26 de febrero de 2025

Barcelona 4 - Atleti 4. Paco con las rebajas (By Don Pablo Mármol).

 

De todos es sabido que el Director General del blog está muy liado, o eso nos cuenta, entre semana. De tal manera, servidor, crítico máximo a la par que máximo admirador, va a coger la pluma, tristemente abandonada en el tintero, para intentar escribir una crónica medio decente. Como digo siempre, dediquen el tiempo a cosas más interesantes. Si continúan leyendo es su problema; no digan que no se lo advertí. A ello.

----------

Gracias a un tal Diego Pablo Simeone el Atlético de Madrid se presenta a veinticinco de febrero del presente vivo en las cuatro* competiciones en disputa. Los próximos veinte días nos van a decir dónde estaremos exactamente. No se habrá ganado nada, pero es probable que algo se pierda por el camino (o no). Lo único seguro es que cada partido de estos seis se va a disputar a muerte. Luego Dios proveerá.

Servidor, como muchos de ustedes saben, es partidario de tirar alguna competición; a poder ser, la maldita Champion$ maldita. Pienso que no tenemos plantilla para pelear hasta el final por los cuatro* títulos y que estar a todo puede hacer quedar sin nada prematuramente. Iremos viendo, pero me da que Simeone no piensa lo mismo que yo. Y, como dice/decimos siempre, partido a partido.

Y el partido que tocaba anoche era, ni más ni menos, una semifinal de la Copa del rey. A dos partidos de una final de Copa. A dos partidos de disfrutar del mejor día de la temporada. Partido gordo. A muerte, pues.

----------

Desde el final de Mestalla, los estómagos atléticos se encogieron (y me temo que no recuperarán su estado, pase lo que pase, hasta la medianoche del dieciséis de marzo) pensando en la ida a disputar contra el bar$a. Todos recordábamos la sufridísima victoria liguera en el Olímpico de Montjuïc y la mayoría preveíamos una noche toledana, en la que habría que sufrir lo indecible para salir, cuando menos, vivos.

Por supuesto, hay que intentar respetar las costumbres, manías, supersticiones, …, que en eso los Atléticos somos campeones del mundo. Una grande es dónde ver el partido. Si no se puede viajar, hay que analizar diferentes variables para luego acudir al lugar indicado/bendecido. Ayer tocaba un modesto bar de Marqués de Vadillo en el que se ha seguido toda la Copa (salvo el desplazamiento a Málaga). Allí nos plantamos tres Sufridos Seguidores (se os quiere mucho y bien) alentados desde la barra por Antonio.

Tras la primera ronda de tercios y los primeros cigarrillos dio comienzo el partido. Lo que pasó en los primeros diez minutos es lo que ninguno hubiéramos imaginado que iba a pasar.

Una primera ocasión de Julián Álvarez, provocó el primer córner (mal día ayer para las defensas en este lance). Sacado en corto a Griezmann, la pone en el área, Lenglet prolonga y Julián aparece solo en el segundo palo para marcar el primer tanto.

Una pérdida del bar$a en la salida de balón, muy bien ahí el Atleti en estos minutos, supuso una internada de Julián por izquierda que, rodeado de culé$, pone a Antoine un balón cruzado espectacular para que defina con maestría el segundo. 0-2, ¡ojo!

Lejos de venirse abajo, olé (va con sorna, perdón) por el bar$a, empieza a jugar al fútbol. Tras una ocasión muy clara de Ferrán que salvó Musso, viene la jugada que, creo, ocasionó el hundimiento del Atleti: la tarjeta amarilla rigurosísima a Galán. Desde ese momento nos acorralaron, no pudiendo respirar hasta más de una hora después. Hasta ese momento nuestra banda izquierda fue una autopista que los locales aprovecharon con un Yamal imparable. Así llegaría el 1-2 de Pedri.

Un córner mal defendido (como en Leganés, apuntaba el Director General) puso el empate en el marcador. El bar$a percutía y percutía y nosotros sin poder salir. Ferrán mientras falló otra ocasión increíble. Y terminando el primer tiempo viene otro córner, peor defendido que el primero, que remata solo el otro central culé. Como les decía, tres saques de esquina ocasionaron tres goles. Por nuestra parte, muy mal.

El descanso llegó como agua de mayo, la verdad. En la reanudación parecía que controlábamos un poco más el juego. Ahí tuvo Griezmann el empate, pero no pegó bien y se marró una ocasión muy clara. Los locales insistían, pero sin crear excesivo peligro. Reinildo, Lino y Nahuel salieron por Galán, Giuliano y Gallagher. Con Llorente por delante empezamos a vislumbrar el empate. Correa (espectacular nuestro Ángel) y Sørloth acabaron con cualquier atisbo de centro del campo. Simeone decidió entrar al intercambio de golpes (puso en juego algo parecido a un 4-1-5) cuando el juego, que no el marcador, estaba en tablas. Y Alexander lo consiguió, tras ruptura de Llorente, pero el tanto fue anulado por claro fuera de juego.

No estaba mal el Atleti, Correa marró una oportunidad clara, cuando el bar$a hizo el cuarto. Otra vez el Yamal ese hizo lo que quiso por nuestra izquierda. Con 4-2, partido y, quizá, eliminatoria estaban casi perdidos. Entonces fue cuando empezaron los olés desde la grada. Absolutamente humillantes. Pero ¡ay, amigo! Correa se disfrazó de Paco y le puso un balón a Llorente, que vino con las rebajas. Su trallazo, afortunadamente, no dio al portero, pues hubiera ido directo a urgencias.

Se jugarían diez minutos más en los que el Atlético se vio capaz de empatar. El bar$a dejó de presionar y nuestros jugadores buscaron con ahínco las espaldas laterales. Correa tuvo el empate, pero el balón se le quedó algo atrás y no pudo enganchar bien. Lenglet encontró esa espalda comentada y Lino dio el gol mascado a Sørloth. Casi el mismo gol que en liga, por la otra banda.

Y así, con 4-4, se llegó al final del partido. Un resultado que lo deja todo abierto para la vuelta, pero esta vez en un Metropolitano que, como en las grandes ocasiones, también se disfrazará. De ESTADIO VICENTE CALDERÓN.

----------

Con permiso de la Autoridad, quiero dedicar esta crónica a Miguel Saca, que lleva un tiempo en la UCI. Ánimo, Camarada. Un día menos para salir.

----------

¡PRIETAS LAS FILAS!

FORZA ATLETI SIEMPRE

 

*Espero que no haga falta explicárselo a nadie.




24 de febrero de 2025

Valencia 0 - Atleti 3. A todo trapo.

