2 de abril de 2024

Vila-Real 1 - Atleti 2. Estados Mentales.


Que en el fútbol es tan necesaria la fortaleza física como la mental es algo cada día más obvio. De hecho, de está última, si no anda uno bien fuerte y poderoso, se me atoja aún más fundamental que la propia física en sí mismo, ya que, si tu cerebro no anda fresco y ágil, tus piernas, por muy bien que se encuentren fuertes y robustas, no reciben las órdenes precisas ni en el momento en el que las necesitan por parte de tu atormentado cerebro.

 

El Atleti tuvo un terrible desgaste tanto físico como psíquico el día del Inter. Por eso entendí un poco la parálisis que tuvo la muchachada después el día del Barsa. A fuerza de ser sinceros, es que hasta uno, desde la grada, también afrontó ese partido básicamente agotado. Fue tanta la tensión acumulada, que ese día uno quería animar, pero no terminaba de acompañar convenientemente. Añadan que, encima, nos metimos una sesión doble, empezando por el Cerro en el mini derbi (partido en el cual ambos equipos demostraron que andan dónde andan por algo), y acabando en el Metropolitano, a las tantas de la noche, circunstancia que, por otro lado, también nos tiene a muchos fundidos perdidos, la verdad. Otro día más igual. Será que uno va teniendo una edad (que es cierto) pero estos lunes de Dios llegando a casa el domingo casi a la una, para a las 6 levantarte de nuevo y casi ir a trabajar al mismo sitio (como es mi caso) de dónde he venido, repitiéndose un fin de semana sí, un día entre diario también, personalmente esta temporada me están terminando de quemar del todo (y sé positivamente que no soy al único que le anda pasando).  Estado mental fundido.

 

Pero hete aquí que ayer, a pesar de ser un SuperLunes de esos que tanto repelús me producen, tenía ganas de ver a la muchachada de nuevo, la verdad. De primeras, tampoco me hizo mucha gracia  que no jugásemos de rojiblanco frente a un equipo que porta entero un repelente amarillo limón, pero bueno, al menos no sacaron la verde tampoco, sino que jugamos con nuestra preciosa segunda equipación (que resulta bonita, pero de verdad).

 

Y sí. Vi al equipo mentalmente más despejado, fresco, con desparpajo, descaro, movilidad, ganas y compromiso. Obviamente, había un rival enfrente que con la llegada de Marcelino llevaba ya 10 partidos consecutivos sin palmar, y eso significaba que no iba a ser tarea fácil la victoria final, pero se controlaron  bien los momentos de apuro, se salió con limpieza, claridad y velocidad de la cueva, se dominó casi por completo en unos primeros 15 minutos yo diría que pletóricos …Pintó bien la cosa, sí.

 

A los siete minutos, primera gran ocasión, tras una gran asistencia de Koke, creo recordar, sobre Lino, que dejó al brasileiro solo ante el Jürgensen (la próxima vez, ya sin diéresis, no tengo tiempo para más gilipolleces), y este sacó el mano a mano como si del gran Lorenzo Rico se tratase, atajando con el pie en tijera en su salida. Curiosamente, este guardameta siempre me había parecido casi tan paquete como el “gran Asenjo”, pero llevo ya observándole varios partidos en los que ha subido un montón su nivel.

 

Tan solo dos minutos más tarde, córner antológicamente tocado por Roro, y no menos bestial remate de Witsel, realizando un giro inverosímil de cabeza, y poniendo el balón dulcemente en la otra escuadra de los azulejeros. Todo un golazo, si señor. Por cierto, quédense con estos dos nombres: Riquelme vs. Witsel. Van a seguir leyendo de ellos en esta crónica.

 



Llevábamos  11 minutos solo, y el Atleti estaba más desatado que el temporal este de Nelson que hemos tenido en esta Semana Santa de Pasión (para algunos, algo desenfrenada, no entremos en más detalles). Memphis se planta de nuevo también delante de Jorgiten, pero su remate acaba siendo mansamente detenido por Míster diéresis. Ritmo desenfrenado y celestial por parte de la muchachada.

En el 16 de juego, ahora el que centra es Depay (de más a mucho menos a lo largo del partido) y Llorente remata de una volea de esas que vota antes en el césped, pero que Jorgiten se luce de nuevo en otra extraordinaria intervención.

Del Vila-Real solo sabía su existencia por medio del recital de cacicadas con las que nos deleitó un tal Mosquera (coces, protestas continúas, teatro en su máxima expresión, qué personaje, Dios).

Aún así, los locales gente con calidad tienen, y poco a poco, fueron empezando a dar señales de vida. Pero era un simple dominio territorial, sin más complicaciones para el bueno de Oblak, que, a la media hora de juego, ni sabía siquiera si estaba en el campo o no.

Mientras tanto, Roro seguía con su recital ofensivo, y se sacó un zambombazo final desde fuera del área que no fue gol … Porque no lo fue. El chaval estaba pletórico de fuerza, personalidad y verticalidad en el campo, siendo nuestra mejor baza ofensiva, acompañado siempre con el porte, elegancia y prestancia en el su juego de Don Antoine Griezmann, claro, al que  también vi en franca mejoría con respecto a anteriores ocasiones.

En el 42, fue la primera gran ocasión del Paleto-Real, en un balón que le cayó muerto a Gerard Moreno, pero su remate a la media vuelta se fue por encima del marco defendido por el bueno de Jan. Poco más que contar, con estas buenas sensaciones y esta alegría nos fuimos al descanso. Estado mental, recuperado.

La segunda parte fue otra cosa, porque, gracias a la caprichosa, absurda y hasta diría que detestable forma de actuar con el cambio que realizó el Señor Don Diego Pablo Simeone, casi se carga un partido que teníamos controlado con bastante solvencia.

De primeras, qué fácil es cambiar a un canterano de 23 años en el descanso. Muy valiente por su parte, Señor Cholo. De segundas, no sé, chico, pero para cambiar a un jugador tuyo de esta forma, o es porque el resultado estaba siendo desastroso (que, obviamente, no era el caso), o porque el chaval andaba lesionado (no he leído ni escuchado nada al respecto). No me puedo explicar semejante injusticia que hizo con Riquelme, la verdad. A no ser qué fuera por querer dar ese maldito y pendenciero paso atrás que le gusta hacer cada vez que nuestro equipo se adelanta en el terreno de juego. Lo único que sé es que con este cambio se perdió protagonismo atacante, apenas se pisó el área contraria, y cortó por lo sano cualquier presencia ofensiva que pudiese tener el Atleti.

