29 de septiembre de 2025

Atleti 5 - Ciervos 2. Un derbi sencillamente inolvidable.

 



Cumplo 50 años de socio del Atleti en Julio del año que viene. Como os podéis imaginar, he vivido infinidad de derbis, de todas las categorías, clases y condiciones. Los derbis son un perfecto contraste entre sentirse entre el abismo más profundo o tocar el cielo con las manos. Suelen ser 3 puntos más, pero nunca se trata de un encuentro más.

 

Ha habido épocas brillantes, años celestiales, muchos años también de sequía y desolación, mucha rabia contenida ante los dantescos arbitrajes padecidos en muchos de ellos, sinsabores, búsquedas de rivales dignos y demás.

 

Hemos vivido finales (gloriosas las de Copa del Rey y Supercopa Europea, frustrantes a la par que injustas las de CHL), y, lo bueno que tiene nuestro derbi, es que no nos solemos jugar la honrilla de ver quién manda en la Capital exclusivamente, sino que, deportivamente, siempre es algo más, mucho más, y ese salto de calidad se lo debemos principalmente a Don  Diego Pablo Simeone.

 

Golear al máximo rival siempre es una auténtica gozada. He tenido la suerte de vivir un par de 0-4 en la Pocilga, y ni os imagináis lo orgasmeante que fueron (curiosamente, los dos, bajo un buen manto de lluvia). En el Calderón, sin embargo, nunca se nos han dado demasiado bien del todo (históricamente hablando).

 

Con el cambio de estadio, sin embargo, en Liga no nos han vencido en ninguno en nuestra casa, y el del pasado sábado, fue histórico porque jamás pensé en que les podríamos haber metido una manita a esta gente. Me ha tocado esperar, pues, casi 50 años, pero dicha espera ha merecido muy mucho la pena.

 

Fui invitado por mi Hermano Rafita al evento, y, desde luego, si me tomo dicha invitación como regalo de mis Bodas de Oro con el Atleti, no ha podido elegir ni  mejor momento ni escenario tan incomparable. Encima, tuvo el detalle de cederme un abono en la ”Gradona de los García Muñoz” (presidiendo dicha grada está su Matriarca, y en la misma pululan todo tipo de hijos, sobrinos, Hermana y demás familiares adyacentes), y, la verdad, me acogieron como uno más, y logramos vivir juntos el pasado sábado una velada sencillamente extraordinaria.

 

Mención  especial a Alejandro, primogénito de mi Rafita, que me guardó el correspondiente sitio, estuvo todo el rato pendiente de mí, y no cesó de cantar y animar conmigo ni un solo instante en post de la victoria de nuestro Atleti. Fue un compañero de grada sencillamente excepcional, y nos hemos emplazado ambos para compartir muchos partidos más (y si es posible, con la presencia de su padre, aún mejor, muchas gracias por todo de nuevo, Don Rafael).

 

El ambiente fue sencillamente espectacular, maravilloso, brillante a la par que emocionante. Un Metropolitano a reventar, el Fondo Sur latió con más fuerza que nunca e impulsó a todo el estadio en la animación, el estadio más Rojiblanco que nunca, Tifazo a la altura, preciosas las banderas ondeando sin parar casi durante todo el encuentro desde el Frente, nada podía fallar. Y con todo el Metropolitano entregado, empezó el partido.

 

Al minuto ya habíamos sacado el primer córner. A los 2, Hancko ya había dejado completamente solo a Sorloth delante de la Rata belga, pero el noruego volvió a dar otra nueva lección del jugador tan sumamente desconcertante a la par que irritante que es, y de que armó el pie para rematar le dio tiempo a Militao a afeitarse, cambiarse de camiseta, lavarse el pelo y ya, de paso, desbaratarle el balón (y como premio se llevó el patadón del noruego, claro, que casi le deja sin tobillo, qué individuo más zopenco en ocasiones, por Dios).

 

En el minuto 10, otro gran centro, esta vez del gran Pableras, hizo que Sorloth de nuevo cabecease con esa falta de estilo y plasticidad que caracteriza, pero el balón salió bombeado y la rata belga tuvo que desviar a córner.

 

Cuatro minutos más tarde, el Metropolitano estalla de alegría desbordada, en un centro del fantástico Giuliano, que dio una auténtica Clase Maestra de cómo se debe de disputar un derbi, poniendo el balón a la perfección sobre la cabecita de Le Normand, que le comió la tostada a su defensor y puso el 1-0 en el marcador. Locura total.

 

En el 21, de nuevo Barrios le pone otra gran asistencia de nuevo al Salmones del Sorloth, pero el mal control del noruego hace que se tenga que estirar para intentar rematar el balón, y al final le pega otro buen castañazo a la Rata Belga. Don Salmones repartió a todo puto bicho vikingo viviente, como debe de ser.

 

El Atleti estaba espléndido, pero con esta gente jamás te puedes confiar, porque de la nada, sacan todo. Minuto 25, acción aislada visitante, en la que Güler le pone un pase en profundidad al Penalppé, y el francés, que está demoledor este año, logra batir sin remisión al bueno de Oblak. Y tan solo 10 minutos más tarde, Le Normand protagoniza un ridículo despeje de espaldas al balón, sin tener claro ni cómo ni en qué situación real se encontraba exactamente, y dicha temeridad la pagamos muy cara, ya que hizo que el tal Binicius hiciese su única jugada medio decente en el derbi, internándose en el área y asistiendo a Arda Güler para que remachase el balón llegando desde segunda línea atacante de esta gentuza. Sin hacer nada del otro jueves, pero remontado un partido que estabas jugándolo de puta madre, así, sin pan ni ná. Y el problema no es ese, lo grave es que sabemos cómo suelen acabar este tipo de partidos frente a ese equipo, dándose tales circunstancias. Por desgracia, lo hemos presenciado ya en unas cuantas ocasiones.

 

Sin embargo, el equipo no se fue, y Julián Álvarez decidió demostrárselo a sus propios compañeros, en una acción individual de la Araña que acabó rematando hacia la portería fulera, y el balón salió repelido por el palo. Habían pasado solo 3 minutos desde el 1-2, y el mensaje estaba claro: a por ellos, que esto no está acabado ni mucho menos. En mi humilde opinión, esta jugada fue absolutamente clave, sobre todo, por lo que transmitió  tanto a sus propios compañeros como hacia la grada.

 

El Atleti seguía insistiendo, lanzó un córner que logró rematar extrañamente Lenglet al fondo de la red. Fue tan extraño el remate del gabacho que resultó que se puso las 2 manos en la cara para protegerse, en vez de que le diese el balón en la cabeza, y ya está. Ver para creer.

 

Y ya en el descuento de este primer periodo, Koke saca a relucir esa bota suya tan de  escuadra y cartabón, pone un pase medido sobre Sorloth, y este, al fin, logra rematar de cabeza poniendo el empate a dos en el marcador. Y ahí estuvo el mayor mérito del Atleti. No se fue del encuentro, siguió jugando igual de bien, anticipándose a todos y a todo, no dando un babón por perdido, y obtuvo, al menos, el consuelo del empate a dos en el tanteador. Con este resultado nos fuimos al descanso. La segunda parte prometía emociones aún más fuertes.

 

En este nuevo periodo el Atleti arrolló al Madrid por completo, y hubo momentos en los que les bailó inclusive sobre la alfombra del Metropolitano. Fuimos una orquesta mágicamente comandada por Barrios y por Koke, y espléndidamente ejecutada por Julián Álvarez. Sin duda, vi al Atleti con un hambre desatada en busca del rival, con ganas de demostrarle toda su valía, coraje y esplendor. Y a fe que lo conseguimos.

