Ya sabéis que yo soy una puta máquina de dar palos a la directiva que mal nos dirige, pero he de reconocer que es todo un acierto los dos días que todos los años han puesto ya como institunacionalizados para siempre, como son el día de las Peñas y el día del Niño.
Ayer la ocasión era sencillamente inmejorable para que se diesen todas las circunstancias y se consiguió que frente a un rival que probablemente no se hubiese llenado el Calderón hasta los topes como sucedió ayer, apoyados en un horario en el que el fútbol tiene aroma de auténtico fútbol de verdad, y aprovechando la maravillosa climatología que hacía ayer en Madrid, el equipo decidiese sumarse a la fiesta y homenajease como realmente se merecen esos diez mil nenes que ayer entraron en nuestro estadio.
El Atleti fue el rodillo que nos tiene acostumbrados, y desplegó un fútbol, en muchos instantes, de muchísimos kilates, comandados por un descomunal Koke, que hizo, sin lugar a dudas, su mejor partido desde que está con la rojiblanca, aprovechando, por cierto, la circunstancia de que jugó en su auténtico puesto, el de pivote.
A los tres minutos, buen centro de Koke sobre Diego Costa y el brasileño se anticipa a todo cristo y aprovecha la rociera salida de Roberto para anotar el 1-0. El recital no ha hecho más que comenzar.
Poco después, Raúl García consiguió el segundo, aunque le fue anulado injustamente por el árbitro, ya que estaba en línea. A los 27 minutos, la jugada del partido, en una contra escandalosa del Cebolla (mucho mejor que en anteriores ocasiones en los que partió también de titular), que mete un pase de lujo sobre Diego Costa, este toca al primer toque sobre Falcao, que va como si de un Jorge Lorenzo se tratase en plena línea de sprint, y fusila sin piedad el 2-0. Una jugada y un tanto para enseñar en las escuelas.
El Granada, por su parte, ni se enteraba de por dónde les entrábamos. Y eso que tiene mucho mejor equipo que lo que la clasificación nos dice, pero, el Atleti no estaba ayer para bromas, y necesitaba estos tres puntos conseguidos así, con rotundidad y brillantez, para afrontar el tramo decisivo de final de temporada con la moral y las garantías suficientes.
Nada más comenzar la segunda parte, otra falta sacada por Koke Falcao la transforma en gol (otro tanto de puro nueve genuino). Poco después, Raúl García hizo lucirse pero de verdad a Roberto y luego mandó el balón al palo. Pero a la tercera fue la vencida: otra vez Koke en acción (tiene asistencias para todo el mundo y casi de todos los colores), y esta vez el navarrico no perdonó (muy buen partido también e l suyo).
Y la fiesta terminó con todo el estadio patas arriba (pensando ya en la Final de Copa que se nos viene encima), con el quinto de Luis FIlipe, que puso la sutileza final para que la manita se redondease con un broche de oro, con más minutos para Oliver, que dejó un buen manojo de detallazos para que los que le pedimos al Cholo que lo vaya sacando nos carguemos cada vez más y más de razón, y, al fin también, el debut de Insúa, que, al menos, ya sabemos que existe. Felicidad completa, pues, y diez mil sonrisas de ilusión y felicidad reflejadas en los rostros pintados de rojiblanco de toda esa chavalería que nos hará ser aún más fuertes y poderosos contra nuestros rivales. Feliz, pues, día del Niño.
EL CRACK DEL PARTIDO: Koke, sin ningún género de dudas. Estuvo inconmensurable. Y tampoco nos vienen demasiado mal los dos nuevos tantos de Falcao, a ver si el año que viene los supera (sí, yo soy de los ingenuos que está convencido de que el colombiano no se va a mover de aquí, qué pasa).
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Obviamente, el Granada. Un equipo que tiene a Nyom, a Torje, a Brahimi, a Nolito, a Iggalo, a Buenanotte, se le puede y se le debe de exigir más, mucho más.
ÁRBITRO: Don Pablo Mármol, digo, Iglesias Villanueva. Salvo el tanto anulado a Raúl García, en lo demás estuvo correcto.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 15 GRADOS).
Esta vez no se toca, ya que este encuentro era de obligado cumplimiento.
Y el domingo, a Sevilla, donde, imagino que como siempre, nos esperarán con los brazos abiertos, como no se puede esperar de otra manera de la ejemplar y soberbia afición sevillista. Tres puntos de oro para cargarnos aún más de autoestima, y, de paso, no renunciar de forma definitiva a la lucha por el segundo puesto.
6 comentarios:
Totalmente de acuerdo, don Tomi, en que el Día del Niño es un acierto de la directiva. Daba gusto estar ayer en el Calderón.
Y en lo del horario también coincido. Es el de siempre, el de toda la vida. El del humo del puro y el aroma a coñac, pero la dictadura de las televisones se lo han cargado.
Victoria muy importante, la de ayer, más de lo que parece si tenemos en cuenta lo que resta de calendario y el estado de forma de los donostiarras.
PS: Me encantó Óliver. Creo que a partir de ahora Simeone va a contar más con él.
Abrazos, amigo.
De acuerdo con usted, Don Tomi. Más allá de la vuelta a la senda de la victoria, de las sensaciones que deja Óliver, del reencuentro con el gol de Falcao, de cómo se hizo carne el esquivo Insúa y de muchas otras cosas más, la mejor noticia es la confirmación de Koke.
Un abrazo enorme...
Joder con el pobre granada , van de 5 en 5 , y el atleti como siempre , haciendo un campañón ¡¡¡
Saludos y enhorabuena figura ¡¡
Don Julio me ahorra esta vez poner nada nuevo: coincido plenamente con él. ¡Vivan los niños rojiblancos! (Debemos asegurar la existencia …).
Un abrazo.
Y alli estuve con mi sobrino de 3 años en su debut como rojiblanco!!! 5-0..como ha cambiado el cuento. Recuerdo mi primer partido en el Calderón, 1-1 contra Las Palmas...y nos empataron en el descuento...
ahora hay que educar a estos niños par que defiendan su club, hecho que la mayoría de sus mayores no han hecho.
Mi primer partido en el calderón. Fue enero de 1982: AT.Madrid 1 Barcelona 0. copa del Rey. Gol de Rubio.
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