Tras la tempestad acaecida el pasado jueves frente al Rubin, al final se ha vuelto de nuevo a la dulce rutina de la victoria. Un triunfo conseguido en el mini Vicente Calderón pucelano con autoridad, eficacia, fiabilidad y sin pasar apenas apuros en defensa, hasta el punto de que si tuviese que puntuar a los jugadores uno por uno, a Courtois no le pondría calificación por falta de trabajo. Con eso está dicho todo.
Sin las dichosas rotaciones, el equipo funciona como una máquina de precisión suiza. A los diez minutos, falta que saca Gabi, fusila Godín y Falcao, a bocajarro, consigue anotar el tanto. Dicen los hombres sabios del Asqueroso que el colombiano tenía una rodilla en fuera de juego. Joder, una rodilla. Y se quedan tan panchos los colegas. Menos mal que el linier supo apreciar la jugada realmente como fue, gol legal al estar en línea con el defensor. Por cierto, que estando bajo de forma, pero Falcao sigue anotando goles. Qué máquina de pibe. Lo lleva en la sangre.
A partir de esos momentos, y con la batuta del incansable Gabi, el Atleti se hizo amo y señor de todas las parcelas del terreno de juego. Diego Costa no paró de desmarcarse y fue, una vez más, una auténtica pesadilla para la defensa local. Un fantástico pase de Gabi le dejó solo frente al portero local, pero el bueno de Diego intentó una vaselina con poquísima fuerza y el balón lo atrapó sin mayores complicaciones Dani Hernández.
La única ocasión que generaron los locales fue en un despeje suicida de Tiago, que no acabó en tanto en propia meta de milagro. De todo lo demás se encargó prácticamente Diego Costa, hasta que obtuvo su justa recompensa aprovechando un magnífico servicio de Koke de cabeza para fusilar a placer y poner así el 0-2 en el marcador.
El 0-3 definitivo tuvo lugar ya en el último minuto, tanto conseguido por el Cebolla, y puso la guinda a un partido que fue coser y cantar con la misma fuerza que lo hicieron los desplazados a la ciudad pucelana. ¿Quién dice que la rutina es aburrida?
Y hala, ya pueden descansar los putos periolistos con que no ganamos fuera desde hace no sé cuanto tiempo. A ver qué nueva gilipollez se inventan ahora para darnos la barrila, porque lo de la rodilla de Falcao, señores, no cuela.
EL CRACK DEL PARTIDO: Diego Costa vs. Gabi. Curiosamente, ninguno de los dos jugó el jueves pasado. Sin comentarios.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: El Valladolid. Esperaba muchísima más resistencia por parte del equipo pucelano. Dukic tenía un mosqueo de 15 pares de cojones, y con razón, ciertamente. Sinceramente, no tengo ni puta idea de a qué cojones jugaron.
ÁRBITRO: El doble de Don Pablo Mármol, Iglesias Villanueva. Perfecto.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 15 GRADOS).
Lo vuelvo a subir 2 grados más, porque era un partido vital para nuestras aspiraciones tras el batacazo del otro día en el Calderón. Ya saben, si nos caemos, combato y me levanto.
Y el jueves, la vuelta de la Europa League en Rusia. Poder, se puede. Pero hay que tomárselo en serio, claro que, si juega esa broma pesada de portero que es Asenjo, mal empezamos. Con él, ya saben, el ridículo suele estar garantizado.
8 comentarios:
¡Qué cabrón con lo del doble!
Comentaba un compañero de localidad pubística mediada la segunda parte que “el partido está siendo bastante aburrido. Ahora bien, ¡cómo mola aburrirse así!”. Cuando jugamos “en serio”, somos un equipo muy difícil.
Imagino que en Sevilla jugaremos así, pero me encantaría remontar este jueves.
Un abrazo, Amigo.
Don Tomi, exijo la vuelta de esa entrada que usted hacía coincidiendo con los premios Goya. Nos ha dejado usted huérfanos...
Diego y Gabi...o de cómo puede una película triunfar apoyada en sus secundarios...
Un abrazo amigo...
Pero bueno... ¿Y los premios Poya qué?
Trankilos todo el mundo, joer ... Los Premios Poya este año se dan en el partido del jueves, que presiento sangre ... Mucha sangre ...
Buen partido, o mejor dicho, buen resultado. Goles marcados con huevos, zapatazos, meter el pie, coño, así sí. Me alegro por el Cebolla, se lo merece, aunque más se lo merece Costa y más lo necesita Falcao.
Manda cojones, que contra el Valladolid jueguen los más solventes y contra los rusos... pues eso.
Enhorabuena crack ¡¡
Pero dejad algunos goles para el partido aqui en sevilla con estos para la copa...
Saludos crack ¡¡
Me gustaría conocer su opinión sobre el asunto Salva Ballesta, don Tomi.
Yo creo que el Celta ha hecho bien y que Abel Resino ha estado horrible y debiera haber renunciado.
Ahora bien, si nos quitamos la máscara, nos la quitamos todos. Si a un tío por sus ideas políticas se le puede vetar, espero que no se ponga el grito en el cielo cuando se vete a futbolistas por su raza, religión, ....
¡Ojalá! hubiera un "derecho de admisión*" también en "mi" Atlético.
Un abrazo.
*Por ejemplo, jamás debiera ponerse la Sagrada alguien vinculado con madri$ o bar$a o cagarruta independentista (del tipo Olegario) alguna.
Muy buenas, Don Pablo.
Yo es que a Salva Ballesta le tengo un cariño especial. Aparte, no me parece que haya dicho nada tampoco del otro jueves a lo largo de su carrera. Mucho peor es lo que se le ha cantado por ahí.
Dicho esto, la postura del Celta es tan peligrosa como inteligente. Está claro que ese hombre allí es una bomba de relojería, y su enfrentamiento con Celtarras podría, finalmente, perjudicar al equipo. Dicho esto, tampoco es demasiado aconsejable ceder siempre ante las peticiones de los Ultras, porque, como todos en esta vida, pueden no tener razón.
De todas formas, a mi en el fondo lo único que me interesa es el beneficio de la entidad, que es lo que realmente importa. Y hombre, que no se pongan la sagrada jugadores reconocidos mandrilistas, bueno está. Sin embargo, yo con el Barsapasta no tengo tanta fobia (salvo el tal Olegario ese, que, por otro lado, no tiene categoría para jugar ni en el Móstoles, no me jodas). Así a vuela pluma, recuerdo a Marcial, a Geli, a Sergi Barjuan, a Soler ... Tipos que han defendido con honor y gloria la rojiblanca.
De Abel, prefiero no opinar. Siempre le recordaré por el mítico récord que batió. Ahora, él lleva su camino y el Atleti el nuestro. Él sabrá cómo va por la vida, aunque, como imagen para un vestuario, ya muy bien no ha quedado, téngalo claro, Don Pablo.
Y una anécdota final de Salva Ballesta: cuando estaba en el Valencia (él no se quiso ir nunca, fue el puto Gordo el que quiso hacer caja con él), siendo ya jugador che, fíjate qué personalidad tenía y que pelotas que, de sintonía de su móvil, seguía teniendo el himno de nuestro Atleti. Y este tipo de detalles es lo de los que uno no olvida, ni olvidará, fácilmente.
¡Animo, Salva!
Publicar un comentario