 

A los 5 minutos, penalti a nuestro favor, en una acción en la que Arda Güler impacta sobre el rostro de Nico González, auténtico descubrimiento de legionario del Cholo, al menos para el que esto os escribe, y que está encantando hasta el momento por la garra, valentía, personalidad y buen fútbol del jugador argentino. La pena máxima se encargó de transformar Don Julián Álvarez de nuevo. El Atleti había hecho lo que casi nadie consigue: remontarle un partido en poco tiempo a los ladrones de Concha Espina.

 

En el minuto 58, Julián Álvarez dio el primer aviso en un lanzamiento de falta, que se marchó cerquita de la escuadra. En el 62, Sorloth se planta mano a mano con la rata belga, pero la basura esta logra finalmente despejar el balón con un tentáculo cornudo de los múltiples que tiene. El Atleti estaba desatado, volcado, jugaba al fútbol sin contención ni moderación alguna, era una auténtica barra libre de coraje, corazón, intensidad y sentido vertical de jugar a este deporte e ir a por el rival entregado para la causa, con una grada que le impulsaba del mismo modo para conseguir machacar al rival.

 

Y tan solo un minuto más tarde, nueva falta al borde del área vikinga. Dudan entre Julián y Nico en quién va a lanzar la misma, pero yo lo tengo muy claro, tal y como le confieso a Alejandro: “la va a tirar Julián, y la va a marcar fijo”. Por una vez y sin que sirva de precedente, acerté en mi predicción final.  La Araña picó al Madrid y lo dejó mortal de necesidad, con un golazo sencillamente impecable en ejecución, gesto técnico y golpeo al balón. De 11 sobre 10.

 

En el 66, Gallagher sustituyó al Salmones, que, en pleno éxtasis rojiblanco en vena, se fue coreándose su nombre a todo pulmón en la grada hasta por servidora. Mientras tanto, el único recurso que tuvo el de Tolosierra es el de los entrenadores mediocres: acumular delanteros sin orden, ni concierto, ni ton, ni son. Ojo, no digo que sea mal entrenador, ni mucho menos, que lo que hizo en Leverkusen vale su peso en oro, pero, desde luego,  en  el derbi, estuvo a años luz de un tal Don Diego Pablo Simeone, que son, obviamente, palabras mayores.

 

El único que intentó algo fue el tal Francisco Franco ese, pero confundió velocidad con el tocino, y se dedicó más a acciones tribuneras de cara a la mudita grada visitante (que fue  más visitante y menos molesta que nunca) que a jugar al fútbol de verdad, que para eso ya  estábamos bordándolo los colchoneros. Un desfondado Hancko se fue absolutamente agotado en el 83 (no podía ya el esloveno ni con su alma) entrando muy bien Opá Galán, mientras que Antoine entró por Nico.

 

Andaba muy preocupado en la previa Rafita por la sequía de Griezmann, y decía que le jodía un montón que se quedase al final a dos goles de los 200 tantos con el Atleti. Pues bien, ahí tienes ya otro, Don Rafael, en una contra magistralmente conducida por Baena, que reapareció unos minutos, el almeriense le asiste de forma precisa, concisa y clarividente sobre el francés, y Diosito consigue poner la manita en el tanteador, una manita histórica, en un derbi legendario, y que tardará muchísimo tiempo en olvidarse (por parte de unos, y ojo, también de otros).

 

El final fue apoteósico, con todo el estadio vibrando, saltando y cantando sin parar, abrazos, besos, cánticos y más cánticos, emociones descontroladas y estado de felicidad tan plena, absoluta y maravillosa, que, sinceramente, y al menos en mi caso, os puedo garantizar que los 50 años de espera que llevo para vivir un derbi así, han merecido la pena. Y si no hubiesen ocurrido, me daría igual, esperaría otros 50 años más aunque solamente fuese por imaginar este instante. Un derbi sencillamente inolvidable …

 


Árbitro: Alberola Rojas.

Sé que hay opiniones para todos los gustos, pero para mi tuvo una actuación valiente e impecable mi árbitro favorito, como siempre suele hacer. Ojalá y nos pitase siempre especialmente este tipo de partidos frente a  este rival en concreto, porque tiene personalidad a raudales para conducirlos y es de los pocos que no se deja amedrentar, al menos de momento, por la sucia y repugnante maquinaria mediática cervatil. Un diez para él.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Llorente es un auténtico portento, hasta el punto de que una vez más (y van ya unas cuántas) hizo que Mahatma Binicius no fuese más que el sucio espectro de ser humano que es, sin mayor complicación por otra parte. Hancko es un fichajazo total, Giuliano entendió lo que es un derbi como ningún otro, Barrios estuvo estelar, manejando al equipo con una entereza y una seguridad en sí mismo acojonante, Koke ha rejuvenecido 10 años y maneja al equipo a su antojo, Nico González nos tiene a todos encantados con su llegada, y Julián es “ese hijo de puta con carga de angelito” que tanto necesitábamos. Dicho todo esto, hoy el Cum Laude es para Don Diego Pablo Simeone. Ha tenido un comienzo muy complicado, muchos hemos dudado de él, pero el auténtico valedor de que hoy lunes hayamos ido a nuestros trabajos con esta manita desplegada saludando hasta a los más siniestros personajes de la caverna vikinga, ha sido él. Ya no hay búsqueda de rivales dignos y demás. Ahora hay un equipo que en grada ha dominado siempre, en sentimiento ni les cuento, en clase para qué hablar, y que, deportivamente hablando, va de Frente (Forever) paseando tan afano y tan orgulloso, tanto por el Paseo de los Melancólicos, como por la Avenida Luis Aragonés, la Castellana o Concha Espina, mientras otros, afligidos y amargados, agachan la cabeza y miran hacia otro lado. Ya sabe, pues, todo el mundo, quién manda en la Capital.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

No es un partido para poner decepciones, pero tenemos que ir pensando en la transición ya del bueno de Jan. Es intocable y lo será durante toda esta temporada, pero si no queremos que nos pille el toro, la secretaría técnica del Club y el propio Cholo tiene que empezar ya a meditar en ir buscándole un sustituto, tarea que va a ser ni siquiera difícil, sino altamente complicada.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (-1 GRADO).

Subidón de 2 gradacos para ver si logramos voltear este Termómetro Loco que anda tan descontrolado. Al fin y al cabo, hubo mucho más derbi y fue bastante más complicado el del pasado miércoles que el de los “5 golitos tiene el vikingo”.

 

El Madrileño.

Gran victoria conseguida por nuestro entrañable filial, primera en Alcalá, y frente a un rival que aspiraba al Liderato si conseguía la victoria en nuestro feudo. Aparte, ver a los chavales es todo un espectáculo, en el sentido de lo bien que presionan todos, lo bien que se colocan en el campo, lo solidarios que  son como equipo, y la  entrega y fe que ponen en cada una de sus acciones.

El Ibiza empezó asustando, en una gran asistencia de Bebé (el que fuese jugador del Rayo, entre otros) la cual remató un delantero ibicenco y el balón lo repelió el larguero. Parecía que los de Paco Jémez daban miedo, pero de verdad. Sin embargo, a los 11 minutos de juego, Belloti persiguió un balón imposible presionando al portero visitante (se nota que es argentino y canchero el pibe cantidad), al final le terminó robando la cartera al mismo, y, a puerta vacía, puso el 1-0 en el tanteador.

Poco después, uno de mis favoritos del filial, Iker Luque, estrellaba un balón en el palo. El propio Iker, seguidamente, se inventó un pase filtrado genial sobre el gran desmarque de Arnau Ortiz, y este, sorteo al portero, y batió de nuevo a placer la portería ibicenca. 2-0 y no llevábamos apenas ni 20 minutos de juego. 


El Ibiza reaccionó, como no podía ser de otra forma, pero entre nuestro orden defensivo y nuestro guardameta Esquivel, nos encargamos de llegar con dicha ventaja al descanso.

