31 de diciembre de 2020

El Puto Amo 1 - Getafe 0. Deseos Rojiblancos para el 2021.


 

¡¡Atención, señores, mensaje institucional del Termómetro Rojiblanco para todos mis Hermanos Rojibancos!! ¡¡En pie, por favor!!

 “Es la primera vez que el autor de este cochambroso Bloq, al cual solamente da brillo mi excelsa presencia, me permite dirigiros a todos Ustedes, ¡Oh, Esclavos de mi devoción! Así que espero que utilicen como dogma de fe para el 2021 lo siguiente:

 Les deseo a todos que afronten el año con la tranquilidad y frialdad con la que nos obsequia siempre nuestro Jan Oblak. Aprendamos de su saber estar, de su impasibilidad ante las dificultades, y seamos capaces de crear siempre el clima de paz y sosiego ante los nuestros, tal y como el “esloveno, eslovaco, eslopollas en vinagre” logra siempre transmitirnos. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Será un año de volver a empezar para muchos, pero espero les guíe la humildad y el entusiasmo, y consigan su propósito, a imagen y semejanza de como Vraljko (con lo fácil que es decir “Sime”, caramba) terminará consiguiendo el suyo, al menos mientras nuestro adorable Kruppier  (copyright, @AitorAligator) sigue ocupado en otros planes. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Los que hayamos terminado el año algo dubitativos entre tanta mascarilla, tanta vacuna y tanto mandrilismo intrínseco, esperemos que el Faro De Oporto que guía nuestro Felipe, nos sirva de inspiración final también para que jamás perdamos ni nuestro rumbo, ni nuestros principios (buenos o malos, pero nuestros). Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Que nos conquiste el espíritu de superación del gran Savic (otrora, Señor de la Uña, hoy omnipresente defensor de la causa rojiblanca final). No hay maldita alarma de los plastas sin fronteras de “Securitas Direct” que les supere. Ellos nos venden miedo, mientras el montenegrino, protección, seguridad y fidelidad constante. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Que nos olvidemos de extraños prejuicios que no nos llevan a nada, y tengamos la capacidad de trabajo y concentración en nuestro laburo que ha tenido Hermoso para hacerse con el puesto de titular indiscutible a la par que incontestable. No nos dejemos amedrantar por la peña que nos discuta: un Atlético jamás se rinde. Y lo saben. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 A pesar de alimentarse de las pobres plantas de su vecina, de ser capaz de crear extrañas formas alimentarias (que no alimenticias) como hamburguesas de alfalfa, acelgas o jodías verdes y similares (¿Y a quién me recuerda este tipo, por Dios?), que tengamos la capacidad camaleónica de Marcos Llorente, y nos dé la virtud del saber estar en cualquier situación con que la vida nos tenga a bien probarnos. No nos importe el reto, confiemos, porque podemos. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Que nos dejemos llevar siempre por las directrices que nos indique nuestro Sagrado Corazón. Nadie lo tiene ni más grande que él (el corazón, capullos), ni más sabio, ni mucho menos tan auténtico como Koke. Que sus latidos siempre sean nuestra respiración asistida en aquellos momentos en donde más nos falte el oxígeno. Él es puro Atleti, y eso no es que sea bueno, es que es lo más grande. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Que no nos precipitemos en señalar a nuestro particular Judas mientras nuestro Pastor Cholo siga confiando  en él. Si Don Diego Pablo dice que Lemar va a ser titular incontestable del Atleti, no será este Termómetro el que ose entremeterse en su creencia divina. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Que nuestro CRACK DEL PARTIDO siga siendo el gran Carrasco. Que llevemos el año con su velocidad, con su atrevimiento, con su precisión, con su entusiasmo y alegría ante los retos que se nos antepongan. Es una delicia disfrutar de él, hoy por hoy. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Que comprendamos que tendremos nuestros altibajos, que sepamos que cuando mejores nos creamos, puede que nos quede aún camino por recorrer, a la par de que cuando pensemos que, sencillamente, esto no es lo nuestro, tengamos la fe infinita en que somos diferentes, especiales, genuinos y excelsos. Todo el mundo tranquilo con Joao Félix. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Que respetemos petemos a los quejicas, a los gruñones, a los huraños, a los que andan por la vida enfadados, refunfuñando de aquí para allá, en ocasiones, con todos y por todo. Con los que lo protestan todo siempre. Con los que parece que siempre se han levantado después de una opípara siestaca de más de 2 horas, con la expresión infinita de “buen humor” que siempre eso conlleva. Su inconformismo, su ambición desmedida, su interés y su entrega, se pueden convertir en nuestro mejor valor final. Luisito Suárez, tu a lo tuyo, chicharro va, golazo viene. El cómo lo consigas y lo que te cueste, poco o nada nos importa. Que estés aquí con nosotros, hoy por hoy, es lo importante. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Que sepamos apoyar a un Hermano fiel en la dificultad, jamás dudemos de él, seamos capaces de devolverle y valorarle todo lo que él nos dio (y nos seguirá dando) y mantengamos nuestra fe en él, que logremos aguantarle sus malos momentos, por mucho que a lo mejor se prolongue y nos llegue a desesperar. A nosotros nos gustaría que también que lo hiciesen por nosotros. Saúl UNO DI NOI, por y para siempre. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Que tengamos la capacidad de resultar por momentos brillantes, geniales, imprevisibles. Que logremos su capacidad de hacernos divertirnos, que Dios nos de el don de la improvisación infinita cuando nos veamos rodeados de nuestros feroces enemigos. Aprendamos todos de Angelito Correa, pues. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