 

Mestalla (prueba ya superada). Barcelona nada más y nada menos que en 3 ocasiones, 2 de ellas a muerte súbita (y la de liga, casi que también). Vikingos, otras 2 más, también en dicha circunstancia, y en Champions. Athletic, el Pitzjúan, Getafe en su casa, “el filial” fuera (que se nos da fatal) … No sé si somos conscientes los Atléticos de la situación gloriosa en la que nos encontramos. ¿Cuántos equipos darían la vida por estar en tal circunstancia? ¿Qué no buen bufandero descerebrado sueña, a estas alturas de la temporada, con encontrarse en tal encrucijada? ¿Podremos con todo? ¿Nos quedaremos sin nada? (lo dudo). Si el lema de “partido a partido” suele ser nuestro auténtico dogma de fe y de ir por la vida, hoy en día, nos lo tenemos que grabar a fuego, si es menester. Y, por supuesto, ante todo y sobre todo … DISFRUTAR. Disfrutarlo a tope y vivirlo como si cada uno de ellos fuese el último partido de nuestras vidas. Parece una misión imposible, pero el Atleti, en este tipo de situaciones, se suele manejar al dedillo. Porque los Atléticos somos el equipo más imposible de todos.

 

De momento, superamos el primer envite en el siempre imponente Mestalla, campo complicado, a pesar de su situación del equipo local en la tabla, y en el que demostramos una superioridad insultante, especialmente en este primer periodo, el cual lo controlamos de cabo a rabo, hicimos 2  goles (que debieron ser 3) y apenas se concedieron ocasiones de gol ante un rival que salió quizás excesivamente temeroso de lo que tenía enfrente, comportamiento lógico, por otro lado, ya que el Atleti de hoy en día vuelve a defender casi a la perfección, y ha ganado bastante potencial ofensivo y contundencia tras la llegada, especialmente, de Don Julián Álvarez.

 

Sorprendió el Cholo con la alineación titular situando al incombustible Llorente de pivote defensivo, recordando su posición en la que triunfó en el Alavés y en otro equipo de cuyo nombre no me acuerdo en estos instantes, y, para llevar tanto tiempo sin ubicarse ahí, no lo hizo nada mal "Don Paseítos en gayumbos a las 7 de la mañana y 9 grados bajo cero" (qué muchacho, por Dios Santo).

 

Precisamente a los 9 minutos ya dimos el primer aviso serio. De Paul (se jugó en todo este primer tiempo a lo que el argentino quiso) profundizó sobre Giuliano, éste puso el  pase de la muerte en dirección a Juligol, pero se anticipó Foulquier milagrosamente, desbaratando la primera gran situación de tanto (que no ocasión) a nuestro favor. Por cierto, me resulta curioso como la peña suele confundir con facilidad “situaciones de gol” con “ocasiones” propiamente dichas. En la segunda parte me explayo un poquito más al respecto.

 

El Valencia soportaba más o menos bien plantado el dominio colchonero, salvo por una pequeña circunstancia: había revoloteando por las cercanías de la línea de tres cuartos atacante nuestra un tal Antoine Griezmann más solo que la una, construyendo e imaginando fútbol por doquier. Y de su brillante varita mágica vino el primer tanto, en una fantástica asistencia sobre el desmarque de Lino, el brasileiro fusiló de volea que se estrelló violentamente sobre el larguero del equipo local, el balón quedó muerto en el área, Julián Álvarez que no acierta a controlar inicialmente, Simeone Junior, que está siempre en todas, termina por dejarle el balón en condiciones a la Araña, y ésta fusila sin piedad a Mamardaszzz …(nombre excesivamente largo y complicado para mi estado habitual de hibernación en lunes, se siente). 0-1, y la cosa pintaba muy requetebién para nuestros intereses.

 

A los 26 minutos tuvimos otra gran ocasión de gol, en una falta pintiparada en la que Antoine se encargó de demostrar, de nuevo, que ni las faltas, ni los córners, ni los penaltis, es lo suyo (y no sé cuántas veces más lo tendré que escribir, Señor, dame paciencia). Eso sí, asistir y marcar, lo que quieran, oigan. Y en Valencia le dio por lo primero, porque en el minuto 29 de juego, nueva balón que controló en las cercanías del área más solo que yo defendiendo que el Atleti en Mestalla hizo un gran partido (pagaréis con sangre vuestra clara ofensa, miserables), éste le puso un balón de cine sobre la cabecita de Julián Álvarez, y el argentino cabeceó como mandan los cánones, ajustado al palo y haciendo que botase el balón previamente para que resultase completamente inútil cualquier intento de Mamardaszzz  en atajar el esférico. 0-2, y la cosa parecía medio sentenciada.

 

Al Valencia solo se le vio en este BRILLANTE primer tiempo nuestro, en un pase lateral de Rioja que remató Sadiq muy flojeras, a pesar de que le comió la tostada al bueno de Llorente en el área.

 

Justo al borde del descanso, concurso de despropósitos. Mosquera (individuo obscuro objeto de deseo por cierto sector de la hinchada rojiblanca ale, te queremos Forza Atleti Aleee), quiso ceder el balón a su guardameta. Julián, muy atento, se percató de dicha acción, interceptó dicho pase, y se fue como una bala más solo que la una a poner el 0-3 en el marcador. Su ejecución final, sin embargo, fue tan soez que dudo de cuál de las dos acciones, la defensiva o la ofensiva, me pareció más grotesca, la verdad. Pero bueno, 0-2, que tampoco es mal botín para mi gente.

 

En la Segunda parte la cosa pintó de inicio de otra forma. Y se me antoja algo normal que el Atleti tienda un poco a dejar de pisar el acelerador y dosificar un poquito, debido a lo que se le viene este martes, por un lado, y tampoco me parece nada extraño que el equipo local, que se está jugando la puta vida como es permanecer en primera o no, saliese con mucha más mordiente y presión sobre nuestra portería. Esto es fútbol también, ha sido así de toda la puñetera vida y así seguirá.

 

Dicho esto, el Atleti pasó por unos 20 minutos iniciales en los que sí que se produjeron algunas situaciones de gol (reitero, que no ocasiones claras, apenas pasamos apuros tampoco en realidad), en la que los valencianos, a base de balones laterales colgados sobre nuestra portería de forma más o menos insistente, nos aculó un tanto en nuestra área y nos tocó sacar un poco más el paraguas que de costumbre y soportar la pequeña tormenta de verano a la cual nos sometió el Valencia, pero no fue más que eso. Tormenteja de verano. A partir de que Don Diego Pablo Simeone le dio por sacar al terreno de juego al Comandante Giménez, el equipo, defensivamente hablando, volvió a su normalidad más absoluta, sin pasar apenas apuro alguno.

 

El bullicioso Hugo Duro remató en el 50 un buen centro lateral de Gayá … fuera de los  3 palos. Dos minutos más tarde, un remate duro desde fuera del área de Barrenechea lo atajó Oblak con total normalidad. Después vino la jugada del supuesto penalti (de la que hablaré más adelante)  y ya está. 20 minutos de algo de acoso, en los que estuvimos un poco imprecisos, y en los que el rival nos demostró que también tiene piernas, sabe correr, presionar a su manera, y poco más, porque ya Josema en el 68 salió al terreno de juego, y aquí paz, y después gloria. Todo esa serie de “dramáticos” acontecimientos consecutivos sirve para que grandes Atléticos de ayer y de hoy me anden dando la matraca sin cesar de que vaya pronto al Acueducto de Segovia, porque los suicidios colectivos de nuestros seguidores andan disparados ante tan catastrófica situación. País.

