27 de enero de 2025

Atleti 1 - Villarreal 1. Un punto que suma.

 

Volvemos a estar en nuestro tobogán favorito subiendo y bajando de él sin parar, y cargando toda nuestra ira sobre el árbitro en cuestión (del que hablaremos más adelante), con la misma dureza que si fuésemos Don Clint Eastwood en la fascinante "Sin Perdón". Conviene recordar  también, sin embargo, que el equipo venía de un esfuerzo sobrehumano el pasado martes frente al Leverkusen, en un partido histórico remontado con 10 jugadores y en el que la muchachada tuvo un desgaste frenético para poder doblegar al, probablemente, equipo más en forma de Europa junto con nosotros mismos, a pesar de estos dos últimos tropiezos en liga.

 

El Cholo se vio obligado a hacer rotaciones (en este caso, tan lógicas como necesarias) y encima, tuvimos esta vez como rival al Villareal de Marcelino, que no deja de ser una buena fotocopia de nosotros mismos, es decir, nos encontramos enfrente a nuestra horma de nuestro zapato. Equipo sumamente ordenado, tremendamente peligroso a la contra y que sabe que el baloncito es redondo y tal. Por eso, precisamente, se nos suelen dar tan mal. Sacamos un punto, pues señores, a mi eso lo único que me indica es que hay que seguir, que sumamos, y que continuamos en toda la pomada. Y no tengo muchas más ganas de calentarme la cabeza, porque confío plenamente en lo que ando viendo hasta el momento. Se pudo ganar, se pudo perder, se empató. Pues ya está. Fútbol, y punto.

 

El partido en líneas generales fue bastante igualado, por un lado, y por otro, al equipo le vi algo cansado, sino físicamente en sí mismo, sí mentalmente. El Cholito lo intentaba como siempre por su banda derecha, pero no tenía la misma frescura que en anteriores jornadas, y el único jugador que era capaz de llevar peligro de verdad fue Julián Álvarez, a pesar de que su socio favorito, Rodri de Paul, estuviese en el banco. A los 11 minutos, el sorprendentemente infrautilizado Gallagher tuve un gran remate lleno de clase con el exterior del pie desde fuera del área que salió lamiendo la escuadra del guardameta azulejero. El dominio era poco profundo pero constante del Atleti, mientras que los de amarillo se les veía relativamente cómodos representando ese rol, en espera de su gran ocasión. Y llegó en el 26 de juego, en un penalti de Reinildo sobre Gerard Moreno, tras un mal control inicial de Witsel (el belga luego enmendó su actuación, y con creces, las cosas como son). ¿Es penatli? ¿No es penalti? Después de ver la jugada mil veces, para mi lo es. Por mucho que toque el balón previamente el mozambiqueño, le entra con un ímpetu excesivo y hasta temerario inclusive (y no es la primera que nos hace, recuerden Bilbao en Copa) y le termina arrollando haciéndole una especie de tijera en su pierna de apoyo. El problema es el de siempre, por qué unos sí, y otros no. La falta de criterio o no según sea el rival que ande en juego, es ciertamente preocupante. Pero justificar todo el resto  casi de tu existencia por esta jugada en sí, o por el arbitraje, sibilino, sí, molesto, también, irritante, mucho, me parece un error supino. Dicho esto, allá cada cual.

 

El propio Gerard logró batir de potente disparo a Oblak transformando el dichoso penalti en cuestión, y 0-1 en el marcador, vuelta a empezar a remar de nuevo, y bastante cuesta arriba pintaba la cosa, por cierto.

 

Curiosamente, en el 32 de juego se produjo una acción similar a la de Reinildo, pero esta vez con Correa y Junior como protagonistas, es decir, área contraria.  Se podía haber realizado también una lectura similar a la de la anterior jugada, ya que el guardameta castellonense despeja el balón primero con las manos, sí, pero termina también chocando con Angelito. ¿Penalti? ¿No penalti? Pues según el criterio que le apetezca aplicar el señorito en cuestión. Y sí, por si las dudas, también me mojo, porque no es penalti, en mi humilde opinión, sino que es hasta más bien Correíta el que entra como un caballo desbocado buscando el propio choque sin mucho sentido. Pero ...

 

En el 35 se pudieron poner los visitantes con 0-2, en un córner de Baena que el puñetero Gerard Moreno cabeceó más solo que la una saliendo su balón rozando el palo. Para colmo, al borde del descanso, un desconocido a la par que desangelado Koke, se dejó comer la tostada por el hiperactivo Baena, este cedió sobre Gerard de nuevo, y cuando casi el gol se daba por hecho, apareció Witsel disfrazado de Superman para repeler el disparo atacante tirándose con todo el cuerpo hasta el suelo como un auténtico jabato. Acabó este primer tiempo con una buena acción de Correita girándose con el balón controlado dentro del área tras asistencia de Connor, pero su remate inocentón lo atajó sin mayores historias el tal Junior ese. Con el 0-1 nos fuimos al descanso, y no, no tenía muy buena pinta el tema.

 

En la segunda parte el Cholo empezó a mover la Choctelera, y, sinceramente, el cambio de Gallagher no lo entendí en absoluto. El inglés fue nuestro mejor jugador de la primera parte (y eso que no lo pone ni mucho menos en dónde más rinde, que debería de ser por detrás de los delanteros, ya que tiene tanto gran visión de juego final como gol en sí mismo), pero bueno, las cosas de Simeone.

 

La cosa empezó casi que como acabó el primer tiempo, con sustos por parte de los putos azulejeros. Gran contra visitante conducida de nuevo por Baena, dio una asistencia a su vez que dejó solo a Yeremi Pino, este centró al segundo palo viendo el desmarque de Gerard Moreno, y en el último suspiro, de nuevo Superman Witsel tiró de capa y le robó un balón in-extremis, que si hubiese logrado rematar el delantero amarillo, hubiese sido gol sí, o también.

 

Dos minutos más tarde, la primera gorda a nuestro favor, en un pase en profundidad de Rodri de Paul sobre Barrios, éste realiza un centro chut que repele Junior, el balón que le cayó muerto a Angelito Correa, pero se llenó del mismo en su remate posterior y cruzó en exceso ante la portería  visitante. El Villarreal creaba mucho peligro, si, pero el Atleti le empezó a recordar que esto es el Metropolitano, y aquí el que quiera ganar tiene que hacer mucho más que lo pensable e imaginable para conseguirlo finalmente.

