A veces, en esta vida es muy difícil superar cuando le da por perseguirnos demasiadas adversidades a la vez, y, finalmente, se termina pagando. El Valencia es buena prueba de ello, porque, para mi, tras el partido de ayer, dice adiós a sus aspiraciones ligueras, y, curiosamente, era uno de los más firmes candidatos. Pero hasta un equipo así nota tanto trastorno junto, traducido en forma de lesiones en tus jugadores más punteros, todo ello aderezado, además, de un continuo estado de sitio provocado por las niñerías de un Director Deportivo con demasiados aires de grandeza, por un lado, y por un entrenador muy capacitado pero que ha entrado en una peligrosa dinámica de enfrentamiento contra el mundo, por otro.
La putada de los lesionados no es ya que lo tarden en recuperarse. Lo peor es que, una vez empiecen a estar para jugar, luego siempre hay que añadir un mes para que vuelvan a pillar el tono físico, el ritmo de los partidos, etc. Baraja y Vicente fueron ayer una buena prueba de ello.
Y que den gracias, porque ayer jugaron con fuego con Villa, cuya única aportación sirvió simplemente para malgastar un cambio a lo tonto, como era de esperar. Pues a pesar de todos estos condicionantes, mereció ganar el Valencia en un partido bastante infumable por ambos contendientes, por cierto. Yo, que suelo ver vikingos por todos lados, diría que Angulo es primo hermano del Ochaíta, lo menos. De otra forma me resulta difícilmente incomprensible intentar comprender los 2 tantos que falló ayer.
¿Y del Madrid qué? Pues aburre no ya a los muertos, sino a las moscas, a los gusanos y a cualquier otra especie animal que se intentara dignar a intentar ver "eso". A mi no me gusta ni cómo defiende, ni cómo ataca, ni cómo está situado en el campo, ni su centro del campo. Lo único que admiro de ellos es su profunda flor que tienen, que no se marchita por más que Capello se empeñe en hacerlo. Ahí reside buena parte de la fuerza de este equipo, no tengo la menor duda. Sus capacidades jardineriles son dignas de estudio.
Así que, vistos todos estos condicionantes, lo lógico es que al final mis temores se viesen fundados, y terminase el Valencia palmando el encuentro. Nada nuevo sobre el horizonte.
Una última cosa. Si yo fuese Soler, me reuniría de nuevo en un despacho con el dúo sacapuntas, si. Pero nada de palmaditas en la espalda para ver si los niños se hablan o se dejan de hablar, no ... Les diría, simplemente que, cualquier mínimo sobresalto o espectáculo para la prensa que volviesen a contemplar mis ojos, los dos, y digo bien, los dos, a la puta calle ipso-facto. Que ya está bien de que una institución como el Valencia sea el hazmereír de España por el comportamiento de 2 imbéciles compulsivos. Otra cosa no habrá, pero ... ¿entrenadores y directores deportivos? A patadas. Ya veríamos a ver si espabilaban o no.
--
Un saludo.
Tomi. Gruppo Baramba.
¡No me pregunten por qué
los colores rojiblancos
van con mi forma de ser.
Ni merengues ni marrones
a mí me ponen las rayas
canallas de los colchones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario