24 de noviembre de 2025

Getafe 0 - Atleti 1. Guerra de guerrillas.

 

El que esperase ayer un partido espectacular, con un fútbol de encaje de bolillos, seda, perfumado y arlequinado todo, es que tiene un serio problema. El Getafe es lo que es, maneja sus armas casi a la perfección, batalla y presiona de principio a fin, creen en lo que hacen, y les importa un bledo lo que piense el resto de la gente. Y conste que Bordalás tiene, si quiere, los mismos registros ofensivos que el que más.

 

Aún recuerdo un glorioso Getafe en el Metropolitano, frente a un heroico Atleti, en el que empatamos a 3, jugando en inferioridad, pero que los de Bordalás hicieron un partido espectacular de principio a fin, yendo a por nosotros sin cesar. Es decir, si tiene mimbres, juega a una cosa, y si no, se adapta a lo que tiene, y conviene recordar que este buen hombre empezó la Liga con solo 11 jugadores profesionales inscritos en su plantilla, y mantiene al equipo (o le mantenía hasta esta jornada) en séptima posición. ¿Conclusión? Cada uno juega como quiere, puede o sabe,  y los demás, a asumir tocan. Nosotros estamos enamorados de nuestro “unocerismo” que tanto desquicia a nuestros rivales, y andamos encantados de la vida cada vez que se produce dicho tanteador. No era un partido, pues, para fútbol champlán, sino para salir vestido de militroncho, directo al fango, y con el machete entre los dientes. Y, al menos, esa actitud sí que se tuvo.

 

Si en este tipo de partidos, no aprovechas alguna de las ocasiones claras que generes, date por jodido, Hermano. Y el Atleti la tuvo a los 6 minutos de juego, tras un espectacular centro de Koke al segundo palo, que remató de cabeza Nico González a bocajarro de cabeza y completamente solo, Soria lo repelió como pudo, el rechace lo volvió a rematar el jugador argentino, y Soria repelió con el pie de nuevo a córner. La oportunidad fue clarísima, pero el guardameta local estuvo brillante.

 

En el minuto 14, malas noticias, lesión de Llorente. Leía a peña en tuiter que la culpa era de Luis de la Fuente (que ni siquiera le sacó los 2 partidos que jugó España enteros). Osea, que si no se lo lleva, mal, y si lo hace, peor. Hay peña que anda de psiquiátrico subido, vamos. Entró en su lugar Griezmann, y a partir de ese momento, el Cholo realizó tal cantidad de cambios de posiciones y de esquema en los jugadores, que a ver quién es el guapo que se atreve a enumerarlos todos, sin que se le escape ninguno. Ya sabéis que yo estos temas los doy por perdidos, ni los entiendo, ni hago ya por entender nada. Es imposible, además, poder seguir tal vértigo de acciones. Desde luego, ayer Simeone dio un recital difícil de olvidar.

 

El resto de este primer tiempo, fue de guerrilla total, cuerpo a cuerpo sin piedad. El Geta presionó mucho, sí, pero a Musso le vimos poco, y, la verdad, tampoco nosotros logramos que nuestro juego fuese fluido y profundo. Dudo mucho que cualquier espectador neutral continuase viendo el segundo periodo, y si es así, habría que darle la medalla de oro al mérito deportivo, así que, con algún escarceo que otro de Griezmann, fatalmente finalizados por el francés (cuando no le daba por estar directamente en fuera de juego, vaya partidito que nos dio Antoine en este sentido, por Dios Santo), nos fuimos con el resultado inicial al descanso.

 

La segunda parte me dio muy mala espina su inicio. El Getafe, a ese estilo tan suyo entre embarullado y a empujones, hubo momentos en que nos embotelló en nuestra propia área, pero la muchachada supo mantener el tipo y tampoco es que lograsen una gran ocasión siquiera para llevase el partido (exceptuando el larguerazo del final).

 

Y eso que empezó  con un remate al palo de Griezmann, aunque quiero recordar que andaba, para variar, en fuera de juego final. En el 52, esta vez Don Antoine dejó el único detalle técnico (o casi el único) para enmarcar del partido, al dejar un balón sutilmente de tacón cuando se perdía el mismo por línea de fondo, hacia Barrios, pero Pableras dudó si centrar o tirar, y con el Geta, dudas, las justas, o te comen.