Que Joselito (copyright, Don Carlos Rey de la Furia Española) Giménez se olvide de su disfraz del criajo cantautor, y vuelva a ser nuestro Comandante en Jefe sideral. Nuestro “Han Solo” del Metropolitano. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Líbranos para siempre de niñatos millonarios caprichosos y consentidos. Auténticas DECEPCIONES. Por muy buenos que sean (o hayan sido). Aunque en sus excelsos momentos nos hayan transmitido sobre la grada más vibraciones que una manada de búfalos descontrolados a toda pastilla, nos hayan puesto a cien mil, nos haya metido en mil y unos partidos, no olvidemos sus desdenes posteriores, sus acciones bochornosas, sus caprichosas deserciones de nuestro ejército saludando a su futura afición mientras portaba nuestra sagrada Rojiblanca, desertando sin importarle nada ni nadie. Que se apodere de nosotros su descomunal ignorancia, que no tengamos la desfachatez de mamar de la teta de nuestros padres impunemente cuando estamos en otra de nuestras enésimos bajos momentos, para cuando ya nos creamos y nos levantemos cual fanfarrón rey del Mambo, dejar tirado a todo y a todos (y otra vez más encima, nunca aprendemos). Y, por supuesto, que jamás, JAMÁS, seamos tan sumamente desagradecidos como ha sido el cretino maloliente este del D.C. (ni pienso mentarlo siquiera) frente a su mayor defensor posible, el que le aguantó en las buenas y en las menos buenas. El que le defendió a Capa y a Espada, blandiéndose en duelo con quien resultase menester. Sé que muchos de ustedes le adoraban, y me duele también un montón por vosotros, créanme. En mi caso, ni olvido, ni perdón. A otros por mucho menos les hemos y seguimos crucificando hasta el final. Que en nuestra vida no volvamos a toparnos con un zampabollos semejante. Puede que sea usted historia, pero jamás Leyenda. Ni de puta coña, vamos. Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Vamos acabando. Que tengamos todos la paciencia, exquisitez y precisión suiza del barbero del Señor Corbalás en este 2021. ¡Qué lucidez, la perfección más excelsa, jamás contemplé exhibición igual! Alabado sea el Termómetro, Alabado óyenos.

 Penúltimo apunte. Venga, todos conmigo, que sé que se la saben a la perfección. Una … Dos y … Tres: ¡¡PARTIDO DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO!! ¡¡NO SE TOCA!! + 10 GRADOS, pues.

 Una vez dictada mi sentencia, dejo el párrafo final para el consentido del dueño de este, mi puto bloq (aunque él se piense lo contrario). Sigan creyendo en mí. Jamás les defraudaré”.

 Pues sí, habló el Termómetro, y como siempre, dictó sentencia. Pero este último párrafo es mío, no se lo dejo ni al Tato. Muchísimas gracias a todos y todas mis Hermanas Rojiblancas por confiar siempre en mí, por estar a muerte como lo hacen, por sufrirme en mis paranoias, y apoyarme las más de las veces en seguir escribiendo, en este vuestro mini Calderón. Me hacéis el individuo más afortunado del mundo, y lo sabéis. Os lo debo todo, y, por supuesto, os quiero (frase por primera vez dicha sin estar en mi divergente estado de embriaguez habitual) . Feliz 2021. Gracias, Atleti querido, gracias por las emociones…

23 de diciembre de 2020

Real Sociedad 0 - El Puto Amo 2. La perfección existe.



Háganme caso. Uno es más (como la gran mayoría de mis “seguidores” -por decir algo en mi favor, vamos, jamás en contra vuestra, solo faltaba-) de Cultura de Grada. Todos sabéis a lo que me refiero: (previas, viajes, Camaradería, ilusión, contundencia, cuando lo requiere el tema) pero eso ahora mismo, por desgracia, no lo tenemos, así que nos tenemos que agarrar a lo que hay: Atleti y fútbol. Y ayer, rozaron ambos la perfección.

 

¿El balompié (palabra tan en desuso como necesaria recordar de vez en cuando)? La primera parte fue un homenaje al susodicho. Un Atleti embalado, vertical, constante, ambicioso, frente a una Real contestona, por momentos también agresiva, con sus conceptos bien claritos, y, aún faltándoles a ellos a su mejor jugador (Oyarzabal) y al más diferente nuestro (Joao y sus amidgalitis) la conclusión que saqué es que fue una delicia de partido, la verdad. Incertidumbre, pocas ocasiones claras de gol (que no situaciones de las mismas), jugadores tan dulces para la vista como Silva (el que tuvo, retuvo), Barrenetxea (empezó siendo un diablo, terminó en aprendiz de cachorrín), una Real más imprevisible, que intentó ser fiel a sus principios (a pesar de la mala racha que les hemos obligado a prolongar) frente a otro equipo más hecho, más constante, más rocoso, más automático en su juego constante de martillo pilón (todo lo controlo, no hay zona del campo que no domine, ya llegará mi momento, ya, no es la perfección del fútbol … pero casi).

 

En la segunda parte, el recital colchonero empezó pronto. Una falta lanzada por el entusiasmante Carrrasco (el Señor Rubio tiene algo que ver en la transformación de este jugador, sigue siendo tan vertical y formidable en ataque, pero con una vena solidaria defensiva digna de todo elogio, algo ha hecho el Sr. Rubio … Lo sé … Lo sabe… Seguiremos investigando ... ¿Posible romance con su madre, quizás? Más vale que Doña Tania …) hace que el jugador que parecía un rémora el año pasado (Hermoso, para los no iniciados) consiga su segundo tanto de la temporada al rematar espléndidamente de cabeza esa falta envenenada lanzada por el belga. Hermoso. Guapo. Resultón (vale, que ya me bajo de la puta cabalgata, joder cómo sois). Tuve la ocasión de escuchar su entrevista al final del partido, y me fijé en un detalle que me pareció la rehostia: su mirada. Yo creo que seguía en el césped el menda. Mirada viva, concentrada, como queriéndose dar la vuelta por si alguno de la Real pululaba todavía por ahí, intentaba un centro, una internada. No se le fue el chip al menda, no. Todo un descubrimiento. Todo una labor de buen hacer, por supuesto, por parte del chaval, pero, principalmente, por el mayor causante de todo esto: la perfección. Más adelante sabrán de lo que les hablo.

