Atleti 4 – Erreala 1. ¡Esto marcha!
Si señor. Porque los míos realizaron una primera parte realmente espectacular, con ratos de fútbol de ensueño. Está claro que cuando este equipo toca el balón y lo rasea, con la velocidad y clase que tienen, en especial de mediocampo para adelante, pueden realizar jugadas y conseguir goles como, por ejemplo, fue la primera jugada del encuentro, en donde el equipo dio hasta 8 toques consecutivos de balón, combinando Aguilera-Mena-Serena-Lardín-Valerón-Kiko y Roberto, que solamente tuvo que empujar el esférico al segundo palo, tras el genial pase del gaditano. Era el minuto 4, y las cosas no podían tener mejor pinta. A raíz de aquí, tuvo la Real 10 minutillos en los que achuchó la portería de Molina, pero, por un lado el palo, en disparo de De Paula, y, por otro, el árbitro, que se comió un penalty de Mena sobre el citado jugador, impidieron que la ventaja se neutralizase.
De todas formas, fue un espejismo para los donostiarras, ya que el Atleti volvió a hacerse con las riendas del encuentro, realizando jugadas realmente majestuosas, como un pase de Valerón (el mejor junto con Kikogol) sobre el gaditano, que se quedó completamente solo delante del marco defendido por Alberto, pero que por querer machacar el gol, lo que logró fue que Alberto despejara el balón en su desesperada salida.
Sin embargo, a la media hora aproximadamente, balón que corta Molina jugando de libero, cede sobre Serena, éste sobre Lardín, que envía un magistral pase sobre el desmarque de José Mari, entra el sevillano en el área y cede el balón al segundo palo, en donde Kikogol, completamente desmarcado, simplemente tuvo que empujar el esférico al fondo de las mallas. 2-0 al canto.
Cuatro minutos más tarde, Fernández Marín nos echa una manita al pitar un supuesto penalty que se supone que cometió López Rekarte sobre el Maestro (un tal Kikogol, no sé si lo conocéis) y Lardín se encarga de transformarlo y poner el 3-0 en el marcador, resultado completamente justo (a pesar del manta del árbitro) visto lo que ambos equipos estaban desarrollando en el terreno de juego.
En la segunda parte, el Atleti jugó con la mente puesta en Belgrado (el Obilic espera) aunque no perdió la cara al encuentro en ningún momento, mientras que la Real tuvo un par de buenas ocasiones, por medio de De Paula (no echaron de menos los donostiarras al Kovacevic ni ná), que no supo concretar.
Empezaron, pues, los cambios, y el Petete Correa, que había sustituido a Kikogol (reverencia, por favor) tuvo una clara ocasión en el primer balón que tocó, regateando a Alberto, pero no concretando finalmente su disparo final del que era un gol absolutamente cantado. Pero a falta de 10 minutos sí que acertó con un certero testarazo, tras magistral pase de Valerón (Sachi, deja de decir que no tienes plantilla, majo), que le puso el balón a huevo.
Después, al árbitro siguió dando su recital particular de desaciertos, al señalar un inexistente penalty de, supongo, Chamot (y digo supongo, porque es que no hubo ningún contacto con ningún jugador colchonero, fue un repentino desmayo que le entró al De Paula, pobre chaval; según el último parte médico, su estado no reviste gravedad alguna, y podrá jugar mañana la UEFA), que Aranzábal se encargó de transformar. Aún tuvo el Atleti tiempo de fallar un gol más, por medio de Roberto, en una internada del inconmensurable Aguilerita, y poco más. Resumiendo, que es gerundio.
Partidazo del Atleti, a pesar de las bajas, y pobrísima impresión de la Real, que ocupa en estos momentos el farolillo rojo de la clasificación. Apuros no creo que pasen para meterse en Europa, pero, desde luego, ahora mismo la realidad es bien diferente. Y eso que el Sa Pinto es un jugadorazo, conste.
Athletic 2 – Vikingos 3. ¡Qué injusticia!
Porque no se puede catalogar de otra forma, vamos. Si hubo un equipo en San Mamés, ese fue el Athletic. Si hubo un equipo que luchó, dominó, creó ocasiones, presionó, no se rindió, ese fue el Athletic. Si hubo un equipo perjudicado gravísimamente por el colegiado del encuentro, el ínclito del Daudén Ibañez, ese fue el Athletic.