 

En el histórico ya minuto 60 entraron los Cholo cambios, el ya mítico de Sorloth por Julián Álvarez, y esta vez quitó a Koke (de más a menos durante el encuentro) y sacó a Raspadori, que estuvo bullicioso, participativo, con ganas y que, a la postre,  terminó resultado decisivo.

 

En el 71, un remate ajustado y desde fuera del área del italiano sacó de nuevo Soria desviando con una gran mano poderosa. Por aquel entonces, Getafe y Atleti estaban ya retozando en pleno fango, luchando de poder a poder, y al final, Baena se saca de la manga un majestoso pase con el exterior de su pie hacia el desmarque de Raspa, éste pone el pase de la muerte hacia el área pequeña en dónde se encontraba Grizzi (sorprendentemente, en posición legal), Domingos Duarte que intenta bloquear el balón, y al final se lo acaba metiendo en propia meta casi de tacón. Obviamente, nunca va a ser el tanto de nuestras vidas, pero vale su peso en oro igualmente para nuestros intereses, así que, para los excelsos ilustrados getafenses que lloran por la fortuna o desgracia del mismo, que asuman que también suele ser un tanto muy suyo producto del fútbol que realizan. Ya saben, yo no critico, pero lecciones de ética futbolística, cero patatero pero de ni Dios, vamos.

 

Posteriormente, Barrios tuvo otra buena ocasión tras otra buena asistencia de Baena, que Soria volvió a atajar de forma espléndida de nuevo, y la cosa acabó con el Geta volcado en nuestra área, y con Arambarri, nuestro gran verdugo la temporada pasada, estrellando un balón en el larguero de semichilena, tras tropecientos rechaces sin ton ni son dentro de nuestra área, muy acorde con el desarrollo del encuentro en sí mismo, así que, bien por mi equipo, porque no era partido ni para el lucimiento de nadie, ni para filigranas guardiolescas, sino para sacarlo hacia adelante como fuese. Y el que lo vea fácil, que vaya pasando por el Coliseum ese y nos cuente, porque, o está dispuesto a dar barrigazos y dejarse la vida en cada acción, o lo pasará mal, bastante mal. Guerra de guerrillas conseguida.

 

Árbitro: Cuadra Fernández.

Completamente desconcertante con su criterio a la hora de sacar tarjetas, pero vamos, partiendo de la base de que ninguno tiene un criterio definido, más que el de “sacarlas por tocar los cojones, sin más pretensiones adicionales”, bueno está.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Sin tener que realizar acciones espectaculares, ni mucho menos, pero Musso me sigue pareciendo un suplente de plenas garantías. De los demás me quedo con la clase de Alex Baena, la buena aportación desde el banquillo de Raspadori, pero hoy este espacio tiene que estar ocupado, por derecho propio, por Don Koke Resurreción … 700 partidos con la Rojiblanca ya … ¡700! El dato es brutal hasta decir basta, me emociona por completo y estoy convencido de que puede cascarse otros 100 más. Sea como fuere, Capitán, Leyenda Activa, jugadorazo y ATLÉTICO por todos los poros de sus pies. Siempre a  sus pies, Don Koke.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Espantoso partido de Julián Álvarez, que lleva ya unos cuantos desaparecido. Menos mal que los vamos sacando según vamos pudiendo, pero necesitamos su mejor versión como el comer. Simeone, aquí hay trabajo, y corre prisa el arreglarlo ya.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 3 GRADOS).

Este encuentro lo tenía marcado a fuego vivo, y son 3 puntos siderales, así que, tiro la casa (una vez más) por la ventana, y subidón de 3 gradacos para nuestro rojiblanco cuerpo. ¿Qué tal os ha sentado, malditos?

 

 

EL C.

Esta vez no puedo hablaros del Madrileño, porque como bien sabéis no disputaron su partido tras una intoxicación alimenticia (igual les invitó Arbeloa a comer, vaya usted a saber), así que el domingo por la mañana, y con ese frescor marino que caracteriza Madrid en esta época del año, me fui a Majadahonda para ver al C frente a los vecinos de Don Rubio, el Villaverde. Ganamos 5-1, aunque el resultado fue tan abultado como engañoso (en el descanso íbamos 1-1).

 

De agradecer que el equipo visitante desease jugar al fútbol sin ninguna otra arma más que el balón que ruede y lo que sean capaces de hacerlo sobre el terreno de juego, basándose en su fútbol desplegado. Hasta el 2-1 aguantaron bien, de hecho, y estuvo más que igualado el encuentro.