 

En la segunda parte, y especialmente en el tramo entre los primeros 15-20 minutos, pudimos sentenciar el encuentro de forma definitiva, pero desperdiciamos dichas ocasiones, aunque en verdad, se controló al rival en todo momento, y tampoco se pasaron grandes apuros de ahí al final del encuentro. Así que broche de oro a una excepcional jornada rojiblanca: venció el Madrileño, venció el C 1-3 al Alcornocón B y va líder destacado de su grupo en Tercera, las Niñas golearon fuera de casa, y el grande aplastó sin piedad a los ciervos, a imagen y semejanza de cómo lo hacía Don Juan Carlos Arteche a sus oponentes.

 

Poco más. Mañana partidaco de Champions frente a un Eintracht que viene de clavar 6 goles a domicilio en Mönchengladbach, y que se deshizo en la primera jornada con comodidad del Galatasaray en dicha competición. Ya que  estamos, la disputaremos, claro está, pero lo importante es Vigo, que nadie pierda la perspectiva … “Forza Atleti estamos aquí, nuestro amor te lo damos así”…



25 de septiembre de 2025

Atleti 3 - Rayito 2. Justicia Salvaje.

 

Una gran noticia: el Metropolitano va recuperando su pulso habitual. Ratos de descontrol general, otros ordenados, otros sorprendentes, algunos maravillosos, la mayoría salvajes, locura, desenfreno, éxtasis, vuelcos del corazón y delirio final. ¿Cuántos partidos hemos vivido ya en nuestra casa así? Mogollón. ¿Cuántos nos quedan? Hasta el infinito y más allá. Cada Club tiene su propia idiosincrasia, su personalidad, su propia forma de ser. Y nosotros somos así. No traten de entenderlo, solo súfranlo/disfrútenlo según les de a elegir. Ayer, lo más importante, es que, ante todo se hizo Justicia. Justicia salvaje, sí, pero Justicia, al final del encuentro.

 

La Primera parte yo diría que fue controlada de forma cómoda por el Atleti. No con un juego apabullante y desbordante, cierto, pero sí con cierto orden y relativa tranquilidad. A los 13 minutos tuvimos la primera buena ocasión en una internada de Griezmann, que se quedó finalmente casi sin ángulo y su remate lo rechazó a córner Batalla. Dos minutos más tarde, el omnipresente Llorente pone un balón preciso y certero al segundo palo, y Julián, de volea, hace aún mejor dicha asistencia para batir sin remisión a la portería vallecana. 1-0, y nuevo partido que nos adelantábamos en el marcador.

 

El Rayo intentó, a partir de ese instante, crear más peligro en nuestra área, pero entre Hancko y Oblak se encargaron de desbaratarlo. El bueno de Jan no estuvo especialmente fino ayer a la hora de atajar balones que antes los pillaba como quien pilla una nuez (cosas ya de la edad) pero sigue siendo finalmente decisivo en sus intervenciones, como ya les comentaré un poco más tarde.

 

Por su parte, Llorente seguía absolutamente descontrolado por su banda, y sus internadas fueron un constante martillo pilón ante la defensa vallecana. Otra gran cabalgada suya no llegó a rematar Griezmann por poco.

 

Mientras tanto, los vallecanos, en el minuto 36, tuvieron otra buena acción de peligro también. El bullicioso Fran Pérez ganó la espalda de Molina, como suele ser norma de la casa,  y su pase de la muerte no lo llegó a conectar bien Alemao, gracias de nuevo a otra fantástica acción defensiva de Hancko, que cargó lo justo al delantero para que su remate marchase fuera sin remisión posible.

 

Un minuto más tarde, debió de sentenciar el Atleti. Molina dio la asistencia de su vida hacia Julián Álvarez, pero su disparo final se le marcho alto, en un remate mucho más claro y diáfano que el que tuvo cuando anotó el tanto colchonero.

 

Y ya cuando todos dábamos por hecho que con el 1-0 nos íbamos al descanso, un tal Chavarría metió un latigazo impresionante desde la calle Fofó, y se coló como una exhalación sobre la portería de Oblak. Alguien nos ha  echado un mal de ojo, porque no es ni medio normal que este partido fuese en tablas al marcador, después de lo acontecido durante el primer tiempo, pero bueno. Esto son rachas. Habrá que ir superándolas como Dios no dé a entender.

 

La segunda parte fue una auténtica pasada, con 2 equipos, por instantes, volcados sin mayor miramiento decididos a llevarse el preciado botín de la victoria. Dos púgiles golpeándose sin piedad, esperando a ver quién terminaba besando la lona. Un espectáculo fabuloso, y francamente divertido.

 

Griezmann intentó sacarse un latigazo desde fuera del área nada más comenzar este periodo, pero su remate salió bastante desviado. En el minuto 50, otra nueva galopada de Llorente, entra en el área realizando la pared con Diosito, y cuando iba a rematar, le “cerraron” el espacio entre 2 defensores rayistas y al final no pudo rematar. ¿Penalti? ¿No Penalti? Luego analizamos, pero se montó una buena medio tanganilla y demás, de esas que tanto meten al público como a los propios jugadores en el encuentro. Más a cara de perro aún.

 

Tres minutos más tarde responde el Rayo con una ocasión increíble con remate desde dentro del área pequeña de Isi, a bocajarro, que sacó Oblak con el pie de forma inverosímil. Paradón de paradones. Don Jan utilizó de nuevo su disfraz de Don Lorenzo  Rico, qué duda cabe.

 

En el fatídico minuto 60, la Choctelera se agita. Quitó a Molina (bien quitado) y a Koke (mal quitado, pese a la tarjeta) y metió en el campo a Nico y Giuliano. Poco más tarde, una maravillosa asistencia de Gallagher al segundo palo, lo remata Nico de cabeza tan sumamente solo, que le dio tiempo a pensar demasiado, queriendo ajustar su testarazo tan al palo, que se fue marchando fuera. A pesar de este fallo, me sigue gustando mucho todo lo que veo de Nico, la verdad.

 

En el 67, un pase en profundidad de la Araña puso al Cholito solo delante de Batalla, pero le costó tanto entrar en la dinámica del partido saliendo desde el banquillo, que se eternizó en  su control y remate, y Lejeune le terminó robando la cartera.

 

Al 73 le tocó al Rayo de nuevo. Emulando a Chavarría, Balliu soltó otro imponente zambombazo desde la calle Fofó que pasó lamiendo el palo del atónito de Oblak. Y faltando 13 minutos, Isi mete en profundidad un balón sobre Álvaro García, este se planta más solo que la una ante Jan, se deshace de él con maestría y bate sin remisión nuestra portería. El árbitro inicialmente pitó fuera de juego, pero luego comprobó el VAR que su posición de salida, por un pelo, pero era correcta. 1-2, ver para creer, con todo lo que habíamos fallado previamente. Mi cabeza se puso a pensar inmediatamente en el Cholo, porque, esta vez sí, el fútbol estaba siendo muy injusto con él.

 

En plena vorágine de partido, Simeone quitó a Gallagher y Griezmann, y sacó a Pubill y a Ruggeri. Marc muy bien la verdad,  muy tranquilo y sabiendo lo que tenía que hacer en cada momento. El italiano también leyó muy bien el partido: había que rascar, y rascó. Como debe de ser.

 

Sin posibilidad de respiro alguno, un gran balón de Ruggeri al segundo palo, Simeone Junior lo remató, Batalla lo sacó sobre la línea de gol, pero bastante tuvo con eso, ya que no logró atajar el mismo, a lo que Julián Álvarez aprovechó para poner el 2-2 en el marcador. El manicomio del Metropolitano ya estaba desatado por aquel entonces.

 

Minutos finales. Tan solo 2 de ellos más tarde, Giuliano falló el gol de su vida, tras una gran internada y asistencia de Raspadori, que el bueno de Simeone Junior remató, con el interior del pie, completamente solo, desde el área pequeña y sin portero, ¡Al larguero! Es que no me lo puedo creer …

 

Mientras tanto, Llorente seguía a lo suyo, desatado por la banda, poniendo centros y asistencias sin parar, en esta ocasión al propio Raspadori, cuyo remate se fue lamiendo el palo. ¿Se puede decir que el Lechugo ayer realizó su partido más completo con el Atleti? Yo diría que sí.

