27 de septiembre de 2010
Atleti 1 - Zaragoza 0. Las siestas pueden costar puntos.
23 de septiembre de 2010
Valencia 1 - Atleti 1. Uno del Atleti, uno del Valencia.
20 de septiembre de 2010
Atleti 1 - Barsapasta 2. Quiero y no puedo.
17 de septiembre de 2010
Aris Salónica 1 - Atleti 0. ¿Quién dijo que esto iba a ser fácil?
13 de septiembre de 2010
Atlietic 1 - Atleti 2. La solidez de un líder.
El Athletic intentó exprimir sus armas: presión asfixiante por todo el campo, internadas por bandas, y ese ataque tan característico suyo a base de oleadas. Pero, enfrente, tuvo un equipo que derrochó personalidad sobre el terreno de juego, bastante mejor nivel técnico, misma intensidad y mucha inteligencia. Y, a los 11 minutos, asestó el primer golpe mortal. Atención, porque cuando tres genios del balón se ponen a hacer de las suyas, frótense las manos, porque algo mágico va a ocurrir. El Kun se va de dos, centra sobre Simao, este deja el balón de cara al primer toque hacia Escándalo Forlán, y el uruguayo machaca sin piedad. Pin, pan, pun, fuego. Un gol sencillamente sensacional.
No decayó el Athletic, pero el Atleti ha ganado este año en seguridad defensiva a base de bien, demostrando una fortaleza aérea desconocida tiempos ha.
El segundo tiempo resultó otra cosa. Más trabado, con más interrupciones, y con algo de juego subterráneo. Dijo el Sr. Caparros al finalizar el encuentro que Undiano les desquicia. Joder, pues si a él le desquicia, imagínense lo que puede llegar a pensar un servidor cuando ve a un cabestro (al cabestro de siempre, pásame un gramo, Gurpegui, pásame un gramo) haciendo de las suyas, con una entrada brutal por detrás sobre Agüero, y el buen árbitro pamplonica decide que ni es ocasión manifiesta de gol (se quedaba solo el argentino), ni es tarjeta roja (entrada por detrás sin posibilidad de llegar al balón), ni es penalti (comete la infracción dentro del área). Si usted está desquiciado, Sr. Caparrós, yo estoy bailando fandangos. Farruquito a mi lado es un aprendiz, vamos ... Porque si esa jugada se pita como se debió de pitar, ahí se acaba el encuentro. Ni más, ni menos.
No voy a entrar, por otro lado, con el balbuceo periolísitco de ayer y de hoy con que hay que proteger a tal o cual jugador. Eso es una puta gilipollez como la copa de un pino. No es esa la cuestión. En el fútbol tiene que haber faltas, entradas duras, y, por desgracia, hasta cabestros como el de los gramos. Así ha sido de siempre y así será. Para eso hay un reglamento, y debe de ser aplicado. Punto pelota (dios me libre de ver este programa algún día, ¿Eh? Dios me libre). Es tan sencillo como eso. Aplicar el reglamento a todos los jugadores y en todos los momentos, y ya está. Si el Kun se va en camilla, pues mala suerte. Las lesiones, por desgracia, es algo con lo que hay que contar en una temporada. No es nada nuevo. Al yonqui, expulsión, sanción ejemplar (tiempo que esté lesionado el jugador, tiempo que no puede jugar el colega, siempre y cuando se demuestre que es una entrada violenta y temeraria de verdad, como es el caso) y ya está. ¿Tan complicado es?
A todo esto, que me despisto, el Atleti siguió firme en defensa. A De Gea apenas le vimos. Buena señal, porque, con el paso de los minutos, el desgaste físico se apoderaría de los jugadores bilbaínos, y en alguna contra les pillaríamos fijo. Y así fue. Diego Costa la condujo perfectamente. Escándalo Forlán realizó un movimiento sensacional de desmarque, arrastró al defensor bilbaíno que estaba defendiendo en la última línea, y esto hizo que se quedase solo el trabajador Simao ante Iraizoz. Su primer violento disparo lo rechazó muy bien el guardameta bilbaíno, pero le quedó el balón muerto a Tiago, que, a placer, sentenció.
Al final, relajamiento excesivo, y en el 88, nuestro único despiste supuso el 1-2 de Llorente. Daba igual. El partido estaba muerto, y aún debió de quedar más, si Diego Costa (al que alguien tiene que decirle que ahora es jugador del Club Atlético de Madrid, no del Valladolid) perdió otra fantástica contra por irse al córner supuestamente a perder tiempo, cuando tenía a dos compañeros completamente desmarcados que le acompañaban en la contra. Al final no logró su objetivo, más que demostrar que a su limitadito cerebro aún le quedan bastantes ajustes por realizar. Seguimos teniendo currele, Quique.
EL CRACK DEL PARTIDO: Puedo poner casi a cualquiera de los que jugaron el pasado sábado. Entre el Kun, Forlán, Domínguez y Godín, os podéis pillar el que más rabia os de. Venga, va. Yo apuesto por Forlán. Es sencillamente entusiasmante verle jugar así.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Me defraudó un poco el Athletic. Quizá pecó de ansiedad, pero esperaba más del equipo del Bocho. Colgar balones buscando a Llorente puede ser un buen recurso, no lo niego, pero nunca el único. La testiculina, la épica y demás está claro que va con ellos, pero creo que tienen mimbres para jugar mejor al fútbol y probar cosas diferentes.
ÁRBITRO: Undiano. Mi favorito, que esta vez no aprueba por su gravísimo error en la jugada de la lesión del Kun.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 3 grados).
Lo prometido era deuda. Estrenamos termómetro en San Mamés, y le subimos 3 graditos, que no está nada mal para ser la segunda jornada de Liga. Este equipo a mi me dejó el pasado sábado un sabor de boca fantástico. Muy contento que me acosté. Pero que muy contento.
Y el próximo domingo, el Barsapasta. Partidazo a la vista. Un partido en el que puede ocurrir absolutamente de todo. Pero antes tenemos que ir el jueves a Grecia. El Campeón defiende su trono. Luego, el líder también. ¿Quién ha dicho que los lunes no pueden ser maravillosos?