29 de agosto de 2023

Rayo 0 - Atleti 7. Nuevo renglón de oro en 120 años de historia.

Soy de los que piensan que, quién no conoce bien su historia, no termina de conocerse bien así mismo. Por eso, la misma hay que divulgarla, enseñarla, respetarla, documentarla y cuidarla, respectivamente y en su debido orden. En concreto, la base de la misma en un Club de fútbol suele ser sus orígenes, sus títulos, sus logros, y luego un buen puñado de fechas señaladas que a cada cual se nos quedan grabadas de diferentes formas. Lo importante es haberlas vivido y disfrutado. A mi me vienen a la cabeza unos cuantos momentos sencillamente inolvidables. Empezando por las celebraciones del 75 Aniversario, de nuestro Centenario (en el que participé como voluntario portando el banderón rojiblanco jamás visto paseándolo por toda la ciudad), cómo no recordar esa celebración del doblete, en la fiesta posterior del Calderón, cuando, tumbado sobre el césped completamente agotado del finde que nos dimos, veía completamente extasiado la impresionante traca final de fuegos artificiales que hubo (hubo denuncias de vecinos por tan magno estruendo, lo que no sé es cómo les aguantó toda la cristalería, Beirut al lado de eso parecía la verbena de la Paloma).

 

Después, también, siempre hay partidos puntuales. Esa remontada al Betis con Arteche saliendo en camilla después de haber anotado los dos últimos goles, bajo el diluvio universal. Ese gol de Vieri en UEFA frente al Paok tan inverosímil como genial. Aquella remontada épica frente a un Barsapasta de ensueño, con Cacho Heredia en el banquillo y el golazo final de Don José Luis Pérez Caminero. Y así me podría tirar tres días. Obviamente, cada uno tiene sus fechas señaladas, y, eso si, sin miedo a equivocarme, ayer ya tenemos otra fecha señalada, al haber tenido la inmensa fortuna de vivir nuestra mayor goleada a domicilio de nuestra historia. Y, personalmente, al menos, me siento un enorme afortunado por ello. Un resultado de esos de los años 40-50.

 

Nos enfrentábamos a un Rayo que venía después de dos victorias consecutivas, pero se encontró con un Atleti decidido, mandón, firme en defensa, rápido en la construcción del juego y letal de efectividad de cara al área contraria. Fuimos prácticamente durante toda la noche vallecana un rodillo devastador.

 

Apenas llevábamos 3 minutos de juego cuando Memphis controló un balón hasta que vio claro qué hacer con él, se lo cedió a De Paul que, en una mágica asistencia, vio cómo entraba en el segundo palo Diosito Griezmann para para batir a placer a Dimitrievski. Una gran noticia el regreso de sus vacaciones de estos dos últimos jugadores en cuestión.

 

Apenas dos minutos más tardes, De Pay de nuevo la tuvo, tras una brillantísima acción del inconmensurable Saúl asistiéndole para dejarle solo delante del portero, pero el guardameta local terminó repeliendo su violento remate.

 

El Atleti era dueño y señor de la situación, y poco tardó en poner el 0-2 en el marcador. Minuto 16, de nuevo Saúl asistió a Memphis para que batiese a placer a Dimitrievski. En esta precisa jugada se vio claramente el magistral movimiento táctico del Cholo, intercambiando hábilmente a Witsel por Aridane (virgen del amor Hermoso, qué partidito hizo el colega durante toda la noche). Una genialidad sin parangón en la historia del fútbol contemporáneo, qué duda cabe.