 

Gallagher se empezó  también a entonar a partir de ese instante, y el Atleti comenzó a fabricar una serie de contras en las que se veía que, tarde o temprano, tendríamos el premio de nuestro ansiado tercer tanto (vida o muerte para algunos, más tranquilidad si cabe para el que con esto os castiga).  Correíta avisó en el 78 con un taconazo dentro del área que más fue el único recurso que disponía que adorno en sí mismo en la acción, y a falta de 4 minutos, un agotado Javi Guerra (gran partido del chaval, ya puestos, a pesar de este lunar final), falló un pase hacia atrás que controló Connor, este conduce la contra rojiblanca con maestría, cede al final el balón a Marginal Correa, en el momento preciso y exacto, y éste, como mandan también los cánones, cruza de forma inapelable el balón de remate seco y ajustado, batiendo sin otra opción posible al bueno de Mamadarzzz …

 

Y esto es lo que dio de sí el partido. 0-3. Un encuentro disputado con brillantez en el primer tiempo, y con inteligencia  y saber estar en el segundo. Portería a cero, ventaja más que suficiente, dosificación de energías, y que pase el siguiente. A todo trapo.

 

Árbitro: Busquet Ferrer.

El Boixo estuvo prácticamente impecable, aunque para mi la mano de Galán es un penalti como el Calderón de grande. Por mucho que la tenga inmóvil, se interpone en un remate de un delantero valenciano, dándolo en la misma el balón, y teniéndola despegada del cuerpo. Dicho esto, y como siempre el VAR, el VOR y San Dios Bendito opina todo lo contrario que yo creo, pues nada, que no es penalti, y viva la fiesta. Por cierto, que hablando de esto un poco, parece que el Cholo la tiene un poquito metidita con el tema de la mano de Cucurella frente a Alemania en la pasada Eurocopa, porque siempre pone el mismo ejemplo cansino, con cierto rintintín y hasta recochineo. Pues Don Diego Pablo, no solo los argentinos son capaces de ganar Copas Américas y Mundiales. Los Españoles, también, y, es más, la Eurocopa conseguida fue sencillamente impoluta e inmaculada, así que, si le pica, ajo y agua, compañero. Y a lo que nos importa realmente, y tan bien sabe llevar, que no es otra cosa que nuestro Atleti.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Me gustó Llorente y su inconmensurable polivalencia, me encantó el poso, el orden que puso y el saber estar en los minutos que disputó Giménez en la segunda parte, mágico Diosito repartiendo juegos de magia a diestro y siniestro (e inteligente como él solo), pero de nuevo, el premio mayor se lo doy a Don Julián Álvarez por sus  dos nuevos tantos, su currele infinito y su humildad que tan bien encaja en nuestra propia idiosincrasia.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Deportivamente, nadie. Y son tiempos en los que tenemos que permanecer tan unidos unos con otros, que creo que es la mejor forma de afrontar todo este manantial de emociones en el que nos vamos a tener que ir bañando y controlando todos. No sentirse nadie decepcionado con nadie.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+1 GRADO).

De nuevo, el Termómetro se muestra magnánimo, es consciente de la importancia de la victoria conseguida en el siempre complicado Mestalla (recuerden que partíamos de – 2 Grados la jornada), y sube, de golpe, 3 gradacos la temperatura, así que volvemos a estar en positivo, lo cual es siempre una excelente noticia.

 

Y mañana, primer examen gordo para el equipo, y de verdad, que el Barcelona lleva ya paso de crucero, aunque la Copa es mágica, la Copa mola que enarbola, y debemos de morir por ella, ya que es un torneo que nos representa, en todo y por todos … “Y pobre del que quiera robarnos la ilusión”



17 de febrero de 2025

Atleti 1 - Celta 1. El fútbol que queremos.

 

Si no fuese por la ilusión que me produce ver al equipo encontrarse en la posición que anda actualmente en todas las Competiciones, la verdad es que es probable que estuviese bastante más desilusionado con lo que ando viendo últimamente, porque la transformación en la que anda sometida nuestro deporte favorito, dista mucho de los fundamentos por los cuales me enamoré perdidamente del mismo. El fútbol que yo he mamado ha sido un deporte más o menos noble, de contacto, de furia, de fuerza, de choques, de emoción, eléctrico … Todo lo que no ando viendo ahora. Lo estamos convirtiendo en un deporte cohibido, en el que triunfan los figurantes, los comediantes y los tramposos. Un deporte triste, en el que casi todo está ya prohibido (tanto a nivel de grada, como en el césped). Los jugadores deben de convertirse en robots, que rayen la perfección a la hora de encarar a un rival, de ir a cortar o despejar un balón, de saltar con los brazos metidos en el culo, de no disputar un balón dividido, de por supuesto, no emplear ninguna expresión más alta que otra, de que no haya una segunda jugada que invalide todo lo realizado en una inicial, o viceversa, de que no haya cualquier absurda acción previa que logre anular lo conseguido … Cualquier cosa es ya tarjeta (cuando no roja), la mayoría de los jugadores se tiran 3 horas sobre el terreno de juego hasta que consiguen que uno de los 500 árbitros que hay ahora le logre dar la razón con su  reivindicación, el árbitro sobre el césped cada vez pinta menos en referencia al árbitro del VAR, o de la sala VOR, o de dónde diablos se trate … Los goles ya no los podemos celebrar tampoco como nos gustaría, por miedo a ver si un cordón de la bota de un jugador se ha adelantado un poquito o no sobre el del defensor, contradiciendo cualquier espíritu inicial con que dicho reglamento se creó … todo demasiado puritano, excesivamente "woke", espectáculo que me resulta completamente irritante y sin mayor sentido alguno. Igual a muchos os gusta esto, y lo veis con algún sentido. Yo, sinceramente, el camino que nada tomando  todo este circo es sencillamente desilusionante, poco atractivo y que me anda terminando cansando cada día más.

 

Analizar un partido en el que el minuto 4 de juego te quedas con 10 jugadores por expulsión de uno de tus pilares esenciales, es complicado, máxime en el fútbol de hoy en día, en el que la parte física cuenta tanto. Si encima, por las características de tu rival, al cual le gusta tener la posesión del balón y el dominio del juego, recibe esta ayuda suplementaria, pues es todo mucho más difícil aún.

 

Da la impresión de que este equipo (nuestro Atleti), como si de un participante de un concurso se tratase. Cada día debe de ir superando una nueva prueba más complicada que el anterior, sobreponerse y demostrar su valía. Y ojito, esta vez sacamos 1 puntito que estaba mucho más que perdido. En futuras ocasiones no tendremos tanta suerte..