 

En el 55, tuvo otra buena opción De Paul, pero quiso colocar tanto el balón que su remate final fue blandito como si de un balón de playa se tratase. Sin embargo, 4 minutos más tarde, llegó el ansiado empate. Gran jugada en el área entre Barrios y Don Julián Álvarez, éste da el pase de la muerte a Correa, el Marginal remata de tacón sobre la portería visitante, le da el balón en su otra pierna de forma trompicada, y al final el esférico le queda muerto en el segundo palo a Samu Lino, que puso el 1-1 a placer dentro del área pequeña. Lo más complicado estaba ya conseguido.

 

Sobre el 70 de juego, una gran acción individual de la Araña Rojiblanca, que se está ya empezando a acostumbrar a aventurarse e ir solo contra el mundo si es menester, nos deleitó con una gran internada suya dentro del área, pero su remate final fue muy centradito y atajó sin mayor complicación el guardameta visitante.

 

Ya en las postrimerías del encuentro, el Atleti dominaba con más corazón que profundidad en sí mismo, lo cual obligó a Pablo Barrios a probar fortuna desde el Cerro del Espino, pero su fenomenal chutazo lo repelió con otra gran intervención el portero amarillo (más de estas tienes que seguir haciendo, Pableras, que tienes todas las condiciones habidas y por haber para realizar este tipo de acciones).

 

Dos minutos más tarde, Griezmann, que había entrado en ese plan de turista francés que tanto me desespera, como le suele dar la vena de vez en cuando, tuvo una pintiparada ocasión de gol tras excelente balón que le puso De Paul a su cabecita, pero el remate del francés salió lamiendo el palo. Y esto ya no dio para más de si. Partido complicadísimo por todo, y contra todos (como siempre, por otro lado) y, visto los antecedentes previstos, y el desarrollo final del encuentro,  personalmente este punto sí, me valió. Y queda muchísimo tour todavía, así que, a seguir pedaleando, hermanos.

 

 

Árbitro: Sánchez Martínez.

Cómo no, recuerdo una vez al gran Don Luis Aragonés, indicar que a los árbitros hay que también estudiarlos en profundidad para saber cómo tratarlos y tal. No puedo estar más de acuerdo con él (como siempre, vamos). El señor Sánchez Martínez pertenece al grupo de los “predispuestos”. Sale con esa mentalidad de siempre, vamos. Predispuesto a no pasarnos ni una. Predispuesto a la mínima protesta, tarjeta. Predispuesto a la mínima acción dudosa dentro del área, tener un criterio u otro según le convenga para sus oscuros intereses. Por eso, estuvo claramente predispuesto a señalarnos un penalti en contra cuando, lo menos, es que el VAR le hubiese llamado a verlo (aunque le hubiese dado igual, ya os comento). Sin embargo, en el otro área, y ante una acción parecida en la que el protagonista fue su portero y nuestro delantero Correa, también estuvo “predispuesto” a que no le surgiera alguna duda y, por supuesto, obviarlo sin más complicaciones, al igual que, cómo no, ocurrió con un cruce posterior de un defensor del Villarreal con De Paul dentro del área visitante. Bien pudo haber tenido la duda, al menos, pero cuando sales predispuesto y con la lección bien aprendida, no dudas un instante, y logras el objetivo final que te planteas: desquiciar a todo el mundo por igual. Por eso mismo indico que, con este tipo de árbitros, nosotros tenemos que salir con pies de plomo, cuidar muy mucho las protestas, las acciones en ambas áreas porque, a la mínima, él no va a tener duda alguna, como así demostró. Esto está montado así, y nos hemos superado también a esta circunstancia siempre. ¿Por qué iba a cambiar en la presente temporada? Todo ello, por supuesto, predispuestamente de acuerdo con el pajarraco del VAR, claro está. Un tal Iglesias Villanueva. Porque este pájaro tampoco se debe de ir de rositas. Hay que reconocer anda perfectamente compenetrada, si señor. Basura con basura, pues eso ... Más  basura.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Igual se lo hubiese llevado Witsel de no haber sido por ese balón mal controlado en el penalti de Reinildo posterior, muy buen partido de Barrios, pero el título honorífico vuelve a recaer en la Araña Rojiblanca, Don Julián Álvarez. Cargó con todo el peso del equipo sin desfallecer, aunque esta vez no tuviese la fortuna final de conseguir batir la portería rival. Nuestro jugador diferencial por excelencia.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

No sé si quedarme con el dichoso juego temerario de Reinildo, con la vuelta a las andadas en más de una ocasión de Molina, con el flojísimo partido de Angelito Correa, con el insultante turismo realizado por Diosito en el rato que salió a pasearse en el campo, o con la tristeza que me produce ver a Koke en este estado tan lamentable de juego. Y ahí sigo, dándole vueltas a la cabeza … ¿Me ayudáis, o qué?

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (O GRADOS).

Ya hicimos la vista gorda en Leganés, pero este tropiezo en casa no le podemos dejar impune, así que provoca una bajada de 2 grados (los que teníamos en positivo, vamos), quedándonos con el ya mítico, “ni frío, ni calor”. Qué le vamos a hacer.

 

Y el miércoles, un partido vital contra el Salzsburgo, máxime visto que esta directiva no quiere saber absolutamente nada de reforzar el equipo. Si nos quitamos de en medio 2 partidos a vida o muerte, encima de CHL, que vaya usted a saber contra qué rival nos toque, encima, visto cómo anda la clasificación para esta apasionante última jornada final, nos servirá para afrontar Liga y Copa con la máxima frescura posible (dentro de que el calendario sigue siendo infernal de por sí). Aparte, son nuestros hermanos de Red Bull, y la franquicia ha invertido mucha pasta en nosotros, así que no me vayan a joder con la pelota en el tejado, oigan … “Yo, llevo una vida a tu lado siguiéndote, desde que pisé el Fondo Sur” …



20 de enero de 2025

Leganés 1 - Atleti 0. Frenazo en seco.