 

Y, a 1 minuto para el final del encuentro, la apoteosis, el éxtasis, tocamos el cielo de los cielos. Julián recibe sobre el área, se va acomodando la posición de remate sorteando contrarios, y lanza un zurdazo del copón bendito que se cuela por la escuadra de Batalla. El disfraz de Escándalo Forlán le sienta como un guante a la Araña.

 

Ya en el descuento, el Rayo lo intentó de nuevo, en un centro que se paseó por toda nuestra área sin que encontrase rematador en la figura del Chavarría ese, que andaba incomprensiblemente solo también. El corazón andaba recogiéndomelo en esos instantes de la garganta.

 

En el 96, de nuevo Simeone desperdicia otro nuevo uno contra uno que le dejó Nico ante Batalla, pero otra vez su remate salió excesivamente cruzado (el día que Giuliano le de por clavar alguno de todos estos chicharros que suele generar con su movilidad, velocidad y desmarque constante, igual saltamos al campo  todos a celebrar con él los goles, carallo). Y a este ritmo desenfrenado, al final el partido se acabó. Muchas veces nos suele dar la espalda, pero ayer, al final, no lo hizo. Justicia salvaje.


 

Árbitro. Hernández al Cuadrado.

No se dejen intoxicar por la basura mediática vikinga a estas alturas de la vida, que ya sabemos que el Sábado hay partido contra la escoria de Concha Espina. Ni  es expulsión lo de Koke (es fútbol), ni es lo de Llorente (también es fútbol). En relación al penalti sobre el propio Lechugo, yo tengo mis dudas (es curioso que algunas jugadas son tratadas a la velocidad de la luz, mientras otras se repiten hasta la saciedad, según qué intereses haya, obvio), pero es que hubo otro muchísimo más claro y diáfano sobre Nico, el cual el defensor rayista le coge del cuello y le tira al suelo impunemente, y que ni siquiera nadie se ha dignado en citar ni reseñar (mucho menos repetir imagen, claro).

 

Dentro de la puta mierda de arbitrajes VAR  que hay hoy en día, agradezco profundamente la existencia de alguien que trate todavía (son raza a extinguir, eso sí) este deporte como tal. Con sus choques, con sus momentos calientes, que esto también es fútbol, leñe, y no se quiera cargar un partido de fútbol a base de rojas sin sentido alguno, tal y como venimos padeciendo en la actualidad.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Dos nombres propios: Llorente está sencillamente descomunal y en un estado de forma pletórico, por un lado, y Julián, al fin, se pilló el rol de crack diferenciador que todos sabemos que es, consiguiendo su primer hat trick desde que está con nosotros, y es que es algo muy sencillo: si no se le priva de disputar de forma caprichosa en muchos encuentros 30 minutos por banda, tendrá muchas menos oportunidades de brindarnos tardes-noches así, téngalo claro. Es algo obvio y de cajón, máxime sabiendo que en los últimos instantes de los partidos estos se abren mucho más, el cansancio hace mella en todo el mundo y se crean muchos más espacios para que este tipo de situaciones se puedan producir, y este tipo de peloteros brille con su máximo esplendor. Y que recoja el guante quién corresponda, solo faltaba.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Sé que va por rachas, pero la negación de cara a puerta de Giuliano es a veces irritante. Luego todo lo suple por su forma de ser y de estar en el campo, pero, a nada que tenga esa frialdad de ejecución en los metros finales, se terminará de convertir en un idolazo total. Sigamos creyendo en él.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (-3 GRADOS).

Partido de obligado cumplimiento, a pesar de las circunstancias, la presión que llevábamos encima y cómo se nos puso el devenir del mismo. No me sean blandengues, háganme el favor.

 

Y el sábado, el partido frente a la más absoluta maldad concebida en este mundo. Sé que vamos a dar todos (jugadores, grada, técnico) todo lo que tengamos y más, sumando ese plus añadido de un poquito más si cabe que requieren los derbis. Pero hoy relajados todavía, que el Metropolitano, ayer, volvió por sus fueros …”¡¡¡¡¡ATLÉTICO FANS … HOOLIGANS!!!!!



22 de septiembre de 2025

Mallorca 1 - Atleti 1. ¿Ustedes celebran los goles del Atleti?

 

Partido inaugural. Cornellá. Rival más o menos asequible. Nos ponemos en ventaja, jugando al fútbol bastante decentemente. Sin embargo, en 12 minutos (72 y 84, respectivamente) el equipo local, que estaba medio desahuciado, remonta el encuentro con una facilidad pasmosa. “Un accidente… Ese campo se nos da fatal. Estamos empezando” ... Bueno, va.

Segundo partido. En casa frente a un recién ascendido. Nada puede fallar. Comienzo explosivo. Gol. Podríamos aprovechar, golear y todo. 8 minutos de juego. Apenas 7 más tarde, nos empata ¡Rafa Mir! ¡El Elche! Siete minutos solo. “Tropiezo clásico de casa … Hay muchos nuevos … No quiere entrar el balón”. Ea. No pacha nada. Ya mejoraremos.

Tercer partido. Vitoria.  Minuto 9. Nos adelantamos. Uno ya celebra, pero con algo de recelo. No me fío. Minuto 15. 6 más tarde. Nos vuelven a empatar. Lo sabía. Esto es inconcebible. Otro equipo que lucha por no descender. No terminamos de arrancar. “También se nos dan muy mal … Campo difícil (ganó ayer el ¡Sevilla!), rival peleón” … A seguir consolándonos chupando candados, va.

Cuarto partido. Villarreal en casa. Nos adelantamos de nuevo en el 10. En el 20, Moleiro perdona el empate. En el 23, otra clarísima para del citado jugador. Casi se repite la historia. En menos de 13 minutos desde nuestra ventaja inicial, no nos remontaron el tanteador, porque no lo hicieron. Bueno está. Pero me da que esa brecha sigue abierta, oiga.

Quinto partido. Anfield. En 6 minutos, 2-0. Tampoco es que esperara gran cosa, pero bueno. Logramos empatar. Increíble. Minuto 80. 13 más tarde, nos remontan de nuevo. “Es el Liverpool, es Anfield”, todo lo que ustedes quieran, pero la herida está claramente ya localizada, y sigue sangrando sin parar.

Sexto partido. Ayer. El penúltimo de la Liga. Tras el quilombo clásico de los putos cambios, logramos adelantarnos en el marcador y todo. No me lo puedo creer. Pero ya apenas celebro el gol. No me fío un pelo. Minuto 79. Minuto 85. Nos empatan de nuevo. El Mallorca. 6 minutos más tarde. ¡El penúltimo! Con tres centrales por banda (puto cambio de sistema) y ni uno está encima del único pibe que había que marcar del equipo local. Al que le iban a ir todos los balones. Al que mide 500 m. pero, eso sí, sabe rematar de cabeza, no como otros, que hacen un respetuoso saludo de respeto japonés cuando le llega el balón a su testa. ¿Y quieren que celebre un gol del Atleti, dicen? Venga, va …

 

Y el caso es que en la primera parte (como suele darse en todos los encuentros esta temporada) el Atleti salió decidido a por el rival, dominándole, atosigándole, con paciencia, no con excesiva profundidad ni demasiadas ideas claras, cierto, pero bueno, si con constancia y empeño, que, reitero, uno con esto ya se conforma, porque ya andarán más inspirados en un futuro. Lo que cuenta en esta vida siempre es la intención. Y luego las cosas, que salgan como quieran, que tampoco esto es una ciencia exacta (mucho menos el puto fútbol, que es lo más caprichoso que hay en esta puñetera existencia).

