Si le apetece a la UEFA buscar un partido-modelo para vender su producto de lo que es y significa estar en una Semifinal de Champions League, creo que encontrará pocos encuentros iguales y de tal nivel como el de ayer. Dos rivales tan antagónicos como fantásticos, un espectacular elenco de estrellas sobre el césped, un ambiente como pocos en la grada, dos de los mejores entrenadores del mundo frente a frente, y, encima, un partido que llevaba más de 41 años inédito en cualquier competición. ¿Alguien da más?
Pues sí. El Atleti dio más. Y mejor, mucho mejor, durante una primera media hora de juego fantástica, una salida al campo en la que maniató con su asfixiante presión al Bayern, en la que apenas 10 minutos habíamos tirado ya 4 veces a puerta, hasta que en el 11, Saúl interceptó un balón en el centro del campo, y se fue yendo consecutivamente de Thiago, Beñat y Xabi Alonso (media selección española, vamos, Del Bosque ¿Qué opina usted al respecto?), entró finalmente en el área, encaró a Álaba, le recortó acomodando el balón hacia su zurda y de disparo perfectamente colocado al segundo palo convirtió el Calderón en un manicomio repleto de felicidad batiendo sin remisión al chulito del Neuer. Un gol que, definitivamente, confirma a Saúl en Europa como, ya sí, probablemente uno de los mejores todocampistas del fútbol, un tanto en los que uno pasa de ser un excelente proyecto de jugador y empieza a dar sus primeros pasos como crack en esto del balompié. Este tanto define perfectamente sus cualidades: trabajo, potencia, habilidad con el balón y perfecta técnica en el remate (y conste que en el juego aéreo va de cine también). Y, por supuesto, gol. El chaval tiene gol para dar y tomar. 1-0 en el marcador, y el lío ya estaba montado.
El Bayern realmente entró en el encuentro a partir del 30 de la primera parte, en la que ya empezó a adueñarse un tanto del cotarro, pero sin llegar a realizar ocasiones claras (un balón que saca Giménez bajo palos, una falta lateral de Coman, y el siempre peligroso Vidal, un jugador de fútbol pero en mayúsculas. Un tipo que da miedo, pero del real - con perdón-). Todo lo demás por parte del Bayern, sobo al balón sin encontrar resquicio alguno.
La segunda parte fue otra cosa. El Bayern sacó el rodillo, y nos fue amasando poco a poco hasta embotellarnos por completo en nuestra área. Por banda ( tanto por Ribery cuando salió en la segunda parte como por el especialmente inspirado Douglas Costa, qué puto incordio de jugador, vertical, incansable, con múltiples recursos ofensivos … ojito a ellos en Munich), por el centro con Vidal, a balón parado con Javi Martínez y su portentoso salto de cabeza, con disparos desde fuera del área como el zambombazo impresionante de Álaba que tiró desde Munich, lo menos, terminando su balón repeliendo finalmente en el larguero de nuestra portería con una violencia inusitada ... Un Bayern, por momentos, imperial.
¿Qué nos salvó? Obviamente el trabajo armónico de todo el equipo, disputando cada balón como si fuese el último de sus vidas, el maravilloso partido que se marcó Oblak, que es un auténtico portento bajo los palos (la parada que le hace a Vidal en su terrible zambombazo, para mi, es de las que marcan época), y el no menos portentoso partido de nuestro emperador Augusto, que estuvo absolutamente todas las partes del campo. Su imagen final, con las medias caídas, extenuado, pero siguiendo presionando sin parar a todo alemán que se acercaba a su zona, fue sencillamente emocionante. Muy emocionante. Es curioso. A todos los fichajes nuevos del Atleti les cuesta mogollón entrar en la dinámica del equipo. Sin embargo, nuestro emperador favorito, en apenas 2 meses parece que lleve aquí una vida entera. Un jugador muy inteligente.
El Atleti necesitaba darle, en estos momentos de agobio total, un susto al Bayern pero ya, o la cosa iba a terminal mal. Muy mal. Y lo hizo, en el enésimo balón que roba Luis Filipe (sin lugar a dudas, el mejor lateral del mundo que hay en estos momentos en el terreno de juego), cede el balón a Griezmann, el francés conduce magistralmente la contra, se la cede finalmente al Niño Torres, éste penetra en el área, le hace un recorte maravilloso a Álaba, y con el exterior del pie remata al palo derecho de la portería germana. Una pena que no entrase el gol, pero al menos, sirvió para que los teutones frenaran un tanto el acelerador de su presión, no fuese que la cosa pintase aún peor para la vuelta de Munich.
Obviamente, no sé lo que va a pasar allí. La vuelta va a ser durísima. Puede haber de todo, prórroga, penaltis, que ellos nos merienden en un cuarto de hora de inspiración … una cosa está clara, no se van a rendir nunca. Son el puto Bayern, joder. Casi nada … Pero el Atleti ayer dio la talla como el que más, y, hoy por hoy, es el equipo que anda más cerca de meterse en la gran final de Milán. Partidos como éste tienen un objetivo claro. Aparte de dar carácter, personalidad, y mostrarte al mundo entero con todo el potencial real que tienes, es de los que da forma, moldea y forja a un Campeón. Que así sea, pues.