Se acabaron las vacaciones, y ya ha vuelto a comenzar de nuevo lo bueno. ¿Lo bueno? Mejor, digamos que la Liga, que no tenemos muy claro si realmente es buena o no (algunos sí que lo tenemos, vamos). No entremos en debates absurdos, nosotros, a lo nuestro. El equipo empezó en uno de los campos más chungos a la par que hostiles para nuestros intereses: en casa del segundo equipo de la capital hispalense. Nos mostramos con solamente una cara nueva (lo cual, en los tiempos que corren, es una fantástica noticia), la ya bien conocida de Villa por Falcao. Lo demás está ya currelado, y bien moldeado, por nuestro Cholo Simeone. Y, como es obvio, dicha diferencia se notó en el campo.
Otras temporadas, recuerda uno, era el rival el que se presentaba siempre como un equipo sólido y sin apenas fisuras frente a 345 caras nuevas colchoneras, algunos, fichados a última hora y sin apenas entrenamientos. Sin embargo, desde que Don Diego Pablo Simeone está al mando de todo esto, no ocurre así, sino más bien al verrés: nuestros cimientos están construidos y bien consolidados, y la improvisación rozando la paranoia rondan a nuestros contendientes.
La situación de una y otra escuadra definió perfectamente lo que fue el encuentro: un Sevilla que a basa de arreones cargados de ilusión embestían a un Atleti con los deberes bien hechos, perfectamente plantado en el campo, y que, como casi siempre, mostraba una solidez defensiva y una rocosidad a prueba de bombas. La guerra comenzó, empezando a asustar los locales, especialmente con un larguerazo de Bacca que casi revienta la portería defendida por Thibaut Courtois. Pero, ni nos amedrentamos ni dimos un paso atrás, y comandados por un imperial Mario Suárez, y teniendo en primera línea de fuego a Diego Costa, nuestras acometidas no se quedaban atrás, con un remate al palo made in Villa en una fantástica combinación rojiblanca tras excelente jugada de Juanfran.
Si hay alguien que se mueve como pez en el agua en plena línea de fuego es el (¡gracias, Dios mío, muchísimas gracias!) recién renovado Diego Costa, que aprovechó un fenomenal corner (llevábamos ya demasiados a favor, estaba empezando a mosquearme con el tema) lanzado por Milinko Koke, Miranda peinó y el de Lagarto, Lagarto, estuvo más vivo que nadie para papearse la tostada y poner el 0-1 en el marcador. Parecía que lo más difícil estaba hecho. Craso error.
Porque nuestras rayas rojiblancas deben de inspirar algo entre divino y milagrero a nuestros rivales más desahuciados, y asi Perotti, que llevaba desde el siglo II antes de Cristo sin anotar un tanto, solamente dos minutos después de nuestro gol, le salió el disparo de su vida desde Rosario, lo menos, y se coló como un auténtico misil ante la atónita mirada de Courtoios. Golazo de bandera, si señor.
A partir de esos instantes, el Atleti encaja el golpe, y, sin llegar a caer, pero se veía que se tambalea en el ring. Los de Emery, mientras tanto, se evalentonan. Árbitro, la hora, please. A ver si en el descanso …
Pero no. No fue el descanso tan balsámico como yo esperaba, y el Sevilla siguió a lo suyo, mientras nosotros, ni nos enterábamos de lo que era tener el balón más de dos segundos en los pies. Chungo cubata. Cholo, mueve la coctelera, por favor. Y se notó. Quitó del campo al tan indolente como maleducado e inoperante Rabino Turán, que se fue acordándose de sus hermanitos musulmanes, y sacó al campo a Oliver. Bien. El equipo recuperó, al menos, el balón, y el Sevilla dejó de inquietarnos.
Sacó también al veloz Batistao por el trabajador Villa (buen debut del asturiano) y la cosa olía más bien a empate que a otra cosa, pero estando un tal Diego Costa en el campo, es muy gratuito realizar tal afirmación. Tiró un desmarque, Koke le puso un excelente balón que lo hubiese querido Don Fernando Torres para sí en sus tiempos rojiblancos, el brasileño se marcha de Fazio como Paz Padilla de un concurso de belleza, es decir, con una facilidad exultante, y cruza sin remisión ante la salida de Beto. Faltaban 11 minutos, y el Pizjuán enmudeció.