 

Sin embargo, a partir de ese tanteador, el C fue un vendaval al contragolpe (acuérdense la jornada anterior, ¡1-8 frente al Galapagar, que se dice pronto!), y terminó arrollando por completo a los visitantes, demostrando también mucho más poderío físico. El chico de moda en esta categoría se llama Jesús Barrios (otro nuevo gol y asistencia al canto) y mucha gente ya suspira por verle con el Madrileño y todo.

 

Sinceramente, discrepo por completo de tal afirmación. Es evidente que el chaval es habilidoso como él solo, tiene innatas cualidades técnicas, gol, clase y se maneja bien en el uno contra uno … Pero que siga ahí, forjándose en la tercera madrileña, que le va a venir de cine todo este tipo de experiencia.

 

Nada más. El miércoles nos visita el Inter, rival muy complicado en el timo ese que es la Champions League. Si ganamos, espectacular sobre todo por los egos de los jugadores, y el músculo que va a seguir mostrando el Metropolitano, estadio ya temido en uno y otro confín, pero ya saben cómo suele acabar siempre esto: llegaremos … hasta nos dejen. Y no les mola mucho vernos demasiado lucir tipo por Europa… “No importa lo que pase, no nos separarán” …



3 de noviembre de 2025

Atleti 3 - Sevilla 0. Nos van los aires del Sur (Don Teto dedicated)

 

Nos han sentado de puta madre los aires del sur en esta última  semana, y empezamos a ser la bestia negra de los 2 equipos sevillanos (especialmente sangrante en el caso de los béticos, aunque ojo, los palanganas llevan ya 17 o 18 años sin vencernos tampoco en el Metropolitano). Por supuesto, todo este tipo de rachas frente a este tipo de equipos, se las debemos en gran parte a Don Diego Pablo Simeone, que es el artífice principal de esta regularidad que nos parece tan sencilla, pero que no es tan fácil ni mucho menos.

 

Bien es cierto que el nivel deportivo, especialmente de los sevillistas, ha bajado muchos enteros debido principalmente a la nefasta gestión de ese nido de Vespas Velutinas  en que se ha convertido el palco del Pizjuán. En esto siempre está  la eterna discusión: qué nos puede más, ¿El odio por un rival  que a su vez nos detesta profundamente, o una visión más inteligente y pragmática del asunto, teniendo en cuenta que las pocas posibilidades reales que tenemos para disputar el título liguero, se deben principalmente a la existencia de equipos más fuertes que puedan complicar la existencia a las dos grandes Morsas Ursulinas? Yo lo tengo claro: quiero Sevillas, Betis, putos Vascos, Valencias y Paletos-Real, cuando más competitivos, mejor. Y luego, nosotros, a  ganarles en el campo en nuestros enfrentamientos individuales, siempre que seamos capaz de conseguirlo, claro. Es el único camino posible, créanme.

 

La verdad es que el partido fue plácido en cuanto a sustos sevillistas. Dejamos la portería a cero, porque Oblak fue casi un espectador más del encuentro. Dominio total y absoluto del Atleti, que, sin embargo, le costó terminar de perforar la portería visitante, en parte por el orden defensivo visitante, y en otra parte por nuestra falta de acierto de cara al gol.

 

A los 8 minutos tuvimos la primera buena ocasión, en un buen balón lanzado de falta por Baena, que nuestro Comandante Giménez no acertó a cabecear bien con su testa.  A los 14, un buen balón de Hancko no logró acertar a rematar Sorloth, dejando claro que no tiene ni idea de rematar en opciones ofensivas de cabeza, sencillamente, porque no coordina bien el momento del salto en relación en cuando debe de rematar el balón. Y eso que el noruego no hizo mal partido, pero estuvo mucho mejor en funciones de segunda punta, asistiendo a sus compañeros, que en la de nueve, en la que volvió a ser la nulidad de siempre. Pero bueno, algo es algo.

 

A los 29 Alexander demostró esto que os acabo de indicar, en un fantástico balón que le puso Baena y que le dejó más solo que la una ante Vlachodimos. Obviamente, la paró el guardameta hispalense.

 

Sin embargo, a los 37, y en su misión de segunda punta, asistió de forma espléndida a Nico González (previa asistencia anterior de Baena de nuevo), cuyo remate casi a bocajarro lo repelió el poste de forma violenta. Una lástima, porque hubiese sido un gol de bandera.