 

Pues hasta 15 hemos llegado. No está mal, ¿No? Ahora a por los 16 y fuera.  Lo que más jode no es la derrota en sí, que está claro que más tarde o más temprano iba a llegar, sino contra quién se produjo, todo muy fiel a nuestra "Indiosincrasia", cómo no. No fue ni en San Mamés, ni en Barcelona, ni el Cuerna, ni el Pitzjuan, ni en Donosti … Qué va. Tuvo que ser en el puto Butarque. Pero es que somos así, y ya está. Nuestra historia está escrita llena de cagadas como esta, y no hay que darle excesivamente más vueltas al tema de las que tiene. Aparte, el equipo realizó una muy buena primera parte, en la que, si nos hubiésemos ido al descanso con un 0-2 en el marcador, no le hubiese extrañado a nadie. Pero, esto está montado así, y siempre el justo vencedor es el que logra un tanto más que el rival, así que, si este argumento nos valió en Barcelona, por poner un ejemplo, también nos tiene que valer en Leganés, por poner el segundo ejemplo.

 

Veníamos de realizar un gran partido frente al Elche en Copa, encuentro que se venció con suficiencia, solvencia y brillantez. Y la primera parte del pasado sábado el equipo siguió mostrando su mejor faceta en el juego. Con personalidad, descaro, intensidad y ratos de muy buen fútbol. Y un buen puñado de estupendas ocasiones. Pero ojo, también ellos tuvieron las suyas.

 

Nada más empezar se pudieron adelantar en el marcador, en un disparo de Juan Cruz que salió lamiendo el palo desde dentro del área. Pero pronto pilló el control del partido el Atleti, y a los 11 minutos, por ejemplo, ya creamos la primera gran ocasión, en un disparo fantástico y colocado de Julián Álvarez que repelió la cruceta (el argentino debería de disparar en muchas más ocasiones de lo que lo hace, de hecho). Un par de minutos más tarde, nuestra banda derecha, que fue un auténtico martillo pilón durante todo este primer tiempo, entre Nahuel y Giuliano, fabricaron una gran internada de las suyas dejando mano a mano de nuevo a Julián Álvarez ante Dimitrovic, pero cuando ya el gol se cantaba, providencialmente Nastasic salvó el esférico sobre la línea.

 

A los 19 tuvo que lucirse esta vez Oblak, porque tras una lamentable cesión del desconocido ayer Le Normand sirvió para que un tal Miguel de la Fuente se plantase solo ante Jan, cuyo remate casi a bocajarro logro despejar con esas manos de acero macizo que tiene nuestro imperial guardameta.

 

Dos minutos más tarde, sigue el carrusel de ocasiones por parte rojiblanca, y esta vez es Barrios quién prueba fortuna desde fuera del área, pero su remate sale relamiendo en larguero. Tranquis, que hay más. En el 26, otro balón al palo en un remate a bocajarro de Griezmann tras gran asistencia de Giuliano. Para colmo de males, el segundo remate del francés ya estando en el suelo lo salvó de manera funambulesca el dichoso Mr. Proper pepinero ese, que no vean que tardecita que nos dio el colega. ¿Quieren más? Venga, más. Minuto 29, Giuliano pone una chilena hacia el área, entra más solo que le una Gallagher y su infantil remate de cabeza lo repele, cómo no, también el larguero. Está claro que la pelotita no quería entrar, oigan. Qué cosa más absurda de vida. Así que con el empate inicial nos fuimos al descanso. El equipo  tuvo falta de puntería, mala suerte, lo que quieran, pero jugar, jugó telita de bien al fútbol, se pongan como se pongan.

 

 

La segunda parte, sin embargo, ya fue otra cosa. De primeras, el equipo salió con una torrija considerable al terreno de juego. Como cuando te has metido un cocidaco del 20 entre pecho y espalda, y recién te levantas del siestorro. Empanaos, pero empanaos de verdad, vamos. Y hasta el más tonto de los pepineros te puede hacer un reloj, y así nos pasó. Forzamos nosotros solitos un extraño córner en un balón que cedió hacia atrás De Paul, y que, increíblemente, Le Normand ni siquiera le dio por intentar ir a por él para ver si no se producía el saque de esquina final. Se produjo, Nastasic le comió la tostada pero a base de bien al bueno de Pableras, y, de certero cabezazo, puso el 1-0 en el marcador. Espero que Barrios se haya visto ya con detenimiento dicha acción, porque, seguramente, no encontrará ejemplo mejor de cómo no se debe de defender a un menda a la salida de un córner. Aprendamos la lección.

 

A partir de aquí, el dominio del Atleti fue total, pero todo él realizado de una forma terriblemente alborotada y desordenada, demasiado por impulsos, sin paciencia en la creación del juego ninguna. Y aún así se crearon otro buen puñado de ocasiones más que llevarse a la boca. Griezmann tuvo una buena falta al borde del área en el 53, que lanzó por encima de la escuadra del equipo local (no entiendo por qué Julián Álvarez no es quién se encarga de este tipo de acciones, la verdad). El Atleti se volcó cada vez más sobre la portería del Mr. Proper, pero el Lega lanzaba contras con bastante peligro, y tuvo un buen par de acciones para poner el 2-0 en el marcador.

 

En el 81 pudo empatar Correa, tras gran acción individual de Julián Álvarez, pero su colocado disparo se marchó lamiendo en palo de la portería del melenas. Tres minutos más tarde la tuvo Niño, que debutó con el primer equipo, se revolvió estupendamente dentro del área, pero su disparo se marchó ajustado al palo.

 

En el 88 se produjo el penalti por mano de Sergio González. Lo lanzó Diosito Grizzi, y es que ni siquiera fue entre los 3 palos. Este tema es gravísimo, no por ya el fallo en sí (que también), sino porque un menda que falla de cada 10 penaltis que tira, 4, no es de recibo quién sea que se encargue de dicho menester. Diablos, que tenemos a Julián Álvarez en nuestras filas, reitero. No es cuestión de crucificar a Antoine por ello, pero no le quiero volver a lanzar una pena máxima más. Si tanto quiere al Atleti como presume (lo cual no dudo ni por un solo instante) que ejerza de buen colchonero como tal, y deje que otro desempeñe dicha función. Y no hay más.

