...si que el Atleti gane un puto partido fuera de casa, o que un árbitro nos favorezca en una jugada decisiva. Ayer se dieron los 2 casos. El 2 de Octubre de 2005 se ha convertido en un día para nuestra rica historia, qué duda cabe.
Y eso que el juego de la primera parte seguía manteniendo esa soberbia línea de regularidad que nos impregnó el inútil compulsivo del Manzano y el acomplejado de Ferrando. Es decir, nada de nada. El Niño contra el mundo, y poco más, Nicolás.
Pero es que estos del Málaga son malos ... Muy malos. Solamente tuvieron una sola ocasión de gol en todo el partido, y fue creada por Gabi, que dejó completamente solo a Salva delante de Leo Franco y éste recordó su última época rojiblanca y se la regaló mansamente al bueno de Don Leo, ya en las postrimerías del encuentro.
Aún así, nos debimos de ir al descanso con ventaja, ya que en los últimos 10 minutos pisamos algo el acelerador. Una buena internada del Niño, otra de Petrov, el enésimo mano a mano del Niño (que mezcla jugadas sencillamente geniales con errores de patio de colegio), una de Luccin solo al segundo palo ... Total, 0-0, y al descanso. Un nuevo homenaje al despropósito y al maltrato del balón.
La segunda parte ya fue otra cosa. Se vio un equipo con ambición, con profundidad, con un Petrov muy activo, que saca las faltas con auténtico veneno puro, con un Niño que demuestra día a día que puede jugar perfectamente un par de pasos más atrasados que Kezman, y que sabe dar muy buenos pases en profundidad, con un Arnau que hizo un excelente encuentro (lo único destacable del Málaga) y con un árbitro que, para colmo de males malacitanos, decide pitar un penalti por tropezón de Fernando Torres con el defensa Navas o poblacho de Ávila similar. Pequeña discusión entre el Niño y Kezman sobre quién lo lanza (los galones son los galones, Mateja) y chicharrito más que justo que te crió, con polémica celebración incluída (que se jodan, una gentuza que en vez de animar al Málaga se dedicaron todo el encuentro a decir Puta Atleti y a segunda tiene lo que se merece, ni más, ni menos, aparte de que él dice que se la dedicó a Jorge Larena, esa inutilidad que el gran Fernando Vázquez está por la labor de devolvérnoslo hecho un hombre de provecho). Si hubiese metido yo el tanto, de hecho, no hubiese descartado haberme sacado la chorra y haber regado convenientemente a toda esa pandilla de gitanos zarrapastrosos.
A partir de aquí, dominio total y absoluto rojiblanco, triangulando bien el balón y sin apenas rifarlo, y genialidad de Kezman en jugada individual y 0-2 para la buchaca. Un resultado que pudo haberse aumentado, de hecho, pero que se da por válido después de nuestra gloriosa experiencia en Anoeta.
Poco más que añadir al partido. Ya tenemos 300 victorias. Espero que no tardemos 300 años en volver a conseguir otra. Con 299 años hasta me conformo ...
Y eso que el juego de la primera parte seguía manteniendo esa soberbia línea de regularidad que nos impregnó el inútil compulsivo del Manzano y el acomplejado de Ferrando. Es decir, nada de nada. El Niño contra el mundo, y poco más, Nicolás.
Pero es que estos del Málaga son malos ... Muy malos. Solamente tuvieron una sola ocasión de gol en todo el partido, y fue creada por Gabi, que dejó completamente solo a Salva delante de Leo Franco y éste recordó su última época rojiblanca y se la regaló mansamente al bueno de Don Leo, ya en las postrimerías del encuentro.
Aún así, nos debimos de ir al descanso con ventaja, ya que en los últimos 10 minutos pisamos algo el acelerador. Una buena internada del Niño, otra de Petrov, el enésimo mano a mano del Niño (que mezcla jugadas sencillamente geniales con errores de patio de colegio), una de Luccin solo al segundo palo ... Total, 0-0, y al descanso. Un nuevo homenaje al despropósito y al maltrato del balón.
La segunda parte ya fue otra cosa. Se vio un equipo con ambición, con profundidad, con un Petrov muy activo, que saca las faltas con auténtico veneno puro, con un Niño que demuestra día a día que puede jugar perfectamente un par de pasos más atrasados que Kezman, y que sabe dar muy buenos pases en profundidad, con un Arnau que hizo un excelente encuentro (lo único destacable del Málaga) y con un árbitro que, para colmo de males malacitanos, decide pitar un penalti por tropezón de Fernando Torres con el defensa Navas o poblacho de Ávila similar. Pequeña discusión entre el Niño y Kezman sobre quién lo lanza (los galones son los galones, Mateja) y chicharrito más que justo que te crió, con polémica celebración incluída (que se jodan, una gentuza que en vez de animar al Málaga se dedicaron todo el encuentro a decir Puta Atleti y a segunda tiene lo que se merece, ni más, ni menos, aparte de que él dice que se la dedicó a Jorge Larena, esa inutilidad que el gran Fernando Vázquez está por la labor de devolvérnoslo hecho un hombre de provecho). Si hubiese metido yo el tanto, de hecho, no hubiese descartado haberme sacado la chorra y haber regado convenientemente a toda esa pandilla de gitanos zarrapastrosos.
A partir de aquí, dominio total y absoluto rojiblanco, triangulando bien el balón y sin apenas rifarlo, y genialidad de Kezman en jugada individual y 0-2 para la buchaca. Un resultado que pudo haberse aumentado, de hecho, pero que se da por válido después de nuestra gloriosa experiencia en Anoeta.
Poco más que añadir al partido. Ya tenemos 300 victorias. Espero que no tardemos 300 años en volver a conseguir otra. Con 299 años hasta me conformo ...
SOBRESALIENTE: El Niño. Realizó 3-4 jugadas francamente sensacionales.
NOTABLE: Zahinos. Cumplió y con creces la misión que le mandó Bianchi. Destruyó juego sin dar cera y lo repartió con bastante criterio.
BIEN: Kezman. Está para lo que está, y volvió a demostrar lo que es, un tío que lleva el gol en la sangre, oséase, un CRACK.
SUSPENSO: El Málaga. Una auténtica y purita nulidad total. No son malos ... Son peores ... Mucho peores.
ÁRBITRO: Suspenso. El penalti del 0-1 solo existió en su mente calenturienta. Que siga la racha.
-- Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Sección Baramba.
SI EL ATLETI LO ES TODO, TODO ESTÁ JUSTIFICADO.
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