Ocho partidos ya consecutivos vencidos en liga, y, además, en muchos de ellos jugando pero que un rato tela de bien al fútbol. Ayer fueron concretamente 60 minutos de ocasiones a go-gó, haciendo que el guardameta vigués Yoel fuese la auténtica estrella del encuentro. Por parar, hasta detuvo un penalti lanzado por Diego Costa. Muy mal lanzado, por cierto. Porque un penalti se puede fallar, está claro (para mi jamás son aciertos de los porteros, sino fallos de los lanzadores). Pero se tienen que poner las bases, al menos, para que sea lanzado correctamente. No se puede tirar de corre prisa y corriendo, con poca concentración y de forma atolondrada y acelerada, tal y como hizo ayer el bueno de Diego Costa. Al final nos salvamos por la campana, pero otros días no correremos tanta suerte.
La mañana era espléndida, con un fantástico ambiente en las gradas, llenas de familias y de chavalería entusiasta. El campo estaba a reventar, el tiempo era primaveral, había unos 500 vigueses en las gradas. Y el Atleti no defraudó, mientras que el Celta aguantó el temporal como buenamente pudo. Villa falló un mano a mano en el primer periodo, Diego Costa el penalti ya mencionado, parecíamos el séptimo de caballería rodeando a una reserva india (el mundo al revés, vamos), hasta que en el 43, al fin, llegó el ansiado gol: el gran Luis Filipe (inmenso durante todo el partido ayer, a él le hicieron el penaltazo ayer también en una de sus interminables internadas en banda) se mete hasta la línea de fondo y su centro es remachado casi al unísono entre Godín y Diego Costa. Ante la duda, la más tetuda, y a quién más falta le hace es al propio Diego, así que démoselo a él.
En el descanso el panorama siguió igual, pero no se cerró el partido, especialmente en una ocasión increíble que Diego Costa le regaló a Villa, que, para colmo de males, se lesionó en intento de remate de la misma, cuando estaba completamente solo y sin portero debajo de los palos. Yo creo que el Guaje tiene una carga sencillamente espectacular de trabajo en sus piernas, y eso le hace parecer mucho más torpe de lo que realmente es. Si la lesión no es grave, igual hasta no le viene mal el pequeño descanso y todo.
Casi a los 20 minutos del segundo periodo, llegó la que parecía sentencia definitiva. Mágico pase de casi 40 metros de Gabi al más puro estilo Schuster, viendo el desmarque de Diego Costa, y el resto ya se lo pueden imaginar, porque esta jugada empieza a ser un clásico también en este Atleti: el brasileño es imparable tanto en velocidad como en potencia, se va de sus rivales con una facilidad insultante y su remate final (que no suelen ser demasiado ortodoxos pero si francamente letales, quizás precisamente ahí resida su secreto). se cuela irreversiblemente bajo el cuerpo de Joel.
A partir de aquí, el Atleti acusó el desgaste Champions, y el Celta sacó a su mejor hombre sobre el terreno de juego, Nolito. A los veinticinco minutos puso el 2-1 en el marcador, batiendo sutilmente y con mucha clase picando el balón ante la salida de Courtois, y los últimos minutos fueron un auténtico suplicio para los nuestros, ya que aunque el Celta no llego a tener ocasiones claras de verdad, si que logró embotellarnos en nuestra propia área, y al final se sufrió un encuentro que no se tuvo por qué hacerlo. Da igual. Todo suma, y tras el esfuerzo de Oporto, hay que concederles estos pequeños desfondamientos. Aparte, en mi sincera opinión, el Cholo debe de empezar a mover la coctelera ya, aunque igual las lesiones le obligan a hacerlo. Ayer, por ejemplo, al fin debutó Guilavogui (tiarrón negrata donde los haya), y, me temo, que vamos a tener que ver a bastantes más jugadores durante las próximas jornadas. Precisamente de ahí, de la respuesta del fondo del armario, dependerá realmente nuestras posibilidades reales en todo. Pero, de momento, ahí estamos. Continuamos haciendo historia. No se puede pedir más, la verdad.
EL CRACK DEL ENCUENTRO: Goles son amores, y Diego Costa consiguió un par de ellos más (aunque, reitero, no me gustó absolutamente nada su forma de lanzar la pena máxima), Luis Filipe estuvo colosal, pero hoy se lo voy a dar al auténtico artífice de que su equipo estuviese en el partido y no se fuese con una goleada de escándalo. Me refiero, obviamente, a Joel. Ahí hay portero, señores. Tranquilo, con reflejos, siempre bien colocado. Me gustó un montón.
LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO: De mi gente ninguno. Del Celta esperaba mucho más de Rafinha y de Charles.
ÁRBITRO: Undiano. Arbitraje modélico el suyo.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+25 GRADOS).
La temperatura ambiente que había en realidad en el Calderón. No se mueve, obviamente. Y ahora suelto la frase favorita de don Pablo Mármol: “Partido de obligado cumplimiento”.
Bueno. A continuación, parón con las selecciones. Lástima de la lesión de Villa, aunque, reitero, creo que el descanso le va a venir de cine. Que no haya lesionados, please. La historia este año se escribe en rojo y blanco.
3 comentarios:
Juanfran se cascó un partidazo. Y Gabi también. Esperaba más del Cebolla y de Óliver.
El árbitro no sacó ninguna tarjeta por tirarse (ahí lo dejo)
Estamos haciendo historia pero los cornudos parece que no se dan cuenta. Pues no va y me dice un colega ayer que el Atleti estaba ahí arriba porque ni el Barca ni el Madrid estaban bien. Pero si lo hemos ganado TODO! Manda cojones. Forza Atleti, buen trabajo
Si ... Especialmente el Barcelona está fatal, que también ha ganando absolutamente todo (Supercopa incluida), no te jodes ...
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