 

Bueno, sí. Hay otra doble más (ocasiones, digo), en la que Correita remató dentro del área a bocajarro del inconmensurable Dimitrovic, y el posterior rechace de balón lo remató Niño llenándose por completo de balón y mandándolo finalmente fuera cuando el gol parecía ya cantado. No me disgustó, a pesar de ello, el debut de Adrián pero en absoluto, vamos. Pero cuando el baloncito no quiere entrar, pues no entra. Más antiguo que el día en que se tomó su primer Gin-Tonic Don Enrique.

 

Así que con este resultado se acabó el partido. Que bien metidita la tenían algunos, y que bien la van a seguir teniendo metidita, como, por ejemplo, un tal Borja nosequé, Míster del Leganés, que cuando se señaló la pena máxima, se dedicó a hacer el mayor de los ridículos posibles haciendo gestitos hacia nuestro entrenador. Le recuerdo, mi querido mequetrefe muerto de hambre, que Don Diego Pablo en ningún momento habló de su equipo para nada, es más, elogió en la previa al Leganés y al trabajo que supuestamente vos anda realizando, claro que, una cosa es el equipo que le paga, y otra muy diferente el equipo que uno lleva en su corazón, ¿Verdad, cervatillo mío? Ojalá y te pudras en segunda, que es lo único que te mereces. Y hasta aquí tu minuto de gloria, que tampoco uno puede andar perdiendo demasiado el tiempo con determinados especímenes del tres al cuarto.


Ha sido un frenazo en seco, si, pero queda mucho tour, y ya entrará de nuevo el baloncito, que nadie lo dude. Así que, si fueron 15 partidos al final venciendo consecutivamente, desde mañana empezamos la racha para que nuestro próximo récord se conviertan en 16. Jugando como en la primera parte, no habrá problema en ello, créanme.

 

Árbitro: Melero López.

Malo de solemnidad. Otro del Club de las tarjetas caídas hacia todo bicho viviente rojiblanco (especialmente sangrante la que le saca a Lenglet cuando no hizo ni falta el francés, y que acarrea suspensión, por cierto). En cuanto al penalti en sí, no he tenido muchas ganas de analizar la jugada bien, la verdad, total, ¿Para qué? Dicho esto, si el balón le da en la mano realmente al defensor del lega, es un penaltazo como el Calderón de grande, he dicho.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Julián Álvarez. Exijo desde ya que este muchacho tenga todos los galones habidos y por haber a la hora de lanzar faltas peligrosas directas, penaltis y demás. Trabaja lo indecible, se ofrece en todo momento y fue el que con más ideas lo intentó durante todo el partido. Sigue yendo cada día a más, y lo que le queda, ya os voy anticipando.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

De verdad, que no logro entender qué le pasaba el pasado sábado a Le Normand. No es que jugase mal, es que andaba completamente descoordinado en todas sus acciones. Saltaba a destiempo, no iba a por balones fáciles que eran suyos sí o también, despejó otros de una forma esperpéntica para la clase que tiene. Sinceramente, parecía bajo los efectos  de alguna sustancia estupefaciente. Otra cosa no puedo entender. En fin.

 

Nadie se puede ni imaginar lo que eché de menos al noruego en la segunda parte frente al Leganés. En serio. Tengo una constante sensación de amor-odio con este jugador. Ni contigo, ni sin ti.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 2 GRADOS).

Tenía más que asumido y mascada esta derrota, por lo que, la doy por “válida”, y no toco el Termómetro de momento. Dejémoslo estar, va …

 

Y mañana, Champions frente al Leverkusen. Partidazo total entre 2 de las escuadras más en forma en Europa en estos momentos. Hay que ganar, claro que hay que ganar. Estos partidos dan prestigio, tradición y los ve medio mundo, así que no podemos fallar. Que la fuerza de Red Bull nos acompañe … “Llevo en mi piel, tu escudo tatuado, si nos caemos, combato y me levanto” …



13 de enero de 2025

Atleti 1 - Osasuna 0. ¡Campeones de Invierno!

 

Todos tenemos claro que el oficioso título de Campeón de Invierno tiene poco valor intrínseco, aunque no deja de ser un excelente indicativo de la marcha del equipo en la actualidad. De hecho, antes se valoraba muchísimo más el quedar primero en el “Apertura”. Recuerdo portadas historias de antaño de periódicos deportivos reflejando tal hecho. Yo sigo diciendo que no sé si vamos a ganar el título o no, pero que el que quiera despedirnos de estos puestos de honor les va a costar sangre, sudor, lágrimas y buenos sueldos a árbitros y primas para equipos rivales si quieren conseguirlo.

 

Partido frente a Osasuna. Siempre rival rocoso y complicado de por sí (mucho más en el Sadar, eso también). Veníamos, aparte, del parón Navideño, y del posterior reestreno en Málaga frente al Marbella, en partido de Copa, y en el que tuve la inmensa fortuna de estar presente en las gradas, debido al viaje que organizó espléndidamente mi Peña la Rock and Roll. Viajazo total, pase de eliminatoria conseguido y que pase el siguiente. Mejor que empiece ya la marcha, porque el Atleti está acostumbrado a jugar entre semana y en finde, y Don Diego Pablo anda haciendo virguerías repartiendo minutos entre unos y otros para que todo el mundo ande enchufado y el equipo no se resienta en su  rendimiento.

 

Antes de liarme con el partidito en cuestión, también comentar que estuve presente en el siberiano Cerro del Espino viendo a la muchachada del Niño empatar frente al Algeciras el pasado sábado. No tuvieron los nuestros nuestra mejor actuación, estando muy espesos en la circulación de balón y en la generación de juego ofensivo principalmente, a pesar de que al borde del descanso logramos adelantarnos en el marcador por medio de Rayane, que tiene una pintaza de jugador diferente y diferencial de la leche. Apunten bien este nombre: Rayane.

 

Después, en la segunda parte, nos empataron los visitantes muy pronto (se veía venir, por otro lado), y solamente los últimos 25-30 minutos el Madrileño se lanzó decidido a por la victoria, y en ese tramo final del encuentro si que estuvieron con bastante más mordiente y verticalidad sobre el terreno de juego, así que bueno, nos sigue costando un mundo sacar los partidos de “casa” (por llamarle al Cerro de alguna forma, cancha más desangelada e inhóspita, por Dios Santo), pero seguimos estando cómodos en la clasificación de la Liga, que es lo que realmente importa.