 

La actuación arbitral para más adelante. Lo que opino de Pableras Barrios, también. Así que el Atleti, con dichos condicionantes, se amoldó yo diría que perfectamente a nivel táctico defensivo al nuevo partido que le tocaba jugar, y lo hizo francamente bien en ese aspecto. Con inteligencia, con sacrificio (no podía ser de otra forma), con mucho curro, y con sobriedad.

 

El Celta dominó, si, pero con escasa profundidad y con respeto máximo sobre nuestra escuadra, sabedores de cómo nos las gastamos nosotros en nuestro templo. El Atleti aguantó, sí, asomó la cabeza en cuanto pudo, allá por el 35 de juego, en un remate algo alto de Giuliano tras buen ataque iniciado por De Paul, y en las postrimerías de este primer tiempo, los vigueses tuvieron la más clara del encuentro antes del descanso, en un balón que Fer López le metió en profundidad ante el desmarque de Pablo Durán, y este, ante la imponente figura que debe de suponer tratar de superar al bueno de Jan para cualquier delantero, remató inocentemente a las manos de Oblak, cuando el tanto estaba hecho y más que mascado. Con este resultado, lo dicho, al descanso.

 

En la segunda parte salió inicialmente más volcado el equipo vigués sobre nuestra portería (normal), y entre eso, el cansancio que iba haciendo mella entre nuestros jugadores, y que el Cholo, en mi humilde opinión, tardó demasiado en mover la Choctelera, hizo que el dominio visitante se acrecentase más con el paso de los minutos. Fer López tuvo una buena situación nada más comenzar este periodo. Sin embargo, en el 55, al fin se vio un buen acercamiento por nuestra parte, en una gran conducción de Don Rodrigo de Paul, el cual cedió un gran balón ante la fulgurante internada de Llorente, pero el remate final de nuestro lateral le salió hacia el muñeco que representaba en esta ocasión Guaita.

 

Y en el 67, otra nueva acción del “fútbol que queremos”. Balón que controla Borja Iglesias en nuestro área, Le Normand le pisa levemente al delantero celeste (ojo, que no iba en carrera ni nada que se le pareciese), el piojoso del Borjita que se deja caer nada más sentir el contacto, y el Munuera que pita penalti sin dudarlo. Reitero: “el fútbol que queremos”. Iago Aspas transformó la pena máxima, y nos puso el encuentro en chino filipino. 0-1, y a rezar.

 

En el 74 pudo venir la sentencia final, en una gran jugada celeste por la cual Ibaix se queda solo delante de nuevo de Oblak, otra vez la figura imperial de nuestro guardameta impone lo suyo, el delantero cede el balón de tacón hacia atrás a Mingueza, el cual, cuando tenía todo para rematar a placer, vio como la no menos esplendorosa figura de nuestro Comandante Giménez se lanzaba con el alma, con su cuerpo, con su espíritu y con todo lo divino y humano que se le ocurrió a nuestro Uruguayo  favorito, desbaratando dicho chicharro que estaba más que cantado, y que hubiese supuesto la sentencia de muerte final para nuestros intereses.

 

Lejos de esto, en el 82, y tras al fin que el Cholo se decidiera a sacar a los Gallagher, Correita, Sorloth y compañía, Don José Maria Giménez se pone, aprovechando que anda próxima esas fechas siempre tan desagradables como son los dichosos Carnavales (lo sé, me gustan pocas cosas, y cada día que pasa alguna menos más que el día anterior, posiblemente), el disfraz de Don Bernardo Schuster, se saca un imperial pase de la nada hacia Sorloth, que andaba el hombre solo frente al mundo, el defensa vigués comete el imperdonable error de dejar botar el balón, el noruego se anticipa, recorta y de un toque seco y ajustado al palo, bate a Guaita y pone el empate en el marcador, que a la postre, resultó ya definitivo. La acción Sorloth es sencillamente para enmarcar, de nueve puro, es un Ying-Yang constante este jugador.

 

El Metropolitano se revolucionó, el Celta medio se achantó, el Atleti lo intentó con más corazón que cabeza, y al final, el empate a uno se instaló definitivamente en el marcador. Tiene muchísimo mérito nuestro empate frente a un equipo que disputó más de 90 minutos en superioridad numérica (tirando de cantera a tope, por cierto, olé por los vigueses), pero este desigual “espectáculo” futbolísitico decidió cambiarlo completamente de rumbo, tanto la grotesca expulsión de Pablo Barrios, como el penalti que se nos señaló en nuestra contra. Que sí, que ya sé que el Cholo ha dicho que ambas acciones fueron justamente señaladas. Pues nada, que les aproveche a todo el mundo. Será el fútbol que ustedes quieren …

 

Árbitro: Martinez Munuera.

Yo ya no sé si tiene mucho sentido el que siga analizando la actuación del árbitro sobre el terreno de juego, y en su lugar me ponga a intentar discernir las cosas que tenga a bien decidir el mono borracho que toque en esa jornada en el VAR, la verdad. Estoy totalmente desconcertado con todo este asunto.

Si me pongo a analizar la expulsión de Pableras, el árbitro estuvo perfecto, y con amarilla sobraba, pero el flipado del VAR se le puso en los mismísimos que era roja, y como éstos obedecen sumisos lo que les cuente el mono empastillado del VAR, pues nada, expulsión y tomar por el puto culo un partido que pudo haber resultado cantidad de vistoso e interesante.

También acertó en la tarjeta amarilla que sacó a Carlos Domínguez por un clamoroso codazo sobre Giuliano, claro que, dicho esto, se ve que el mono del VAR estaba en el baño en ese momento y no se dio cuenta de dicha circunstancia, porque no entiendo muy bien el por qué una entrada dura, sí, feucha, también, pero con balón por medio, nada más comenzar el encuentro, en una zona completamente intrascendente para el juego, es roja (por la temeridad), y un codazo así (también temerario donde los haya) se salda con amarilla. Si algún presente en la sala me lo sabe explicar, cojonudo, aunque, mejor pensado, no. No me traten de explicar nada.