Pero es que aquí no acabó su desaguisado, Don Diego Pablo. Encima, es que lo sustituyó por Savic (al loro, por SA-VIC, te cagas), y esto implicó el adelantamiento del imperial Witsel al centro del campo (se supone que a su posición antigua natural, aunque vaya usted a saber). Es decir, pasamos de tener todo el posible recital ofensivo del contrincante perfectamente controlado por el belga, a mandarlo todo al carajo tras adelantarle al centro del campo, donde, obviamente, y hasta que se intentó medio enterar de nueva posición en el terreno de juego, la imagen que dio fue la de un pato atolondrado dando vueltas sin cesar, cargándose por completo el posible control que andábamos teniendo también desde la medular, y provocando el pánico entre los Koke, Barrios, Llorente y compañía, traduciéndose en un ejercicio constante y permanente de perder balones sin ton ni son.

Gracias a todo este indescifrable quilombo que montó nuestro Míster, la jugada salió tan magistralmente efectiva para nuestro rival, que en tan solo 5 minutos de juego ya nos había conseguido empatar el partido sin apenas despeinarse, en una buena combinación local que Sorloth logró anotar de disparo seco, ajustado y cruzado. Remate inapelable, gol incontestable, todo esto provocado por Simeone, reitero. ¿Para qué cojones cambias algo que estaba funcionando a la perfección? ¿Con qué sentido intentas humillar a un chaval de 23 años, cuando era de lo mejorcito del equipo, y con creces? ¿Cómo diablos se te ocurre quitar a nuestro mejor baluarte defensivo (producto enteramente tuyo, eso es cierto también), cuando teníamos el partido sin pasar apenas apuros, para adelantarle al centro del campo? ¿Por qué siempre ese puto y maldito pase atrás de rigor?  Estado mental: demencia senil transitoria (espero, vamos).

Menos mal que el equipo, lentamente, pero fue, sin ni mucho menos la brillantez de ese primer estupendo periodo, poco a poco adelantando líneas de nuevo y, al menos, intentar poseer en algo el balón, sin limitarse a defender desde el borde del área como una tortuga al que le han dado la vuelta al caparazón e intenta incorporarse de nuevo a su posición natural, sin demasiado éxito.

Koke a los  56 minutos tuvo una buena ocasión de gol, pero como  tira a puerta tan poquitas ocasiones (que es algo que me llama mucho la atención, pero en negativo, claro), cuando lo hace consigue unos remates que, probablemente, un niño de 8 años jugando al fútbol tranquilamente con su padre en el parque, logre conseguirlos con mayor potencia, colocación y mala intención.

Afortunadamente, imagino que Don Diego Pablo vio el disparate que había organizado, y con la salida de Correa, Morata y Azpilicueta empezó a tener, al menos, algo más de sentido todo esto.

El desenlace final de todo este embrollo, convirtió al partido en un peligroso correcalles kamicaze para ambos equipos, y cualquiera de ambas escuadras se pudo llevar el gato final al agua. La tuvo Correa en el 66, tras buena jugada de Llorente. Poco después le tocó el turno al Villareal, en una acción de ese eslabón perdido de la humanidad que remató fatal ante Oblak (hablo del payaso ese del Mosquera).

En el 86, no se nos fue definitivamente todo al limbo, porque tras una maravillosa asistencia de Baena sobre Parejo de tacón, este último, con su habitual cara de empanao recién levantado de la siesta, mandó el balón incomprensiblemente fuera cuando el gol lo tenía hecho.

Y el efecto boomerang esta vez nos benefició, porque en la siguiente acción ofensiva nuestra, y tras mágica asistencia de Azpilicueta, que andaba el hombre dentro del área visitante peleando con el mundo, se convirtió en una dejadita para Saúl, que este remató de tal forma tan sumamente ajustada, sutil y elegante, que más bien diría que fue un pase hacia la meta contraria, una auténtica caricia. No se le ha olvidado del todo jugar al fútbol, vaya. Esperemos que le sirva para convertir su habitual estado mental decaído en otro bien fortalecido.

Poco más que añadir. Tres puntazos de oro puro, recuperamos la dichosita cuarta posición del orto, ganamos en un campo muy difícil siempre y al final, como suele ser habitual, es lo que cuenta. Pero ya me explicará alguien porque tendremos en determinadas ocasiones esa absurda forma de complicarnos siempre la puñetera existencia, cuando estábamos haciendo las cosas yo diría que notablemente bien. Estado mental … DE LOCOS.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

La vuelta de Giménez siempre es una alegría para mi maltrecho corazón. Me alegro también ver que Reinildo poco a poco va yendo a más, tras su titubeante reincorporación tras la lesión. Imperial Witsel en la primera parte (hasta que al loco de la colina le dio por hacer de las suyas, claro), me gustó mucho Llorente, me alegré un montonazo por el chicharrazo de Saúl, pero se lo doy finalmente el galardón a Roro Riquelme. Las injusticias caprichosas me superan, máxime cuando se producen sobre el que suele ser siempre eslabón más débil de la cadena. Primer tiempo fabuloso del chaval, así que espero que no se coma mucho el tarro por su sustitución y siga en esa línea de tipo atrevido, valiente, con personalidad y velocidad en su juego. Y aprovecho: feliz cumple, chavalote. A seguir siguiendo.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Pues muy imprecisos en el pase estuvieron tanto Koke como Pableras, pero vamos, tengo muy claro que ayer ganamos el partido a pesar de Simeone. Y no me vengan con el acierto del cambio de Saúl, porque eso es una genialidad del canterano más que del atolondrado entrenador. No me explayo más en este sentido, ya he dicho todo lo que tenía que decir por hoy.


ÁRBITRO: MELERO:

Bien en líneas generales, aunque la tarjeta amarilla a Pableras fue una metedura de pata bestial, ya que no es ni falta. Pero, ¿Para qué pedir la revisión al Comité de Descomposición? Es perder tiempo, dinero y categoría, créanme.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 13 GRADOS).


Partíamos de 14 grados. El que el Atleti pierda un partido en Liga frente al Barsapasta de Xavi, ya ni cotiza, así que por dicha circunstancia no le toco. Que lo haga, eso sí, con un 0-3 tan deplorable a la par que sencillo para el rival, es un -3 grados como un piano de grande. Sin embargo, subo 2 grados por la transcendente victoria de ayer, quedándose el tema en 13 grados positivos, ea.