 

En cuanto al partido de los grandes en sí: pues yo diría que fue una victoria bastante cómoda, a pesar de lo ajustado del resultado. No pasamos ni un solo apuro defensivo (gracias al buen hacer de nuestra propia línea de la retaguardia, y a la concentración de todo equipo tácticamente hablando cuando no poseemos el balón principalmente), y, con ese condicionante, lo más normal es que más tarde, más temprano, logremos batir la portería visitante, porque mimbres en ataque, los hay, y de todos los colores y características diferentes, sí, complementarias, también.

 

Es verdad es que estuvimos un poquito espesotes en tramos de nuestro juego, especialmente en la circulación de balón, pero Osasuna nunca es rival sencillo, y lo que saben hacer, lo hacen, y con bastante corrección. Dicho esto, a los 8 minutos se nos abrió el cielo a todos, con el tanto de Griezmann tras combinación de Giuliano y asistencia de Molina, pero el francés, que inicialmente pareció que remató con la barriga, después de ver la televisión lo hace claramente con el codo, y por mucho que lo tenga pegado inicialmente al cuerpo, como acto reflejo termina extendiendo el mismo, con lo que el tanto, nos joda lo que lo haga, está bien anulado, no seamos vikingas, por favor.

 

Minuto 13, Simeone Junior entra como una flecha en el área visitante hasta casi la línea de fondo, y le cede el balón a Julián Álvarez. Lo vio tan hecho la Araña y remató tan confiado que fue más una cesión a Herrera que otra cosa, una cosa blandita, mal rematada y sin mucho sentido final. Brrrr ...

 

Minuto 28, De Paul controla un balón en el centro del campo, le pone un pase tocadito y medido, a nuestro Juli favorito, viendo perfectamente el desmarque del mismo, pero este nos demuestra que rematando de cabeza no es Don José Eulogio Gárate precisamente, y, en semifallo, termina girando el cuello sin contactar bien con el balón,  lo cual se convierte de nuevo en una sencilla intervención para el guardameta pamplonica. Parecía que la Araña no estaba teniendo su tarde, ciertamente. Sorloth igual se relamía en el banco (convencido estoy de que el partido de Copa es suyo). Así que, con el empate a cero inicial languideció el encuentro hasta el final de este primer periodo.

 

En la segunda parte entró Lino por Gallagher, dándonos el brasileño bastante más profundidad  en ataque que el inglés, más opciones y más verticalidad y versatilidad (la verdad es que había un pasillo cantidad de amplio en la banda derecha pamplonica que resultaba del todo punto inexplicable que no se aprovechase más).Y a los 10 de esta segunda parte, otro golazo a nivel colectivo de nuestro Atleti, esta vez utilizando la estrategia como arma letal. Saque de esquina que Antoine cede en corto a Rodri De Paul, éste se devuelve el balón al francés, nuestro Diosito pone un toque sutil, delicado y preciso al primer toque sobre el segundo palo de la portería rival, en la que aparece el omnipresente Lenglet, que cede de preciso cabezazo el balón atrás hacia de nuevo Julián, pero, esta vez sí, el argentino controla a la perfección y fusila a placer a Herrera. 1-0, y lo más difícil ya estaba conseguido. Toda la jugada es un pasote total, pero, por favor, quédense con la delicatessen sumun del pase de Don Antoine. Solo para elegidos.

 

De aquí al final del partido, el Atleti se limitó a coser y cantar, Osasuna dominó, pero con poca convicción y menos peligro, hasta el punto de que en una contra colchonera casi se hacen autogol ellos mismos, visto que en la nuestra no eran capaces ni de hacernos estornudar, así que, aquí paz, y decimocuarta victoria consecutiva habemus, que se dice pronto el tema. Para qué contar más. Sigo diciendo que se nos está quedando una careta estupenda, como procede a todo un Campeón de Invierno. Los demás, que vayan saludando al pasar.

 

Árbitro: Díaz de Mera.

Lo de las tarjetitas que nos sacan es digno de estudio, pero bueno, reitero, para mi el gol de Don Antoine está bien anulado.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

En realidad casi todos merecen estar aquí por el nivelazo que andan dando, pero la pareja de centrales ayer me encantó, tanto Le Normand como especialmente Lenglet, jugador que todos nos pensábamos que era más inútil que la última rebanada del pan Bimbo, pero que curiosamente se está destapando, ojo, de nuevo ( que digo yo que para ser internacional con Francia, haber sido indiscutible en el mejor Sevilla de toda su "legendaria" historia, o producirse su posterior fichaje por el Barsapasta, pues eso, que algo tendrá el agua cuando la bendicen, que aquí nos andábamos todos tirando de Gillette en nuestras venas cuando llegó con nosotros). Suele estar bien colocado, es muy elegante en su forma de sacar el balón desde atrás, un central limpio, inicia un salida de juego muy aseada, y transmite lo que más valoro en cualquier defensa que se precie: tranquilidad. A la grada, y a sus compañeros. Si encima también cada día suma más en ataque, ya no les cuento nada más. A seguir así, Messie Lenglet.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Este equipo ahora mismo no es ninguna decepción, sino más bien una auténtica bendición.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+2 GRADOS).

¡Estrenamos graditos en positivo, Señores! 3 gradazos más de nuevo de golpe, 6 en las últimas 2 jornadas ligueras, para que luego digan de la justicia, ecuanimidad y solemnidad de nuestro Termómetro favorito. ¡Qué bello es vivir!

 No quisiera acabar esta crónica sin dedicar la misma a mi ínclito Señor Patriota y sus Dalton (Adri, Izán y Rubén). Me hicisteis el mejor de los regalos posibles en Reyes, y es algo de lo que no me olvidaré jamás. Muchísimas gracias de todo corazón.



Y el miércoles, Elche. Ojito que van imparables en segunda actualmente, pero, aún sabiendo que no va a ser nada fácil la faena, confío plenamente en la muchachada y en Don Diego Pablo Simeone, que sí, que lo está volviendo a hacer … “Otra vez en  el Frente, volveré a dejarme los cojones”



23 de diciembre de 2024

Barcelona 1 - Atleti 2. ¡Cholíderes!