 

Del Rayo, en acciones ofensivas, solo tuvimos noticias sobre la media hora de juego, en un córner que botó Trejo, Oblak dudó en la salida y que el balón se paseó más que peligrosamente sobre nuestro área pequeña. Afortunadamente, ningún jugador vallecano estuvo vivo en dicha acción. Por cierto, ayer también se confirmó la retirada definitiva de esto del fútbol de nuestro delantero insecticida favorito, el tal RDT (otro que telita, tela). Que siga matando muchas moscas, pues. Otra cosa …

 

Siete minutos más tarde, el tercero, que ya toca. Mágico pase del fornicador de la Patagonia a Nahuel Molina, levantó la cabecita, dudó de la eficacia de Don Álvaro (otro que la leche, la Toñi, el primer tiempo que hizo, me preocupó profundamente su estado de atrofia física y mental que tuvo, menos mal que al final mejoró, y bastante), a lo cual decidió sin más complicaciones batir él mismo al guardameta local. Normal. Lo de Nahuel ya no es casualidad. Tiene fuerza, tiene potencia, tiene desmarque, y tiene gol. Y me sigue pareciendo impensable si me preguntan un año antes si iba a escribir esto mismo sobre el interfecto en cuestión (la vida es un continuo aprendizaje, cada día lo tengo más claro). Con dicho resultado nos fuimos al descanso. La sensación era de superioridad aplastante, la verdad, pero uno, que como buen Atlético que es, nunca termina de ser confiado del todo, aún tenía mis reservas sobre la victoria final. Cosas de la edad, perdónenme.

 

En la segunda parte los de Vallecas intentaron reaccionar (era de esperar). Un remate de DJ Pachá Espino salió rozando el palo de Jan nada más comenzar la misma, pero el Atleti, cuando se acercaba al área local, seguía creando peligro pero del auténtico, como en una gran asistencia de Diosito Grizzi sobre Carrasco, que, completamente solo, mandó su remate a Groenlandia (cosas de la Carrasca, ustedes saben).

 

El Rayo seguía apretando, pero el que olía la sangre de verdad era nuestro Atleti. Y en el último y pletórico cuarto de hora final llegaron todo el resto de tantos. El primero, de Don Álvaro, tras rematar magistralmente un mano a mano que Don Saúl Ñiguez nos volvió a brindar. Morata tiene una sola pequeña similitud con Torres: cuando menos piensa, mejor ejecuta (tranqui las hienas, que solo es en eso, nuestro Niño le supera en todo lo demás de forma sideral).

 

En el 80, llegó la pincelada genial de Marginal Correa, en una deliciosa picadita tras regalo generoso de Dimitrievski, que todo hay que decirlo también. Cuatro minutos después, doblete de Don Álvaro, que, esta vez  cruzó ante la salida del guardameta local. Como mandan los cánones. Era el sexto.

 

Y la guinda final, de Llorente. Por cierto, hay quien dice que conseguir una goleada así es una falta de respeto al contrario (que, bien es cierto, estaba totalmente alicaído y entregado a su suerte). Disiento rotundamente de tal afirmación. Es más, meter a tu rival cuántos más goles, mejor, es dignificar este deporte y el fútbol y a la par, respetarle también. Otra cosa es chulearle con filigranas absurdas y celebraciones grotescas. Afortunadamente, estas historias tampoco entran en nuestro lenguaje.

 

Nada más. Disfruten y siéntanse afortunados de haber vivido este nuevo brillante verso escrito en nuestra Historia. El Atleti representó ayer nuestra más firme convicción de nuestra alegría por vivir y respirar en rojiblanco. Sigamos disfrutando.

 

EL CRACK DEL PARTIDO.

 

¿Puede ser el mejor partido de Witsel desde que está en el Atleti? Puede ser. ¿Puede ser Barrios ese “5” que tanto anda añorando el Cholo? Puede ser. ¿Puede ser que Saúl volviese a recordar a nuestro idolatrado todocampista? No puede ser. Fue en realidad. Estuvo inconmensurable nuestro canterano, recodando su mejor versión, asistiendo, abarcando todo el terreno de juego. Y ya saben que uno, personalmente, por los suyos, muere. Y no tengo ni la más mínima duda al respecto que Don Saúl Ñíguez, lo es. Y me pone muy contento al fin, poder escribir esto, después de haber leído por ahí sandeces del tipo de que el “Atleti no ficha jugadores porque Saúl no se baja el sueldo”. Vamos, hombre, por favor. No sabe uno si ponerse a reír, o a llorar. Hala, a chupar candados todos, majos.

