Jugadores, técnicos, directivos y periodistas de Madrid vivieron un ambiente hostil en Sevilla
Javier G. Gómara / MADRID20/02/07 03:00 h.El Atlético cayó en Sevilla con todas las de la ley. El conjunto hispalense pasó por encima de los rojiblancos en el terreno de juego pero lo que pasó fuera excedió los límites de eso que en otra época era un deporte llamado fútbol. Antes, durante y después del encuentro, la expedición colchonera se topó con un ambiente muy hostil. Jugadores, cuerpo técnico, empleados, directivos y hasta periodistas que viajaron con la entidad madrileña a la capital hispalense sufrieron la animadversión de varios estamentos del Sevilla hacia todo lo colchonero.
Fueron varios los capítulos de tensión que se vivieron el domingo en el Pizjuán. El primero, tres horas antes del encuentro cuando los utilleros del Atlético trasladaban en el autocar del equipo el material necesario para la disputa del choque. Antes de llegar al feudo nervionense, un grupo de unos 20 radicales sevillistas apedrearon el vehículo, rompiendo tres lunas e impidiendo que el conjunto colchonero pudiera desplazarse del hotel al estadio en su propio vehículo. Pero lo peor llegaría después en el campo, cuando un directivo hispalense justificó esta acción asegurando que llevar el autocar al estadio tres horas antes del partido y sin protección era una provocación. Sobran los comentarios.
Cuando el Atlético llegó al Sánchez Pizjuán, empleados del club sevillano se dirigieron a los jugadores rojiblancos en términos despectivos. Algo que suelen hacer los aficionados en todos los campos -Calderón incluido- pero no los propios trabajadores de la entidad, que no se cortaron a la hora de meter presión a los jugadores colchoneros.
El palco no se libró de la actitud de unos cuantos forofos que además, ocupan cargos en la directiva hispalenses. Lázaro Albarracín, que encabezaba la expedición madrileña, comprobó en primera persona cómo se las gastan en el palco sevillano. También probaron esa medicina los periodistas desplazados desde Madrid con el Atlético. Nada más finalizar el partido, algún que otro consejero sevillista le faltó tiempo para presentarse en la sala de prensa y recordar la derrota a los periodistas. Estos pseudo-directivos les pidieron cuentas por el choque de ida en el Calderón en vez de pedírselas a Javi Navarro y Escudé, que abusaron del juego sucio y dejaron a su equipo con nueve. O el domingo a Martí, que confundió al 'Kun' con un saco de patatas.
Pero lo más triste de todo lo protagonizó Palop que, al término del choque, golpeó la puerta del vestuario y, tras insultar a los rojiblancos, les recordó que volvían 'calentitos' a la capital de España. Antes, sobre el césped, retó y provocó en varias ocasiones a Torres, pero la clase no se repartió a todos por igual y el 'Niño' no entró al trapo.
Los duelos entre Sevilla y Atlético siempre van cargados de tensión y polémica, pero hasta ahí. La rivalidad mal entendida no tiene cabida en el fútbol. Como tampoco algunos personajes que dieron el día a la expedición colchonera en la capital hispalense
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Un saludo.
Tomi. Gruppo Baramba.
http://www.cronicasdeltomi.blogspot.com/
LEALTAD Y HONOR.
2 comentarios:
La verdad es que por todo el mundo es conocida la poca clase y el poco saber estar de la gran mayoria de sevillismo.
Gracias a dios a nosotros nos sobra y no entramos al trapo en vocaciones ridiculas de un equipo que no nos llega ni a la suela del zapato
Esta en boca de todos lo que pasa con los dos equipos de sevilla...
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