Tal y como vaticiné tras la crónica de la ida. No pudo ser, cierto, pero no menos cierto que el Barcelona, con Neymar, Messi, y su puta madre, fue incapaz de hacernos más de tres ocasiones de gol durante 180 minutos. Y eso dice mucho de mi equipo. Dice entrega, dice sacrificio, dice automatismos completamente asimilados, dice espíritu de equipo, dice solidaridad, dice esfuerzo, dice calidad, y dice competitividad. Es una lástima los dirigentes que tenemos, porque estamos ante una oportunidad histórica para realizar un equipazo capaz de plantar cara a cualquiera, simplemente con un par de retoquitos más, que no necesariamente tienen que ser la rehostia puta ni costar 50 kilos. El Cholo ya se encargará de revalorizarlos. Lo dicho. Una lástima.
El partido de ayer siguió casi al pie de la letra el guión que previamente tenía establecido del mismo. Salida muy dominante del Barsa, el Atleti que aguanta bien los arreones, ninguna ocasión clara por parte blaugrana, y el Atleti que acaba el primer tiempo dando zarpazos. Todos, en jugadas combinadas y contras perfectamente hilvanadas. La primera, una de Koke que tiró con más inocencia que una monja ursulina realizando yemas de huevo de Ávila. La otra, de Turán que sacó de forma primorosa Valdes. Hablando del portero blaugrana, si el guardameta del segundo equipo de la capital de España no es titular finalmente en su equipo, no creo que haya la más mínima duda de que él y solo él tiene que ocupar la titularidad con la Roja en el próximo Mundial. Es justo reconocerlo, Mister Pantunflo. Por mucho que Iker sea un chaval muy majo.
Tras el descanso, cambiaron las tornas y el Atleti salió en tromba … hasta que se desfondó. Pero le dio tiempo a crear otra muy buena ocasión en un remate fantástico de Villa que, cómo no, otra vez hizo lucirse a Víctor Valdés. A partir de ahí, el Cholo debió de mover la coctelera, pero, una vez más (y es el único pero que le pongo al argentino) en los cambios estuvo mal y desacertado. No debió quitar al Guaje. Tuvo que sacar antes a Adrián. No me gusta el automatismo que tiene cambiando siempre a Turán (en pie de nuevo con el partidazo que hizo ayer el turco, es un jugador sublime cuando le apetece). También podría haber sacado a Raúl García (auténtico pulmón para el centro del campo y centrocampista con gol donde los haya). En fin. No hila fino Simeone con las sustituciones (ayer, además, realizados muy tarde). Está claro, nadie es perfecto.
Al final, el show del Sr. Borbalán. Expulsó a Luis Filipe por no permitir a Dani Alves (ese eslabón perdido de la raza humana) jugar al polo utilizándole de caballo. Está claro que eso no se puede consentir. Si un pibe del Barsa le apetece subirse a la espalda de un rival, y quiere que corra la banda encima de él, es válido, hay que permitírselo. Lo pone el reglamento. ¿Acaso no lo saben?
Después llegó el penalti que señaló por un choque entre Pedro y Miranda. Yo es que no veo nada, pero bueno. Luego expulsó a Turán desde el banquillo, alargó solamente 4 minutos (mínimo el descuento tuvo que ser de seis, más los cambios), pero lo peor, lo que sí que le hace ser un individuo miserable, ruin, rastrero, cobarde y hasta me atrevería de decir que mala persona, es que en dicho descuento, salte un retrasado al terreno de juego, le de un abrazo y todo a Piqué (correspondido por este, ante la extraña pasividad del dispositivo de ¿Seguridad?) blaugrana, se pierdan no menos de dos minutos, y el sinvergüenza sea incapaz de añadirlos al descuento, y pite justo a los 4 minutos que injustamente había indicado como descuento. Eso sí que es un detalle de parcialidad total. Pues nada. Habrá que darle la enhorabuena, señor Bobalán. Que usted disfrute el título con salud.
Nada más. Felicitar al Supercampeón (somos del Atleti, recuerden, clase y nobleza obligan) y decir que no tendremos jugadores que valgan 100 millones de euros, ni probablemente 50 tampoco, pero lo que sí que tenemos es hombres cuyo valor se puede considerar en dos millones de corazones cada uno. Justo el de los seguidores que laten en cada encuentro que disputan. Hombres que se visten por los pies. Hombres nobles, recios, duros, entregados, fieles y orgullosos. Pibes que no le temen a nada ni a nadie. Individuos que la palabra “imposible” no existe para ellos. Gente grande. Muy grande. Peña que te emociona, que te hace vibrar, llorar y sentirte cada día más Atlético que cabe. Muchas gracias por todo, muchachada. Y, por supuesto … ¡CHOLO ÚNICO!