Gran partido de mi Atleti (esta vez sí) en San Mamés. Demostró que la paciencia que pedía la semana anterior no debe de caer en saco roto, que mimbres hay, este año sí, para empezar a construir ese equipazo que todos los atléticos merecemos y soñamos.
Y eso que ayer no estaba Fernando Torres. Pero dio exactamente igual. Porque en el primer tiempo solamente hubo un equipo, que fue mi Atleti. Dominó de cabo a rabo el encuentro, jugó siempre en campo bilbaíno, con paciencia, con muchísimo criterio, con alternativas en el juego, y producto de toda esta evidente superioridad llegaron los 2 tantos, uno de Maxi, que remató con la frialdad de los grandes jugadores un balón que le venía rechazado de una mala volea de Agüero, y otro, tachachachán, redoble de tambores, tururururururrur ... ¡de Petrov! ¡Siiiii! ¡Del mismo! ¡Parecía el que me maravilló en el Wolsburgo y todo! La verdad es que fue un disparo desde 30 m. colocadísimo al palo derecho de la portería de Aranzubía. Un golazo.
El Athletic, por su parte, no llegó a tener ni una sola oportunidad. Fue un Athletic completamente apático. Probablemente tenga las mismas carencias del año pasado, pero si, encima, juega sin el sello de agresividad en la presión característica en los equipos de Clemente, se convierte en un rival sencillo, ramplón y muy fácil de controlar.
En la 2ª parte achuchó algo más los de Jaimitiz, pero sin tampoco grandes alardes. Mientras, por nuestra parte, las contras empezaban a resultar mortales, con un claro protagonista, el Kun Agüero. Reitero lo que dije la semana anterior: es imposible que le quiten en balón cuando lo tiene controlado, y como encima tiene gol, esto le convierte en un jugador con una categoría realmente impresionante. Su tercer tanto fue buena prueba de ello. Control, conducción de balón, habilidad, remate y chicharrito que te crió. Gol de lo que es, de crack. Y vaya usted a saber en dónde se encuentra el techo de este chaval.
A partir de ahí el partido se finiquitó. Lo maquilló Javi Martínez por parte bilbaína con un golazo que demuestra también la clase del chaval (al que, encima, se lo dejaron en el banquillo, anda que el Sarriurgarte este también ... vaya tela) y lo terminó de sentenciar Galleti tras transformar un claro penalti cometido sobre, cómo no, el Kun Agüero (empiezan a agarrarle fuera del área, sí, pero le terminan derribando dentro).
Y poca historia tiene este partido más (y no ha sido poca, no se crean). Con Sergio en nuestras filas podemos soñar con todo lo que queramos, así de claro ... siempre y cuando vayamos ensamblando el equipo con la firmeza y la seguridad en sí mismo con la que se desenvolvió ayer en la Catedral. Y el domingo, mis íntimos amigos los "aparcacoches desdentaos". Mal que les odie (que lo hago a muerte) hoy en día son el mejor equipo que pisa un terreno de juego en la Primera División española. Un partidazo por todo lo alto. Por cierto, más vale que vayan estrenando la red esa del fondo sur. Que no digan que no están sobre aviso ...
EL CRACK DEL PARTIDO. Sin lugar a dudas, Don Sergio el Kun Agüero. Solamente por verle a él en el campo merece la pena sacarse un abono o ir a un encuentro de fútbol. Estuvo, además, muy participativo en el juego colectivo del equipo.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+1). Lo ponemos ya en positivo. Lo que más me gustó es que me dieron mucha sensación de ser un bloque competitivo y compensado. Me gustó muchísimo la primera parte de Seitaridis, el gran encuentro de Luccin, la personalidad de Costinha, el trabajo y buen hacer de Mista y la no sé si todavía llamarla recuperación del auténtico Petrov. Debutó también Maniche, que por más que se empeñen los juntaletras de turno, no está para nada gordo. El que un tío tenga cara de pan no implica que sea un fanegas, joder, pero bueno, que da igual. Allá cada cual.
LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO. El Athletic en sí. Uno siempre que va a San Mamés (y máxime con los equipos madrileños) se teme siempre lo peor de la agresividad (a veces, inclusive, mal entendida por parte bilbaína) del Athletic. Ayer, francamente, fueron un equipo que, aunque dieron su buena ración de estopa (en especial un pisotón a Luccin que bien le pudo partir el tobillo) fueron una escuadra blandita, blandita, en su forma de jugar al fútbol ... Vamos, que o vuelve Clemente o, este año sí, les veo en 2ª División.
ÁRBITRO: Pérez Burrull. Sobresaliente. LLevó el partido sin aspavientos y acertó en casi todas las jugadas decisivas.
-- Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Sección Baramba.
¡QUÉ ALEGRES SON LOS COLORES,
DE TUS RAYAS ROJIBLANCAS!
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