 

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO.

La nueva lesión de Memphis. Me da muchísima rabia este asunto, especialmente personificado en este jugador, que es excelente. Y me consta que este verano el hombre se ha machacado todo lo que ha podido y más. Pero este continuo corte de rollo cada 2-3 partidos es sencillamente insoportable.

 

Árbitro: Munuera Montero.

El menos tonto de los dos hermanos. No entiendo muy bien esa obsesión que hay hoy en día por señalar falta cuando un jugador da previamente el balón. Obviamente, claro que luego hay un contacto con el rival. Pero es que una de las bases de este deporte es eso: contacto. Sigo diciendo que se andan cargando el fútbol con tanta simpleza, la verdad. Por lo demás, no molestó en exceso.

 

 

Este año subo la apuesta a 22 tantos, en todas las Competiciones Oficiales. Por supuesto, incluyo también el Memorial de la Escoria esa. Si hay Copa de por medio, cuenta. Y no se admiten más reclamaciones posibles. Sé de algunos tipos que se andan ya poniendo nerviosos, pero de verdad. Cabalgue y azote sin piedad, Don Álvaro, pues suyo será el reino de la oreja a la plancha y las bravas.

 

TERMOMETRO ROJIBLANCO: (+ 9 GRADOS).

 

El Termómetro va a sufrir importantes novedades esta temporada, así que, vamos a ir echando cuentas de cómo va yendo el tema. Por el liderato del día del Granada, doy un grado positivo (lástima que fue compartido). Por la puerta a cero conseguida el día del Betis, doy otro. Sin embargo, la victoria en el Villamarín debería de haber sido de obligado cumplimiento (rival talismán donde los haya, vive Dios), ergo quito esos dos grados positivos que había.

 

Lo de ayer: ni que decir tiene, victoria también de obligado cumplimiento. Seguimos a cero. Suma de 3 grados positivos por récord en victoria histórica como visitante. Sumo dos grados más por puerta a cero tras victoria. Por último, doy 2 grados más por cada 3 goles de diferencia en el tanteador, dejándonos la más que interesante temperatura de 9  grados positivos finales. Las cosas hay que valorarlas en su justa medida, y ya está. Espero que las plañideras de turno, por lo tanto, respiren tranquilas y afables esta dulce semana. ¿Cómo están ustedeeeesssss?

 

 

Y el domingo, a disfrutar de un gran partido frente a un Sevilla más peligroso que nunca, si cabe. Nuestros rivales están imponiendo (como era de esperar) un ritmo inicial bestial, así que imprescindible victoria para el Rock and Roll. “No Surrender”

 

 

15 de agosto de 2023

Atleti 3 - Granada 1. Para empezar ... ¡Líderes!

Ya estamos otra vez aquí de vuelta aporreando sin mucho sentido el teclado de nuevo. Otra temporada más, cargada de ilusiones (como va en nuestra propia idiosincrasia y genes), pero, como siempre también, con el freno de mano echado por saber la confección final de la plantilla de aquí de cara al día del Sevilla, partido que ya disputaremos el 3 de septiembre. Hasta esa fecha, habremos jugado la friolera de dos partidos más entre medias, es decir, desde el comienzo de la Liga, hasta dicha jornada, se van a disputar 9 puntos. 9 puntos que pueden ser vitales para el título liguero, que te pueden causar un descenso, quedarte fuera o no de Europa o Champions.

 

Nosotros ayer nos enfrentamos a un Granada que puede que no tenga nada que ver con el que aparezca en dicha jornada. A su vez, nuestros rivales se pueden ver fortalecidos versus debilitados en relación a los que nos vamos a encontrar en este intervalo de tiempo. Sinceramente, me parece demasiada buchaca de puntos para disputarse tan alegremente y puede que de forma tan injusta a la par que caprichosa. La mejor Liga del mundo, ¿Eh, Tebas? JA  … Es que se tiene uno que reír.

