y Gabi, y algo más entonado en la segunda parte Koke). Del Valencia podríamos citar a Piatti, jugador que pudo ser y que nunca será.
ÁRBITRO: Estrada. No digo ni que no ganásemos por él ni pamplinas parecidas, pero este hombre tiene una empanada mental a la hora de aplicar el reglamento con las tarjetas dignas de impresión. Del penalti de Jonás, ni hablo. No es que sea claro, es que es flagrante. Y de una entrada de Ricardo Costa sobre Diego Costa cuando este entraba como una flecha en el área (que pudo ser hasta otro penalti) y que el colega no pitó nada, pues chico. El propio Ricardo Costa casi le saca la cabeza a Godín en un salto, pero tampoco pasó nada. Del tal Pereira ese … para qué … (el propio Valverde casi le curra, con eso os digo todo). Turan, lesionado por el colega. Parejo y su entrada con los dos pies por delante sobre Gabi … Un córner final que se come de Miranda tras haberle robado la cartera Canales delante de sus putas narices … No, no tuvo su día el hombre, pero bueno, esto es fútbol, y así que hay que tomárselo. Para balbuceos ridículos ya están otros.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 14 GRADOS).
Visto lo aseaditos y limpitos que nos dejaron los ches en el primer periodo, lógicamente, no toco el termómetro, doy por bueno el empate y lo dejo como está.
Y la semana que viene, a Getafe. A ver si ahora va a resultar que nos da por no ganar en casa y si hacerlo fuera de la misma …