Y yo ahora les tendría que hablar de los preparativos y del viaje a Sevilla con mis Hermanos para ir a nuestra ansiada final  de Copa. Pero, como muchas otras veces, después de hacer lo más difícil, no supimos ni cómo meter mano a nuestro rival en semis (no les nombro, que luego se ofenden por todo esta puta gente también). Así que, igual me paso el finde comiendo una buena ensaimada mallorquina y todo. Si gustan … "Te queremos,  Te adoramos, junto a ti, hasta morir" ...

 



11 de marzo de 2024

Cádiz de Munich 2 - Walking Dead 0. Da igual todo.

 

11 DE MARZO, NI OLVIDO, NI PERDÓN.


"Esa sensación de Decepción, de tristeza profunda que te da igual todo. Esa". Un tuit que leí ayer a Tania Delgado, y que expresa a la perfección el estado en que me encuentro en estos momentos …


No tengo ya ni el más mínimo interés por esta gente. Por cierto, voy avisando, el que espere leer hoy un alegato  en el que quiera encontrar ánimos, pensando en el miércoles, y tal, que hay que unir fuerzas, ser una piña, darlo todo en la grada, recibir al equipo con un tifo descomunal, y 14 horas antes en la Avenida de Arcentales, que deje ya de leer, que no pierda el tiempo tal y como hicimos  todos el pasado sábado viendo a esos individuos que dicen ser jugadores del Atleti.

 

Por supuesto, respeto a muerte todo lo que cualquier buen Atlético que se precie decida realizar, solo faltaba. Pero a mi el partido del Inter (del cual no espero absolutamente nada, porque nada sé va a lograr, lo tengo claro también), ni aún ganándolo ni pasando la eliminatoria, me va a quitar el sabor de boca tan repugnante con el que me dejó el lindo paseo que se dio la muchachada por Cádiz este  fin de semana.

 

Cualquier cosa que me salga antes de ver un partido fuera de casa de esta gente la daré por válida, cualquiera. ¿Qué hay un concurso a esa misma hora de a ver cuánto tiempo aguanto haciendo el gilipollas clavándome chinchetas en las pelotas? Me apunto. ¿Qué hay que asistir a un apasionante Tour por el Reina Sofía mientras me meto entre plato y espalda un bocata de polvorones? Allí me tendrán. ¿Qué me invitan a la primera exposición multidisciplinar de las mujeres artistas del primer tercio del siglo XX? Me voy ya mismo. Da igual todo. Todo me vale.

 

El gran palo fue en Bilbao, está claro. Sabíamos que no iba a ser cosa fácil el tema, lo teníamos claro más o menos todos también. Pero hombre, caer por un total de 4-0 en el global de la eliminatoria, me parece un poco fuerte, excesivo, demasiado contundente. No ejercimos ni la más mínima oposición en San Mamés, convirtiéndonos en un juguete roto en manos de los del  Bocho. Encima, uno tuvo que aguantar la terrible decepción que nos llevamos todos por la ilusión perdida en nuestro torneo favorito, más la rabia contenida por los hechos acaecidos en la previa de dicho partido de vuelta, los cuales, no pienso recordar, por respeto más que nada a los Hermanos involucrados, aunque espero que sirvan, de una santa vez, para dejar de hacer el gilipollas con esa gente, así de claro .Ni Club padre, ni Club hijo, ni pollas en vinagre. Ni un solo gesto más hacia ellos. Ni un puñetero guiño. Nada. Un puto rival más, tan asqueroso como la gran mayoría del resto, y fuera. No quiero volver a saber nada más de esa gentuza más que eso, cuando sean nuestro mal necesario de enfrente. Hemos dado demasiadas muestras de cariño, para solamente recibir a cambio odio visceral. Y no sé ustedes, pero yo personalmente me he cansado.

 

Se salvó posteriormente el partido del Betis en casa, tras un buen primer tiempo, pero en el cual, al final, el rival, una vez más, casi nos terminó sacando los colores del todo, y después de una semana entera (esto para que luego llore nuestro entrenador de si el calendario y demás), reitero, 1 semana entera para preparar el partido del Cádiz, ves eso que vimos el otro día. ¿Y cómo puede ser? ¿Qué clase de tomadura de pelo es esta?

Este Club lo que transmite por todos los poros de sus estamentos es un puto conformismo sencillamente insultante. Del puñetero cuarto puesto no hay Dios quien nos saque, y como de momento, aún se está ahí. ¿Qué más da? Que no se llega a una final de Copa, ¿Qué más da? Qué se está haciendo ya demasiado tiempo el ridículo fuera de casa, ¿Qué más da? Que el equipo a mediados de Marzo se va a quedar a verlas venir ya en cualquier competición que se precie, ¿Qué más da? Se está en dónde les gustan que estemos, y como el nivel de exigencia de esta afición es ínfimo (empezando por mi mismo, ojo), pues de esos polvos vienen estos lodos. Ahora para el miércoles se nos venden 3 o 4 lemas precocinados de los que tanto nos gustan a nosotros (“Latido a Latido”, “Nunca dejes de creer”, “El que no crea, que no venga”, “Un Atlético nunca se rinde”, y así me puedo tirar hasta mañana), pues ya está  todo arreglado … hasta el próximo ridículo, claro. Mientras se esté cuarto, nada debe de sobresaltar en la calma del Grupo y del Club.

 

Para colmo de males, el Cholo vuelve a las andadas con lo del “Hombre de Club”, y también parece que le resbala todo al respecto. Si le traen jugadores de 45 años, perfecto, soy "hombre de Club". Si no te traen los puestos que crees indicado cubrir, correcto, es que “Soy hombre de Club”. Si quiere forzar a Griezman en Bilbao y no le dejan, porque ser cuarto es lo único que importa, no pasa nada, a la afición le damos dos o tres nuevos lemas prefabricados y fuera. "Soy hombre de Club". Añádanle que encima, anda ahora más perdido que yo por Valladolid buscando un estanco para comprar tabaco en un domingo cualquiera, y así tienen el panorama que tenemos en la actualidad. Larga vida al "Hombre de Club".

 

¿Conclusión? Hablo por mi mismo, por supuesto, pero es hora de, al menos en lo que a mi respecta, tomar las medidas que crea conveniente al respecto. Iré el miércoles y los sucesivos partidos que me toque al Metropolitano, pero que nadie espere un esfuerzo más grande que otro que ese, mi simple presencia … Y yo diría que hasta gracias, que el cuerpo no es ahora precisamente lo que me pide.

 

Y voy a ir más que nada por respeto a mis Hermanos y a mi gente, porque lo que es mi equipo en sí, me la trae al pairo ya lo que le pase en esta temporada. Estoy en ese estado de decepción, de tristeza tan profunda, de vacío tan grande, que ni me importa ya resultado alguno. Que hagan lo que quieran, puedan, sepan o les dejen. Me importa un puto bledo.