 

Pero bueno, mejor empezar así, ganando y estrenando liderato, que no ya empezando a lamentar, encima, la marcha de los primeros puntos de nuestra casa. El equipo, en líneas generales, estuvo bien (sin grandes alardes) frente a un Granada que confirmó plenamente toda mi teoría sobre empezar los Campeonatos con escuadras recién ascendidas. Van pletóricos de alegría, de ilusión, no tienen nada que perder, mucho que ganar, más que disfrutar. Y encima, rodeados ayer de un ambientazo excepcional, con mil seguidores visitantes en nuestra casa, que, imagino, disfrutarían como gorrinos en el Cuernabeu de su vuelta a la primera división, al igual que los Atléticos, claro, porque uno nunca se cansa de ver a nuestro Atleti, y siempre se empieza con ese cosquilleo en el estómago, con esas enormes ganas de ver de nuevo a tu gente, volver a tus previas, saludar a tus Camaradas, disfrutar, en plenitud, de este fenómeno paranormal denominado fútbol, y de esta forma de sentir tu vida que es el Atleti (diría que así estaban también hasta los que van a “palquitos”, aunque este último hecho no lo tengo contrastado firmemente).

 

Yo me conformé viéndolo desde este “destierro” que se denomina Vi-gol (tranquilos todos, que no ando ni amordazado ni suplicando vuelta alguna, no desesperen), en casita de mi Hermano tranquilamente. Cervecitas, tabaquito, y al lío, hermano. Al lío.

 

De primeras, mal rollo: cinco minutos, y Koke, lesionado. Parece tema muscular. En ese momento, una imagen sobrecogedora me vino a la cabeza: una vaca rumiaba tranquilamente tumbada en un prado verde mientras observa la vida pasar. Quién más, quién menos, estamos ya abducidos por el poderoso poder mental al cual nos somete el ínclito Señor Patriota (@desfasefirm). Dicha imagen simboliza su pintoresca teoría de que cualquier lesionado muscular que haya en el mundo, sea del equipo que sea o del deporte que sea en gracia, el pobre Profe Ortega anda detrás del asunto, y claro, nosotros simbolizamos a la vacuca en cuestión, rumiando plácidamente sin hacer nada al respecto. Cada loco con su tema (que le quiero mucho, no se me enfade).

 

 

 

Mientras tanto, y hasta que Barrios le fue pillando la medida al campo tras sustituir a nuestro Capi, el Granada aprovechó para plantarse de forma sólida y compacta sobre nuestro campo, ejerciendo, por momentos, una presión sobre la muchachada incluso algo al límite del reglamento, que debe de ser una cosa en las que se reparten las tarjetas por igual en acciones similares entre uno y otro equipo, y que, una vez más, el inefable arbitrucho en cuestión, se encargó de desmentir.

 

El Granada, además, si bien venía con un equipo joven (y con jugadores con pinta ya de bastante interesantes, por cierto, me gustó mucho Samu y Bryan Zaragoza -nombrecito tan extraño, vive Dios-), tenía otra arma poderosa en su banquillo: Paco López. Me da a mi que este hombre, cuando estaba con el Levante al frente, más de una tarde y más de dos nos dio. Y es que, hay entrenadores que, por lo que sea, se tienen tomada la medida entre unos y los otros, y el de ayer era un rival, cuando menos, para respetar.