Después vino el pisotoncito, que claro, como nos pusimos tan contentos cuando nos lo pitaron en el Cuernabeu a favor, pues haber quién es el guapo ahora que dice algo … Salvo servidora, claro está, que ya especificó que ambas jugadas eran parte del fútbol, y como tal, no habría que señalar nada al respecto. Así que, pues no sé … ¿Cómo estuvo Munuera? Pues ni puta idea, la verdad … Será que no me sé el VAReglamento de hoy en día, y, por lo tanto, me cuesta un mundo analizar nada, máxime cuando tampoco hay criterio firme ni uniforme al respecto.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Pues Oblak estuvo estupendamente bien, destacar también el trabajo estajanovista de Julián Álvarez, el golazo que se inventa de manera genial el bueno de Sorloth, pero hoy me tengo que dar con el Comandante Giménez, que realizó un encuentro sideral. Tengo siempre subido a mi chepa a Don Pablo Raso porque me indica (seguramente con razón) que no valoro lo suficientemente bien el trabajo de Josema. Desde luego, reitero, el pasado sábado estuvo en todas, hizo todo bien, se inventó un brutal pase de gol sobre el desmarque de Sorloth, y demostró que (como en muchas otras jornadas) el auténtico y genuino Capitán que tenemos sobre el terreno de juego es él, nadie más que él y solamente él. Bravo por nuestro Capi, pues.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

El señorito Griezmann sigue en su mundo, pero, como no puede ser de otra forma, hay que hablar de Barrios. Es imperdonable que, aparte, en tan poco espacio de tiempo entre su expulsión frente al Bayer y la de ayer, vuelva a haber caído en la misma trampa. En este aspecto, confío plenamente en lo que decida Simeone. Fue muy clarito en rueda de prensa, además: “lo que le tenga que decir a Barrios, se lo diré dentro, no a ustedes”. Y ya está.  Lo que Don Diego Padre decida. Dicho esto, gracias a este mismo jugador, digo yo que también estaremos lo bien que estamos en consecuencia de sus actuaciones previas, vamos, digo … De hecho, creo que las derrotas que hemos sufrido en esta temporada coinciden con su no presencia en el campo. Si por estos dos errores nos da para desearle su muerte, o que no vuelva a vestir nuestra camiseta, y demás lindezas que ha tenido que soportar el chaval, pues miren, oigan. Que me da mucho asquito todo esto. Pero mucho. Ya tuvo que cerrar los comentarios en el Instalgram Saúl. Lo mismo le tocó a Riquelme. Y ahora ha vuelto a suceder con Pableras. Comportamientos todos ellos claramente de  Concha Espina, y nunca representativos de nuestra afición (o, más bien, de lo que éramos). Y, ¿Saben lo que les digo? A toda esta fauna de bastardos sin fronteras, si fuese el  Club, me lanzaría a enterarme si son socios realmente del Atleti o no, y procedería en consecuencia también. ¿Por qué es más grave tirar un mecherito cuando andas defendiendo el honor que tu club, que no insultar a un canterano ejemplar, con lo que cuesta conseguirlos, auténtico patrimonio real nuestro? ¿Por qué? Sinceramente, no lo veo tampoco, así que, ¿Tirón de orejas? Lo que el Cholo diga. ¿Critica constructiva? A saco con ella. Pero menosprecio y humillación por un chaval que es como si llevase nuestra sangre, no. Conmigo que nadie cuente. Soldado de Pablo Barrios.

 



TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (-2 GRADOS).

Recuerdo que el Termómetro no entiende de circunstancias que se puedan producir a lo largo de un encuentro, rivales y demás fandangas que quieran balbucear. El Termómetro lo que entiende es esto: de los últimos 15 puntos disputados, solamente se han conseguido 6, disputando encima 3 encuentros en casita. En consecuencia, bajada de 2 grados tocan. No hay más preguntas, Señoría.

 

Y el sábado, frente a un Valencia que anda empezando a renacer, que en su casa es siempre un hueso del copón bendito, y encima, el Atleti otra semana sin disputar partido alguno a lo largo de la misma, lo cual sigo comprobando que, por lo que sea, desconecta en exceso a la muchachada. Esperemos que esta vez no sea así, pero, nunca se sabe … Y con los descerebrados del VAR, VOR y demás, ya ni les cuento … El fútbol que queremos ... En fin … “No importa lo que pase, no nos separaran” …



10 de febrero de 2025

Ciervos 1 - Atleti 1. Premios Poya 2025.

 

              Vamos a comenzar la ceremonia de los premios Poya 2025, esta vez, encima, coincidiendo con un nuevo derbi, encuentros los cuales, como bien saben, son un manto de paz, de tranquilidad, de no meter presión a nadie, de apenas sacar declaraciones altisonantes o comunicados que se piensan son amenazantes, y demás. Todo como una balsa de aceite clandestino. Al ataque, pues:

 

- Premio Poya a la mejor Película: “La guerra de los Mundos”.

El mundo de los que nunca encuentran la felicidad plena, a pesar de su supuesto poderío, frente al mundo real, de los que sabemos disfrutar de la vida, saboreando cada encuentro como si fuese el último. Los primeros, hay que reconocerles, reinan en el Caos (en cuanto la segunda parte se atolondró, por momentos, nos pasaron por encima). Nosotros, lo hacemos dentro del orden, de la solidaridad, teniendo como principal arma el concepto de equipo, en su máxima expresión (primera parte del Atleti, tácticamente, yo diría que impoluta, salvo ese dichoso último pase, último regate o último desmarque que a veces no sabemos realizar). En definitiva, y como bien saben, unos lo tienen todo, nosotros, lo que les falta.

 

 

Premio Poya al mejor director, Don Diego Pablo Simeone, por … “El sueño Eterno”.

Puede que de vez en cuando no entienda los cambios que realiza (este sábado flipé cantidad cuando sustituyo a De Paul y a Julián Álvarez, respectivamente, carallo, que no hay partido entre semana, y estaban  siendo los 2 mejores, y con diferencia), quizás nuestro Atleti, en determinadas circunstancias, muestre una timidez para dar ese pasito final y conseguir aún logros más altos, como bien pudo conseguir el sábado. Por el contrario, igual el problema es que nos creamos más que lo que somos realmente (deportivamente hablando) pero todo eso es debido a su trabajo, a su rebeldía, a su forma de entender al Atleti, a su manera de defenderle a capa y espada y, francamente, da gusto disfrutar del  status social en el cual se anda acomodando actualmente nuestro equipo, que no es otro que ser partícipe de encontrarse entre la élite nacional e internacional, como así demuestran sus datos. A poca gente extraña que el actual Campeón de la Copa de Europa lleve ya casi 3 años sin mojarnos la oreja (y bien escocidos que andan). Así que, sin exigir nada (porque los Atléticos de verdad lo único que pedimos es que se luche hasta el final de nuestras fuerzas por todo, y contra todo), pero ahora mismo, a 10 de Febrero, estamos con posibilidades reales de soñar hasta el infinito, y más alla, por todo lo cual, pase lo que pase al final (que esto es un deporte, recuerden, aunque algunos indeseables lo quieran convertir en su cortijo particular), que no decaiga nunca nuestro “sueño eterno”, porque eso nos mantiene vivos, alerta y con ganas de seguir siguiendo. Reitero: pase lo que pase al final.

 

 

Premio Poya a la mejor actriz, Ceballos, por "La carnicera desdentada”.

Hay tipos de jugadoras que, como su aportación futbolística es prácticamente nula, deportivamente hablando, sobre un terreno de juego, pues necesitan destacar en otras vicisitudes, demostrando que son más que nadie, que quieren al Club más que ningún otro y que se autoafirman en su convencimiento golpeándose con el puño el pecho salvajemente si es menester. Este es un claro ejemplo de lo que sería este tipejo, comportamiento muy común de todos estos “mi arma” que suele haber por ahí abajo, por otro lado. Tienes “suerte” de que deambules en el equipo que hoy lo haces actualmente, porque terminarás volviendo a tu antro original, y ahí, amigo, no te valdrá de nada ni tu supuesto status, ni tus golpecitos en el pecho. La entrada que hizo sobre Barrios está cargada de malicia, falta de respeto por un compañero (aunque se trate de un rival) y cobardía, por hacerla en su “estercolera”, donde se siente más protegida ella. Valiente carnicera maloliente andas hecha, si …

 

- Premio Poya mejor actor, Don Jan Oblak, por “El Muro impenetrable”.