TERMÓMETRO  ROJIBLANCO. (+ 14 GRADOS).

Estoy para pocos termómetros, la verdad. La victoria del Betis no afecta, y considerando la complejidad que tiene el puntuar frente al Cádiz de Munich, que, como todos bien saben, llevaban 23 partidos ganando consecutivamente, soy benévolo  y solamente bajo 2 grados, vista la complejidad de tal visita al infierno de la Tacita de Plata.


Nada más. El miércoles nos vemos. Que nadie olvide su pandereta, su matasuegras y su mejor de los disfraces posibles. Vuelve el Carnaval … “Aquí el que no trabaja se va a la caseta. Luego me echarán a mi, pero me importa un huevo. Tengo 2000 equipos y los medios de comunicación me dan igual. A mi no me echan por gilipollas: este grupo está haciendo el gilipollas” …



26 de febrero de 2024

Almería 2 - Atleti 2. Bilbao: la lógica de la sinrazón.

 Resulta complicado el intentar escribir algo sobre el partido del sábado sin tener que morderme la lengua previamente, debido a la situación estratégica del mismo entre dos batallas que van a decidir de forma definitiva el devenir de nuestra temporada. La primera fue saldada con derrota remontable frente al Inter. La segunda será el jueves que viene, frente al Athletic, que es la mayor de nuestras batallas posibles en la actualidad.

 También sería interesante analizar la maldición que sufre este equipo históricamente frente a los rivales que ocupan las últimas plazas de la Liga. Da igual que el equipo esté mejor, peor, ande jugándose una Liga, o bailando un vals. Los Málagas, Levantes, Almerías, Alaveses, Cádiz, Granadas, y un largo etcétera de estos mismos, suelen ser una auténtica pesadilla para el Atleti. Añadan esa propensión que solemos tener también de mezclar indiscriminadamente cagadas históricas con victorias casi imposibles. Nuestra vida es un puto tobogán constante, por eso, uno no es muy dado ni a dejarse llevar por grandes euforias en nuestros mejores momentos, ni me suele dar por cortarme las venas ante ridículos como se puede catalogar el que, un equipo que va el colista, y que no ha ganado un solo encuentro en el campeonato liguero, siendo ya el peor histórico colista de la de la Liga, sea capaz de remontarte en dos ocasiones el que te hayas puesto en ventaja en el marcador (encima, en cada tiempo del partido). Por eso no sé muy bien si ponerme a despellejar a la peña, o intentar mantener de alguna forma la compostura. La lógica de la sinrazón.

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Como ya os he dicho, la cosa empezó pintiparada para el Atleti. Primer minuto de juego, jugadón de Reinildo, evocando casi al mejor de los Carrascos posibles, internada por banda hasta la línea de fondo, pase de la muerte y Marginal Correa que bate a placer al guardameta local. Todo olía a partido cómodo y relativamente sencillo para el Atleti. Y para el Atleti de otras temporadas igual así hubiese sido, pero al Atleti de este año fuera de nuestro Metropolitano, no puede ser, y además es que es imposible. La muchachada este año da igual que se adelante, que no lo haga o que lo deje de hacer. Tiene menos firmeza defensiva que el equipo en el que jugaba de mi barrio, cuando disputábamos la liga municipal un sábado a las 9 h, e íbamos al mismo prácticamente la totalidad del equipo de empalmada, y medio mamaos. Un auténtico desastre.

 Aún así, Memphis tuvo una buena ocasión a los 10 minutos en un remate muy suyo a media vuelta, pero el mismo  salió rozando el palo. Pero que da igual. Ni con 0-2 este equipo, fuera de casa, puede estar ya uno medianamente relajado. Su devenir es el siguiente: o salen agilipollados perdidos, y van ya a remolque todo el encuentro, o salen enchufados en cada periodo del mismo, consiguen adelantarse en el marcador, y, una vez conseguido el objetivo inicial, de repente el partido parece acabado para ellos. Van reculando sin el mayor sentido, pierden intensidad, concentración, se dejan llevar, y al final pasa lo que tiene que pasar: o nos empatan, o hasta nos remontan directamente. Y hombre, un partido, dos … Bueno está. Pero oigan, que sea la tónica general de la puñetera temporadita, como que no. El globo que se desincha.

 

Con estos condicionantes de juego, minuto 28, un tal Luka Romero, que pareció el pasado sábado la reencarnación de Torpedo Muller, se revolvió al borde del área y se sacó de la chistera una barbaridad de disparo seco y ajustado al palo, ante el que el bueno de Oblak poco o nada pudo hacer (encima le botó el balón previamente). Hala, otra vez vuelta a empezar.

 

Lino tiró de orgullo en el minuto 31, en un gran remate que Maximiliano sacó con una mano prodigiosa a córner, y el partido terminó en un peligroso correcalles sin mucho sentido de un lado a otro. ¿Conclusión? Empatito al descanso en el marcador, pues.

 

La segunda parte fue casi un calco de la primera. Salimos otra vez con ganas, intensidad y demás, Memphis tuvo una buena falta al borde del área (hablando de este asunto, ¿Cuál fue el último gol que conseguimos de esta guisa? Tirando de memoria, yo diría que uno de Griezmman en el Molinón – y encima palmamos, para no perder las buenas costumbres, vamos-. Sé que andamos en época de sequías y demás, pero juraría que algo ha llovido, ¿Eh? Resulta algo desesperante el asunto, la verdad, si bien es cierto que, en general, cada día veo menos goles de falta, eso es así también.

 

Llorente salió en la segunda parte y, al menos, su entusiasmo pareció contagiar al resto del equipo, aunque siga diciendo que tiene una muy extraña forma de conducir el balón. Poco antes de llegar al cuarto de hora de juego de esta segunda parte, Molina se sacó un zambombazo quién sabe hacia dónde, con la fortuna de que le cayó el balón a De Paul, este fue conduciendo el mismo hasta adentrarse en el área, y su posterior remate a puerta lo desvió un pie de un rival y entró en la portería. ¡Al fin el argentino se decidió a intentar él resolver directamente! Tanto él, como principalmente Koke, deberían de probar más a hacerlo (porque Pableras sí que lo suele hacer, las cosas como son).