 

A los 3 minutos Raspadori sacó un córner muy cerrado que Leo Román despejó con apuros a córner. Raspadori, un jugador el cual de momento, ha demostrado voluntad, sí, algo de verticalidad, también, pero que no se sabe si es un delantero puro, un extremo, un mediapunta o qué. De momento, la trascendencia del italiano en nuestro juego se puede resumir en conjunto vacío, aunque, obviamente, seguiremos insistiendo.

 

A los 7 minutos, Pableras lo intentó desde muy lejos, medio atajó como pudo Leo Román, y terminó repeliendo el balón en el palo. Sigo insistiendo: Barrios debe de tirar mucho más desde fuera del área, y no una ocasión de higos a brevas. Y eso depende más de él que de nadie, que el Cholo anda afónico de indicárselo.

 

A los 12 minutos, comprobamos que la integración de Julián Álvarez con nuestros colores e idiosincrasia es plena. Para un penalti que nos pitan, pues otro penalti que fallamos, una vez más. El Atleti es el equipo que más penaltis ha fallado, ojo, EN TODA LA HISTORIA DE LA LIGA. De 493 penaltis concedidos, 143 fallados. Es decir, un 29% de ellos al limbo. El dato es sencillamente escalofriante. Desde el 2020 no fallaba un penalti Julián, que lo radió de inicio a fin a la hora de lanzarlo y posicionar el cuerpo. Y yo que creía que habíamos, al fin, encontrado solución a este problema. Ingenuo como pocos soy, madre.

El Atleti seguía empujando, y sin llegar a tener situaciones claras de gol, al menos estaba en plan martillo pilón, erre que erre. Y con esta insistencia pero sin nuestro más que merecido premio nos fuimos al descanso.

 

Comienza la segunda parte con la tónica de la primera. Dominio aplastante del Atleti, pero sin plasmar el mismo en algo rico que llevarnos a la boca. Giuliano tuvo una muy clara en una buena asistencia de Nico, pero su acrobático remate se fue casi fuera de Son Moix (minuto 52 de juego).

 

Un minuto más tarde, otra asistencia ahora de Simeone, a la cual Julián se revuelve muy bien a media vuelta pero su remate vuelve a ser inocentón y al final va a las manos de Leo Román. Hablando de Julián, me preocupa muchísimo tanto ese estado de ansiedad permanente que sigue transmitiendo, como que no haya despedido ya de una santa vez a su estilista peluquero. No le pega nada al bueno de Juli ninguna de ambas circunstancias.

 

Y llegó el minuto que ya más odio de la historia de los partidos desde que está Simeone con  nosotros, el fatídico minuto 60. De nuevo triple cambio, y de nuevo caos montado. Entró el "gran Sorloth", que nos enseñó un nuevo estilo de remate  de cabeza a puerta, al cual vamos a denominar remate “Konnichiwa”, que es como se da las “Buenas tardes” en Japón, con reverencia incluida. Se me salen los ojos de las órbitas, no lo puedo evitar.

 

También entró Griezmann, esta vez de nuevo en plan Turista Francés, para no perder la costumbre, y entró Nahuel Molina, el cual sembró el auténtico pánico, si … En nuestra propia zaga. Cómo lo vería el bueno de Koke la que andaba montando Nahuel por allí, que acabó finalmente cubriendo la propia espalda del argentino, dando por sentado que cualquier rival que se precie se desharía de él con una facilidad sencillamente insultante.

 

El único cambio que sí dio resultado fue del Gallagher por Barrios, y ojo, no porque el canterano estuviese jugando mal, ni mucho menos, pero bueno.

 

En el 69, aún tuvimos una contra medio enlazada y todo, en la cual Connor asistió bien sobre Antoine, pero el francés quiso rematar de primeras, y fue como si hubiese recogido una linda margarita de el Parque del Retiro. Toda una declaración de intenciones sobre el guardameta local.

 

Cómo no, lo que puede ir mal, siempre irá a peor, y, faltando menos de un cuarto de hora, Sorloth se cansó de seguir realizando “Konnichiwas”, y para una vez que le da al “Salmones” por disputar un balón medio en condiciones, va el VAR y le echa. Para mear y no echar gota.

 

En pleno ya festival del Humor, minuto 79, galopada del jinete pálido de Llorente a la auténtica aventura en solitario, tras mágica asistencia de Kokinho, entra en el área, el dichoso Leo Román le saca el mano a mano, pero el rechace le cae a Gallagher que acompañaba la jugada desde atrás y puso la ventaja en el marcador. 0-1 y solo quedaban 10 minutos. Esta vez tenía que ser sí, o también.

 

Por su parte, Joseba (Míster mallorquín) jugó su baza, y le salió de cine. Viendo el paseo Nupcial que era la banda de Molina, sacó a Virgili, internacional sub-20, y fue ya una auténtica pesadilla hasta el final. Curioso, nosotros tenemos también a un internacional sub-21 que juega de lateral derecho, dicen que muy requetebién, y que igual (y ojo, digo igual, ¿Eh?) conocería de forma mucho más precisa los movimientos del  tal Virgili. Pero no, Marc. Tampoco este era tu día. Viendo la actuación de Nahuel, la verdad es que no sé cómo al chaval no le da por protagonizar un “Día de Furia” y cargarse a todo bicho viviente en el vestuario, empezando, lógicamente, por su entrenador.

 

Y lo que tuvo que llegar, llegó. Gran asistencia del propio Virgili sobre Muriqui, y, ante la parálisis cerebral que les dio a nuestros 3 CENTRALES (“¿No era  tuyo, Lenglet? ¿Ah, pero no le marcabas tu, Le Normand?  ¿Pero si te han puesto a ti de central, no, Hanko?), ante tanto puto cambio de sistema sin sentido, el delantero bermellón remató a placer, poniendo el empate en el marcador, y gracias.

 

Y digo gracias, porque, el Atleti, encima, ya no dio ni la más mínima sensación de, siquiera, intentar de nuevo remontar el partido en este último arreón final, que oigan, estar con uno menos no implica necesariamente el no poder a volver a intentar pisar área contraria jamás de los jamases más. ¿Qué más nos da? Nula ambición frente al penúltimo de la tabla. Así nos va.

 

En serio que no. Si coinciden conmigo en grada o en algún evento jugando nuestro Atleti, y ve que si anotamos tanto apenas me altero, ya saben por dónde voy en realidad. A continuación, ya saben que me temo lo peor.

 


Árbitro: José Hernández.

No tenía el gusto (o disgusto, más bien). El penalti que nos pita a favor es clamoroso por la mano de Raillo ante un disparo que iba  a  puerta claramente, sin discusión posible. Sin embargo, la expulsión de Sorloth es otra nueva broma macabra del VAR. Nuevo Fotograma que se juzga, y que no tiene nada que ver con lo que pasó en realidad (dudo que fuese ni falta siquiera, en una disputa de un balón dividido en el que el Noruego tapona un pase del defensor mallorquín, un auténtico disparate). Pero claro, si su pie mide un 59, qué le va a hacer el chaval ... No sé si me da más asco que pena todo esto, la verdad.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Me voy a quedar con los primeros 65 minutos del equipo en general, porque oyes, se intentó todo, con más o menos orden, con más o menos brillantez, pero decididos en post de la victoria, y ando convencido de que ese es el camino a seguir. Y ya entrarán las putas ocasiones de una Santa vez, digo yo, vamos …

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

La pareja de centrales, en cuanto el equipo recula, es un auténtico coladero, con un Le Normand que es un mar de nervios, y un Lenglet que es otra broma pesada. Hancko podría intentar arreglar algo de esto, pero claro, para eso debe de jugar en su sitio. En cuanto al lateral derecho, de Molina no voy a decir nada más, todos los rivales observan su debilidad y la aprovechan para masacrarnos sin piedad por dicha banda, y, dicho esto, el mayor culpable de este coladero infame en que se convierte su lado defensivo, es el entrenador que le pone, obvio, porque si después de lo ayer, sigue sin merecer un solo minuto siquiera Marc Pubill, esto es que ya no entra dentro de ninguna lógica habida y por haber. Debe de tratarse de otra historia que desconocemos por completo. El resultado es el mismo: PEOR, IMPOSIBLE.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 3 GRADOS).

