24 de abril de 2023

Barsapasta 1 - Atleti 0. Querer y no poder.

Nos tenía el Atleti mal acostumbrados, está claro, porque casi ya ni recordaba la desoladora sensación de vacío que me dejan siempre sus derrotas, aunque en realidad no nos estemos jugando gran cosa (como era el caso que nos ocupa). Acaba el partido, y uno ya no tiene muy claro qué diablos hacer. ¿Te pones a ver más fútbol? Ni en broma, vamos. Si te pones a ver una peli o una serie te cuesta un mundo meterte en ella. Y claro, tampoco es cuestión de acostarse a las seis y media de la tarde. Siempre lo digo, y siempre lo diré. Cuando palma el Atleti, se debería automáticamente de suspender cualquier tipo de emisión tanto en radio como en televisión. Carta de ajuste y música clásica de fondo, sin más. Y que el tiempo pase mientras nos dure el duelo. Son hora de reflexión, análisis y meditación. Y el lunes, bueno. Pues a soportarlo también. Sinceramente, tenía fe en que ayer íbamos, al fin, a quitarnos la maldición de que el Cholo no huele la victoria en el Camp Nou desde su llegada. El Atleti venía de una auténtica exhibición de fútbol el día del Almería, y era ahora o nunca. Toco nunca, pues. Aunque seguiremos insistiendo.

 

El primer tiempo me pareció un estupendo partido de fútbol, la verdad, en el que fue mejor, inclusive, el Atleti, pero no hubo forma de convertir nuestras ocasiones en  tanto, por más que un Diosito Griezmman colosal se echase al equipo a la espalda de la forma en que se lo echó y tuviese las mejores ocasiones, como así fue, de hecho, nada más comenzar el encuentro (48 segundos del mismo), en una brillante acción de presión ofensiva realizada entre Marginal Correa y él mismo, robándole la cartera a Busi, y lanzando un zambombazo al primer toque medio picado a Ter Stegen por parte del francés, que repelió el larguero y botó sobre el terreno de juego con violencia. Mejor empiece, imposible. Bueno, no. Mejor comienzo hubiese sido el dichoso gol, pero bueno.

 

El Atleti estaba fenomenalmente plantado en el campo, Nahuel era un puñal recorriendo su banda, Carrasco hacía lo propio por la suya, y Diosito estaba al mando de todas las operaciones, tanto en construcción de juego como ejecución final. El Barsa, por su  parte, reaccionó a esta fantástica predisposición rojiblanca, en una gran acción individual de Lewandoski, en la que Lemar logró taponar el intento de remate de Ferrán, cuando se quedaba solo delante de Oblak (minuto 16 de juego). El Atleti replicó en otra gran internada de Carrasco, que cedió el balón a Antoine, cuyo remate seco, duro e inesperado de Diosito repelió con una poderosa mano de acero Ter Stegen (paradón top). Íbamos ya por la media hora de juego.

 

El Atleti  tenía el partido perfectamente amarrado, mientras que los locales, dirigidos por un Xavi que llevaba una pinta que parecía un niño de San Idelfonso (repeinao, guapito y formal él, madre, seguro que se echó también su primera colonia Chispas y todo), no sabían salir muy bien de nuestra asfixiante presión, pero, siempre esos últimos minutos de cada parte, en los que no debes arriesgar prácticamente nada, máxime jugando como visitante en casa del líder, no supimos defender bien una última jugada, en la que Hermoso se quedó reclamando fuera de juego de Raphinha (no lo era) en vez de encimarle como Dios manda, y el centro del brasileño sobre Ferrán es rematado por el valenciano con una  tranquilidad insultante, y sin apenas oposición alguna por parte de nuestra defensa. Toda una demostración de querer, sí, pero no poder. Ellos, sin embargo, sí que lo consiguieron. Y es que no hay más. Esto del fútbol consiste en eso: clavarla, y punto.

 

La segunda parte ya no me gustó tanto, y fue más correcalles que otra cosa, de estas que encandilan tanto a los perfumados del fútbol, a la par que desespera a nuestro inefable Don Pablo Mármol y al que con esto os castiga. Salió mejor el Barsa de primeras, pero el Atleti reaccionó, sobre todo, por esas constantes galopadas del infatigable Carrasco, tanto en su función de correrse la banda sin parar, como de terminar siempre rematando más allá de Tarragona. Yo os digo una cosa. Ya no pido que consigan goles. Me conformo con que, al menos, se logre rematar entre los tres palos. Y el único que lo consiguió ayer fue Diosito. Lo de los demás fue toda una ceremonia de la desolación.  

 

Claro que, más que desolación, fue insolación la que empezó a tener el árbitro, Sánchez Martinez, en un centro-chut del propio Carrasco, que desvió el propio Ter Stegen con la mano, yéndose el balón fuera de banda, y que el tipo éste convirtió por arte de birlibirloque, en balón para el propio guardameta local. Y es que, al final el niño de San Idelfonso va a tener razón, con lo que el tema de sol no es nada bueno para esto del fútbol.