 

Cualquier equipo serio, inclusive, medio serio también, reitero, CUALQUIERA, que, simplemente, sea consciente de la situación del rival, con que se dedique simplemente a estar bien concentradito en el campo, presionar medianamente como Dios manda, juegue con los cambios de forma inteligente y éstos respondan un poquito a las expectativas del Míster, vuelvo a insistir, CUALQUIERA, se lleva ese partido mientras se fuma un pitillo plácidamente desde la grada.  Pero no. Nosotros no. Nosotros volvemos a lo de siempre, a lo de la primera parte, a lo de casi cualquier desplazamiento fuera de casa, y  tocarnos la vaina de nuevo, ver la vida venir, y esperar a que pase el tiempo mirando cómo reacciona el rival.

 

Y el rival, que en este caso se sabe ya que anda muerto y más que muerto del todo, no tiene nada que perder, y ni siquiera un extraño disparo de Riquelme desde fuera del área que terminó repeliendo el larguero por su parte de arriba, le intimidó ni lo más mínimo en intentar de nuevo nivelar el tanteador, y así lo consiguió de nuevo Luka Romero, en una internada en la que entró el punta argentino con el balón controlado, le dio  tiempo a ver bien la situación, acomodarse el balón, tomar la decisión de por dónde quería anotar el tanto, y con el exterior del pie, sacarse un fantástico gesto técnico que se coló irremisiblemente por la escuadra de Oblak. El gol es un golazo, conste, pero me resulta del todo incomprensible cómo un chaval de 19 años puede tener tanto tiempo dentro del área para poder decidir qué hacer con el balón, y no tener ni el más mínimo incomodo por parte de nuestra ridícula zaga o sistema defensivo. Llámenlo como quieran, me importa un bledo.

 

Para colmo de males, Morata falló sus dos ocasiones clarísimas de rigor de forma incomprensible, y aún pudimos perder y todo, en una postrera contra, ocasión clarísima incluida, del entusiasta equipo local.

 

Así que sí, uno anda ya un poco harto de lo que está pasando este año fuera de casa. Quiero pensar que es una cuestión de rachas, de mala suerte, de inutilidad, yo que sé … Quizás es que no quiera pensar en exceso, ya que solo retruena sobre mi cerebro una palabra: BILBAO. Así que no quiero darle más vueltas hoy al asunto. Lo dicho: BILBAO.


EL CRACK DEL PARTIDO:

Pues como que no tengo muchas ganas de destacar a ninguno de estos hoy, la verdad, me doy a quedar con el incomparable marco en el que vi el encuentro, que no fue otro sitio que el bar de Don Juan José Rubio, el tímido del Atlético de Madrid. Buen ambiente colchonero dónde los haya, y mejor aún la inestimable compañía que decidió aguantarme durante el desarrollo del mismo. Gracias a ell@s me  acosté con una sonrisa en la boca, y no con la cara de gilipollas habitual en este tipo de “partidos” (por llamarlos de alguna forma).

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Pues vuelvo a dudar muy mucho de la condición de futbolista que tiene Molina. También me gustaría que alguien me explicase si no hubiese sido esta una fantástica ocasión para ir viendo el devenir de Vermeeren desde el principio del encuentro, pero hoy, y con todo el dolor de mi corazón, se lo doy a Don Álvaro Morata.

 

Por mucho que se empeñe todo el mundo en indicarme lo contrario, tengo claro que todos los delanteros que hay en el fútbol fallan ocasiones de gol. Absolutamente todos. Pero hombre, hay formas y formas. Y cuando Don Álvaro se disfraza de recluta patoso por el campo, resulta un jugador, por momentos, irritantemente exasperante. Qué barbaridad. Es que no doy crédito, vamos … En vez de rematar a puerta un balón, parece que lo anda intentando con cochinillos voladores. Por favor …

 

ÁRBITRO: Alberola Rojas.

Probablemente, el mejor árbitro que hay hoy en día en el fútbol español. Personalidad, saber hacer y llevar un encuentro como Dios manda. Se reclamó un penalti por una mano de un defensa local, pero para mi eso ni es penalti ni es nada. Por lo tanto, impecable labor la suya. Grande el levantador de pesas.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 16 GRADOS).

 

Partíamos de 13 grados. Victoria de obligado cumplimiento frente a Las Palmas, sumamos, sin embargo, 3 grados más por la goleada, y referente al Almería, y gracias a la derrota del Athletic, doy por bueno el punto conseguido, a pesar de los pesares (de obligado cumplimiento ambos encuentros, claro). Total, y como la Liga pasó ya a la historia, lo dejamos en 16 grados, y que viva Cartagena.

 

Pues nada. El jueves, todo o nada. Espero que sea consciente la muchachada de lo que se juega, porque, a pesar de los pesares, puede terminar siendo una temporada histórica para nosotros. Y, por favor, piensen en los palizones que se andan dando nuestros seguidores por seguirles a todas partes, los días de vacaciones gastadas, las horas de sueño ya perdidas, el sacar pasta de dónde no la tienen … Piensen en todo esto, y actúen en consecuencia, por favor … “Nadie sabía su nombre, cuando el equipo sufría, el escudo del Atleti, grabado en el corazón” …




12 de febrero de 2024

Sevilla 1 - Atleti 0. Premios Poya 2024.

 



Buenas noches, y saludos cordiales, mis pomposos espectadores y estúpidos adyacentes. Un año más, volvemos a dar la matraca de nuevo con los insufribles a más no poder Premios Poya, los cuales cada día dan más pereza por tanta hipocresía y falsedad junta. Buena fiestuki  que se monta esta gente a costa de todos, claro está, pero como hoy en día, todo, según votes o pienses, es “cultura” o fascismo, pues nada, seguiremos invirtiendo pasta gansa en estos festivales de ellos y para ellos, por un lado, mientras que nuestros Guardias Civiles seguirán patrullando nuestras costas con  balsas hinchables, y ya se sobran, que con el valor y el coraje ya tienen suficiente. Ya que nadie de esta peña se dignó a acordarse de ellos en sus múltiples mensajes reivindicativos de sus gilipolleces, sirva este post para darles todo mi cariño y apoyo desde este humilde bloq.



Premio Poya mejor Película: "Anatomía de una caída".

Una vez más, y por estas fechas, nos despedimos ya de forma definitiva de la lucha por el Campeonato Liguero. Empieza, por lo tanto, época de rasgaduras de vestiduras, de cortes de venas, y de sacar la Guadaña sin piedad frente a todo aquello que se mueva. Curiosamente, quiénes más lo hagan, serán los que, a su vez, más les vendieron la moto de la mejor plantilla del mundo mundial y demás. Esto es cíclico, siempre son los mismos, y verterán todo su odio y toda su mierda hacia su muñeco preferido de siempre, Don Diego Pablo Simeone, así que, a su vez, comienza también la movilización necesaria que tendremos que hacer la Vieja Guardia para defender lo nuestro, y a la gente que realmente nos importa.