Nuevo bajón de otros 2 gradacos a lo tonto, con lo que costaron conseguirlos en positivo el día del Villarreal. Y lo malo no es esto, sino la entidad de los rivales con que andamos desperdiciando todo este buen puñado de puntos. Sencillamente desesperante, me quiero morir.

 

Y el miércoles, el Rayo, partido que ya ha tomado una relevancia sencillamente inaudita para la altura de temporada en la que andamos. Plantilla descompensada, jugadores lesionados, un montón de fichajes nuevos (en puestos que no se saben si realmente era necesario cubrirlos o no), puestos que tenemos aún sin cubrir en la propia plantilla, el entrenador y sus cambios, fichajes sin apenas utilizar, la cantera ni existe … En fin. Entre todos lo estamos matando, y él solito se va a morir (de seguir así) … “Otra vez en el Frente, volveré a dejarme los cojones, para ver al Atleti, de nuevo entre los Campeones” …



15 de septiembre de 2025

Atleti 2 - Villarreal 0. La Vieja Guardia al rescate.

 

Victoria muy importante tanto por la entidad del rival (algunos creen superior hasta el plantel de los castellonenses que el nuestro propio), como por las circunstancias clasificatorias (vamos ya apurados de cara a no descolgarnos de nuestros objetivos), asímismo como por la imagen ofrecida, que fue la de un equipo sólido, constante, fuerte y que, en ocasiones, nos obsequió con ratos de un más que aceptable buen fútbol. Si a esto  añadimos las lesiones de Almada, Baena, el eterno sinvivir que es Giménez del que nadie sabe ya siquiera apenas ni de su existencia, el temido Virus FIFA y demás, el resultado se puede dar no por bueno, sino por excelente.

 

Con estos condicionantes, el Cholo lo vio claro, tuvo que tirar de la Vieja Guardia, en la cual poca gente hay ya con fe en ella, pero que el pasado sábado rindió a la perfección. Vimos la mejor versión de Koke en bastante tiempo (y dicha versión es la de un extraordinario futbolista) y otra quizás no tan brillante pero sí también tan importante como fue la de Diosito Griezmann, que se convirtió toda la noche en ese hombre pegamento que hizo que el juego fluyese entre líneas sin trompicones, con limpieza y fluidez. Si a esto le añadimos el debut de Nico González en el Atleti, el cual parecía  que llevaba ya un par de temporadas con nosotros lo que pasa es que no había jugado todavía de titular (no desentonó en absoluto y asimiló su estreno como pocos jugadores he visto en la era Simeone, ojalá y no sea flor de un día), nos da todos los condicionantes reales para haber conseguido dicho triunfo final.

 

Como siempre, el Atleti empezó muy bien el partido. Fuerte, poderoso, decidido, con excelente circulación de balón, con velocidad, precisión y esmero. Y a los 10 minutos nos adelantamos, en un infame pase atrás de un jugador visitante, que regaló el balón al hiperactivo Julián Álvarez, este cedió de tacón viendo el perfecto desmarque solo de Pableras Barrios, y el canterano definió a la perfección ante la salida del guardameta Luiz Junior (tiene nombre de auténtica leyenda mundial del Brasil de los 80, si fuese delantero acojonaría un montón, la verdad).

 

Esta vez el Atleti fue mucho más constante en su juego, y a los 14, Giuliano Simeone tuvo una ocasión pintiparada para poner el 2-0, con el balón controlado y todo dentro del área, pero  su disparo salió mordido y demasiado ajustado al palo contrario. Es un gol que no se debe de perdonar en la vida, pero bien es cierto que luego nuestro canterano suple este tipo de fallos garrafales con su inconmensurable trabajo que hace durante todos sus partidos. Es un tipo que, con su constancia, permite no desenganchar al equipo de la presión, y, a su vez, engancha a los aficionados con la muchachada. Y esa  labor hay que valorarla y aplaudirla, al igual que su definición de cara al marco contrario tiene que depurarla,  ensayarla y mejorarla.

 

Ojo, el Villarreal también despertó, y en otro pase hacia atrás creo recordar que de Barrios sin mirar, casi nos costó el empate, ya que dejó al bullicioso Moleiro delante de Oblak, pero la figura de nuestro guardameta se hace todavía tan grande a nuestros rivales en los mano a mano, que obligó a el canario a intentar ajustar tanto su remate que terminó lamiendo el palo.

 

Tres minutos más tarde, mismos protagonistas: en una buena jugada trenzada por los de Marcelino, Moleiro termina deshaciéndose con suma facilidad de Llorente, pero de nuevo la figura de Oblak terminó achantando al rival, y su remate tuvo el mismo final, cruzando el balón en exceso.

 

El Atleti, a pesar de este par de sustos, logró salir vivo de los mismos, y recuperó el control del juego hasta el descanso, aunque aún tuvo un sobresalto y gordo al final de la misma, con un violento lanzamiento de falta de Pepé que repelió espectacularmente el larguero. A pesar de todo, nos marchamos con la victoria mínima en nuestro tanteador, que, visto cómo andábamos, no era ya mala cosa de por sí.

 

En la segunda parte, entró Sorloth por el renqueante Julián Álvarez (una pena, porque el argentino se encontraba mucho mas inspirado que en anteriores encuentros, el noruego, por su parte, sigue en su línea, está, por momentos, como si estuviese yo, pero bueno). El Atleti siguió más o menos en su línea de juego, y en una espectacular contra conducida por Llorente, al Lechugo le dio al final por poner un magistral pase sobre hacia el área, y Nico González, viniendo desde atrás, y de un espectacular testarazo, anticipándose a todo Cristo viviente, logró batir de nuevo al guardameta del Villarreal. Un gol extraordinario, en el cual demostró el argentino dominar el sentido del juego aéreo mil veces mejor que el mismísimo Sorloth, por mucha envergadura que se gaste el colega. Sin duda, broche de oro a un estupendo debut.


Los de Castellón intentaron hacernos cosquillas de nuevo, pero, a diferencia del primer tiempo, esta vez apenas consiguieron inquietarnos, salvo, eso sí, las  entradas durísimas de Mourino sobre nuestros jugadores, a los cuales terminó tomando como simples muñecos de pim-pam-pum. Se cargó al recién entrado Hanko, apunto estuvo también de hacerlo con Connor … Si esta es la forma de demostrarnos el uruguayo que nos hemos equivocado con dejarle marchar, que no tenga cuidado alguno, acabamos felices todos.

 

Anularon el 3-0 a Lenglet en un remate de cabeza por un empujoncito casi infantil, y al final conseguimos la victoria, dejar la portería a cero y armarnos de moral para lo que se nos viene encima, que no es poca cosa. Y sirvió, ya de paso, para abrirnos los ojos a los más incrédulos que pensábamos que la Vieja Guardia estaba ya para pocos trotes. Craso error, como se demostró el sábado: la Vieja Guardia, al rescate.

 

Árbitro: Munuera Montero.

Nos anula un golito-VAR por una mierda de empujoncito de ná de estos que tanto se estilan ahora. Sin embargo, un choque completamente intencionado de la mala pécora del Mourinho sobre Nico dentro del área, sin opción ninguna de jugar el balón, lo contempló como un lance más del juego sin mayor trascendencia (fue en la primera parte). Cuanto menos, curiosa su doble vara de medir el juego, ¿Qué no?

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Mejoró mucho Julián en sus prestaciones (lo cual es una excelente noticia), Llorente de menos a más, gran debut de Nico, como ya he indicado, muy bien también Griezmann en esa labor de  ensamblar todo nuestro juego, pero el que dio una clase magistral en plan Líder total fue Don Koke Resurrección, Kokinho. Le vi fino, le vi dinámico, manejó al equipo a esa velocidad de vértigo que tanto me encandila de él, estuvo preciso, se ofreció en todo momento, y se adueñó de todo el centro del campo a la perfección. Nuestro Koke de siempre, vamos, en su mejor versión.



LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Sigue desconcertándome un montón Sorloth, pero bueno,  espero que solo sea cosa de ir pillando su mejor estado de forma y demás. Sea como fuere, lo que sí que os puedo asegurar es que no es el “nueve” de mis sueños pero ni de puta coña, vamos. Pero es lo que tenemos, y mientras esté aquí, habrá que seguir apoyándole.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (-1 GRADO).

Subidón de 2 gradazos al fin para la buchaca, porque eran tres puntos que esperábamos con demasiada ya ansiedad, y esta es la peor enemiga del ser humano. Aparte, el rival es un equipazo, y venía de un buen comienzo liguero, por lo que, entiendo, se terminará convirtiendo en un enemigo más  o menos directo. A ver si nos ponemos pronto en positivo.

 

EL MADRILEÑO.

El domingo me aventuré a ir desde Carabanchel a ir a ver a nuestro entrañable Madrileño. Aparte del palizón (más de 4 h. entre ida y vuelta en desplazamiento público, Brrrr), lo que sí que me  gustó mucho fue el campo de Alcalá (mucho más acorde con la categoría en la  que andan), a pesar de que me chupé un sol de justicia durante toda la mañana. Lo que es una pena de verdad es que el Madrileño juegue todos sus partidos en su categoría como visitante, si bien espero que cuando terminen el estadio que van a hacer al lado del Metropolitano, esto anime más a la gente a acudir a ver al filial (especialmente en partidos en los que se pueda compaginar jornada con el primer equipo, que eso sería fantástico). Es dar demasiada ventaja a nuestros rivales. Una pena.

 

Por lo demás, gran ambiente en Alcalá por parte de la hinchada murciana (muy respetuosa cuando sonó nuestro himno, levantando sus bufandas y banderas sin decir nada hasta su finalización), aplaudiendo a Fernando Torres cuando se anunciaba su nombre en la megafonía (¡al fin liberaron al hombre de la misma de tener que indicar alineaciones y cambios desde los baños, como pasaba en el Cerro, se lo oía y entendía a la perfección, albricias, qué alegrón!), y ni un solo cántico en contra nuestra o del Atleti, animando durante toda la mañana sin cesar a su equipo.

 

El partido en sí, muy igualada la primera parte, salvo el tramo final, en la que pudimos adelantarnos en 2 muy buenas ocasiones (su portero especialmente repeliendo un cabezazo de Boñar casi a bocajarro realizando un espeluznante paradón), y otra al borde del descanso de Arnau, también casi a quemarropa. Gran guardameta tiene el Murcia, vive Dios.

 

Sin embargo, nada más comenzar el segundo periodo se adelantaron los pimentoneros en el marcador tras una buena contra, y al final, según terminó volcándose el Madrileño, el Murcia tuvo 3 ocasiones “para matarles” de haber puesto el 0-2 en el marcador, lo que pacha es que nuestro portero Esquivel también para lo suyo. Y al final, pues un cuento que ya nos conocemos todos: el equipo que perdona, lo paga, y en el 99, el gran Boñar, de nuevo, le pega un balón con toda su alma colchonera que tiene, el cual pilló en un rechace de un córner con todo el equipo volcado en el área murciana, y su remate sortea milagrosamente un auténtico bosque de piernas que había a su alrededor, y termina besando mansamente las mallas de la portería murciana. Empate de oro ante un equipo complemente preparado para dar el salgo a la Segunda División Española.

 

Y el miércoles, a Liverpool, partido que, tras los acontecimientos acaecidos el año pasado en esa vergonzosa y maloliente competición, veré con la mayor de la  tranquilidad posible, porque ya nos han demostrado, por activa y por pasiva, y desde todas partes habidas y por haber, que esa “Competición” no es ni nunca será nuestra guerra. Eso sí, que ustedes la disfruten, solo faltaba … “Jamás, jamás, te dejará esta hinchada”




1 de septiembre de 2025

Alavés 1 - Atleti 1. Seguimos sin arrancar.

 

Este año he decidido disfrutar mucho más de este deporte que se supone se llama fútbol, en sí mismo, intentando independizar el hecho de que el Atleti gane o no gane sus encuentros (anteriormente, si no ganábamos, no me enteraba ni de los resultados del resto del Universo), y, por ejemplo, ayer pasé un Super Domingo y me tragué prácticamente enteros el Liverpool-Arsenal (2 de nuestros rivales fuera de casa en CHL), el Betis-Athletic y finalicé la sesión con el Rayito-Barsapasta. Y no me arrepentí de hacerlo, más bien al contrario.

 

Del partido de los ingleses no voy a comentar nada. Esa peña juega a otro nivel, es otro ritmo completamente diferente de juego, y, aunque siempre digo que los partidos al final hay que jugarlos, lo más normal son sendas derrotas de nuestro equipo en tierras inglesas (y como no mejoremos el nivel actual, no serán derrotas, serán goleadas).

 

En cuanto al Betis-Athletic, me llamó la atención una cosa: creo que tenían lesionado a su lateral derecho, y llamaron a un chico del filial, un tal Ángel, el cual, parece ser, ya había disputado algún que otro encuentro en la temporada pasada, no desentonando en absoluto. Es decir: se tiene un filial, y se utiliza para algo. Pelegrini no anda cambiando a jugadores de puestos ni haciendo malabarismos sin sentido. Puesto por puesto, y dando oportunidades y protagonismo a los chavales del filial, para que vayan estando preparados para dar el salto, y sintiéndose importantes. El verdiblanco os puedo asegurar que no desentonó para nada, y me hizo recordar, por momentos, aquellos años dorados en los que nosotros mirábamos a la nuestra, con los Mejías, Marina, Julio Prieto, Rubio, Muy bien Tomás, Toni Muñoz, Aguilera, Mínguez … Y ese equipo dio siempre la cara y nos hizo vibrar en más de una ocasión, y en más de dos. Y estábamos tan felices y orgullosos de ellos, ganásemos o no consiguiésemos vencer un pijo. Un último dato: el Betis Deportivo está en la misma categoría que nuestro entrañable Madrileño, en Primera Federación. Nuestro equipo quedó séptimo el año pasado, y los verdiblancos en la posición 13. No hay más preguntas, señoría.

 

Después vi el Rayo-Barsa. Es obvio que cada partido es un mundo,  cada momento siempre es diferente, y que este tipo de comparaciones suelen ser entre odiosas e injustas. Pero, dicho esto, cómo disfruté viendo a  los jugadores rayistas sabiendo en cada momento lo que hacían, cómo lo hacían, la fe que tenían en el valiente sistema planteado por Iñigo Pérez, y la inteligencia del dicho sistema empleado por este último frente al actual Campeón Liguero. Todos bien colocados en su sitio, todos dándolo todo, y ojo, sin perder de cara al rival, presionando arriba al rival y mereciendo la victoria, y con creces. Uno compara la actuación rayista frente a la de nuestro Atleti el pasado sábado, y oigan, piensa que, por momentos, algunos nos están tomando el pelo del todo.

 

Claro que, a su vez, también se puede utilizar dicha comparación teniendo como espejo el Barcelona, que fue arrollado por el equipo de Vallecas, mereciendo perder, como ya os he expuesto, y dando una imagen bastante lamentable sobre el terreno de juego. Y frente al Levante, aunque consiguieron la victoria final, las pasaron putas, y más que putas. Es decir, ahora mismo, no hay nadie que ande asustando a nadie, y teniendo en cuenta todas las novedades del equipo del Cholo, es bastante normal que andemos realizando todavía, la pretemporada.   Y aunque esta versión en realidad no me la creo ni yo, os dejo quedaros con la que más os plazca.