 

Casi al borde del descanso, mismos protagonistas. Oblak saca en largo, Sorloth peina ante el desmarque posterior de Nico González, y el argentino no logró superar de nuevo a Vlachodimos, cuyo rechace se fue a córner. Hablando de los córners, el Atleti en este partido sacó de nuevo un buen puñado de ellos, y parece que se va mejorando en la ejecución de los mismos, principalmente por el piececito que Dios le ha dado a Alex Baena. Sin más historietas, con este 0-0 nos fuimos al descanso.

 

En la segunda parte, y como era de esperar, el Atleti le metió una segunda marcha a la cosa, y se notó. A los 51 minutos, de nuevo Sorloth se puso el disfraz de jugador asistente, y le dio un buen balón a la cabeza de Julián Álvarez, que demostró también que lo suyo no es el arte del cabeceo tampoco, si bien a él le perdonamos casi todo (al Salmones, NO).

 

Y en el 61, llegó la jugada clave del partido, en un penalti clamoroso de Nianzou sobre Giménez, que visto que el malnacido del arbitrucho no hacía ni puto caso a dicha situación, nuestro rojiguayo decidió que ese penalti lo tenía que pitar, sí, o también, y no se levantó del área hasta que el árbitro del VAR llamó al trencilla y no le quedó más remedio que señalar la correspondiente pena máxima, después de verla repetida, ante el clamor de toda la grada. Supongo que como no le vio con la pierna arrancada de cuajo y echada al hombro a Josema, por eso decidió no pitar inicialmente el mismo, otra cosa … Don Julián lo transformó con la seguridad y sangre fría que acostumbra, y puso el ansiado 1-0 en el marcador. Más que justo, por cierto.

 

En el minuto 68, esta vez sí, los Cholo-cambios fueron lógicos, justos y funcionaron a la perfección. Nico no podía ni con su alma, Sorloth se llevó su pequeña ovación, y entraron en el terreno de juego, bien Gallagher, y muy bien Almada.

 

En el 73 al fin vimos que Oblak estaba en el terreno de juego, en un zombanzo de Gudelj que nuestro portero tuvo que desviar a córner. Y en el 77, llegó la gran jugada del partido, en uno de esos balones que solamente Giuliano Simeone tiene fe en conseguirlo, robándole la cartera a Suazo, colándose como una flecha hasta la línea de fondo del área, como mandan los cánones del buen extremo que se precie, y poniendo un pase de la muerte sensacional hacia el desmarque al segundo palo de Almada, que batió a puerta vacía.

 

Lo de Simeone Junior es sencillamente emocionante, ya os lo he comentado en anteriores veces, pero hay que hacer justicia y el movimiento de Diosito Grizzi arrastrando a los dos centrales ayudando al demarque de Almada, y dejando pasar el balón con un grácil saltito cuando, inclusive, podría haber intentado él dicho remate a puerta, es digno de elogio, de mención y de aplauso también. Otra cosa el francés no tendrá ya, pero la clase la sigue manteniendo casi intacta.

 

Ya con el 2-0 en el marcador, Almada se puso a hacer de las suyas. Primero asistió tras gran acción individual a Gallagher, cuyo remate se marchó a las nubes. Después, sin embargo, fue Julián Álvarez el que dejó solo a Antoine de nuevo. Estaba tan solo solito solo, tuvo tanto tiempo para haber rematado casi de cualquier forma que se le hubiese ocurrido, y fue con tan poca fe en conseguir el tanto final debido a que se pensaba que andaba en fuera de juego, que terminó también mandando el balón a las nubes  y errando la mejor ocasión del partido (minuto 83).

 

En el 90, sin embargo, el francés puso el broche de oro a su gran aportación en el campo, resolviendo una gran combinación entre él mismo, Ruggeri y el propio Almada, anotando el 3-0 en el marcador y sentenciando ya lo que andaba más que sentenciado.

 

En definitiva, partido muy currado, victoria incontestable (y corta, añadiría) y esperemos que sigamos disfrutando de los aires sevillanos del sur que tan bien nos sientan.

 

 

Árbitro: Un tal Francisco Hernández.

La verdad es que no tenía este colegiado calado para nada, y me sorprendió muy negativamente que no pitase ese penalti a la primera, pero bueno. Dejémoslo estar por esta vez, no quiero seguir añadiendo muescas sobre mi revólver de indeseables.