 

Premio Poya mejor dirección, a De Paul, por “La Isla de la Esperanza”.

El mejor ayer, y con diferencia. Una isla de ilusión en medio de tanto compañero desgastado, desfondado y sin ideas. Eso sí, yo le pediría un esfuerzo más, y no es otro que pruebe de vez en cuando a disparar desde fuera del área, especialmente en partidos con el de ayer, en el que se nublaron completamente todas las ideas en cuanto nos adentrábamos en la misma. Este es el auténtico De Paul al que he visto dejarse hasta su última gota de sangre con su Selección, y que, al fin, ha encontrado su verdadero sitio entre nosotros, así que, bienvenido sea.

 

Premio Poya Protagonista, a, Diosito Grizzi, por “Fuera de sí, sin descanso”.

Comparen cuando les apetezca (si les apetece, claro) al Antoine de Diciembre con el Griezzman que estuvo ayer en el campo, y encuéntrenme las 700 diferencias en 1 minuto. Y ya sé que, aún con esta versión trasnochada de ayer, sin duda es capaz de dar una asistencia genial, una pared imposible, meter un gol por toda la escuadra o robarle el balón a un rival cuando encare solo nuestra portería. Pero no se trata de eso. Esta versión del francés no nos sirve, y ante los acontecimientos que acechan, o se le da descanso, o descanso se le da. Es que no hay más. No podemos prescindir de tanto talento. Y no es tema de compromiso, como alguno da a entender por ahí, es todo mucho más sencillo. Cuando el oxígeno no te llega a la cabeza, no defines ni piensas con claridad. El cansancio tanto físico como especialmente mental le tiene fundido.

 

Premio Poya actor de reparto. Jan Oblak, por “El portero incombustible”.

Otro nuevo recital de Jan, dando una nueva exhibición de lo que hay que pedirle a un guardameta: seriedad, compromiso, personalidad y saber estar. Es curioso, cuánto más lo quieren jubilar, más me sigue convenciendo con sus paradas imposibles, y con sus manos de acero blindadas. Y encima, hablando clarito y sin pelos en la lengua, en su misión de Capitán cada vez que el equipo palma. Siempre en mi equipo, siempre de los míos.

 

Premio Poya actor Revelación. Paulista, por “El Debutante”.

Pues no me disgustó el debut del brasileño, la verdad. Le vi con buena colocación sobre el terreno de juego, dando la impresión de seguridad y saber estar. Le deben de faltar como medio millón de automatismos con los compañeros, está claro, pero puede suplir su carencia de los mismos con su veteranía y experiencia en nuestra liga. Seguiremos observándole.

 

Premio Poya Dirección novel. Pableras Barrios, por “Perdido”.

Me cuesta un horror escribir mal de Barrios, lo reconozco, porque veo en él un talento descomunal. Me encanta su verticalidad, personalidad en el campo y el montón de inverosímiles gestos técnicos con los que nos suele deleitar. Pero, al andar en proceso de formación, y cuando un equipo sale tan presionante como lo hicieron ayer los sevillanos, se le ven en exceso también sus asuntos por curtir, especialmente en tareas defensivas, donde o se complica la vida en exceso o despeja el balón sin encontrarse situado tanto física como mentalmente sobre la zona del campo en la que se encuentra situado, y esto nos puede costar muy caro. Tiene que madurar en ese aspecto. A seguir creciendo.

 

Premio Poya guión original. La Puta Gitana, por “En busca de las cartas perdidas”.

Me parece a mi que la gitana le ha dado en exceso al rebujito, y ha lanzado las cartas con tanto entusiasmo y tan lejos que ahora no hay Dios quien las encuentre, al igual que le pasa al Atleti con el puñetero gol. Y no será por ocasiones, o por intentarlo de mil formas posibles, pero nos ha llegado la sequía justamente en el peor momento de la temporada, y cuando más los necesitamos. Es cuestión de rachas, lo sé, así que alguien le pegue un duchazo a la puñetera gitana en cuestión, porque necesitamos que encuentre las dichosas cartas del gol.

 

Premio Poya película de animación. Morata. “El muñeco infeliz”.

Ayer no estaba teniendo su día, es cierto, fallando esas ocasiones que suele errar que tan claras nos parecen a todos, pero es un ejemplo a seguir, por profesionalidad, por superar adversidades (propias y ajenas), por empecinamiento, por buena persona y porque tiene que clavar un par de tantos más como sea, carallo. Pocos jugadores con su status reciben tan poco respeto (por parte nuestra y ajena), cuando nos anda dando tanto. Dicho esto, en mi humilde servidor tendrá a su valiente Quijote que le defenderá contra todo y contra todos a capa y espada, botellín a botellín. Muchísimo ánimo, Don Álvaro.


Premio Poya película Europea. Vermaelen. “La necesidad”.

Si queremos dar descanso especialmente al gran Koke, se me antoja una ocasión pintiparada el que juegue el próximo domingo frente a Las Palmas. Con un poco más de tiempo entrenando con el equipo, jugando en casita y demás, es hora de ir viéndole desenvolverse, que vaya pillando ritmo de competición, y que nos demuestre cómo lo va llevando el chaval. Aparte, que para esto se le ha fichado, ¿No? Pues es su momento. No esperemos más.

 

Premio Poya maquillaje y peluquería. Memphis. "Vergüenza y respeto”.

Siempre lo he dicho: cada uno, con su vida puede hacer lo que quiera, pueda o sepa, mientras se ande representando a sí mismo. Por mí como si se lo quiere hacer con una cebra, vamos. Pero un menda que llega de esta guisa con el chándal oficial de nuestro Club (gafitas, pañuelo y bolso, todo muy conjuntadito), o se le explica la lección desde el Club, o alguien tendría que explicársela. Más le valdría ponerse en forma como Dios manda, que con hacer el ridículo fuera del campo ya nos sobra. Niñatos millonarios, con el Atleti, no vale cualquier cosa.


 

Premio Poya canción original. Al Frente Atlético, por “Obscena Obsesión”

“¡Queremos ganar la Copa, esta hinchada está muy loca. No queremos en la grada, los que se callan la boca!”  No sé lo que opinarán ustedes, pero, hoy por hoy, es mi auténtica y permanente obsesión. Ni quiero, ni puedo pensar con claridad en otra cosa que no sea ésta. Nada me haría más feliz.  Ni CHL, ni gaitas. La Copa. Mi Copa.