 

Seguimos para bingo. Contragolpe fulgurante de Carrasco, (que se desata  tanto en volver a su portería como en misiones atacantes, corre tanto, que no llega ni Dios, pobriño), Felipe, por su parte, que se encarga de volver a ser, poco a poco, el Felipe rocoso, inteligente e infranqueable del año pasado, otra contra posterior de Carrasco que parece que acaba en nada, el mago Koke se inventa una asistencia magistral sobre Luis Suárez, cuando Yannick le cedió el balón al no tener ni puta idea ya de qué hacer con él, el Uruguayo, viejo, cansado, huraño, sí, todo lo que quieran, pero efectivo a la par que eficaz, aguanta el balón con media Erreala subida a su chepa, cede atrás, aparece un tal Gorosabel, y deja un balón muerto para que el cervatillo Llorente siga entusiasmándose a la par que entusiasmando al personal, metiendo el 0-2 definitivo.

 

Paradón final de Oblak en una falta lejana de un menda de la Erreala, y exhibición total del Atleti en plan Líder, en plan equipo total, defendiendo con los ojos cerrados, controlando, imponiendo su ley de Líder, de Puto Amo. Yo no sé cómo concebirán ustedes el fútbol, pero para mi, rozaron la perfección. Poderosos, imperiales, contundentes y con personalidad propia. Con ustedes, el Club Atlético de Madrid. La perfección existe. No sé si la consiguió finalmente, pero …

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

… Don Diego Pablo Simeone. Sí. Existe. Él es la perfección infinita. Gracias por tus nueve años. Gracias por tu capacidad de reinventarte. Por tu paciencia. Por tu sapiencia. Por hacernos tan felices cómo nos haces. 300 victorias ya, su puta madre. Cómo nos representa. Para este Club, no puede haber nadie igual (seguramente, Don Luis Aragonés mediante, no lo habrá). Y como este Club, resulta que juega al fútbol y todo (vamos, que dicen los “entendidos”, antes debería de jugar al mus, o vaya usted a saber el qué), el caso es que, en definitiva, ahora mismo es la perfección de este deporte al que en condiciones normales no le hacemos ni puto caso, pero que ahora (salvo por el embrujo de las rojiblancas canallas) … nos hace ver la conclusión de que … ¡¡OOLEEEE, OLEEEE, OLEEEE, OLEEEE …CHOLOOOOO… CHOLOOOOO!!

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Trippier. Me cago en la puta, con lo bien que estaba jugando. Ahora entiendo todo. Ya sé por qué el Cholo le ha puesto hasta reventar. Sabía lo que le venía encima. Ahora tiene 10 semanas para “descansar”. Y no. No me valen las gilipolleces de que todo el mundo nos persigue y demás. Por favor. A la Federación inglesa le importará entre un bledo y dos quién diablos va de líder en la Liga española. Algo habrá hecho. Supongo que será, en el fondo, un pobre mileurista como el que les escribe, y se las verá putas para llegar a fin de mes. En fin. Eres ya de los nuestros. Yo pienso esperarte, pero ni una más, Hermano. Ni una sola …

 

ÁRBITRO:

De la Cuadra no sé qué. Pues miren, al menos le vi intentando hacer las cosas bien, e intentar ser honrado. Se puso algo nervioso en determinados lances del encuentro, pero me gustó su forma de dialogar con los jugadores, intentarles explicarles su verdad y demás. Técnicamente falló, fijo. Pero no le vi con mala sangre hacia nadie. Y ya es un logro, en los tiempos que vivimos …

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 10 GRADOS).

 

El Termómetro anda ya en la Puerta del Sol. Sabe que ha sido un año tan duro para nosotros, tan complicado, tan, por momentos, inverosímilmente cruel, que él nos quiere recompensar por nuestra fidelidad, devoción y cariño por unos colores que tanto nos dan la vida. Él no es menos que nosotros, créanme. Sabe que es tiempo de disfrutar, y no nos pone ningún impedimento, así que … ¡TRES GRADOS MÁS, SEÑORES! ¡TRES!

 

Y la semana que viene, último partido del año frente al Geta. Yo siempre tengo miedo a todo (mi madre me lo enseñó). A la postre, luego se disfrutan mejor las victorias con esta mentalidad. Así que, y aunque no me gustan para nada los mensajes babosiles que se suelen (solemos) mandar en estas fechas, quiero que todos ustedes (todos, sin excepción, Atléticos, y no tanto, pero que se castigan sus ojos igual con mis historias, Amunt Valencia, carallo) disfruten mogollón, sean todo lo felices que puedan debido a las circunstancias que nos han rodeado, sé que muchos pasarán lista y empezarán a ver casillas de su quiniela familiar a las que no pueden poner las equis de rigor, pero muchos llevamos así ya años atrás … Y hay que seguir, Hermanos. Hay que hacerlo. Y conste, me lo han enseñado ustedes, que yo suelo ser poco ejemplo para nada. Así que … ¡¡FELICES FIES … DIGOOOO … FELIZ NAVIDAD!! (Don Maxi dedicated) “Cantemos todos Forza Atleti Campeón”

 

 

20 de diciembre de 2020

El Puto Amo 3 - Elche 1. Suma y sigue.



Copa.

La cosa empezó con el partido de Copa frente al Cardassar. Independientemente de la alegría de pasar de eliminatoria en mi torneo favorito (después de la Liga), personalmente me encanta con la seriedad y el respeto al rival con el que siempre suele afrontar el Cholo este tipo de encuentros. Que los isleños muestren orgullosos las imágenes del vestuario colchonero sencillamente impoluto después de nuestro paso por su campo, me llena de orgullo y de satisfacción (ahora que andamos en épocas navideñas). Que el equipo juegue serio, sin ningún momento para la filigrana absurda y con la misma concentración e importancia con la que afrontaría cualquier partido de Champions, me llena hincha de sentimiento Rojiblanco. Siempre lo digo: en esta vida hay muchas cosas negociables, pero el respeto hacia el rival, jamás. Y de cuánta menor categoría (que no importancia) se trate, mejor que mejor. Bravo, Atleti, bravo.