 

El correcalles empezó con ritmo frenético. Que si otra galopada de Carrasco al infierno, que si una internada de Gavi cuyo remate sale lamiendo el palo, que si De Paul falla otra clamorosa dentro del área rematando de nuevo fuera del marco (para una vez que el puto Carrasco decide no tirar, la leche, la Toñi), Morata, por su parte, no llega por un pelo a una fantástica asistencia de Molina, que si Raphinha, a la siguiente, no termina de rematar a puerta vacía el melonazo servido por Lewandoski, que si un  taconazo maravilloso de Diosito que ataja de nuevo el infranqueable Ter Stegen, que si Levandowski falla otra delante de Oblak por no dar el gol a Raphinha, tras una psicodélica “dejada” de Savic, que decidió no disputar un balón por alto de forma incomprensible … Lo dicho. Todo muy happy, muy divertido, pero haciéndole un flaco favor a lo que significa un partido de fútbol en su más honorífico nombre que se precie. Despropósito va, gañanada viene.

 

Después, a Sánchez Martínez le subieron los efectos de la insolación, sacó tarjetas a diestro y siniestro, Morata tuvo en el 88 un buen remate de cabeza que cruzó en exceso y se le escapó el gol lamiendo el palo, la posible mano de Busquets (para mi no es penalti, pero ojo, sí que he visto sancionarnos en contra acciones parecidas, y eso es precisamente lo que no puede ser), y colorín colorado, esta liga el Barcelona la ha ganado (si es que no la tenía ganada ya). Lo nuestro, lo dicho: un querer y un no poder.

 

El CRACK DEL PARTIDO:

Extenuante partido de Nahuel Molina, que sigue evolucionando muy favorablemente, también estuvo muy bien De Paul, pero el mejor es el de siempre: Diosito. Todo personalidad, calidad, compromiso, coraje … Lástima de la guinda del maldito gol que no hubo forma de conseguir. Por parte del Barcelona, estoy convencido de que Araujo puede marcar una época. Lo tiene todo lo que me gusta ver en un defensa.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

No me andan molando nada los minutos que le ando viendo últimamente a Barrios (sale entre muy precipitado a la par que nervioso). Y la línea defensiva (salvo el citado Nahuel) tampoco me convenció en exceso (eché de menos un montón a Reinildo cada vez que veía hacer diabluras a Raphinha). De Lemar ya ni hablo (tiene la misma trascendencia en el juego que yo realizando un análisis financiero del IBEX 35 ese). Y, por supuesto, la frustrante falta de gol. O nos gastamos la pasta en un delantero centro en condiciones, o chungo cubata tocará de nuevo la próxima temporada.

 

ÁRBITRO:

El tal Sánchez Martínez éste. Hasta que sufrió los efectos del sol, no anduvo mal de todo. Después, dicen que una imagen vale más que mil palabras. Juzguen ustedes, pues …

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 6 GRADOS).

 

El partidazo del Almería bien merece su premio, y, por lo tanto, se suben 3 grados más como Dios manda. Lo de ayer me la sopla cantidad, la verdad. No esperaba nada, con lo cual no se castiga con nada. Se deja estar, pues.

 

En cuanto al tema del hombre de la bandera, sinceramente, yo cuando me desplazo me gusta estar siempre con mi gente, y no soy muy partidario de, ni ponerme en zona de socios de nadie, por un lado, ni, por supuesto, que nadie del equipo rival se ponga en la nuestra, por otro, solo faltaba. Dicho esto, lo que no es de recibo es aguantar que te quiten una bandera que no la veo ofensiva absolutamente por ningún lado hacia nadie, simplemente por tener de fondo los colores de tu país, lograr con tus santos cojones recuperarla, y que, encima, como postre, resultes tu expulsado del campo. Es decir, se condena a la víctima, y no al culpable. Está muy bien todo lo que rodea al fútbol en España, si señor. Así que, sí. Esta bandera, y ese hombre, me representa.

 

 

Y ojito al miércoles con el Mallorca. Rival duro y correoso donde los haya. Todo un hueso, y encima, viene en pleno día de nuestro 120 Cumpleaños. Temo a este partido más que a un nublao (y ojalá y me equivoque). “Un pasado de historia, un futuro de gloria, muchos años de lucha por ti”,.

 

 

 

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelso como siempre Don Tomi, aunque esta vez ha sido más deportiva su crónica que otra cosa, como nos tiene acostumbrados a comentar también lo que rodea al partido, lo hemos, o yo al menos lo he echado de menos.

Del artilugio,pues esta vez creo que si ha sido justo.

Del jamón... creo que se esta decantando ya por mi señor tocayo.

Gracias como siempre por ocupar su tiempo en ilustrarnos y divertirnos.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

MAREANDO LA PERDIZ: "Desesperado"

Atético de Madrid - Webring
Peña Atletica Centuria Germana Vorherige Seite
Previous Page
Página Anterior Seiten Übersicht
Page Overview
Descripción De La Página Zufällige Seite
Random Page
Página Al Azar Nächste Seite
Next Page
Página Siguiente
FD12853D-b4b758962f17808746e9bb832a6fa4b8