Salvo el tanto encajado, en el que nada pudo hacer, de nuevo tuvo una actuación sobresaliente, como habitúa, vamos. Ni en los peores momentos pierde la calma, ni cuando anda rodeado de "Charlies" bombardeándole por todas partes, su mayor virtud siempre es convertir lo difícil en fácil. Tras un primer tiempo en el que fue un espectador más, en el segundo, sin embargo, curreló lo suyo, enseñándonos sus características esenciales, con sobriedad, saber estar y seguridad, manteniendo al equipo vivito y coleando. La vida no pasa por este hombre, está claro.

 

- Premio Poya al actor de reparto: Pablo Barrios, por “JASP” (joven, aunque sobradamente preparado).

Me gustó mucho el derbi que hizo Pableras el pasado sábado, jugando con personalidad, de menos a más, sin esconderse y cada vez más suelto y decidido, tanto en acciones ofensivas como defensivas. Era un partido de altos vuelos, pero, esta vez sí, Pableras respondió acorde con lo que todos vamos esperando de él. Tiene talento, tiene trabajo, tiene humildad, tiene clase, e, inclusive, tiene más gol que con los que nos suele obsequiar habitualmente (que es nada en dicho aspecto, todo sea dicho de paso). Va por la senda del triunfo. No desmayes, por favor.

 

 

- Premio Poya mejor actor revelación. Giuliano Simeone, por “Hijos de la revolución”.

No fue su mejor partido. Imagino que le pudo un poco la presión de ser el encuentro que era y en el escenario que se disputaba. Falló un gol cantado, tras virtuosa asistencia de Julián Álvarez, no profundizó como suele, no fue ese puñal directo al corazón como hizo por ejemplo el miércoles pasado frente al Getafe, pero da igual, porque gracias a sus actuaciones anteriores estelares, cuando el equipo andaba más perdido que Cerezo pidiendo una horchata por Valencia, se convirtió en el auténtico Comandante en Jefe de la Revolución, gracias a su entusiasmo que contagia y entusiasma por igual, a sus goles, a su lucha infatigable, a no dar un balón por perdido, ni desechar esa carrera que muchos otros no se pegarían, ni desdeñar ni una sola gota de su sangre y de su sudor en post de llevar a la Rojiblanca a lo más alto que su corazón y su mente le de atender. Aparte, la experiencia de haber disputado ya el primero de este tipo de encuentro de máxima rivalidad, ya no se la quita ni Dios, así que, a seguir siguiendo, Hermano.

 

- Premio Poya mejor actriz revelación, Mahatma Binicius, por, “La mascota invisible”.

Pues apenas padecimos a nuestro nuevo mártir de la sociedad, la verdad. Es ver a Llorente delante, y Mohatma se retira automáticamente de la banda para irse a meditar budismo por otras zonas del terreno de juego. No montó ningún show extraño ni realizó sus características monerías, con lo que nos gustan y las disfrutamos todos. ¿Se estará volviendo un ser humano normal, o puede que la divinidad de su llegada a este mundo le haga estar en otra dimensión sideral, muy por encima de nuestra propia condición? Veremos a ver qué dice Netflix de todo esto.

 

- Premio Poya dirección novel, Julián Álvarez por “La hora de la Araña”.

Ya lleva los mismos goles que en su primera temporada en el City, y, aunque solo sea por ver cómo le clavó el Panenkita al “Pequeño Canguro”, en pleno santuario, y encima, teniendo detrás el fondo del “pegote blanco”, ya ha merecido la pena todo. Orgásmico a más no poder.

 

- Premio Poya mejor guión original, a Ancelotti por “Cuatro chicles para Carletto”.

Al bueno de Ancelotti solo le faltó el bastón y el sombrero de copa que portaba Charlot para realizar alguno de sus más famosos sketch en la banda. Todo gestitos él, todo teatralidad, rozando el histrionismo, mientras rumia botes y botes de chicles sin cesar, los cuales engulle con la misma facilidad que mi Hermano Tete devora botellines en cualquier previa que se precie. Tenga cuidado no se nos vaya a atragantar, buen hombre. Con lo buena persona que dice ser …

 

 

- Premio Poya mejor guión adaptado, a el Derbi, por “Tiempo de ira”.

El derbi ha pasado de disputarse en la grada a hastiarnos en los medios de incomunicación. El derbi ha pasado de quedar en Plaza de Castilla y bajar todo el mundo con un corteo espectacular con unos cascos rojos puestos, a obligarte a descalzarte y todo para poder entrar en la pocilga. El derbi ha pasado de ser devoción a crear agotamiento (especialmente mental) ante todas las falacias interesadas que se cuentan. El derbi ya no implica nobleza, sino vileza. El derbi es manipulación, tergiversación de todo, en beneficio del de siempre. No quieren que haya un derbi competido, quieren una rivalidad sumisa y a la carta. El derbi ha pasado de volverme loco, de ser mi partido del año, del siglo, del Universo, de vivir tal jornada desde primera hora de la mañana hasta la última, a producirme entre pereza, indiferencia y saturación general. Los derbis, hoy en día, solo me producen ira.

 

- Premio Poya mejor música original: al Termómetro Rojiblanco, por “Obligado a matar”.

Pero no lo hicimos. El Termómetro valora el punto conseguido, si, pero no le resulta suficiente, vista la debilidad defensiva del rival. El Termómetro quiere más, y piensa que se ha perdido una gran oportunidad de machacar a las plañideras vikingas tal y como se merecen que le hagamos. El Termómetro, por lo tanto, no se mueve, y considera e empate de obligado cumplimiento, por lo que, permanece con la temperatura de 0 grados. El invierno no nos termina de dejar.

 

 

Premio Poya mejor canción Thouameni, por …”No me pises, que llevo chanclas”.

Y si lo haces, atente a las consecuencias, querido. Y conste que para mi no es penalti ni en broma, por si las dudas. Pero quién abrió este melón fueron ellos mismos con un penalti por pisotón a Mohatma en Anoeta, en otra acción completamente intrascendente, y es que, en esta vida sobran balbuceadoras, y faltan personas hechas y derechas de verdad, al igual que entidades, que sepan asumir con naturalidad que, lo que es para uno, implica que debe de ser para todos. No hay un reglamento aplicable al Real Madrid, por un lado, y al resto, por otro. Y si lo hay, no debería de existir.

 

- Premio Poya mejor fotografía. Cholo Simeone, de nuevo, por … “El Hombre de Negro”.