  Las Niñas.

Jopeeee, lo que ha escocido a la vikingada el palmar dicho encuentro en cuestión. Pero si ustedes están por encima de lo humano y lo divino, hombre. ¿Qué hacen perdiendo su valioso tiempo por tan mundanal mundo, seres divinos y celestiales? Solo vi la primera parte (por desgracia) pero el 0-1 me parece escaso y demasiado generoso ante tal exhibición de superioridad física y mental por parte de mis chichas favoritas. Amanda and company, frente a esta gente, siempre, siempre, hay que hacer sangre. Ocho mejor que siete. Esta peña solo entiende de su propia medicina, y como tal hay que aplicársela. ¿No querían derbi femenino? Ya lo tienen. Una lástima, eso sí, que a los tipejos del Marca se les olvidase el entusiasmo inicial con el que acogieron dicho acontecimiento tras conocer el resultado final. Hay cosas que nunca cambian, y nunca lo harán. Sé que es un año muy difícil para vosotras, Hermanas de sentimiento Rojiblanco, pero se les agradece entusiasmo, dedicación, superación y esfuerzo. ¡Muchas gracias, tías grandes!

 El partido.

Un trámite, jugado a medio gas, frente a un digno rival, que achuchó muy poquito, y que se veía que todo era una simple cuestión de tiempo, de abrir la lata. Tras una buena acción a balón parado rematada por Llorente, transcurrió el partido por esa extraña hora en la que uno no sabe si comer antes, o después (siempre mejor antes, que luego los disgustos nos pueden llegar a poner a un régimen no deseado) y un pase de escuadra y cartabón de Trippier, lo transformó con un leve pero preciso toque Luisito Suárez para poner el tranquilizador 1-0 en el marcador, casi al borde del descanso.

 

A continuación, otra maravillosa asistencia de mi idolatrado Carrasco hacia el propio Luisito Suárez, hizo que este demostrase quién es el puto rey en lo que al área se refiere, poniendo el 2-0 en el marcador. La cosa parecía vista para sentencia, pero, y mientras uno andaba haciendo el lerdo mandando mensajitos de aquí para allá con ese puto cáncer llamado móvil (me está bien empleado, por gil, y perder el respeto a mi rival) resulta que los ilicitanos pusieron el 2-1 de un tal Lucas Boyé tras cabezazo a la salida de un córner. Bien es cierto que los visitantes apenas habían llegado a nuestro área. Tan verídico como que el próximo partido, el móvil, no menos a una distancia de 20 metros sobre mi ubicación final. Y es que, señores y señoras, hay que estar a lo que hay que estar.

 Afortunadamente, apareció Don Diego Costa y puso el 3-1 de la tranquilidad tras psicodélico penal a favor (en mi humilde opinión, claro está) que no por extraño dejó de ser justo en el tanteador final. Me alegro un montón por él, y, sobre todo, por la gran cantidad de Camaradas de grada que le siguen teniendo una fe ciega. Nunca me escondo, no me encuentro entre tal selecto grupo, pero oigan, jamás leerán de mi algo que les contradigan si lo considero justo. Es más: si él no se rinde, no seré yo quién le desanime. Más bien al contrario. Así que, coser y cantar, suma y sigue.

 EL CRACK DEL PARTIDO:

Trippier vs. Luis Suárez. Ayer escuché (está claro que los Atléticos somos demasiado inquietos y siempre queremos encontrar respuestas a debates sencillamente, por momentos, absurdos) en determinados medios de incomunicación empezar a comparar a JuanFran con nuestro Peaky Blinder favorito. Pues no entiendo la susodicha, qué quieren que les diga. Aparte, si hay que hacerla, hagámosla al final, nunca antes. JuanFran está en mi corazón, y en uno de los múltiples pedestales que, afortunadamente, cualquier Atlético de bien debe de tener a tanta y tanta gente que ha dignificado tanto y tan bien la defensa de nuestro escudo. El inglés, pues tiene muy buena pinta también, por qué negarlo. Esfuerzo, dedicación y entrega, no le falta. Y es un excelente pelotero (aunque a veces le ganen la espalda con facilidad, ojito, que esto también le pasaba a JuanFran). Es lo que tiene jugar de la forma con que lo hacen. Pero no seré yo ahora quién entre en tan banales debates. Cómo odio las comparaciones, por Dios.

En relación a nuestro Rojiguayo, es un personaje que a mí, personalmente, me tiene completamente obnubilado. Fíjense con atención: uno le ve en los partidos con una mueca de sufrimiento constante, casi de dolor continuo, de lamento, de tragedia, de no poder más. Y, con cada minuto que pasa, su gesto se enfervoriza más y más. Él sabe cuál es un vacuna (ahora que, por desgracia, tan de moda anda dicho término). Yo empiezo también a comprenderle. El gol. Miren que he visto nueves apoteósicos (brevemente a Gárate, O Rei Baltazar, Vieri, Escándalo Forlán, Falcao maravillao, Jimmy Pichichi Hasselbaink … seguro que me dejo alguno más por ahí), pero ninguno padecía tanto como él jugando en un terreno de juego. Él hasta que no consigue marcar, es un suplicio, una tortura china, como si te clavasen alfileres en las plantas de los pies, un par de ellos, según cada minuto que pasa. Eso sí, es conseguir su tanto, y su semblanza cambia totalmente. Aparece un tipo afable, simpático, dichachachero … Hasta no le importa ya que le cambien. Mira el suelo, silba “cantando bajo la lluvia”, y se resigna como cualquier otro peón a las órdenes de Don Diego Pablo.