 


¡Qué partidazo tan extraordinario disfrutamos el pasado sábado! Fútbol en su más puro estado. Todo un duelo de contrastes en sus correspondientes estilos de juego. Un Barcelona que es un auténtico torbellino con esa capacidad ofensiva que tiene, que se lanza a tu cuello, que te intenta ahogar sin cesar, frente a un Atleti que ya está más que acostumbrado a este tipo de encuentros en los que predomina la supervivencia, pero que el que termina degollando es él en realidad. Y sí, nos salió muy bien el pasado sábado, como nos pudo no haber salido tan bien, ojo, pero fuimos mortales en dónde había que serlo, que es en las áreas, y aprovechamos el terrible riesgo que corre el Barcelona con ese tipo de juego, aunque en realidad arriesgamos los dos. Me explico.

 

El Atleti arriesgó mucho, especialmente en la primera parte, en la que nos fuimos perdiendo solo de uno, cuando, mínimo, nos podíamos haber llevado un par de ellos más. La presión del Barcelona sobre nuestros jugadores era tan brutal, que apenas fuimos capaces de hilvanar jugada alguna. Y ahí arriesgamos, porque como no hicimos frente a esa presión con otra parecida nuestra, bien nos pudimos ir bastante más disgustados al descanso. El vendaval blaugrana pronto comenzó. Raphinha fue una pesadilla constante en nuestra banda izquierda. Gavi era un pitbull rabioso que mordía a todo individuo gris que tuviese enfrente, mientras que Pedri dio una clase magistral de lo que es un centrocampista técnico, con una visión de juego extraordinaria, y, al mismo tiempo, asumiendo también el roll de  todocampista sin parar. Raphinha tuvo dos ocasiones, Lewandowski otra, el primer cuarto de hora fue un quiero pero no puedo constante de un Atleti que aguantó el chaparrón blaugrana como buenamente pudo.

 

Pasado ese cuarto de hora inicial, al menos logramos pasar del centro del campo y empezar a tener alguna posesión que otra con algo de sentido, pero el ataque azulgrana seguía siendo demoledor. Gavi falló un cabezazo de forma incomprensible cuando estaba más solo que Cerezo pidiendo un vaso de agua mineral. Y lo que tenía que llegar llegó, y, además, por el mejor jugador local, y con diferencia, el brutal Pedri, en una arrancada de las suyas, combinando con Gavi, éste al intentar el control le salió una pared con algo de suerte pero efectiva, al fin y al cabo, el canario se adentró en el área y batió con suma tranquilidad al bueno de Oblak. 1-0 incontestable, y tocaría remar, y mucho, para intentar siquiera empatar dicho encuentro. El Barsa dio una lección de velocidad en la circulación de balón, intensidad y derroche de fútbol ofensivo durante todo esta primorosa primera parte, pero el Atleti logró no irse del partido, no se desgastó tanto como nuestro rival, y bien que lo aprovechó en el segundo periodo. Y es que eso: es muy bonito el fútbol ofensivo, pero lo es más vencer.

 

La segunda parte, al ir por detrás en el marcador, el Atleti tuvo que salir, como es lógico, con otra predisposición más valiente y decidida para conseguir el empate. Pero, por su parte, el Barsa seguía creando muchísimo peligro, sabedor que si se ponía con el 2-0 en el marcador, ese partido ya no se le iba a escapar. Fermín la tuvo nada más comenzar el segundo periodo. Para colmo de males, se nos lesiona un imperial toda la noche Giménez, y en su lugar sale Witsel, cuando todos pedíamos a  gritos a Le Normand. La primera acción del belga fue una falta al borde del área sobre Lewandoski, que éste remato sobre ¡Cubarsí!

 

Casi a los 15 minutos, Pedri Potter saca de nuevo su varita mágica y le pone una asistencia celestial sobre Raphinha, pero este, con todo a su favor, mandó su vaselina al larguero de la meta defendida por el pobre Oblak, a lo cual, el Atleti respondió con una excelente contra por la banda izquierda, el pase hacia el área lo despeja Casadó, que cede una dejada pintiparada para Rodri de Paul, que venía desde atrás, y con un disparo perfectamente colocado al palo derecho, puso el ansiado empate en el marcador (un golazo como otro cualquiera, vamos).

 

A partir de ahí, el Barsa se enrabietó de nuevo, y volvió a generar peligro prácticamente constante de cara a nuestra portería. Mientras los Cholo-cambios empiezan a entrar en el terreno de juego, entre ellos, dos hombres que serían finalmente decisivos en el tramo final del encuentro, Molina y Sorloth.

 

Lewandowski esta vez falló faltando un cuarto de hora una clamorosa que debió de rematar finalmente Ferrán (aunque estaba en fuera de juego, parece ser). El partido se empieza a convertir en un toma-daca total, y responde Pablo Barrios en otra ocasión pintiparada para poner el 1-2 en el tanteador, pero respondió con una gran intervención balonmanística con el pie Iñaki Peña (Pableras, ese balón hay que rematarlo de toda la vida cruzado, y no al palo del portero, hombre de Dios).

 

El Barsa también movió su coctelera, y Olmo pudo ponerles en ventaja de nuevo, en un remate cruzado que se le marchó finalmente fuera (por cierto que, hablando de Olmo, ya me explicará alguien cómo puede jugar un tipo que, parece ser, no está inscrito como jugador blaugrana, ¿Se encuentra presente algún experto en la sala?). El Barcelona se lanzó ya de forma alocada al ataque, y como el Atleti tuviese la tranquilidad de saber leer esa presión tan adelantada del equipo blaugrana, se podía llevar el partido en un zarpazo, ya que nuestro poderío físico era imponente frente al desgaste del rival. En este tramo final apareció Oblak (muy inseguro en el juego aéreo, completamente decisivo bajo los palos), salvando un mano a mano de Raphinha tras otra mágica asistencia del Pedri Potter en su mejor versión.