Pero ... Si hay un equipo que siempre mata, a la más mínima ocasión, ese es el Mandril. Si hay un equipo que tiene calidad por arrobas en sus delanteros, ese el Mandril. Si hay un equipo que tiene velocidad y claridad para practicar contras realmente mortales, ese es el Mandrid. Si hay un equipo con potra a “tutti-plane”, ese es el Mandrid.
A los 13 minutos, tras un genial pase del “Sidoso” del Seedorf, el borrachín del Raulín anotaba el 0-1, mientras, los ertxanxas esos, “ermocionados” por tan bello tanto, decidieron celebrarlo con los Ultras Full, obligándoles a tomarse unos zuritos con ellos fuera del campo ...
Pero poco duró la alegría a los vikingos, ya que, Urzaiz, de espléndido cabezazo tras córner sacado por Etxeberría, ponía el empate en el marcador. 5 minutos más tarde, se produjo la jugada clave del encuentro. El venao del Panucci hace un penalty de libro, un tanto absurdo, diría yo, pero de libro, sobre Carlos García, que Urzáiz se encarga de fallar (los penaltis jamás son acierto de los porteros, no lo olvidéis, siempre son fallos de los delanteros). Si quieres ganar a un equipo que es el Campeón de Europa, no le puedes dar la ventaja de fallar una pena máxima. Realmente imperdonable. Con este resultado se llegó al descanso.
En la reanudación del encuentro, otra contra mortal de las vikis que Mijatovic se encarga de transformar de forma magistral, tras no menos magistral asistencia del Sidoso, y nuevamente se ponen los vikingos por delante en el marcador. Para colmo de males, 5 minutos más tarde, Savio consiguió otro bellísimo tanto al cruzarle el esférico al bueno del Etxeberría, que estaba flipando con lo que estaba pasando. Sin embargo, los leones con el 1-3 no se rindieron, y Daudén, que se ve que no tenía muy clara la victoria de los vikingos, disipó cualquier clase de duda al anularle un pedazo de golazo de Urzaiz de tijereta, por supuesto juego peligroso.
Nada más lejos de la realidad, mis queridos amigos, nada más lejos ... A 10 minutos del final, atisbo de esperanza bilbaína, ya que Ezquerro le roba magistralmente la cartera al Puto Chimpancé (está de pena el Roberto Carlos), y Urzáiz, en la boca de gol, consigue el 2-3, que, a la postre, fue el resultado definitivo.
Barsa 2 – Celta 2. Paso atrás.
Del Barsa, que se dejó empatar un encuentro en el minuto 92, después de haber fallado innumerables ocasiones a lo largo del segundo periodo.
El caso es que no empezó mal la cosa para los culés, ya que Kluivert, que tiene camino de convertirse en uno de los ídolos del barcelonismo, se encargó de adelantarles en el marcador de cabeza, tras cantada por soleares de Dutruel, que, con su actuación en la segunda parte, se encargó de enmendar su fallo con creces, realizando magníficas intervenciones.
Al filo del descanso, el cabestro del Míchel Salgado, con el exterior de pie, logró, sin embargo, un gol de bandera al batir por la mismísima escuadra al flipado Hesp. Y todavía pudo hasta haber remontado el equipo gallego, si Makelee no hubiese fallado un gol echo con el portero ya batido. Con este resultado se llegó al descanso.
En la segunda parte, salida en tromba del Barsa, que, como ya digo, falló lo infallable, en grandes ocasiones de Kluivert y Luis Enrique, hasta que, de nuevo Kluivert se encargaba de desnivelar el marcador. Pero, y cuando ya el encuentro daba sus últimos coletazos, balón al segundo palo que Sergi se traga olímpicamente, espectacular control del balón por parte del Zar de Rusia, Mostovoi, que regateó de forma magistral a Hesp para batirle con un sutil toque. Sin lugar a dudas, uno de los mejores goles que yo he visto en mucho tiempo.
En definitiva, decepción azulgrana por todo lo alto (visto lo visto, creo, sinceramente, que se merecieron ganar), y meritorio empate del equipo vigués, que tiene este año de nuevo todas las papeletas para convertirse otro año en un incomodísimo rival.