Un amigo (un Hermano) blaugrana (con perdón) ayer me escribió tras su primer tanto “pero qué bueno es Luisito, y cuánto le echamos de menos”. Sobran más comentarios.

 LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Pues casi que vacío, ¿Qué no? Por cierto, ¿Sigue jugando el puto Nino? Joder, la cantidad de disgustos que me ha dado siempre el menda ese. Ese 5-1 en Segunda … Escalofríos de la muerte tuve con su sola presencia en el campo, vive Dios …

 ARBITRO: Estrada.

 Venga, vamos a jugar un poquito. A ver:

 

  1. Si, tras el penalti que nos señalaron a favor ayer, los que anden a favor sigan pensando lo mismo, aún haciendo un intercambio de cromos, sustituyendo al defensor del Elche por Savic, por poner un ejemplo, y al de Lagarto por el nueve subsahariano que trafica con sustancias estupefacientes de cierto equipucho de la Capital de España, por otro, y lo hubiesen señalizado igual, pues sí,  es un penalti de libro. En pie todo el mundo.
  2. Si, por el contrario (por supuesto, entre los que me incluyo) si pensamos que si esa jugada nos la pitan en contra, tal y como les he comentado en el ejemplo “a)”, hubiésemos quemado a Dios por los pies, indicando el ya tan manido “¡qué vergüenza! ¡siempre igual! ¡Así es imposible!” Y demás lindezas, los que creemos que eso es un simple lance del fútbol, sin más, levantamos la mano, la tenemos levantada hacia el Señor.

 Por supuesto, cualquiera de las dos soluciones, es válida.

 TERMÓMETRO ROJIBLANCO ( + 7 GRADOS).

 JUAS JUAS JUAS … Ayyy que me parto, Lagarto. Qué pena. Qué poco le comprenden. Cuánto desconocen su magnanimidad infinita. Ante la poca fe del clan de los Rasos. Ante la desconfianza del Sr. Patriota y Adláteres agradecidos … Él, sin embargo, puñetazo en la mesa, desconcertando a nuestros rivales. Siempre un paso por delante. Mirando celestialmente por el retrovisor. Genial, imprevisible, magnánimo, pero entusiasta. Generoso, a la par que imparcial. Rudo, serio, pero noble y generoso. ¡Dos grados, más, señores! ¡DOS! Vayan buscando su rastro, y besen … No dejen de besar por dónde suele levitar. Y es que, señores, la vida puede ser, rojiblancamente maravillosa …

 Y el próximo partido, el martes, frente a la Real. Deportivamente, rival más que respetado. Andan haciendo un temporadón, juegan al fútbol, por momentos, mucho y bien, y no seré yo quien, en este aspecto, les niegue el pan y la sal.

 Dicho esto (y no entiendo muy bien el por qué, la verdad) el Sr. Youtube últimamente no para de mostrarme vídeos al respecto del famoso partido de UEFA, en el que pasó lo de Zabaleta (vídeos, por supuesto, realizados con su imparcialidad habitual por ETB). Me llama mucho la atención el cinismo insultante de los seguidores donostiarras, la verdad, cuando hablan de tal circunstancia. Hombre, no seré yo quién defienda un acto tan deleznable como el matar a un menda que va a ver un partido de fútbol, sin más. Sería un miserable despreciable si lo hiciese, y espero nunca llegar a tal nivel. Pero sí que me resulta curioso el escuchar a determinados seguidores de la Erreala denunciando el “criminal” ambiente que había en contra de ellos dicho día. Sí. Estuve presente en tal encuentro (¡cómo olvidar el tanto de Jugovic de tijera!). Recuerdo el biruji que hacía, esa niebla en la que se te cala hasta los huesos de los nudillos de lo fría que era a ribera del Manzanares. Sé que ellos (cuando les interesa, obviamente) representan a la perfección el tal manido papel de “hintxas simpáticos, de los que van a beber, y el resultado les da igual”. Son enternecedores, la verdad. Y tienen los santos bemoles de sorprenderles el ambiente hostil que puedan vivir en Madrid, o en Zaragoza, por poner otro ejemplo (ciudad la que señalan también con un ensañamiento sorprendente, se ve que la palabra “Hipercor” solo significa para ellos una simple gran superficie de venta de alimentos, sin más).

 No sé. Era otra época, evidentemente. Pero muy dura para todos los que sufríamos la barbarie permanente, caprichosa y cobarde de ETA. Uno hizo el servicio militar en tales años, y le tocó hacer escoltas, con la “Z” en mano, y con el corazón latiéndole a cien mil por hora cada vez que una simple motocicleta se acercaba hasta el coche  del mando que me tocaba ese día proteger. Uno vive cerca de Aluche, en donde a la pobre Irene le pasó lo que le pasó. Uno estaba en el Calderón, el día del Logroñés, con su hermano Juan, cuando un coche bomba explotó mientras me tomaba una simple copa y nos levantamos cubiertos de un interminable manto de cristalitos. Uno estuvo en Zaragoza, en aquella final que nos robaron (miserable Ramos Marcos y el penalti que se zampó a Julio Prieto), cuando fue apedreado su bus, siendo un crío, en compañía de su madre y de los miembros tan mundialmente violentos conocidos con la Peña Don Luis Aragonés, después de una final de Copa en la que, encima, palmamos. Uno siempre esperó que, con cada víctima de ETA, se guardase un simple minuto de silencio en señal de duelo y respeto en cualquier campo de Euskadi (JAMÁS SE HIZO, JAMÁS, entre las casi más de 900 veces en las que tuvieron ocasión de hacerlo).

 Así que, permítanme que les diga a todos ellos que, salvo al Sr. Padre de  Aitor Zabaleta (que este sí que tiene derecho a no atender ni excusas ni razones, comprendo su odio infinito hacia nosotros y jamás le pediré ni la más mínima cuenta a cambio, el dolor de un padre al perder un hijo de esa forma es infernal, no puede recibir mayor castigo posible un ser humano), les comente que no se hagan tanto los sorprendidos, y sean capaces un poquito de analizar dicha época, ver lo que hacía determinado grupo criminal escudándose en la “Libertad del Pueblo Vasco (oséase, de ustedes, sorprendentes espectadores)” y actuar en consecuencia. No se me hagan los inocentes ni los dicharacheros, por favor. Que cada cual asuma lo suyo, como nosotros tendremos que hacer con lo nuestro, evidentemente.

