Pues sí. Estoy bastante cansado del puto rollo ese del Antimadridismo, la verdad. No lo puedo evitar, pero me pone enfermo que cuando el Atleti va palmando en el Calderón, se griten los goles en contra del Madrid como propios. Debo de ser un rara avis en esto, pero chicos, yo cuando el Atleti pierde … no quiero ni me interesa saber nada del mundo. Por mí como si arde entero. Me la pela, compañero.
Tampoco entiendo el algarabío acordándose del puto vecino cuando el Atleti va ganando en nuestro estadio, la verdad. Lo digo y lo mantengo: demostramos a todo el mundo un grado de acomplejamiento que raya lo esperpéntico.
Entiendo (¡claro que lo entiendo!) la rivalidad como tal. Y sé muy bien (entre otras cosas, porque la he sufrido en carnes propias) todo lo que nos han robado a lo largo de su historia y demás. Y sí. Me caen mal. Pero que muy mal. Y hasta me alegro de sus derrotas, ¿Qué pasa? Pero me niego en rotundo a que gire la vida del Club que amo en torno a ellos.
A ver si nos damos cuenta y espabilamos … ¡Qué el Atleti tiene entidad y vida propia, señores! ¡Qué no tenemos que estar pendiente de nada ni de nadie! ¡Qué bastante tenemos ya en nuestra propia casa!
O si no, la aberración esa que escucho muchas veces. Siempre pongo el mismo ejemplo. Última jornada. El Madrid si gana al rival que tiene enfrente el Atleti entraría en Champions. Eso sí, un pero: ellos ganarían la Liga. Pues muy bien. Pues que la ganen. ¿Y? El Atleti está por encima del bien y del mal. No deberíamos de caer en esas menudencias. Un debate absurdo como cualquier otro. Pero que, lamentablemente, ahí está.
Lo siento, pero las desdichas de mi vecino jamás se pueden convertir en alegrías propias. Porque me creo sinceramente capaz de generarlas por mí mismo, no en base a los demás.
¿Sabéis cuándo seré realmente antimadridista? Pues como lo era antaño … Cuando eran mis mayores rivales deportivos, y nos jugábamos entre nosotros Ligas, Copas y demás … Todo lo demás me sobra.
Fijaros si es triste el tema, que ahora hasta les caemos bien. Te dan dos palmaditas en la espalda los lunes, te dicen que somos geniales, que a ver si ganamos la semana próxima, todo aderezado con una prominente sonrisa Profident, y hasta se permiten el lujo de darte ánimos y todo. Y todo esta farsa patrocinado por Gil Marín&Cerezo mangoneision. ¡Qué bello es vivir!
¿El Madrid? Pues como si me dices el Zaragoza, el Móstoles o el Dínamo de Arroyomolinos. Uno más. Sin más. El refranero es sabio: no hay mayor desprecio … que no hacer aprecio.
Y ya, el colmo de los colmos, el no va más, la mezquindad gratuita, barra libre, ya llegan las rebajas … Nueva moda: después de 35 partidos sin palmar, al fin, lo hemos conseguido. Da igual que España sea mi equipo, y que Del Bosque mi entrenador. Su denominación de origen me es suficiente para verter toneladas de mierda sin piedad, sin miramientos, y, por supuesto, sin justicia alguna.
Olvidamos cómo empezó Luis con la Selección. Lo que le costó llegar a dar con la tecla correcta. De hecho, hasta que él no se adaptó a los jugadores que tenía, y nunca al revés, le costó sudores y sangre hasta el simple hecho de clasificarse para la Eurocopa que luego tan brillantemente ganamos. Y en el Mundial, la historia de siempre: cuartos, y para casa. Y ahora creemos que como mejor le honramos y le defendemos es atacando al que ha ocupado su lugar. De vergüenza ajena.
Entonces, que yo me entere de qué va este juego … ¿Ya no somos de la Selección porque la entrena un vikingo, no? Que palmen hasta decir basta. Así demostraré lo gran Atlético que soy, si señor. Y si hay algún jugador en sus filas perteneciente a dicho Club ¡pues a degüello también con él! A mi no me gana a ser Atlético nadie … Solo faltaría …
Ya perdonaréis, pero yo cuando les veo con la rojigualda, solo veo jugadores y entrenador de mi país. No veo nada más. Y como tales les defiendo. Y les defenderé.
Al igual que me parece una solemne paletada el crucificar a un chaval porque haya venido de esa casa así, sin más ni más. Fijo que Jurado sabe de qué le estoy hablando.
Lo siento. Tengo mogollón de defectos y cosas en las que debería de mejorar, pero hay algo de lo que carezco: complejos.
Voy por la vida con paso firme, ayudo a quién pueda o considere que puedo hacerlo, y paso millas de los demás. No baso mi felicidad en nada más que no sea algo que he conseguido yo, no que ha dejado de conseguir el de enfrente. Tengo vida e identidad propia. Y sí. Soy del Atleti. Ya perdonaréis.