 

Morata empezó a aparecer sobre el terreno de juego. El tema de Álvaro da para estudio: desespera a los más (por todo, da igual lo que haga, vino de dónde vino y no hay nada más que hablar, por qué no se preguntarán, a su vez, de dónde fue en realidad primero hasta que llegó a dónde estuvo, caramba), otros, sin embargo, también le valoramos no solo por el número de goles que consiga, sino por su trabajo, por su apertura constante de espacios ante la llegada de nuestra poderosa segunda línea atacante, y, muy especialmente, por algo que es, hasta la fecha, inamovible: lo dice el Cholo, y punto. Así que, si alguien tiene ganas de reprochar algo a no sé quién, que dirijan bien el punto de su mira, no se confundan.

 

Y entre medias de todo este rollazo infame que les ando contando, se estaba disputando un partido disputado, sí, con buen ritmo, también, pero en el que ver una buena ocasión de gol era más difícil que encontrarte hoy en día una ciudad de España en la que llueva durante todo un día. Así que nos íbamos al descanso cuando un centro del estupendo Azpilicueta, rebotó extrañamente en esa otrora reencarnación del gran Franz Beckenbauer denominada Vallejo, o pellejo similar, quedándole el balón muerto a Don Álvaro Matador Morata, que fusiló sin piedad a André.

 

Aprovecho para lanzar el reto, si no se va (que aún está por ver, ojo) subo los 15 goles del año pasado (deuda que, por cierto, sigue en el debe de la Patronal, habrá que empezar a jugar con el tema de los intereses) a 22, eso sí, en todas las competiciones (Liga, Copa, CHL o EL, si procediese – ojalá y que no… ¿O sí? Vaya usted a saber-). La recompensa, la misma: un buen plato de jabugo bien acompañado con su buen vinito de rigor. Vamos, que de cobardes anda el mundo lleno, señores …

 

Y aún le dio tiempo a anotar otro tras el descanso, ojo, pero apareció el fuera de juego de rigor, aunque esta vez, sí, de nuestro Lechugo Llorente. Da igual. Ya se que para muchos de ustedes también es culpa de Don Álvaro. Lo doy por perdido.

 

Comienza la segunda parte, con un Granada desmelenado, un buen centro lateral y un no menos acertado remate de cabeza de Samu a bocajarro, que repelió Oblak como pudo. Da igual, las tradiciones están para cumplirse, y mis temores se ejecutaron finalmente de nuevo.

 

Un tipo que se llama Samu, debuta en primera, y es un negrito zumbón de éstos, nos marca fijo. Y no hay más, no le den más vueltas. Está escrito. Así fue. Antes, eso sí, tuvo una Memphis, que por aquel entonces ya había sustituido a Alvarito, tras una buena acción ofensiva de Carrasco, que estuvo fresco en ataque, y demasiado “fresco” en defensa, cuando, sacando un balón comprometido desde casi al córner, le salió el primer regate tras la presión nazarí, se nos emocionó y le robaron la cartera en el segundo intento, cuando tenía el pase claro, franco y sencillo para De Paul. ¿Conclusión? Todo lo expuesto anteriormente: otro centro lateral que esta vez sí, remató anticipándose a Savic muy bien Samu poniendo el empate en el marcador (minuto 62). No pintaba demasiado bien la cosa, la verdad.

 

Pero, apenas cinco minutos más tarde, Depay se sacó un misil escalofriante desde 35 metros que se coló como una exhalación por la escuadra defendida por el portero portugués. El gol es una pasada  total, pero lo que más me flipó del mismo es que, si observan la jugada con detenimiento, tal lanzamiento lo hace el menda sin apenas carrerilla ni moverse del sitio, lo cual denota que tiene una fuerza muscular en su pierna absolutamente bestial. Es un gol para la historia, háganme caso.