 No suelo hablar de política (entre otras cosas, porque odio a todos por igual, me da igual del palo que cojeen) pero cuando se analiza una cosa, hay que ver, leer, escuchar, al menos, a todos los “bandos” (si es que cualquier español de bien se encontraba en alguno de ellos en aquel momento, que, la verdad, lo dudo mucho). Así que, el ejercicio de “buenismo”, se me lo ahorren, por favor … Dicho esto: “El Frente ya está aquí, voy a morir por ti, Atleti de Madrid” …

 

 

 

13 de diciembre de 2020

Decálogo para superar un derbi palmado.

1.- Champions.

¿Estamos entre los 16 mejores de Europa, un año más, no? Ni siquiera el atajo de dopados esos del Salzburgo, con el malnacido ese del árbitro inglés al frente, pudo con nosotros, así que, construyamos sobre eso. ¿Qué nos va tocar un rival jodido? Es lo que hay. Pero un par de partidazos más, nos quedan, mínimo. Y hasta Febrero, a disfrutarlo tocan, carallo. ¡Arriba los corazones!

  2.- Copa del Buey.

¡Empieza la semana que viene! ¡Y es a muerte súbita! Un trofeo que adoramos todos los Atléticos de bien, que disfrutamos como pocos, y que llevamos ya demasiado tiempo sin disputarla como Dios manda. No quiero excusas ni perdón. Queremos la Copa, llena de Farlopa. Y no hay más.

 3.- Escenario.

Hizo bien EL LÍDER de la Competición Española (me la suda lo que haga la Real hoy, mientras tengamos nuestras dos bolas extras pendientes de gastar, para mi es lo que somos, el puto amo, es lo que hay) en no comparecer ayer en el campucho ese de entrenamiento que emplean los de la aldea de Valdeberzas esa para pastar a sus anchas. Por favor. Todo un LÍDER tiene que jugar en un Campo en condiciones. Y si no lo tienen, por el enésimo ataque de prepotencia de su presidente al contemplar que el Metropolitano es, hoy por hoy, un estadio Top en el Mundo entero (y eso que no le llega ni a la suela del zapato a nuestro Calderón del alma) pues que se juegue en nuestra propia casa, y ya está. ¡Basta ya que equipos de Champions y líderes de Competiciones nacionales arrastrándose por sitios en donde juegan/roban equipuchos juveniles, cadetes y demás cervatillos silvestres! ¡Eso ni es derbi ni es ná! ¡BOICOT A VALDEBERZAS, YA! Por lo tanto, reitero: correcta nuestra actitud de no comparecer sobre dicho terreno de juego. Hay margen de error, no problem.

 4.- Secciones.

Cuando el grande pierde, todo Dios se solidariza con él y lo hace también. Especial mención al Madrileño, palmando contra el filial de dicha escoria, en el minuto 94, y de Penaldo ¡Cómo no! Las tradiciones hay que mantenerlas. Y muy bien también las chicas, qué diablos. O aquí ganamos todos, o no gana ni Dios.

 5.- Música clásica.

Hoy es un día de meditación, de estar en casa en pijama, de no quitarse siquiera las legañas. Días de carta de ajuste sonando música clásica durante todo el tiempo. Stop fútbol. Como mucho, les dejo ver una peli, pero ojo, tristona, o de guerra, jamás una puta comedia. Nada de radios, por favor. Que hoy se les ha olvidado que andamos de pandemia, y nos quieren inculcar que qué bonita es la Navidad, qué bello es vivir o que hace un día maravilloso. No nos engañan, señores. No pensamos caer en su juego. Ni un solo buen Atlético debe de esbozar siquiera ni una media sonrisa. Eso sí, mañana, nos comemos al mundo entero por todas las esquinas del Universo. Somos así. Nos lamemos las heridas, para levantarnos más orgullosos y fuertes que nunca. Que no se diga, leches, que les caneo.

 6.- No mires a los ojos de la gente.

Que me da miedo, siempre mienten (grandes Golpes Bajos). No se crucen con nadie. Si por desgracia tienen que salir a la calle a por el pan, o a por tabaco, o a por la puta botella de leche que pensaba que había, pero no queda ni gota, huyan despavoridos de muescas ficticias de sonrisas bobaliconas con personajes que se puedan cruzar en la rúa. No lo duden, son vikingos. Si. Esos mismos que si palman dicen el ya manido “no vi el partido”, “si a mi el fútbol me la sopla” o  “donde esté el Madrid de baloncesto”. No merecen ni nuestro tiempo, ni nuestro dinero, ni nuestra categoría. Mañana volverán a su rutina habitual, mientras nosotros le daremos gracias a la vida por ser del Atleti. Somos así, ya saben: no lo pueden entender.

 7.- Desahóguense.

Esta muy bien el criticar al equipo. Leches, si hicieron un partido de mierda, pues es que lo hicieron. Lo demás es engañarse estúpidamente. Y es lógico el mosqueo del populacho, máxime si es contra el rival que fue. No hay más. Tampoco crucifiquemos a la peña estúpidamente. Están en su derecho de expresar su impotencia, porque, precisamente, ayer fue eso y nada más que eso: un auténtico homenaje al quiero y no puedo. Quien bien te ama, bien te hará sufrir. Y hasta le podrás maldecir y todo. Pero esto es pasajero. Y es bueno soltar el demonio a darse un rulo que tenemos dentro de vez en cuando.