Y miren que hay gente que no se cansa de hacer el ridículo, ¿Qué no? Hay que adorarles, vanagloriarles, reírles sus gracias, entender sus enfados, comprender sus plegarias,  todos comportamientos indignos en un Club con uno de los presupuestos más grandes del mundo, y, aún así, si todo eso no es suficiente, hay que también, cuando entres en su Santuario, decirte cómo puedes o no debes de llevar la chaqueta. Está muy claro que le temen, es el enemigo público número 1 para el mundo cervatil, y cualquier cosa, cualquier gilipollez, vale para malmeter e intoxicar. Ahora que si es que entra al campo poniéndoles los cuernos y tal … Si es que saltan a la vista, hombre. Saltan a la vista.


- Premio Poya montaje a Soto Grande, por “El rostro impenetrable”.

Había tanto ruido previo con respecto a este partidito, montado especialmente por su equipo favorito, y curiosamente, en contra de sus propios vasallos al servicio (incluido él mismo), que no tuvo más remedio que hacer caso al VAR y pitar penalti cuando no había visto nada en realidad, ni puñetera ganas que tenía de señalarlo, por cierto. En cuanto al tema Ceballos, si le saca la roja tampoco hubiese importado nada, dicho lo cual, esta vez le tocó pasar un tanto por el aro ante tanta expectación mediática creada y realizar un arbitraje medio decente.

 

 

- Premio Poya mejor película Animación. El VAR, por “Disparate Nacional”.

Es curioso que algo que se creó inicialmente para destapar cosas y robos flagrantes, se haya convertido en la actualidad en el juguete favorito de 4 chalados sin fronteras que hacen y deshacen a su antojo sin el más mínimo pudor. Goles anulados por fueras de juego a través de líneas inimaginables (cuando el espíritu original de la regla opinaba precisamente todo lo contrario, si un delantero anda en línea con el defensor, se daba el gol en beneficio del  espectáculo), manos grotescas cuando los propios jugadores ni siquiera tienen intención de jugar nada con ellas, pisotones o choques en acciones posteriores o anteriores a una jugada, sin mayor trascendencia alguna, futbolistas desquiciados que ya se dedican más a buscar o exagerar caídas, agresiones y demás, que a jugar a este lindo deporte, confusión, caos, auténtica imagen tercermundista es la que andamos dando con este peligroso juguete en manos de insensatos que apenas han jugado al fútbol. He sido defensor a ultranza del VAR como herramienta para errores fatales y trascendentales, pero no para ser utilizada como otro arbitraje paralelo al que ya hay en el campo. En la grada, ya no puedo celebrar un tanto a gusto porque ando más pendiente del colegiado que otra cosa, no se utiliza ningún criterio uniforme ni igual según sean los equipos o los rivales que disputen dicho encuentro, es un auténtico desaguisado sin guía ni control. Una simple ruleta rusa: hoy te toca a ti, mañana a mi, pasado, Dios dirá …

  

Premio Poya mejor película decorado. Al Santiago Cuernabeu, por “El Microondas Metálico”.

O lata inmensa de sardinas, o el Mercadona Florintona, o Hipercor, o la Estrella de la Muerte … Parece cualquier cosa menos un estadio de fútbol de verdad. Es sencillamente horripilante, qué cosa más absurda, impersonal y patética de campo, madre …

 

- Premio Poya película Europea. A Diosito Antoine, por “El paseante Errante”.

Le voy a pedir que me cuente bien cómo era el Cuernabéu por dentro, visto que tomó nota de todo tipo de lujo de detalles de la transformación del mismo, porque lo que es jugar al fútbol, tela, telita, tela. Y ni siquiera fue  sustituido, que manda bemoles el asunto, vamos … En fin.

 

Premio Poya iberoamericana. A De Paul, por “El Motor de nuestras vidas”.

Otro nuevo partidazo sublime de Rodrigo, y van ... No le importa el escenario, no reniega sacrificio alguno, aparece por todos lados, y, por momentos, juega a otra cosa que el resto del Universo. Ahora sí que ya me creo de pies puntillas que este tipo haya sido el Motor de la Selección Campeona del Mundo. Y, con total merecimiento, añado …

 

Nada más. El sábado, a por el Vigol, que viene de hacer una remontada guapísima frente al Betis, y con toda la semana para preparar bien el partido (no como las plañideras de Concha Espina … ji ji) … “La prensa no me ha tratado bien, y no son quién para exigir derechos” …


 


5 de febrero de 2025

Copa del Rey. Atleti 5 - Getafe 0. La Copa de nuestras vidas.

 

La Copa es un niño viendo una final cualquiera desde el sofá de su casa, con su rojiblanca puesta, y emocionarse hasta el éxtasis con un remate de cabeza en plancha de Don José Eulogio Gárate.

 

La Copa es disfrutar de tu primera final en tu vida, en el campo de tu más acérrimo y odiado rival, estando en minoría tu gente en la grada, a pesar de jugar en tu propia ciudad, y seguir saboreando como si fuese ayer mismo del milimétrico pase de escuadra y cartabón del Maestro Chus Landáburu para crear una contra genial que nos elevase a lo más alto del cielo de Madrid, si cabe.

 

La Copa es desplazarte a Zaragoza, y llorar tanto de tristeza por el robo cometido por cierta Morsa de cuyo nombre no quiero acordarme, como de rabia por tener que volver sin lunas en tu autobús debido a que unos perros malnacidos, cobardes de esos que, encima, suelen ir de víctimas por la vida, decidieron al instalarnos el aire acondicionado en dicho vehículo por su cuenta y riesgo.

 

La Copa es que te saquen por la tele con la cara pintada como un indio rojiblanco haciendo corteo desde Atocha, mientras los ACAB me terminan requisando una bengala cuando ni siquiera aún la había prendido.

 

La Copa es extasiarte hasta el infinito y más allá, cuando la consigues frente a tu máximo rival, en su puta casa, no dando casi nadie un duro por nosotros (lo habitual, por otro lado). Y no una, sino todas las veces que se han dado dicha circunstancia.

 

La Copa es un Dobleti, yendo en un tren cargado de ilusión y desenfreno, desplazando desde Madrid miles y miles de tipos completamente chiflados, seguros de nuestro primer título en esa gloriosa temporada, auténticos Reyes de la Furia Española.



La Copa es darte un baño de identidad en la lejanía, de tu propia sangre, de tu propio equipo, en estadios ajenos, mientras uno de tus rivales te medio humilla en ese inhóspito e impersonal estadio de la Cartuja, y el otro recoge las migajas de lo que ya apenas quedaba de por sí en Valencia, sin importar ya descenso ni pérdida alguna.

 

La Copa es aún en la derrota llorar de la mayor felicidad posible que hay en este mundo, que no es otra que ser del Atleti, en una Barcelona que sufrió la mayor invasión de una afición rival que se recuerda.

 

La Copa es volver a levantarte de nuevo en el Santuario de tu mayor rival, empezando el nuevo camino que andamos peregrinando en la actualidad, desde la llegada de nuestro Pastor el Cholo.