 

Vamos ya con el análisis del encuentro. Otro partidito muy complicado de digerir. El Atleti tiene un montón de problemas ahora mismo, pero el principal que yo veo es que no sabe a qué es  lo que quiere jugar realmente. No sabe si atacar, si defender, si qué. Y da una imagen de atolondramiento total. Aparte, el propio entrenador, con sus absurdos cambios de gente y de posición, tampoco ayuda en exceso (por no decir nada). ¿Qué me fichan 2 laterales para esta temporada? En la jornada 3, ambos en el banquillo. ¿Qué resulta que Hancko fue el mejor el día del Elche jugando en su posición, de central? Pues me da el ataque de iluminación de nuevo, y le pongo como lateral izquierdo. Es un poco cansino ya esto, lo sé, pero personalmente este tipo de bandazos me desesperan por completo. Dónde quedaron aquellos tiempos de saberse una alineación de memoria, con todo el mundo en su sitio, esa imagen de bloque compacto y sólido, infranqueable, robusto, armado hasta los dientes, letal en las contras … Quién nos ha visto, quién nos ve.

 

Y de nuevo  nos adelantamos en el marcador, con un tanto de Giuliano, típica jugada suya: este balón me lo termino llevando porque sí, y lo remato finalmente yo, sea como fuera. Era el minuto 9 de juego, pero uno ya ni termina bien de celebrar el tanto, sabedor de que es probable que en la siguiente acción local, nos empaten.

 

Dicho y hecho. Córner que sacan los locales, basura de penalty VAR de Sorloth (esto es lo que pasa, entre otras cosas, por utilizar delanteros a realizar tareas que no son suyas … Pero si ni siquiera sabe ganar bien su espacio en acciones atacantes, a dónde cojones va este tipo a defender un puto córner en contra, por Dios Santo y Divino). Pues nada. Carlos Vicente transforma la  pena máxima, y de nuevo mis temores se confirmaron.

 

A partir de ese instante, y hasta el final de este estúpido primer tiempo, todo fue un correcalles sin mucho sentido, jugadores corriendo de un lado a otro sin acierto ni orden ninguno, y desastre general. El Alavés se disfrazó de Alavés (al menos, su estilo es siempre reconocible, máxima presión y a defenderse con el orden y concierto que les de Dios a entender). El Atleti, de ese espectro rojiblanco que lleva ya un tiempo atemorizando nuestras jornadas. Pesadilla Rojiblanca en Mendizorroza Stadium, parte ya ni se sabe. Con el empate a uno nos fuimos al descanso.

 

En la segunda parte, al menos, tuvimos intención de ir a por el partido, y nos volcamos sobre la meta del nervioso Sivera en busca de la victoria final. Sin ideas, sí. Con mal juego, cierto. Pero con ahínco y determinación. Seguramente yo es que me conformo ya con demasiado poco, pero esta actitud, al menos, me valió para tener esperanzas de que aún no está todo perdido.

 

Era tal el espectáculo futbolístico que se estaba contemplando en Mendizorroza, que a un espectador le dio un medio patatús de tanta emoción junta (espero que no pasara al final nada, obvio). Así es que el juego estuvo detenido como unos 15-20 minutos (y, probablemente, fueron los mejores momentos del partido … eso. No ver nada).

 

Es tal el grado de desencantamiento que tenemos en estos momentos, que  estoy por deciros que el revulsivo para ese dominio tan pertinaz y gracias al cual se creó algo de peligro fue la entrada de Griezmann al terreno de juego (y creo que con esto, definitivamente, os he dicho todo).

 

El francés le puso un balón en la cabecita del exasperante Sorloth, cuyo rechace hizo que Siviera enviase a córner en una gran parada. Porque Sorloth no remató (básicamente, no tiene ni puta idea de manejar el juego aéreo, a pesar de sus 300 m. de altura). El noruego, en ese aspecto, es como era Kiko, cuando, de repente, empezó a anotar tantos de cabeza sin ton ni son, aprovechando también su gran altura. El gaditano lo reconoció luego un montón de veces: “pero si yo no tengo ni papa de rematar de cabeza, es Pantic, el que me tira a dar ahí, y fuera”. En este caso, son clavaditos. Desafortunadamente, en el resto de aspectos futbolísticos hay una distancia sideral entre ambos, qué le vamos a hacer.

 

Dos minutos más tarde, de nuevo Diosito Grizzi remató en escorzo solo al segundo palo, casi desde el área pequeña, pero su balón lo repelió el poste. Y ya en medio del agobio final rojiblanco contra reloj, tuvo otra buena acción  atacante Llorente, pero su remate fue enfermizamente blandengue hacia las manos de Sivera.

 

Y ya está. Esto fue todo lo que dio de sí este nuevo engendro. El equipo anda, probablemente, en el peor momento, y con diferencia, desde que está Simeone con nosotros. El propio entrenador ni les cuento el despiste que tiene. Espero que este parón les sirva para aclarar ideas, puestos, posiciones, y que intente poner algo de orden y concierto en todo este desaguisado, porque, llevamos ya 3 jornadas, frente a equipos teóricamente asequibles, y esto sigue sin arrancar.

 

 

Árbitro: Víctor García.

Árbitro VAR donde los haya. El penalti que nos pita en contra es una broma pesada y macabra (ya estamos con los toquecitos, con los fotogramas y demás, da auténtico asco el interpretar el fútbol así). Por si fuese poco el error, se encargó de marcar de forma y manera atosigante a Sorloth, pitándole faltas hasta por estornudar. Que no, hombre, que no. Que no malgaste su energía de esta forma, caballero. Que el soplagaitas del noruego ya se vale  él solito para hacer el ridículo no disputando balones claros, apartándose del mismo sin mayor necesidad. No malgasten ahí su mala leche, panda de inútiles.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

¿Puedo decir ninguno? Venga, va. Giuliano por sus ganas, Gallagher porque no estuvo nada mal el rato que disputó, y Griezmann, porque aportó algo de sentido a la razón del sin sentido que es el juego del Atleti en la realidad.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Se acaba ya el mercado, y yo me pregunto. ¿Desde cuándo el Atleti realiza fichajes de suplentes por precios de titulares casi indiscutibles en su equipo? ¿Desde cuándo un equipo ficha 2 laterales para reforzar ambas posiciones y se puede permitir el lujo de no emplear a ni uno solo? ¿Cómo puede ser uno de ellos ni siquiera haya disputado 1 triste minuto todavía con nosotros? Si todo esto fuese poco, cuando un equipo está mal, todo lo que pueda empeorar, lo hará. Porque ya el  pasado sábado ni me gustó Almada, ni Johnny Walker, ni por supuesto Julián,  el cual anda el hombre en un estado de ansiedad galopante cada vez que pilla el balón. Es decir, los malos siguen siendo malos, y los buenos, se  nos contagian. Cojonudo, vamos. Y quién tiene que arreglar todo este galimatías infumable, da la imagen de que no tiene ni puta idea de cómo hacerlo. Por todo esto es porque os digo que bendito parón, hacerme caso. Pero Bendito.




 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (-3 GRADOS).

Ni lo bajo siquiera nada en esta ocasión. Resultado más que esperado, y no, no es que sea triste. Es que es la malévola realidad.

 

Qué bien. El fin de que viene, no me mosqueo con el puñetero Atleti. Estoy que doy saltos de alegría. A ver si se centra todo el mundo y viene con el chip resetado, porque vaya tela marinera … “Hoy mil mentiras escuché, que no es verdad  que te dejé”



LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

MAREANDO LA PERDIZ: "Desesperado"

Atético de Madrid - Webring
Peña Atletica Centuria Germana Vorherige Seite
Previous Page
Página Anterior Seiten Übersicht
Page Overview
Descripción De La Página Zufällige Seite
Random Page
Página Al Azar Nächste Seite
Next Page
Página Siguiente
FD12853D-b4b758962f17808746e9bb832a6fa4b8