Este cántico, lamentablemente copiado (como casi todos) por los afortunados buscadores de rival digno para derbis, resulta bastante significativo del estado real (con perdón) de uno y otro equipo. Tanto a mí, como especialmente a mi buen amigo Rafita (honor y gloria para el desplazado del Grupo 51), nos resulta bastante desagradable de escuchar en el Calderón (obviamente, sustituyendo la palabra Madrid por la del único equipo decente del que se puede ser en esta vida), porque implica que estamos jugando mal, obviamente, palmando, y, además, no tenemos nada claro el cómo meter mano al rival. Es un claro homenaje a la impotencia. En el fondo, es un cántico de equipo pequeño cuando se enfrenta a uno superior. Sabemos que razonamientos deportivos tenemos ya pocos para intentar vencerle, y utilizamos ya el único recurso que se nos ocurre para poder doblegar al todopoderoso. Es un cántico de un Cádiz frente al Sevilla. Una voz de un Sevilla frente al Madrid. Y, últimamente, el hit-parade en el Bernabeu cuando su rival es el Atleti. El potencial económico de ellos en el campo no cuenta. Cuenta el Cholo y su muchachada, capaz de sobreponerse a su millonada, a su teórica superioridad individual (muy buenos días tenga usted, señor Guti), y a los caprichos del señor Tébar, que no sabe qué inventar con tal de ver a su equipo vencer en un derbi, dándonos apenas dos días de descanso tras jugar Champions, mientras que su equipo favorito ha tenido toda la semana para tocarse los bolos. Eso es el Atleti, señores. No lo traten de entender.
Así que, con estos condicionantes, el Atleti hizo un partido inteligente, modélico defensivamente hablando, teniendo que administrar sus precisos movimientos de presión en momentos puntuales del encuentro (especialmente, comienzos y finales de ambas partes), y, esta vez sí, tuvimos la suerte de aprovechar nuestra ocasión y meterla en el cesto. Tuvimos tres claras, metimos una. Después de lo que veníamos, suficiente. No se les puede pedir más. Y ojo, que no es poco.
El Madrid en la primera parte, por ocasión de gol, me viene una falta lanzada por su dorsal número siete (en su más puro estilo, un becerrazo al balón más sin ton ni son) que el segurísimo Oblak rechazó con sus manos de hierro. Poco bagaje para los inventores del fútbol de fantasía desde la llegada del señor Zizou, al que, me temo, le queda todavía mucho tour por disputar. Mientras, por nuestra parte, hubo un gran disparo de Griezmann tras una excelente jugada combinativa de casi todo el equipo, pasándonos el balón a un toque, que despejó con una excelente intervención Keylor Navas.
En la segunda parte, a los siete minutos de la misma, llegó la jugada que decidió el derbi, en un balón que birló Griezmann en el centro del campo, llevándose el mismo con suma habilidad, la condujo a la velocidad precisa hasta el borde del área, esperando la incursión de su compañero Luis FIlipe, cedió el balón al brasileño, este se introdujo en el área y en un primer toque genial se la devolvió de nuevo a Antoine, y el francés de un preciso remate también al primer toque batió al bachatero guardameta blanco. Una acción linda, un 0-1 más que justo. Una vez más, el colectivo se impuso al poder individual. Después, el Madrid dominó lo que el Atleti quiso dejarle que dominase, mientras que, a su vez, aún Saúl pudo poner el 0-2 en el marcador en otra gran acción colectiva rojiblanca. Como contraprestación, el simpático y dicharachero dorsal número siete local, tuvo 2 oportunidades en las que en una cruzó en exceso el balón, mientras que en la otra remató de cabeza atajando sin dificultad Oblak. Me temo que a este pez se le va fuerza por la boca, aunque, afortunadamente no es nuestro problema.
El nuestro es disfrutar a tope y seguir mandando otra temporada más en la capital, mientras suena la música de fondo de “¡Échale huevos, Madrid, échale huevos!”. ¿A qué ya no te suena tan mal, Rafita?
EL CRACK DEL PARTIDO: Habría que destacar la seguridad de Oblak, el partidazo espectacular de Luis Filipe (a pesar de su absurda tarjeta amarilla del primer tiempo), el entusiasmante despliegue físico de Saúl, el poderío en el centro del campo de nuestro próximo emperador Augusto, el partidazo (todo llega en esta vida, amigo) al fin en una plaza de las grandes de Griezmann, pero hoy hay que dárselo a un tal Cholo Simeone, auténtico valedor de ser capaz de conseguir vencer por tercer año consecutivo en el santuario, sin que ningún otro equipo del mundo haya sido capaz de tal gesta hasta la actualidad. He escrito mucho hablando del Cholo en este bloq (casi siempre bien, otras veces dándole algún palito que otro, especialmente por sus cambios, que tan poco me suelen gustar), pero, independientemente de la crítica constructiva que uno le pueda hacer a Don Diego Pablo Simeone, la única conclusión final de la que soy capaz de llegar es la de darle simplemente las gracias por ser del equipo de mi alma. Muchas gracias por ser del Atleti, Cholo.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Claramente, nadie. Probablemente, ni siquiera en la derrota, hubiese sido día para estar decepcionado con nadie, vistas todas las circunstancias previas al choque.
ÁRBITRO: Clos Gómez. Bien en líneas generales, aunque no aplicó el mismo rasero sacando las tarjetas a un lado y a otro lado del río. Se le reclama un penalti a Gabi, completamente interpretable. Si consideramos que nuestro Capitán (enorme defendiendo a su compañero Correa frente a toda la rabiosa vikingada al final, sencillamente enorme) tenía la posición ganada, no es penalti, aunque sí una acción temeraria en la que se confía en exceso, Si analizamos solamente si hay contacto o no, claramente, se puede pitar penalti también. Así que, imagino, según sean las fobias y fibias de cada uno, será interpretada de una u otra forma. Hagan juego, señores.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 5 GRADOS).
Oigo a lo lejos cabalgar a furibundas huestes Atléticas bramando salvajemente ... Da igual. Nos mantenemos firmes en nuestra posición. El termómetro no se toca. Al tercer o cuarto equipo de la comunidad de Madrid hay que ganarle sí o sí, así que, no ha lugar. Abro paraguas …
Y el martes, la Real. Hoy no voy a hablar mucho de este partido, que quiero seguir disfrutando de mi post derbi. Será difícil, como todos. Pero sé que moriremos en el intento de conseguir la victoria, como siempre … Demostrando a los vikingos, quién manda en la Capital …