Y de postre, Cebollazo. Genial contra del uruguayo, que sigue confirmando lo que siempre digo: saliendo del banquillo este pibe es una auténtica bala, brillante acción personal marchándose hasta de 3 jugadores contrarios, y definición genial final engañando a todo el mundo y disparando a puerta cuando todos (Beto incluido) esperábamos el centro. Golazo Maradoniano donde los haya, oiga.
Colorín, colorado, esta batalla ha terminado. Se puede empezar bien, se puede empezar mejor, y se puede empezar como lo ha hecho el Atleti. Volviendo a ser el Atleti. Que corra el champlán ….
EL CRACK DEL PARTIDO: Gran partido de Mario Suárez (ya que siempre le ando dando estopa, esta vez no se merece tal injusticia), de Miranda, muy bien Oliver, con mucha personalidad (éste, y no otro, va a ser nuestro auténtico fichaje estrella de verdad) pero, quien si no, merece hoy la primera medalla de oro de la temporada: don Diego Costa. A base de codazos (fuera y dentro del terreno de juego) pero hay que ver lo que ha crecido este jugador. Qué barbaridad …
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Rabino Turán. Ya no es que me produzca hastío su representante (amenazante, curiosamente nada más renovar Diego Costa, como si que una barra libre hubiese comenzado, o algo así, con no sé qué pollas de la Premier, pues ya sabe, oiga, que me tienen hasta el guano todos), es que esa falta de respeto cuando fue cambiado, yéndose directamente a su bola y siendo incapaz de darle siquiera un gesto de apoyo a un chaval de 18 tacos que va a salir a un campo como el sevillista, me parece sencillamente deleznable su actitud. De niñatos consentidos está el mundo lleno, oiga. Pero no portando ni esa camiseta ni ese escudo. La última vez ….
ÁRBITRO: Clos Gómez. Estará siempre en mi corazón este pibe tras la final de la Copa del Buey del año pasado, qué quieren que les diga (aparte de que no estuvo mal, al igual que en la final, por cierto).
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+20 GRADOS).
Halaaaaa … Exagerao …. Pues, tras mucho dudar qué diablos hacer con el dichoso termómetro, he decidido que vamos a partir de la temperatura a la que acabamos la pasada temporada. ¿Por qué me voy a amargar empezando con 0 grados pelao de frío, cuando realmente estábamos hace casi nada a 20 deliciosos graditos tan agradables que son? Pues eso, que la cosa sigue como termina. ¡Qué disfrute todo el mundo!
Y, empieza la no tregua de esta temporada, el próximo miércoles, el Barsapasta in action. A competir tocan, que es una final, oigan, y a nosotros, cuando hay un título en medio, ya saben cómo las gastamos …. Ni tregua, ni perdón. La empresa es no complicada, sino lo siguiente, pero. Un Atlético jamás se rinde. A pesar de los Neymares.
4 comentarios:
Mucha y buena salud, Tomás. Porque estos tres añitos de gloria colchonera son más gloriosos contados por un auténtico purasangre como tú. Hasta la victoria siempre, Don Tomi !!
Grande Diego Costa ¡¡¡ , el verdugo de estos cerdos cerdiyistas jajajjaj.
Por cierto vete a mi blog ¡¡ me verás en dos fotos en el articulo , una de las fotos sobre todo te gustará especialmente ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Saludosssssssssss ¡¡
Amigo Tomi, como pones al Rabino Turan. Indolente, maleducado, inoperante... ¿Qué te ha hecho? No vi el gesto en el cambio ¿Qué hizo? ¿Se fue directo al vestuario?
Es uno de los mejores jugadores de la plantilla. Diga lo que diga su representante, malo muy malo como se vaya... Un abrazo!
¿Qué qué hizo? Menudo periolista de pacotilla estás tu hecho, macho ... Cuando le cambió por Oliver, no le saludó, ni a él, ni al Cholo, ni Cristo bendito. Se sentó completamente solo (apartado por no menos de 3 asientos vacíos con respecto a sus compañeros) jurando en arameo. Y, francamente, si su rendimiento deportivo va a ser como el del otro día en Sevilla, pues qué quieres que te diga ... Ni calidad ni pollas. Eso se demuestra en el campo. Punto.
Un abrazo, brother.
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