Hablando de demonios, espero que no se ande poniendo de moda en la muchachada del Cholo el llevar a cabo el numerito del gitano, con el organillo y la cabra subida encima de un taburete, cada vez que uno sea sustituido. Que lo haga el cervatillo del Llorente bueno está, viene de donde viene, y nos queda mucha labor social con él todavía por realizar. Que lo haga Luis Suárez, pues no, machote, aunque también vienes de un sitio fino filipino. Que lo haga Saúl, que éste sí que ha mamado aquí, es sencillamente imperdonable. Y lo que lo haga un crío que es un proyecto de jugador, por momentos, entusiasmante, sí, pero, que hasta el día de hoy, no me parece aún que se pueda comparar a Diego Armando Maradona, precisamente, pues como que no. Ahora nos ha dado por esta gilipollez, y oyes, todo dios se cree con derecho a hacer el canelo sin ton ni son. Al que no le guste que le cambien, que juegue mejor y ya verás cómo no lo hacen más, no  te jodes … ¡Pero qué cojones de cachondeo es esto! Aparte de la falta de respeto que supone por el compañero que entra, que esa es otra. Próximo menda que me haga el papanato, siguiente partido ni convocado, y fuera. Hágame caso en esto, Don Diego Pablo. Tanta tontería ya, hombre …

 8.- Derbi.

Últimamente ando hasta el guano de oír que “este partido es una final”, “éste otro también”, “el de mañana ni te cuento” … Venga hombre, por Dios. Un poquito de respeto a las competiciones. Una final solo se llega una vez. Solo la consiguen dos. Y es un camino largo, tortuoso y casi imposible de lograr. Solo hay una categoría de partidos que sí que se pueden catalogar como una puta final, aunque no lo sean: los derbis. Ahí sí que da igual todo. Tiro de topicazo, si, pero es que es así: los derbis ni se disputan ni se juegan: los derbis se ganan. Esté cada uno como esté, eso importa un bledo. Y ayer la muchachada, por lo que sea, o no tenía muy claro dicho concepto, o, al revés, lo tenía tan impregnado, que le pudo la ansiedad y la presión psicológica del tener que vencer por nosotros, sí o también (mi voto personal es por esto último, conste). Pero ya llegará otro, y lo afrontaremos con la misma ilusión a la par que desesperanza con la que los solemos afrontar. Dentro de todo Atlético, hay un optimista desenfrenado luchando a brazo partido con el mayor de los pesimistas derrotados. Ha sido así y así siempre será. Por los siglos de los siglos, Amén.

 

También me gustaría recordarles que nosotros, por suerte o por desgracia, disputamos este tipo de encuentros frente a quién lo hacemos. Otros tienen su partido del año frente al Levante, el Omiedo, el Betis e, inclusive, frente al Celta B, que ya manda bemoles el tema. Sé que son inteligentes, saquen sus propias conclusiones. Pero siempre siéntanse orgullosos de ser protagonista del derbi más complicado del mundo (y ya no solo deportivamente, que también, sino mediáticamente, socialmente, arbitralmente, etc, etc). Si no les gusta, háganse de otro equipo. Y si les mola, jamás pierdan de vista la circunstancia que nos rodea. Yo no me cambio por nadie, lo tengo claro. ¿Y ustedes?

 9.- Termómetro Rojiblanco (+ 5 GRADOS).

El Termómetro no se rebaja por perder dicho partido ni de puñetera coña, vamos. De hecho, el Termómetro hace acto de presencia, simplemente, por respeto a todos, saludarles y nada más. En condiciones normales, ni aparecería. A nuestro guía espiritual, se la suda por completo tal encuentro. No quiere ni saber de él. Él está a lo que está. Así que, háganle caso, y a nuestra bola.

 10.- Todo a Pulmón.

Qué difícil se me hace, mantenerme en este viaje, sin saber a dónde voy en realidad. Si es de ida o de vuelta, si el furgón es la primera, si volver es una forma de llegar... Llevo todo el día con la canción de Miguel Ríos sonándome en la cabeza sin parar (un temazo maravilloso, por cierto). Todos tenemos temas que, de una forma u otra nos marcan en esta vida, y ésta es una de las que tomo en mis momentos bajos como dogma de fe. Así que, cuando nos encontremos así, no se preocupen, siempre hallaremos un Atlético en la carrera, una luz y una escalera, y la fuerza de hacer todo a pulmón … Todo a pulmón¡¡FORZA ATLETI, FORZA ATLETI, TODO EL FONDO CANTARÁ!!

6 de diciembre de 2020

Atleti 2 - Valladolid 0. No es el que lava más blanco.


¡Puaj! NI de coña. Nunca será el más limpio. Es el que lava mejor. Ese es el mejor detergente. El blanco, por las huestes del Manzanares, jamás será el color más impoluto, ni el más puro. Es sinónimo más bien de putrefacción, de excrementos, en definitiva, de lo que son. Pero tranki, tiempo habrá ...

 

Amaneció el Metropolitano con un  tono azul-morado de lo más preocupante. Parecía difuminado, fácil de limpiar, pero era un tono constante, continuo, difícil de pulir. Muy esparcido por todo el terreno de juego. Sin demasiada intensidad, pero abarcando hasta el último rincón del mismo.

 

Traduciendo, que es gerundio: el primer tiempo, de hecho, fue un tostón sumun. Uno de esos tantos partidos que hemos contemplado a las huestes del Cholo temporada va, años anteriores padecimos. Fútbol control, sin tener muy claro sin saber ni a dónde va uno, ni hasta qué punto quiere llegar. Añádanle que, servidor de Dios y de Don Luis Aragonés, venía de degustar un delicioso cuchifrito de cabrito (ya saben, de lo que se come, se cría), con su hermano carnal en el homenaje que cada vez hace a su Santa Madre mensualmente (me da igual el tiempo que pase, cada día te echo más y más de menos, siempre, siempre en mi corazón) tiene como consecuencia que agradeció enormemente el horario en la disputa del match en cuestión. Al menos, me dio margen para dar 2 cabezadas en condiciones, caramba.  Probablemente, si hubiese sido a las 16 h., a duras penas le hubiese costado mantener las pestañas despegadas viendo semejante espectáculo. Sin pasar apuros en exceso, cierto, pero la muchachada del Cholo y frotaba, y frotaba, y frotaba sin cesar, sin conseguir que el dichoso tono blanquivioleta se fuese de su magnánimo tapiz cuidado hasta el más ínfimo detalle. El objetivo era claro: disolver de la manera que fuese dicha tonalidad en cuestión.

