Dicen que el fútbol es un estado de ánimo. Puede ser. Pero también es dar con la clave para el funcionamiento de un equipo. Y ese es el trabajo del entrenador. Al nuestro le costó un poco encontrarla, pero supo rectificar a tiempo, y los resultados están siendo satisfactorios.
¿Cuál es, pues, la clave, en nuestro equipo? Pues es un griego, señores, llamado Nikolaidis. Un jugador al que, por cierto, los Segurolas de turno, dando de nuevo una lección más de su desconocimiento futbolístico supino, dicen que es torpe. Pues a mí darme muchos torpes así. Es un "torpe" que tiene una velocidad endiablada. Es un "torpe" con visión de juego. Es un "torpe" con una capacidad de lucha y de entrega como hacía tiempo no veía yo a un jugador de fútbol en el Calderón. Es un "torpe" que gracias a su currele nos está haciendo ver al mejor Niño posible. Es un "torpe"capaz de realizar una pared magistral con Novo para que éste anotase ayer el tanto de la victoria colchonera. Es un "torpe" que contagia, con su lucha, tanto al equipo como a la grada. Y es todo un acierto del Sr. Toni Muñoz, ya que éste "torpe" no nos costó ni un duro. Me importa un bledo lo que digan los sabios tertulianos de las ondas. Afortunadamente, uno tiene ojos en la cara y cree lo que ve, no lo que le dicen.
Partido muy currelado ayer de los míos, frente a un Vila-Real perfectamente asentado sobre el terreno de juego, pero con nula profundidad en su juego. Probablemente, es el único equipo que no ha tenido ni una sola ocasión clara en el Calderón. Eso se debe, por un lado, a que la palabra "interior" suena a chino por la tierra azulejera. Por otro, al fenomenal trabajo defensivo del dorsal número 12, de Gaspar y, muy especialmente, de un tal Lequi, que es un jugador con un sentido de la anticipación sencillamente genial. Arriesga mucho, sí, y, probablemente, alguno de sus riesgos nos cuesten algún gol. Seguro. Pero me la pela. Me va a evitar muchos más con su forma de jugar. Lo tiene todo: poderoso en el juego aéreo, rápido, técnicamente es correcto, y, lo dicho, tiene una visión de lo que "va a pasar" encomiable. Es un tío que posee un sentido de concentración en el terreno de juego fantástico. Y el equipo lo nota. Y también hace que el resto de compañeros se entonen, incluido Santi, sí, aunque parezca mentira.
No quiero ni ver la clasificación. Sé que debemos de ir por ahí arriba. Pero no me quiero marcar ningún tipo de objetivo. Quiero ganar en Valladolid (mi presencia allí, salvo catástrofe, está garantizada) y continuar la racha. Cuando queden 10 partidos, miraré la clasificación, y según esté, empezaremos a hablar del gobierno.
Pero, de momento, se están consiguiendo cosas importantes: que los rivales nos respeten, que el campo vuelva a estar abarrotado, y no precisamente por la necesidad de salvar al equipo de nada, que el Calderón empieze a ser inexpugnable, que fuera de casa empezemos también a causar temor, que los periolistos nos ignoren vergonzantemente... En definitiva, estamos recuperando nuestra identidad, nuestra idiosincracia, nuestra personalidad. Estamos volviendo a ser el Atleti.
-- Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Vieja guardia. LCJ2.
ETERNAMENTE PRESENTES,
FIELMENTE ULTRAS.
NIUSERO DEL AÑO 2003-2004.
NIUSERO DEL AÑO 2003-2004.
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