 

Premio Poya montaje. Florentino. "La Sociedad de la Nieve"

¿Cuántas cantidades de farlopa había ingerido el colega cuando afirmó esto a su cervatil audiencia? …

 



Premio Poya película documental. Iglesias Villanueva. “El árbitro valiente”.

Independientemente de que cada día ando más que harto de que se enjuicie la labor arbitral hasta el punto extenuante con que se les anda midiendo todo en la actualidad, y a pesar de que ayer se comiera 2 penaltis (un penaltazo de Aquino sobre Morata, otro de Molina sobre un gitanaco aparcacoches desentaos de esos,) este árbitro, al menos, me gustó su intención de dejar jugar el máximo posible el juego por parte de ambos bandos. Y chico, si ves que el rival reparte estopa y sale de rositas, ya sabes lo que debes de hacer tu también. Porque el Sevilla ayer nos comió en bastantes duelos divididos la tostada precisamente por eso, y, no se equivoquen, de eso no tiene culpa alguna árbitro ninguno. Si me dan, doy. Y no hay más.

 

Premio Poya guión adaptado.Termómetro Rojiblanco, por “El Pastor de almas”.

Al Termómetro el cambio climático también le anda afectando, y, por lo tanto, baja 5 gradacos de ayer, porque, no es de recibo palmar en el campo de un equipo que en su casa ha sido solamente capaz de ganar un partido (más el nuestro, claro) y, encima, no lograr siquiera anotarles un triste tanto. Es patético a más no poder (nuestra tónica general fuera de casa, por desgracia) así que lo dejamos en 13 grados … Y gracias.

 

Premio Poya película Iberoamericana. Las Palmas, por, “El Canario Amarillo”.

El sábado tenemos un partido durito de cojones, señores, que esta gente nos barrió del campo casi de una forma insultante en el partido jugado en Gran Canaria (y otra exhibición fuera de casa, para variar). Tiempo de que la segunda línea de fuego de un puñetazo en la mesa y adquiera su auténtico protagonismo dentro de la muchachada. Y nosotros, desde la grada, a lo nuestro. No desfallezcamos, que eso es lo fácil, lo sencillo, y lo que esperan nuestros enemigos. No es no.

 Premio Poya dirección de fotografía. Vicente Calderón. “Los mejores años de nuestras vidas”.

Siempre en nuestro corazón. Ni olvidamos, ni queremos dejar de hacerlo. Nuestra casa, nuestra forma de vida, nuestro sentimiento más puro, sincero y leal. Corazón salvaje.



5 de febrero de 2024

Vikingos 1 - Atleti 1. El Espíritu de Albertini.

 

Fue mi último derbi de muchos en ese estadio (y bien que los hecho de menos, ojo, aunque uno tiene unos principios, y cada día que pasa, menos los cambio por ningún otro). Recuerdo que era un día entre semana. No recuerdo que el Atleti fuese especialmente bien, ni que hiciésemos encaje de bolillos en nuestro juego, precisamente. Pero me acuerdo a la perfección de que era ya el tiempo de descuento, la falta se lanzó en la portería del Fondo Sur (yo estaba en el norte, al lado de las estrellas, para variar), vi al Maestro Demetrio encarar al balón con esa clase y porte que tenía el italiano, y lanzar un derechazo que, tras repeler en el larguero, le dijo en la chepa del "chivato" (Mouriño dixit), y entró en su portería sin remisión posible. Alegrón de la leche, y cuando ya nos retirábamos, recuerdo comentarle a Antonio lo siguiente: “Joder, qué alegrón, aunque hemos tenido algo de suerte”. Él me sentenció: “que se jodan, y prueben su propia medicina”. No hay más preguntas, Señoría. Por cierto, de entrenador andaba este buen hombre, y así celebró el tanto aquel día  precisamente (no sé si les sonará de algo su cara).


Luego, este mundo del fútbol se puede mirar siempre desde varios prismas, colores, objetivos y sensaciones. Seguramente, todos válidos y, por supuesto, todos respetables. Algunos siempre tenemos como referencia lo más alto, la cabeza, el disputar hasta el final un título (se consiga o no, probablemente eso sea lo de menos). Otros, sin embargo, siguen al pie de la letra los objetivos que marca la entidad, y se sienten satisfechos con ellos. Quieren estar entre los 4 primeros, y su referencia es la distancia que marcan a los perseguidores, sin importarles en exceso la referencia de la cabeza de la Liga (la cual dan muchos por perdida, de hecho). No juzgo a nadie, reitero, ojo, pero mis miras y mis objetivos siempre tendré claro hacia dónde enfocan, hasta que yo y solo yo decida cambiar dicho faro. Y tengo demasiados palos encima ya como para que nadie me intente convencer de lo contrario.

 Sección Pajas mentales de ayer y de hoy aparte, sinceramente, a mi no me gustó casi nada este derbi. Tengo la impresión de que cada equipo tuvo como lema lo que el gran John Lennon sentenció en su día: “la vida es lo que te pasa mientras tu sigues ocupado en otros planes”. Los locales tenían suficiente distancia en la tabla clasificatoria como para no tener que forzar demasiado la máquina en conseguir esta victoria, salvo, eso sí, lo que les jode y lo mucho que lo hace, el no conseguirlo (malos tiempos para la lírica, mis queridísimos vecinos). 

El Atleti, como es lógico pensar, el miércoles tiene su partido de Copa marcado en sangre, y no estaba por la labor de malgastar tampoco demasiadas naves en el intento de vencer ayer. Y, aunque lo comprendo (cómo no lo voy a hacer), en el fondo, perdió una gran ocasión de llevarse la victoria, frente a un equipo cuyos centrales fueron un lateral reconvertido, por un lado, y al que jamás le vi desenvolverse en dicha posición (el carnicero de Leganés), y el otro, más experimentado, ciertamente, lo que pasa es que debido a su eterna juventud, siempre se le excusan sus entradas a destiempo, posibles despistes y demás (como no podría ser de otra forma, hablamos del primo hermano de Jordi Hurtado, el imberbe “Joven Nacho”). Añadan que, y aparte de los lesionados que tiene ya por sí arrastrando toda la temporada (culpa del Profe Ortega, como bien ya se sabe, menos mal que al fin se pira), sufrió también un repentino mareo de última hora el nuevo premio Nobel de la Paz, Mahatma Binicius. Para qué queremos más.