EL CRACK DEL PARTIDO:

Muy buen nivel de la defensa (incluido Ruggeri, no es la plasticidad personificada el italiano, pero es inteligente y no se complica tampoco la vida en exceso, parece un tipo consciente de lo que es y lo que nos puede llegar a dar). Grandioso Giménez en su insistencia en no levantarse hasta que nos pitasen el penal, incansable Nico González (como siempre), Baena es ya un imprescindible para nuestra existencia, no sabemos concebir a nuestro equipo sin él,  pero el premio final se lo lleva de nuevo Giuliano Simeone. Estoy convencido de que si le tuviese como rival en vez de disfrutarle en nuestro Atleti, pensaría “joder, pero qué pibe tan sumamente pesado, madre”. Pesado, sí, a la par que entusiasmante. Es como si tuviese una sobredosis de Atleti en vena, vive y disfruta de cada momento de defender nuestra camiseta y honrar nuestro escudo, y, a la par, nos hace también vivir, sentir y disfrutar el mismo de verle jugar con ese entusiasmo y esa gallardía. Al único jugador similar que he visto es a Francisco Conceicao en la Juve (y en el Oporto antes), poco más. De nuestro Simeone Junior no tengo ninguna duda, lo vamos a seguir disfrutando hasta que queramos. Y va a ser por mucho tiempo, créanme.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Francamente, no me sale hoy poner a nadie que me haya defraudado, la verdad. Ojalá y que, de aquí al final de temporada, mande esta sección al limbo. Nada me molaría más.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (0 GRADOS).

A pesar de las amenazas vertidas por el Señor Almendrales a la finalización del encuentro sobre este respecto, el Termómetro se mantiene imparcial e independiente, y considera esta victoria en casa como de obligado cumplimiento. Así que, orden en la sala, háganme el favor.

 

EL MADRILEÑO.

Extraordinario resultado conseguido por la muchachada de Don Fernando, en su visita a Tarragona, en un partido jugado de forma muy seria, ordenada, sin excesiva brillantez, pero sí con eficacia y saber hacer, como hacen los líderes, vamos.

 

Primer tiempo igualado, con un Madrileño jugando de tu a tu al equipo local, y que se adelantó en el marcador con un tanto del desconcertante Omar Hanneh, tras remate de cabeza a placer. Parece  torpón, pero de vez en cuando te hace un cambio de juego que te deja sin sentido. Aprovecha su gran envergadura para bajar los balones al pasto e intentar apoyarse en sus compañeros según van viniendo desde atrás. Para Torres es fijo, así que lo que el Niño dice, grabado en sangre queda, compañeros.

 

Esquivel, por su parte, tuvo que realizar ese paradón antes de lo que nos está acostumbrando a hacer en momentos tan puntuales como clave de los encuentros. Es otro de mis favoritos, ando embelesado con su forma de parar, su tranquilidad y su personalidad en el campo.

 

Ya en la segunda parte, Esquivel nos volvió a salvar de nuevo en otro remate casi a bocajarro de los pseudopolacos esos,  hasta que en el 70 Arnau logró el 0-2 en una brillante acción individual rematando a la escuadra contraria tras internarse y recortar en en el área. Tiene 24 tacos y ya no puede andar subiendo al primer equipo (salvo que se le hiciese contrato profesional con la primera plantilla, claro), pero el chaval está aprovechando, de momento a la perfección, la oportunidad de demostrar todo su talento en el Madrileño.


Ya al final del partido, llegó el tanto del anciano Javi Serrrano (dicen que tiene 23 tacos solamente, madre mía, quién lo diría) en el gol menos estético y plástico que he visto yo en mis 50 años de fútbol, pero que cuenta como el que más. Así que, hagan paso, que el Líder sigue a lo suyo.

 

Nada más. Mañana otra vez al Metropolitano, esta vez en Champions, a ver a los vecinos del Miguelito. Pero no puedo despedirme  sin terminar mi dedicatoria lamentablemente incompleta del día del Betis, a mi Hermano Don Teto, al cual también le dieron la insignia de plata, junto con los Hermanos Raso, en la anterior jornada. Hermano, me alegro muchísimo de su fidelidad y honor, y que siga usted pintándonos la vida a todos de Rojiblanco como acostumbra, y conservando su perenne sonrisa en la boca. Y, lo más importante, que le siga a usted funcionando de forma tan estupenda su tránsito intestinal, que a muchos otros no vea la guerra que nos da, carallo. Abrazote de avalancha de gol en el Calderón …



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