 

En la segunda parte, sin embargo, Don Diego Pablo Simeone encontró su VIP Express en cuestión: un buen chorro del mejor detergente (Koke), un toque perfumado de suavizante incorporado (Joao Félix), y el mejor disolvente posible, el más directo, el mejor desequilibrante: Llorente. ¿Conclusión? La fórmula funcionó.

 

Dicho y hecho. Majestuoso pase de escuadra, compás y cartabón de Marquitos Llorente sobre la profundidad del inagotable al desaliento Trippier, no menos precisa asistencia del Peaky Blinders delineante de San Blas sobre el área pucelana, Luis Suárez que no llega por un mate, pero el desconcertante Lemar, ese sujeto que no sabe uno si va o si viene, esta vez, sí, llegó,  consiguiendo adelantarnos en el marcador y logrando quitarnos ese medio estado de ansiedad en el que nos encontrábamos al frotar sin cesar con el ánimo de que el césped quedase con su tono original: el brillante e impoluto rojiblanco en cuestión. No era fácil ese tanto, no. Pero Lemar frotó muy bien.

 

Poco después, otra fenomenal asistencia de Trippi, transformó en el tanto definitivo Llorente, en un gol lleno de talento, fuerza, velocidad y desequilibrio. Otro sensacional chicharro, para qué nos vamos a engañar.

 

El propio Llorente se encargó de demostrar el cuchillo afilado en el que se ha convertido para la muchachada poco después, en un posible tanto que lamió el palo, el Atleti terminó de dar brillo al encerado, y al final nos quedó un escenario imputo, brillante y resplandeciente rojiblanco. El Vip Express del Cholo funcionó. No hagan caso a imitaciones. El que lava más blanco, no es el mejor. Vean, si no, lo resplandeciéntemente rojiblanco que quedó el tapiz del Metropolitano en la mañana de hoy. ¡Qué bello es vivir!

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Hermoso ha pasado de ser el niño bonito venido de Sarriá, a convertirse en un auténtico guerrero del Cholo. Su mirada antes era angelical, casi de postal Navideña. Ahora ya no hace prisioneros. El menda sale concentrado, no conoce amigos ni enemigos. Es un espartano del Cholo, y cada día va creciendo más y más. Savic le aconseja con su firmeza y buen hacer. Trippier no se cansa de correr y correr (hay peña que me dice que aún lo sigue haciendo en el césped del Metropolitano, párenlo ya, por favor), a Lemar se le está quitando el careto de fumeta jamaicano para convertirse en fundamentalista Choliano. Pero lo de Llorente es brutal. Lo tiene todo: entusiasmo, velocidad, fuerza, preparación, gol, dedicación y garra. Dicho esto, cuidadín, no se me haga ilusiones nadie. Ya conocí y sufrí en primera persona la traición de su padre, y dicen que, de tal palo, tal astilla. Ojo avizor, pues. Pero ya comentado lo expuesto, un hijo no tiene el por qué seguir la senda del viejo. Por mucho que su entorno vikingoidal sea peligroso (que lo es). No soy nadie para recomendar nada. Reitero, no se me entusiasmen con él. De momento, es hora de disfrutarle, y aguardemos acontecimientos …

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Vitolenco, Vitolenco, vete a tocar el violochelenco. Por favor …

 

ÁRBITRO:

González Fuertes (¿Y éste quién coño es?). Le sacó una tarjeta psicodélica a Vitolonchelenco, lo cual, francamente, no sé si es beneficioso o perjudicial para nuestros intereses hoy en día. Bah … Corramos un estúpido velo.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 5 GRADOS).

 

Ayer, casi a horas intempestivas de la noche,  recibí ciertas recomendaciones de parte del portavoz del temido, a la par que temible, Clan de los Rasos, de que debería de subir dicho parámetro sí o sí. Afortunadamente, no lo voy a negar, el Termómetro atendió tal recomendación, cierto es, la masculló, analizó con el rigor e independencia con el que le caracteriza, tal atropello, tuvo a bien consideración de la misma, pero, con la misma pulcritud, claridad de exposición de ideas y de fundamentos rojiblancos, dictó la siguiente tendencia: “Ganar en casa al penúltimo de la Liga no merece ni siquiera reunión posible por tan excelsos miembros de dicho Comité, por lo que rogamos tengan a bien no volver a molestar jamás en pintorescas circunstancias, a saber, partido de obligado cumplimiento, NO-SE-TO-CA”.

 

Y el miércoles, no es una final, que va … Esa es una majadería inventada por perdedores y que, aparte, nunca sale como quieren. Una final es otra cosa. Hay que hacer mucho  tour para conseguirla. El miércoles, eso sí, es el todo y nada en post de seguir haciendo el Camino de Santiago para conseguir eso que realmente puede llegar a serlo. Por juego y por ocasiones, en esta Champions, nos merecemos esta oportunidad. Pero, dicho esto, si no somos capaces de empatar siquiera con el Salzburgo (y ojito, que el partido nos va a costar sangre, sudor y, probablemente, lágrimas), pues no pasará nada, porque, a diferencia de otras temporadas, no andamos ahora mismo a 12 puntos de los de siempre. Inclusive, yo  diría más, con alguno que otro, es más que al revés. Así que a tope, Hermanos. Siempre a tope. La Champions está muy bien, sí, pero la Liga es la vida … “Siempre estaremos, tu eres mi vida, lo que más quiero” ….

               

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