Pero ni con esas. Concedimos un gol a los 20 minutos porque Riquelme, de medio campo para detrás, es un auténtico disparate de jugador, porque Saúl cada vez empiezo a pensar en él más por todo y lo mucho que nos dio, que por lo que le queda ya por darnos, en que Koke decidió devolver una pared a un atacante vikingo, para colmo de males, y que oigan, si un tío es capaz de hacer 2 paredes en el área y meterse casi hasta dentro de la portería con el balón en los pies, pues cómo diablos esperan que acaben la jugada si no. Lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible.

 Salvo una asistencia inicial del dosificado Diosito Grizzi sobre Morata, que este remato cruzado y despejó como pudo Lunin (putos “Lunin” del orto, ya puestos), después del tanto vikingoidal prosiguieron dos buenas acciones atacantes por nuestra parte de tanto Witsel como Savic, en sendos remates de cabeza, que el del cantante de Boney M. repelió el pobre Lunin como pudo, y el de Savic, no fue gol, porque no lo fue. Para acabar casi el primer tiempo, otro cabezazo de Saúl, en el que puso tanto el molde previo que se le marchó también demasiado desviado del poste. ¿Conclusión? Si es que no tenían centrales, joder .. Cualquier centro de cabeza era nuestro. Si cuando yo les digo que no ando nada contento. No se nos debió escapar esta victoria jamás, hombre. Jamás.

 Nada más comenzar la segunda parte, vino la movida del gol anulado a Savic, que nos hubiese venido como perlas, y a partir de ese momento, ni nos sentó bien dicha anulación, ni aportaron gran cosa los Cholo-Cambios (aunque la “dejada” de Memphis a Llorente resultase decisiva), e, inclusive, el equipo local tuvo hasta ocasiones más claras que las nuestras propias (con alguna que otra opción polémica también en nuestra área, luego me explayaré).

Del letargo rojiblanco solamente me sacó una buena acción de Suburbial Correa por banda, que remató de tacón Antoine, y que el portero se encontró, rechazando de nuevo a córner (y me da que, aunque hubiese entrado ese balón, nos lo hubiesen anulado también), y, cómo no, la prepotencia, el borreguismo, la falta de respeto y, por qué no decirlo, el cazurrismo de la afición del equipo local, cuando se da el lujo de corear con olés una serie de pases absolutamente intrascendentes en el juego de sus jugadores, quedando, encima, casi 20 minutos para el final del encuentro, y yendo ganando por la mínima ventaja, encima. En esta vida se puede tonto, MUY TONTO o lo que son ellos, TOOONTOOSSS desde que su padre y su madre eran novios (lo menos).

 Así que el partido acabó de la siguiente manera: minuto 93 (¡OLLEEEEEEE!), Depay gana y pincha un balón aéreo entre los citados carniceros de Leganés y la eterna juventud de Nacho (¡OLLEEEEEEE!), el uno por el otro, la casa sin barrer (¡OLLEEEEEEE!), y aparece como una exhalación nuestro Lechugo favorito (¡OLLEEEEEEE!), excanterano cervatil, como todo el mundo sabe (¡OLLEEEEEEE!), y  bate de un testarazo irrefutable al guardameta local, poniendo el empate final en el tanteador (¡Y OLLEEEEEEE!). Y reitero, probablemente nosotros desperdiciamos una buena ocasión de darles por culo sin piedad, pero ojo, no es menos cierto que ellos, en su casa, tampoco consiguieron vencer al, probablemente, Atleti más ocupado en sus próximos planes futuros que se van a encontrar jamás. Así que, bueno está el empate (especialmente por la forma en que se ha producido) y, aunque solamente haya sido por el recuerdo imborrable de aquel mítico gol de Albertini, ya mereció la pena todo.


EL CRACK DEL PARTIDO:

El que más me gustó de la muchachada fue el incombustible Witsel, sin duda alguna. Es que cada día le veo mejor, y lo que aún me mola más, tengo total seguridad ya en él, y en sus acciones.



LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Pues hay unos cuantos que no me gustaron nada (PERO NADA), pero como  en este tipo de partidos no me gusta en exceso señalar a nadie tampoco, lo vamos a dejar desierto hasta mejor ocasión.

 

ÁRBITRO: Sánchez Martínez.

Aquí sé que me van a dar palos hasta en el DNI, pero yo tengo que ser fiel a mis principios y contar lo que ví, que fue lo siguiente:

 

-     Criterio con las tarjetas amarillas. Como siempre, absurdo rayando lo grotesco, y perjudicándonos siempre. Aquí sí que os doy la razón a los más críticos, aunque esto no es exclusiva de este tipo, ojo. Es, más bien, una tónica habitual.

-         Gol anulado a Savic. Pues está perfectamente anulado, qué queréis que os diga. Saúl está en fuera de juego, y delante del portero. Y si está éste fuera de la línea de meta Lunin, es precisamente porque su espacio lo está ocupando nuestro canterano. Me recordó mucho a un gol que le anularon a McTominay (mi Hermano escocés, como fácilmente pueden comprobar) frente a España. Ahí les paso el enlace por si quieren echarle un vistazo: 

https://www.tycsports.com/video/eliminatorias-eurocopa/el-golazo-anulado-de-mctominay-en-el-espana-escocia-id629991.html

-         Penalty de Savic sobre el nuevo inventor del fútbol, que no nos mete un gol ni aunque salga Oblak atado a un poste. Tan absurdo como clamoroso, la verdad. Lo de este muchacho es que …

-         Y ya está. Todo lo demás es fútbol, y fuera (ni el supuesto de Llorente, ni el propio de Saúl, ni los 345 restantes que Real Cierva TV ande manipulando a su antojo, pero que está bien, ¿Eh? Que cada uno en esta vida hace el ridículo conforme más acorde le parezca).

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 18 GRADOS).


Partíamos de 16 grados, subo 2 gradacos más por ganar al Rayito en el auténtico derbi  de verdad que hay en Madrid, y por el empate frente al tercer o cuarto equipo de la Capital, lo dejo como estaba, ya que es el mínimo resultado exigible que debíamos de conseguir, así que, 18 grados nos contemplan, Hermanos.

 Y el miércoles, aquí sí, el partido de nuestras vidas, sí o también. ¿El Bilbao? ¿El Athletic? A mi me gusta llamar a las cosas por su nombre, así que en este bloq, preferimos denominarles “Athletic”, aunque si hacemos una encuesta en toda España, estoy convencido de que  el 70 por ciento de la peña le conoce más como el Bilbao, y ojo, de eso no tiene tampoco la culpa el Cholo, ¿Eh? Mueran con nosotros, por favor … “No queremos en la grada, los que se callan la boca



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