 

La Copa es mi madre, que aún siendo pequeñajo, no me quiso quitar la ilusión de poder acudir a la final de la Real, ni del Athletic, nila del Mallorca, ni del Madrid, siempre cogido de su mano, y poder celebrarlo luego juntos en Neptuno (sin ella, su sacrifico, su protección y su impagable compañía, nada de todo esto hubiese sido posible).

 

La Copa es “Radomir te quiero” cantándolo a todo trapo durante 15 minutos sin parar, aún con el sabor amargo de la incontestable derrota. La Copa es el “Viva España”, aunque a nuestros rivales no les haga demasiada gracia el presumir de nuestras raíces verdaderas. La Copa es Alfredo Santaelena, Futre, Schuster, Pantic, las lágrimas de Tiago, Miranda …

 

La Copa es Soria, Almazán, Marbella, Málaga, bus viernes 4 de la mañana, regreso domingo 7 también de la mañana. La Copa es previa tan celestial como la de ayer, en la que casi nadie faltó, en la que nunca ninguno nos sobrará. La Copa es felicidad, es alegría, es pasión, es desborde de sentimientos, está loca, tan desmelenada como estuvo ayer nuestro Atleti, realizando uno de los mejore partidos que yo recuerdo desde hace ya bastante tiempo. Porque ayer el Atleti fue poseído por completo por el espíritu de Don Rubén Ratón Ayala, y, melena al viento, se revolvió como un huracán desbordado sobre nuestro vecino rival, despedazándolo sin piedad alguna, porque, precisamente es eso: la mejor forma de respetar a un rival, es ir a por él sin desmayo ni piedad alguna.

 

El Atleti ayer le hizo el mejor homenaje posible a este torneo, porque jugó tal  y como resulta ser la idiosincrasia del mismo, de forma vigorosa, eléctrica, tac-tac, desbordada, en plan máquina Terminator total. Por supuesto, la grada también aportó lo suyo, y se notaba en todos nosotros esa vuelta de tuerca más, ese cántico entonado con más fuerza, más alto, más vigoroso, esa alegría desbordada con los tantos, esos abrazos de gol, esas benditas chuches de la suerte.

 

Pronto empezó el festival de nueva máquina de matar recién adquirida, la poderosa Terminator-Giuliano, imperial a la vez que letal durante toda la noche, rematando de cabeza a gol una excelente asistencia de Don Javier Opá Galán, que ayer pareció que la lesión le ha venido de maravilla, tras el espectacular encuentro que realizó.

 


Al poco más del cuarto de hora inicial, jugada de tac-tac-tac en una contra brutal conducida por Julián Álvarez, dejada posterior para las escuelas de fútbol, y al primer toque, de De Paul, viendo la llegada fulgurante de Terminator Giuliano, y remate inapelable del Simeone Junior poniendo el 2-0 en el marcador. Recuerden: Tac-tac-tac. No puede haber nadie en este mundo tan feliz.

 Y conste que la actuación del guardameta Letacek no estuvo nada mal, ojo. Le sacó una inicial a Lino que entraba sí o también, otra a Griezmann … El que sí que no obtuvo el premio del gol final fue Don Julián Álvarez, que marró especialmente una clamorosa, la cual, sin embargo, no empaña en absoluto los excelentes ratos de fútbol de muchos kilates con los que nos suele regalar su Majestad el Juli. Y toda esta orquesta prodigiosamente nivelada, acompasada y dirigida por el Maestro De Paul, que en todos lados estuvo, en todas partes apoyó a cualquier compañero que le necesitase. No se le puede pedir más a un jugador, de verdad que no.

 

Al borde del descanso, la guinda a este magnífico pastel futbolístico en esta primera parte para soñar, y soñar, y soñar, y no dejar de soñar: Lino controló, Lino mandó descansar al defensa getafense que le cubría, Lino contempló, vio y ejecutó como mandan los cánones de nuevo: remate cruzado y ajustado al palo contrario del portero. Lino vuelve a ser el del año pasado, ya no es rumor, es una plena confirmación total. 3-0, y a volar.

 

La segunda parte demostró que la Copa es también de nuestra segunda línea de fuego. Y eso que el Atleti continúo igual que acabó en la primera parte, e, inclusive, con la que comenzó el partido: asistencia de Javi Galán, gol de Terminator Simeone. Sin embargo, dicen que Opá tenía la manga de su rojiblanca camiseta en fuera de juego … Dicen …

 

Por supuesto, la Copa puede llegar a ser para Musso, nuestro imbatido e imbatible guardameta. Le llegan poco, pero ataja aún mejor. Su grado de concentración que mantiene, a pesar de los pocos encuentros que disputa es digna de elogio y admiración. No tengan la menor duda, ahí hay portero, Señorías.

 

La Copa es Angelito Correa, y su letal latigazo fuera del área y ajustado al palo, todo un tanto de bandera (4-0), y la Copa puede ser de Sorloth, en otra fantástica jugada protagonizada por el mismo y Marginal Correa, emulando el tac-tac del primer tiempo. 5-0, para enmarcar, para guardar en nuestro baúl de los mejores recuerdos posibles, una noche fantástica, sin parangón, borboteando colchonerismo rojiblanco por todos los poros de nuestros cuerpos.


Ayer fue el cumpleaños de Don Eduardo del Atleti (@EduardoDeAtleti) y a él le quiero dedicar hoy estas disparatadas líneas con las que voy a intentar hacerles pasar un rato medio-entretenido, al menos. Gracias por representarnos también en todos los espacios de opinión en los que participa. Lo hace con inteligencia, con saber estar, con clase, no carente de acidez, y con suma distinción. No se extrañe, Amigo, que el Atleti, por su parte, le recompensase con la exhibición portentosa de ayer. Dicen que cada uno suele tener en la vida lo que se merece, y el Atleti de vez en cuando se toma esas cosas muy en serio y, por lo tanto, actúa en consecuencia. Y recuerde siempre: se le quiere, y se le quiere bien.


No tengo ni idea de si vamos a ganar la Copa o no. Quedan 2 partidos ahora que se nos pueden transformar en misión imposible, tal y como nos ocurrió la temporada pasada. Por eso mismo, no debemos ni de aflojar en nuestra intensidad, ni dejar de derrochar ilusión tal y como hicieron todos los presentes en el fantástico corteo previo que se le hizo al equipo. Es importantísimo que no dejemos de soñar, porque, ¿Saben lo que les digo? Sí. Estamos disputando la auténtica Copa de nuestras vidas.



LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

MAREANDO LA PERDIZ: "Desesperado"

Atético de Madrid - Webring
Peña Atletica Centuria Germana Vorherige Seite
Previous Page
Página Anterior Seiten Übersicht
Page Overview
Descripción De La Página Zufällige Seite
Random Page
Página Al Azar Nächste Seite
Next Page
Página Siguiente
FD12853D-b4b758962f17808746e9bb832a6fa4b8