 

Casi de forma consecutiva, se vuelve a lucir Oblak de nuevo, esta vez frente al mismísimo Pedri. Cuando Jan está así, es prácticamente imbatible, está claro. Entramos ya en el descuento, los dos rivales intentan golpearse sin piedad, hasta que en el 96, pasó esto que les voy a relatar ahora. En pie todo el mundo, por favor. Se avecina clase magistral de fútbol.

 

El Atleti recupera el balón en su campo, y deja que conduzca finalmente la contra Don Rodrigo De Paul. El argentino, ve el desmarque de un jugador colchonero, completamente solo, por su banda izquierda, mientras que, detrás de él, Molina pone el turbo y pasa como exhalación recorriéndose  todo el campo de forma fulgurante, sin que ningún jugador blaugrana pueda siquiera acompañarle. De Paul amaga el pase para la izquierda, mientras espera que le doble el supersónico Nahuel, y, en el momento preciso y con el toque sutil justo, le pone el balón de la forma ideal que lo necesitaba Molina, con una precisión suiza, con la velocidad justa. El lateral sigue su conducción a toda velocidad, se acerca a las proximidades del área, pone un centro preciso sobre Sorloth, y el noruego, al primer toque, de forma violenta, mete el balón en la portería blaugrana. Una jugada emocionante, lección magistral de fútbol en toda ella dónde las haya, y en la quedaron por los suelos hasta 4 jugadores blaugranas. Una puta maravilla. Para la historia, sin duda alguna.

 

Y se pueden sacar muchas conclusiones. En mi humilde opinión, el Barsa pecó en exceso de fogoso, picó en el anzuelo que le preparó el Cholo, y la muchachada leyó la lectura final del partido a la perfección. Otra lectura es que si  eres capaz de generar hasta 10-12 ocasiones algunas muy claras de gol, y solo consigues 1 tanto, si el rival es poderoso, como somos nosotros en la actualidad, lo normal es que acabes lamentándote de ello y el Atleti te machaque al final. Otra fenomenal noticia es tener a toda nuestra plantilla a nuestra disposición, que nos sirve para que nuestros jugadores que andan en el banquillo, salgan como motos y superen a nuestro rival por superioridad física. Y ojalá y no me equivoque, pero creo que a nuestros rivales les va a costar un riñón y parte del otro sacarnos ya de esta posición.

 

El Atleti generalmente se descuelga rápido de los puestos principales de cabeza en liga, y eso nos hace dejarnos llevar, en ocasiones, de forma miserable por el campeonato nacional liguero. Pero ojo, que cuando estamos enganchados, ya es otra canción. Y el Atleti está ahora mismo con sus dos manos impregnadas de Loctite, y no les va a resultar fácil que nos saquen ya de ahí ya nadie. Así que pues … ¡CHOLÍDERES!

 

ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea. Le reclamaron una mano de Giuliano dentro del área que le dio el balón en la misma pero estaba ya casi en la línea de fondo, con lo que no tuvo la misma influencia alguna en el juego, así que acertó al no pitar el penal. Por todo lo demás, sin complicaciones. Los 2 equipos se dedicaron a lo suyo, y esa es la situación ideal para que haya un buen arbitraje.

EL CRACK DEL PARTIDO:

De Paul pasó de jugar una primera parte bastante mediocre (como la de todo el resto de sus compañeros, conste en Acta) a disputar otra solemne, pero hoy el premio se lo voy a a dar al ínclito Sorloth, porque, y no solo por el gol, todo lo que hizo en lo que disputó del encuentro lo realizó estupendamente bien, y eso que su mejor marcador fue precisamente el árbitro, que no entendió en ningún momento que si disputan el balón un grandullón y un pequeñajo, lo normal es que este último acabe por el suelo, y no es obligatorio señalar precisamente falta, ya que, de hecho, no hubo ninguna, por mucho que friese al bueno de Sorloth a las mismas.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Cómo tuvo que estar Antoine para que Don Diego Pablo, en un encuentro así, le sustituyese sin dudarlo estando en el partido con empate en el tanteador. Mejor dejémoslo estar.


Ratito va, ratito viene, pelito va, pelito viene … Ju Ju ….

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (-1 GRADO).

Otorgamos la máxima subida posible al Termómetro, y lo dejamos en un esperanzador gradito negativo solo, es decir, 3 gradazos más de rigor. Vamosssss …

 

Pues este cuento se acabó. Aprovecho ya para desear a todos una muy Feliz Rojiblanca Navidad. Pasadlo bien, portaros mejor, y ya os contaré mis aventuras y desventuras por tierras malagueñas, ya que si Dios no lo impide estaré presente en nuestro próximo partido Copero por excelencia … Hoy viajamos juntos otra vez, enamorados del Atleti …

 



16 de diciembre de 2024

Atleti 1 - Getafe 0. Un Atlético camaleónico.

 

Una de las cosas que más me están gustando de este año, referente al Atleti, es la capacidad que anda teniendo el equipo de adaptarse a distintas vicisitudes y circunstancias de todo tipo y color. Tras el bache y desconcierto inicial de las primeras jornadas (más producto de la impaciencia que producen los resultados adversos, los lógicos trastazos que ha ido dando el Cholo hasta ir haciéndose a la idea de lo que tenía y cómo lo tenía, la falta de acoplamiento de los jugadores contratados, en definitiva, la obligación de jugar una pretemporada en plena competición, precisamente por la ausencia de la misma), hemos ido comprobando diferentes modos  de afrontar los partidos la muchachada.

 

Todo empieza a raíz del partido del PSG, en la que contemplamos una versión bastante conocida de nuestro Atleti, la del sufrimiento continuo, del desgaste, del aguantar lo indecible, la del orden defensivo, para sentenciar en el último suspiro. El Atlético superviviente.

 

Después, en Valladolid o en Champions fuera de casa hemos visto la versión del Atleti martillo pilón. Machaca a sus rivales a base de goles sin parar. Sin embargo, en Copa hemos visto el Atleti obrero. A remangarse y a currar tocan a base de adaptarse a las circunstancias de los rivales que teníamos enfrente y escenarios que suelen conllevar dicha competición.

 

Cómo no, nos la gozamos a tope con ese Atleti que no pierde la fe, con el equipo que nunca deja de creer, con el que no se rinde jamás, con el que derrocha coraje y corazón en todos los poros de su piel, el Atleti jabato, como resultó el día del Sevilla.