 

A partir de ese instante, carrusel incesante de cambios que a mi tanto me desesperan personalmente por ambos equipos, un Granada que se lanza ya en plan kamikaze sobre nuestra portería, y un Atleti que cierra espacios como buenamente puede, aún sin demasiados agobios. Por cierto, novedad en las retransmisiones de televisión: en las pausas de hidratación, ponen un micrófono en las que se escuchan las instrucciones que dan los Místers en dicho corrillo (les supone pasta a los equipos el dejar hacerlo, con lo que barra libre al respecto excepto el mismo, el de siempre, el que ha visto como un 10% de sus abusivos beneficios televisivos se le reparten de esa forma entre los demás cuando creen que son suyos de por sí, ni me molesto en indicarles de qué Club hablo, para qué). Cada uno que piense lo que quiera, pero mientras que la pausa de la primera parte del Granada fue totalmente creíble por parte de su entrenador, a mi me da que al Cholo no le hace excesivamente gracia que le hagan eso mismo a él, aunque, como es “hombre de Club”, traga. Vamos, que los que le dijo más me dio la impresión de que fue unas indicaciones hechas de cara a la galería, que lo que en realidad seguramente estaría más que hablado y requetehablado en el descanso si se producía tal circunstancia en el marcador. Llámenme mal pensado, pero piensa mal y acertarás.

 

En el descuento, un error de Barrios que casi nos cuesta el gol del empate por parte Uzuni, cuando se plantó solo delante de Jan, pero que respondió Oblak con el primer paradón escalofriante de la temporada, y tanto final de Llorente tras buena presión ejercida por Angelito Correa, con el partido ya casi concluido.

 

Y esto fue lo que dio de sí nuestro debut liguero. Buenas sensaciones, buen partido de fútbol, y líderes. Pues ni tan mal, oigan …

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Oblak nos dio la vida (una vez más), Azpilicueta es un defensa total, jugador de los de antes, hombre hecho y derecho, profesional impoluto, sin peinaditos estridentes, fuera tatus, camiseta por dentro, todo honradez y seriedad. Estoy convencido que si el Patrón tuviese una hija, sería el elegido, no tengo la menor duda al respecto, vamos. Muy bien Hermoso, que le tocó currar de lo lindo toda la noche, muy bien también el Jefe Apache Soyuncu, pero el premio final se lo doy a Pablo Barrios. Se comió un marrón ayer de impresión, y sacó con nota el examen. Excelente en trabajo defensivo, más que correcto en labores organizativas, es obvio, no tiene la velocidad mental de Koke, que tan cojonudamente bien nos viene, pero posee otras cualidades que debemos saber explotarle. Personalidad, sencillez, verticalidad, y disparo de fuera del área. Aunque ayer no pudo demostrar nada de esto último, cierto, pero mucho y bien el chaval.

 

 

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Los que quieran lanzar su cruzada contra el Cholo por Morata que se lancen, yo sigo con la mía por el tema de Lemar. Ayer ni fue el pegamento que enlaza delantera con segunda línea atacante, ni pareció más que un tipo que no paró de estorbar por ahí y de perder absurdamente balones cuando se intenta dar la vuelta absurdamente con el mismo (¡qué la portería está al otro lado, Abedul, que no eres más que Abedul, carallo!). Diosssss, qué puta desesperación de hombre, Virgen Santa.

 

ÁRBITRO:

Pulido Santana. No sé qué pollas le mandaron ver en el tanto de Morata, pero bueno (he escuchado a algún necio por ahí indicar que debería de haber sido anulado, como lo oyen, País …). Consistió demasiado la dureza inicial de los visitantes, no castigándola de la misma forma que a la hora de sacarnos las tarjetas a nosotros, pero vamos, que andamos ya tan acostumbrados, que para qué quejarnos en exceso. Lo dejamos estar.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: 0 GRADOS.

 

Partido de obligado cumplimiento frente a un recién ascendido. No debería de tener que dar excesivas explicaciones más al respecto, pero bueno. Ya verán cómo a alguno tiene ganas de fiesta. Ya verán, ya.

 

Y el próximo partido, en el campo del Betis. Miren, de primeras, una buena noticia: espero no tengamos que aguantar al saleroso de Joaquinito dando por culo impunemente. Esto ya es un logro, háganme caso … “No tengo un euro, viajo igual”

 

 

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