ARSENAL 2 - ATLETI 1. VICIOS Y VIRTUDES.

Ya os adelanto de que yo no soy de los que me molan sacar excesivas conclusiones de este tipo de encuentros. Aquí, más bien, es de las pocas veces que me alineo con la mentalidad de los entrenadores, y los veo más bien como eso, entrenamientos con más o menos público, hacer pruebas, ver jugadores, e ir comprobando cómo va evolucionando el equipo física, táctica y mentalmente. La guadaña la tengo engrasándola y mi máquina de elogios la dejo recopilando paridas para cuando comience en serio todo esto. El resto de comentarios magnánimos y grandilocuentes, se lo dejo para los talibanes de la pluma.

Pero sí. Ayer, ya que esa bazofia inmunda y pestilente de Telemandril se dignó a televisarnos un encuentro, por supuesto, decidí verlo. Y como buen partido de pretemporada que es, me dejó algunas virtudes enseñables y mostró también otros tantos vicios adquiridos.

Dentro de estos últimos, me jodió sobremanera ver que el Atleti vuelve a las andadas en lo que al trato con el balón se refiere. Si bien el día de los portugueses comprobé con agrado que el equipo intentaba sacar el balón controlado desde atrás, ayer mi gozo se me fue al pozo. Otra vez patadones sin sentido, otra vez ví de nuevo ese documental tan archirepetido por el Calderón denominado “El centrocampista, ese extraño desconocido”.

Aún así, medio se mantuvo el tipo en la primera parte, y, a nivel de resultado, en buena parte de la segunda, gracias a Sergio Asenjo, que demostró y está cumpliendo, y con nota, todas las expectativas hasta el momento que había despertado en mí su fichaje.

Pero mientras durante esa segunda parte comprobé que el Arsenal es un equipo con identidad propia y estilo de fútbol definido, el Atleti no tiene muy claro esto último … Al menos, hasta la salida de Cléber y, especialmente, de Jurado, que, en lo poquito que jugó, dejó muestras de que tiene una calidad innata para esto de jugar al fútbol. Con él y con Santana en el terreno de juego (que demostraron un buen grado de compenetración), fue solamente cuando vimos realmente una intención de jugar al fútbol como mandan los cánones, sacando el balón desde atrás, moviendo el esférico con rapidez e inteligencia e intentando dar profundidad a nuestro juego. Y sí, se consiguió, gracias también, por qué no decirlo, a la entrada de 2 chavales de nuestra cantera que tienen bastante buena pinta: Pacheco (que anotó el gol del empate) y a Borja, que casi clavó uno en un zambombazo impresionante desde fuera del área, y que le puso otro semi en bandeja a Maxi que el argentino cruzó en exceso.

Una pena. Cinco minutos locos. El 1-0 en el 85, obra de Arshavin, en el cual se demostró que Asenjo no puede parar todo (aunque casi), 1-1, en el 87, en el que se demostró la exquisitez de Jurado en un pase antológico sobre Pacheco, que anotó sin que le temblara ni un solo pelo de su larga melena, y el 2-1, en el 89, que demostró el daño que le hace a este deporte entrenar al fut-voley, con 15 tíos del Atleti rifándose el balón de un lado a otro, hasta que claro, al final la cagas.

Lo de menos, el resultado. Lo mejor, que hay cantera. Y lo peor … que ando hasta la polla de ver el telefim que antes os contaba. Y hay otra persona que está tan hasta la polla como yo: Jurado. Si de mi dependiera, José Manuel …