 

Y ayer nos tocó, por qué no, disfrutar también, aunque sea de otra forma igual menos vistosa para el espectador, del Atleti ordenado, pertinaz, solidario. De un Atleti en la que el sentido “equipo” tuvo su máximo exponente, un Atlético roedor, un Atleti continuo, un Atleti constante: el Atléti Paciente.

 

Porque los encuentros frente al Getafe suelen ser así. Hay que ir trabajándolos, ir desgastándoles, no perder la calma, jamás desesperarse, que nuestro momento, llegará. Y así fue el guión exacto que se escribió ayer. Despacito y buena letra. Y, por fin, y gracias a la vuelta a la animación de la muchachada del Frente, empecé desde el primer instante enganchado a que estaba viendo un partido del primer equipo del Atleti  de verdad, con la grada vibrando y latiendo al son del encuentro. Llamativo, eso sí, el detalle de que no se corease en ningún momento el nombre de Don Diego Pablo, por un lado, y de ningún jugador en particular, por otro, así como el saludo final al término del partido entre los jugadores y el Fondo fue frío, distante y muy breve. Las heridas provocadas por los delincuentes del palco, como es normal, están en pleno proceso de cicatrización, así que, sana, sana, colita de rana.

 

El Atleti fue dominador del encuentro de cabo a rabo. Tuvo momentos de buena circulación de balón, otros (los menos) de imprecisión en la misma, pero fue constante y consistente, especialmente comandado por esa banda izquierda en la que Opá Galán se ha quedado sin cemento armado de tanta y tanta bocaza que anda tapando.

 

A los 13 minutos tuvimos la primera gran ocasión del encuentro, en un centro de Llorente al que Lino llega a rematar emulando al mismismo Don Radamel Falcao, pero su toque se fue lamiendo al palo. Cinco minutos más, tarde, esta vez fue De Paul el que puso otro gran pase de los suyos hacia el el propio Samu Lino, pero de nuevo el brasileiro mandó fuera la pintiparada ocasión. Este primer tiempo terminó con otra buena acción atacante, que el gran Julián Álvarez remató algo manso a las manos de David Soria, y una final  posterior, en la que Galán puso un centro potente sobre el área, Giuliano emuló esta vez a Don Jose Eulogio Gárate, se anticipó a Juan Iglesias, pero su cabezazo cruzado al final salió lamiendo el palo. Con el 0-0 inicial nos fuimos al descanso.

 

En la segunda parte los Cholo-cambios esta vez estuvieron insuperables. Quitó a Lino y sacó al “difícil de comentar” (copyright, mi cachorrín David, perfecta definición la suya, vive Dios) Capitán Ahab Sorloth. Parece enfadado con el mundo este hombre, su primera acción demostró una torpeza supina en un balón que le puso Llorente dentro del área, pero que no supo si lo que le habían mandado era una coliflor o un repollo. 


Poco después entró Molina por el propio Lechugo, y una vez los dos interfectos en el campo en cuestión, resultó que el propio Nahuel puso uno de los pases más majestuosamente tocados hacia el segundo palo que he visto en bastante tiempo en el Metropolitano, el inoperante Capitán Ahab leyó el mismo a la perfección, tirando el demarque hacia la espalda del defensor, y de un toque de cabeza sutil y perfectamente calculado, cruzó el balón ante la portería de Soria, poniendo el ansiado 1-0 en el marcador. El gol es, sencillamente, de exposición. Y aquí supimos todos que se terminó el partido.

 

Minutos finales de mero control del mismo, sin pasar el más mínimo apuro en defensa, y tres puntazos de oro que nos llevamos a la buchaca. Vimos la cara de este Atleti más frío, calculador, controlador, pero confiado al máximo en su potencial. La versión paciente de nuestro Atleti. Un Atlético Camaleónico.

 

Árbitro: Soto Grande.

¿Saben lo que es el mal? Pues este hombre bien podría ser la personificación del mismo. Es un ser soberbio, despreciable, con ademanes chulescos, sibilino, ruin y miserable, que intentó por todos los medios que no nos llevásemos la victoria final a base de obviar faltas del contrario, freírnos a tarjetas, e intentar desestabilizar a la muchachada de la mejor forma que supiera. Dicen por ahí que los cánticos generan violencia. También lo hace el material del Frente, o el enseñar el escudo de  tu máximo rival con un símbolo de prohibido. Pues bien, si todo eso resulta violento, qué podemos decir del ínclito Soto Grande de mierda en cuestión. Por momentos, tuve sensaciones parecidas a hace un montón de años en un Atleti-Zaragoza con Álvarez Margüenda haciendo el sinvergüenza. El mal. Es el mal, sin más.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Me gustó muchísimo la pareja de centrales esta vez, con un Lenglet que se lo está poniendo en chino filipino al bueno de Le Normand, y con un Comandante Giménez en su línea imperial que tanto me encandila, pero para mi el partido tuvo 3 personajes principales. El trabajo constante y la voracidad ofensiva de Javi Galán, la omnipresencia y personalidad echándose el equipo a la espalda de De Paul, y el trabajo incansable del entusiasmante Julián Álvarez. Tres tipos a los que confiaría ahora mismo mi vida sin dudarlo.




LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

La vergonzosa a la par que vergonzante caza de prendas del Frente Atlético realizada por los ACAB y adláteres chupapollas al servicio de los delincuentes del palco. Que pena de vida, madre.


Podría llevar muchos más, pero bien es cierto que no juega todos los minutos ni mucho menos, así que, seguiremos expectantes.

  

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (-4 GRADOS).

Que redoblen los tambores, señores … Síiii, pesaos, si … Subidón, subidón de 2 gradazos, nada más y nada menos. Para que vean lo magnánimo y contento que anda el Termómetro con la imparable racha del equipo. Si es que se me quejan por todo, carallo …

 

Y el sábado, Barcelona, para acabar el año dando un puntapié de los que duelen, pero de verdad. Nada se conseguirá si se vence en Palancolandia, cierto. Tampoco nada se perderá. Pero hay ganas, hay ilusión, hay esperanza, hay equipo, y, por qué no, hay que intentarlo. O morir en el intento, lo que más rabia le den … “Junto a ti, hasta morir” …



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