Betis 1 – Extremadura 1. Caos.
Total el que se vive ahora mismo en el Villamarín, con un Betis al que le ha abandonado por completo la fortuna, frente a un Extremadura que hizo su partido, es decir, defenderse a lo bestia y con mucho orden. Oficialmente se adelantó el Betis en el marcador a falta de 10 minutos, por medio de Iván Pérez, que se jugó la perola por conseguir el tanto.
Extraoficialmente, quien se adelantó primero en el marcador fueron los extremeños, por un injusto a todas luces gol anulado a Rueda. Pero, y a falta de tan solo un par de minutos, un tal Ferrari se encarga de poner de nuevo el marcador en tablas, para desesperación de la fiel y sufrida afición bética, que la tomó, con toda justicia, por el traidor del Cuellar, que jamás se ha tenido que volver a poner esa camiseta.
Pucela 3 – Valencia 1. En 2 minutos.
Tan solo logró neutralizar la ventaja che el Valladolid, que vio cómo se le puso el encuentro cuesta arriba cuando a la media hora de juego Angulo, con un sensacional gol por toda la escuadra, batió de forma inapelable a César.
Sin embargo, 4 minutos más tarde, los de Pucela ya habían dado la vuelta al marcador, con un gol muy jodido de meter por parte de Peternac, casi sin ángulo, y otro de Torres Gómez, eso sí, anotados con la inestimable colaboración de la defensa valenciana, que se ve que el último cargamento de pastis que han pillado les ha vuelto un poco más gilipollas de lo que eran, ya que no se pueden dar más facilidades. En el segundo tiempo, el Valencia fue un quiero y no puedo, y el Valladolid, por medio de Alberto, puso el 3-1 definitivo, que pone en evidencia a los chés cada vez que viajan fuera de Mestalla.
Deportivo 1 – Español 0. Sudaron sangre.
Los gallegos para derrotar al disciplinado español, siendo finalmente el Turu Flores el que pusiera el 1-0 definitivo en el marcador, de precioso cabezazo, ante el que Toni nada pudo hacer.
Mallorca 0 – Oviedo 0. Infranqueables.
Se mostraron los ovetenses, que sacaron un punto de oro en el dificilísimo campo del Luis Sitjar. Los de Cúper, por más que lo intentaron, no fueron capaces de penetrar la tela de araña que tejió Fernando Vázquez en el centro del campo.
Tenerife 1 – Alavés 2. ¡Toma ya!
Sensacional y justísima victoria alavesa frente a un Tenerife que vuelve a las andadas. El filósofo Lillo no termina de hacer funcionar a los chicharreros, y los del Alavés, por medio de 2 contras mortales, se adelantaron en el marcador por medio del pivote Canabal, de cabeza, Obviously, y de Iván Begoña. En la segunda parte achucharon más los tinerfeños, que acortaron distancia por medio de Domingos, pero, a la contra, el Alavés desperdició ocasiones clarísimas de sentenciar definitivamente el encuentro, por medio de Sívori. En definitiva, resultado justo.
Villarreal 5 – Salamanca 0. El submarino atómico.
Impresionante partido del Villarreal frente a un Salamanca que tardará tiempo en olvidarse la manita que les han endosado los de la preciosa tierra valenciana. Craioveanu, por 2 veces, que se ha convertido en el nuevo ídolo local por excelencia (je, y la Real va en última posición, lo que son las cosas), Manolito Alfaro, por otras 2 veces, que había sustituido precisamente al jugador rumano, y Díaz, fueron los encargados de anotar los golazos que ayer consiguieron frente a un Salamanca realmente desconcertado. Sin lugar a dudas, la victoria es realmente importantísima.
Zaragoza 2 – Racing 1. Sin problemas.
En un encuentro sin mucha historia, los maños no tuvieron problemas de deshacerse del equipo santanderino. Jarnelli y Gustavo López fueron los encargados de anotar los tantos de los maños. Tais, por su parte, metió otro espléndido gol, al más puro estilo del que metió la mala bestia del Míchel Salgado al BarsaTulipánBarsa.
hasta la próxima. saludos,